viernes, 29 de noviembre de 2013

La orden militar de Santa María de España


Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos de 1991

Fuensanta GUERRERO MARIN


    La Orden Militar de Santa María de España, quizás la más desconocida de las órdenes militares, podemos decir que condensa en su breve historia todas las esperanzas, ideales y también todas las frustraciones de su fundador, el Rey Sabio.

     Todo en ella, desde su nombre -en el que se unen bajo la misma invocación los tan venerados por el sabio monarca de «Santa María» y de «España» - hasta su finalidad primigenia, «el fecho del mar», (que junto con la consecución del Imperio, constituye una de las quimeras motrices de toda la política exterior alfonsí), nos hablan del enorme cariño -tan visible en tantas muestras de protección como le prodigó - que Alfonso X dedicó a esta obra.

     Sigamos los acontecimientos de esta Obra, que se crea el 16 de Noviembre de 1272, como decíamos, bajo la advocación de «Santa María de España», como fiel exponente de la fe mariana del Rey Sabio y de su idea supracastellana del «fecho del Imperio» (1). Aunque hay autores (2) que piensan que el título no se debe a ello sino a que el fundador quiso diferenciarla de otra orden extranjera que también llevaba ese título piadoso.

     Sea como fuera, la idea que impulsó a crear esta nueva orden militar era la de los «fechos de la mar» e impulsar en ella el estímulo y los ideales de la caballería de la guerra contra el infiel en el mar. Idea esta que tampoco podemos desligar del ya citado «fecho del Imperio», proyecto ambicioso que responde también a la posición hegemónica de Castilla en la Península Ibérica. Aunque ya sabemos que años más adelante, a tenor de las circunstancias históricas por las que atraviesa Castilla, se pensará en utilizar su fuerza militar para la defensa de la frontera castellana contra Granada (3).

     La Orden de Santa María de España, instituida al modo de la Orden de Calatrava, estaba integrada por clérigos, caballeros y otros freires laicos. Con 4 conventos principales, verdaderas capitanías generales de departamentos marítimos: Cartagena, San Sebastián, La Coruña y Puerto de Santa María abarcaba la totalidad del litoral castellano y unificaba las fuerzas navales bajo la jefatura de un sólo almirante, (que sería el infante Don Sancho, 2° hijo del monarca), todo ello nos da una prueba más de la importancia que se quería dar al proyecto.

     Sin embargo el Rey Sabio quería aún más, por ello solicitó la incorporación de «Santa María de España» en la Orden del Cister ante el capítulo general, de dicha orden celebrado en Enero de 1273 al que compareció el Maestre Gaufrido de Everle, Capellán del Rey castellano, presentando los Estatutos de Santa María de España y suplicando la incorporación de sus monasterios y de sus religiosos a la orden cisterciense. La súplica abarcaba además que el Monasterio de Cartagena quedase sujeto a la abadía de la gran selva de Francia, como filial suya y que a los caballeros y demás freires laicos de Santa María de España se les otorgasen las gracias que la orden del Cister había concedido a los de Calatrava (4).

   Una de las manifestaciones externas de esto fue la confección del sello de la orden con la imagen de Santa María sosteniendo el niño en su brazo izquierdo y un ramo en la mano derecha, dentro de una estrella de 8 puntos y en la orla la leyenda: CAPITULI; ORDIS; MILICE; SCE; MARIE; DE; CARTAGENIA;

Sello de la Orden de Santa Mª de España


     El sello del maestre también con la estrella como blasón constaba de un círculo cuartelado con castillos y leones contrapuestos: castillos de 3 torres y leones rampantes sin corona; en su orla la leyenda: MAGISTRI; ORDINIS; SCE; MARTE; HISPANIE;

Sello del Maestre de la Orden

     Hemos hablado de la existencia de una estrella en el sello de la orden y ello será algo a tener muy en cuenta como veremos después, pero no podemos obviar el simbolismo que Alfonso X daba a la estrella y que él mismo nos expresa en su cantiga CCCXXV;

Con dereit a Virgen Santa
a nome Strela do día;
ca ssi pelo mar grande 
como pela tierra guía.

     Así, cuando el Rey Sabio concede el Castillo de Medina Sidonia a la Orden de Santa María, cambia su nombre y hace constar en la donación «que nos ponemos nombre Estrella», causa también por la que la orden de Santa María fuera conocida por orden de la Estrella. Respecto al Castillo citado, decir que se mantiene impasible al paso de los siglos, en el Cerro de Torre Estrella, a 7,3 Km. al este de Medina Sidonia. Constituyendo una auténtica joya de la arquitectura militar medieval española, como tuvimos ocasión de comprobar con motivo del estudio que realizamos sobre el mismo y del que proceden las ideas que reproducimos en este artículo.

