viernes, 29 de junio de 2012

Alcalá en la fotografía de Ortiz de Echagüe


     José Ortiz Echagüe, uno de los fotógrafos españoles más importantes del siglo XX, nace en Guadalajara en 1886. En 1903 ingresa en la Academia de ingenieros militares de Guadalajara, aunque ya había mostrado interés por la pintura, al igual que su hermano José Antonio. Poco antes su tío le había regalado su primera cámara fotográfica. Al salir de la Academia sirve en la unidad de globos aerostáticos en la Guerra del Norte de África. Obtuvo los títulos de piloto de globos y de piloto de aviación en 1911. Tras su regreso definitivo del Norte de África funda en 1923 Construcciones Aeronáuticas (C.A.S.A.) y más tarde, en 1950, la primera industria española de fabricación de automóviles en cadena, S.E.A.T., de las que será nombrado Presidente. 

Vista de Alcalá
    
      En su faceta de fotógrafo, recorre toda la geografía española, capturando imágenes costumbristas y folclóricas, agrupadas en cuatro grandes temáticas, publicadas con gran éxito entre 1931 y 1971: 

- España, tipos y trajes 

- España, pueblos y paisajes 

- España mística 

- España, castillos y alcázares. 


Puerta de San Juan de la parroquia
     
     Con un estilo muy depurado y académico, la mayor parte de sus fotografías están realizadas con el procedimiento del Carbón directo y tintas sobre papel Fresson para suavizar los contornos y resaltar los detalles, otorgando a sus obras un aspecto eminentemente artístico, enmarcándose su obra dentro del estilo fotográfico denominado tardopictorialismo., destacando además por su clara intencionalidad en la selección de escenarios y la composición de sus fotografías. 

     En su libro “España, pueblos y paisajes”, se recogen 3 fotografías sobre Alcalá realizadas con la técnica antes mencionada. Las fotografías son anteriores a enero de 1936, fecha en que se inicia la impresión de dicho libro, aunque no se publicará, por la guerra civil, hasta 1939. 


    
      Existen fotografías sobre Vejer de la frontera fechadas en 1926, por lo que es muy posible que las fotografías alcalaínas sean también de la misma fecha. 

     Aparte de estas fotografías, la dirección General de Turismo editó a partir de 1939 una serie de carteles titulados “Bellezas de España”, en formato de 100 x 62,5 con fotografías de Ortiz de Echagüe, apareciendo en uno de ellos la Iglesia de la Victoria y la parte que hoy conocemos como Plaza Jesús Nazareno. La fotografía puede ser contemporánea de las anteriores, pero sin embargo no está realizada con la técnica de carbón sobre papel Fresson. 

Parte trasera de la Iglesia de la Victoria
     
     La mayor parte de su obra está reunida en el Legado Ortiz Echagüe, en la Universidad de Navarra, que recoge aproximadamente 1.000 composiciones originales realizadas según el método de carbón fresson, así como más de 20.000 negativos, de entre todos los que realizó en su prolongada actividad detrás de la cámara (1903-1968). 



NOTAS 

     Para la elaboración de este artículo, se han utilizado las siguientes fuentes: 


- Centro virtual Cervantes. Miradas de otro tiempo: José Ortiz Echagüe 



- Fondo fotográfico Universidad de Navarra 



- ARTIUM - Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo. Departamento de Biblioteca y Documentación. José Ortiz Echagüe. 

- Francisco Vicent Galdón. José Ortiz Echagüe, un documentalista en el pictoralismo. Revista Añil nº 47. Centro de Estudios de Castilla la Mancha


miércoles, 27 de junio de 2012

La fuente de la Salada (I)



         Artículo  publicado en la Revista de Apuntes Históricos en el año 1981.

Ramón Corzo Sánchez
Correspondiente de la Real Academia de la Historia

     En la mayor parte de los pueblos de la España seca, la existencia de un manantial que garantice el abastecimiento de aguas en los períodos estivales resulta una justificación importante del emplazamiento. Si bien en la inmediata serranía las fuentes se suceden en cada esquina de las poblaciones poniendo de manifiesto ese primer puesto en los índices pluviométricos nacionales que la caracteriza, el terreno más bajo, propio de Alcalá, Medina y los pueblos de la Ruta del Toro ofrece pocos nacimientos naturales de curso estable. Por eso, a las condiciones estratégicas y al enclave en una posición eminente dentro de su territorio, debe añadir Alcalá de los Gazules la existencia de una fuente potable como justificación de su emplazamiento.

      No es este lugar conveniente para volver sobre la posible identificación de Lascuta, nombre del primer núcleo habitado de la región, cuyo territorio ha heredado Alcalá, pero sí es necesario precisar que en la vertiente de la Coracha hay restos de poblaciones que se remontan a varios siglos antes de la era cristiana, y que estos vestigios ponen de manifiesto una ocupación directamente relacionada con el abastecimiento de agua desde la Fuente de la Salada.

     Tanta es la importancia que un manantial de este tipo adquiere, que en los últimos veranos, cuando ha empezado a apretar esa insistente sequía que ya parece inmemorial, en el pueblo de Alcalá se volvieron los ojos hacia su fuente natural, olvidada tras la construcción de los nuevos depósitos, pero que mantenía un caudal constante y fiel a su función secular. Todos sabían que no era una sencilla fuente, que encima de los caños actuales había unas habitaciones subterráneas, y conducciones de origen indefinido. El nombre de los romanos se había vinculado ya a los misteriosos restos, y un recelo ante la antigüedad llevó a una serie de consultas y a plantear la excavación arqueológica.
fotografía: http://mialcala.blogspot.com.es
     Yo conocía estos vestigios desde hacía varios años, ya que en mis visitas a Alcalá se me había señalado siempre como el punto con mayor atractivo para una investigación. El hallazgo lo realizaron en diversas ocasiones grupos de jóvenes, que no se terminaban de aclarar sobre quién había sido el primero en detectarlo, pero mi opinión es que las cámaras son conocidas desde siempre, y que a pesar de protegerse y cubrirse de vez en cuando, como ahora lo están, el recuerdo se diluye y cualquier accidente da lugar a un nuevo hallazgo fortuito. Para trabajar en los depósitos contamos con fondos de empleo comunitario agrícola suministrados por el Gobierno Civil de la provincia y con la ayuda constante del Ayuntamiento en todos los pequeños problemas cotidianos.

     Un reconocimiento preliminar había permitido ya formar una idea aproximada del problema arqueológico, y nos indicaba cuáles eran los puntos a estudiar: estructuras arquitectónicas existentes sobre las cámaras subterráneas, limpieza interior de las mismas, estudio de su cerramiento actual y análisis de la comunicación con la Fuente de la Salada. Parte de estos puntos no pudieron abordarse porque las necesidades de utilización del agua recomendaban aplazar cualquier actuación que se relacionase con ella directamente, y aún hoy espero que un año de lluvias abundantes que garantice el suministro estival desde las acometidas modernas, permita reanudar la investigación en el lugar y conseguir la recuperación del monumento.

