viernes, 28 de septiembre de 2012

Emigrantes alcalaínos a Argentina en 1889 (III)




     El siguiente grupo de emigrantes pertenecía a la familia del matrimonio Marín Soto.

15.- Manuel Marín Valle. 

     Nace en Alcalá en 1850, hijo de Francisco Marín Ruiz y de Antonia Valle Monroy. Viudo de Andrea Ruiz Benítez. Según el censo, es agricultor, no sabe leer ni escribir, no posee propiedad y está censado en la sección 7 de Resistencia (población rural), al igual que el resto de su familia. 

Partida matrimonial de Manuel Marín y Antonia Soto, en el archivo parroquial de Alcalá

16.- Antonia Soto Tenorio. 

    Nace en Alcalá en 1856, hija de Miguel Soto López, natural de Albuñol (Granada) y de Catalina Tenorio Ortega, natural de Benaocaz. Viuda de Juan Galban Puerto, casa el 26 de diciembre de 1881 en Alcalá con Manuel Marín Valle. (11) Según el censo tiene 7 hijos en 1895. Sabe leer y escribir. 

     Ya en Argentina, el 15 de abril de 1891 nace Manuel Marín Soto, bautizándose en Resistencia el 15 de mayo. 

     El 20 de febrero de 1893 nace Antonio Marín Soto, bautizándose el 4 de febrero de 1894 siendo sus padrinos los alcalaínos Cayetano Rodríguez y Josefa Román. 

Partida de bautismo de Antonio Marín soto en los libros bautismales de la parroquia de Resistencia.
     También hemos localizado en un índice de matrimonios de la parroquia de san Fernando de Resistencia el matrimonio en 1945 entre José Marín y Nelida Mercedes, pero no hemos podido verificar que se trate de un miembro de esta familia. 

17.- Francisco Marín Soto. 

     Nace el 24 de febrero de 1882 en la calle la Carrera (Sánchez Aguayo). (12) Sabe leer y escribir. En su partida de bautismo consta que casó el 16 de junio de 1909 con Trinidad Sizuela, española que vive con su familia en la misma aldea que Francisco en 1895. 

Anotación del matrimonio en Resistencia
 en la partida bautismal de Francisco Marín en el archivo alcalaíno


18.- Miguel Marín Soto 

     Nace en 1883. Sabe leer y escribir y va a la escuela en 1895. 

19.- Juan Galban Soto. 

     Nace en 1880, siendo hijo de Antonia Soto y del difunto Juan Galban Puerto. Sabe leer y escribir.

   
     Junto a esta familia también emigra un hermano de Miguel Marín, recién casado días antes de partir.

20.- José Marín Valle. 

     Nace en Alcalá en 1862, siendo hijo de Francisco Marín Ruiz y de Antonia Valle y hermano de Manuel Marín. Trabaja de agricultor y contrae matrimonio con María Dolores Torrejón Carrasco el 3 de septiembre de 1889, pocos días antes de partir para Argentina. 

Acta matrimonial de José Marín y dolores Torrejón en Alcalá

     Aunque no hemos encontrado ninguna referencia suya en el censo de 1895, sabemos que emigró a Argentina con su hermano porque consta en el archivo de la parroquia de San Fernando Rey de Resistencia la partida de bautismo de su hijo Francisco. 

21.- María Dolores Torrejón Carrasco. 

     Nace en Alcalá en 1867, hija de Antonio Torrejón Corrales y de rosa Carrasco Corbacho. 

     A los 10 meses de su llegada a Argentina, da a luz el 15 de agosto de 1890 a su hijo Francisco, que es bautizado en Resistencia el 31 de octubre, siendo los padrinos sus tíos Manuel Marín y Antonia Soto.
 
Partida de bautismo de Francisco Marín Torrejón en Resistencia. El apuntador ha confundido el apellido Marín con Morón, pero la coincidencia de todos los nombres y el resto de apellidos no dejan lugar a dudas.

     La siguiente familia, aunque no eran naturales de Alcalá, eran vecinos de nuestro pueblo.

Censo argentino de 1895. Se registra  familia Cuadra Gutierrez (nº 3 al 9)  y la familia anterior, Marín Soto (nº 9 al 15) 
22.- Manuel Cuadra Delgado. 

     Nace en 1848, hijo de Manuel Cuadra Morales y de Luisa Delgado López, naturales de Santa Cruz, provincia de Almería y vecinos de Alcalá. Según el censo, es agricultor, no sabe leer ni escribir, no posee propiedad y está censado en la sección 7 de Resistencia (población rural), al igual que el resto de su familia. 

23.- Juana Gutiérrez Barea. 

     Nace en 1859, hija de Juan Gutiérrez Barea y de Catalina Barea, naturales de Cortes (Málaga) y vecinos de Mimbral (actual término de San José del Valle, cuya ermita dependía de Alcalá). (13) Según el censo tiene 7 hijos en 1895. No sabe leer ni escribir. 

     Ya en Argentina, tiene varios hijos. En 1890 nace José Cuadra. En 1892 nace Manuel Antonio Cuadra, quien casará en la parroquia de Resistencia el 19 de diciembre de 1914 con la argentina Rosa Bravo, siendo sus padrinos su hermana Luisa y el alcalaíno Ildefonso Romero. 

Acta matrimonial  en 1914 de Manuel Cuadra y Rosa Bravo
en el archivo de la parroquia de San Fernando Rey de Resistencia.

     En 1894 nace María Cuadra. 

     Hemos hallado además un matrimonio entre Juan Cuadra y Antonia Bravo en 1920, aunque no hemos podido verificar que se trate de otro de los hijos. 

     También hemos localizado un Luis Cuadra que casa en 1939 con María campos, aunque no sabemos el grado de parentesco con esta familia. 

24.- Luisa Cuadra Gutiérrez. 

     Nace en 1881. Sabe leer y escribir y va la escuela en 1895. Casó el 28 de octubre de 1909 en la Parroquia de Resistencia con el alcalaíno Ildefonso Romero Muñoz. 

Parroquia de San Fernando Rey de Resistencia


NOTAS 


Familia Marín 

(11) Archivo Parroquial de Alcalá de los Gazules. Libro Matrimonios 4, folio 381. 

(12) Ibídem. Libro Bautismo 13 folio 977. 

(13) Ibídem. Libro Matrimonios 4 folio 741.

Familia Cuadra Delgado 

(14) Archivo Parroquial de Alcalá de los Gazules. Libro Matrimonios 4, folio 168. 

martes, 25 de septiembre de 2012

Cuatro Santas zurbarenescas en la Parroquia de San Jorge


Artículo publicado en la revista de Apuntes Históricos del año 1983


Mª Dolores López de la Orden 

     En la iglesia de San Jorge de Alcalá de los Gazules (Cádiz), hay cuatro lienzos de buena factura, representando cada uno a una santa mártir, como indican las palmas que llevan en las manos, de cuerpo entero. Dos de ellas se encuentran junto al altar, en el lado del Evangelio, otra en el mismo lugar pero en el lado de la Epístola, y la cuarta en la sacristía. 

     El estado de conservación en que se encuentran los cuatro lienzos es bastante malo, y merece la pena que sean sometidos a una buena limpieza y restauración, ya que se trata de cuadros que, sin ser de una calidad extraordinaria, sí son muy interesantes. 

