sábado, 27 de junio de 2020

Crónicas del ambiente alcalaíno (X)



Crónica publicada en el periódico local EL CASTILLO DE ALCALA  el 22 de abril de 1918. Año II nº 13.

(Se incluye también la sección SUBSISTENCIAS, donde se denuncia el abuso que sufren los vecinos por los subidos precios de los artículos de primera necesidad)


Viajeros.- Para visitar a su señora madre, que se halla enferma, marchó a Puerto Real nuestro querido amigo el virtuoso sacerdote D. José Gámez Coto, acompañado de su señora hermana doña Francisca Gámez, viuda de Roldán y de su sobrinita Carmen. 

- Regresó de Cádiz el Sr. Alcalde de esta ciudad, D. Antonio Galán Fernández. 

- Se encuentra en esta ciudad, pasando temporada, nuestro querido amigo el virtuoso Canónigo Lectoral de la Santa Iglesia Catedral de Ceuta, don Antonio Romero Barea. 

- Ha pasado en ésta unos días nuestro muy amigo y paisano el distinguido compositor musical don José Periáñez Diaz. 

Defunciones.- Ha dejado de existir en esta ciudad la (ilegible) Ana Mora (ilegible) 

Como se recordará, en nuestro primer numero dedicamos unas letras hablando de las virtudes de la (ilegible) hoy fallecida. 

A Dios pedimos haya concedido su gloria al alma de la que fue espejo donde se retrataron las virtudes de una raza. 

Ha dejado de existir en Ubrique la señora viuda Isabel Romero Gil, madre de nuestro querido amigo D. Cristóbal Alberto. A éste, como a los demás (ilegible) de la extinta, enviamos nuestro más sentido pésame. 

Nuevo coadjutor.- Ha sido nombrado teniente cura de ésta y se ha posesionado de su cargo el ejemplar y joven sacerdote D. Juan Ángel Abel Guerrero. 



De Subsistencias (1)

      ¿Qué les parece a mis lectores la cartita? No se si estos recordarán que en el número 11 y en <<Vox Populi>> hacíamos referencia a otra carta que con las iniciales M. B. S. recibimos con fecha 13 de marzo. 

      En esa carta se nos decía, que habiendo comprado en la calle Amiga una telera de pan de dos libras por 45 céntimos, le faltaba dos onzas; que fueron a quejarse a las autoridades y que le contestaron <<Hija, si está falto, cómpralo donde esté completo>>. La verdad: no creímos esa denuncia. Sería una enormidad que las autoridades se sacudieran de ese modo a los vecinos que denuncian ilegalidades. 

     Demasiado sufridos somos, ya en todas partes nos saquean en peso y precio. Bueno; pues a pesar de la carta de una Madre de familia, no puedo dejar de pasar sin protesta que la telera de dos libras (cuando las tiene) cueste hoy cincuenta céntimos. 

     ¿Es que no tenemos trigos en esta ciudad? Sí, señores, que hay más trigo que lo que han jurado poseer los acaparadores a agricultores. A un señor concejal se le ha oído decir; y ese señor es bastante entendido en el asunto. 

     La cosecha se presenta muy buena hasta hoy, y un pueblo como este que vive de la agricultura, debe fijar los precios del trigo sobre la faz que presente la cosecha. 

     Hoy no se observa esa regla porque todos es desbarajuste en nuestra patria, puesto que se vive de imprevisiones y se deja que los vampiros acaparadores, que son los únicos que están enriqueciendo con la sangre de los demás, efectúen sus especulizaciones inhumanas. 

      Otro día publicaré la cuenta que me manda un peón de albañil, por ser demasiado larga la crónica de hoy. 

Juan J. Sandoval Moreno 
VOCAL OBRERO DE LA J. S. 
Alcalá de los Gazules 16 Abril 1918

NOTAS

(1) En el número citado viene reproducida la carta, pero resulta prácticamente ilegible por estar deteriorado el papel, motivo por el que no la reproducimos aquí.

viernes, 19 de junio de 2020

Vida y andanzas de los Palma de Mesa (I)


Ismael Almagro Montes de Oca


PROLOGO

      Tanto el doctor Bartolomé Palma de Mesa como su hijo Bartolomé son personajes prácticamente anónimos, de los cuales se conocen muy pocos datos sobre sus vidas, resumidas en la historiografía local en apenas un par de líneas. Sólo en el libro “Alcalá en el fondo documental Sánchez del Arco” [1] se amplía brevemente la información, recogiéndose en las notas un par de párrafos con investigaciones modernas que arrojan algo de luz sobre estos dos alcalaínos ilustres, que reproducimos a continuación, pues nos servirán como preámbulo, advirtiendo que contienen, como veremos, algunos errores que iremos corrigiendo a lo largo de esta investigación. 