     Pero retomemos el hilo de nuestra historia y veamos otros medios empleados por D. Alfonso para consolidar la orden, tales como la concesión de privilegios y mercedes para su mejor gobierno y organización, a la par que percepciones económicas suficientes para facilitar su desenvolvimiento. Así la Orden de Santa María alcanzaba mayor independencia y se le otorgaba una más alta jerarquía religiosa. En el aspecto económico tendrían aún mejores logros, los monjes de la Orden se convirtieron en intermediarios para alcanzar la gracia real con lo que ello suponia, es decir la obtención de frecuentes donativos a la Orden por parte de los interesados en obtener el favor de su soberano. Pero, además se les concedió el tercio de las penas judiciales que pertenecían al soberano, con la indicación precisa del empleo, lo que nos permite apreciar como continuaba todavía imperando el motivo fundacional de la Orden de Santa María «para fechos del mar» (5)

     Sin embargo, Juan Menéndez Pidal opina que esto no es motivo para deducir que el objeto único de la Orden de Santa María era el «fecho del mar», ya que con igual fundamento puede decirse que su misión se limitaba a guardar la frontera del reino de Sevilla, porque en otro documento aparece que a este fin donó el rey a la Orden algunas fortalezas (6).

     La muerte de Don Fernando de la Cerda en 1275 y la autoproclamación de don Sancho como infante heredero de Castilla supuso un cambio en la jefatura de la Orden, (hasta entonces ostentada por Don Sancho), con la particularidad de que el sucesor de éste no iba a mantener los mismos títulos de Alférez y Almirante que había ostentado el infante, sino el de Maestre, al igual que en las demás Ordenes de Caballería. Es posible que en ello influyera el nuevo maestre don Pedro Núñez. En esta nueva etapa de la Orden puede apreciarse como se mantuvo el desarrollo iniciado en los años anteriores, y de ello nos quedan documentos que atestiguan la continuidad protectora del rey sabio (7).

Caballeros de la Orden, con hábito negro y capa roja

Es en este momento cuando entronca la historia de esta zona de la Janda con la de la Orden de Santa María de España, pues en el último año de vigencia de la Orden, concretamente el 10 de Diciembre de 1279, Alfonso X concede a su Orden las villas y Castillos de Medina Sidonia y Alcalá, que a la sazón había reconquistado en 1264, pocos años atrás.Veamos el documento: 
 “CHRISTUS (Monograma). Sepan quantos este priuilegio vieren e oyeren como nos don Alfonso por la gracia de Dios Rey de Castiella, de Toledo, de Leon, de Gallizia, de Seuilla, de Cordoua, de Murcia, de Jahen e del Algarue, en uno con la Reyna donna Yolant, mi mugier, e con nuestros fijos el lnffante don Sancho fijo mayor e heredero, e con Don Pedro e don Johan e don jaymes. Por gran savor que auemos de fazer e merced a lo Orden de Sancto María despanna que nos estableciemos a seruicio de Dios e a loor de la uirgen sanctas María su madre damos e otorgamos por nos e por nuestros herederos poro siempre a don Pedro Nunnez Maestre Bella e a los otros Maestres que seron despues del, e al Conuento dessa misma Orden, la villa e el Castiello de Medina Sidonia a que nos ponemos nombre Estrella, en que tengan el Conuento Mayor que esta orden ha de tener en esta frontera del Regno de Seuillo. E otrossi le damos la villa e el Castiello de Alcalá. E amos estos logares les otorgamos que los ayon libres e quilos poro siempre con todos sus terminos, con montes, con fluentes, con ríos, con pastos, con entradas e con salidas e con todas sus pertenencias e con todos los derechos que nos y auemos e deuemos auer, para fazer dellos e con ellos assi como Maestre e orden deuen fazer delas cosas de su orden. E con esta donocion les fazemos en tal manera que los terminos destos Castiellos sobredichos que sean por aquellos logares que fueron en tiempos de moms. E si después el Rey don Ferrando, nuestro padre o nos los mandamos partir, que sean por o entonçe fueron partidos. E otrossi que el Maestre e el conuento sobredicho que guarden los fueros e las franquezas e los privilegios que nos diemos a los pobladores de amos estos dos logares sobredichos. (...)

E deffendemos que ninguno nos sea osado de yr contra este priuilegio, pora quebrantar lo nin pora minguar lo en ninguna cosa. Ca queal quier que los fiziesse aurie nuestra yra a pechar nos ye en coto diez mili. mr. de la moneda nueva, e al Maestre de la Orden sobredicha e aquí su voz touiesse, todo el danno dobaldo. E por que esto sea firme e estable mandamos seelar este priuilegio, con nuestro seello de plomo. Fecho el priuilegio en Sevilla, Domingo diez dios andados del mes de Deziembre en Era de mil e trezientos e diez e siete annos (...)

Yo Johan Perez fijo de Millan Perez lo fz escriuir por mandato de! Rey en veynt e ocho annos que el Rey sobre dicho regnó.

Johan peres.” (I).

