sábado, 30 de enero de 2016

ALCALA DE LOS GAZULES. GOLPE DE ESTADO. JULIO DE 1936 (V)




       Nos permite este registro del día a día poder imaginar la situación en nuestra localidad. Nos ayuda a imaginar o a reconstruir el ambiente que se respiraba y que en multitud de ocasiones han tratado de describirme los muchos testimonios que he tenido ocasión de escuchar. Los servicios prestados por las milicias, como bien indica el principio del Diario, patrullando nuestras calles o prestando servicios de vigilancia nos amplía esta descripción. Contamos, además, con otro documento clave procedente de la propia Falange. En este caso, nos amplía la información y nos ayuda a completar ese ambiente que tratamos de describir. Contamos con el registro de servicios prestados a partir del mes de septiembre y que tendremos ocasión de conocer. El documento es un cuaderno donde se han anotado la relación de servicios prestados por días, zonas y horario. En nuestra localidad se decidieron varios puntos de vigilancia que durante las 24 horas del día eran cubiertos por Milicias de Falange. El documento relaciona todos los días desde el 14 de septiembre hasta el 2 de octubre. Aparecen no sólo los puntos o puestos de vigilancia, sino las franjas horarias que se cubren yquizás lo más delicado, las personas que prestan los distintos servicios (5).

       El Alférez Comandante Militar, D. Manuel Álvarez Navarro, a 3 de septiembre de 1936, da las instrucciones correspondientes sobre la forma de establecer los servicios de armas, cuya transcripción completa es la siguiente: 

“Los servicios de armas en la zona ocupada se montarán con sumo cuidado, aún en aquellas ciudades que han quedado a retaguardia, evitando que el exceso de confianza pueda conducir a situaciones difíciles y comprometidas.

       Diariamente se montará en todas las entradas y sitios dominantes de las ciudades una estrecha vigilancia registrando y deteniendo a toda persona sospechosa. Se establecerá un retén permanente en un lugar céntrico para concurrir a cualquier llamada de servicio de vigilancia. Este servicio será reforzado durante la noche, retirándose la vigilancia avanzada al interior de la ciudad y reforzando el retén. Independientemente y si las circunstancias lo requieren podrán los Comandantes Militares tomar aquellas disposiciones que crean convenientes, como establecer servicios extraordinarios, prohibir la circulación de personas durante determinadas horas de la noche, impedir la entrada o salida de determinado sector de la Ciudad, etc.,, respondiendo en todo momento del orden público y del exacto cumplimiento de las disposiciones emanadas de ls superioridad.

      Los servicios que tengan que efectuarse fuera de la ciudad, como convoyes, reconocimientos, escoltas, etc., se llevarán a cabo siempre con la protección conveniente, según las circunstancias, adoptando en las marchas las medidas de protección y seguridad necesarias, evitando emboscadas y sorpresas desagradables. El jefe de cada expedición de esta naturaleza será el responsable del exacto cumplimiento de estas instrucciones, debiendo siempre tener en cuenta que la vida de los individuos confiados a su mando, exige el no omitir el más pequeño detalle de seguridad.

      En determinadas circunstancias y cuando tuvieran confidencias fidedignas de que los merodeadores pretenden algún golpe determinado de mano, efectuar alguna concentración o el paso por un determinado lugar podrá establecer un servicio de emboscada. Estos servicios por la delicadeza de los mismos, requieren una preparación cuidadosa, unos efectivos proporcionados a la misión a desempeñar y una tropa muy escogida, sobre todo los efectuados durante la noche. Un servicio de estos no debe intentarse nunca sin tener muchas probabilidades de éxito. Se montará siempre de forma que la retirada quede completamente libre por si fracasa.

      A veces el enemigo ocupa posiciones dominantes o fuertemente atrincherados desde las cuales puede hostilizar con completa impunidad a las fuerzas atacantes. En estos casos si las fuerzas no cuentan con medios ofensivos suficientes para reducir al adversario podrá intentarse su rendición, bloqueándolos hasta que la necesidad los obligue a salir y luchar en campo abierto, con lo que pierden todas sus ventajas, ya que la moral los coloca en condiciones de inferioridad” (6).

      Siguiendo las instrucciones, desde Falange se diseña el Plan de Vigilancia de la manera siguiente:

      Como puestos, aparecen: Cuartel, Los Pozos, Punto de Carabinero, Larios, El Molino e Imaginarias.

      Las franjas horarias que cubren los distintos turnos son, como servicios de noche, desde las 21 horas a las 1,30 y desde la 1,30 a las 6 de la mañana. El servicio de día enlazaba desde las 6 de la mañana hasta las 13,30 y desde las 13,30 a 21 horas y así sucesivamente se cubrían las 24 horas.

      Los distintos turnos se componían, dependiendo del punto de vigilancia, de cabo y militantes. Normalmente tres o cuatro personas por puesto. El número aumentaba en los servicios de noche.