      "Del Doctor Palma de Mesa se dice que fue Oidor de la Nueva Galicia en la Nueva España y que investigaciones sobre Pasajeros a Indias, realizadas por el vejeriego Francisco Basallote, nos han aportado nuevos datos sobre el personaje, cuales son que tenía el grado de Doctor y que ejerció su magistratura en la mejicana Guadalajara, a la que se trasladó desde Alcalá en Junio de 1597, acompañado de su esposa, María de Ortega Monsalve, 6 hijos y 7 criados. Murió en la citada ciudad de Nueva Galicia en Junio de 1604. Nos consta, igualmente, que no todos sus hijos fueron con él, pues en Alcalá quedó su hijo Alonso, quién años más tarde (1607) se embarcó para Perú con su esposa y dos hijos. 

      Bartolomé de Mesa y Palma, según Sánchez del Arco fue Teniente General, el dato lo toma de Fray Gerónimo de la Concepción quién en 1690 publicó su "Cádiz, emporio del Orbe", y lo cita entre los hijos ilustres de Alcalá. Sin embargo, no recoge otros datos aportados por el fraile cuales son, que fue "Sargento Mayor en Nueva Galicia, México. Este dato y los recientes estudios de Basallote en el Archivo de Indias, nos permiten afirmar que es uno de los hijos de Bartolomé de Palma, que fue con su padre a México, y que para diferenciarse de su padre, de igual nombre, aparece consignado como Bartolomé de Mesa hijo de Palma de Mesa y María Ortega.” 

      Reconstruir parte de la vida del Doctor Palma ha sido una tarea complicada pues son muy pocas las noticias halladas sobre el mismo y ha sido difícil seguirle el rastro. No sucede lo mismo con su hijo, Bartolomé de Mesa, del que hemos podido reconstruir gran parte de su carrera profesional.

     En este mismo medio publicamos las primeras líneas de esta Historia de los Palma de Mesa, en la que dimos a conocer la fecha de nacimiento de Bartolomé de Palma, que tuvo lugar poco antes de junio de 1538, así como algunas notas sobre su linaje familiar en Alcalá.
     

CAPITULO PRIMERO
BARTOLOME PALMA DE MESA


   Nada sabemos sobre la infancia y juventud de Bartolomé Palma de Mesa en la villa de Alcalá, pero es fácil imaginárselo siendo niño atravesar, por ejemplo, el postigo de la Puerta nueva, para jugar por los cortinales del Parral junto a la torre del Rey y la ermita de San Vicente, o bajar desde la Puerta del Sol por el carril abajo hasta la calle de los Mesones, hoy calle Real y juguetear en las cercanías del Convento de Santo Domingo. 

      Muy probablemente, recibe las primeras enseñanzas del preceptor de gramática que el Concejo alcalaíno costea junto con el Obispo para enseñar a los mozos de la villa. Es preocupación constante de los regidores que los niños se instruyan y aprendan, tanto que, cada vez que el pueblo se queda sin preceptor, escriben al provisor del obispado para que ponga solución. Fiel reflejo de esta preocupación es la solicitud que realizan en 1561: “la falta q en esta vª ay de un precetor q lea gramatica y d como d esta cabsa los hijos de vos (vecinos) andan viciosos y aun estúpidos…”[2]

      Pronto debe apuntar maneras en los estudios, y llegado el momento, abandona Alcalá para iniciar sus estudios de Derecho, seguramente en la universidad de Sevilla, obteniendo el grado de bachiller con anterioridad a 1565. Poco antes de esta fecha, tiene lugar uno de los acontecimientos importantes en su vida, su matrimonio con Isabel Martín de Toledo. 

      Según un expediente de Bartolomé de Mesa, la mujer de Bartolomé de Palma, Isabel de Toledo, que así se la denomina en el mismo, es hija de Alonso Martínez y de Catalina de Aragón, vecinos que fueron de la villa de Tarifa, donde nacieron. Esta información se ve refrendada por el testimonio de varios testigos, que aseguran haberlo oído decir a personas naturales de dicha ciudad. 

      En el Archivo Parroquial de Alcalá no hemos encontrado la correspondiente acta matrimonial. Tal vez el enlace pudo producirse en Tarifa, aunque hay que ser prudentes en este sentido, pues las actas de aquella época están desordenadas y se han perdido muchas, conservándose apenas un par de ellas de algunos años. Cabe añadir que en 1585 localizamos a un Juan Martín de Toledo como regidor en Alcalá. 

       Lo mismo sucede con el primogénito del matrimonio, Baltasar. Según la información contenida en el expediente del doctor Palma para pasar a Indias fechado en 1597[3] tiene entonces 33 años, lo que significa que nació en 1564 y aunque se asegura que es natural de Alcalá, en el Archivo Parroquial tampoco hemos hallado su partida de bautismo. 