     Esta donación sería redondeada días después con la donación de la alquería de Faraya, en el término de Alcalá, con el firme propósito de asentar esta Orden en la Comarca:

“CHRISTUS (Monograma). Sepan quantos este privilegio vieren e oyeren como nos don Alfonso por la gracia de Dios Rey de (...) Por gran sabor que auemos de fazer bien e merced a la Orden de Sancta María despanna que nos estableciemos en serui4io de Dios e a loor de la virgen Sancta María su madre, damos e otorgamos por nos e por nuestros herederos pora siempre a don Pedro Nunnez Maestra dello, e a los otros Maestres que serán después dél,e al Conuento dessa misma Orden, el Alcaria que ha nombre ffaraia que es en termino deAlcala Sidona que nos ouieremos dada a Nunno Fferrandez de Val de Nebro, e despues desto diola el a nos E esta Alcaria sobredicha les damos e les otorgamos que la ayan libre e quita poro siempre con todos sus terminos, con montes, con (fuentes, con ríos, con pastos, con entradas, e con salidas, e con todas sus pertenencias e con todos los derechos que nos y ouemos e deuemos auer, pora fazer della e con ella assi como Maestre e Conuento deuen fazer de las cosas de su Orden, en tal manera que la non puedan uender nin dar nin enagenar a otra Orden nin a Eglesia nin a Omme de fuerza de nuestro sennorio nin que contra nos sea, sin nuestro plazer e de nuestros herederos (...)

Ffecho el privilegio en Sevilla, Domingo postrimero dio del mes de Deziembre, en Era de mil e trezientos e diez e siete annos. E nos el sobre dicho Rey deon Alfonso, (...) (II).

     Decíamos que estas concesiones pretendían establecer firmemente la Orden en la Comarca, pero no podemos obviar el contexto en el que las donaciones se produjeron, un contexto en el que prácticamente todas las Ordenes Militares españolas recibieron donaciones en Andalucía y que viene a demostrarnos un claro propósito guerrero en el monarca que quiere prestar especial atención al frente de Granada, pero que para nosotros tiene un significado especial, ya que supone el cambio de orientación de la Orden de Santa María de España. El desastre de Algeciras y la pérdida de casi la totalidad de la flota castellana hacía imposible continuar pensando en una Orden militar dedicada exclusivamente a los hechos del mar.

     Así se entienden estas donaciones en lugares de «tierra adentro», así como la afirmación alfonsina en el texto de la donación: “que Pagan dellos pura siempre guerra e paz por nuestro mandado” así como el que tuvieran en Medina Sidonia (Castillo de Torre Estrella) “el convento mayor que esta Orden ha de tener en esta frontera del Regno de Seuilla”

Castillo de Torre Estrella (foto:analajanda.org)

      Desconocemos si este mandato llegó a cumplirse, aunque en el caso de que así fuera, no sería a costa del hipotéticamente establecido ya en el Puerto de Santa María (8).

      De cualquier modo, el desastre de Algeciras (Febrero-Marzo de ese mismo año de 1279) en el que fue destrozada por Abu Yusuf la gran flota castellana, hizo pensar al Rey que entonces, más que nunca, era preciso guarnecer permanentemente los puntos estratégicos de la frontera del Reino de Sevilla (Medina Sidonia y Alcalá de los Gazules). De este modo la Orden alfonsina la vemos más centrada en tierra que en mar, pero aún otro acontecimiento vendría a empeorar aún las cosas para el gran proyecto del Rey sabio: la sangrienta batalla de Moclín, el 21 de Junio de 1280,y en la que por una imprudencia de Don Gonzalo Ruiz Girón, maestre de Santiago, los castellanos sufrieron una nueva y cruenta derrota a manos de los granadinos, de modo que la Orden de Santiago quedó sin hombres y casi extinguida, lo que obligó al Rey, en un acto que debió suponer un duro sacrificio personal, extinguir la Orden de Santa María, que ya no tenía razón de ser pues no había flota, y a reforzar la Orden de Santiago de tan gloriosa tradición guerrera y adecuada organización militar y económica. Así, su maestre, don Pedro Núñez, pasó a serlo de la Orden de Santiago y los caballeros de Santa María de España pasaron a cubrir las bajas sufridas por los santiaguistas en Moclín. El 24 de Abril de 1281 ya se había efectuado la transmisión (II)

      Aunque este sea el final de la Orden de Santa María de España, sigamos un poco más los acontecimientos de la época, para ver como el ya Maestre de Santiago, D. Pedro Núñez, olvida los muchos beneficios que el Rey le hiciera y se alía con el hijo rebelde del Rey, con Sancho, en la sublevación contra su Padre, lo que lleva a Don Alfonso X a afirmar:

      “...porque la Orden nos debien servir, con quanto en el muno oviese, e nos deservieron errando contra Nos, como agora fixieron el Maestre don Pedro Núñez, a quien Nos ficiemos tantas mercedes y bienes, que los non podriemos poner en carta; e los Freyres de este Orden, que se acordaron con él, alzandosenos con nuestra tierra, y ficieron al nuestro Iinage que se alzase contra Nos, para tolliernos nuestro poder, a nuestro Sennorio, no quesimos que lo nuestro fincase en ellos mas que se tornase a Nos”. (III).

      De modo que una vez se apaciguaron las cosas, Don Alfonso en respuesta, dispuso de los bienes que había donado a Santa María de España y de los que la de Santiago era legítima heredera.
      En 1282 el rey sabio hizo merced del Castillo y de la Villa de Alcalá Sidonia a don Alfonso Pérez de Guzmán, mostrándole su gratitud por varios hechos en su favor. Es así como Alcalá pasa a ser tierra de señorío, aunque por poco tiempo (en este primer paso), ya que Pérez de Guzmán estaba descontento con estos terrenos por “estar frontera de moros y aparejada para se perder” por lo que obtuvo autorización del rey para la permuta por unos olivares de Monteagudo, lo cual hizo que Alcalá volviera, de nuevo, a ser real, aunque por poco tiempo, ya que años más tarde pasará a manos de los Ribera-Enriquez, en el proceso de «señorización» que se produce en España con Juan II y Enrique IV.