     De ellos tenemos la cita de Romero de Torres (1), que dice que en la Iglesia Mayor se conservan tres buenos cuadros, dos de los cuales representan santas; no sé si en realidad había entonces sólo dos o si a este autor le pasaron por alto las otras dos. 

     No cabe duda que las cuatro mantienen una estrecha relación con las que pintaba Zurbarán. Figuras de leve paso, como dice Camón Aznar (2), en tránsito, que miran el espectador, deslizándose en un furtivo instante, apenas posadas. Todas estas santas aparecen ataviadas con prendas de la época del pintor, siguiendo la moda con cierta arbitrariedad, y sólo los atributos religiosos que algunas llevan recuerdan la imagen que la santa representa. Las santas zurbaranescas van generalmente ordenadas, a modo de cortejo procesional, sobre los muros de las iglesias y conventos. Sus rostros son individuales, retratos de damas contemporáneas que prestaban sus rasgos a las santas de su nombre; de ello hay abundante constancia literaria, comentada en varias ocasiones por Orozco Díaz (3)

     Las santas de la iglesia de Alcalá no van lujosamente ataviadas, sus trajes son de línea sencilla, sin encajes ni bordados, y únicamente algunas de ellas llevan alguna sencilla joya. En una actitud no del todo frontal miran al espectador fijamente, portando en la mano izquierda la palma del martirio, y en la derecha su atributo hagiográfico. Como fondo tienen todas un paisaje, en el que se recortan algunas figuras y edificios que forman parte de la escena del martirio, representada a un lado de la santa. 

     Todas son óleos sobre tela, y cronológicamente se encuadran a fines del S. XVII. Veámoslas una por una: 

     Santa Casilda: Es una de las que se encuentran en el lado del Evangelio y la mejor conservada. Su identificación con Santa Casilda es debida a las flores y a la palma; la corona no le corresponde por no ser reina, pero la lleva en otras representaciones, como la de Zurbarán del Museo del Prado, seguramente por ser de estirpe real. La duda queda disipada por la escena que se ve al fondo, a la izquierda del cuadro: un rey moro se encuentra con su hija, que porta en la falda un puñado de flores que se las está enseñando a su padre; el rey moro es el padre de Santa Casilda, que llevaba comida a los cautivos de su padre; éste un día le preguntó qué llevaba en la falda y, al mostrársela, la comida se convirtió en flores. Fue martirizada por no querer casarse con el moro que su padre le tenía asignado. 

     Los fondos del cuadro son de arquitectura urbana, tanto el de la izquierda, donde se desarrolla la escena del milagro, como el de la derecha, que representa unos edificios; en esto es diferente a sus tres compañeras, cuyos fondos son campestres. 

     La cabeza de la santa no está nimbada, sino que está rodeada de una aureola o resplandor que también la diferencia de las restantes. 

Santa Casilda

     Santa Catalina de Alejandría: Situada, junto con Santa Casilda, en el lado del Evangelio, y también una de las mejores conservadas. 

     Guarda una gran similitud con uno de los dos dibujos que de esta santa hay en el Museo de Bellas Artes de Córdoba. 

     Su identificación es fácil por la espada y la rueda de pinchos que aparecen en el cuadro. Santa Catalina es una santa cristiana de historicidad dudosa, cuya existencia y ciertas características de su biografía parecen basarse en la de una filosofía alejandrina del S. IV, muerta hacia el año 415. Su leyenda se popularizó en Occidente por la «Leyenda Dorada»: Enamorado de ella el emperador romano Majencio y habiéndola solicitado en matrimonio, ella se negó, por lo que el emperador ordenó su muerte, después de que, habiendo mandado aquél a varios sabios para disuadiría, ella los convirtió al cristianismo. Fue atada a un aparato de ruedas con pinchos para ser descuartizada, pero milagrosamente una llamarada bajó del cielo y lo destrozó, siendo finalmente decapitada. Precisamente el momento en que baja del cielo la llamarada, cuando la santa está arrodillada ante la rueda, con un soldado tras ella y otros dos caídos en el suelo, es el que vemos representado al fondo del cuadro y a la derecha. 

     En el lado izquierdo aparece un paisaje arquitectónico, con murallas y dos torretas circulares; este tipo de paisaje aparece con frecuencia en cuadros de Zurbarán. 

     Es la santa que más lujosamente está vestida y la que más joyas luce, pero de una gran sencillez que contrasta con las adornadas y suntuosas de Zurbarán. 

Su cabeza no está nimbada ni rodeada por aureola alguna, sino que aparece cubierta por un rayo luminoso que baja del cielo, siendo la única de estas santas que esté representada de esta manera. 

Santa Catalina de Alejandría
     Santa Cecilia: Esté situada en el lado de la Epístola, y su estado de conservación es bastante malo. 

     En la mano derecha lleva un órgano portátil, lo que la identifica con Santa Cecilia, patrona de la música. A la izquierda del lienzo, al fondo, está representada la escena de su martirio, la santa dentro de una caldera hirviendo. Era una joven patricia de los S. II-III de la Era, perteneciente a la gens Caecilia. La narración de su vida, de historicidad dudosa, se remonta al S. VI. Convertida al cristianismo y habiendo hecho voto de castidad, fue obligada por sus padres a casarse con el patricio Valeriano, a quien convenció del ideal de castidad cristiana. 

     El joven y su hermano Tiburcio fueron bautizados, y los tres condenados a muerte por el gobernador de Roma; los hermanos murieron, pero la santa sobrevivió a tres martirios, el primero sumergida en un baño para ser ahogada, después en una caldera de aceite hirviendo y, por último siendo decapitada. Iconográficamente se le representa con un órgano portátil o algún otro instrumento musical, ya que desde fines del S. XV es patrona de la música, sobre todo la sacra. El motivo es, según la leyenda, porque escuchaba cánticos celestiales: «Cantatibus organis, Caecilia in corde suo soli Domino decantabat, dicens: Fiat cor et corpus meum inmaculatum». Otras versiones dicen que ella ni era música ni tocaba instrumento alguno, pero cerró sus oídos a la marcha nupcial para concentrar su pensamiento en Dios y pedir salvar su virginidad, según lo cual sería más melófoba que melómana; y por último está la versión de que ella inventó el órgano (en latín orgamum es todo tipo de instrumento) porque no encontró ninguno que reprodujera las músicas celestiales que escuchaba. 

     Tiene la cabeza nimbada, y la palma hacia abajo, siendo la única que la lleva de esta manera, pues sus compañeras la sostienen hacia arriba. 

     La escena del martirio se desarrolla en medio de un paisaje con árboles y montañas, y en el lado opuesto del cuadro el paisaje de fondo es rocoso, con un precipicio coronado por un árbol. 

Santa Cecilia
     Santa Águeda: Es la única que no está en el interior de la iglesia, encontrándose en la sacristía de la misma, muy mal iluminada y en mal estado de conservación. 

