viernes, 17 de abril de 2020

Alcalá de los Gazules y la guerra anglo-española (I)




Ismael Almagro Montes de Oca 

     En 1585 Inglaterra firmó el Tratado de Norbusch por el cual apoyaba a los Países Bajos en su lucha contra España, iniciándose así la conocida como guerra anglo-española, que duraría hasta 1604. 

      Dentro de este marco bélico, se produjeron algunos acontecimientos en los que hemos podido certificar la participación de alcalaínos. Esta participación se produjo en lugares tan dispares como Cádiz, la ciudad de Santo Domingo, en la Isla Española (actual isla de República Dominicana y Haití) e incluso Inglaterra, formando parte de la Gran Armada que en 1588 intentó el asalto del país anglosajón, con el conocido desastre de la Armada Invencible, como peyorativamente la llamaron los ingleses. 

      Nos encontramos ante una página inédita en la Historia local, ya que la participación de alcalaínos en esta guerra no había sido estudiada hasta ahora. 

1.- EL ASALTO INGLES A LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO 

      A finales de 1585 una flota inglesa asaltó Vigo y en las Islas de Cabo Verde, la ciudad de Santiago [1] y después se dirigió hacia las Indias, donde el 11 de enero del año siguiente asaltó y tomó la ciudad de Santo Domingo en la Española. A raíz de este ataque, el monarca español decidió organizar una flota para recuperar la hegemonía en las Antillas y puso al frente de la misma al marino Álvaro de Bazán y Guzmán, primer marqués de Santa Cruz. La noticia llegó hasta aquí en una carta que el duque de Alcalá, Fernando Enríquez de Ribera, escribió al ayuntamiento el 2 de mayo: 

“Consejo justicia y regimiento caballeros escuderos de mi villa de alcala de los gazules aora acabo de resibir una carta de su majestad escrita en (¿?) del pasado en que me escribe que a hecho election del marques de santa cruz capitán jeneral del mar oseano para que baya con buena armada a castigar el atrevimiento y daño que los ingleses an hecho en la isla española” [2]

Lámina de Johann Theodor de Bry sobre la toma de Santo domingo por el corsario Francis Drake. 

      El rey pidió al duque que enviase 200 soldados, por lo que éste ordenó al Concejo alcalaíno que se escogiesen 50 personas de entre los habitantes de Alcalá para formar parte de la armada y sin pérdida de tiempo, los pusiesen a disposición de un capitán que vendría a reclutarlos: 

“que para lleve efecto con toda la brevedad posible yo haga levantar en mi estado hasta dozientos infantes que sea gente escogida y bien armada qual conviene y es menester para semejante ocasión y asi en cumplimiento de lo que su majestad me manda me a parecido escribiros la presente para que luego sin poner en ello ningún a escusa ni dilasion rejunte y haga elesion y nombramiento de sinquenta infantes que e repartido a ese lugar los quales os encargo que sean buenos soldados e personas de pechar y actos para la guerra que luego yra el capitán que tengo nonbrado para que los levante y tengan orden y disciplina de que(¿?) con ellos a la parte y lugar que su majestad me tene escrito y porque confio de vra fidelidad que (¿?) y luego con la diligensia y prestesa que el negosio requiere y pide siendo cosa en que tanto servicio se hará a dios nro señor y a su majestad y a mi” 

Alvaro de Bazán

     Tras conocer la noticia, los regidores mandan al escribano público traer el padrón de los alardes, un registro de todas las personas que podían acudir a campañas bélicas, así como el padrón el padrón de confesiones que se guardaba en la Parroquia, un registro de “buenos cristianos”, confeccionando una lista con ambos padrones.[3]

      Este cabildo fue suspendido debido a lo avanzado de la hora, reiniciándose al día siguiente para elegir del padrón confeccionado a los “sinquenta onbres pa la jornada de guerra q su magt tiene ordenada pa la isla española” aunque finalmente los elegidos fueron 61. En el listado, junto al nombre y apellidos, se recoge la profesión de alguno de ellos: 

