viernes, 29 de marzo de 2013

La cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad


Ismael Almagro Montes de Oca

     Existen muy pocos datos sobre esta cofradía, debido principalmente a que nunca ha contado con una estructura organizativa estable, llevando una vida intermitente a lo largo de varios siglos. Fruto de esta intermitencia es la tradición local que asegura que esta cofradía se funda el 2 de abril de 1954 por iniciativa de Manuel Puerta Ríos “Botones”. Sin embargo, hay documentos que demuestran la existencia de la misma ya en 1621 (1) 

     Con todo, puede que la cofradía se fundara incluso antes, con la llegada de la imagen de la Virgen de la Soledad a la ermita de la Vera Cruz, en la Alameda, donde en la actualidad se está construyendo la residencia de ancianos. 


     El 18 de septiembre de 1610 Francisco Benítez de Peña otorga su testamento ante el escribano Juan Baptista de Coca, recogiendo en el mismo lo siguiente: 

“Yten declaro que en la santa vera cruz desta villa se dize una missa cantada por el anima de my mujer Doña maria diaz my mujer la qual se dize en la dha yglessia de la santa vera cruz el dia que se traxo nuesta señora de la soledad a la dha yglessia la qual se me a de decir en la mima yglessia de la vera cruz por los snor (señores) beneficiados de mor (iglesia mayor) san jorje...” (2) 

     Hasta la fecha, esta es la mención más antigua recogida sobre esta talla mariana. Sin embargo, hemos hallado en el Archivo Parroquial de Alcalá un documento que retrasa aún más en el tiempo la fecha de la llegada de la Virgen. Se trata de un documento sin clasificar con el testamento de Inés de apellido posiblemente García fechado el 30 de julio de 1602 otorgado ante el escribano Asencio Torreblanca Quevedo, donde se recogen “dos misas a nra sª de la soledad” 

     Esta talla primigenia fue sustituida en algún momento del pasado por la efigie actual, que contiene una inscripción escrita a lápiz sobre una tabla en el interior del candelero o cuerpo de la misma 

“Fui hecha el año 1661 .Me queme el año 1886. Me arreglaron en año 1956 por el escultor Miguel Lainez siendo el Mayordomo 1 Manuel Puerta Rio” 



     Posiblemente esta inscripción la hiciera una de las dos personas mencionadas en la misma el citado año de 1956, imaginamos que recogiendo información de algún documento aparecido en la restauración. Esta inscripción, aclara además la fecha de la restauración, que tradicionalmente en todas las publicaciones se fija erróneamente en 1950. 

     La restauración llevada a cabo por Laínez Capote, desvirtúa completamente los rasgos estilísticos de la imagen, haciendo imposible reconocer una posible autoría de la talla. 

     Recientemente, en el año 2011, sufre otra restauración llevada a cabo por Ricardo Llamas y Miguel Ángel Pérez. 

     Por su parte, la imagen de Cristo yacente debe llegar a Alcalá en torno a 1630, siendo la talla más antigua de cuantas procesionan en la Semana Santa alcalaína. Está realizada en madera de cedro real y presenta la particularidad de estar ahuecada en su interior para aligerar el peso de la misma y en algún momento del pasado la cabeza y  torso fueron cortados y separados del cuerpo.

     En el año 2002 es sometida a restauración por los dos profesores mencionados anteriormente, siendo presentada el 22 de marzo. Durante los trabajos de restauración aparecieron en la imagen un documento con una firma: Juan de Mesa. 

Momento en que se volvió a introducir los documentos encontrados
en la restauración dentro de la talla del Santo Entierro

     A pesar de que esta talla recuerda mucho a su homónima sevillana realizada por el genial artista cordobés, las enormes desproporciones que presenta la obra alcalaína, impropias de un artista de la calidad de Juan de Mesa, hacen que no se pueda catalogar el Cristo yacente alcalaíno como obra suya. 

     Sin embargo, parece obvio que el autor conocía perfectamente la obra del artista cordobés, imitándolo en esta efigie. Por una serie de rasgos presentes en la misma, podemos adscribir la autoría al escultor Francisco de Villegas, que coincidió con Juan de Mesa en su proceso de aprendizaje siendo ambos discípulos del genial Juan Martínez Montañés, por lo que es lógico pensar que ambos artistas mantendrían lazos personales y quizás también profesionales y conocerían la evolución de sus trayectorias artísticas. 

Documentos encontrados con la firma de Juan de Mesa

     Francisco de Villegas nace en Granada o provincia en 1585. Posiblemente inicia su aprendizaje con Pablo de Rojas, pasando a Sevilla a principios del siglo XVII a las órdenes de Martínez Montañés, con quien trabaja como oficial entre 1614 y 1618. Realizó multitud de trabajos en la diócesis gaditana en la primera mitad del siglo XVII, como la imagen de Humildad y Paciencia que se conserva en la Iglesia de la Trinidad de Jerez, otra talla igual en la Iglesia de la Merced de Vejer, el cuerpo del Santo Entierro de Cádiz, Jesús atado a la Columna de la Iglesia de San Juan de Dios de Cádiz o los Nazarenos de Medina y Conil. Numerosos trabajos suyos presentan la característica de ser “paticortos”, al igual que la talla alcalaína y presentan además como rasgo distintivo un ombligo triangular con un pequeño botón carnoso en su interior, rasgo también presente en la talla que nos ocupa. 

Detalle de la cabeza del Cristo alcalaíno
Cristo de la Humildad de Vejer.
El parecido de las cabezas es evidente
Cristo de la Columna
de la Iglesia de San Juan de Dios de Cádiz
Cristo de la Humildad de Jerez.
Véase el característico ombligo en todas las imágenes
     Posee también dos imágenes de San Juan y la Magdalena, de autor anónimo, fechables a mediados del siglo XVIII y que son con seguridad las que pertenecían a la cofradía del Nazareno de Alcalá, sobre las cuales deja de hacerse mención en las actas de dicha cofradía al regresar los primeros días de 1912 a la recién restaurada Iglesia de la Victoria desde la iglesia de la Soledad, por lo que ambas imágenes quedaron en ésta última, pasando con el resto de tallas posteriormente a la Parroquia. 


     Pocos datos sabemos de esta cofradía durante el siglo XVII. En cambio, en el siglo XVIII, encontramos donaciones a la misma en numerosos testamentos en todas las décadas entre 1704 y 1761. Esta debe ser una etapa de total prosperidad con importantes donaciones, como la que realiza Miguel Martín de Cote de la Sida, en su testamento del 7 de agosto de 1747 mandando “a la Cofradia de Nuestra Sª de la Soledad de esta villa una sala baxa la que esta en la casa de los herederos de Pedro Rodrigues bermejo en rio verde…” (3) o la que realiza Cristóbal Zurita, natural de Osuna, en su testamento de 24 de agosto de 1760 dejando a la cofradía de la Soledad como heredera al ser viudo y no tener hijos. 