     Es la más diferente de todas, mira hacia la derecha en vez de hacia la izquierda como sus compañeras; no dirige la vista hacia el espectador, y medio rostro lo tiene oculto en la penumbra; la pierna derecha exonerada y los pliegues del vestido dan la impresión de más movimiento, mientras que las otras tres están posadas y en sus telas no hay indicio de vuelo o movimiento; como última diferencia, esta santa lleva sus dos atributos, la palma del martirio y la bandeja con los senos, en la misma mano, la izquierda, mientras que se lleva al pecho la derecha, quedando la palma sostenida en el aire ya que no está sujetándola. Tiene la cabeza nimbada. 

     Nacida en Catania, Santa Águeda fue martirizada en el año 251. Renunció a hacer sacrificios a los dioses, como quería el praefecto Quintiano, quien la hizo llevar a un lugar de martirios para ser sometida a una violación ritual. Como Santa Inés, conservó milagrosamente la virginidad. Fue atada a una columna y le arrancaron los senos con dos tenazas. La escena del martirio está representada a la derecha del cuadro, en medio de un paisaje rocoso y con árboles. 

     Respecto al posible autor de estos cuadros, que debe ser el mismo por la similitud de estilo, sólo se puede decir que fue algún discípulo o seguidor de Zurbarán, un afecto a su arte, a su estilo, a sus prototipos, a lo que llamamos zurbaranesco. Estos seguidores son muy numerosos, lo que hace problemática la cuestión de atribuirles obras, por ello hay tantas dudas y silencios, por parte de los eruditos ante una pintura zurbaranesca que, de ningún modo puede ser de Zurbarán. 

Santa Agueda

NOTAS 

(1) Romero de Torras, Enrique: “Catálogo monumental de España”. Provincia de Madrid, 1934; p. 442 

(2) Camón Aznar, José: “Casi todo Zurbarán y Goya” n.° 64-65. Madrid, 1065. 

(3) Pérez Sánchez, Alfonso: Museo del Vitoria, 1976; p. 56

viernes, 21 de septiembre de 2012

Emigrantes alcalaínos a Argentina en 1889 (II)


Ismael Almagro Montes de Oca 

     En mayo publicábamos en este blog un artículo sobre el viaje que realizaron un numeroso grupo de alcalaínos a Argentina en 1889 en busca de un futuro mejor. Pocos datos más pudimos aportar sobre este grupo y su intención de fundar una colonia en las nuevas tierras. 

     Al cruzar del océano, se asientan en la región de El Chaco,  un territorio prácticamente virgen, ocupado aún por grupos indígenas, que empieza a ser explorado y colonizado a partir de 1884, con el establecimiento de colonias y el reparto de tierras para cultivar. 

     Parece ser que en un primer momento estos alcalaínos sí fundan un asentamiento en la región del Chaco argentino, pues en Alcalá se recibieron noticias, e incluso enviaron un plano y un donativo para la construcción de la carretera al santuario de Nuestra Señora de los Santos. 

     Como ya mencionamos en el anterior artículo, intentamos averiguar más datos a través del CEMLA, Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos, pero la búsqueda no dio resultados. 

Vista de una calle de Resistencia en 1910
(foto  http://resistenciarquitectura.blogspot.com.es)

     Sin embargo, hemos podido desarrollar otra línea de investigación gracias a un censo de habitantes de Argentina en 1895 (1), tan solo 5 años después de emigrar los alcalaínos. En dicho censo se recogen datos como nombre, primer apellido, edad en 1895, nacionalidad, estado civil y oficio. Centrándonos en la región del Chaco y en su principal núcleo urbano, la ciudad de Resistencia, hemos podido elaborar un listado con 195 españoles en la zona, de los cuales, cotejándolos con los datos existentes en el Archivo Parroquial de Alcalá, hemos localizado con certeza a 27 de los alcalaínos que emigraron y a otros 6 que probablemente lo sean, pero que no hemos podido confirmar ante la falta de datos. Evidentemente no se puede descartar la existencia de otros alcalaínos en distintas zonas de las estudiadas. 

     Asimismo hay que aclarar que, si bien en un primer momento el grupo permanecería unido, en 1895 aparecen diseminados por varias zonas, unos en la población de Resistencia y otros en varias aldeas rurales. 

EMIGRANTES SEGUROS

  Los alcalaínos perfectamente documentados pertenecen a cuatro familias y son: 

Censo argentino de 1895-  Familia Muñoz Fernández (números 1 al 7).
El padre, Miguel Muñoz Sánchez aparece en el último lugar de la hoja anterior

1.- Miguel Muñoz Sánchez. 

     Nace en Alcalá en 1842, hijo de Juan Antonio Muñoz y de María de los Santos Sánchez. Según el censo, es agricultor, no sabe leer ni escribir, no posee propiedad y está censado en la sección 5 de Resistencia (población rural), al igual que el resto de su familia. 

2.- Quiteria Fernández Corona. 

     Nace en 1846, hija de Bartolomé Fernández y de María Juana Corona. Casa con el anterior en Alcalá el 15 de enero de 1865 (2) y según se recoge en el censo tiene 11 hijos, aunque en el mismo sólo aparecen 6. Desconocemos si el resto emigró o quedó en Alcalá. 

acta matrimonial de Miguel Muñoz y Quiteria Fernández
conservada en el Archivo Parroquial de Alcalá

3.- Antonio Muñoz Fernández. 

     Hijo de los anteriores, nace en 1870, ejerciendo también la profesión de agricultor. Sabe leer y escribir y no posee propiedad. 

4.- Josefa Muñoz Fernández. 

     Nace el 21 de diciembre de 1877 en la calle los Pozos. (3) Sabe leer y escribir. 

Partida de bautismo de Josefa Muñoz Fernández en el archivo alcalaíno.

5.- Vicente Muñoz Fernández. 

     Nace el 28 de junio de 1880 en la calle los Pozos. (4) Sabe leer y escribir. 

6.- Dolores Muñoz Fernández. 

     Nace el 13 de noviembre de 1882 en la calle los Pozos. (5) No sabe leer ni escribir ni va a la escuela. 

7.- Francisca Muñoz Fernández. 

     Nace en 1886. No sabe leer ni escribir ni va a la escuela. 

8.- Miguel Muñoz Fernández. 

     Nace el 18 de septiembre de 1887. (6) No sabe leer ni escribir ni va a la escuela.

     Otra de las familias emigradas es la del matrimonio Romero-Ruiz.

Censo argentino de 1895-  Familia Romero Muñoz (números 13 al 15). 
9.- Gil Romero Muñoz. 

     Nace en Alcalá en 1844 en la calle San Francisco, hijo de Ildefonso Romero Blanco y de Josefa Muñoz Almagro. Según el censo, es agricultor, sabe leer y escribir, no posee propiedad y está censado en la sección 1 de Resistencia (población rural), al igual que el resto de su familia. 

10.- María Ruiz Almagro. 

     Nace en Castellar en 1851, hija de Antonio Ruiz Ponce, natural de San Roque y de María Almagro López, de Benalauría (Málaga), vecinos de Alcalá. Casa con Gil Romero Muñoz en la Parroquia de San Jorge el 22 de septiembre de 1871 (7) y según el censo tiene 8 hijos, 4 de los cuales aparecen censados en 1895 con el matrimonio. No sabe leer ni escribir. 

     El 28 de agosto de 1890, ya en Argentina, nace Manuel Juan Romero Ruiz, que es bautizado en la Parroquia de San Fernando rey de Resistencia el 7 de septiembre.