“Juan marques sastre 
Diego rs (Rodriguez) sapatº (zapatero)
Bre myn (Bartolomé Marín) hijo de domingo marin 
Alº (Alonso) frayle 
Juº (Juan) frayle gallego 
Juº xies (Jiménez) de medina aperador 
Alº ss (Sánchez) serrano 
Agustin de ayllon 
Frdo (Fernando) alº biudo mansano 
Xpºval (Cristóbal) de ortega mansano 
Alº myn xaramago 
Antonio rs gañan 
Melchior navarro 
Juº merchante tarifa 
Lorº (Lorenzo) xies de quadros 
Frdo despino yernº (yerno) de guerra 
Ruy gra (García) de oliba 
Juº Leon 
Frdo días cantillo 
Andres miguel xies 
Franco rs labrador o su hijo 
Luis de la torre 
Alº de natª serrajero 
Juº gomes mercader 
Luis sches barchilon 
Garsya ramos 
Antonio baes 
Xpoval ss morillo 
Alº myn yerº de porras 
Ruy grª de trugillo 
Frdo despino el mor yerº de juº herrero 
Marcos grª del poso 
Frdo gomes matamoros 
Juº lucas hijo de lucas myn 
Pº myn parrado el moço 
Miguel ruis 
Diº (Diego) delgado palos 
Juº myn del olmo 
Franco pez riquel 
Bre ss ysquierdo 
Mateo xral hijo de xral peres 
Bre ss nieto del caballerizo 
Juº rs agras 
Juº nunes hijo de cochalabaca 
Alº pez belasco 
Salbador ss yerº de miguel ss carpintero 
Alº rs galan 
Xpoval ss hijo de diº dominguez 
Juº xies peña 
Alº perez utrera 
Juº grª de Ximena 
Franco perez orillana 
Pº fernandes conosedor 
Alº myn gago soltero 
Juº de arcos 
Antonio machado 
Gregorio grª 
Andres gª bermejo 
Franco polido 
Juº moreno de las cabras 
Juº alº montanches” 


      Como seguramente muchos de los reclutados forzosos se iban a oponer a marcharse a la guerra, el alcalde mayor ordena que se les notifique a todos y que se les detenga en la cárcel para evitar la deserción, si bien podían evitar la prisión pagando la correspondiente fianza: 

“q todas las personas suso contenidas y cada una dellas sean presas y puestas en la cárcel puca (pública) desta vª (villa) fasta tanto q de allí salgan a la dha jornada o den fianzas abonadas en fª (fecha o forma) q la cunpliran y yran con el capitán quel duque mi sor tiene nombrado hasta ser enbarcado” 

      Sin embargo, el listado de soldados alcalaínos no será el definitivo, toda vez que algunos de ellos ya no se hallaban en Alcalá al ser reclutados, y otros alegaron ser pobres para poder costearse el viaje, caso de Marcos García del Pozo y Lorenzo Jiménez Cuadro, que fueron eximidos, nombrando el cabildo a otros que los sustituyeran, aunque sólo consta como sustituto Juan Domínguez de Baena.[4]

      A pesar de toda la urgencia que se daba al asunto, lo cierto es que a mediados del mes de julio aún permanecían todos en Alcalá, pues se recibe una carta del duque para movilizar a la tropa, siendo el acalde mayor y en el alguacil mayor los encargados de reunirlos: 

“tengan cuidado de mandar juntar la jente y tomar reserva y lista y q esten aprestados pa cuando se avia de levantar la jente/ i pa ello se les dio comisión plena”[5]

      Sin embargo, aunque el embarque parecía inminente, hasta el día 19 de octubre no llega a Alcalá el capitán Juan de Torres Mendoza para hacerse cargo de los soldados: 

“el señor capitán juº de torres de mendosa dixo q anoche entro en esta vª pa levantar los dhos sinqta soldados q desta vª an de salir y luego se vido con los dhos justª y regmto como tienen orden de su exª pa darle y entregar los dhos soldados q pide e requiere sus mds luego se los den y entreguen…” 

      Este capitán pide a los regidores que junten la tropa mientras él marcha a la villa de Cañete la Real para recoger a más soldados, previendo la salida en cuatro o cinco días. Asimismo, requiere que el Concejo se haga cargo de los gastos ocasionados por él y sus soldados en el mesón de Pedro Frios.[6]