      Se destacan algunos servicios especiales como el del día 17 septiembre, que se desplazan al sitio del Carrizoso, un grupo de falangistas compuesto de un jefe, un subjefe y 9 militantes. Al día siguiente también, otro servicio especial se dirige a finca La Bovedilla. En este caso, el grupo se compone de 10 militantes sin distinción de jefes o subjefes. El 19 de septiembre, nuevamente se dirige un servicio especial de 10 militantes al mismo sitio de La Bovedilla. Solo algunos de los componentes repiten el servicio. También a La Bovedilla se desplaza otro grupo de 9 militantes además de un jefe y un subjefe el día 25 de septiembre.

      En octubre, el día 1, se repite el servicio a La Bovedilla, con la misma composición: jefe, subjefe y 9 militantes.

      El 7 de octubre, se presta un servicio especial de apoyo a la Guardia Civil, donde participan 6 militantes. También a La Bovedilla y con la misma composición que el día 1, se vuelve a prestar el servicio el día 9.

      Como servicio especial, se recoge la salida al Puerto de las Palomas el día 14 de octubre, acompañando a la Guardia Civil. En este caso el acompañamiento es de un Jefe de Falange, un jefe y subjefe de escuadra, 5 militantes y dos agregados (así consta).

      Nos amplía la información y por tanto, nos permite conocer aún más el ambiente de estas semanas y meses, otro documento clave. Es el expediente del año 1939 “sobre depuración de funcionarios de la Administración Local del Ayuntamiento, con motivo de la disposición inserta en el Boletín Oficial de la Provincia de dos de agosto de 1939” (7).

     
NOTAS

5.- AMAG. Relación de Servicios Prestado. Legajo 975

6.- Instrucciones correspondientes sobre la forma de establecer los servicios de armas. AMAG. Falange. Legajo 975

7.- AMAG. Depuraciones. Expedientes Personales. Legajo 376

sábado, 23 de enero de 2016

La Escuela rural: de los maestros de campo a las escuelas unitarias (I)



Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos 2013

José Luis Blanco Romero 


1.-PRESENTACIÓN. 

       La idea de escribir este artículo sobre la educación rural en los campos de Alcalá, surgió al tener conocimiento de la página Web (www.maestrosdecampo.detarifa.net), elaborada por Beatriz Díaz, en la que se recoge información sobre los maestros rurales que ha habido en el término municipal de Tarifa. Es una iniciativa muy interesante, que ha logrado rescatar la memoria histórica de la enseñanza en esta localidad, en la que comparecen los protagonistas directos: maestros, alumnos y todas aquellas personas que han tenido a bien participar aportando su información y su testimonio. 

      Animo a todos los interesados a visitar la página, de la que podrán extraer una visión documentada de lo que fue el trabajo de estos enseñantes y de la importancia que ha tenido en la mejora de la calidad de vida de la población que disfrutó de sus servicios. Invito a los jóvenes historiadores alcalaínos a que trasladen esta notable experiencia a nuestro pueblo, abriendo un portal informático, una página Web o cualquier otra fórmula similar de las que nos permiten las nuevas tecnologías, para recoger una parte sustancial de nuestra memoria, mediante la participación desinteresada de todo el que quiera aportar su visión o su experiencia, especialmente de quienes la vivieron, antes de que el tiempo inexorable las borre para siempre. 

      Estas breves páginas no pretenden ser un documento con rigor histórico, que habría que escribir acudiendo a los archivos oficiales y trabajando con la paciencia y el rigor de los que este documento carece. Nuestra modesta intención es la de rescatar el recuerdo emocionado de quienes las lean y sobre todo llevar a cabo un pequeño homenaje a los maestros y maestras, que tanto hicieron por todos nosotros, los que, sin su difícil y sacrificado trabajo, habríamos sido condenados al analfabetismo y a la ignorancia. 

      Quiero residenciar ese sincero y profundo reconocimiento, especialmente en toda una generación de jóvenes maestras, en su mayoría forasteras (canarias, castellanas y extremeñas), pero también de otros pueblos de la provincia y del mismo Alcalá, que aceptaron con voluntad de hierro comenzar su magisterio en las condiciones más difíciles y adversas, en destinos imposibles y en circunstancias dramáticas, sufriendo la inadaptación y el desarraigo de su tierra y sus gentes, para ayudar a muchos alcalaínos a labrarse un futuro mejor del que tenían asignado. 

2.-LA MAGIA DEL MUNDO RURAL. 

       En el bosque animado, donde vivían multitud de criaturas a la buena de Dios, reinaba el hombre de campo, ocupado en el cultivo de la tierra, el manejo de las ganaderías y los trabajos forestales. En aquellos tiempos el turismo no se había inventado aún y los forasteros ocasionales eran recibidos entre la curiosidad y la desconfianza de los nativos, interesados por la novedad de la visita y escaldados por el repetido timo de los cantamañanas, que llegaban ofreciendo un mundo en colores y se marchaban a hurtadillas una vez perpetrado el engaño. 