     Posiblemente a partir de esta fecha la cofradía se extinguiera, pues no volvemos a encontrar más noticias hasta la tercera década del siglo XVIII, concretamente hasta 1834, fecha en que parece haber una refundación, al conservarse en el Archivo Parroquial de Alcalá dos cuadernillos pertenecientes a esta cofradía. El primero de ellos lleva por título “Cuaderno puntador de los ingresos qe. Ha tenido la Cofradía de ntra. Me. Y Sra. De la Soledad este año 1834” abarcando hasta el año de 1842. Consta de 8 hojas tamaño cuartilla de las cuales 7 están escritas. El segundo lleva igual título aunque sólo hace mención de los gastos. Consta de 11 hojas del mismo tamaño, estando escritas 7. Ahora bien, no podemos hablar en esta época de que la cofradía estuviera en pleno funcionamiento por varias razones: 

     Lo primero que hay que destacar en estos cuadernillos es que las cuentas están firmadas por Francisco Escalona, cura ecónomo de la Parroquia, lo que unido a que en los 8 años recogidos no aparece mención alguna de hermanos, ni de ingresos por cuotas de hermanos, ni de cargos en la junta de gobierno, nos hace pensar que la Cofradía seguía viva gracias a los propios curas, que la habrían tomado como cofradía oficial y que utilizaban las limosnas que recibía la Virgen de la Soledad tanto para atender a los cultos internos y externos de la cofradía, como para mantener el edificio. 

      Con las limosnas recibidas se costeaba la cera utilizada en la novena de la Virgen, en la de la Santísima Cruz y en la salida procesional. En las novenas se contaba con la participación pagada de músicos, acólitos y sochantres. Asimismo es reseñable que mientras en las novenas la Virgen toma protagonismo, en las procesiones de estos años siempre se menciona como del Santo Entierro y que estaba formada por la Santísima Cruz en unas andas, el Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad. Estas procesiones contaban con la participación de sochantres o cantores. 


     En cuanto a los ingresos de la cofradía, éstos provenían básicamente de tres fuentes: donaciones particulares, recogida de limosna con un platillo en los dias festivos, como Jueves y Viernes Santo y del alquiler de las casas que poseía la misma, una en el Patio de las Campanas con un alquiler de 12 reales por mes y otra en la Plaza de la Cruz con otro de 22 reales. No se menciona aquí las propiedades recogidas en los testamentos del siglo XVIII, lo que nos lleva a pensar que fueran vendidas. 

     En 1835 se invierten 60 reales en bordar un delantal para la Virgen, mientras que al año siguiente, la Virgen sufre unos pequeños arreglos por valor de 22,19 reales. 

     Las cuentas de 1838 nos proporcionan un dato interesante pues se compran “2 cristales qe se rompieron en el Sto. Sepulcro” lo que nos indica que el Cristo yacente ya poseía una urna, la cual es renovada al año siguiente, tal como lo certifica el gasto de “2 tornillos para el Sto. Sepulcro nuevo”. 

     Existe además un dato que corrobora la falta de continuidad de la cofradía en esta época y es que en el cuadernillo de ingresos, el último apunte que aparece, casi fuera de folio, con fecha de 14 de Enero de 1845 hace referencia a que “Pedro garcía pago 66 rs qe se entregaron al Padre Cabrera”, lo que demuestra que existe un vacío de 2 años. 


     La reapertura de la Iglesia de la Victoria el 1 de Enero de 1912 significa el fin de la existencia de la Iglesia de la Soledad como tal, ya que ese mismo día se cierra definitivamente, pasando todos los empleados (capellán, sacristán, campanero…) a desempeñar estas funciones en la Victoria y las imágenes a la Parroquia. 

     En estas primeras décadas del siglo XX la cofradía continúa desaparecida, pues en el documento conocido como de “Los Siete Elencos” escrito por el Arcipreste D. Pedro Martínez Machado en 1919 no se la menciona entre las asociaciones existentes en Alcalá. Sin embargo las imágenes siguen saliendo los Viernes santo en procesión, auspiciadas por la Iglesia y el Ayuntamiento, hasta que el 2 de Abril de 1954 Manuel Puerta Ríos “Botones” la devuelve nuevamente a la vida. 

      


NOTAS 

(1) Espinosa de los Monteros Sánchez, Francisco; “Aproximación al estudio del patrimonio imaginero en Alcalá de los Gazules”. Revista de apuntes Históricos 2007. 

(2) Archivo Histórico Provincial de Cádiz. Protocolo de Alcalá de los Gazules nº 281. 

(3) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro Funerales 5º. Pág. 180. Partida de funeral de Miguel Martín de Cote y de la Sida 10 de agosto de 1747 

lunes, 25 de marzo de 2013

La Cofradía del Nazareno (II)





     El 7 de mayo de 1980 se reúne por primera vez la Junta Pro-cultos presidida por D. Gabriel Almagro Rodríguez, que intenta reorganizar nuevamente la cofradía con el impulso de un grupo de jóvenes de "Cristo Vive". 
     
     El 16 de abril de 1981 se produce la primera salida procesional tras la reorganización, en un paso procedente de Aguilar (Córdoba) con la insólita estampa de contar en el mismo paso con las imágenes del Nazareno, la Virgen de los Dolores y San Juan Evangelista (de la entonces extinguida cofradía de la Columna)

16 de abril de 1981

     El 3 de junio de 1984 la talla del Nazareno encabeza la peregrinación de la Parroquia al Santaurio de Ntra. Sra. de los Santos, con motivo del Año Santo de la Redención, saliendo desde la Victoria a las 9 de la mañana para recorrer procesionalmente la Alameda, Real, Brozas y Diego Centeno hasta llegar a San Antonio,  donde, montano en un camión, es trasladado hasta la 2ª cruz del Santuario en la que se reanudaría el recorrido procesional que habría de conducirlo hasta la explanada de la Ermita en la que el Obispo D. Antonio Dorado Soto celebró la Santa Misa y en la que permanecería nuestro titular hasta las 5 de la tarde en que, nuevamente en camión, regresaría hasta el pueblo aunque el lugar elegido para retomar el recorrido procesional hasta la Victoria fue el Paseo de la Playa.

3 de junio de 1984, el Nazareno en el Santuario

     Al año siguiente, el de 11 de Mayo de 1985 se recupera la tradición de bajar el Nazareno hasta el Prado para recibir a la Patrona, la Virgen de los Santos en su venida hasta la localidad.

     A finales de ese mismo año,  el  escultor isleño D. Alfonso Berraquero García restaura  la Imagen del Nazareno, quien sustituye el candelero por un cuerpo anatomizado. Asimismo el bordador gaditano Mariano Arce Camacho restaura el estandarte de la cofradía, realizado en 1892 por las monjas del alcalaíno convento de Santa Clara.

      El 12 de febrero de 1986 el obispo aprueba unos nuevos Estatutos para la cofradía, y el 6 de julio, tras celebrar elecciones, accede al cargo de Hermano Mayor D. José Gallego Gallego, que estará al frente de la misma hasta el año 2001.

