viernes, 16 de mayo de 2014

El cancionero popular alcalaíno (II)



2.- Coplas de temática local.

       En esta segunda categoría hemos incluido 4 partituras que Bonifacio Gil dejó transcritas, dos de las cuales  están relacionadas con la Virgen de los Santos.

      La primera de ellas, muy breve, más que copla, se trata de un ruego, que seguro que ha permanecido grabado en la memoria colectiva alcalaína. Se trata de la rogativa “Madre mía de los Santos, agua”, que fue dictada por Miguel Pérez Cubo, sacristán de la Parroquia, quien la aprendió siendo niño y que se cantaba cuando se traía a la virgen en rogativa por agua. 

      Quizá lo más interesante aquí sea que explicando cuándo se suele cantar esta estrofa, se hable también de otra costumbre perdida que era protagonizada por los niños:

      “Se canta en épocas de sequía. Preliminarmente los niños se reúnen por grupos en todos los barrios de la ciudad. En el respaldo de la silla que llevan al hombro portan una estampita de la Patrona, la virgen de los Santos. Los transeúntes les dan monedas con las que compran velas. 
Éstas son colocadas en las mismas sillas.

      Esto es indicio de gran sequía. Entonces se forma una comisión, generalmente de labradores, que solicita del Ayuntamiento la traída a la ciudad de la Virgen cuya ermita se encuentra en un sitio llamado <<los Jardales>>.

      El Ayuntamiento llama al Sr. Cura Párroco exponiéndole la petición de la mencionada comisión. Puestos de acuerdo, se organiza la rogativa a la que acude toda la ciudad.

      Es costumbre traer a Ntra. Sra. por el camino llamado <<de la Virgen>>. En el trayecto, los que llevan la imagen (en un templete de plata) entran en el río Barbate. Al pasar por éste que denominan <<Pasada de la Virgen>>, echan los fieles agua con las manos a la imagen (Esta lleva un manto verde que llaman <<Manto del agua>>) mientras imploran la lluvia con la música adjunta, con la que se mezaclan vítores, rezos y otros canticos religiosos.


Cruzando el río Barbate por la Pasada de la Virgen en 1929

     Sigue así la rogativa hasta llegar a la ciudad, en cuya parroquia, situada en el sitio más alto de aquella, celebran una novena.

     Generalmente la súplica es atendida por Ntra. Sra. haciendo una solemne función religiosa en acción de gracias.

      Después fijan el día en que la Patrona ha de ser devuelta a su ermita.”



      La otra copla relacionada con la Virgen lleva por título “Agua, Dios mío” y es precisamente el cántico que realizaban los niños por las calles portando las sillas mencionadas anteriormente, como indició de la próxima rogativa. En este caso la informante fue Luisa Vázquez Pizarro, quien la aprendió de su madre siendo niña y recogiendo en una pequeña estrofa el fín de la rogativa, que no es otro que con la llegada de la lluvia aumente la producción de trigo, baje su precio y finalmente el pan, alimento de primerísima necesidad sobre todo en aquella época, esté más barato:

Agua Dios mio.
Que corran los ríos.
El trigo barato
Y el pan a dos cuartos

La costumbre de la silla reflejada en una obra de Jesús Cuesta Arana



      Las otras dos coplas dentro de esta categoría de temas locales no guardan relación con la Virgen, pero sí con acontecimientos recordados con el paso del tiempo.

      Una de ellas, “Allá en la feria…” habla ni más ni menos que de la inauguración de la plaza de toros de Alcalá el 2 de septiembre de 1893, noticia que ya adelantamos en este mismo blog (ver enlace). Esta letrilla fuer recogida de labios de Manuel Vázquez Pizarro “Manolito Cielo” quien la aprendió dicho año, siendo su autor Vicente “el coraje” (ya fallecido en 1957). 

       Deja así para la posteridad una breve crónica de la primera corrida de toros celebrada en la nueva plaza, con toros de Peñalver, la actuación de Agualimpia, torero de Cádiz, y de un aficionado alcalaíno, un tal Baldomero, funcionario municipal y que seguramente se trate de Baldomero Rodríguez Silva, quien fuera secretario del Ayuntamiento, fallecido trágicamente en accidente de tráfico en diciembre de 1917. También se menciona a Bullón, el aguador de Alcalá, encargado de la conservación de los grifos municipales. Es posible que esta letra pertenezca a alguna agrupación carnavalesca de la época.






ALLA EN LA FERIA

Aya en la feria septiembre
Del año noventa y tres,
Se estrenó la hermosa plaza
Con toros de Peñalver.

Al salto de la garrocha,
Al tirar de las muliyas
Al manejo de de la espada,
Al jincar las banderiyas.

<<Agualimpia>> mató al toro,
Bardomero la puntiya,
Llamaremos a Buyón,
Que tire de las muliyas


Allá en la Feria



   (si tiene problemas al reproducir el archivo pinche AQUI)

Fotografía anterior a 1932 donde se aprecia la Plaza de toros en su aspecto original


      La otra copla, titulada “Hasta el reloj de la torre” recoge otro acontecimiento que en su tiempo creó gran conmoción en el pueblo. Se trata de la caída de un rayo en la torre de la parroquia la noche del 29 de marzo de 1898, suceso del que ya dimos cuenta también en nuestro blog (ver enlace).

      Al igual que en la copla anterior, el informante fue Manolito Cielo, y es posible también que tenga un origen carnavalesco, pues se habla con sorna del hecho y del susto que se llevó el cura que estaba dando la misa en el momento de caer el rayo.



HASTA EL RELOJ DE LA TORRE

Hasta el reloj de la torre
Tiene venganza con Dios.
Que el veintinueve de marzo
Cayó un rayo y lo partió.

Mira si lo partiría,
Que las piedras del reloj
Los chiquiyos recogían
(….falta un verso)

Pero el pobre Padre Carriyo
Grande sustito yevó,
Explicando la novena
Del púlpito se cayó.



Hasta el reloj de la torre



 (si tiene problemas al reproducir el archivo pinche AQUI)


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