      El comercio estaba en manos de los recovecos que recorrían los campos ofreciendo sus mercancías y practicando el trueque; una tira bordada por una docena de huevos, paquetes de café a cambio de los pavos de navidad, azúcar y tabaco por tres corderos lechales y dos chivos de cabra payoya. Intercambio de recursos naturales y mercancías de primera necesidad, con las cuentas a ojo o anotadas en papel de estraza, como el que se usaba para envolver las sardinas arenques, para aplastarlas entre el marco y la puerta. Artículos de primera necesidad, de los que no daba la tierra, para completar la despensa de la matanza, la caza y el huerto. Había donde elegir, en un variado surtido de mercancías habituales y también se podía comprar por encargo, si se tenia la posibilidad y la paciencia de esperar la próxima visita del tendero ambulante, una profesión que encamaron como nadie la familia de los Inarejo (Perea). 

     Era un mundo de gañanes y pastores, de cabreros y segadores, de vaqueros de retinto y remontistas de potros salvajes. Una época en la que te hacían hombre desde niño, en cuanto picabas el anzuelo de emular a los mayores con la yunta y el arado, con la escopeta y el calabozo. Así, engatusado con la prisa de ser mayor, de emular a los padres, a los abuelos, con el único objetivo de ser como ellos, ni más ni menos, ni menos ni más, las nuevas generaciones transitaban los oficios y tareas de la tierra y del hogar, conforme a una clasificación preestablecida inalterable, en la que para el varón reinaba la fuerza la experiencia, la edad y los cayos de las manos endurecidas por la continua briega, con y contra la naturaleza salvaje hasta domesticarla. 

    Una sociedad sencilla, primaria, ancestral, con valores trascendentes y coherencia razonable. Un mundo de vecinos, propietarios y jornaleros, de grandes señores y de siervos. Todos amarrados a la tierra, los más trabajando a diario por la subsistencia como jornaleros de sol a sol; los menos, ejerciendo los privilegios que les legó la herencia; los demás, sosteniendo y engordando un pequeño patrimonio levantado con sangre sudor y lágrimas. 

     Una pequeña-gran sociedad que habitaba chozas de piedra y barro, de brezo y castañuela, casas forradas de cemento y cal, cortijos a dos aguas con patios y estancias, todos agrupados en pagos, núcleos dispersos y aldeas en los que se vive la solidaridad de amasar el pan y acarrear la leña, de castrar las colmenas y hacer la matanza, de combatir el fuego y organizar batidas contra las alimañas. 

     Un universo pequeño en el que predomina, prácticamente en exclusiva, la transmisión oral del conocimiento real y del mundo mágico, plagado de creencias y supersticiones, en un sincretismo de dioses buenos y espíritus malignos, que asustan y reconfortan, que auxilian en las penalidades y exigen la represión de los instintos. Una escuela de la vida casi ajena al papel impreso, representado por los almanaques ilustrados con bodegones de naturaleza muerta, relacionados con las cacerías (conejos, perdices, escopetas y cananas observadas por galgos o podencos) y con mujeres morenas pintadas por Romero de Torres, mientras posaban ataviadas con trajes típicos o entallados de alta costura, en actitud ausente o atareadas en el acicalamiento personal. 

      La cultura oral de los abuelos y las abuelas, en las noches cenadas de invierno junto al fogarín y en la puerta de la casa, al fresquito del relente veraniego, con relatos fantásticamente verídicos de caballos que surcan los caminos en tropel, arrastrando pesadas cadenas, de gallinas doradas y relucientes con su carnada de pollitos, que se apuestan en las esquinas como estandartes de plácidas catástrofes, con robos, raptos y obscuros asesinatos,cuyos autores arrastran sus culpas como fantasmas a los que se les niega el sosiego de la muerte. 

     Esos calendarios eternos, pasados de fechas, que permanecían petrificados por el tiempo, el polvo y el hollín de la chimenea, compartiendo espacio en las paredes con las fotos de la boda de los abuelos. En el centro, en un lugar preferente el cuadro de La Virgen y El Niño Jesús, cuajado de estampitas de cuando las comuniones de los retoños, incrustadas entre el cristal y el marco de madera, a modo de retablo barroco de divinidades, posando en actitud serena o consumidos por la pena y un coro de angelitos rosados y rollizos, con la leyenda de “gloria a Dios en las alturas”. 

     En los grandes cortijos, junto a los antepasados benefactores, los trofeos de caza inundan las paredes con un bosque de cuernos, dejando constancia de la precisión entre el ojo y la bala, junto a la foto panorámica de las reses alineadas en el patio, dando fe de la masacre de ciervos y jabalíes 

     Los escasos papeles, confinados bajo llave en los arcones de madera Y metal, forrados de tela por dentro, en donde se guardaban las escrituras de la casa y el libro de familia, las cartas de amor y la cartilla militar, la lencería fina y los encajes del ajuar, el reloj con su cadena para amarrar al ojal del chaleco y los pendientes de oro recuperados de la casa de empeño. 

