viernes, 24 de octubre de 2014

Verdades y mentiras en torno al Bronce de Lascuta (I)


Ismael Almagro Montes de Oca 


       El Bronce de Lascuta es el objeto arqueológico más importante aparecido dentro del término de Alcalá, pues está considerado como la primera inscripción romana de España, escrita aún en latín arcaico. Sin embargo, al intentar conocer mejor su origen, he podido comprobar que existen en torno al mismo muchas incógnitas sin resolver, datos contradictorios, tales como la fecha de su descubrimiento, descubridor, comprador y, especialmente, su lugar de aparición, convirtiendo al Bronce en un auténtico Expediente X alcalaíno, del que sólo se sabe a ciencia cierta que se conserva en el Museo del Louvre de París y sobre el que intentaré arrojar algo de luz. 

      Antes de nada, empecemos por conocer el contenido del Bronce y su transcripción: 

L(UCIUS) AIMILIUS, L(UCI) F(ILIUS) IMPERATOR DECREIVIT 
UTEI QUEI HASTENSIUM SERVEI 
IN TURRI LASCUTANA HABITARENT 
LEIBEREI ESSENT AGRUM OPPIDUMQU 
QUOD EA TEMPESTATE POSEDISENT 
ITEM POSSIDERE HABEREQUE 
IOVSIT DUM POPLUS SENATUSQUE 
ROMANUS VELLET ACT IN CASTREIS 
A D XII K FEBR 

      “El gobernador Lucio Emilio, hijo de Lucio, ha decretado que los esclavos de los hastenses que habitaran en la Torre Lascutana fuesen libres, y mandó que el campo y la ciudad que poseyeran en aquel momento, los siguieran poseyendo y disfrutando, fuera voluntad del pueblo y del el senado romano. 

     Dado en los Campamentos a 12 días de las calendas de Febrero” 


      El epigrafista y jurista español Manuel Rodríguez Berlanga, publicó un estudio sobre el Bronce en 1881 (1), llegando a una serie de conclusiones, que recojo aquí por su claridad y porque nos pueden ayudar a ubicar adecuadamente el objeto y su texto: 

“1º - Que entre Jerez y Bonanza, donde hoy existe el Villar de la Mesa de Asta, hubo en lo antiguo un pueblo, que en 189 antes de Jesucristo, denominábase Asta y era regido por un régulo ibero. 

2º - Que de dicho pueblo dependía el Castillo de Lascuta, situado en las cercanías de Alcalá de los Gazules, cuyos moradores eran vasallos de los Astenses. 

3º - Que los castellanos de Lascuta vivian en una ciudad, poseían y cultivaban unas tierras, inmediatas sin duda a dicha fortaleza, cuyo dominio directo era de los Astenses. 

4º - Que en 188 antes de Jesucristo, los Astenses en unión con los Lusitanos se alzaron contra la dominación de Roma y a fines de dicho año, o acaso al comenzar el siguiente, fueron batidos en las inmediaciones de la misma ciudad de Asta por el Proconsul Lucio Emilio Paulo. 

5º - Que dicho Proconsul con motivo de tal victoria, fue proclamado imperator por sus soldados, habiendo entregado el mando al que debía sucederle, poco después del 19 de Enero del 189 antes de Jesucristo. 

6º - Que los Lascutanos, separándose de los Astenses, prestaron su concurso a Lucio Emilio, quien en cambio, después de la derrota de estos, declaró a aquellos emancipados de la servidumbre, que sobre ellos pesaba. 

7º - Que a la vez de librar el aludido Proconsul a los Lascutanos del yugo de los de Asta, les confirió la posesión y tenencias de la ciudad y de las tierras que rodeaban el Castillo de Lascuta, con absoluta independencia de sus antiguos Señores, pero transformándolos, a lo que se comprende, en estipendiarios de Roma. 

8º - Que el decreto en virtud del cual se hicieron tales concesiones, fechado en el Campamento romano a 19 de Enero, quedó sometido, en punto a la posesión de la ciudad y de las tierras lascutanas, a la voluntad soberana del Pueblo y del Senado de la República.” 

       Muy poco se ha escrito hasta ahora sobre este objeto en la Historiografía local, si exceptuamos lo recogido por Marcos Ramos Romero en su libro sobre Alcalá (1983): 

      “En 1867 es adquirido por L. Lazesky, cónsul belga en España, un bronce que luego pasaría al Museo del Louvre, a unos carboneros que ya antes lo habían enseñado al párroco don Francisco de Paula Castro y Moreno; es el llamado desde entonces <<bronce de Lascuta>>. Había sido hallado en el término de Alcalá, hacia el N.E. <<cerca de la ciudad>>, en las inmediaciones del pueblo y <<en el mismo paraje donde en 1908 se encuentran muchos objetos romanos que desgraciadamente desaparecieron>> (Romero de Torres, Catálogo p. 175), sin que podamos fijar con exactitud el sitio aunque sí el terreno que está entre la actual carretera del Valle y el camino que busca la Boca de la Foz, a unos seis kilómetros de Alcalá” 

      Desgraciadamente Ramos Romero no cita ninguna fuente donde poder corroborar todos estos datos y sólo menciona la fecha en que el objeto fue comprado. 

