viernes, 2 de agosto de 2013

Nuestra Prehistoria


Artículo publicado en la revista de Apuntes Históricos 1989


Guillermo García

     Piérdese en la noche de los siglos el origen de muchos pueblos de España. La mitología, la fábula o la leyenda, a lo largo del tiempo, han tejido un nebuloso mosaico de relatos imaginativos, de tradiciones ancestrales, de fantasías cargadas de misterio, y también de hechos reales, que hacen muy difícil la tarea de investigador cuando trata de ahondar en nuestras raíces históricas. 

      Pero, entre la hipótesis más o menos aventurada, o el análisis racional que las modernas técnicas de investigación ofrecen al experto en estos temas, estudiando la historia de Alcalá de los Gazules, desde su más remoto pasado, partimos del hecho concreto que estando situado su hábitat humano dentro del área geográfica de Andalucía, a cuyo ente regional pertenecemos encontramos que "en tierra andaluz está probada la presencia del hombre desde los comienzos del Cuaternario, hace al menos un millón de años. Excavaciones recientes llevadas a cabo en Cúllar de Baza (Granada). o en el Aculadera (Puerto de Santa María, Cádiz), y hallazgos en otros lugares, ha proporcionado industrias de aquellas lejanas fechas. Resultan del trabajo de hombres primitivos. que apenas sabían golpear un canto para obtener una punta o un filo con el que atacar o defenderse de los animales. o atender a otros menesteres. Son estos instrumentos - choppers. chooping-tools - los característicos de las más viejas culturas del Paleolítico inferior. Quienes por entonces poblaban Andalucía parece que vinieron de Africa a través del Estrecho de Gibraltar, zona que durante el Cuaternario pudo ser un istmo transitable y no una barrera salvable. como lo sería en tiempos históricos" (1). 

Hachas prehistóricas halladas en las Porquerizas y  las Correderas
   
      Otro punto muy importante a tener en cuenta es que el primer asentamiento de nuestra ciudad, como poblado primitivo, se enclavó en una de las zonas estratégicas más importantes de Andalucía como es la provincia de Cádiz, por la cual han desfilado innumerables pueblos primitivos. Punto de enlace entre Europa y África, por aquí pasaron las más viejas civilizaciones, que quedaban cautivadas por el clima suave de nuestra provincia, su sol vivificador, sus torrenteras y lagunas, la exuberancia de sus prados y de sus bosques, complementada con la abundancia de caza en sus montes o de pesca en su extenso litoral. Esta rica región de la remota Iberia fue pronto codiciada y sirvió de punto de encuentro a todos aquellos trashumantes pueblos prehistóricos que arribaban a las costas gaditanas. los cuales nos dejaron huellas imperecederas de su paso por nuestro privilegiado solar. 

      Los más antiguos restos humanos hallados en Andalucía corresponden a una humanidad que pudo haber vivido hace miles de años, y de esta raza de andaluces del Paleolítico inferior se conserva el cráneo del hombre de Neardenthal, aparecido en el año 1848 en la cantera de Forbes en Gibraltar, en cuya comarca estamos inmersos los alcalaínos. Y es aquí, precisamente, cuando comienzan los destellos de esa Historia que los estudiosos pueden ir acotando con datos más precisos, gracias a los fósiles, armas toscas, sepulturas, dólmenes, menhires, estos arqueológico, etc., que van apareciendo. El hombre se organiza como una sociedad de cazadores – aún no conoce la agricultura ni el pastoreo- utiliza el arco y pulimenta la piedra de la que obtiene toda clase de rudimentarias piezas para el ejercicio de su tarea fundamental en la lucha por la supervivencia: la caza. Ya ha descubierto el fuego y busca abrigo en las cuevas para resguardarse del frío glacial, cubriendo su cuerpo con la piel de los animales. No sabemos si como una ofrenda a los primeros impulsos religiosos del hombre –algunos autores sostienen este criterio- o que una vez cubiertas esas primeras necesidades del alimento, del vestido y de la vivienda, el homo sapiens inicia ya los primeros balbuceos de la creación artística, lo cierto es que esta época surge el arte de las cavernas, con sus famosas pinturas rupestres. Si aceptamos la idea religiosa, puede que el hombre eleve en estos templos de la prehistoria su adoración a lo que para ellos era fuente de la vida: los animales, con cuya carne se alimentaban, con cuya piel protegía su desnudez, y plasman en las paredes de sus cuevas la representación pictórica del objeto de su culto. Muchas civilizaciones posteriores habrían de rendir culto también a los animales y todavía hoy, en la India, la vaca es un animal sagrado. La otra hipótesis, la del arte, nos inclina a pensar que el hombre, recluido en la caverna durante las largas jornadas invernales, siente una necesidad vital de grabar en las rocas algunas escenas del Mundo visual que discurría a su alrededor, y allí quedan fijados para asombro de la posteridad aquellos elementales y logrados frutos de la creación artística y el vuelo imaginativo de nuestros lejanos antepasados. 

Cueva de la Cabeza en el término de Alcalá (foto http://www.arte-sur.com)

      Y referida a nuestra comarca, en ese periodo prehistórico del hombre de la caverna, Enrique Romera de Torres nos dice lo siguiente en relación con esos asentamientos y cuevas: 

      “Pero donde más abundan son en las Sierras de las Momias, Tahones, Pedregoso, la Mesa, Picacho de Barbate, Picacho de San Bartolomé, de En medio, Bolonia, Zanona, Medina Sidonia , La Perra, Vejer, Alcalá de los Gazules, Retín, del Torero, Silla del Papa, etc., y muy especialmente en las que circundan la depresión tectónica del Barbate, en las gargantas orientadas hacia la laguna de la Janda, en cuyos parajes se establecieron los pueblos primitivos, atraídos por la fertilidad del suelo, la abundancia de caza acuática y ricas praderas” (2) 

      Vemos, pues, por este texto que nuestro pueblo, ubicado en la zona “que circunda la depresión tectónica del Barbate" (nuestro río) ha sido una estación prehistórica muy remota del Sur de la Península Ibérica, y ha estado habitado desde lejanos tiempos. 

Pintura rupestre en la Cueva de la Cabeza  (foto http://www.arte-sur.com)


NOTAS 

(1) Bendalan, Manuel. Historia de Andalucía. Tomo I pág 1. 

(2) Romero de Torres, Enrique. Catálogo Monumental de la Provincia de Cádiz. Tomo I pág 10.

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