      Casas vacías de libros, de cuadernos, de papeles, que más tarde comenzarían a recibir las primeras remesas de la letra impresa de la mano de El Capitán Trueno, Jabato, el Guerrero del Antifaz, el TBO y las novelas del oeste de Marcial Lafuente y Key Luger. Años más tarde, la sequía se transformó en la inundación de las letras, con el derroche de la enciclopedia ilustrada, la historia universal y los atlas de geografía de España y el Mundo, comprados por metros para rellenar las estanterías del mueble bar. 


3.-LOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS. 

     En una sociedad como la andaluza, huérfana de la revolución industrial y de la burguesía emprendedora, tan dependiente del sector agrario y con una distribución de la tierra en la que han predominado los grandes latifundios, el analfabetismo y la ignorancia han sido una lacra permanente, sólo superada muy recientemente mediante las escuelas rurales, las campañas de alfabetización y los centros para mayores que se implantaron a partir de la transición a la democracia en España. 

     El acceso de la población a la educación era muy limitado, reservado a aquellos que disponían de recursos económicos y tenían interés por el conocimiento, porque incluso muchas familias, que por patrimonio podían habérselo permitido, renunciaron a los estudios, para seguir la tradición familiar de trabajar en la gestión de la finca o disfrutar plácidamente en la ciudad de las rentas anuales que ésta generaba. Mientras que para los jornaleros siempre ha sido un lujo inalcanzable, para algunos propietarios era un esfuerzo innecesario. Sólo la clase media de comerciantes y funcionarios ha valorado siempre la importancia que la educación tenía para el futuro de sus hijos. 

      Hasta tiempos muy recientes el esfuerzo de las administraciones públicas en materia educativa ha sido muy limitado en las ciudades, escaso en los pueblos y prácticamente inexistente en el hábitat rural disperso. El vacío ha sido cubierto en gran medida por la Iglesia, a través de las diferentes congregaciones religiosas y de una forma más limitada a través de iniciativas de la sociedad civil, entre las que habría que destacar la "Institución Libre de Enseñanza", las "Sociedades de Amigos del País", las "Misiones Pedagógicas" y las "Casas del Pueblo", que en un tiempo fueron escuelas a disposición de los jornaleros. 

      Don Fernando Toscano de Puelles, nos sitúa la fundación del Beaterio de Jesús, María y José, en su libro sobre la biografía del "sacerdote beneficiado de San Jorge" Diego Ángel de Viera, el 12 de abril de 1788. El mismo autor en su libro "Las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia en Alcalá de los Gazules", editado por la Asociación de Antiguos Alumnos, cita "al menos tres centros docentes específicamente católicos: el primero, un Colegio de Segunda Enseñanza denominado San José, activo desde 1879; el segundo, una Escuela de Adultos gratuita, inaugurada en la fiesta de San Jorge de 1885 y la Escuela Popular gratuita para niños creada por los sacerdotes de Alcalá en 1918". 


     En las difíciles relaciones del poder establecido con la cultura, los maestros y los educadores en general han sufrido la desconfianza, el desapego y hasta la persecución de los gobernantes. Estas circunstancias fueron especialmente dramáticas tras el golpe de estado que se produjo contra la República en 1936, como ha documentado de forma muy pormenorizada José A. Pettenghi Lachambre en su libro "La Escuela Derrotada'' (Quorum Editores), en la que hace un "estudio del proceso depurador al que fueron sometidos los maestros y maestras nacionales con destino en las escuelas de Cádiz y su provincia, como consecuencia de la Guerra Civil Española". 

     De acuerdo con lo que escribe el profesor Petenghi en su libro antes mencionado, en Alcalá sólo hubo un maestro depurado: Don José María Limón Carrasco, que sufrió una sanción de dos años de empleo y sueldo. Por otra parte, don Joaquín García Jiménez, que estuvo exiliado en. Inglaterra hasta su muerte. Aunque daban clases particulares fuera del sistema escolar, no pertenecía oficialmente al cuerpo de maestros. 

      Como consta en el libro "Alcalá de los Gazules", escrito por Marcos Ramos Romero y editado por la Diputación Provincial dentro de su colección "Historia de los Pueblos de la Provincia de Cádiz", los antecedentes y gérmenes del sistema público-privado de enseñanza en Alcalá de los Gazules, junto con el Beaterio, pasan por: la escuela pública, ubicada en la calle Ildefonso Romero, en la que daban clase los hermanos Fernández, la ubicada en la calle Real dirigida por D. Manuel Marchante, con la ayuda del maestro D. José Limón, la escuela nacional de la calle San Francisco, con D: Francisco Martos, la Academia de San Francisco Javier de D. Antonio Barroso, el colegio público ubicado en el edificio del antiguo Cabildo en el que enseñaron Jorge Muñoz, Pepe Coca y Francisco Almagro, el Colegio Juan Armario de la calle Los Pozos, inaugurado en 1954, El Convento (SAFA) en marcha desde el 17 de enero de 1955. Posteriormente se añadieron a la oferta educativa local en el curso 1969-70 el Colegio Libre Adoptado Sainz de Andino y el Centro de Adultos en 1984. En 1998 el Colegio Juan Armario se trasladó a las nuevas instalaciones de San Antonio. 