     El único acceso que se conocía a estas misteriosas cámaras era un agujero, excavado parcialmente o ensanchado por aficionados locales tras romper la cubierta, que comunicaba con un estrecho pasillo protegido por grandes losas de piedra como techumbre, que apoyan en dos muros muy distintos. El más bajo de los dos es de piedra mal cortada y organizada irregularmente, y forma un paramento liso, sin ninguna comunicación, que reviste directamente el relleno exterior de tierra; el muro más alto es muy distinto, de sillares perfectamente escuadrados y perforado por dos arcos de medio punto, que dan acceso a las cámaras.
Una de las bóvedas de la fuente de la Salada
Fotografía: www.alcaladelosgazules.es
     Estas dos habitaciones son de forma rectangular, dispuestas en paralelo y se cubren con bóvedas de medio cañón; su aparejo es de mampostería cogida con buena mezcla de cal y arena, y en la bóveda se observan bien las huellas de las maderas con las que se realizó la cimbra y el encofrado. Se encuentran llenas de escombros hasta media altura, debido a su empleo ocasional como vertedero por algunos vecinos de la zona, que recuerdan haberlo usado hace años, cuando le Fuente de la Salada dejó de ser de uso público. En la parte más cercana a los arcos de entrada se observa un escalón ancho, corrido en todo el frente de la bóveda, y en su línea exterior, pero a mayor altura hay dos orificios enfrentados en los muros, que parecen haber alojado un madero atravesado.

     La disposición general de los depósitos responde por tanto a un sistema habitual en el mundo clásico y que hoy se sigue poniendo en práctica: dos cámaras iguales que funcionan conjuntamente o que pueden ser usadas en forma alternativa, para permitir su limpieza y reparación sin suspender el suministro. La técnica de construcción es habitual en época romana, aunque se siguió utilizando para este tipo de construcciones en los siglos posteriores, pero lo que es más característico es el excelente aparejo de la fachada de sillería con sus arcos gemelos, que no debe ser posterior al final de la edad antigua. Este muro sería el paramento externo del monumento, que hoy resulta cubierto por la tierra arrastrada por la pendiente, de modo que se formaría un aspecto general muy semejante al de la gran fuente de San Juan de Baños de Cerrato (Palencia), por citar un ejemplo famoso en territorio peninsular. Los arcos servirían de acceso a esos pasillos transversales, desde donde se extraería el agua con cubos colgantes de cuerdas que pasarían sobre el travesaño de madera cuya huella se conserva.
Fuente de San Juan de Baños de Cerrato (Palencia)
      A pesar de la consistencia y solidez de este tipo de construcciones, hubo un error de ejecución que ha motivado la alteración del conjunto. El muro de sillería de la fachada no estaba trabado adecuadamente con las bóvedas, de modo que se fue desplazando hacia adelante, con riesgo de llegar a desplomarse. Para evitar este peligro, y en una época que puede determinarse por otros datos, se levantó ante le fachada otro muro creando el pasillo actual, cubierto con losas planas, por donde se ha venido accediendo en época reciente al interior Pero la existencia de estas dos cámaras en la ladera de La Salada, no es sino uno de los elementos que componen el sistema de aprovechamiento de la fuente, y en el que existen obras y aportaciones de épocas muy distintas. Al excavar en la parte superior de los depósitos romanos, así como ante su fachada, y tras reconocer la estructura de la fuente actual, hemos podido establecer la evolución del aprovechamiento del manantial. Parece que en su origen el punto del nacimiento era una grieta en las rocas, que sería adaptada como fuente, y que desde el período prerromano tendría ya un sentido religioso, como es normal en estos casos. Los estratos arqueológicos acumulados en la vertiente, formando capas muy inclinadas indican que el momento más destacado de la vida de la población que debió existir sobre la fuente puede situarse entre el siglo I antes de Cristo y el II después de Cristo; estas serían las coordenadas temporales del más primitivo núcleo organizado de población en Alcalá de los Gazules y también la fecha más probable en la que puede situarse la edificación de las dos cámaras.

    Cuando se construyen estas últimas, la intención de los usuarios de la fuente es combinar el carácter religioso con el monumental y el utilitario. El conjunto se compondría de una rampa o escalinata a lo largo de la pendiente, que daría acceso a varias terrazas, y cuyos muros de contención han podido localizarse parcialmente. En la explanada más baja estaría la fachada de los depósitos con la doble arcada, y en otra superior se encontraría una edícula o templo, dedicado a la divinidad propia del manantial. Más arriba aún se debía conservar la estructura de la primitiva fuente que fue alterada y cubierta parcialmente para poder encauzar el agua hasta los depósitos. Entre la fuente y los depósitos se colocaría el mecanismo de compuertas que permitiría dejarlos en seco cuando fuera necesario. Los datos que permiten restituir esta estructura se obtuvieron antes de que se volvieran a cerrar los depósitos para su aprovechamiento, y no han podido completarse posteriormente, ya que si se profundiza cerca de las posibles conducciones o del manantial mismo, se puede contaminar o enturbiar el agua.

     Este uso como fuente y complejo religioso es el de mayor interés monumental y creo que se debería proponer su restauración, a base de nuevas excavaciones y un planteamiento definitivo del aprovechamiento del manantial. No creo que exista dificultad en volver a dejar exenta la fachada de los depósitos, y en recuperar su función como fuente pública.

     A esta estructura romana le sobrevino el desplazamiento ya indicado, y la consiguiente reparación. En ese momento se decide encauzar el agua desde los depósitos hacia una fuente más baja, mediante un canal hecho con materiales típicos de la época medieval, y se cierra la fachada, tanto para evitar el desplome, come para impedir su contaminación, aunque el sistema adoptado no es el de un cerramiento definitivo, sino más bien el de una reparación provisional en espera de una reconstrucción que nunca llegó a ejecutarse. El aspecto definitivo de la fuente debió adquirirse en el siglo XVI, y es de esperar que no se convierta en permanente la casetilla de los motores, que bombea hoy el agua hacia los depósitos de la ciudad, y que no entona precisamente con el carácter del lugar y de las antiguas fuentes.

     El panorama de las construcciones que se suceden en la Fuente de la Salada, es el de una serie de edificios independientes, realizados en las épocas de mayor auge histórico de la población, cuyo vínculo común es el aprovechamiento hidráulico. La excavación y reconstrucción del conjunto permitiría recuperar uno de los elementos más significativos en la historia antigua y medieval de la población.
Pilas de la fuente, por debajo de los depósitos romanos


NOTAS

     Las fotografías no se corresponden con el artículo impreso en 1981

viernes, 22 de junio de 2012

La aportación de Alcalá a la guerra anglo-española de 1779 y al tercer sitio de Gibraltar




Ismael Almagro Montes de Oca

      El 16 de junio de 1779, España declaró la guerra a Inglaterra, que en aquellos momentos libraba una contienda con sus colonias de Norteamérica, las cuales, estaban apoyadas a su vez por Francia. España pretendía recuperar las plazas de Menorca y Gibraltar, en poder de los ingleses. 