      Nuestra localidad se convirtió en la base donde debían concentrarse los 200 soldados escogidos de entre todos los pueblos que conformaban el Ducado de Alcalá. El capitán debió regresar con la tropa de Cañete el 23 o 24 de octubre y posteriormente marcharía a recoger más soldados de otros lugares porque un mes más tarde, el 24 de noviembre, entra en la villa con otra compañía, completándose el cupo de soldados.[7] Todos son mantenidos por los vecinos, lo que obliga a los regidores a escribir días más tarde una carta al duque sobre la carga que está soportando la villa y asimismo, tras hablar con el Licenciado Juan Fríos, solicitan al capitán Juan de Torres repartir los soldados entre Tarifa y Alcalá: 

“enviar los sien soldados dellos a la vª de tarifa e q se qden los otros siento alojados en esta villa y y q se les den posadas y de comer y aviendose ffo alojamto dellos entre los vs desta villa”[8]

      Igualmente informan al duque del dinero que llevan gastados en los 50 soldados de Alcalá desde el mes de mayo y le piden que se lleve a los otros 150 a otros lugares para aliviar a los vecinos: 

“aviendose gastado dos mille ducs en levantar los sinquenta soldados q en esta villa se sacaron por mandado de su exª pa remediar esto acordaron que se escriva a su exª y mande y provea de remedio de manera q sus vasallos no sean tan molestados y se le supliq sea servido de mandar q solamente qden en esta villa los sinqta soldados q se levantaron en ella…” 

       Además, estos no serán los únicos gastos a los que tendrá que hacer frente el Cabildo alcalaíno, puesto que recibió órdenes del duque de Medina ordenando que “se les de de comer a los soldados de paso sin q paguen cosa alguna por ello y q los bagajes se les de por su justo presio …”[9]

      Siete meses después de ser movilizados, aún continúan en nuestro pueblo cien soldados, sumándose otros cien procedentes de Tarifa: 

“por quanto en esta vª estan aloxados sien soldados a veynte dias poco mas o mos y se les da de comer por los besys y todo ello esta alborotado e q ahora an venido de la vª de tarifa otros sien soldados poco mas o menos e no es posible poderlos alojar porq en el lugar no les puede dar de co(mer). Se acordó q por q se an de ir pasado mañana setena los dhos soldados y al capitán juº de torres de mendosa pa q les de de comer esta noche e mañana domingo hasta q se vayan siento e sinqta rs por quenta del consejo y q se de libransa…”[10]

"esta vª estan aloxados sien soldados a veynte dias poco mas o mos y se les da de comer ..."

      Suponemos que todos abandonarían Alcalá definitivamente el día 15 de diciembre para partir hacia las Indias, pues a partir de esta fecha ya no se tienen más noticias de los soldados. 


NOTAS

[1] Pertenecientes a Portugal, en 1580 Felipe II se convirtió en rey del país vecino. 

[2] AMAG. LEGAJO 5 (1585-1589) Cabildo viernes 9 de mayo 1586 folio 137 vto-139 

[3] Cabildo sábado 10 de mayo 1586 folio 138 vto-140 

[4] Cabildo 18 de mayo 1586 folio 143 vto. 

[5] Cabildo 16 de julio 1586 folio 156 vto. 

[6] Cabildo lunes 20 de octubre 1586 folio 185 vto. -186  

[7] Cabildo lunes 24 de noviembre 1586 folio 199 vto. El cabildo acordó buscarles alojamiento. 

[8] Cabildo miércoles 26 de noviembre 1586 folio 199 vto. – 200 (f. 729) Más de 30 ducados para socorrer a los soldados fueron tomados prestados del Pósito. Cabildo sábado 13 de diciembre 1586 folio 204 

[9] Cabildo lunes 20 de octubre 1586 folio 185 vto. -186 (f. 715) los gastos en comida y cebada para las cabalgaduras ascendieron a 42 reales. (Cabildo del miércoles 24 de noviembre 1586. folio 199 vto.) 

[10] Cabildo sábado 13 de diciembre 1586 folio 204 

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