     Por su parte, Jaime Guerra Martínez y Gabriel Almagro Montes de Oca en el cuaderno nº 2 de Temas Alcalaínos (1984) se centran en el contenido del Bronce pero nada recogen sobre su descubrimiento. 

     Más recientemente, en 2012, Manuel Domínguez Benítez en un artículo sobre esta pieza aparecido en la Revista de Apuntes Históricos y de nuestro Patrimonio comenta: 

      “En cuanto a las circunstancias de su hallazgo, esta pequeña placa de bronce, cuya copia puede contemplarse en el salón de plenos del Ayuntamiento, fue encontrada por casualidad a mediados del siglo XIX por unos carboneros en un paraje conocido como La Magaña en las inmediaciones del Puerto la Pará, en la carretera de Alcalá a San José del Valle…En el acarreo de grandes cantidades de tierra, podía aparecer algún resto arqueológico, como es el caso de esta placa de bronce, cuyos descubridores ignoraron la importancia de su hallazgo y fue adquirida por el cónsul belga en España L. Lazersky, y luego fue a parar al Museo del Louvre, en París, en 1868, donde se encuentra en la actualidad” 

     Tampoco aquí se citan las fuentes de estas aseveraciones, omitiendo la fecha del hallazgo y presupongo que sigue a Marcos Ramos Romero en la información de los carboneros. 

     Si acudimos a Internet, la cosa se complica aún más, puesto que en páginas de carácter oficial, como pueden ser la del Ayuntamiento alcalaíno o de la Diputación provincial, se pasa de puntillas sobre el tema y tan sólo se recoge que el bronce fue hallado en la Mesa del Esparragal. Sin embargo, resulta curioso la cantidad de páginas y blogs donde se menciona que fue hallado en 1840, (2) donde en ninguno de los cuales se menciona el origen de la información, lo que contribuye a una mayor confusión si cabe sobre el objeto en cuestión. 

Torre de la Mesa del Esparragal

      Ante este panorama de incertidumbre, decidí seguir el rastro del único dato contrastado, su ubicación actual. En su día me puse en contacto con Corinne Jouys Barbelinel, encargada de Estudios documentales del Museo del Louvre, quien, tras consultar los archivos del museo parisino, me informó que la única información que poseen es que fue descubierto en Alcalá de los Gazules, adquirido por dicho museo en 1868 a Ladislas Lazeski, quien la había presentado a la Academia de las Inscripciones y Bellas Letras el 30 de Agosto de 1867. De la fecha de 1840 no tiene ninguna referencia. 

      Resulta curioso que terminara su email solicitando cualquier información que le pudiera remitir sobre el Bronce, hecho éste que menciono para que sirva de idea sobre el gran desconocimiento que existe sobre el Bronce de Lascuta. 

     Con estos datos rastreé las hemerotecas hasta dar con una noticia aparecida en el número 60 de la “Revista de Bellas Artes e Histórico-Arqueológica” el 8 de diciembre de 1867 en la que se recoge: 

“DESCUBRIMIENTO DE UNA TESSERA EN EL CAMPO DE GIBRALTAR. 

      M. Ladislao Zaleski ha hecho donación a la Academia de Inscripciones de Paris, de una téssera en bronce, la cual ha sido encontrada en los montes de Jimena, en unas excavaciones verificadas a unos seis kilómetros de Alcalá de los Gazules. El donador ha acompañado la téssera con la siguiente nota: 

<<En las inmediaciones de las dichas montañas, y en tierras de labor, existe un terreno todo lleno de materiales de construcción, restos de cornisas, estátuas rotas, y en los limites extremos de ese campo hace algunos años había una estátua mutilada, representando una sirena. Estos restos atestiguan la existencia de una gran población, que ha desaparecido en los primeros tiempos de la dominación goda, o quizás cuando la primera invasión de los árabes. >> 

     La inscripción parece referirse al año 70 antes de la era cristiana” 

     Parece claro que debemos descartar 1840 como fecha del hallazgo, ignorando por qué surge en toda esta historia. 

Vistas de la Mesa del Esparragal desde la Torre,
 lugar al que supuestamente se refiere la nota de Lazesky

    

NOTAS 

(1) RODIGUEZ BERLANGA, Manuel; “Los Bronces de Lascuta, Bonanza y Ajustrel”. Málaga 1881, pags. 493 y ss. 

(2) Empezando por páginas de recopilación de información, como pueden ser Wikipedia o Cadiznet, donde siempre hay que coger con alfileres la información, por no estar contrastadas la mayoría de las veces: 


Pasando por webs o enlaces de cierta especialización en la materia, como pueden ser: 


O en otros (casi siempre de senderismo y afines), donde se hace muy difícil conocer el origen de la información: 



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