     La declaración de la guerra fue recibida en toda España con gran entusiasmo, distinguiéndose especialmente Andalucía con generosos ofrecimientos para sostener al ejército. Ciudades como Granada y Sevilla pusieron a disposición del rey personas, caudales particulares y los de sus ayuntamientos, ejemplo seguido por los cabildos eclesiásticos y civiles de muchas localidades. 

     Los alcalaínos no iban a ser menos, recogiendo la prensa de la época ofrecimientos diversos: 

    “D. Andres Lopez, vecino de Alcalá de los Gazules, un mozo armado y vestido a sus expensas.” (1) 
   
     Este Andrés López debe ser el mismo que años después, en la guerra de la Independencia, haciendo nuevamente gala de patriotismo, denuncia que no se han celebrado las elecciones a concejales en Alcalá y acusa de afrancesados a los regidores que siguen en sus cargos en el año de 1811 (véase en este mismo blog el artículo sobre la guerra de la Independencia). 


     
     Otro ofrecimiento es el de: “D. Juan Antonio Heredia, presbítero en Alcalá de los Gazules, 20 ducados anuales que goza de sueldo”. (2) 

     Quizás el dato más interesante sea que para intentar recuperar Gibraltar, se inició el conocido como tercer sitio de Gibraltar, ofreciendo la entonces villa de Alcalá, al igual que Jerez y Sanlúcar de Barrameda, las maderas de sus términos (3) para construir las baterías flotantes, que eran unos enormes buques cuyos costados tenían vara y media de espesor, defendidos por sacos de lana encajonados entre corcho. Las cubiertas estaban forradas de planchas de hierro para que las bombas rodaran al mar. En total se fabricaron diez baterías, empleándose doscientos mil pies cúbicos de madera. (4) 

     El 2 de noviembre de 1780 la Gaceta de Madrid, en su número 12, página 112 recoge lo siguiente: 

     “La villa de Alcalá de los Gazules en el Reyno de Sevilla ha ofrecido al Rey Nro. Sr. 14 dehesas y varias arboledas que la pertenecen, suplicando a S. M. que se valga de las maderas útiles que producen, particularmente para el consumo del Real Arsenal de la Carraca, en cuya inmediación se hallan, y que destine a todos los individuos de dicha Villa a parage en donde con sus vidas y bienes puedan acreditar la lealtad que profesan.” 

"La villa de Alcalá de los Gazules en el Reyno de Sevilla
ha ofrecido al Rey Nro. Sr. 14 dehesas y varias arboledas que la pertenecen
 "

     Este ofrecimiento fue agradecido por el rey Carlos III, quien envió personal para inspeccionar las maderas: 

     “La villa de Alcalá de los Gazules en el Reyno de Sevilla ha ofrecido al Rey Nro. Sr. (como se dixo en la Gazeta Nº 12) 14 dehesas y varias arboledas que la pertenecen, para el servicio y consumo del Arsenal de la Carraca, de cuya generosa oferta se la dio gracias de parte de S. M.; y habiendo ido un Ingeniero de Marina con otros facultativos a cortar arboles de los señalados para construcción y avisado al Procurador Síndico de aquella Villa para que nombrase por su parte sujetos que asistiesen al justiprecio de los que se derribasen a fin de pagarlos, se celebró Cabildo por la misma y acordó pedir al Comandante General de Cádiz suplicase a S. m. la hiciese el honor de servirse sin esta circunstancia de aquellas y de quantas maderas comprehendiesen sus dehesas por la satisfacción que de esta gracia la resultaría; y S. M. en prueba del aprecio que le merece el natural generoso afecto de estos vasallos ha mandado se les admita, y que el referido Comandante General les explique en su Real nombre quan agradable memoria conservará de este servicio.” (5) 

     Fue así como muchos de los árboles del término de Alcalá fueron a parar al arsenal de la Carraca para construir los buques que después participarían en el bloqueo de Gibraltar, acabando en el fondo de la bahía algecireña tras el fracaso del bloqueo. 

Grabado sobre el bloqueo de Gibraltar

NOTAS 

(1) Mercurio de España. Marzo de 1793. Página 323. 

(2) Mercurio de España. Febrero de 1794. Página 268. 

(3) Joaquín Guichot. Historia General de Andalucia desde los tiempos más remotos hasta 1870. Tomo VII. 1871. 

(4) Modesto Lafuente. Historia General de España. Tomo X. 1862. 

(5) Gaceta de Madrid nº 23 página 203. 3 diciembre 1780.

miércoles, 20 de junio de 2012

Pedro Martínez Machado, un sacerdote mariano (II)



LA FUNDACION DE LA HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LOS SANTOS


     Si en muchos aspectos el comienzo del siglo XX como hemos visto había reportado a Alcalá algunas mejoras considerables, la situación del Santuario era lamentable. Lógicamente había que hacer algo. El Párroco don Pedro Martínez en poco tiempo que llevaba en Alcalá tuvo tiempo para reflexionar sobre posibles soluciones ante una situación de extrema pobreza consecuencia de una administración bastante desacertada. Con esa intención reunió una tarde noche del mes de agosto de 1910 , cuando se acercaba la Romería de la Virgen y el tiempo apremiaba, a un grupo de alcalaínos, algunos Hermano Mayor de la Cofradía del Nazareno, Concejal del Ayuntamiento; y los había citado para el 28 de agosto en la Iglesia de la Victoria. Una Iglesia que 16 meses después, el 31 de diciembre de 1911 tuvo la oportunidad de reabrir al culto después de una amplia remodelación. Ese reunieron bajo la presidencia del Párroco Martínez, don Julio Morcillo y Bernabé capellán de la Soledad, coadjutor de la Parroquia y Capellán del Santuario y los Señores: 

- Don Antonio Serrano de la Jara 

- Don Francisco Sánchez Belmaño 

- Don Juan Cid Alvarez 

- Don Pedro Mariscal de la Cuesta 

- Don Agustín Marchante Sánchez 

- Don Vicente Fernández Piñero 

- Don Marín Fernández Escudero 

- Don Diego Centeno del Manzano 

- Don Ramón Trechera Galán 


     A propuesta de Martínez Machado se creó una Hermandad que se denominó de Nuestra Señora de los Santos. A continuación se procedió a nombrar la primera "Junta Directiva " que quedó constituida por: 

- Presidente Nato: el Arcipreste don Pedro Martínez 

- Mayordomo: Julio Morcillo Bernabé. Presbítero

- Fiscal de Cuentas: Diego Centeno del Manzano 

- Secretario: Carlos Centeno Parajas – 

- Letrados: 

        - Agustín Marchante Sánchez 

        - Martín Fernández Escudero 

- Conciliarios: 

        - Antonio Serrano de la Jara 

        - Francisco Sánchez Belmaño 

        - Juan Cid Alvarez 

        - Vicente Fernández Piñero 

        - Pedro Mariscal de la Cuesta 

        - Francisco Puelles Centeno 

        - Antonio Romero Romero 

        - Francisco Serrano Fernández 

        - Manuel Fernández Montes de Oca 

     Como puede observarse sólo asisten a la reunión 9 alcalaínos, mas los dos sacerdotes, siendo la Junta Directiva formada por 14 miembros. O los nombres estaban ya en la mente del promotor de la reunión y fundador de la Hermandad, o bien fueron presentados por los presentes. Aunque bien es verdad que los cambios en los miembros de la Junta fueron continuos. A continuación se presentaron los Estatutos que fueron aprobados por todos los presentes. 