      Con Medina Sidonia y Torre Estrella debió ocurrir otro tanto de los mismo, ya que existe un privilegio, otorgado por Alfonso X, en Sevilla, el propio año de 1282 a los pobladores y moradores del castillo de Medina Sidonia y de ese privilegio se desprende que ni la Orden de Santiago, ni otra alguna, tenían ya dominio en aquel territorio.

      Y de este modo se perdió la vinculación de esta zona con las Ordenes Militares y tan tristemente acabó Santa María de España, el sueño dorado, el gran infortunio, del sabio rey que conquistó Alcalá.



NOTAS

(1) Sánchez Saus, R., «Las órdenes militares en la provincia de Cádiz» Actas de las Jornadas conmemorativas del VII Centenario de la muerte de Alfonso X, el Sabio. Cádiz, 1983, p. 56.

(2) Menéndez Pidal, J., «Noticias acerca de la Orden militar de Santa Mara de España», Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, n° 8 y 9, Madrid 1907, p. 163.

(3) Torres Fontes, J., «La Orden de Santa María de España», Miscelánea medieval murciana, V. 113, Murcia 1977, p. 80.

(4) Menéndez Pidal J. op. cit. p. 163

(5) Torres Fontes, J. op. cit. p. 802805

(6) Menéndez Pidal J. op. cit. p. 166

(7) Torres Fontes, J. op cit. p.805-806

(8) Sánchez Saus R. op. cit. p. 60

(9) Torres Fontes, J. op. cit. p. 805

(10) Menéndez Pidal J. op. cit p. 168-170 (1 1) Torres Fontes, J. op. cit. p . 808-809

(I) ARCHIVO HISTORICO NACIONAL: Orden militar de Santiago. Priorato de Uclés. Medina Sidonia. Cax. 222, núm. 4

(II) ARCHIVO HISTORICO NACIONAL: Orden de Santiago. Priorato de lides. Alcalá-Sidonia. Cax 58, núm 2,

(III) Ortiz de Zúñiga. Anales eclesiásticos y seculares de la Ciudad de Sevilla. Nota: (I), (II) y (III), se recogen en: Menéndez Pidal, J. op cit. pp. 177-180 y 171.

viernes, 22 de noviembre de 2013

La Devoción alcalaína en los Siglos XVII y XVIII (V)




3.- EL CULTO A LA VIRGEN MARÍA. 

     Quizá éste sea el apartado que se presente más interesante, ya que, a priori, todo puede inducir a pensar en la supremacía del hoy omnipresente y casi totalitario culto a la Virgen de los Santos sobre otras advocaciones marianas y sin embargo, no siempre fue así. 

     Según podemos deducir por el número de menciones, durante el siglo XVII el principal culto mariano debió ser el que se rendía a la Virgen del Rosario del convento de Santo Domingo, que triplica al de la Virgen de los Santos, en segundo lugar, seguido de cerca por el culto a la Virgen de la Soledad de la ermita de la Vera Cruz. 

     Aparte de estas tres grandes devociones también hemos encontrado en el siglo XVII el mismo número de menciones de las Vírgenes de los Remedios, en la Parroquia, del Buen Suceso, en la ermita de San Vicente y de la Consolación, en el convento del mismo nombre sito en el hoy conocido como barrio de San Antonio.
PORCENTAJE DE LAS MENCIONES DE VÍRGENES
 EN TESTAMENTOS EN EL SIGLO XVII

     Sin embargo, durante el siglo XVIII, la devoción mariana sufrirá un cambio importante ya que, según las menciones, mientras el culto a la Virgen de los Santos se triplica con respecto al siglo anterior, a la Virgen del Rosario le sucede todo lo contrario. También aumenta el culto a la Virgen de la Soledad. 

     El culto a las Vírgenes de los Remedios y Buen Suceso siguen en la línea del siglo anterior, mientras que no hemos hallado ninguna referencia a la Virgen de la Consolación. Por otra parte, aparecen nuevas imágenes, con un culto más limitado que las tres principales (Santos, Rosario y Soledad), siendo destacable la aparición del culto a la Virgen del Carmen, en el convento de la Victoria, que es la que cuenta con más devoción entre las nuevas advocaciones, gracias a que desde un principio contó con cofradía propia.

PORCENTAJE DE LAS MENCIONES DE VÍRGENES 
EN TESTAMENTOS EN EL SIGLO XVIII
     En el siguiente gráfico podemos comparar las tendencias del culto a las distintas advocaciones marianas.

EVOLUCIÓN DEL CULTO MARIANO EN ALCALÁ

SEGÚN EL PORCENTAJE DE  MENCIONES EN LOS DOS SIGLOS



La Virgen del Rosario 

      El culto a la Virgen del Rosario ha estado siempre vinculado a los frailes dominicos y en Alcalá contarían casi desde los inicios del convento con una talla. Contó con cofradía propia, existente ya en 1571, tal como se recoge en el testamento de Alonso Ruiz, donde se menciona lo siguiente: 

“me acompanen las cofradias de la sta mysericordia y de la veracruz y de nra señora del que rosario” (11) 

     Esta virgen es mencionada en los testamentos del siglo XVII en 19 ocasiones (25,33 % de todas), siendo 9 de hombres y 10 de mujeres. 