sábado, 16 de enero de 2016

Las Ordenanzas municipales de 1900 (I)


Ismael Almagro Montes de Oca

     En 1900 el Ayuntamiento alcalaíno publicó unas ordenanzas con las que pretendía regular la convivencia diaria en la ciudad, tanto en su aspecto económico como  social. Se trata de un cuerpo de nada menos que 235 artículos, repartidos en 38 capítulos que tratan de aspectos tan diversos como las fiestas, incendios, limpieza,  establecimientos, etc. Muchos de los artículos tendrían perfectamente cabida en el Alcalá actual, mientras otros son fiel reflejo de la época en que fueron redactados y que hoy día no dejan de despertar curiosidad.

      Estas ordenanzas, que en 1918 fueron recogidas por el periódico alcalaíno "El Castillo de Alcalá", se han convertido en una ventana al pasado que nos permiten conocer mejor cómo era Alcalá recien estrenado el siglo XX.


CAPÍTULO I

Orden y buen Gobierno
De las fiestas y solemnidades religiosas


Artículo 1.- Desde el jueves Santo. celebrados que sean los Divinos Oficios, hasta el Sábado siguiente al toque de Gloria, por respeto a los Misterios de la Religión que profesamos los españoles, se recomienda a los dueños de los establecimientos de bebidos espirituosas, tengan entornadas las puertas de éstos, no permitiendo ruidos en ellos de ninguna clase.

       No se permitirá pregonar en las calles por los vendedores ambulantes, prohibiéndose, asimismo, los corrillos o grupos en las puertas de los templos que puedan embarazar la entrada y salida de los fieles en ellos.

      Todas las procesiones de la Semana Santa, Corpus Christi y otras, deberán ir presididas por la Autoridad local, custodiadas por sus agentes, para que en ellas se observe o se haga observar la debida compostura y ordene. 

Art. 2.- Ninguna procesión saldrá del templo sin dar conocimiento la autoridad eclesiástica o la civil, por lo menos con 24 horas de anticipación, designándose las calles que ha de recorrer.


CAPITULO II

Fiestas y diversiones públicas.
Carnaval

Art. 3. - Se autoriza el ir por las calles los tres días de Carnaval y Domingo de Piñata, hasta las diez de la noche, con disfraces, siempre que estos no imiten el uniforme o traje de los que usan los altos funcionarios del Estado, sacerdotes, ni ostentaren insignias o condecoraciones algunas.

Art. 4.- Ninguna persona disfrazada podrá llevar armas, aunque las requiera el traje, como cualquier instrumento u objeto que pueda causar daño.

Art. 5.- Las reuniones o bailes públicos que se permitan por la autoridad local, se verificaran guardando el orden debido bajo la responsabilidad del que obtuviera el permiso, sin consentir en ellos individuos que lleven armas, bastones, palos o capas, a excepción de la autoridad o sus agentes.

Art. 6.- Si alguna persona disfrazada no guardase el decoro debido en las calles, bailes u reuniones, sólo la autoridad o sus agentes podrán amonestarla o hacerla descubrir.

Art. 7.- No se permitirán en dichos días, como en los demás del año, disparar petardos ni mistos fulminantes; poner cogidos a las señoras, ni lanzar saquillos o aguas sucias sobre las personas a quienes pueda causarle daño o mancharle sus vestidos.

Art. 8.- Queda prohibida la celebración de toda clase de espectáculos públicos, sin proceder el permiso de la autoridad competente.


CAPITULO III

Establecimientos de reunión.

Art. 9.- Los cafés, billares, tiendas de vino y demás establecimientos de esta clase podrán estar abiertos hasta las doce de la noche, sin permitirse en ellos, a hora alguna, ruidos que puedan molestar a los vecinos, siendo responsables los dueños de los mismos, de las faltas a estas prevenciones.

Art. 10.- Una vez cerrados los Establecimientos, no se permitirá en ellos, otras personas que el dueño o su familia, ni expenderá bebidas por ventanas o postigos a excepción de casos de reconocida urgencia.

Art. 11.- Los dueños de los mismos que contravengan las disposiciones de este capitulo incurrirán en la multa de 10 pesetas y las personas que en ellos se encontraren, en la de 5 pesetas, sin perjuicio de las demás responsabilidades que procedan, según los casos.

Art. 12.- Queda terminantemente prohibido en los establecimientos designados o en cualquier otro punto que se escoja al efecto, los juegos de envite o azar, castigándose a los dueños de los locales por permitirlos, como a los individuos que se encuentren en ellos, con arreglo al Código Penal, entregándolos al efecto a las autoridades judiciales.


Corridas de novillos.