     Don Pedro elevó escrito de solicitud de la creación de la Hermandad y del Estatuto al Obispado, siendo aprobados con fecha 29 de agosto. Supongo que las fechas no pueden ser tan próximas, no creo que la cosa fuese tan rápida a no ser que cuando el Sr. Martínez reúne a los fundadores ya lo tuviera todo hecho. Es lo de menos. Tiempo habrá para aclararlo. 


     La Hermandad atendió la observación que el Obispado hizo sobre las "solemnes Honras Fúnebres referente a la Novena que se recoge en el apartado 1° de las Disposiciones Generales y para lo que se requiere obtener el Privilegio Pontificio, dado caso que no sea día hábil en el Rito que celebra la Iglesia el repetido día de la Novena ", remitiéndose al Obispado copia corregida. La Hermandad lo solucionó sustituyendo "el último día" por el de "en uno de los días de la novena". 

     La Hermandad quedaba así constituida en los términos que la conocemos hoy, aunque las posteriores modificaciones Estatutarias han cambiado la nomenclatura de los cargos. 

     Los primeros momentos no fueron fáciles y tras el inicial júbilo los hermanos que siempre fueron pocos, se sintieron desencantados, disminuyendo el número de ellos, y la Hermandad terminó fracasando en su intento de crear una sólida organización y dar respuesta a los problemas del Santuario. 

     Así en 1919 cuando el Párroco Martínez Machado redacta los "Siete Elencos", entre las Cofradías y organizaciones de la Iglesia de Alcalá ni tan siquiera nombra a la Hermandad cuando lo hace con todas, indicando sus Juntas Directivas, fundación, objetivos... y detalles varios. Esto nos indica que lógicamente la Hermandad ya no funcionaba y que carecía de Junta Directiva. El Párroco se hizo cargo directamente de su administración con la ayuda del Capellán que El nombra. 

     De hecho en 1927, Romero Sánchez (+ en 1930) da organización a la "antiquísima Hermandad" y constituye una Junta formada por vecinos, que funcionó de manera interina hasta los años 40. Finalmente sería el Padre Barberá quien organizaría definitivamente la actual Hermandad que funciona desde entonces.





FALLECIMIENTO DE PEDRO MARTÍNEZ MACHADO 

     Pedro Martínez Machado fallece el día 12 de marzo de 1920 en la casa parroquial situada en la Plaza Alta como consecuencia de una asistolia. El encargado de comunicar al Juez D. José Ahumada Romero el óbito fue un vecino de la calle las Monjas, llamado José, natural de Andujar, mandatario del P. Martínez. Fueron testigos presenciales D. Francisco Trujillo Rojas, D. Juan Recio García. Fue enterrado en el cementerio de S. Vicente de Alcalá, en la calle Santa Rosalía. 

     Mi curiosidad permanente y mi afición por la investigación en todos los medios me ha llevado a pasar muchas horas en el cementerio observando detalles, buscando los lugares donde descansaban en paz muchos personajes alcalaínos (todavía quedan en el cementerio algunos). De esta manera un domingo de otoño del año 2000 repasando la tapia Oeste, colindante del cementerio con la bajada hacia el Callejón del Parral, descubrí hacia la mitad de la hilera, la lápida de don Pedro. Una lápida que rezaba así. 



D. Pedro Martínez Machado 

Cura propio y arcipreste de esta ciudad. 
Finó a los 54 años. 
12 -marzo- 1920 

     La verdad es que me produjo una cierta emoción. Me detuve largo tiempo y pude comprobar la fugacidad de la vida y el abandono en el que quedamos después de muerto una vez que los hermanos o hijos desaparecen. ¿Quién va a tener interés en nosotros?. Era una lápida sencilla, austera como fue su vida. Nada denotaba la grandeza de su obra, al menos para los que somos devotos de la Virgen y además hemos tenido el honor de servirla desde la Junta de Gobierno de la Hermandad. Saqué mi máquina de fotografía, disparé varias fotos, que no se si serán las únicas que existen. En todo caso es lo de menos. 

     Pasado algunos años, un día tuve conocimiento de que se estaba llevando a cabo el saneamiento y traslado de los nichos de la hilera Oeste por el mal estado de conservación. Lógicamente el Ayuntamiento de Alcalá hace comunicación pública sobre dicha actuación. Evidentemente los interesados tienen la posibilidad de trasladar los restos a otros nichos pagando los costes correspondientes, pues en la mayoría de los casos los nichos tienen cumplido el tiempo por el que han contratado el servicio al descanso eterno. Es lógico que nadie se persone en nombre de alguien que no conoce. Debo admitir que de haber conocido las circunstancias del desahucio de los restos hubiese intervenido y me consta que la Hermandad se hubiese personado para rescatar su lápida y sus restos. No. llegué desgraciadamente a tiempo. Cuando me personé en el cementerio ni la lápida existía ni los restos, si algunos quedaban, pude localizarlos. Seguramente fueron al osario común donde suelen quemarse. Mas de 80 años, es verdad que dejan pocos restos, a pesar de que esa cuartelada tiene fama de conservar bien los cadáveres, y no son pocos los nichos que han mantenido a los difuntos momificados, y algunos prácticamente enteros. Mi padre, cobrador de seguros me lo comentó muchas veces y yo tuve la oportunidad de comprobarlo en ocasiones. 

     Algunos meses después hice un último intento por localizar al menos la lápida. Demasiado tiempo pasado. Imposible. 

     De cualquier manera, nunca es tarde para reconocer su iniciativa y su amor hacia nuestra Patrona.. 

     "Pedro Martínez Machado merece el recuerdo"

NOTAS

     Artículo de Jaime Guerra Martínez, publicado en la Revista de Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio 2012, publicada por el Ayuntamiento alcalaíno.

     Las fotografías no se corresponden con el artículo impreso.

viernes, 15 de junio de 2012

Los efectos del terremoto de Lisboa en Alcalá (1 noviembre 1755)



           
     El sábado 1 de noviembre de 1755 se produjo una de las catástrofes naturales más importantes que han afectado a Europa y que causó un gran impacto en su época. Se trata de un terremoto conocido como de Lisboa por ser esta la ciudad donde ocasionó mayores daños. 