      Sí nace aquí su segundogénito, el que también será hijo ilustre de Alcalá, Bartolomé de Mesa, de quien se dice en el mismo expediente para pasar a Indias, que tiene 28 años, debiendo nacer por tanto en 1569.


     Sin embargo, esta información es errónea, pues es bautizado en 1565, año probable de su nacimiento: 

“En Jueves Veinte y ocho de Diciembre de este sobredho año de mil y quinientos y sesenta y cinco, Yo Fco de Mesa Clerigo Pro (Presbítero) y Cura de esta villa de Alcala, batise a Bartolome, hijo de Bartolome de Palma Ver. (Bachiller) y de Dª Ysabel Martin de Toledo, su legitima mujer. Fue su padrino el Bdo. Franco de Cazalla, en fe de lo ql firme esta de mi Nombre Francisco de Mesa[4]

Partida de bautismo de Bartolomé de Mesa

       Esta partida de bautismo nos viene a confirmar dos cosas. Por un lado, que Bartolomé de Mesa tuvo que nacer efectivamente en 1565 y por otro, que en dicho año Bartolomé de Palma ya había obtenido el título de bachiller, pues como tal se le menciona. 

      Precisamente 1565 es el año en que, según el mismo documento, nace otro de los vástagos de Bartolomé de Palma, su hija Juana, fecha también errónea, pues nos consta que fue bautizada en Alcalá en 1567: 

“Martes nueve de Sete. de mil quinientos sesenta y siete as = En este dho dia, mes e año susodicho, Yo Juan Sanchez Cazalla, Cura, baptise a Juana, hija de Bartolome de Palma Ver y de Ysabel Martinez, su lígitima mujer: Fue su Padrino El Ver. Alonso Garcia de Cardenas, Clerigo: Y por que es Verdad, lo firme de mi nre = Juº Sanchez Cassalla”[5]


     Que al menos, 2 de sus 3 hijos, nacieran en Alcalá, nos lleva a pensar que Bartolomé de Palma estaba asentado de manera estable en nuestra localidad, pero de lo que no cabe duda es que aquí se encuentra en diciembre de 1567, cuando los regidores del ayuntamiento acuerdan hablar con el licenciado, aprovechando que va a Sevilla, para que trate con un “enpremidor” para imprimir doscientas copias de una ejecutoria de los privilegios que tienen los vecinos de Alcalá.[6] Posiblemente este viaje guardara relación con sus estudios. 

      Dos años más tarde, el entonces Bachiller ve aumentada su descendencia con el nacimiento de su hija María, bautizada en la Parroquia en septiembre de 1569: 

“Miercoles quinze de Sete. de mil quinientos sesenta y nueve as. = En este dho dia, mes e año susodichos, Yo Juan Sanchez Cazalla, Cura, baptise a Maria, hija del Ber Bartolome de Palma y de Ysabel Martinez, su legitima mujer: fue su Padrino el Bdo. Juan de Mesa, y porque es Verdad lo firme de mi Nre.= Juan Sanchez Cazalla.”[7]

      En octubre de 1571 se producen los primeros pasos conocidos de nuestro protagonista en el mundo laboral, que tienen lugar precisamente en nuestra localidad, cuando el licenciado Juan de Chaves, que hasta entonces venía ejerciendo de maestro de gramática abandona Alcalá y varios vecinos, junto con algunos estudiantes piden al cabildo que le sustituya Bartolomé de Palma, acordando los regidores que se le haga una prueba pública donde demuestre sus aptitudes para ejercer dicha profesión: 

“…el dho be de palma es abil pa tener estudio entienden ser aprovechados de su enseñar pr tanto q se le de el salario q se dava al dho chaves y respondiose ql dho be de palma lea una leçion en pº (público) y q leyda este cabildo proveerá lo q convenga”[8]

       Sin embargo, parece ser que las pretensiones económicas de Bartolomé son consideradas excesivas por parte de ciertos estudiantes, que rechazan su elección alegando que no está capacitado y que no es respetado por todos.[9]

      De todas formas, el bachiller cuenta con el apoyo de los padres de los estudiantes y pasa la antedicha prueba pública, asignándosele un salario anual de 6000 maravedíes: 

“…porq en la dha lecion q el dho be de plma leyó y declaro por esa tener baste (bastante) suficiencia pa enseñar y leer gramatica q se le de den seis mil mrs (maravedíes) de salario cada un año qs lo q este cabº (cabildo) acostumbra dar a los precetores y q los gane desde oy por el tpo q fuere la voluntad deste cabº y no mas y se le paguen del propio del qº …”[10]


NOTAS

[1] Pág. 210. Editado por el Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules con introducción, edición y notas de Gabriel Almagro Montes de Oca.

[2] AMAG. Legajo 3 Folio 110. Cabildo del 24 de diciembre de 1561. 