     El 7 de abril de 1988 se estrenan el palio y el manto en terciopelo rojo que diseñado por D. Mariano Arce Camacho confeccionó Doña María Sánchez Pineda, con juego de 8 varales adquiridos en Jerez el año anterior y 4 realizados por el orfebre sevillano D. Luis Santos, quien también restaruó y alargó los otros 8.  En esta salida procesional se elimina definitivamente del recorrido la bajada al paseo de la Playa, lugar por donde se pasaba desde la reorganización de 1980. Al año siguiente, el 23 de marzo de 1989, el Nazareno estrena  procesiona por primera vez en el antiguo paso del Nazareno de Santa María de Cádiz, donado por dicha cofradía a su homónima alcalaína, restaurando los vínculos existentes entre ambas desde 1815.

El Nazareno y la virgen de los Dolores en la Plaza alta el jueves santo de 1991

     El  12 de Mayo de 1990 vuelve el Nazareno a bajar hasta el Prado a recibir a la patrona y dos años más tarde, el 8 de abril de 1992 el Obispo aprueba unos nuevos Estatutos para la cofradía.

     El 8 de Abril de 1993 la  Virgen de los Dolores estrena corona de plata sobredorada realizada en los talleres sevillanos de  "Orfebrería Triana".

     En la Semana santa de 1994, se estrena la cruz de guia, aquirida a la gaditana cofradía del Nazareno del Amor y el 7 de Mayo  se produce una nueva venida de la Virgen de los Santos, acudiendo el Nazareno a recibirla hasta las inmediaciones del puente del Prado.



     En 1997 se somete a la talla del Nazareno a una nueva restauración, llevada a cabo por D. Ricardo LLamas León y D. Miguel Ángel Pérez para sustituir el cuerpo realizado por Berraquero y devolver a la Imagen su postura original, a la vez que para eliminar todos los repintes añadidos durante la restauración de 1985.

     Al año siguiente,  el  1 de Mayo de 1998, otra vez sale el Nazareno a recibir a la Virgen de los Santos en su venida a la localidad. 

     El 27 de marzo de 1999, al finalizar el Triduo, tiene lugar la presentación oficial de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno bajo la dirección de José A. e Ismael Almagro Montes de Oca.

Presentación de la Agrupación Musical el 27 de marzo de 1999

     El 15 de abril del 2000 se inaugura la Casa-Hermandad de la cofradía, construida en el antiguo huerto trasero de la Victoria, descubriéndose un azulejo cerámico reconociendo a los distintos hermanos que trabajaron en la ejecución de la obra y un año después, el 30 de Marzo de 2001 es presentada en la Iglesia de la Victoria la  marcha "Pasión Nazarena", interpretada por las Agrupaciones musicales Ntro. P. Jesús Nazareno y la Agrupación Musical  "Virgen de la Oliva" de Vejer de la Frontera, compuesta por D. Miguel Angel Román García, director musical de ambas formaciones y dedicada a la imagen alcalaína. dos días más tarde, el 1 de abril el Alcalde de la Ciudad, Luis Romero Acedo, descubre la placa por la que la nueva plaza construida delante de la Casa Hermandad pasa a denominarse “Plaza de Jesús Nazareno” por acuerdo del Iltmo. Ayuntamiento. El jueves santo de este año, los pasos de la cofradía son cargados por primera vez íntegramente por dentro.

     Al año siguiente, el 23 de Marzo de 2002,  la Agrupación Musical de la Cofradía, al finalizar el Triduo, presenta la marcha “De vuelta a la Victoria”, original del co-director musical de la misma y miembro de la Junta de gobierno, D. Ismael Almagro Montes de Oca. En la Semana Santa, se estrena los respiraderos de orfebrería plateada del paso de palio realizados en Lucena y apenas transcurrido apenas un mes, el 4 de mayo vuelve el Nazareno a bajar hasta el Prado a recibir a la Patrona.

     En el año 2004 el Nazareno estrena nuevo túnico bordado por el artista gaditano D. Lorenzo Guttember Macías y el Jueves Santo de este mismo año se modifica el recorrido de la procesión para pasar por primera vez por las calles Soledad y Ángel de Viera, junto a la residencia de Ancianas del Amor de Dios y el Beaterio de Jesús, María y José, antes de llegar a la Plaza Alta. El 8 de Septiembre el Consejo Diocesano para las Hermandades y Cofradías aprueba los nuevos Estatutos de la  Cofradía.



     Al año siguiente, 2005 se celebra el 25 Aniversario de la reorganización de la cofradía con diversos actos, siendo los dos principales el Pregón de las Bodas de Plata, celebrado el día 6 de mayo en la iglesia de la Victoria, a cargo del Hermano D. Gabriel Almagro Montes de Oca  y la Procesión extraordinaria, celebrada al día siguiente.

7 de mayo de 2005

     El 5 de Abril de 2006 es bendecida en la Iglesia de la Victoria la Imagen de Jesús Cautivo (Medinaceli) encargada por la Junta de Gobierno al imaginero de Mairena del Alcor (Sevilla) D. Manuel Madroñal Isorna y un mes más tarde, el 12 de mayo  se presenta en la Iglesia de la Victoria el libro “La Cofradía del Nazareno - Cuatro Siglos de Historia”, obra de D. Ismael y Gabriel Almagro Montes de Oca y D. Jaime Guerra Martínez. Al día siguiente el Nazareno baja hasta el Prado a recibir a la Patrona, la Virgen de los Santos.

     El 17 de Marzo de 2007 la Agrupación Musical Ntro. P. Jesús Nazareno estrena la marcha “A ti, Nazareno” del director de la misma y Secretario de la Cofradía D. Ismael Almagro Montes de Oca y la marcha “Dolores de la Alameda” de D. Miguel A. Román García, antiguo Director Musical de la formación. El viernes de Dolores, 30 de Marzo, se realiza Viacrucis con la imagen del Medinaceli por las calles adyacentes a la Iglesia de la Victoria.



      El 1 de Noviembre se traslada a la Virgen de los Dolores hasta el cementerio de la localidad para presidir la tradicional misa de difuntos.

      El 20 de Marzo de 2008 el paso de la Virgen de los Dolores estrena el palio con bordados de oro en apliques, que perteneció a la cofradía gaditana de la Sentencia y fue realizado por las hermanas de El Salvador de Jerez en 1962.


     El 9 de abril de 2009, se estrena la primera fase de la  restauración del paso del Nazareno, consistente en una nueva canastilla, copia de la anterior,  a la que se le añaden las piezas talladas del paso antiguo, siendo los trabajos realizdos en el taller del carpintero local Hans Ulrich-Bücker. A finales de año se restaura la cruz de taracea que portaba la imagen del Nazareno hasta 1980 y que lucirá en la bajada hasta el Prado a recibir a la Patrona el 1 de mayo de 2010.

      Días después, el 22 de mayo  la Virgen de los Dolores participa en la procesión Magna mariana, organizada con motivo de la venida de la Patrona, la Virgen de los Santos. En la misma participaron, además de las dos vírgenes anteriores, la Virgen de las Lágrimas, de la cofradía de la Columna, la virgen de la Soledad, de la cofradía del Santo Entierro y la Virgen del Rosario.