     El epicentro del terremoto tuvo lugar en el océano Atlántico, a varios cientos de kilómetros al suroeste del Cabo de San Vicente, sintiéndose en toda la península ibérica, algunos lugares de Europa occidental, como el sur de Francia y el norte de Italia, e incluso en América se observaron fenómenos asociados. 

     Por su situación cercana al epicentro, el sur de Portugal fue la zona más afectada por la catástrofe, aunque también afectó a las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, donde los daños fueron cuantiosos. 

Mapa del S. XVIII,  con Andalucía y sur de Portugal, zonas afectadas por el seísmo.
     El propio rey Fernando VI había sentido el temblor en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, ordenando el día 8 de noviembre al Gobernador del Consejo Supremo de Castilla, cargo que ostentaba el obispo de Cartagena, que realizara una encuesta dirigida a los regidores de las capitales y pueblos para verificar los daños producidos. En el archivo Histórico Nacional (1) y la Real Academia de la Historia se conserva la documentación que aportaron 1273 localidades de toda España, entre ellas Alcalá de los Gazules. 

     El 9 de noviembre, el gobernador de Cádiz, D. Antonio de Azlor Marimon Guazo y Corbera envía el cuestionario a Alcalá, donde llega el día 17, pero no será hasta el 2 de diciembre cuando llegue a manos del corregidor D. Félix de cuenca y Gálvez, por hallarse ausente de la villa, siendo devuelto a Cádiz el día 4. 

Las preguntas de este cuestionario eran las siguientes: 

1. ¿Se sintió el terremoto? 

A esta pregunta, el corregidor contestó afirmativamente, añadiendo que: “he practicado cuantas extrajudiciales diligencias he tenido por conveniente, para instruirme de las circunstancias que ocurrieron en el día 1º de dicho mes de noviembre, con el motivo del temblor de tierra que se experimentó en esta villa…” 

     Asimismo describe cómo lo sintieron los alcalaínos: “En el principio de dicho terremoto se experimentó en los más de los moradores de esta población una indisposición de estómago, que propagando a la cabeza se les perturbaba, originándose una laxitud en el todo sin comprehender la causa de estos insultos, hasta que, graduándose sucesivamente dicho terremoto y, en su consecuencia, las vibraciones de las paredes, por algunos se advirtió ser temblor de tierra y que causaban los cuerpos tan grave mutación que continuó menos graduados en todo el día.” 

2. ¿A qué hora? 

     Según la contestación al cuestionario, el terremoto se sintió en nuestro pueblo “como a las 9 y 3 cuartos de la mañana...”. Hay que destacar que la mayoría de informes recogen con gran precisión este dato ya que al tratarse de un día festivo (Todos los Santos) la gente se encontraba a esa hora en las iglesias celebrando la misa. 

3. ¿Qué tiempo duró? 

Este terremoto tuvo la particularidad de su excesiva duración, mencionándose en Alcalá que: “duró, según advirtieron los menos perturbados, de nueve a diez minutos”, corroborándose así los datos de otras poblaciones. 

4. ¿Qué movimientos se observaron en los suelos, paredes, edificios, fuentes y ríos? 

     En el escrito del corregidor alcalaíno se da cuenta de la importancia del seísmo al describir el movimiento de los edificios, llegando a provocar el vaivén de los mismos que las campanas sonasen solas: “Los edificios se movieron principiando con lentitud, siguiendo con desproporcionados vaivenes hasta tocarse las campanas, y después terminaron decreciendo poco a poco”

     Otro de los aspectos destacados fueron los efectos que tuvo sobre la naturaleza, ocurriendo en Alcalá lo mismo que se atestigua en otros municipios: “Y, en cuanto a fuentes y ríos, parece se observó que en las primeras se suspendieron las corrientes en algún tiempo de la duración de dicho terremoto y que, volviendo a correr el agua , estaba turbia, y que los segundos con el movimiento de la tierra, y consiguiente de sus álveos, expelieron el agua hacia la parte que mira a el Sur, denotándose que las agitaciones venían del Norte y, en el mismo modo, las pilas de agua bendita (que efectivamente vi) expulsaron la que incluían” 

5. ¿Qué ruinas o perjuicios se han ocasionado en las fábricas? 

     A pesar de la magnitud del seísmo, en Alcalá no hubo que de lamentar importantes daños en los edificios, a excepción de tres: convento de la Victoria, convento de Santa Clara y carnicería pública. 

     “En ellos no se ha reconocido el mayor perjuicio, a excepción de el convento de Religiosos Mínimos, que hallándose las paredes braveadas [sic], por su elevación quedó sumamente deteriorado. 

     Advirtiéndose, por personas fidedignas y de mayor excepción, que se hallaban a en frente de dicho convento, que ésta se abrió por tres veces por una raja que tenía, en tanto extremo como que por ella pudiera entrar el cuerpo de un hombre regular quedando después unida y sin haberse desprendido más de un ladrillo y haberse bajado el quicio de las puertas, de modo que no se han podido cerrar. El de Religiosas de Santa Clara, haberse cuarteado la media naranja de su Iglesia. La carnicería pública, haberse abierto las paredes, en conformidad de haber sido preciso hacerlas derribar.” 

Torre del convento de Santa Clara,
uno de los edificios afectados por el terremoto
     Cabe destacar que en este documento no se mencione al convento de Santo Domingo, pues tradicionalmente se ha achacado al terremoto el derrumbe de la cabecera y naves del crucero de dicha iglesia. (2) Posiblemente el derrumbe de parte de la iglesia se produjo por otras causas, ya que de haberse visto afectado por el terremoto se hubiera recogido en el informe, aunque cabe la posibilidad de que el redactor del mismo se equivocara y confundió al escribir el convento de dominicos con el de los mínimos. 

6. ¿Han resultado muertes o heridas en personas y animales? 

     Afortunadamente en Alcalá no hubo que lamentar desgracias personales: “En las personas no ha habido alguna desgracia de muerte ni herida ni han padecido otra indisposición que la enunciada debilidad de estómago y cabeza. En los animales no [ha] habido pérdida alguna y sólo la observación de sus ganaderos reflexiona que interin duró dicho temblor se suspendieron en pastar y que algunos temblaban.” 

7. ¿Ocurrió otra cosa notable? 

     Algunos alcalaínos sintieron algunas de las réplicas del terremoto: “En la siguiente noche del día 2 de dicho mes de noviembre, como a las once de ella, convienen personas de entero crédito, haber repetido nuevo temblor, por espacio de 2 minutos, sin que antes ni después de él se haya notado cosa de consideración”. 