Partida de bautismo de Manuel Juan Romero Ruiz,
conservada en el archivo de la Parroquia de San Fernando Rey de Resistencia (Argentina)


11.- Ildefonso Romero Ruiz.

     Nace en Alcalá el 30 de junio de 1872 (8), trabajando en Argentina de agricultor. Sabe leer y escribir y no posee propiedad. Gracias a su partida de bautismo sabemos que casó el 28 de octubre de 1909 en la Parroquia de Resistencia con Aloysia (Luisa) Cuadra, otra emigrada desde Alcalá. Tanto él como sus hermanos son recogidos en el censo con los apellidos del padre, Romero Muñoz.

Partida de bautismo de Ildefonso Romero Muñoz, conservada en el archivo parroquial de Alcalá.
Al margen anotación de matrimonio en Argentina.

12.- Antonia Romero  Ruiz.  

     Nace en 1880. (No hemos hallado su partida de bautismo, posiblemente porque esté registrada con otro nombre). No sabe leer ni escribir. 

13.- Josefa Romero Ruiz.

     Nace el 26 de junio de 1881 en la calle de la Salada. (9) No sabe leer ni escribir. 

14.- Cristóbal Romero Ruiz.

     Nace en Alcalá el 26 de junio de 1881 en la calle del Barranco. (10) No sabe leer ni escribir. Casa en 1910 en Resistencia con Elisa Codutti, según consta en el índice de matrimonios de la Parroquia de San Fernando Rey (LM 3 folio 357). 

Anotaciones en el índice de matrimonios celebrados en la parroquia de San Fernando Rey de Resistencia, con los matrimonios de Ildefonso Romero( segunda línea) y de Cristóbal Romero (penúltima línea)


NOTAS 

(1) Censo Nacional Argentina, 1895.Archivo General de la Nación, Buenos Aires, Argentina. Digitalizado por “The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints”: 

https://familysearch.org/search/collection/show#uri=http://familysearch.org/searchapi/search/collection/1410078 

Familia Muñoz Fernández 

(2) Archivo Parroquial de Alcalá de los Gazules. Libro Matrimonios 2, folio 410. 

(3) Ibídem. Libro Bautismo 12 folio 917. 

(4) Ibídem. Libro Bautismo 13 folio 595. 

(5) Ibídem. Libro Bautismo 13 folio 1087. 

(6) Ibídem. Libro Bautismo 15 folio 54. 


Familia Romero Ruiz

(7) Archivo Parroquial de Alcalá de los Gazules. Libro Matrimonios 3, folio 194. 

(8) Ibídem. Libro Bautismo 10 folio 704. 

(9) Ibídem. Libro Bautismo 13 folio 856. 

(10) Ibídem. Libro Bautismo 14 folio 605. 

martes, 18 de septiembre de 2012

El Castillo de Alcalá (I)


Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos del año 2004

EL CASTILLO DE ALCALÁ DE LOS GAZULES 

LA RECUPERACIÓN DE UN PATRIMONIO OLVIDADO 

Manuel Montañés Caballero 
Salvador Montañés Caballero 


INTRODUCCIÓN 

     Podrá parecer excesivo calificar al castillo de Alcalá de los Gazules como un patrimonio olvidado. Sin embargo, este adjetivo no es arbitrario. La idea de patrimonio, de bien patrimonial, refiere, en primera instancia, a aquello que nos pertenece, y que, por tanto, lo usamos y lo disfrutamos. También lleva implícito el concepto de herencia, un legado que nos ha sido trasmitido desde el pasado. La responsabilidad de conservarlo es evidente, y con ello hacemos referencia al futuro. Hasta hace poco el castillo de Alcalá de los Gazules no implicaba los caracteres expuestos, ya que estaba, desde su abandono en el siglo XIX, en un imparable proceso de ruina. 

     Las actuaciones arqueológicas desarrolladas en el castillo durante el año 2003 representan la toma de conciencia de que la fortaleza es un bien patrimonial que debe ser recuperado para pasar a formar parte de la identidad del municipio. De hecho, supone el paso previo, la fase de investigación imprescindible, para iniciar los trabajos de consolidación, restauración y rehabilitación de la estructura defensiva. La iniciativa de estos trabajos parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a través de su Delegación en Cádiz, y del Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules. 

     Para ser exactos, las labores arqueológicas de las que vamos a dar noticias se han centrado en la torre del homenaje de la fortaleza, sobre todo en su interior. Los matices y precisiones a este respecto se realizarán más adelante. Aunque quisiéramos decir que se trata de la única estructura apreciable en la actualidad del castillo, que exigía con urgencia un proyecto de recuperación. 

     La situación de la fortaleza se localiza en el Cerro de la Coracha, la cota más elevada del cerro donde se localiza la población, y desde la que se domina, como no podía ser de otro modo, todo el territorio inmediato. Por otro lado, la cronología de la estructura que se ha conservado se remonta a la Edad Media, en concreto ha sido identificada como una construcción de época islámica. 

Plano del castillo realizado en 1811


ANTECEDENTES DEL CASTILLO DE ALCALÁ DE LOS GAZULES 

     Iniciar un proceso de investigación implica un protocolo que contiene una serie de pautas o actuaciones que nos facilitan estructurar el objeto de nuestro trabajo. Quizá lo más importante, por primario, es conocer los antecedentes, que son de todo tipo: historiografía, fuentes, caracterización que ha tenido el objeto de estudio, el papel desempeñado a lo largo de la historia, etc. 

     Respecto al castillo de Alcalá de los Gazules hemos podido comprobar que anteriormente la historiografía no le ha dado un tratamiento monográfico, ya sea a través de un libro o de un artículo. Sin embargo, sí hemos hallado referencias al castillo en las escasas publicaciones sobre Alcalá de los Gazules (FERNÁNDEZ, 1995a, 1995b, 1997; RAMOS, 1983; ROMERO DE TORRES, 1910; SÁNCHEZ DEL ARCO, 1893) y en otras más generales de carácter histórico, arqueológico y artístico (citamos sólo algunos ejemplos: ABELLÁN, 1983; ANTÓN Y OROZCO, 1976; CARO (ed.), 1999; CASTRO, 1858; FRANCO, 1979; GONZÁLEZ, 1969; IGARTUBURU, 1847; LADERO Y GALÁN, 1982, 1984; PAVÓN, 1996; POLEY, 1901; QUINTANILLA, 1982; ROJAS, 1995; ROMERO DE TORRES, 1934; SÁNCHEZ DEL ARCO, 1887; SÁNCHEZ SAUS, 1983; SÁNCHEZ SAUS Y ROJAS, 1993). No pretendemos profundizar en este aspecto, porque pensamos que superaría los objetivos de este artículo, sólo queremos tomar nota de ello y dejar su estudio para un desarrollo más amplio. 