     A tenor de los datos, es en el primer tercio del siglo cuando la devoción parece estar en su punto álgido, ya que, de las 19 menciones, 14 se producen antes de 1633. Hay que tener en cuenta que en 1590 se sustituyó la primitiva imagen por una nueva, realizada por el escultor Juan Martínez Montañés. Otro dato que corrobora este aspecto es la realización de unas andas de plata para la imagen por el platero jerezano Juan Díaz de Mendoza en 1634 (12) 

     Podemos desgranar las menciones de la Virgen del Rosario en el siglo XVII de la siguiente manera: 

     a) Acompañamiento del cadáver. Nos encontramos 2 menciones de este tipo, una de ellas se produce en el testamento otorgado el 15 de octubre de 1600 por un hombre de apellido Gómez: 

“Yten que el dia de su enterramo. (enterramiento) le acompañen con la cruz de la iglesia mor (mayor) de esta vaª (villa) las cofradías de la sta misericordia y vera cruz y del rosario de esta vª por ser hermano” 

Testamento de 1600, mencionando a  la Virgen del Rosario

     b) Misas. En 13 ocasiones se pide se celebren misas. Seis personas mandan 1 misa, otras cinco encargan 2 misas, mientras que una ordena 9 y otra, 12 misas. 

     c) Donativos o limosnas. Nos encontramos con 2 donativos en especie, cera para el culto y una pulsera de oro y otros 2 en metálico, uno de 2 reales y otro, el más interesante, de una limosna (ilegible) para el desempeño de la corona de Nuestra Señora del Rosario. 

     Insertamos a continuación la relación de testamentos relativos a esta Virgen en el siglo XVII.  La A hace referencia al acompañamiento del cadáver, la M a la celebración de misas y la D a las mandas (donativos y limosnas). 

1600 – Juan ¿González?
1600 - Alonso Martín Núñez
1600 - ¿Lorenzo? Gómez
1600 – Quiteria de los Reyes
1601 – Francisco de Medina Luengo
1602 – Inés ¿García?
1602 – Marina de Pina
1610 – Jorge Morejón
1622 – Elvira ¿Sánchez?
1622 – Leonor de Medina
1628 – Isabel Gómez
1633 – Juan Martín
1633 – Juan Fernández
1633 – María Pérez
1673 – nombre ilegible
1673 – Manuel Perales
1693 – María Domínguez Pacheco
1694 – Leonor Zambrano
1695 – Elvira Trinidad
A – le acompañe la cofradía
M – misa por ser hermano
A – acompañe la cofradía
M - 1 misa
M - 1 misa
M – 1 misa
M – 2 misas
M – 12 misas
M – 2 misas
M – 1 misas
M – 9 misas
M – 2 misas
M – 2 misas
M – 1 misa
D – 12 reales para la corona
D – 2 reales a cofradía
M – 2 misas
D – 1 pulsera con cuentas de oro
D – Cera para cofradía


     En el siglo XVIII, a pesar de que el número general de menciones documentadas casi se ha multiplicado por cuatro, nos encontramos tan sólo con 20 referencias a la Virgen del Rosario (7,01 %), una más que en el siglo pasado, 12 en testamentos masculinos y 8 en femeninos. Este dato puede indicar un decaimiento del culto, aunque si analizamos las menciones, nos daremos cuenta de que se ha producido una diversificación o proliferación de otros cultos que han superado al de esta talla. 

     En este siglo no hemos encontrado ninguna referencia solicitando el acompañamiento del cadáver y sin embargo encontramos menciones certificando la existencia de la cofradía en todas las décadas desde 1700 hasta 1750. 

     Tan solo encontramos 5 encargos de misas, aunque uno se trata de una misa perpetua anual en su altar y el otro de 20 misas. 

     Donde si se produce un salto cuantitativo es en las limosnas y donativos puesto que encontramos algunos de 300 reales, otro de 50 y otro de 10 pesos escudos. Asimismo se produce un aumento de las donaciones en especie, destacando algunas en fanegas de trigo, otra de 7,5 varas de tafetán o la que consta en el testamento que el 15 de noviembre de 1730 otorga Catalina de Espínola y Gamaza ante el escribano Francisco Marchante: 

”… un anillo de oro con Esmeralda a nuestra Sra del rosario…” 

Testamento de Catalína de Espínola en 1730


     La relación de referencias relativas al siglo XVIII es la siguiente (marcadas con * las documentadas en los libros de funerales): 