     El 9 de abril de 2011 la Agrupación musical presenta la  marcha "Divino Nazareno" dedicada a la imagen alcalaína y compuesta para esta formación por el compositor sevillano D. Vicente Chazeta Doblas, de la A. M. San Benito y casi un año después, el 24 de marzo de 2012 la banda alcalaína estrena otra marcha dedicada al Nazareno, "Quiero ser tu cirineo" compuesta por D. José Manuel Moreno Coronil.


viernes, 22 de marzo de 2013

La Cofradía del Nazareno (I)



Ismael Almagro Montes de Oca

         El año pasado, coincidiendo con la Semana Santa, hablamos en dos de las primeras entradas de este blog sobre las cofradías de la Columna y del Cristo del Perdón. Hoy volvemos a retomar el tema de las cofradías para conocer mejor la historia de la cofradía del Nazareno.

     Esta cofradía es la institución más antigua que sigue en activo en Alcalá (salvando las instituciones de la propia Iglesia y del Ayuntamiento). A diferencia del resto de cofradías, que se han caracterizado por tener una vida  intermitente sólo estabilizadas a partir de la segunda mitad del siglo XX, la del Nazareno está activa desde su reorganización en 1815 tras la guerra de la Independencia hasta nuestros días, con la salvedad de los años 1976-1980, por lo que el venidero año de 2015 se cumplirán 200 años de su reorganización tras la invasión francesa.  Pero es que al año siguiente, 2016,  se cumplirán 4 siglos desde su posible fundación.

     La cofradía del Nazareno se funda probablemente en 1616, fecha en que los frailes mínimos del convento de la Consolación, en el lugar que hoy ocupa el colegio Juan Armario en el barrio de San Antonio, venden la antigua capilla de Santa Ana a la cofradía para que puedan colocar su imagen y enterrar a los hermanos difuntos:

“Sepan cuantos esta carta de venta de capilla vieren con nos el padre fray antonio aumada corrector en el convento de nuestra señora de la vitoria de la orden de los minimos en esta villa de alcala de los gazules y como nos los padres fray fernando de ahumada y fray francisco paez y fray sevastian adorno y fray andres de villalva y fray diego cavezas frailes conventuales de este dicho convento y estando juntos y congregados a son de campana tañida segun en lo que avemos de uso y costumbre de años de juntar y aviendo presedido los tres tratados en tres dias diferentes y en birtud de la licencia que tenemos de nuestro muy Reverendisimo padre fray joseph de sandonval provincial de nuestra orden otorgamos y conozemos y avemos por nos y por los que de nos vinieren para siempre jamas vendido a los cofrades de la cofradia de jesus nazareno el sito que les esta señalado para que puedan hacer la capilla para jesus nazareno y en el poner su cofradia y se puedan enterrar en ella todos los hermanos y cofrades assi ombres como mujeres e dando de limosna cada uno unos reales y no mas por su precio y contia de los quatro caizes de que por ella nos dais de limosna para la dicha cofradia sin otra cossa ninguna mas y todo lo que mas vale o valiese puede de los dichos quatro caices de cal que desde luego nos damos y entregamos por bien contentos y entregado y ante dicha voluntad y assi os asemos gracia y donazion pura y perfeta a la que la ley llama en erevivos en las cortes de Alcala de henares por el señor Rey don Alonsso de buena memoria de aquellas cossas que se conpran y venden por mas o menos de la mitad del justo prezio y el ordenamiento real que cerca dello dispone y el Remedio que tiene que si dentro de quatro años se pueda de saber el agravio y desde el dia questa carta firmada y otorgada nos desestimos y apartamos del derecho y action que a ella tenemos y todo lo damos e cedemos y traspassamos en los dichos cofrades de la dicha cofradia de jesus nazareno y como tal la puedan hacer y poner en ella a jesus nazareno y las demas ynsignias y hazer en ella lo que por bien les ffuere y desde luego les damos poder para que la puedan labrar y hacer en ella como bien dicho les fuere todo lo que prometemos y nos obligamos a lo hazer por firme y de no lo reclamar ni contradecir ni agora ni en tiempo alguno y que asi lo xeremos o fueremos contra ellos pagaremos a la dicha cofradia todo que en ella ubieren y mejoreado y lo que al tiempo porque lo tal acaeciere y para ello obligamos nuestros vienes y rrentas del dicho convento a nos son obligadores damos y prorrogamos entero y cumplido poder a los jueces y justicias de nuestra jurisdicion para que conpelan como por siempre passadas. Dada antemy de los que lo otorgo por la … convento en veinte diaz del mez de diziembre de mil y seiscientos y diez y seis años siendo testigos martin garcia maldonado y anton ruiz i alonso de coca vezinos desta villa y los otorgantes que doy fe y conozco y lo firman en sus nombres”

firmas en el documento de 1616

     Desde su fundación, la imagen del Nazareno contó con gran devoción, tal como demuestran las numerosas donaciones que recibe y misas que se le encargan en muchos testamentos de la época, (puede verse más información en este mismo blog, en el artículo sobre la Devoción en Alcalá en los Siglos XVII y XVIII)

     En este convento permanecerá hasta el 22 de Agosto de 1682, día en que los frailes se trasladan en procesión hasta el nuevo convento que han estado construyendo desde su llegada a Alcalá en las inmediaciones de la ermita de la Veracruz, en la actual Alameda.

   
     En torno a 1730 se sustituye la imagen del Nazareno por  la talla actual, obra de atribución segura  del genial escultor José Montes de Oca, autor de tallas como los Servitas de Sevilla, el Ecce Homo gaditano o Jesús sin soga de Écija, imágenes con las que guarda innumerables semejanzas estilísticas.

     Sufre los estragos de la guerra de la independencia en 1811, perdiéndose toda la documentación, reorganizándose nuevamente el 25 de julio de 1815, haciéndose filial de la Cofradía del Nazareno de Santa María de Cádiz.  Casi con total seguridad,  tras la invasión francesa se produce la sustitución de la talla de la Virgen, que en las primeras actas tras la reorganización es mencionada como Virgen del Desconsuelo.

     El 18 de noviembre de 1826 el Papa León XII concede una Bula obteniendo la gracia de poder celebrar un júbilo de 40 horas, coincidiendo con la Pascua de Resurrección.

     Sobrevive a la extinción de los religiosos en 1835. Hasta entonces, el padre corrector de los frailes victorios ostentaba siempre el cargo de Presidente de la Cofradía. En el expediente de desamortización del convento, en la relación de altares se menciona el de la Virgen de los Dolores en la capilla del Sagrario, por lo que la sustitución de la Virgen antes mencionada se debió producir entre 1815 y 1835.

     El 30 de noviembre de 1855 los hermanos de la cofradía aprueban los primeros estatutos conocidos, que serían ratificados por el obispo el año siguiente. Estos estatutos serán modificados a mediados de 1858 y ratificados por el obispo el 1 de enero de 1860. Consta que durante esta época la procesión tenía lugar en la madrugada del viernes santo.