Art. 13.- No se podrán celebrar corridas de novillos, sin previo permiso de la autoridad competente. Los particulares y empresas que lo soliciten, se obligarán a construir la plaza o a preparar el sitio donde haya de tener lugar el expresado espectáculo, bajo la dirección del Alarife del Ayuntamiento, tapando las avenidas y boca-calles de una manera segura para evitar los riesgos que puedan ocurrir, siendo de su cuenta los gastos que en todos los conceptos ofrezca esta diversión.

Art. 14.- El encierro del ganado que haya de lidiarse, se hará a hora conveniente y que determinen las Autoridades, evitando la aglomeración de personas que a su paso puedan estorbarlo, o se expongan a ser atropellada por aquél.

Art. 15.- La autoridad presidirá el espectáculo cuidando de la conservación del orden, evitando el mal trato a las reses, sin permitir que capeen otras personas que las cuadrillas respectivas.

Art. 16.- Lidiada que sea una res, deberá conducirse a un encerradero, cerca del campo, no soltándola sino en unión de las demás y esto de noche, para evitar las desgracias que de lo contrario puedan ocurrir.

Art. 17.- La autoridad local armonizará en lo posible los productos que deban tener la empresa o particulares por las corridas que se efectúen, con los gastos que las mismas proporcionen, teniendo presente en todo caso que estas diversiones no deben ser como objeto lucrativo y sí para proporcionar en general al pueblo una temporada de diversión, entretenimiento o descanso, después de concluidas las faenas agrícolas.


Teatros

Art. 18.- Todo clase de espectáculo debe tener lugar a la hora anunciada en los carteles y se ejecutarán precisamente en los términos ofrecidos, pudiendo variarse únicamente cuando lo exija la necesidad, previo permiso de la autoridad competente y anuncio al público.

Art. 19.- Los concurrentes sin distinción de clase, fueros ni categorías, se abstendrán de fumar dentro de la sala, galerías o lunetas, pudiendo hacerlo solamente en los pasillos y corredores.

Art. 20.- También se prohíbe dar golpes en el suelo y bancos, proferir palabras o expresiones que puedan ofender la decencia o alterar el buen orden, sosiego o diversión pública.

Art. 21.- Desde el momento que se levante el telón, los concurrentes se descubrirán y sentarán, para que pueda verse el espectáculo sin obstáculo alguno.

Art. 22.- A la conclusión del mismo no se formarán corrillos en los corredores o escaleras, con el fin de que queden expeditas las salidas.

Art. 23.- Los contraventores a las prevenciones expresadas, serán advertidos de sus faltas por los agentes de la autoridad y si desobedecieran sus amonestaciones incurrirán en la multa de 5 pesetas, sin perjuicio de lo demás que proceda.

sábado, 9 de enero de 2016

ALCALA DE LOS GAZULES. GOLPE DE ESTADO. JULIO DE 1936 (IV)




       Otro documento clave con el que contamos, sin lugar a dudas, es el diario de Falange. (Documento escrito a mano con letra tipo imprenta. Pluma. Caligrafía perfecta. Hojas numeradas de forma impresa. Hojas tamaño folio a dos líneas Ver ilustración 2) en el que día a día, desde el 17 de julio y hasta finales de octubre, se relata las actividades de la organización en los distintos acontecimientos que se han desarrollado o recogido con su propia expresión “servicios prestados por las milicias de Falange Española y de las JONS”. 

       Tendremos ocasión de conocer con detalle el contenido del citado Diario (en el capítulo correspondiente). En el apartado que nos ocupa, golpe de estado en Alcalá, citaremos solo lo días más cercanos al golpe. Nos limitaremos a los días del mes de julio:

Día 17 (18 a lápiz)

      Se rumorea por el pueblo, que las fuerzas de la Guarnición de Marruecos se habían alzado en armas contra la política marxista. Estos rumores son confirmados por personas llegadas de Cádiz.

Día 18 

      Confirmadas casi de un modo oficial, los rumores habidos el día anterior, las Fuerzas de Falange se ofrecen incondicionalmente a la Guardia Civil y comienzan a prestar servicios al mando de los cabos de escuadra, patrullando por las calles provistos del armamento que pudo recogerse, consistente en escopetas y pistolas, todas ellas estropeadas. De ese modo la gloriosa F.E. se incorpora al glorioso movimiento salvador de España. - Los falanges se distribuyen por los cuarteles de la Guardia civil y Carabineros, patrullando el resto por las calles.

Día 19

      Al ser proclamado el estado de Guerra, el alcalde y concejales se resisten a entregar el mando. - Estos son los rumores que corren, así como también que por el referido alcalde se habían enviado emisarios a las masas obreras que trabajaban en la operación de descorche en varias fincas del término, para que vinieran y se apoderaran del pueblo. Pero las fuerzas de FE. y de la guardia civil y carabineros en varios coches le salieron al encuentro y sin disparar un solo tiro, fueron desarmados más de 400 hombres despojándoseles de sus hachas, que fueron depositadas en el Punto de los Carabineros. Este desarme, brillantemente efectuado por las fuerzas, impidió el levantamiento y los desmoralizó por completo. La vida del pueblo es la normal, viéndose las calles muy concurridas. Como en el día anterior, se continúa patrullando por las calles.