     Las fuentes escritas conservadas son en su mayoría fragmentadas, es decir, hacen referencia a algún aspecto concreto relacionado con el castillo, ya sea el abastecimiento, remodelaciones, gobierno, etc. Como es lógico son más abundantes las fuentes vinculadas con el municipio de Alcalá de los Gazules, pero, sin duda, importantes también para el estudio del castillo. La información disponible está depositada principalmente en el Archivo Municipal de Alcalá de los Gazules, Archivo Municipal de Sevilla, Archivo de los Duques de Medinaceli y Archivo Municipal de Jerez de la Frontera. Así mismo, son muchas las fuentes publicadas de diverso orden, ordenanzas municipales, catálogos documentales, leyes,... que también ayudan en el conocimiento de Alcalá de los Gazules y su castillo a lo largo de la historia. 

     Quisiéramos puntualizar que somos partidarios del uso de todo tipo de fuentes, y congeniarlas hacia el objetivo último, que es el conocimiento. Hacemos este comentario porque todavía observamos la tendencia a separar las fuentes escritas de las no escritas, más allá de la simple organización metodológica. Es decir, a no utilizar la arqueología como un medio más al servicio de la Historia, que corrobora o no aquello que nos trasmiten las fuentes escritas y viceversa; y también a utilizar la arqueología para conocer aquello que no recogen los textos y viceversa. 

Vista parcial exterior  (foto Luis Fco. Martínez Montiel - Instituto Andaluz de Patimonio)


APROXIMACIÓN HISTÓRICA AL CASTILLO DE ALCALÁ DE LOS GAZULES 

      La conquista de Sevilla en 1248 marcó la posterior ocupación de las poblaciones situadas en las cuencas fluviales del Guadalete y el Barbate, entre cuyas poblaciones encontramos a Alcalá de los Gazules. Esta ocupación fue pacífica y la presencia castellana debió reducirse a un pequeño grupo militar. Más trascendente resultó el año 1264, rebelión de los mudéjares, para Alcalá de los Gazules, ya que quedó durante un largo período de tiempo como una villa de frontera de primera línea, estado que marcará sustancialmente su desarrollo posterior. 

     La frontera entre los reinos cristianos e islámicos ha sido estudiada en toda su amplitud: conceptual, histórica, sociológica, legislativa, etc. (ACIEN, 1979, 1981; AGUADO, 1987; ALIJO, 1979; ARGENTE, 1988; CARRIAZO, 1973; GARCÍA, 1964; GONZÁLEZ, 1989; LADERO y GONZÁLEZ, 1977; ROJAS, 1989; SÁNCHEZ y ROJAS, 1993). En buena parte esta raya con Granada solía coincidir con una frontera ecológica (RUIZ y MOLINOS, 1989), es decir, muchos sectores coincidían con montañas o sierras con escasa población, y de cualquier modo de escasa productividad. De hecho, el espacio agropecuario de las villas de frontera estaba reducido a lo que se denominaba como la legua, integrado por el ruedo, dos o tres kilómetros alrededor del municipio, y por el trans-ruedo, entre tres y seis kilómetros a la redonda (ROJAS, 1995). El resto del territorio se utilizaba también para la ganadería, explotación de bosques y la caza. Pero si por algo se caracteriza la frontera es por la inseguridad, lo que explica su crónico déficit demográfico y los continuos intentos de repoblación de los monarcas castellanos, sobre todo desde mediados del siglo XIII, a través de entrega de tierras, exenciones fiscales, privilegios militares y la conmutación de penas judiciales. 

     Frente a esta inestabilidad de los fronteros, la seguridad estaba presidida por los castillos, tanto porque suelen estar ubicados en lugares inaccesibles como por sus altos y gruesos muros, y en síntesis, por los criterios poliorcéticos con los que fueron diseñados. En este sentido, el castillo de Alcalá de los Gazules ha sido clasificado como “Alcázar con cerca” (ANTÓN Y OROZCO, 1976), de construcción islámica, y más concretamente de estilo almohade. No obstante, los palimpsestos constructivos no son extraños, dado el dilatado uso de las fortificaciones. Más aún si se trataba de una plaza tan importante como la de Alcalá de los Gazules. Por ejemplo, en 1294 (según recoge FERNÁNDEZ, 1997:41-42), se destinaron 3.000 maravedís para mejorar la fábrica del castillo. Pero también hay que considerar que en estas construcciones se utilizaba mucha madera, que no se ha conservado y diverso material bélico. Así mismo, junto al mantenimiento material hay que considerar también el sustento de los individuos que lo ocupaban. En 1402 se recoge una asignación de 77.250 maravedís para una población castrense de 54 caballeros, 60 ballesteros y 70 lanceros (VILAPLANA, 1974:436). La dependencia en el abastecimiento de posiciones de retaguardia, la denominada segunda línea de frontera, era manifiesta. Para el entorno de Medina Sidonia y Alcalá de los Gazules fue Jerez de la Frontera la que cumplió con ese papel de proveedor. 


     El interés de Jerez de la Frontera por el territorio que nos ocupa se observa cuando conocemos la procedencia de algunos de los alcaides del castillo, pertenecientes a la pequeña nobleza jerezana durante el periodo que perteneció Alcalá a las tierras de realengo, y que, sin duda, explica la resistencia del municipio a pasar a manos de la casa de los Ribera, Adelantados Mayores de Andalucía. 

     Finalizada la conquista, el uso dado a los castillos fue perdiendo el carácter netamente militar, utilizándose como residencia señorial en el mejor de los casos, o bien caían en el abandono con la consiguiente ruina por la falta de mantenimiento. En el Castillo de Alcalá se ha podido documentar a partir del siglo XVII el uso de la planta baja de la torre del homenaje como simple cuadra. No será hasta el siglo XIX cuando volvamos a tener noticias del castillo, con la ocupación del recinto fortificado por las tropas napoleónicas, quienes a su vez inutilizarán las defensas cuando se retiren del emplazamiento, levantando previamente una planimetría del mismo. 

     De este modo, el declive del castillo se aceleró en la segunda mitad del siglo XIX. En unos documentos conservados en el Archivo Municipal de Alcalá se recoge una petición al Cabildo por el Beaterio de Jesús, María y José. El 26 de abril de 1846 el Beaterio solicita “...un pedazo de terreno para dar más extensión a un corral de la casa perteneciente a dicho Establecimiento situado en lo que se nombra patio del Castillo...”. El 17 de mayo del mismo año se acuerda: “Concesión de terreno al Beaterio.- Se concede al Beaterio de Jesús, María y José de esta villa el Corralón nombrado del Castillo contiguo a dicho Establecimiento con el fin para que lo tiene solicitado según informe de la Comisión nombrada al efecto por consecuencia de la Instancia decretada en Cabildo de veinte y seis de Abril último, expidiéndose certificado de esta concesión y sus antecedentes si así lo pretendiese”. 

     Adelantamos de las actuaciones arqueológicas que la colmatación del acceso a los pisos superiores de la torre del homenaje se inició también en la segunda mitad del siglo XIX, aspecto éste que confirmamos con el hallazgo de una moneda de Isabel II en los niveles de base del relleno. 

     Finalmente, la construcción de los depósitos de agua en el recinto del castillo y la reutilización de parte de la fábrica ha acabado por dejar a la fortaleza en un estado de conservación deficiente. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

Pinceladas de Historia: La costumbre de sentarse en la puerta de la Parroquia


          Inauguramos hoy una nueva sección donde colocar algunas noticias y documentos sobre la Historia de Alcalá, que si bien no sean de gran importancia, merecen la pena dedicarle algunas líneas por su curiosidad. Los pequeños detalles también forman parte de la Historia.