     En el segundo semestre de 1859 se produce la restauración de las imágenes de la cofradía de Jesús Nazareno, San Juan y la Verónica por el escultor D. Jose Luís Ramos, ascendiendo los trabajos  a la cantidad de 480 reales.



     A finales de enero de 1864 se inician obras urgentes en la Iglesia de la Victoria para paliar el lamentable estado de conservación de la misma, trasladándose la cofradía con las imágenes y todos los enseres hasta la Parroquia. El regreso a la Victoria, acabadas las obras, se producirá un mes después con todas sus imágenes, Nazareno, Virgen de los Dolores, San Juan y Verónica.

     Durante los años de la revolución cantonalista, se suspenden las salidas procesionales, si bien se siguen con los cultos internos en semana santa, celebrándose el tradicional jubileo de las 40 horas.

     En 1884 la cofradía se ve obligada nuevamente a abandonar su sede de la Victoria debido a su mal estado de conservación, trasladándose esta vez hasta la cercana iglesia de la Soledad, en la misma Alameda, que se convertirá “casi en propiedad” ya que apenas se celebraban cultos en dicha iglesia hasta la llegada de la cofradía. 

     El 1 de septiembre de 1890 se aprueban nuevos estatutos. En esta fecha el recorrido de la salida procesional era el siguiente: Salida desde la Iglesia de la Veracruz, calle Salada, Callejón del Contrabandista, Barrio de San Sebastián, Sagasta (Los Pozos), Plaza Veracruz, Real, Plaza de Blaza (Plazuela), Villa Abajo (Ildefonso Romero), Puerta de la villa, Plaza Collado y Plaza Alta (recogiéndose en la Parroquia).

     Dos años más tarde, en 1892, las monjas del convento de Santa Clara bordan para la cofradía el estandarte y el Guión que aún hoy se siguen utilizando en los actos de la misma.

     El 31 de diciembre de 1911 se reinaugura la iglesia de la Victoria, volviendo la cofradía a la misma, seguramente en procesión, tal como se acordó en reunión anterior de la junta de gobierno.

     Nada más volver a la Victoria, el arcipreste Martínez Machado divide la cofradía en dos, creando una exclusiva de mujeres con la Virgen de los Dolores como Titular que se mantendrá  activa hasta 1940 aproximadamente. A partir del regreso a la Victoria, se deja de hacer mención en las actas de la cofradía de las imágenes de San Juan y de la Verónica, que quedarán en la iglesia de la Soledad, pasando la Parroquia con las imágenes del Santo Entierro y la Soledad, al cerrarse al culto dicha ermita.

Recibo de la Hermandad de los Dolores de 1916

     El 12 de  marzo de 1913 el Nazareno estrena túnica bordada gratuitamente por las hermanas del Beaterio de Jesús, María y José, a quienes se nombra “Hermanas honorarias”. El estreno se produce en la Parroquia, volviendo a la iglesia de la Victoria en un nuevo paso realizado, dorado y costeado por el Hermano Mayor, Diego Centeno. (puede verse más sobre dicho estreno aqui)

      El 23 de abril de 1921, en cabildo general, los hermanos de la cofradía  aprueban unos nuevos Estatutos.

     A finales de 1923 Doña Francisca Puelles realiza una túnica de diario para el Nazareno, donándose el 8 de febrero de 1925 la usada hasta entonces a las monjas del convento de Santa Clara. 

     Durante los años 1929 y 1930 la cofradía realiza la salida procesional la noche del Domingo de Ramos, en lugar del Jueves Santo.

     En 1943 se produce una restauración de la talla del Nazareno, gastándose 175 pesetas en la misma, aunque debe ser una intervención menor por el coste, ya que ese mismo año se compran unas potencias nuevas por valor de 200 pesetas. se desconoce el autor de la restauración, pero seguramente fue el escultor Miguel Laínez Capote, quien en esta época estaba realizando trabajos en Alcalá.

  El 22 de enero de 1950 el párroco, en vista del estado de abandono que presentaban debido principalmente a los largos periodos de permanencia en los cargos,  decide recomponer las cofradías del Nazareno, de la Columna y de la Virgen de los Santos. La junta elegida, arregla el retablo del Nazareno, sustituyéndose parte por otro procedente de Santo Domingo. Al mismo tiempo,  el Hermano Mayor dona dos ángeles lampadarios para dicho altar.

     Nueve años más tarde, el 17 de mayo de 1959, el entonces hermano Mayor, D. José García Moreno compra en Cádiz el antiguo  paso de la cofradía de las Penas por 5000 pesetas para sustituir al existente, realizado en 1913 por Diego Centeno del Manzano. El mismo Hermano Mayor dona dos artísticos faroles para el nuevo paso, que aún siguen utilizándose en la actualidad.


     Con posterioridad a 1960, el Hermano Mayor D. Miguel Puelles Montes decide reincorporar nuevamente a la Virgen de los Dolores a la cofradía.



     En 1976 el Hermano D. Mayor Miguel Puelles Montes se ve obligado a abandonar Alcalá por motivos profesionales, quedando paralizada la cofradía al no haber nadie que se haga cargo.

lunes, 18 de marzo de 2013

La Devoción alcalaína en los Siglos XVII y XVIII (IV)





Santa Catalina de Siena 

     En el siglo XVII hallamos una mención por encargo de 2 misas a Santa Catalina de Siena, en el convento de Santo Domingo en 1628, mientras que en el siglo siguiente las menciones son dos, ambas en testamentos femeninos, una en 1730 por donación de un rosario de plata y la otra en 1799 en el testamento de Manuela de los Reyes y Silva, donde consta: “mando y es mi voluntad qe pa adorno de Santa Catalina de Sena qe se venera en la Yglesia del Sor Santo Domingo, se le haga un vestido de un Guardapies blanco y una saya de tafetán de mi propiedad” 

Testamento de Manuela de los Reyes en 1799


San Ildefonso 

     La única mención encontrada sobre este santo se produce en el testamento de Leonor de Medina en 1622, donde se menciona: “yten tres (misas) a san sebastian y otra a san ylefonso y san fco de asis”. Suponemos que se refiere a este santo en su ermita propia. 

Santo Domingo 

     A pesar de ser el titular del convento, solamente hemos hallado una referencia a esta imagen, en el testamento de Francisco de Medina Luengo en 1601 en que ordena “otra misa a el bienaventurado sant domingo” (9) 

San Juan Bautista 

     El 26 de abril de 1633 otorga testamento Juan Martín y entre las misas que deja dispuestas encontramos: “y ten dos al glorioso san juan vautista”. La única imagen conocida de este santo es una pequeña talla existente en el retablo de la Virgen del Carmen en la Parroquia. 

     En el siglo XVIII no hemos encontrado ninguna referencia a esta imagen.

Talla de San Juan Bautista Niño
en altar de la Virgen del Carmen de la Parroquia


Santa Ana 

     El 5 de noviembre de 1628, en su testamento, Isabel Gómez encarga varias misas a imágenes del antiguo convento de la Consolación de los frailes mínimos, siendo dos a la imagen de Santa Ana. 