[3] Archivo General de Indias. ES.41091.AGI/10.42.3.42//CONTRATACION,5254,N.1,R.1. Expediente de información y licencia de pasajero a indias del doctor Palma de Mesa, oidor de la Audiencia de Guadalajara en el Nuevo Reino de Galicia, con su mujer María de Ortega Monsalve, y sus hijos el bachiller Palma de Mesa, Bartolomé de Mesa, Melchor Palma de Mesa, Juana de Mesa, María de Mesa e Isabel de Mesa, todos naturales de Alcalá de los Gazules (Cádiz), a Nueva España.

[4]  Archivo Parroquial Alcalá de los Gazules. Libro 2º bautismos, folio 87 

[5] Ib. Libro 2º bautismos, f. 113 vto. 

[6] AMAG. Legajo 3 f. 425. Cabildo del 9 de diciembre 

[7] Archivo Parroquial Alcalá de los Gazules. Libro 2º bautismos, folio 130 vto. 

[8] AMAG. Legajo 4 f. 125 vuelto. Cabildo del 5 de octubre de 1571 

[9] Ib. Legajo 4 f. 127. Cabildo del 22 de octubre. 

[10] Ib. Legajo 4 f. 128 vto. Cabildo del 29 de octubre. 


viernes, 12 de junio de 2020

Puntualizaciones al artículo “Las elecciones de Febrero de 1936 en Alcalá de los Gazules y el nuevo Ayuntamiento Frentepopulista”




Ismael Almagro Montes de Oca 

      En la Revista de Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio 2019 aparecía publicado el artículo “Las elecciones de Febrero de 1936 en Alcalá de los Gazules y el nuevo Ayuntamiento Frentepopulista”, escrito por Juan Pedro Romero Benítez, en el cual se ofrece, desde mi punto de vista, una visión sesgada de los acontecimientos, cargándose las tintas sobre el Corporación del Frente Popular, y en especial sobre su alcalde, Antonio Gallego Visglerio, al que se le atribuyen decisiones controvertidas que, sin embargo, se deben a órdenes superiores. Si se analizan una serie de hechos sin relacionarlos con las circunstancias en que se producen y que lo rodean, corremos el riesgo de interpretarlos erróneamente. A la luz de los documentos estudiados, creo necesario hacer una revisión del mismo para aclarar ciertos aspectos, en aras de ofrecer un conocimiento más exacto de cómo se desarrollaron los acontecimientos en los estertores de la 2ª República en nuestra localidad. 

      En primer lugar, se habla de depuración de los cargos públicos anteriores a la Corporación del Frente Popular. Es cierto que se produjo depuración de cargos, pero si esta depuración la vemos como un hecho aislado, tal como sucede en el artículo, podríamos pensar que efectivamente dicho Ayuntamiento actuó por venganza, pero debemos tener presente que esta práctica fue norma habitual desde antiguo, no sólo en los cambios de Régimen político, sino también en los cambios en la alcaldía, y así, tras la llegada de un nuevo alcalde al Ayuntamiento, todos los cargos interinos solían ser cesados y reemplazados. Las actas del cabildo alcalaíno desde mediados del siglo XIX así lo corroboran, y con cada cambio de alcaldía eran reemplazados generalmente guardias municipales y de campo, el administrador del Hospital de la Misericordia y los escribientes temporeros. Incluso en la actualidad, cuando se produce un relevo en un organismo público, todos los cargos de confianza suelen ser destituidos. 

      El 29 de febrero de 1936, sólo varios días después de hacerse cargo del Ayuntamiento alcalaíno, los miembros del Frente Popular acuerdan reponer en sus cargos a los cesados por la anterior Corporación por entender que se había cometido una ilegalidad y que dichos despidos y no se ajustaban a derecho, ya que “la Comisión Gestora violando los preceptos de la Constitución y el Decreto de Gobernación de Abril de 1934, había destituido de sus cargos sin previa formación de expediente a determinados empleados interinos, llevando el que menos más de seis meses de interinidad…” [1]

      En definitiva, el Ayuntamiento del Frente Popular no hizo más que reponer en sus cargos a los que fueron nombrados por el primer ayuntamiento republicano en 1931 y que fueron cesados al constituirse el ayuntamiento conservador en 1934, al entender que dichos despidos no se ajustaban a la ley vigente. 