     En el informe se recoge además un fenómeno extraño ocurrido días después: “Y en la madrugada del día 7 del mismo, siendo como a las 4 de ella, y estando muy obscura por no haber Luna, dicen varias personas que cuidaban sus ganados a [a]quellas horas, y otros que caminaban, haber visto una exhalación a la parte de Levante, que durando como 2 minutos daba tanta claridad que parecía de día y podía percibirse distintamente el objeto más delicado, que habiendo lucido repentinamente se extinguió, faltando su claridad sucesiva y pausadamente, dejando a los que la advirtieron temerosos y confusos.” 

     Este tipo de fenómenos se podría achacar al impacto emocional del terremoto y a la mentalidad de la época, según la cual, los terremotos estaban producidos por el fuego subterráneo. Sin embargo, existe documentación reciente que demuestra la realidad de los mismos. 

     Los documentos del Archivo Histórico Nacional demuestran que se percibió en 33 localidades. Todo parece indicar que realmente se trató del paso de un cometa o el choque de un meteorito contra la atmósfera, sin relación alguna con el seísmo. 

8. Antes de él ¿hubo señales que lo anunciasen? 

     Con respecto a señales anteriores al terremoto, en Alcalá lo único que destacaron fue una temperatura elevada: “Que aunque a ese extraordinario movimiento no se comprehendió ni advirtió anteriormente prevediesen [sic] señales que le anunciasen y diesen algún indicio de él, después se ha notado haber amanecido aquel día sumamente claro y sereno, y tan templado para la estación, que no parecía natural el calor que hacía, mudando el Sol su claro resplandor con alguna palidez”. 

     Gracias a este cuestionario hemos podido conocer cómo se vivió en Alcalá este fenómeno tan extraordinario, que sin duda trastornó la vida cotidiana para los vecinos. El fenómeno fue de tal magnitud que hasta en el Santuario existe un exvoto recogiendo el suceso: 
Exvoto en la ermita de Ntra. Sra. de los Santos, hablando del terremoto.
     “Caminando Fernando muñoz para Cadiz el dia de todos los Sntos. a quando el terremoto que ubo salieron las aguas del mar y taparon el camino por donde yba dicho Fernando y llebose una piara de ganado (…) para Cadiz. Y viéndose lla perdido y que las aguas montaron por sima del y de los carneros y que se aogaba sin remedio; ynboco a na Sra de los Sntos de alcala de los gansules y fue libre de semejante peligro susedio primero dia de noviembre del año de 1756”. 

Evidentemente, el hecho sucedió cerca de Cádiz y existe una errata en el año. 


NOTAS 

     Datos extraídos de la Monografía sobre Los efectos en España del terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1755), escrita por José Manuel Martínez Solares, publicada por la dirección General del Instituto Geográfico Nacional del Ministerio de Fomento en 2001. 

(1) Los datos relativos a Alcalá se conservan en el Archivo Histórico Nacional en el legajo 3183-1º de la Sección de Estado. 

(2) Lorenzo y Juan Alonso de la Sierra en su Guía artística de Cádiz y su provincia, volumen II, editada por la diputación provincial de Cádiz en 2005 mencionan sobre el convento de Santo Domingo: “Aunque en principio se concibió como un amplio templo de planta de cruz latina, en un momento determinado, muy posiblemente tras el terremoto de 1755, sufrió un proceso de ruina, que provocó el hundimiento de las bóvedas y parte de los muros”.

miércoles, 13 de junio de 2012

La Virgen de la Victoria (III)


2.2 Estudio de la policromía.

    Este conjunto escultórico formado por el Niño, la Virgen, el Sol y seis ángeles está realizado con unas técnicas artísticas muy elaboradas y que hoy día muy pocos conocen. 

     Cuando hablamos de “policromía” nos referimos a las sucesivas capas de color aplicadas a las esculturas. ¿Por qué se coloreaban las imágenes? La intención era enriquecer el trabajo escultórico, iluminando las formas para obtener en ciertos casos un efecto de realismo en las imágenes, o simbolismo en otros. El color define las encarnaciones desnudas mientras que para reflejar las cualidades y características de las vestiduras y de los fondos, se incorporaba el brillo de las láminas metálicas.

Muestra de la policromía de los rayos
     En cada época, artista y escuela se realizaban unos diseños, tonos y técnicas que permiten orientarnos para identificarlos. En el siglo XVIII en Andalucía, asistimos a una continuidad de las técnicas y de los motivos de policromía desarrollada en el siglo anterior, con la salvedad de que estos últimos se irán adaptando a las modas difundidas por el comercio de tejidos (17). En el caso de la Virgen de la Victoria encontramos muchos rasgos que diversos historiadores del arte han identificado como propios del siglo XVIII. Es un claro ejemplo de la policromía del setecientos y nos servirá para ilustrarnos en las técnicas artísticas de la época. 

     Los rayos y el sol se encuentran dorados con oro fino, y desgraciadamente algún que otro repinte de purpurina o pintura de imitación de oro ha tapado el oro original que se caracteriza por un brillo que no se altera con el paso del tiempo. Para dorar un objeto volumétrico se requiere una gran concentración y habilidad pues una lámina de pan de oro fino es tan delicada que puede deshacerse al tocarse con los dedos. Además para extender la finísima hoja de oro se debía colocar antes una capa especial de arcilla rojiza llamada bol. Así es como se doraron muchos retablos y esculturas, extendiendo los panes de oro uno a uno, mojando previamente el bol con una mano de aguacola (de ahí que se llame dorado al agua). El oro no pierde su brillo pero al ser tan fino, cualquier roce o frotación puede hacer que se pierda, apareciendo entonces la capa subyacente de bol rojizo. 

Muestra de policromía del brazo del Niño
con marchas del picado de lustre
     La técnica del dorado puede complicarse aún más, cuando se trata de representar los paños de los santos. El efecto de las telas se imitaba con la técnica del “estofado”. El estofado lo podemos apreciar en las túnicas del Niño y de la Virgen. Es una técnica utilizada para imitar las “estofas” o paños. La técnica básica consiste en aplicar oro fino y sobre este una capa de color con temple. A continuación se rayaba la superficie dejando entrever el oro siguiendo un dibujo previo. Estas ralladuras podían ser lineales o con otra forma. Por ejemplo en la nube que forma la base de la Virgen aparecen espirales, en los zapatos y el velo aparecen círculos. La técnica se complementa con los esgrafiados (se rascaba con un utensilio de punta sesgada y roma), los graneados (aplicando un punzón de diversas formas) y por último el repicado o picado de lustre, que se refiere a un finísimo punteado con formas geométricas. El objetivo de esta técnica era la imitación de la textura de un bordado y de las pedrerías consiguiendo un contraste al reflejarse la luz en la superficie dorada, partida en diferentes formas (18). En la Virgen de la Victoria se realizó esta técnica para realzar las hojas. Para culminar el trabajo de imitación de una vestidura se añaden a punta de pincel -encima del dorado- motivos ornamentales. En el siglo XVIII fue adquiriendo mucha importancia el tema floral. En el caso del Niño Jesús de la Victoria encontramos unas flores rojas muy elaboradas en su túnica. En la Virgen aparecen diversas flores y tipos de hojas incluso bayas. 