Diario de la Falange

Día 20

       Debido a la operación de desarme, efectuada el día anterior, la tranquilidad es absoluta. Fuerzas de Falange patrullan por las calles, despejando algunos grupos. Igualmente se establecen servicios de vigilancia en los alrededores del pueblo y en los cuarteles.

Día 21

       Continúa la tranquilidad, prestando idénticos servicios que en el día anterior. Fuerzas de Falange y Guardia Civil efectúan la detención del alcalde y concejales marxistas.

Día 22

       Se prestan servicios de patrulla y vigilancia en los cuarteles y Puntos de carabineros y por un grupo de camaradas se verifica un viaje de exploración a los sitios de Jautor y la Bovedilla y otro grupo al anochecer hace la descubierta por las carreteras de Algeciras, Cádiz, Paterna y S. José del Valle.

Día 23

      Este día que transcurre con normalidad, se prestan idénticos servicios que el anterior, excepto exploración a Jautor y Bovedilla.

Día 24

      No hay nada que consignar en este día siendo iguales los servicios que en los días precedentes.

Día 25

      Merece consignarse este día, aparte de los servicios ordinarios idénticos a los de los días anteriores, la detención de dos individuos considerados como extremistas peligrosos.

Día 26

       En este día se inician registros domiciliarios para recogida de armas y un grupo de falangistas inspeccionan las fincas Ahijones y Bovedilla, auxiliándose además a la Guardia Civil en la práctica de detenciones. También en el día se hacen los servicios ordinarios de vigilancia y descubierta.- A las siete y quince minutos de la tarde apareció sobre el pueblo un avión que inopinadamente comenzó a arrojar bombas siendo hostilizado con fuego de fusilería por este Falange, cuyos individuos una vez terminado el bombardeo se dedicaron a la recogida u auxilio de victimas estas trasladadas a la casa de socorro para su curación y habiendo resultado una joven muerta se condujo al ayuntamiento donde se instaló la capilla ardiente. Curados que fueron de primera intención los heridos y visto el estado de gravedad de tres de ellos fueron trasladados a Cádiz para su mejor atención y cuidado, que desgraciadamente resultaron inútiles para algunos de los heridos pues en el mismo camino al llegar a Chiclana falleció una niña hermana de la victima antes citada.

Día 27

       Merece consignarse este día el hecho de que por el pánico que se apoderó del vecindario como consecuencia del bombardeo sufrido el día anterior se marchó al campo, siendo preciso adoptar enérgicas medidas para que el comercio abriese sus puertas y se reanudase la vida ordinaria. Este mimo día un grupo de tres falangistas dio escolta hasta Cádiz al coche correo que ha vuelto a reanudar el servicio de comunicación con la capital. Por la tarde se verificó el entierro de la primera de las víctimas ocasionados por el bombardeo del día anterior.




Día 28 

       Siguen practicándose los servicios ordinarios de escolta del coche correo, vigilancia y patrulla por las calles y guardias avanzadas en Los Pozos y caseta de carabinero, y descubierta por las carreteras de Paterna, S. José del valle y Algeciras.

Día 29

       Como hecho nuevo ha de consignarse en el día de hoy que comienza otra vez a reanudarse los registros domiciliarios para la recogida de armas, aparte de los servicios que como en días anteriores vienen desarrollándose como ordinarios.

Día 30

       En el día se extienden los registros domiciliarios al campo donde se recogen bastantes escopetas por un grupo de falangistas a caballo.

Día 31 

       Continúan prestándose los mismos servicios de vigilancia, recogida de armas, escolta del correo, avanzadas y se auxilia a la Guardia civil para practicar detenciones”(4).


NOTAS

4.- AMAG. Diario de Falange. Legajo 974

sábado, 2 de enero de 2016

Noticias Curiosas



Ismael Almagro Montes de Oca


         Durante la segunda mitad del siglo XIX, fue muy frecuente la aparición de noticias relacionadas con Alcalá en los periódicos provinciales e incluso nacionales, de entre las cuales he sacado algunas que, aunque carecen de interés histórico, merecen la pena conocerlas, aunque solo sea por lo anecdótico o curioso de la noticia impresa.

EL SERMÓN DEL CURA

       El 2 de abril de 1882, el recién estrenado periódico El Motín, semanario satírico republicano y anticlerical, lanzaba esta puya contra el cura de Alcalá: 

       “El cura de Alcalá de los Gazules subió al púlpito y dijo que no llovía porque los masones eran unos impíos, unos infames y que ellos y nadie más que ellos, tenían la culpa de la sequía.

       Lo cual prueba, según un apreciable colega, que los masones tienen arriba más influencia que los católicos” (1)


HORARIOS DE CORREOS

         En 1888, la dirección de correos en la provincia llevó a cabo unas reformas en el servicio que prestaba con el fin de mejorar el servicio. Entre ellas, se llevó a cabo un cambio de los horarios en que salía de cada municipio el servicio postal, a caballo, por supuesto. 