       Del mismo modo, tampoco se puede achacar a la Corporación de izquierdas las detenciones de los hermanos Pedro, Mariano y Julio Toscano Delgado de Mendoza,[2] que sin lugar a dudas guardan relación con el expediente iniciado por el Instituto de Reforma Agraria para expropiarles sus fincas Pagana, Nieto, Poyales, para establecer una colectividad de campesinos, ya que, aunque fueron detenidos el 15 de marzo por la guardia municipal, el primero de ellos fue puesto en libertad al día siguiente por orden del Delegado del Gobernador y los otros dos fueron conducidos por la Guardia civil a Medina por orden del mismo Delegado el día 18 de marzo. [3]


      En el mismo artículo se insinúa que la Corporación municipal frentepopulista inició una represión contra la Falange, encarcelando a algunos de sus dirigentes, pero nada más lejos de la realidad, pues no existió tal persecución, ya que las detenciones, además de ser un hecho puntual pues no consta la detención de más falangistas, no fueron ordenadas por el alcalde. El jefe local de la Falange, Miguel Blanco Sánchez, y el afiliado Francisco Casas Mansilla fueron detenidos el 17 de abril, ingresando en el depósito municipal a las 2 de la tarde, seguramente por reunión ilícita. Recordemos que Falange había sido declarada ilegal el 14 de marzo. Estas detenciones no pueden achacarse a la Corporación ya que no fueron apresados por la guardia municipal sino por la Guardia civil, que los pone a disposición del gobernador y es precisamente el alcalde accidental, Andrés Jobacho, quien los saca del calabozo al día siguiente para entregárselos de nuevo a la Guardia civil. 


      Sostiene también Romero Benítez que las destituciones de los guardias municipales se debieron a motivos ideológicos, pero debemos tener en cuenta lo expuesto anteriormente sobre la depuración de cargos, puesto que algunos de ellos eran interinos y no tenían plaza fija. Baste recordar que el 9 de octubre de 1934 era cesado el Ayuntamiento y nombrada una gestora en su lugar, formada por integrantes de partidos conservadores, siendo nombrado alcalde Pedro Díaz Montes de Oca y tan solo cuatro días más tarde, el nuevo alcalde destituye al cabo interino Cristóbal Piña Ramos y al guardia municipal, también interino, Pedro Fernández Camacho, nombrándose en su lugar a Pedro Camacho Jiménez y Francisco Reyes Quirós. [4]

       En cuanto a los casos de los guardias Juan Sánchez Mañé y Manuel Fernández Benítez, según el mismo autor, dimitieron porque el alcalde, Antonio Gallego, les obligó y si bien es cierto que hubo cierta oposición entre los concejales a la destitución de ambos, tal como ser menciona en el artículo, también lo es que esa oposición fue debida a que ambos empleados eran “republicanos de abolengo”. Y tanto que lo eran, pues que sepamos, al menos Juan Sánchez Mañé debe ser el mismo viejo militante socialista alcalaíno que llegó a ser presidente del Partido Socialista en Alcalá en 1908. [5]

      Lo cierto es que ambos guardias presentaron su dimisión por motivos económicos, firmando un escrito contra el Ayuntamiento para que se les abonase el dinero que se les adeudaba. El alcalde, al que evidentemente no debió agradar que unos empleados se rebelaran contra él, aprovechó la ocasión y haciendo suyo el refrán “a enemigo que huye, puente de plata”, aceptó gustosamente las dimisiones, por muy republicanos que éstos fueran. 

      Pero veamos la secuencia completa de acontecimientos donde queda meridianamente claro el motivo de las dimisiones. 

      En la sesión del 16 de mayo de 1936, el alcalde expuso lo siguiente: 

“El Sr. Alcalde da cuenta al Ayuntamiento de las dimisiones presentadas por D. Juan Sánchez Mañé según oficio que a él le dirige como Presidente de la Corporación y de D. Manuel Fernández Benítez que verbalmente así lo hizo dejando de prestar servicios voluntariamente y entregando su uniforme, como prueba de ello, de los cargos que desempeñaban de Guardia Municipal. El Sr. Sandoval hace constar, que no está de acuerdo con las dimisiones presentadas por los señores Sánchez Mañé y Fernández Benítez, suponiendo esto una represalia de la Presidencia-Alcaldía, por haber firmado los referidos un escrito dirigido al Delegado de Hacienda solicitando se les abonara los haberes que el Ayuntamiento les adeuda haciendo constar también que estos dos empleados son republicanos de abolengo como en diferentes ocasiones lo han demostrado y solicitando de la Alcaldía-Presidencia que cuanto ha manifestado, así conste en acta. 

El Sr. Jobacho dice, que cree es facultad de la Alcaldía el nombramiento y separación de los Guardias municipales (se ausenta de Sala) 

El Sr. Ortega de la Corte hace constar que tampoco está de acuerdo con las dimisiones presentadas por los mencionados Sánchez y Fernández y dice también que se han hecho nombramientos a favor de individuos que no se lo merecen. 

      El Sr. Presidente contesta al Sr. Sandoval diciéndole que de ninguna manera se trata de represalia personal ya que el Sr. Sánchez Mañé le presentó la dimisión del cargo que ocupaba por escrito y el Sr. Fernández Benítez verbalmente, demostrándose esto último, ya que entregó su uniforme y no se presentó, como estaba obligado, a prestar el servicio propio de su cargo.” [7]

      Por tanto, en ambos casos, no se puede hablar de destitución sino de dimisión, descartándose los motivos ideológicos, como se pretende hacer pensar. 