1704 – Domingo Blanco
1705 – Juana Ramos
1707 – Bartolomé Alo. Vázquez de Medina
1717 – Diego Jiménez de Zurita (clérigo)*
1723 – Domingo Marcos
1723 – Andreana de Mesa y Doncel*
1727 – Alonso de Araña*
1729 – Domingo de Campos*
1729 – Juan Donato*
1730 – Catalina de Espínola y Gamaza*
1732 – Manuel Rodríguez Jordán*
1736 – María Morillo Bañales*
1737 – Juan Gómez Correa (presbítero)*
1738 – María de Espino y Barba*
1740 – Francisca Ramírez*
1741 – Jacinto Gómez Caballero*
1746 – Lucia Ana Morillo Bañales*
1755 – Mateo Sánchez Godoy*
1764 – Juana Vidal*
1773 – Francisco González Acedo*
D - 50 reales a cofradía
D - 1 real a cofradía.
D - 4 reales a cofradía.
D - 12 reales a cofradía.
M - 20 misas
M - 1 misa perpetua
D – 4 reales para 1 misa
D – 1 fanega trigo a cofradía.
M – 1 misa perpetua anual
D – 1 anillo de oro con esmeraldas
D – ½ fanega trigo a cofradía.
D – limosna ¿? a cofradía.
D – 10 pesos escudos a cofradía.
D – 7 ½ varas de tafetán sencillo
D – 1 arroba cera blanca
M – 2 misas
D – 1 arroba cera + 30 reales a cofradía
D – 2 fanegas trigo
D – 2 libras de cera
D – 300 reales

Virgen del Rosario

NOTAS

(11) Archivo Histórico Provincial de Cádiz. (AHPC) Alcalá de los Gazules. Legajo ALC394. Notario Asencio Torreblanca. s/f.. Datos recogidos por Francisco Espinosa de los Monteros Sánchez en “Aproximación al estudio del Patrimonio imaginero de Alcalá de los Gazules” publicado en la Revista de Apuntes Históricos en 2007. 

(12) JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN PORTILLO, J.: “Apuntes Histórico Artísticos de Jerez de la Frontera en el siglo XVII”, en Revista de Historia de Jerez, nº 6, 2000, p. 193. Datos recogidos por Francisco Espinosa de los Monteros Sánchez en “Aproximación al estudio del Patrimonio imaginero de Alcalá de los Gazules” publicado en la Revista de Apuntes Históricos en 2007.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Pasajeros a Indias durante los siglos XVI y XVII (I)


Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos en 1998


Francisco Basallote Muñoz 

ALCALÁ EN LA ÉPOCA DEL DESCUBRIMIENTO 

      La villa fronteriza de Alcalá que hasta mitad del siglo XV había mantenido su condición de realenga, salvo breves periodos, pasó dentro del proceso de debilitación de la corona durante el reinado de Juan 11 de Castilla, al régimen señorial mediante concesión en carta de merced, fechada e1 27 de octubre de 1441 (2), a Per Afán 11 de Ribera, Tercer Adelantado de Andalucía, que tomaría posesión de ella e1 31 de diciembre de 1443, iniciándose un largo periodo de dependencia de la Casa Ducal de Medinaceli, que solo se rompería con la caída del Antiguo Régimen. 

     En octubre de 1492, acababa de heredar el Adelantazgo Francisco Enriquez de Ribera, durante cuyo mandato se produjo la fundación de la villa de Paterna, en 1503 en tierras que hasta entonces habían estado en el término de Alcalá (3). El 8 de febrero de 1509 moría en Alcalá, D. Francisco Enriquez, heredándole su hermano D. Fadrique como sexto Adelantado de Andalucía, quien el 14 de febrero "tomaba personalmente posesión del castillo, de los términos y dehesas mirándolos con sus ojos" (4) y para cuyo gobierno otorgó el 30 de junio de 1528 unas Ordenanzas, que rigieron la vida de la villa durante tres largos siglos, y que han sido editadas reciente-mente por Marcos Fernández Gómez (5), junto con un documentadísimo estudio de las mismas. 

     Acabada la guerra de Granada y por consiguiente la inestabilidad de la frontera, la villa incrementa su población, así el censo de 1534 contabiliza un total de 576 vecinos, señalándose en dicho censo que en los últimos veinte años había aumentado en 100 vecinos (6), es decir un incremento del 17 %. Hay otra referencia de Agustín de Horozco (7), citada por A Muñoz (8), según la cual en el siglo XVI la población de Alcalá era de "mas de ochocientos vecinos". Este aumento de población continuó siendo tal que entre los censos de 1534 y el de 1591, según A. Domínguez Ortiz (9) las "poblaciones de la antigua frontera duplicaron su población". Las mismas ordenanzas, según comenta M. Fernández Gómez (10), establecen condiciones para enraizar a los nuevos vecinos en la villa, dándoseles por el Concejo tierras para casa y viña. 

     Es Alcalá en la segunda mitad del siglo XVI una población consolidada, con una estructura urbana definida, una importante producción agrícola y ganadera, que en 1534 producía unas rentas de pan al Marqués de Tarifa de 1.441 fanegas y 1 celemín de trigo y 720 fanegas y 6 celemines de cebada, según M. Fernández Gómez (11) y un abundante número de oficios, cuyas actividades estaban asimismo reguladas en las citadas ordenanzas (12) y que iban desde escribanos a zapateros pasando por mesoneros, carpinteros y sastres. 

     De esta villa, poco tiempo después del Descubrimiento, salieron algunos de sus vecinos con destino a América, siguiendo la atracción de lo desconocido y con la previsible voluntad de mejorar de vida. 