     Como hemos descrito anteriormente una de las peculiaridades de la Virgen de la Victoria es su gran manto que hoy vemos rojizo oscuro pero que originariamente tenía un efecto metalizado de tono carmesí. Hemos mencionado la técnica de la corladura. Consiste en la aplicación de una pintura o barniz coloreado transparente sobre superficies metálicas (19). Su origen parece ser una cuestión económica: era más barato utilizar plata y luego un barniz encima que imitase el oro. Con las corladuras también se conseguían efectos ópticos diferentes, como era los metalizados y los charolados Su uso está documentado desde el siglo XII y por las numerosas referencias en tratados se sabe que fueron utilizadas en esculturas, retablos cueros…Se documentan corladuras en retablos en Jerez en 1740, utilizándose azul de Prusia y carmesí sobre plata. También se venían aplicando sobre las vueltas de los mantos. 


NOTAS

(17) (Gómez & Rebocho-Christo, 2004, pág. 98) 

(18) (Moreno, 2010, pág. 72) 

(19) (Fuente, Tratado del dorado, plateado y su policromía, 1997, pág. 265). Varios tratados recogen diferentes recetas y formas de hacer corladuras: Francisco Pacheco (1649), Palomino (1724), Genaro Cantelli (1735) y Francisco de Orellana en su Tratado de barnices y charoles de 1755. (Moreno, 2010) documenta retablos con esta técnica. Su utilización se generaliza también en los talleres sevillanos del siglo XVIII, aunque se usó siempre en obras de bajo presupuesto, dando un resultado muy efectista según (Gómez & Rebocho-Christo, 2004, pág. 98).

sábado, 9 de junio de 2012

Alcalá 1819. Los preliminares al pronunciamiento de Riego (I)


Artículo publicado en la Revista Apuntes Históricos del  año 1993

Gabriel Almagro Montes de Oca


LOS ANTECEDENTES: EL LEVANTAMIENTO DEL PALMAR DEL PUERTO.

     Tras la llegada de Fernando VII a España, en Abril de 1814, y conocerse sus deseos, luego ejecutados, de abolir la Constitución gaditana de 1812 y de gobernar absolutamente, comienzan por parte de un determinado grupo de oficiales del ejercito radicado en Cádiz. –auspiciados por los sectores liberales de la capital- los preparativos para un levantamiento militar – los típicos pronunciamientos del siglo XIX-, tendente a restaurar la constitución de 1812 y el gobierno de los liberales.

     En este contexto, llegamos al año 1819, fecha en que estaban acantonándose en la provincia de Cádiz las tropas para una expedición que se proyectaba con objeto de someter a Buenos Aires, no olvidemos que estamos en el momento en que se desarrolla el movimiento emancipador en Hispanoamérica. Este ejército, estaba bajo el mando del general y virrey electo de Buenos Aires, Conde del Abisval, hombre que en aquel momento hacía gala de ideas liberales, y por tanto, habida cuenta del gran ejército que mandaba, parecía el ideal para encabezar el pronunciamiento, cuya fecha se fijó para los primeros días del mes de Julio.

     Como quiera que los preparativos fueron conocidos por la Corte y el Conde del Avisbal interrogado, este cambió de parecer, aunque aparentemente prosiguiese con los preparativos del pronunciamiento. Sin embargo, el 8 de Julio, cuando todo estuvo dispuesto y se reunieron las tropas existentes en la provincia, en el Palmar del Puerto de Santa María, el Conde del Avisbal no se pronunció al grito de "¡Viva Ia Constitución!", sino que lo hizo el de “¡Viva al Rey!", dejando absortos a los que todavía alentaban locas esperanzas en el Capitán General…

     El intento había fracasado y los promotores eran encarcelados, siendo uno de los principales el coronel don Antonio Quiroga y Hermida, Comandante del primer batallón de Cataluña, quién se había mostrado receloso del Conde y había propuesto apoderarse él mismo de Cádiz en la mañana del 8 de Julio, mientras las tropas se reunían en el Palmar del Puerto.


QUIROGA EN ALCALÁ; EL BATALLÓN ESPAÑA EN LAS CORREDERAS; LOS PREPARATIVOS DEL PRONUNCIAMIENTO.

     Es entonces, el momento en que Alcalá entra en los acontecimientos que nos ocupan, pues Quiroga es desterrado a nuestro pueblo:

"... En el convento de los Dominicos de Alcalá de los Gazules continuaba preso el coronel Don Antonio Quiroga, si se llamaba estar preso, pasearse en traje de paisano por la villa, concurrir á visitas y á diversiones y ver desde las casas de sus amigos pasar el relevo de la guardia del convento, cuya consigna era que velase por su incomunicación más estrecha..." (1)

     Ya hemos anticipado, que el pronunciamiento no era sólo obra de los militares, de un celebre "espadón", sino también de las clases políticas, de los liberales. Unos liberales, fundamentalmente comerciantes, clases adineradas, entre los que nos encontraremos a los Isturiz, Alcalá-Galiano, Vellosa,.. que veían en el liberalismo, fundamentalmente económico, el modo de prosperasen sus actividades comerciales, que por otra parte el absolutismo fernandino había restringido. Pero estos liberales, simultaneaban o complementaban la militancia política con la actividad masónica, en tanto que la pertenencia a la masonería les permitía relacionarse con otros comerciantes europeos y americanos y también porque en las logias masónicas, podían realizarse trabajos preparatorios de los pronunciamientos políticos, en el más absoluto de los secretos.

    Por ello y habida cuenta de la presencia en Alcalá de Quiroga, algunos masones como Antonio Alcalá-Galiano aparecerán por nuestro pueblo para preparar los trabajos del Pronunciamiento.
Antonio Alcalá Galiano

     Si a esto unimos que el 20 de Agosto se declara en San Fernando la fiebre amarilla y se establece, siguiendo la costumbre entonces al uso, el cordón sanitario entre Sanlúcar de Barrameda y Algeciras, tendremos que se hace precisa la redistribución por la provincia del ejército acantonado en la Bahía, estableciéndose el cuartel general en Arcos y correspondiéndole a nuestro pueblo el alojar al Batallón España.

"Este mal -la fiebre amarilla- no era tan grave cuanto parecía, porque al fin, disperso así el ejército, no era de pensar en que se embarcase hasta dentro de largo plazo, y se ganaba tiempo, cosa muy necesaria para nosotros, y el ganado no se desperdiciaba enteramente, pues los conjurados, en sus respectivos batallones, soltaban quejas y dejaban traslucir repugnancia a pasar el mar, y a arrostrar los peligros que al ejército esperaban en América, todo lo cual se comunicaba á los Sargentos y a los Soldados. De pronto hubo orden de reunir el ejército en un campamento que se formó en un lugar llamado las Correderas, en las tierras que median entre Jerez y Alcalá de los Gazules (...) La reunion en las Correderas sirvió de junta a los hermanos, de dar actividad a los Trabajos de sus logias, de concentrarse entre sí los que la formaban, de proponerse y hacerse, ó desde luego ó á su tiempo, nuevas iniciaciones..." (2).