La costumbre de sentarse en la puerta de la Parroquia


    Ismael Almagro Montes de Oca

       Cada vez que subimos a la Plaza Alta resulta difícil no ver a algún vecino sentado a la sombra de la puerta principal de la Parroquia de San Jorge. Esta costumbre está tan arraigada que podríamos decir que viene marcada genéticamente en el ADN de los moradores de tan ilustre barrio. 


     Esta costumbre, que debió nacer a la par que la parroquia, ya se recoge en los libros de visitas del Archivo Parroquial de Alcalá nada menos que el 20 de mayo de 1679, hace 333 años,  cuando el obispo Juan de Isla, en vista de las reuniones que allí se formaban a cualquier hora, ordena lo siguiente: 

     “y porque no tiene combeniencia ninguna ni es decente a la gravedad ecclesisastica el sentarse en el Umbral de la puerta ni en las gradas de la iglesia a combersacion o otra cosa alguna a la mañana quando vienen las mujeres y la demás gente a missa y tambien a la tarde ordenamos y mandamos que ninguno se siente en dho (dicho) umbral ni se pare allí en combersacion pues en la casa de dios solo le es decente la santidad y buen exemplo y mandamos a nro (nuestro) vicario multe a las personas que en esto hallare defectuosas y assimesmo no consienta estén en corros en la iglesia ni con los sombreros puestos por ser contra la decencia que se deve=” (1) 




     Hay que reseñar que se refiere a la puerta principal o de San Jorge, puesto que la secundaria o de San Juan Bautista es del año 1739.


NOTAS 

(1) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro 1º de visitas. Folio 98 y 98 vuelto. Visita del obispo Juan de Isla 12 de mayo de 1679 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Santuario. Aproximación descriptiva (IV)


     Hoy, que se celebra en Alcalá el día de la Patrona, publicamos la última parte del artículo del Santuario, dedicada a esta Imagen.

-o-

3.- LA VIRGEN 

     La última parte del presente capítulo la dedicamos al estudio artístico de la Imagen de la Virgen de los Santos.

Fotografía de Quijano sobre 1926, 
cuyo original se conserva en el salón de actos de la Iglesia de la Victoria

     Dicha Imagen se encuentra sobre unas magníficas andas de plata, datadas de 1675 según reza la propia inscripción inferior. Las andas y trono de la Virgen, “repiten en suave barroco berninesco el modelo de la Custodia del Corpus” (M. Ramos ,1982), aunque pensamos que estas andas tienen muy poco de suave barroco y sí más de movimiento y fuerza, características propias del barroco. En cuanto a la descripción de las andas de plata, cabe decir que, sobre la base, se asienta un pedestal o peana pequeña donde se coloca la Imagen de la Virgen. De sus cuatro esquinas nacen cuatro soberbias columnas salomónicas, con base, y con sus respectivos capiteles corintios. De los capiteles se prolongan arcos de medio punto que en las cuatro esquinas, enmarcan las pechinas que sustentan la cúpula, donde se labran en la plata, cuatro cabezas de ángeles soplando al viento. El segundo cuerpo de las andas lo ocupa la cúpula octogonal, que se decora con varios medallones ovalados con diferentes motivos además de las típicas crestas y decoración de lazos. 


     Siguiendo con la descripción externa, cabe decir que en las cuatro esquinas se sitúan un mismo número de pirindolas, y coronando la cúpula y a modo de linterna, el orcristiano y un arcángel tocando la trompeta, realizado en plata sobredorada. En cuanto al interior de la cúpula, también se decora con diferentes motivos y alberga en el centro una campanita de plata que tintinea cuando la Virgen se mueve en procesión. A los pies de la Imagen se coloca la media luna que refleja la tradición apocalíptica. Anteriormente hemos datado las andas en 1675 ya que, como decíamos, están grabadas en su parte inferior. Este es el texto: 

     “Estas andas dió lymosna a Nuestra Señora de los Santos de la Villa de Alcalá de los Gazules, Don Alonso de Villegas Camacho presbytero siendo mayordomo de la cofradía Don Melchor de Billegas.. Año 1675”. 

     Para cubrir el espacio que queda en la colocación de las andas sobre el pedestal en el que se asienta, se hacen las llamadas andas inferiores, que son independientes de las superiores y actúan a modo de cinturón envolvente de dicho espacio. Así cuando la Virgen se sitúa sobre el pedestal, queda un todo perfectamente unido: Andas superiores - andas inferiores - pedestal. Estas andas inferiores también están realizadas en plata y con una inscripción: 

     “Robadas las indicadas andas en la noche del Viernes Santo de 1894 la, piedad de los fieles costeó las presentes que hizo el generoso artífice de Córdoba Don Rafael González Ripoll, año 1896. Reina de los Santos perdonad a los sacrílegos y proteged a los donantes”. 


      En cuanto a la Imagen propiamente dicha, tenemos que decir que debe de ser muy anterior a 1507 fecha en que Fernando Toscano encontró en el A.H.P. un testamento, mencionándose ya en el mismo la presencia de la Imagen. Esta, fue estudiada por el escultor gaditano J.M. Sánchez Peña, para observar su estado de conservación, raro privilegio concedido por la Junta de Gobierno de la Hermandad pues sólo las camaristas están autorizadas para ver a la Virgen sin sus vestidos. S. Peña comentó que la Imagen era de finales de la Edad Media, al estilo de la Virgen de Regla en Chipiona y con ciertos rasgos goticistas. La situaba a finales del XIV-XV. La Imagen sólo tiene talladas las manos y el busto, unidas a una estructura de madera e hierro. Al parecer el niño que la Virgen porta en sus brazos es de una época bastante posterior. . 

     Respecto a su autor y origen, nada se sabe, aunque siempre abundan las historias y leyendas tan repetidas con otros casos de veneración pública y sagrada. Estas historias y leyendas son todas muy conocidas en' Alcalá y se transmiten de padres a hijos. 

     Por otro lado, M. Ramos, en su libro sobre Alcalá, las recoge muy bien, con el testimonio del escribano público de Alcalá en 1723 sobre la invención de la Imagen y origen de los Santos (págs. 376-378). 

     Resumiéndolas, entre otras, estaría la del pastor que quiere que se haga el Santuario; la de los caminantes que se comprometen a hacer la Imagen y luego desaparecen misteriosamente; la de la muñeca que encuentra un campesino y la golpea, apareciendo siempre en el mismo lugar, etc. 


     La Imagen de la Virgen se viste con los llamados “mantos” o vestidos, de los que la Hermandad posee bastantes de todos los tipos y de diferente valor. Destaca sobre todo el manto de color celeste y bordado en oro, auténtica maravilla hecha a mano por las hermanas del Beaterio de Jesús, María y José, regalado a la Virgen por la comunidad. También por otro lado la Virgen recibe mantos de regalo casi todos los años, producto casi siempre de donaciones personales. Otros adornos importantes son la multitud de joyas y objetos de oro que a lo largo de los siglos la Virgen ha ido recibiendo como regalo. Entre otros había que destacar el “rostrillo rico”, de oro y pedrería, algunas pulséras de oro, pendientes, collares, cadenas, etc., que componen una lista interminable de cantidad, calidad y valor. 

