sábado, 2 de abril de 2016

El crimen de Francisco Luis García Carretero



Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos 2000 con el título "Derecho de Asilo"


Arturo Morgado García

      El caso más llamativo de los homicidios estudiados por el profesor Morgado García en su libro, es el perpetrado en el Alcalá de 1748 por Francisco Luis García Carretero, que ese año asesinaba a su cuñado. Todas las incidencias de tan luctuoso suceso son muy ilustrativas a fin de esclarecer la mentalidad del criminal: el móvil (se enteró de que su cuñado era hijo ilegítimo, lo que su honor no podía tolerar), el desarrollo de los hechos (el propio homicida nos relata con todo lujo de detalles las dudas que continuamente le asaltaron antes de acabar con su vida), la premeditación del crimen, sus proyectos de huir de la localidad una vez cometido el asesinato.., verdaderamente, nos encontramos con un hermoso ejemplo de la mentalidad de un individuo de las clases populares durante el Antiguo Régimen.

      Ahondando más en la personalidad del homicida, podemos decir que por aquel entonces era inválido de un brazo, si bien anteriormente había servido a su Católica Majestad en el Regimiento de Caballería de Calatrava y había participado en las guerras libradas por Felipe V en Italia, hasta que quedó lisiado, siendo entonces destinado al regimiento de Inválidos. Sus lacras físicas debieron haber forjado en él un carácter resentido y amargado, que saldrá a la luz de manera explosiva en el momento de la comisión de su delito.

      “El sábado cuatro del corriente a la hora de vísperas salió el que declara de la casa en que habitaba con la dicha su madre y se fue a la tienda de Domingo de Casas maestro barbero en esta dicha villa con quien tenía amistad a pedirle le prestase su escopeta porque iba a una diligencia sin decirle a qué por lo que no tuvo reparo en prestarle la dicha escopeta como lo había hecho en otras ocasiones que el que declara se la había pedido prestada para diligencias que se le habían ofrecido en Tarifa, Puerto de Santa María y otras partes y luego que la tomó marchó para las casas de Luisa Gutiérrez mujer de Fernando Toribio que está casi a lo último del barrio del Chorrillo y salida de esta villa para el campo y camino que está junto a la Fuente de las Viñas a quien les suplicó le guardase la capa hasta que volviese porque iba a una diligencia y habiéndole preguntado la dicha Luisa que adónde iba le dijo que a Casas Viejas a ver a un primo suyo llamado Juan Delgado que había tomado las unciones y estaba en convalecencia y despidiéndose de la dicha Luisa Gutiérrez se fue por el camino que dicen de la Fuente de las Viñas, el valle adelante hasta llegar al cortijo del Ahijón bajo que labra D. Antonio Manzano vecino de esta villa en donde estaba trabajando Luis Carrasco su cuñado sería a su parecer como a la hora de la oración que ya habían dado de mano y estaban durmiendo los bueyes llegándose al dicho su cuñado le dijo Luis, mira que tu mujer está muy mala, vente conmigo que te llama y quiere ver y entonces el dicho su cuñado le dijo al aperador del dicho D. Antonio Manzano mire Vuestra Merced que me voy al lugar con mi cuñado que me ha venido a llamar... y entonces el dicho operador le dio orden para que se viniera como lo hicieron los dos encaminándose por el monte de abajo y el fingir que la dicha su hermana estaba mala y el ir a dicho cortijo a sacarlo y traerlo engañado fue de hecho y caso pensado para quitarle la vida, y desde que a la ida para el referido cortijo llegó al dicho monte de abajo en él dejó señalado un sitio que hacía una caída para bajar a un río en donde determinó dejarlo muerto dándole allí con alevosía la dicha muerte llevándolo como lo llevaba al dicho su cuñado por delante el que iba con la confianza y descuido que se deja considerar y habiendo llegado al dicho sitio mudó de parecer y siguieron el camino hasta llegar a la pasada del río Barbate y allí intentó de nuevo quitarle la vida tirándole un tirón con la escopeta que llevaba... y llevándolo en dicho sitio por delante con seguridad como lo hizo desde que salió de dicho cortijo para poderle dar por detrás y que no tuviese defensa el dicho su cuñado aunque lo consideraba sin armas pero sabía que tenía espíritu pero yendo a dispararle el tiro le vino de repente pensamiento de no hacerlo como no lo hizo y entonces llamándole le dijo tomase la escopeta y se la llevase y un poco como con efecto la tomó y trajo hasta el sitio y vereda que estaba enfrente de la Fuente de las Viñas que sería a su parecer cuando llegaron a dicho sitio después de las Animas en ocasión que en esta villa se echaban cohetes y viéndose en dicho sitio ya cerca del lugar haberle dado la muerte se comenzó a hacer mil juicios entre sí y decía en su imaginación si yo dejo ir a este hombre a su casa dirá que soy un embustero y que le he engañado, si manifiesto que quería quitarle la vida, y le digo oye ya he mudado de parecer, dirá que es cobardía mía, pues qué he de hacer voy a matarlo, y logro mi intento, y estando en lo estrecho de la vereda sacó el cuchillo de mano y con que iba prevenido, lo tomó en la mano por lo que pudiese suceder, sin parar de andar le dijo Luis, dame la escopeta porque ya estamos cerca del lugar, y se la quiero entregar a su amo antes de ir a casa, el cuál sin recelo ni reparo al punto se la dio, y luego que la tuvo asida por el cañón y asegurada en su poder, le tiró por detrás al dicho Luis Carrasco su cuñado una puñalada con el dicho cuchillo que era de filo y medio cuya puñalada le parece fue en una espaldilla con lo cual dio con él en tierra sin darle lugar a hacer defensa, ni que viese la acción de la puñalada que le tiró, por ser de noche y ir descuidado, y a espaldas vueltas, y caído como estaba le aseguró con otra puñalada y no le oyó ni dijo más palabra... y como se quería levantar alzando las manos con ellas le llegó a la cabeza al que declara quitándole la montera y escofia, y viéndole todavía vivo llegó con la escopeta por detrás, y estando en la forma que lleva dicho le tiró un tiro por las espaldas con dicha escopeta a boca de cañón con el cuál cayó a todo a su parecer difunto y entonces se entregó en el cuerpo del dicho su cuñado y comenzó a darle puñaladas no sabe el número ni en qué partes porque estaba tan ciego y ensebado en el cadáver que no sabía lo que se hacía y le hubiera dado muchas más puñaladas a no haberse quebrado el cuchillo que sintió no entraba en el cuerpo por habérsele roto la punta que al tiento reconoció por lo que teniendo mojadas las manos con la sangre que vertía las heridas se fue al arroyo que está inmediato a dicho sitio y se lavó las manos y también el cuchillo que metió en la vaina y viéndolo ya quebrado por la punta lo arrojó a una palma que estaba en el camino sentándose junto al cadáver de dicho sus cuñado sacó avíos de encender y hizo un cigarro y lo fumó...y no satisfecho todavía con haberle dado la muerte... le tiró diferentes golpes a la cabeza y cara del dicho difunto hasta que sintió habérsele quebrado pareciéndole que si no hacía esta acción había de resucitar dicho difunto y ya cansado siendo como a la queda se vino a esta villa... y no pudiendo dormir se levantó sin que nadie lo sintiese.... se fue a ver y reconocer si el cadáver de dicho su cuñado estaba en el sitio en que le había dado la muerte y lo había dejado o si lo habían quitado diciendo entre sí si lo han quitado me iré y si no me mantendré en el lugar oiré misa y veré lo que tengo que hacer y viendo permanecía el dicho cadáver en el expresado sitio se volvió a esta villa y se fue al convento de la Victoria a oir misa de Jesús y concluida que fue saliéndose de la iglesia de dicho convento determinó retirarse inmediatamente de esta villa...”


