jueves, 27 de febrero de 2020

Nuevas atribuciones de escultura genovesa en el sur de España



Extracto del Artículo publicado en 
LABORATORIO DE ARTE 31 (2019), pp. 441-454 


José Miguel Sánchez Peña 
Museo de Cádiz. España
hout.mg@gmail.com

        El presente estudio trata en líneas generales de la llegada a Cádiz y a otros lugares de la provincia y de Andalucía, en el siglo XVIII, de esculturas de madera policromada de procedencia genovesa.

     Pero también, y a lo largo de esa centuria, llegan a Cádiz escultores genoveses que se asientan en la ciudad instalando sus talleres y realizando esculturas. Las obras de estos adquieren enseguida una
gran fama y difusión, y tienen como destino no solo la ciudad de Cádiz, sino también diversos puntos de Andalucía. 

INTRODUCCIÓN 

      La existencia de esculturas lígneas de procedencia genovesa en la ciudad de Cádiz es un hecho ya estudiado y documentado; fue el historiador Hipólito Sancho de Sopranis pionero en el tema, al abordarlo con una serie de artículos en el periódico La Información del Lunes, que se editaba en Cádiz ese día de la semana a mediados del siglo pasado[1]. Le siguió el historiador Enrique Hormigo Sánchez,  quien aporta información sobre artistas genoveses y saca a la luz al desconocido Domingo Giscardi, uno de los escultores genoveses con mayor número de obras en Cádiz[2]. Años después, se trata el tema con mayor profundidad con sendos estudios publicados en Génova (1991)[3] y en Cádiz (2006)[4], a los que siguen artículos en prensa y revistas como resultado de la continua aparición o identificación de esculturas genovesas. 

      Un selecto y no muy abundante número de estas esculturas policromadas comenzaron a llegar desde Génova en el primer tercio del siglo XVIII, y no solamente a Cádiz, sino también a diversos lugares de la provincia e incluso de Andalucía. Como ejemplos destacados tenemos en la capital el Arcángel San Rafael de la iglesia de San Juan de Dios[5] y la Virgen del Carmen de Portacoeli, del convento del Carmen[6]; en San Fernando (Cádiz), el Crucifijo de la Salud[7] y la imagen de San José con el Niño[8], en el convento del Carmen de esta ciudad; y, en Antequera (Málaga), en la iglesia de San Pedro, una imagen de la Inmaculada[9]. En fechas más recientes hemos identificado varias imágenes de procedencia genovesa: en el convento de las carmelitas descalzas de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), una Inmaculada[10]; en la catedral de Jerez, otra imagen de la Inmaculada[11]; en Puente Genil (Córdoba), una Virgen de los Ángeles[12], y, en la iglesia de San Mateo de Tarifa, una imagen de San Francisco de factura y procedencia genovesa, una obra de gran calidad que adscribimos al taller de Anton María Maragliano.[13] Son algunos ejemplos concretos, cuyo elenco a buen seguro se irá ampliando con el paso de los años. 

      En el tercio central del siglo XVIII, tras el fallecimiento de Maragliano, se produce la llegada a Cádiz de un elevado número de escultores ligures que se establecen en la ciudad. En realidad, son continuadores del estilo y la técnica de Maragliano; a ello hay que añadir la descendencia de estos artistas, nacidos en Cádiz, hijos de padres genoveses, lo que garantizaba una continuación de los talleres. 

     Del mismo modo que llegan esculturas procedentes de Génova, como ya hemos citado anteriormente, muchas obras realizadas en Cádiz por los artistas genoveses tienen como destino diversos puntos no solo de la provincia sino también de Andalucía. Podemos hablar de casos concretos como el Crucificado y las tallas de pequeño formato de San Servando y San Germán de la ermita de la Oliva de Vejer de la Frontera (Cádiz)[14]. En la parroquial de Nuestra Señora de la O de Rota (Cádiz), se encuentra una Sagrada Familia, obra de tamaño académico del genovés Domingo Giscadi[15], autor también de la imagen de Santa Ana con la Virgen niña de la ermita con esa advocación de Chiclana (Cádiz)[16]. En el convento de los capuchinos de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), se venera una destacada imagen de San Antonio de Padua con el Niño, que procede de la localidad de San Fernando. Es obra del escultor nacido en Cádiz, hijo de padres genoveses, Juan Gandulfo.[17] Recordemos que el escultor Juan Gandulfo realizó diversas obras para la iglesia mayor de San Pedro y San Pablo de esa misma ciudad. También debió de gozar de cierto prestigio cuando realizó trabajos para el oratorio de la Santa Cueva de Cádiz. Al mismo tiempo aparece registrado como perito, tasando junto a otras personas -relojero, pintor, mercader de libros, etc.- en el reparto de bienes de don Marcelino Martínez Junquera en Cádiz, figurando como maestro escultor[18]