      Es más, el propio Sánchez Mañé, posteriormente reconoce su dimisión y solicita la reposición en su cargo y que se deje “sin efecto el escrito de renuncia firmado por el exponente con fecha 30 de abril pasado” [7]

     Si parece ser cierta la afirmación hecha en el artículo referido de que a los guardias se les obligó a firmar las dimisiones, pero no por el alcalde sino por otra persona, como deja claro el concejal Jobacho: “se han prestado a la voluntad de persona empleada de este Ayuntamiento, contraria a todas las Corporaciones de izquierdas, aquí constituidas, sin previa súplica ni aviso” 

      ¿A quien se refiere Jobacho? Posiblemente al jefe de los municipales, José Tizón Jiménez, que es otro del que se dice en el artículo, que junto con el cabo Miguel Soto Tizón, fueron destituidos por motivos ideológicos por el Frente Popular. 

       Es cierto que existió una confrontación desde el inicio de la 2ª República entre los dirigentes de izquierdas  y ambos, principalmente con José Tizón, puesto que habían hecho manifestaciones contrarias al nuevo Régimen en repetidas ocasiones, e incluso el jefe de la guardia municipal ya fue apartado de su cargo el 14 de abril de 1932, por un decreto del alcalde José Sandoval Moreno [8] aunque tras entablar un pleito contencioso-administrativo, fue repuesto a mediados de 1933 por despido improcedente. 

      Miguel Soto Tizón entró como guardia municipal el 1 de abril de 1923[9] pasando a ejercer el cargo de Cabo de forma interina el 29 de octubre de 1934, al ser nombrado por el ayuntamiento de derechas que había tomado posesión días antes, tras destituir al que lo era hasta entonces, Cristóbal Piña Ramos,[10] mientras que José Tizón Jiménez entró de jefe de la guardia municipal el 28 de agosto de 1919.[11]

       Sin embargo, no podemos hablar de destitución de ambos municipales en 1936 porque realmente no fueron destituidos sino suspendidos de empleo y sueldo, por decreto del alcalde Antonio Gallego fechado el 13 de abril: 

“Se da cuenta por la Alcaldía de haber decretado la suspensión de empleo y sueldo de D. José Tizón Jimenez y D. Miguel Soto Tizon, empleados municipales, en virtud de denuncias formuladas contra ellos y de haber ordenado la instrucción del oportuno expediente, quedando enterada la Corporación municipal, haciendo suyo en todas sus partes el decreto de la Alcaldía Presidencia, y designándose Juez Instructor del mismo al Sr. Concejal D. Domingo Ortega de la Corte, cuyo expediente una vez concluso, someterá con su propuesta a la deliberación de este Ayuntamiento.”[12]


      Tres días después de ser suspendido, José Tizón es detenido junto a los dos falangistas más arriba mencionados y al día el día 19 siguiente lo es Miguel Soto Tizón, siendo ambos entregados el día 18 a la Guardia civil. 

      Efectivamente se inicia un expediente contra ambos empleados municipales en virtud a las denuncias presentadas. 

      Pasado un mes desde la suspensión, al acabar el plazo legal para que tuviera validez dicha suspensión, José Tizón solicitó el cese de la suspensión de su cargo, llegando a decir el concejal Domingo Ortega de la Corte, que había sido nombrado Juez instructor, renunciando a dicho cargo por sus ocupaciones “que si se accede por el Ayuntamiento a su reposición, él dimite el cargo de Concejal.”[13]

      Según Romero Benítez, en esta sesión del 30 de mayo se presenta un escrito donde 130 vecinos piden que se acuerde la reposición de los empleados públicos, pero resulta que es todo lo contrario, los vecinos piden que NO se repongan. En favor de Romero hay que aclarar, que el texto del acta resulta ambiguo y puede inducir a error: 

“Se ordena por la Presidencia, se dé lectura por mi a escrito que le han entregado y que presenta, firmado por unos ciento treinta vecinos, en el que protestan se acuerde por la Corporación Municipal la reposición de los empleados de orden público que hoy están suspensos de empleo y sueldo por las razones que expresan.” 