     Destacan en este conjunto de piezas de orfebrería, la corona de la Virgen, utilizada para la coronación canónica de 1994. Dicha corona se creía de plata sobredorada. Al ser llevada para su restauración a un taller de Sevilla, se descubre el auténtico valor, tanto en antigüedad (inicios del Barroco) como por su realización artística y valor crematístico. Aunque en el tema de orfebrería, nos merece mayor, atención, por su singularidad y perfecto trabajo, el ya citado “rostrillo rico”, de origen francés y de incalculable valor. 

     Habría que hacer una mención al paso de la Virgen, con sus laterales y respiraderos en plata, de gran antigüedad y nueva estructura diseñada por D. José Almagro en 1980. 

     A modo de conclusión, esperamos que el presente capítulo os haya ayudado a tener una visión más clara y a conocer algo mejor nuestra casa común, el Santuario de Nuestra Señora de los Santos en Alcalá de los Gazules. 


NOTAS

     Las fotografías no se corresponden con el artículo impreso.

BIBLIOGRAFIA 

- ROMERO, Marcos; Alcalá de los Gazules (Historia de los Pueblos de la Provincia de Cádiz), Cádiz, 1982. 

- SÁNCHEZ DEL ARCO, D. Alcalá de los Gandules, Cádiz., (Tipografía Gaditana), 1893. 

- RODRIGUEZ BECERRA, S. y VÁZQUEZ SOTO J. M. «Exvotos de Andalucía. Milagros y promesas en la religiosidad popular.» 

- Libro de Actas de la Hermandad. 

- Folletos de Feria de Alcalá, ed. del Ayuntamiento, distintos años.

lunes, 10 de septiembre de 2012

El Santuario. Aproximación descriptiva (III)


EL CAMARÍN 

      Una vez terminada la descripción de la Iglesia pasemos al estudio del camarín. Este como su propio nombre indica es la cámara, capilla o habitación que da cobijo a la Imagen que se venera, en este caso Nuestra Señora de los Santos. Y lo primero que debemos de hacer es averiguar el origen y significado de la palabra. Parece obvio que camarín es el diminuto cariñoso de cámara, cuyos antecedentes los podemos situaren los templos egipcios o griegos, pues recordemos que en estas civilizaciones, sus templos tienen precisamente varias salas más o menos grandes y entre éstas destacan por ejemplo la cámara del altar del Dios Egipcio o el opistodomos en los templos griegos, todas ellas con una función clara de aislarla figura o estatua del Dios de las diferentes estancias del templo, dándole un halo de intimidad y misterio que parece que aún hoy se puede apreciar. 

     En el Santuario, parece que el objeto de la ubicación e instalación del camarín va por los mismos caminos anteriormente citados, quitando el anterior carácter profano y exaltando los valores cristianos, colocando la imagen de la Virgen. De ahí esa ubicación por encima incluso del nivel de la Iglesia, por detrás del altar mayor y formando un todo con éste, todo esto, le va dar a esta zona de la Iglesia una caracterización e importancia especial. 


Camarín

     El acceso y salida al camarín se hace desde la Iglesia o bien desde la sacristía como después veremos. Desde la Iglesia, se accede por dos puertas laterales situadas a ambos extremos del altar mayor. Habitualmente la puerta del lado de la epístola se utiliza como puerta de entrada y la del lado del evangelio como puerta de salida, ya que las escaleras son más bien estrechas, y en los días señalados se producen grandes aglomeraciones de público. Subimos pues al camarín por la puerta del lado de la epístola y se nos aparece ante nosotros como una maravillosa sala octogonal con multitud de espejos y dorados y profusión de colores, con una decoración multicolor y una iluminación natural producto de dos monumentales vidrieras de las que hablaremos posteriormente. 

     Situaríamos el camarín histórica y artísticamente a mediados del siglo XIX dentro del más puro estilo isabelino recogiendo maneras ornamentales barrocas y rococó, según pudimos deducir en conversaciones con Fernando Toscano y con Ricardo Llamas, Licenciado en Bellas Artes, que tuvo a su cargo la restauración del mismo en el verano de 1982 y con el cual tuvimos la suerte de trabajar como ayudante. Esta restauración provocada por el mal estado general de la sala, consistió en el picado y repintado de paredes, sustitución de los espejos y restauración de los dorados, con el habitual sistema de pan de oro. Llamas hace una restauración con un toque personal, dándole aún si cabe más luminosidad y barroquismo a la sala, situando nuevos espejos y dorados más claros y utilizando colores más vivos. Como todo proceso de restauración tuvo sus opiniones a favor y en contra. 

Detalle de la cúpula del camarín
     Siguiendo con la descripción, el camarín se nos aparece como un octógono, alternando el sistema lado-pilastra y estos ocho lados se utilizarán de la siguiente manera: tomando como referencia de primer lado el vano que se abre al altar mayor y por el cual desde la Iglesia se puede observar la imagen de la Virgen y situándonos en el mismo sentido de colocación de la Imagen, el segundo lado estaría formado por una puerta de dos hojas, con cuatro casetones dorados en cada hoja, y que permite el acceso a un minúsculo almacén donde el capataz del paso de la Virgen guarda sus herramientas. El tercer lado es el vano que alberga la escalera descendente hasta la calle, por donde Nuestra Señora de los Santos se entrega a sus hijos cada romería o cada venida al pueblo. Siguiendo con la descripción, el cuarto lado lo ocupa una puerta de las mismas características que la anterior que conduce a la sacristía. El quinto lado, (siempre hacia la derecha), lo ocuparía una de las dos grandes vidrieras que fueron donadas por Doña Rosa Moreno Díaz en el año 1.929, fecha que sabemos por la inscripción que hay en la parte inferior de la vidriera; ésta, se forma con multitud de cristales de diferentes colores que tienen en el centro el símbolo mariano, en forma de mayúscula. Habría que destacar la ubicación de la vidriera, orientada al este, lugar por donde sale el sol, por lo que la sala tendría luz suficiente durante buena parte del día. El sexto lado es otra puerta, de las mismas características que la anterior; el séptimo lado lo ocuparía la otra vidriera de parecidas características a la precedente, pero con una cruz como motivo central, y orientada hacia el sur, por lo que seguiría el movimiento solar. En cuanto al último lado, el octavo, sería la puerta de acceso desde la Iglesia que anteriormente hemos relatado. 


     Como se puede observar la distribución de los lados se hace con cuatro lados ocupados por las cuatro puertas, situadas de manera diagonal y opuesto, mientras quede los cuatro restantes, los lados son ocupados por las vidrieras y los otros dos por sendos vanos. 

     A modo de división, entre los lados se sitúan ocho pilastras que albergan pequeños espejos enmarcados con motivos florales y dorados. 

     Para separar el primer cuerpo del segundo, se recurre a la utilización de una cornisa, típicamente barroca, con entrantes y salientes, consiguiendo ese gran movimiento tan característico de esta corriente artística. Aquí podemos hablar de la colocación de ocho angelitos en cada arista del octógono, que antes de la restauración del año 82 estaban sobre la cornisa tendidos boca abajo y a partir de esa fecha son colocados por Ricardo Llamas en postura sentada y en diferentes actitudes. 