     Por el contrario, no aparece en ninguno de los testamentos estudiados del siglo XVIII. 

Santa Isabel 

     Esta santa es nombrada junto a Santa Ana en el testamento de Isabel Gómez en 1628, encargando se le celebren 4 misas. 

     Tampoco aparece en los testamentos del siglo XVIII. 

Santa Rosa 

La única referencia a esta imagen encontrada en ambos siglos se halla en el testamento que el 2 de septiembre de 1694 otorga Leonor Zambrano ante el escribano Juan Barreto de Molina y en el cual especifica: “mando a señora santa Rosa un manto de seda de tafetán sencillo” 



San Felipe Neri 

     Esta imagen es encargada para la iglesia del hospital de la Misericordia a finales del siglo XVIII, según se deduce del testamento del beneficiado Félix Manrique, pues en 1792, fecha del mismo, la imagen no estaba terminada: “Yt. Mando a Juan Medina Enfermero del Hospital de la Santa Misericordia veinte rrs. Vn. Para ayuda a estofar a San Felipe Neri los que se le den luego que yo fallesca” 

Santa Rita 

     Tan sólo es mencionada en un testamento en el siglo XVIII, concretamente en el que otorga el 21 de noviembre de 1708 Juana María de Fuentes, donde consta: “una (misa) en el haltar de Sr. San Antonio de Padua otra en el de la señora santa Rita sita una y otra en el convento de Señora Santa Clara de esta villa” 

San José Iglesia de la Victoria 

     La imagen de San José que se conserva en la Iglesia de la Victoria debió llegar a la misma en el último cuarto del siglo XVIII. La única mención encontrada referente a la misma se produce a finales de siglo, en 1793, año en que Francisca Jiménez deja recogido en su testamento lo siguiente: “Quiero y es mi voluntad que tambien se me diga por la dha mi Alma una Misa resada en el Altar del señor Sn. José cita en la Yglesia del referido combento del señor Sn Franco. De paula y por limosna se de quatro reales” 


Imagen de San José en su altar de la Iglesia de la Victoria
antes de su restauración en 2008


San Rafael 

     La única mención a esta imagen se encuentra en el testamento del beneficiado Félix Manrique en 1792, donde consta. 

“Mando tres arrobas de aceite para la lámpara del Sr. Sn. Rafael las quales han de quedar en poder de Dn. Thomas Castaño para qe. tenga lus el Santo Archangel; Y es mi voluntad se estofen dos cortinas en el trascoro y sitio donde está la efixie del dho santo desde la cornisa hasta el suelo de pintura fina quedando el santo en medio, pero si hubiere oposición pr. los Sres. Beneficiados y Vicario en que se ponga dho estofado pr. los mismos mis Alvaseas se compre una lamparita de metal amarillo del tamaño de la que tiene pr. estar esta quasi inservible” 

San Cristóbal 

    En el acta de funeral de otro beneficiado, Cristóbal Collado y Doncel (10) en 1776 hallamos la única mención a esta imagen por un encargo de misas: “dispuso qe. Perpetuamente se dixese por su Alma en el altar de Sn. Christoval y en su dia una missa resada por su Alma con la limosna de cinco rs.”


San Cristóbal en su altar en el trascoro de la Parroquia



NOTAS


(9) Archivo Parroquial de Alcalá. Testamento de Francisco de Medina Luengo, otorgado el 29 de marzo de 1601 ante el escribano juan Baptista de Coca.

(10) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro Funerales 6º. Partida de funeral del Beneficiado Cristóbal Collado y Doncel el 8 de agosto de 1776. 

viernes, 15 de marzo de 2013

La Devoción alcalaína en los Siglos XVII y XVIII (III)



2.- EL CULTO A LOS SANTOS


     En la segunda categoría analizaremos el culto de los distintos santos y santas existentes en los templos alcalaínos. 

     En el siglo XVII aparecen menciones de 10 santos y 4 santas, estando el culto bastante repartido, siendo San Francisco de Paula quien ocupe el primer lugar en el devocionario popular. 

PORCENTAJE DE LAS MENCIONES DE SANTOS EN TESTAMENTOS EN EL SIGLO XVII 

     En el siglo XVIII nos encontramos con 11 referencias a santos y 2 a santas, destacando el auge del culto al patriarca San José, en detrimento del de San Francisco de Paula, que se ha visto reducido a la mitad. 

PORCENTAJE DE LAS MENCIONES DE SANTOS EN TESTAMENTOS EN EL SIGLO XVIII 


     En el siguiente gráfico observaremos que en el siglo XVII el primer lugar está ocupado por San Francisco de Paula, titular de su convento, seguido por San Francisco de Asís y San Vicente Ferrer, ambos del convento de Santo Domingo y a continuación aparecen los santos titulares de las ermitas, San José, San Sebastián y San Vicente. El siglo XVIII se presenta más difuso, con un fuerte descenso de las primeras imágenes de los conventos. 


COMPARATIVA DEL PORCENTAJE DE MENCIONES DE SANTOS EN AMBOS SIGLOS 


San Francisco de Paula 

     Es el santo más citado en los testamentos del siglo XVII con 4 menciones (5,33 %),  masculinas y 1 femenina, estando las mismas repartidas a lo largo del siglo y siendo 3 por encargo de misas y 1 por donación de un velo. 

     En el siglo XVIII son 8 las referencias encontradas de esta imagen (2,80 %) repartidas por igual entre hombres y mujeres. De todas, 6 se producen en la segunda mitad del siglo. 

     Tan solo 1 mención es por encargo de 3 misas, mientras que recibe en 3 donaciones 1 cahiz y 1 cuartillo de trigo y un velo. Otras 4 limosnas se producen en metálico importando la cantidad de 42 reales y 40 pesos. Estos últimos proceden del testamento del beneficiado Francisco manzano y Ortega que en 1766 “mando por via de limosna y por una vez a la imagen de Sor. Sn. Franco. De Paula Qurenta pesos excudos para acabar de componer el pie de su altar” (6) 

San Francisco de Asís 

     Esta imagen es mencionada 3 veces (4 %), dos de ellas el mismo año, 1622 y por encargo de misas. Pero el dato más interesante lo encontramos en el testamento que Francisco Benítez de Peña otorga el 18 de septiembre de 1610 ante el escribano Juan Baptista de Coca, pues en él hallamos el origen de esta imagen: 

“yten mando que de my azienda saque mi yjo andres diaz de Peña lo que fuera menester para adornar nuestra capilla y traiga la ymajen de mor (señor) San Fco. De Asis con la mor (mayor) moderación en el precio que pudiere ser” 



     En el siglo XVII solo aparece 1 vez (0,35 %) en el testamento de Pedro Rufo Ahumada y Morejón por donativo de 50 reales. 

San Vicente Ferrer 

     Esta talla, del convento de Santo Domingo, es mencionada en 3 testamentos (4 %) siendo todas las menciones femeninas y por encargo de misas. En el testamento de Quiteria de los Reyes fechado el 25 de diciembre de 1600, entre las diversas misas encargadas hallamos lo siguiente: 

“yten mando por su anyma treinta y tres misas ofrecidas al señor san bicente Ferrer del dho convento” 

     En el siglo XVIII no aparece este santo en ninguno de los testamentos estudiados. 