       Por suerte, se conserva en el Archivo Municipal el escrito íntegro, con las firmas de 126 vecinos contrarios a la reposición de estos municipales: 

“Protesta que los becinos de Alcalá de los Gazules, Presentaron A las autoridades y al Frente Popular de la Provincia Contra el Acuerdo de este Ayuntamiento de reponer en sus puestos A los empleados de Orden Publico, que en la actualidad se hallan suspensos de Empleo y sueldo por reconocer en dichos empleados ser Elementos Facistas y hacer manifestaciones en contra del régimen y sus representantes. Alcalá de los Gazules a veintinueve de Mayo de_ _ _ _ _ _ _ 1936 



Miguel Gómez
María Sevilla
Josefa Jiménez
Antonio Gómez
Juan Castilla
Antonia Grasia
Josefa Castilla
Gabriel Cañamaque
Ana Sevilla
Sebastián Armario
Antonia Prieto
Antonio Coronado
Juan Ortega
Manuela Fernández
Josefa Sánchez
Juan Rio
Francisca Ramos
Antonia Andrades
Pepa Ríos
Luisa Camacho
María Camacho
Rosalía Camacho
José Camacho
Rafaela Muñoz
Ramón Camacho
Diego Camacho
María Torre
María Sánchez
Ana Sánchez
Juan Mariscal
Miguel Fernández
Juana Richarte
Ángeles Salcedo
Francisco Salcedo
Teresa Vallecillo
Antonio Gallego
Rafaela Nieto
José Salcedo
Juan Sánchez
María Huerta
Catalina Rubio
Fernando Monroy
Francisco Gallego
Catalina Cordón
María Cabeza
Antonia Rodríguez
Alfonso Monroy
Consuelo Salcedo Gil
Juan M. Salcedo
Manuel Fernández
Andrés Prieto
Antonio Mancera
Franco Pereira
José Collante
Victorio Coronado
Catalina Mota
Antonio Domínguez
Rafael Salcedo Carrasco
Rafael Vera
Juan (ilegible)
Cristobalina Nava
Jorge Fernández
Ildefonso Moreno
Trinidad Hidalgo
Antonio Marchante
Juan Valle
Francisco Puerta
Manuel Rio
Francisco López
José Salado
Juan Pizarro
Antonio Sánchez Puerta
Andrés Sevilla
Juan Vallecillo
Pedro Rodríguez
Roque Alconchel
Juan Fernández
Gabriel Almagro
Antonio Molina
Francisco Reyes
José Manzano
Diego Mensian
Juan García
Antonio Montes de Oca
Cristóbal Galán
Cristóbal Reyes
José Fernández
José Sánchez
Juan Sánchez
Jose Cerejido
(ilegible)
Juan García
Juan Domínguez
Franco Fernández
Alfonso Domínguez
José Herrera
Manuel Lorente
José Herrera
Leandro Domínguez
Franco Herrera
Francisco López
José Macias
Diego Mateo
Francisca (¿Lelpe?)
Franco Yuste
Salvador Sevilla
José Molero
José Martín
Juan Jiménez
Juan Vera
Diego Acedo
Manuel Vera
José García
María Vera
Antonio Tizón
Francisco Tizón
José Sánchez
José Martín
Gaspar Ramírez
Tomás García
Francisco Gómez
Maria (ilegible)
Francisca Corrales
Josefa Gómez
José Castellet
Francisca Gómez
[14]



      El 6 de junio, tras recibir oficio del Gobernador civil, la Corporación acuerda la reposición de ambos empleados en sus cargos [15] pero días más tarde se vuelve a presentar denuncia por parte de varios vecinos contra ambos empleados, por lo que nuevamente el alcalde decreta suspensión de empleo y sueldo y el inicio de un nuevo expediente, designándose juez instructor al 2º teniente de alcalde Andrés Jobacho Benítez.[16]

      En el citado expediente constan las declaraciones de las personas que presentaron la denuncia: Salvador González García (Parrita), Juan Sánchez Ramos, Antonio Sánchez Puertas, Félix Fernández Andrades, Juan López Mateo, Sebastián Poley Nieto y Manuel Crespo Gutiérrez. 

      En la sesión del 11 de julio, el juez instructor presentó los cargos contra ambos. El golpe militar evitó que se dictara resolución. Por tanto, nunca fueron despedidos por el Frente Popular.

     En el pliego de descargos, José Tizón Jiménez alegaría que las acusaciones eran falsas y que no pertenecía a ningún partido fascista y que “los denunciantes… basados en hechos que inventan, dicen que soy contrario al Régimen y a sus hombres” [17] cuando en realidad mentía, porque aparece como socio nº 42 de Falange en Alcalá ingresando en dicha organización el 24 de marzo de 1936, junto a Miguel Soto Tizón, casi un mes antes de ser detenido junto a los falangistas citados.


     Casualidades, o no, en este expediente aparecen los nombres de muchos de los que, en los días siguientes al golpe de Estado, serían asesinados o represaliados: José Sandoval, Antonio Gallego, Domingo Ortega, Andrés Jobacho, Salvador García (Parrita), Josefa Jiménez, Miguel Gómez, Fernando Monroy, Rafael Vera, etc. 