PASAJEROS A INDIAS DE ALCALA DE LOS GAZULES 

     En el Archivo General de Indias, en la signatura de PASAJEROS, se encuentran las relaciones de viajeros a Indias que desde 1509 (3) los oficiales de la Casa de Contratación estaban obligados a confeccionar tomando nota de todos los que fueran a Indias, "asentando quien es cada uno, e de que manera e oficio ha vivido", asimismo en los expedientes de la signatura de CONTRATACION, iniciados después de las segundas Ordenanzas para la Casa de Contratación (14) para todos aquellos que quisieren pasar a Indias, que debían obtener una Licencia extendida por la Casa para lo que tenían que presentar una información testifical, hecha en su localidad de nacimiento, que probara que no estaba en los llamados "los prohibidos", es decir: moros, judíos, conversos, etc .... 

     En la signatura de CONTRATACION se encuentran igualmente los denominados Autos de Bienes de Difuntos, en los que también hemos investigado referencias de naturales o vecinos de Alcalá de los Gazules. En el cuadro I del Anexo se relacionan todos los pasajeros a Indias vecinos de Alcalá de los Gazules. 

      Seguramente serían más de los relacionados, hubo muchos viajeros clandestinos, a los que se llamaban "llovidos", que se atrevían a embarcarse en esas condiciones pese a ser obligatorio para el pasaje la licencia de la Casa de Contratación ya que habían fuertes multas para los polizones, para los que: "si alguno pasaren sin esta .. por el mismo hecho han perdido y pierdan los bienes ... Y ordenamos que sean echados de nuestras Yndias …” (15) Los clandestinos o sin licencia, llegaron a ser tantos a principios del S.XVII, que según cuenta Lourdes Díaz-Trechuelo (16), se expidió una Real Orden Generalísima, es decir para todas las autoridades, ordenándoles "que con mucho cuidado y diligencia procuren saber y averiguar" las personas existentes en sus territorios que carecieran de licencia. 

      En "Una fuente para el estudio de la vida cotidiana de los cordobeses en Indias" (17), María del Valle Álvarez Maestre dice que de una selección de 105 cordobeses emigrantes a Indias, sólo 4 estaban inscritos en el Catálogo de Pasajeros. 

     E. Otte reproduce en su obra “Cartas privadas de emigrantes a Indias, 1540-1616” una carta de llamada (18) en la que se dice respecto a la obtención de licencia que "sin tenerla, a trueco de muy poco dinero vienen los que quieren arrimándose a un capitán de una nao". En nuestro caso tenemos varios ejemplos de naturales de Alcalá, cuyo pasaje no aparece asentado: tres de ellos difuntos en Indias, referenciados en sus respectivos Autos de Bienes de Difuntos, Gómez de Elena, difunto en Los Angeles, Miguel Sánchez Ramos que fallece en Guatemala y Juan Gómez de Morales difunto en Portobelo, que en su testamento dice que pasó a Indias con su hijo Juan Gómez Morales; el Capitán Jorge Arias de Arbieto, cuya aventura americana se conoce por la información abierta por la Casa de Contratación en relación con el combate que tuvo con corsarios ingleses (19); y finalmente Alonso Fernández, que en 1615 regresa a Nueva España con su mujer, hijo y sobrinas, no estando asentado su primer viaje, al menos con ese nombre (20) 

     El primer pasajero a Indias natural de Alcalá de los Gazules relacionado en el Archivo General de Indias, es Diego Martín Lobusano, asentado con el n° 1687 en el Libro 2, el 27 de julio de 1535. El mismo dia, y con el siguiente número, lo es Diego Sánchez de Trujillo y el día siguiente con el número 1712 Gonzalo Hernández. Los tres, que con toda seguridad salieron juntos de Alcalá a hacer fortuna, viajan a Río de la Plata, probablemente en la expedición de Pedro de Mendoza que salió de Sanlúcar en agosto de 1535 con doce navíos y mas de mil hombres, entre los que iban 12 naturales de la provincia de Cádiz (21), grupo del que probablemente los tres vecinos de Alcalá formaron parte. 

"diego martin lobusano hijo de diego martin  lobusano y de catalina garcia vº (vecino) de alcala de los gazules..."
      En 1541, según un Expediente de Bienes de Difuntos (22), fallece en la ciudad de los Angeles (Puebla), en Nueva España, Gómez de Elena, natural de Alcalá de los Gazules dejando testamento. En 1555, Garcia de Heredia Trujillo que viaja con su mujer Inés de León y sus tres hijos, será el primer vecino de Alcalá que viaja a Perú, apaciguado ya, y que a partir de ahora junto con Nueva España va a ser el principal destino de los pasajeros de Alcalá, como de toda Andalucía. El primer viajero de Alcalá, asentado con destino a Nueva España, tras el citado caso de Gómez de Elena, será Bartolomé Sánchez, que lo hace en 1579. 