“El motivo que tuvo... no fue otro que el haberse casado con la dicha su hermana en el tiempo que el que declara estaba en el servicio de Su Majestad en la guerra de Italia y por esta razón no lo supo hasta que vino a esta villa y un día yendo el que declara a buscar unos escapularios en una caja de dicha su hermana que según hace memoria fue el Domingo de Ramos de este presente año se encontró con un papel que habiendo leído halló era la fe del bautismo del dicho Luis Carrasco su cuñado y que en ella se expresaba ser hijo de padres no conocidos lo que le irritó mucho de suerte que reconviniendo a la dicha su hermana con la dicha fe de bautismo diciéndole que cómo se había casado con aquel hombre teniendo una falta como aquélla a que le respondió que ella no lo sabía y que cuando se había amonestado para casarse con ella había sido con nombramientos de padres y que como no sabia leer no había visto lo que expresaba dicha fe de bautismo que bien veía que era hombre de bien y que cumplía con su obligación y que ella estaba muy gustosa con dicho su marido y que nada se le daba de este defecto que el que declara se casase con quien quisiera y pidiéndole la referida su hermana la dicha fe de bautismo se la entregó y viendo dónde la había puesto y la rompió para que no quedase memoria de ella... y desde entonces le tomó tal odio al dicho su cuñado que intentó matarlo para quitarse de semejante afrenta... y porque reconocía que el dicho su cuñado tenía algún aliento se detenía el intentarlo cara a cara”

(Archivo Diocesano de Cádiz, Sección Varios, Legajo 1.827, Expediente 11. folios 48-53v)

RESEÑAS BILIOGRAFICAS:

Morgado García, Arturo, Derecho de Asilo y delincuencia en la Diócesis de Cádiz, Diputación Provincial, Cádiz, 1991

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