      Curiosamente, ambos empleados falangistas serían expulsados apenas un año después, por sus mismos correligionarios. Miguel Soto Tizón fue sancionado varias veces durante el año siguiente por faltas cometidas en el desempeño de sus funciones y en 1938 se le abrió un expediente para despedirlo que finalmente no se ejecutó.[18] José Tizón Jiménez, terminó siendo expulsado tras el expediente abierto a raíz de un enfrentamiento que tuvo el 4 de octubre de 1937 con el alcalde: 

“los hechos acaecidos demuestran que el suspenso es un indisciplinado, no extrañándole el que de tal manera se comporte toda vez que según los informes que tiene recogidos fue expulsado de la Guardia Civil por otro rasgo igual al que motiva la suspensión en este cargo, hecho acaecido estando el Tizón prestando sus servicios como tal Guardia en el Puesto de Tarifa y por haber desobedecido al Capitán de aquel Instituto en las ordenes que le dio y a mas de ello mostrarse ante aquella autoridad de una manera provocativa y en pugna con el respeto y disciplinas debidas; de estos antecedentes se infiere que el procederse cual lo hizo en esta ocasión no es nuevo en dicho señor sino mas bien conducta y temperamento. No es ya solo cuanto se consigna en el decreto de suspensión lo que ha motivado esta medida sino que hubo por parte del suspenso un propósito claro y decidido de agredirle cual lo demuestra la actitud provocativa que adoptó así como el hecho intemperante de atreverse a pedirle explicaciones sobre el resultado de un expediente que se le tramitaba, y ante dicha agresión injustificada y para su defensa hubo de dar repetidos golpes en la mesa de la Alcaldía llamando al propio tiempo la atención de los funcionarios que por aquel entonces se encontraban en las Oficinas Municipales para que intervinieran en el incidente toda vez que se encontró completamente y cual se dice vulgarmente acorralado.” [19]


     Para terminar, considero poco riguroso sembrar dudas sobre la persona de Antonio Gallego Visglerio, diciendo que “casualmente” estaba fuera de Alcalá cuando estalló el golpe, como si hubiera huido, nada más lejos de la realidad, puesto que estaba de viaje oficial programado con antelación. A pesar de las circunstancias, volvió a Alcalá el día 25 y fue detenido precisamente por el jefe de la Guardia municipal José Tizón Jiménez a las 7,30 de la tarde. Cuatro horas y media más tarde le darían su último viaje...

NOTAS

[1] AMAG. Actas de Sesiones del Ayto. pleno. 1935-1936. Libro 30 folio 140 vto. Y 141. Sesión del 26 de febrero de 1936. 

[2] AMAG. Libro registro detenidos depósito municipal 1936. Libro 235 

[3] Ib. 

[4] AMAG. Actas de Sesiones del Ayuntamiento pleno. 1933-1935. Libro 29 folio 120. Sesión del 15 de octubre de 1934 

[5] En un manifiesto de adhesión a la Junta de defensa contra la ley de terrorismo, firmado por elementos liberales, democráticos y republicanos, aparece como representante de los socialistas Sánchez Mañe. Periódico El Liberal. Edición del 7 de junio. Año XXX nº 10453 pagina 1 

[6] Ib. Libro 31 folio 22 vto. y 23. Sesión. Punto 6º 

[7] Ib. Folio 29. Sesión del 23 de mayo de 1936. 

[8] AMAG. Actas de las Sesiones del Ayto. pleno. Libro 28 1932-1933. Sesión del 6 de abril de 1932. Folio 8 vto. Punto 4º 

[9] AMAG. Expedientes personales 1923-1946 - Legajo 366. Expedientes de 1925 

[10] AMAG. Actas de sesiones del Ayto. pleno. Libro 29. Sesión del 29 de octubre de 1934. Folio 122 vto. 

[11] AMAG. Expedientes personales 1923-1946 - Legajo 366. Expedientes de 1925 

[12] AMAG. Actas sesiones del Ayto. pleno. Libro 31 folio 18 vto. Sesión 18 de abril de 1936 

[13] Ib. Libro 31 folio 37 vto. Sesión del 30 de mayo. 

[14] AMAG Expedientes varios de Justicia 1808-1972 Legajo 399 

[15] AMAG. Actas Sesiones Ayto. pleno. Libro 31 folio 37 vto. Sesión del 6 de junio de 1936. 

[16] Ib. folio 37 vto. Sesión del 13 de junio. 

[17] AMAG Expedientes varios de Justicia 1808-1972 Legajo 399. 

[18] AMAG. Expedientes disciplinarios y de faltas (1937-1971) Legajo 375. Expediente incoado a virtud de denuncia contra el guardia municipal Miguel Soto Tizón y dada cuenta a la Gestora se acordó instruirle el oportuno expediente por si procedía destituirlo del cargo de guardia municipal. 1938. (Por haberse embriagado y proferir en un Establecimiento público frases atentatorias contra la autoridad, así como pasear en plena vía pública en completo estado de embriaguez) 

[19] AMAG. Actas sesiones del Ayto. pleno. Libro 32 folio 131 vto. Sesión del 9 de octubre de 1937.