San José 

     Este santo, que recibía culto en su ermita en las inmediaciones de la antigua puerta de la villa, aparece en 2 testamentos (2,66 %) en el siglo XVII, siendo ambas del último cuarto de siglo, concretamente de 1684 y 1695 y ambas por donativos en metálicos. Martín del Monte, en su testamento otorgado el 27 de octubre de 1695 “mando a la cofradia del Sor Sn Joseph veinte y sinco reales = Y veinte y sinco a la hermandad de dho Rosario” 

     En el siglo XVIII se produce un importante aumento del culto a este santo, siendo 20 las menciones recogidas en los testamentos (7,01 %), 13 de hombres y 7 de mujeres. Encontramos 6 referencias por encargo de misas. Otras 6 los son por donativos de 450 reales. En 1757 Jacinto Alonso de Almansa “mando sesenta reales a la hermita de San Joseph para ayuda del retablo” (7) 

     También nos encontramos otro tipo de donaciones, como 2 toros, 1 rosario de plata, 2 candelabros de plata, 2 libras de cera, 3 fanegas y 1 cuartillo de trigo. 

     En el testamento que el beneficiado Cristóbal Collado y Doncel otorgó el 20 de noviembre de 1755 en mancomún con 2 de sus hermanas se recoge: “mandaron las casas de su morada y el cortixo qe gosaban con todos las tierras de lavor de qe. Se compone qe. Son quatro caballerías y tres quartos a la cofradía de el Smo. Sacramento sita en esta Parroq. y a la de Sr. Sn. Josef en su propia Hermita” (8) 

San Sebastián 

     San Sebastián recibía culto en ermita propia, en el barrio que hoy lleva su nombre junto a la calle Los Pozos. 

     En el siglo XVII son 2 las menciones (2,66 %) ambas de mujeres, una en 1622 por encargo de 3 misas y otra en 1680, en el testamento que María Morejón y Zurita otorga el 28 de mayo ante el escribano Alonso de Coca, en el que consta: “ytem mando a la capilla de san sebastian seis pesos para ayuda a la obra=” 

     En el siglo siguiente encontramos 3 testamentos donde aparece San Sebastián (1,05 %) todos de hombres y en un intervalo muy cercano en el tiempo, entre 1727 y 1731. 2 son por encargo de misas y en el tercero por un donativo de 15 reales. 

San Antonio Abad 

     En 1682 los frailes mínimos se trasladan desde el antiguo convento de la Consolación en el barrio de San Antonio hasta el nuevo situado en la Alameda de la Cruz. En el antiguo, queda una única imagen, San Antonio Abad. 

     En 1693 encontramos la única referencia a este santo en los testamentos del siglo XVII. Se produce en el de Catalina Romero el 18 de noviembre, donde consta: “mando se le digan por su anima otras dos misas mas resadas en la hermita del señor San Antonio y se pague la limosna”. Con el abandono de los frailes, dicha ermita empezó a conocerse indistintamente como de San Antonio o la Victoria vieja. 

     En el siglo XVIII las menciones encontradas son 5 (1,75 %), de 3 hombres y 2 mujeres. Por tres de ellas sabemos que contó con cofradía propia entre 1714, fecha en que Bartolomé Garrobo dona 18 reales que le debían a la misma y 1783, año en que Juan Vallejo de Lima hace testamento el 25 de mayo y en que declara que fue mayordomo de la cofradía de san Antonio Abad y la misma le adeuda “novecientos sesenta y quatro rs. vn. (reales de vellón) qe. supli en el tpo. (tiempo) qe. fui mayordomo” 

     Además la cofradía es como nombrada heredera en el testamento de Antonio Muñoz Ballesteros, de oficio pregonero, otorgado el 16 de junio de 1730: “Y por sus herederos a la capilla de la Beatissima trinidad sita en dha Yglesia Parrochial Para el culto y augmento de su retablo; Y a la hermandad del santo Antonio abad en la victoria vieja para maior cuto y augmento de su hermita”




NOTAS


(6) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro Funerales 6º. Partida de funeral de Francisco Manzano y Ortega el 27 de julio de 1766. 

(7) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro Funerales 5º. Partida de funeral de Jacinto Alonso de Almansa el 5 de mayo de 1757.

(8) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro Funerales 6º. Partida de funeral del Beneficiado Cristóbal Collado y Doncel el 8 de agosto de 1776. 

lunes, 11 de marzo de 2013

Centenario de la túnica antigua del Nazareno


Ismael Almagro Montes de Oca

      El 12 de marzo se cumple el centenario del estreno de la conocida como “túnica antigua del Nazareno”, con la cual se ha vestido la Imagen nazarena para sus salidas procesionales desde 1913 hasta el año 2004. 

     En cabildo celebrado por la Junta de la cofradía del Nazareno el 11 de marzo de 1912 se nombra Hermano Mayor a Diego Centeno del Manzano, por fallecimiento del anterior Hermano Mayor, Francisco Puelles Centeno. 

      Diego Centeno fue alcalde de Alcalá a finales del siglo XIX, y ya consta registrado como hermano de la cofradía del Nazareno en un listado de 1890. 

     Al acceder Diego Centeno al cargo, el Nazareno poseía una túnica bastante deteriorada confeccionada en 1860, por lo que, en la primera reunión de la Junta de gobierno de la cofradía celebrada tras su nombramiento, el 27 de noviembre de 1912, propone confeccionar una nueva túnica, constando en el punto cuarto del cabildo de dicha fecha lo siguiente. 

     “Diosele un voto de confianza al hermano Mayor Don Diego Centeno para que dispusiera de los fondos de la hermandad con el fin de bordar una túnica de nuestro Titular.” (1) 

Fotografía más antigua conservada del Nazareno ( en torno a 1926)
donde luce la túnica estrenada el 12 de marzo de 1913
     El Hermano Mayor, al igual que en 1860, encargará la realización del trabajo a las monjas del Beaterio de Jesús, María y José, invirtiendo en la confección de la misma 633 pesetas y setenta céntimos, de las cuales la cofradía invierte 133,50 pesetas, mientras que el resto es adelantado por el propio Diego Centeno: 

“…al mismo tiempo manifestó dicho Hermano Mayor Don Diego Centeno y del Manzano que a la Sagrada Ymagen de Nuestro Padre Jesus de Nazareno se le había bordado en oro fino un Tunico cuyo costo ha sido seis cientas treinta y tres pesetas con setenta centimos de cuya cantidad esta cofradía de sus fondos había contribuido con la suma de ciento treinta y tres pesetas con cincuenta centimos y las quinientas pesetas y veinte centimos que faltan para su pago total, habían sido afrontadas por él, y que desde luego pensaba organizar algo, con que satisfacerse de este anticipo que no fuera ni la limosna ni el prorrateo con el objeto de que ni individual ni colectivamente esta Cofradia que tanto quiere, no tenga que hacer ningun esfuerzo para satisfacer, contando desde luego con la buena voluntad de los individuos todos de esta cofradía que le ayudaran a su pobre iniciativa.” (2) 