       La mayor afluencia de pasajeros de Alcalá a Indias se produce entre 1579 y 1607, siendo los años 1597, 1600 Y 1607 los años de mayor numero de pasajeros con 15, 24 Y 18 respectivamente, aunque desde el año 1579 al 1622, se produce el 88,52 % de la emigración de Alcalá. Esta concentración de la emigración en el último cuarto del siglo XVI y primero del XVII es general en la emigración andaluza, según Lourdes Diez-Trechuelo (23), aunque en el caso de Alcalá es superior a la media, pues en solo 43 años se encuentran 108 personas, de una totalidad de registros de 122. Es esta concentración muy importante y digna de mejor estudio, puesto que aunque es probable que en ella influyeran la atracción de América y las cartas de llamadas de parientes y amigos, puede ser que también fuera determinante la situación creada por las sucesivas pestes finiseculares, como la de 1580 y sobre todo la llamada peste Atlántica de 1599. 

     Existe un paralelismo en el caso de la emigración de Medina Sidonia (24), en la que en un solo año, 1578, se produjeron 46 viajeros y en el periodo 1578-1621, se produce el 74,29 % de su emigración a Indias. Esta coincidencia comarcal, -menos notoria en Vejer (25)- tiene que tener alguna causa que no acertamos a localizar; probablemente referida al mismo tiempo a las miserias post epidemiales (26) y a las malas cosechas que solían ir juntas, así A M. Bernal (27) dice que había, claro está años con climatología adversa por doquier, como ocurriera en 1589-90, que hizo decir a Mateo Alemán en su Guzmán de Aznalfarache, aquella síntesis expresiva de lo que estaba ocurriendo en la España del momento: "Libreme Dios de la enfermedad que baja de Castilla (la peste) y del hambre que sube de Andalucía”. 

SIGLO
AÑOS
Nº
AÑOS
Nº
TOTAL
XVI
1535
3
1578
1
37
1541
1
1579
7
1555
5
1586
1
1557
1
1589
1
1560
1
1597
15
1562
1

XVII
1600
24
1615
5
85
1602
1
1617
1
1605
8
1620
7
1607
18
1622
4
1608
8
1668
1
1613
8

TOTAL
122




NOTAS 

(2) FERNANDEZ GOMEZ, M. "Alcalá de los Gazules en las Ordenanzas del Marqués de Tarifa" .Cádiz. 1997. (Nota 128 del Capitulo II). 

(3) FERNANDEZ GOMEZ, M.: Op.cit. 

(4) FERNANDEZ GOMEZ ,M.: Op.cit. 

(5) FERNANDEZ GOMEZ, M.: Op.cit 

(6) DOMINGUEZ ORTIZ, A: "La población del Reino de Sevilla en 1534" . M. FERNANDEZ GOMEZ. Op.cit., (Nota 199 del cap.Il) 

(7) HOROZCO, Agustín de. ." Historia de Cádiz" 

(8) MUÑOZ RODRIGUEZ, A: "Vejer de la Frontera". Cádiz. 1996. 

(9) DOMINGUEZ ORTIZ,A: "La población en la Baja Andalucía". Tomo IV Historia de Andalucía. 

(10) FERNANDEZ GOMEZ, M.: op.cit. Cap.IV2. 

(11) FERNANDEZ GOMEZ, M.: op.at. Cuadro 2. Cap.V 

(12) FERNANDEZ GOMEZ, M.: op.cit. Cap.IV3 

(13) Real Cédula de 14 de noviembre de 1509. Valladolid. 

(14) Real Cédula de 15 de junio de 1510. Monzón. 

(15) Recopilación de las Leyes de Indias. Libro IX. Título 26. 

(16) DIAZ-TRECHUELO, L.: "La emigración andaluza a las tierras americanas". Los andaluces y América. Gran enciclopedia de España y América. Madrid, 1992. 

(17) ALVAREZ MAESTRE, Mª. V: Op.cit. 

(18) OTTE, ENRIQUE: "Cartas privadas de emigrantes a Indias, 1540-1616". Sevilla, 1991. Carta 227. Diego de Castañeda a su hermano Hernando de Castañeda. Pátzcuaro l.V1586. 

(19) A. G. I.: PATRONATO, 265, R47, 1586. 

(20) Era frecuente cambiarse el nombre al establecerse en Indias. E. Otte en su obra "Cartas privadas de emigrantes a Indias, 1540-1616", publica una carta (nº 234) en la que el firmante dice: "Digo Gaspar Mejía, porque así me hago llamar acá" 

(21) DE SOLANO PEREZ-LILA, F: " Los conquistadores andaluces". Los andaluces y América. Gran Enciclopedia de España y América. Madrid, 1991. 

(22) A. G.I.: CONTRATACION, 5576, N 5 

(23) DIAZ- TRECHUELO, L.: Op.cit. 

(24) BASALLOTE MUÑOZ, F: "Pasajeros a Indias de Medina Sidonia en los siglos XVI, XVII Y XVIII", JANDA nº 3 .Vejer de la Frontera.1997. 

(25) BASALLOTE MUNOZ, F:"Vejeriegos pasajeros a Indias en los siglos XVI, XVII Y XVIII." JANDA nº 2. Vejer de la Frontera, 1996. 

(26) A. Muñoz Rodríguez en su libro "Vejer de la Frontera", refiriéndose al descenso de población entre los periodos 1565-1594 y 1595-1624, lo explica en la elevada mortalidad catastrófica del periodo 1570-1600. Pag.164. 

(27) BERNAL M.A: "Andalucía siglo XVI; la economía urbana". Historia de Andalucía. Tomo IV. CUPSA