      Las esculturas realizadas por los maestros genoveses tienen todas unas características comunes, formales, estilísticas y sobre todo técnicas, que las diferencian del resto de las escuelas coetáneas[19]. Las imágenes que llegan de la Liguria están ejecutadas la mayoría en madera de tilo, e incluso en abedul, utilizándose grandes bloques o troncos, o, lo que es lo mismo, tablones de gran escuadría. Las que ejecutan los artistas ligures en Cádiz se hallan realizadas en madera de cedro, que era un tipo de madera muy abundante en Cádiz en esa época, procedente de las Indias, y en algunos casos en madera de ciprés según hemos comprobado. Cuando a finales de la centuria escasea el cedro, ya que decae la importación de maderas de las Indias, se utiliza el pino. El tilo es una madera muy propensa a ser atacada por los xilófagos en climas húmedos y calurosos. El cedro, al contrario, es indemne ante este problema, muy apto para la talla, pero en algunos casos puntuales presenta “la pudrición parda”, producida por un hongo y la acción de la humedad unida a los ambientes calurosos, húmedos, oscuros y con poca ventilación. Los escultores genoveses utilizan ojos de cristal -cuarto de esfera-, que van colocados por el exterior, y se superponen los párpados de pasta. En las imágenes de talla completa se observan estofados de gran riqueza polícroma, con abundancia de la técnica de “la barbotina”, en relieve. Esta labor la realizan de forma indiferente tanto doradores genoveses
como españoles residentes en Cádiz, alcanzando altas cotas de calidad y maestría como puede comprobarse. 

      Finalmente hemos de decir que la aparición de esculturas, especialmente las de pequeño formato, es continua y van identificándose muchas obras. En este sentido hacemos diversas propuestas de atribución de una serie de esculturas polícromas que hemos ido identificando desde hace tiempo. 

NUEVAS ATRIBUCIONES 

Virgen con el Niño. Iglesia parroquial de San Jorge, 
Alcalá de los Gazules (Cádiz) 

       La imagen de la Virgen con el Niño que preside en la actualidad un retablo en el crucero, lado del evangelio, de la parroquia de San Jorge de Alcalá de los Gazules (Cádiz) parece ser que procede del extinto convento de Santo Domingo de la misma localidad[20]. Se trata de una talla que por sus rasgos morfológicos, técnicos y estilísticos podemos atribuir al escultor genovés Domingo Giscardi[21]


      La imagen de la Virgen aparece sosteniendo al Niño con su mano izquierda, como es usual en las imágenes de esta temática de escuela genovesa, mientras que en la derecha sostiene un cetro. El conjunto se sitúa sobre un trono de nubes, y en la imagen son visibles los pies, que calzan sandalias, siguiendo la secular costumbre de los maestros italianos. La cabeza se cubre parcialmente con un tocado, y el manto descansa sobre el hombro izquierdo; la figura destaca por su actitud hierática. Los ropajes, túnica carmín y manto azul, con rica decoración estofada y policromada, ofrecen plegados que dejan entrever volúmenes, como brazos y  piernas. La figura del Niño aparece bendiciendo con su mano derecha, mientras que con la izquierda sostiene el globo terráqueo rematado con la cruz. 



      Ambas imágenes repiten conocidos modelos del escultor, tanto en los rostros como en la indumentaria de la Virgen. De hecho, el rostro recuerda a los de las imágenes de los grupos de Tobías y el Ángel existentes en las iglesias gaditanas de Santiago y San Antonio. En cuanto a la figura del Niño, la talla y disposición del cabello nos remite a los ángeles lampareros de la Palma o los del Sagrario de San Francisco, ambos en Cádiz. 



Fecha de recepción: 30 de septiembre de 2018 
Fecha de aceptación: 1 de julio de 2019 



NOTAS

(Fotografías del autor del artículo)

[1] Los artículos citados se publicaron en La Información del Lunes en 1958, dentro de una serie dedicada al arte en Cádiz. 