     Así pues, ya conocemos la presencia en Alcalá de todos los actores que intervendrán en el desarrollo ulterior de la historia.

     La existencia de un ejército expedicionario en nuestro suelo, ocasionará algunos que otros gastos, así el Cabildo de fecha 18 de Septiembre de 1819, conoce escrito del Conde de Calderón, Capitán general de Andalucía y del Ejército expedicionario, por el que se exige el pago de "...trece mil setecientos cincuenta reales, veinte y ocho mrvs..." acordando el cabildo con el Comisario de Guerra que concurre en representación del ejército al cabildo, Don Juan Álvarez Mendizábal (3) abonarse en dos plazos, repartidos ambos al 40 % en efectivo metálico y el 60 % restante, en "efectos de trigo, cevada y garvanzos..." Convenio que aprueba el conde de Calderón tal y como se conoce en el Cabildo del 14 de Octubre de 1819 y en el que queda copia del escrito de agradecimiento que la Corporación envía al conde, a la vez que se solicitan nuevas moratorias en el pago, debido a la extrema crisis que sufre "...un pueblo que todo su comercio y caudal se reduce a la agricultura y cría de ganados..."

Juan Álvarez Mendizabal
     De cualquier modo y a partir de esta fecha, raro será el Cabildo en que no encontremos escritos procedentes bien del Cuartel General del Ejército expedicionario en Arcos o bien del cuartel local en “Casa Manzano" en las correderas, fundamentalmente, pidiendo paja para los caballos y otros suministros, aunque también hay escritos, como el firmado por D. Juan de la Cruz Mourgeón y Achet, "General Comandante de la 1ª División de Infantería del Ejército Expedicionario y de las Tropas del Gran Campamento de las Correderas de Alcalá de los Gazules", que se inserta en el Cabildo del 27 de Octubre de 1819 y por el que:

      "Certifico: Que para llebar al Cabo la inportante comisión puesta a mi cargo por S. E. el Genl. en Gefe Conde de Calderon de salbar diez Batallones de la Epidemia desoladora qe aflige a barios pueblos de la Costa y Aún del interior han tenido parte tan marcable el Corregidor, Ayuntamiento y vecinos de la Villa de Alcalá, qe sus esfuerzos tocaron los limites del heroismo, pues desde qe me presenté en ella principió el Ilustre Ayuntamiento a tomar con celo e interés las probidencias más estraordinarias a fin de recoger y poner bajo sus posibilidades las hermosas tropas qe buscaban donde guarecerse de un enemigo a quien no podían conbatir. Este umano Pueblo no solo les dio Hospitalidad con sus abitaciones, sino qe para creacion del Hospital de los Santos, Termino de esta Villa, cedieron sus camas en socorro del enfermo Afligido; destinó vestias peregnes con que transportarlo; ha abierto sus graneros para la manuetención; ultimamente, y por no hacer un panegirico, qe tal vez yera la delicadeza de Abitantes tan birtuosos, me prescindire á concluir en obsequio de la Justicia distributiba, son dignos de pertenecer al Amor del Soberano, a quién han acreditado en tan aflictibas circunstancias Su adesión y merecer el nombre de Españoles hermanos amantes de sus compatriotas militares consagrados a la defensa del Estado y tranquilidad del Ciudadano pacífico. Para qe conste doy la presente en mi Quartel General de Casa Manzano a veinte y seis de octubre de mil ochocientos diez y nueve" (4)

Cruz Mourgeon
     O como este; también de Juan de la Cruz Mourgeón, de la misma fecha y lugar y por el que expone:

     "...Confiada a mi por el Excmo. Señor Conde de Calderon Capitán General de Andalucía y en Gefe del Exto. expedicionario la elección de fundo para campar la mor. parte de aquel con el interesante objeto de salbarlo del contajio destructor que le amenazaba en las poblaciones que estaba acantonado, recayó aquella en el sitio llamado de las Corredoras del termino de esa villa pues que reune quanto puede desearse para el indicado fin; esto, unido al feliz resultado de mi permanencia y la de las tropas de mi mando en el mencionado punto, hace que justos le tributemos la mayor gratitud; y para que esta sea trascendental a los siglos venideros he de merecer a V.V.S.S. se sirban prebenir qe en lo susesivo se denomine Corredera de la Salud. Dios Gue a V.S. muchos años. Quartel General de Casa Manzano 26 de Octubre de 1819". (4)

     O este del mismo autor, lugar y fecha en que se dice:

     "Tengo el sin igual placer de poder cumpliendo con la Justicia y mis deseos de remitir a V. el documento testimonio adjunto para que ese Ayuntamiento y vecindario se japten en qualquier tiempo tener por divisa la adhesión y amor mas acendrado acia el mejor de los Soberanos epilgado en la hospitalidad dada á sus Tropas en ocasión la más crítica, y quando las circunstancias exijían los mayores sacrificios generosamente prestados por su Pueblo." (4).

     Ni que decir tiene que nuestro Cabildo supo agradecer con escritos las atenciones del General Comandante De la Cruz Mourgeón, sino que acordó:

"que con objeto a que así conste a todos los abitantes de este pueblo, y se propage a las Edades futuras se publique en todos los sitios...y ponga Correderas de la Salud, uniéndose igualmente el mencionado oficio a este libro Capitular para q. así conste." (5) .


NOTAS

     Las fotografías no se corresponden con el artículo impreso en 1993.

(1) Adolfo de Castro. Historia de Cádiz y su Provincia. Cádiz 1985, pág. 69.

(2) Alcalá Galiano,  A. Memorias de un anciano. Págs. 458-459.

(3) Nos resulta bastante atrayente la presencia en nuestro pueblo de Juan Álvarez Mendizabal, quien tan alto papel había de jugar en el gobierno del trienio constitucional (1820-1823) y aún en el desarrollo político posterior. De cualquier modo y como nos dice Adolfo de Castro, en aquel momento, el gaditano era "personaje poco conocido hasta entonces y dependiente de la Casa de comercio de Beltrán de Lis... Adherido a la conspiración... Cobró Mendizabal reputación de atrevido más que todos; treinta años tenía de edad, pocas letras, gran entusiasmo, imaginación vivísima, fecundidad en concebir proyectos, colosal estatura, robustez incansable, estravagancia en el vestir y en las acciones, hombre que aparecía extraordinario y como tal a propósito para una extraordinaria empresa".

(4) Legajo 30 de Actas Capitulares. Archivo Histórico Municipal de Alcalá, folios 229-231.

(5) Legajo 30 de Actas Capitulares. Archivo Histórico Municipal de Alcalá, folios 2234 vuelto y 235.