       Así lo recogía el jerezano periódico El Guadalete:

“ADMINISTRACION PRINCIPAL DE CORREOS DE CADIZ.

Itinerario de los servicios postales que a mas de los establecidos en la actualidad en esta provincia, han de inaugurarse el dia 23 del corriente mes.

….Servicio postal a caballo entre Chiclana, Medina Sidonia y Alcalá de los Gazules y viceversa.

Ida.

Salida de Chiclana para Medina, 3 madrugada.
Llegada a Medina, 5,30 mañana.
Salida de Medina para Alcalá, 6,30 id.
Llegada a Alcalá, 9,30 id.

Regreso.

Salida de Alcalá para Medina, 1 tarde.
Llegada a Medina, 4 id.
Salida de Medina para Chiclana, 5 id.
Llegada a Chiclana, 7,30 id.
Cádiz 20 febrero de 1888.- El Administrador principal, Antonio F. Duro.” (2)


CONEJOS

       Por si alguien dudaba de la afición alcalaína a la caza, el anuncio publicado el 14 de junio de 1888 en el periódico El guadalete, no deja lugar a dudas:

       “Por si hay quienes por aquí deseen la extinción de los conejos, publicamos el siguiente remitido que llega a nosotros por el correo:

     <<Sr. director de EL GUADALETE, Jerez. Alcalá de los Gazules, junio 9 de 1888. En su periódico del dia ocho y en la segunda plana, hay una gacetilla que empieza: Plaga de conejos.

      El que suscribe se compromete mediante recompensa, a dar un medio para concluirlos en muy breve tiempo. Puede hacerlo público por si llega a noticia de los interesados.

Con este motivo se ofrece affmo. Y S.S.

Q.B.S.M

Domingo Blanco>>” (3)


EXCESO DE AUTORIDAD DEL ALCALDE

      La siguiente noticia la recojo por dos motivos. Primero por la mención de un periódico alcalaíno y segundo por el atentado contra la libertad de prensa cometido por el alcalde. ¿Se imaginan que los hechos ocurrieran en la actualidad?:

      “El editor del periódico La Justicia, de Alcalá de los Gazules, ha sido expulsado de la población, después de abofeteado y atropellado por orden del alcalde de dicho pueblo, D. Antonio Pastor, cuya gestión administrativa ha sido rudamente combatida desde las columnas de aquel colega.

      ¡Arrogante alcalde estás!...” (4)



EXCESO DE AUTORIDAD DE UN MUNICIPAL

      Por si eso no fuera poco, al año siguiente es un municipal el que se excede en su trabajo:

     “Prisión.

       Fue detenido en Alcalá de los Gazules un guardia municipal, que maltrató a varios convecinos, con un sable de caballería.” (5)


NOTA DEMOGRÁFICA

      En abril de 1897, casi un fallecido por día en Alcalá. ¡Casi nada!:

      “Nota demográficas:

      Durante el mes de Abril han ocurrido…

      En Alcalá de los Gazules, 20 nacimientos, 23 defunciones y un matrimonio.” (6)


BRUJERIA

      Pero quizá una de las noticias más curiosas es la que recoge El Guadalete en julio del último año del siglo XIX:

      “Por tener libros de magia.- Dice La Dinastía:

      <<La Guardia civil de Alcalá de los Gazules ha detenido en la noche del día de ayer y sitio denominado Cruz Verde de aquel término a los paisanos José Fernández, Agustín Fernández, Francisco Fernández y Juan Pérez López por haber éstos penetrado en el domicilio de su vecino Domingo Castillo Moreno, acometiéndole bruscamente a la vez que a su esposa y dos hijos, hiriéndolos en la cara.

      Semejante acto de barbarie tuvo por origen haber llegado a noticias de los agresores que el expresado matrimonio poseía libros de magia con los cuales tenían asombrado al vecindario y creían que las enfermedades que actualmente sufren varias familias y entre ellas las de los agresores, tenían por causa la influencia de la magia manejada por el matrimonio Castillo.>>”



NOTAS

(1) Edición del 2 de abril de 1882 de “El Motín”, nº 14 pág. 3

(2) 23 de febrero de 1888. “El Guadalete periódico político y literario” Año XXXIV Número 9797 pág. 1. 

(3) Edición del 14 de junio de 1888 de “El Guadalete periódico político y literario” Año XXXIV Número 9891 pág. 

(4) Jueves 25 de enero de 1894. “La Época”. Año XLVI Nº 14859 Pág. 3

(5) Edición del 12 de noviembre de 1895 de “El Guadalete periódico político y literario” Año XLI Número 12171 pág. 2

(6) 1 de junio de 1897. “El Guadalete periódico político y literario” Año XLIII Nº 12661 pág. 2 

(7) Edición del 24 de julio de 1899 de “El Guadalete periódico político y literario” Año XLV Número 13434 pág. 2