[2] HORMIGO SÁNCHEZ, Enrique: “Las obras en Cádiz del escultor genovés Domingo Giscardi”, Anales de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, 4, 1986, pp. 87-95. 

[3] ARANDA LINARES, Carmen; HORMIGO SÁNCHEZ, Enrique y SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Scultura lignea genovesa a cadice nel settecento. Opere e documenti. Génova, 1993. 

[4] SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Escultura Genovesa. Artífices del Setecientos en Cádiz. Cádiz, 2006. 

[5] Ibidem, pp. 98-100. 

[6] Además de estas dos obras citadas, la primera por el historiador Ratti, tenemos las imágenes de San Francisco de Asís y de San Jerónimo en la capilla del Pilar de San Lorenzo, entre otras imágenes importadas. ARANDA LINARES, Carmen; HORMIGO SÁNCHEZ, Enrique y SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Scultura lignea..., op. cit., pp. 69-70; FRANCHINI GUELFI, Fausta: “Documenti per la Scultura Genovese del Settecento”, Atti della Societá Ligure di Storia Patria (Nuova Serie), XXIX (CIII), Fasc. I, 1989, pp. 425-446; y SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Escultura Genovesa., op. cit., pp. 101-103. 

[7] ARANDA LINARES, Carmen; HORMIGO SÁNCHEZ, Enrique y SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Scultura lignea., op. cit., p. 68; MANZANO BELTRÁN, Pedro: “El Cristo de la Salud”, en Iconografía y Arte Carmelitanos. Madrid, 1991, p. 144; SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Escultura Genovesa., op. cit., pp. 100-101; y SANGUINETI, Da- niele: Antón María Maragliano. Génova, 1998, p. 191. 

[8] MANZANO BELTRÁN, Pedro: “Breves noticias sobre esculturas italianas en la iglesia conventual de Ntra. Sra. del Carmen de San Fernando (Cádiz)”, Anales de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, 8, 1990, pp. 119-129. 
 
[9] ROMERO TORRES, José Luis: “Inmaculada”, en Tota Pulchra (El Arte de la Iglesia de Málaga). Málaga, 2005, p. 222. 

[10] SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: “Esculturas Genovesas en Cádiz”, Anales de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, 13, 1995, pp. 165-170. 

[11] SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: “Una Inmaculada genovesa en la Catedral de Jerez”, Diario de Cádiz, 28-12-2015, p. 47. 

[12] SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Escultura Genovesa..., op. cit., pp. 106-107. 

[13] Hace años identifiqué esta imagen como obra del taller de Maragliano, cuya información trasladé al profesor Daniele Sanguineti, que la dio a conocer. Procede de un convento desaparecido de Tarifa. SANGUINETI, Daniele: Anton Maria Maragliano 1664-1739. Génova, 2012, p. 338; y PATRÓN SANDOVAL, Juan Antonio: “El Convento Franciscano de San Juan de Prado”, Aljaranda, 54, 2004, p. 29. 

[14] SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Escultura Genovesa..., op. cit., pp. 159-160. 

[15] Ibidem, p. 146. 

[16] Ibid, p. 130. 

[17] http://www.islapasion.net/arteehistoria/hermandadesextinguidas_mosig27.html; y SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Escultura Genovesa., op. cit., pp. 170-182. 

[18] AHPC (Archivo Histórico Provincial de Cádiz), leg. 1869, s. f., 19-2-1777. 

[19] Para más información sobre la técnica de la escultura genovesa, véase ARANDA LINARES, Carmen; HORMIGO SÁNCHEZ, Enrique y SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Scultura lignea..., op. cit., pp. 49-58; SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Escultura Genovesa..., op. cit., pp. 59-75; y SANGUINETI, Daniele: Anton Maria Maragliano, op. cit., pp. 88-96 y 141-160. 

[20] El examen de la imagen se ha hecho con la misma colocada en el altar, lo que no ha permitido verla de cerca, y no hemos podido averiguar el tipo de madera que se utilizó, que suponemos será cedro. Mide un metro de altura aproximadamente. Agradecemos a don Gabriel y a don Ismael Almagro Montes de Oca la información y facilidades otorgadas para fotografiar y estudiar esta imagen. 

[21] SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Escultura Genovesa..., op. cit., pp. 125-146.

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