     Durante los meses siguientes, la cofradía irá entregando dinero al hermano Mayor conforme lo va necesitando y así consta en el libro de cuentas, en las de 1912 en las partidas de gastos nº 17 a 20: 

“17 Entregado al Hº Mayor D. Diego Centeno para atender al bordado de la túnica 100” 

“19 Entregado al Hº Mayor D. Diego Centeno para atender al bordado de la túnica de Ntro P. Jesus 25 

20 Entregado a D. Diego Centeno para atender al bordado de la túnica de Ntro P. Jesus 25” (3) 

 1984

     Las monjas terminan la túnica el 12 de marzo de 1913, fecha en que se le coloca por primera vez al Nazareno en el Beaterio, donde había sido trasladada la Imagen para la confección. Desde allí es trasladado hasta la Parroquia para proceder a la bendición oficial y después volverá a la Victoria. En el cabildo de la cofradía celebrado el mismo día se propone el nombramiento de las Hermanas Honorarias a las monjas del Beaterio por su trabajo desinteresado: 

“Punto tercero 

Propuso al mismo tiempo que habiendo sido bordado y confeccionado el lujoso Tunico que ostentava nuestro Titular ya desde hoy en el Beaterio de Jesus, María y José de esta Ciudad con noble desprendimiento y amor hacia nuestro Santo Titular, es lógico, que esta cofradía trate de remunerar en algo este noble desinteres y se merecían bien fuese nombrada la Hermana mayor y Comunidad de este Beaterio Hermanas honorarias de esta Cofradia, y que una comisión de esta fuese a hacerlo presente y demostrar su gratitud, que esta comisión diese las mas expresivas gracias a las señoritas que bajo la dirección de este establecimiento de enseñanza habían bordado dicho Tunico, con una actividad digna de encomio. 

Punto cuarto 

Se acordó que nuestro Santo Titular fuese trasladado procesionalmente desde la Parroquia de San Jorge donde subio para estrenar su túnica, a esta su Yglesia de la Victoria, en donde se le hará un solemne Triduo, como todos los años en los días diez y seis, diez y siete y diez y ocho del presente. 

Y no habiendo otros asuntos de que tratar se levantó la sesión. 

Alcala de los Gazules a 12 de Marzo de 1913.” (2) 



     Firman el acta el Hermano Mayor, Diego Centeno del Manzano, el tesorero,  presbítero Julio Morcillo, el fiscal, José Sánchez Belmaño, el secretario, Gonzalo Benítez y los hermanos Francisco Blanco y Ramón Sánchez. 

     Como hemos visto más arriba, Diego Centeno intenta organizar algún acto para recaudar los fondos que había adelantado a la cofradía, concretamente una corrida en la plaza de toros de la localidad. En un principio se plantea que se celebre en la feria de mayo, recogiendo el periódico local “El Defensor Alcalaíno” en sla página 3 del nº 2,  edición del 4 de mayo de 1913 en su página 3 la noticia: 



“Se nos asegura que para feria del presente mes de Mayo, se celebrará a beneficio de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, para sufragar los gastos del nuevo y lujoso túnico, que por iniciativa del Presidente de dicha Cofradía don Diego Centeno del Manzano, ha lucido tan venerada imagen en las pasadas fiestas de la Semana Santa.” 



     Sin embargo, la corrida no se lleva a efecto en la fecha fijada sino en el mes siguiente, en el día de San Juan, escribiendo el corresponsal Juan Benítez la crónica de la corrida para el periódico taurino “Palmas y Pitos”: 

“Alcalá de los Gazules. 24 Junio 1913 

Con buena entrada y presidida por cuatro hembras dislocantes se celebró una becerrada a beneficio de la Cofradía del Nazareno. 

Los becerros corridos cumplieron regularmente. 

El primer espada, apático y desgraciado. 

Juanito Pacheco, que figuraba en segundo lugar, puso cátedra toreando de capa, y con la muleta hizo una faena colosal, belmontina y de torerazo; al dar un pinchazo en hueso se lastimó la mano derecha, concluyendo con su enemigo a fuerza de riñones. El público premió con una ovación estruendosa la labor del valiente chiquillo.” (4) 

     Con posterioridad a la corrida, Diego Centeno agradece la colaboración de los hermanos de la cofradía en la organización del evento: 

“2º El hermano Mayor D. Diego Centeno del Manzano hizo uso de la palabra para dar las gracias a los señores cofrades D. Pedro Diaz M. de Oca, D. José Sanchez Ramos, D. Agustin Perez Macias, D. Francisco Blanco Fernandez, D. Francisco Guillen Pacheco, D. Manuel Fernandez M. de Oca, D. Jose Fernandez Montes de Oca, D. Sebastian Salcedo Olmedo, D. Francisco de Puelles y Puelles, D. Francisco Arroyo Hinojosa, D. Jorge Arroyo Yta y D. Gonzalo Benitez Bohorquez, por la ayuda que le prestaron en los espectáculos que ha beneficio de la cofradía organizó dicho Sor con el fin de satisfacerse de las quinientas pesetas con veinte centimos que fueron suplidas por él para la construcción del túnico del titular. 

3º Fueron presentadas por el Hermano Mayor Sor Centeno las cuentas detalladas de los antedichos espectáculos cuya documentación pasó a secretaría.” (5) 

     Consta además en el libro de 5º de cuentas de la cofradía, en el folio 14, el ingreso el 21 de noviembre de 1913 del dinero recaudado en el evento: 

“Entregado por el hermano Mayor Resultado de la corrida por la iniciativa de D. Diego Centeno 500,20” 

     Esta túnica la ha lucido el Nazareno en sus salidas procesionales con regularidad hasta 1986, fecha a partir de la cual empieza a alternarse con otra de terciopelo liso donada por Pedro y Clara García Mariscal, principalmente debido al deterioro de la antigua. 

Aunque la Junta de gobierno de la cofradía intentó restaurar la túnica, los expertos consultados desaconsejaron tal medida, por tratarse de piezas recortadas de tisú en realce, cuyo tejido ha desaparecido en bastantes zonas, y más que una restaruación se acabaría haciendo una réplica de la misma. 

     A partir del año 2004, esta túnica solamente se utiliza exclusivamente en algunas ocasiones para los cultos internos, concretamente para el Triduo cuaresmal. 



NOTAS 

(1) Libro de actas de la cofradía del nazareno Nº 4º folios 29-30. Cabildo del 27 de noviembre de 1912. 

(2) Ibidem. Folios 30-33. Cabildo del 12 de marzo de 1913. 

(3) Libro 5º Cuentas desde 29 abril de 1893 a 4 de junio de 1950. Folio 12 vuelto-13 vuelto 

(4) Periódico “Palmas y pitos”. Edición del 7 de julio de 1913 Año I Número 16 pág. 6 

(5) Libro de actas de la cofradía del nazareno Nº 4º folios 33-34. Acta de la reunión del 21 de noviembre de 1913.