Ángel colocado en la cornisa del camarín

     Desde el nivel de la cornisa partiría la cúpula de media naranja, que tendría una característica especial y es que no termina cerrada normalmente, sino que se culmina con lo que se ha dado en llamar “rompimiento de gloria” que es un recurso artístico por el que se intenta simular que la bóveda no se cierra y está abierta al exterior, en este caso al cielo. Entre las nubes de ese cielo simulado, aparecen algunos angelitos y en el centro la paloma divina. La cúpula se decora también con espejos, pero éstos son más pequeños que los del primer cuerpo, además de una abigarrada decoración a base de lazos y motivos vegetales, todo ello con un tono multicolor. De la misma cúpula, penden cuatro maravillosos lampadarios de plata. Evitando el centro geométrico del octógono y situado un poco más adelantado hacia el vano que da a la Iglesia está situado el pedestal que soporta las andas y la Imagen de Nuestra Señora de los Santos, que estudiamos en otro capítulo. 

     A modo de conclusión, diríamos que el camarín sería una de las piezas más admiradas del Santuario por el equilibrio de las formas, por lo recargado de su composición, por la luminosidad que se observa, y por ser el sitio de la unión más directa entre el visitante y la Imagen de la Virgen. 

Detalle del remate de la cúpula del camarín

LA SACRISTÍA 

     Continuando con la descripción del conjunto, pasemos ahora a la sacristía, a la que se accede por uno de los cuartos situados en el patio del aljibe. Precisamente este cuarto quedaría habilitado como post-sacristía, y está amueblado con un sofá y butacones de caña, además de algunos floreros y varios cuadros recientes y de baja calidad. La sala se ilumina con dos ventanas, una que da directamente a la gran explanada del Santuario y la otra que da al segundo patio. Habitualmente se utiliza como sala de espera de los sacerdotes y de los miembros de la Hermandad antes de los actos religiosos. 

     Después de traspasar la post-sacristía, entramos en la sacristía propiamente dicha y que se sitúa precisamente debajo del espacio que ocupa el camarín de la Virgen. Es una sala relativamente pequeña con esta puerta por la que accedemos y otra puerta enfrente que da acceso a la Iglesia. Se culmina con una bóveda rebajada a la que se le colocó un pilar de sustentación debido al hundimiento paulatino que presentaba. La sala tiene una gran cajonera de caoba que ocupa todo el testero y que sirve para guardar ropas y ornamentos sagrados. Encima de la cajonera se han colocado algunos típicos motivos religiosos como el crucifijo, cuadros con textos evangélicos, candelabros, etc. Clavados en la pared tres magníficos espejos de gran antigüedad y de probada calidad con sus respectivos marcos dorados. Enfrente de dicho testero se sitúa un armario de madera en el que se guardan las vestimentas sagradas, los evangelios y los cálices. Ya que estamos describiendo el mobiliario de la sala, lo que más nos llama la atención es la mesa y la silla que preside la sacristía y que habitualmente se utilizan como lugar de firma de las actas de los recién casados en el Santuario. La silla está realizada en madera y cuero labrado con clavos de bronce y la mesa con motivos esculpidos en madera. Son de una magnífica calidad y presencia y no cabe duda que le da a la sacristía un cierto aspecto elegante y señorial. 

En la sacristía se encuentra el paso de San Isidro.
En la fotografía podemos ver el santo en  procesión hace algunas décadas.
 Esta Imagen se encuentra en la actualidad en una pequeña hornacina en la nave de la Iglesia entre los exvotos

     También destacaremos la pila-lavabo que está situada justamente debajo de la ventana que ilumina la sala y que da a la explanada de entrada. Dicha pila realizada en mármol sobresale por la manera tan artística en que se ha esculpido la piedra, y simula a una gran concha. Como referencia nos serviría por su similitud el lavabo que se encuentra en la sacristía de la parroquia de San Jorge, aunque no sería comparable en tamaño y calidad. 

     La puerta de salida nos conduciría a la ante-sacristía que funciona primordialmente como zona de paso hacia la Iglesia. Es el espacio intermedio entre el camarín y la Iglesia y en él se encuentra un antiguo banco corrido de la Iglesia y también un pequeñísimo paso de procesión con la Imagen de San Isidro Labrador con los bueyes. Según nuestras noticias este pequeño paso se sacaba en procesión en la festividad del Santo, patrón de los labradores. Procesión muy justificada, teniendo en cuenta la tradición agrícola de Alcalá. Una alacena con viejos objetos completa el conjunto. 

En esta fotografía, compañera de la anterior, se puede observar el paso de San Isidro
 justo delante de la virgen de los Santos

LOS PATIOS 

     Si en un principio habíamos analizado la Iglesia como parte originaria del conjunto, pasemos ahora a analizar las partes con las que cronológicamente se engrandece el Santuario. Por eso pasamos a hablar de los patios, y en especial del patio principal o patio del aljibe. Espacio que responde al mismo modelo constructivo y organizativo de los patios de los conventos de Santa Clara y de la Victoria en Alcalá, con galería inferior de arcos de medio punto y galería superior de arcos rebajados sobre pilares. En cuanto a su antigüedad, cabe precisar que debe de estar en torno a mediados del siglo XVIII casi en consonancia con otras obras de la época. A su alrededor como hemos mencionado anteriormente se articulan los cuartos, con su función antigua de acogida de gentes y su función moderna de sitio y lugar para disfrute en la romería. Entre estos cuartos, destaca la Gañanía, nombre que deriva de gañán o trabajador y lugar destinado a dar cobijo a éstos. 

     Este cuarto junto al comedor que se encuentra en la galería superior son los dos más amplios que existen de un total de veintitantos. 

     Siguiendo con la descripción del patio es curiosa la disposición de las arcadas, pues resaltaría nuestra teoría de acceso al conjunto (Iglesia y patio) por su cara oeste. Así por este lado se colocan dos arcos que flanquean a otro de mayores dimensiones, que además sirve como escalera de acceso a derecha e izquierda a la galería superior. 

Patio central del Santuario.
 Puede verse los azulejos del viacrucis entre los arcos superiores
y el reloj de sol  en el tejado de la iglesia

     Esta construcción no se vuelve a dar en ninguno de los otros lados del patio y nos preguntamos: ¿Se hace así para la colocación de las escaleras de acceso a las galerías superiores? o bien, ¿es la entrada natural al patio? Por otro lado no podemos olvidar que el acceso actual (desde el patio de en medio), se hace por un arco lateral y no por el central como sería lógico. Son argumentos que se nos ocurren para justificar la «extraña» orientación-colocación del conjunto. 

     Continuando con el estudio del patio, en los arcos, sus aristas externas y pilares se decoran con azulejos, todos ellos de colores vivos y de fabricación sevillana del año 1929 dentro del boom del azulejo con motivo de la Exposición Universal de ese mismo año. Causa también admiración el Vía-Crucis del mismo material y de la misma época, colocado en los pilares de los arcos de la galería superior, representando la pasión de Cristo a través de sus XIV estaciones. También se instalarán azulejos con las imágenes de San Isidro, de San Jorge (patrón de Alcalá) y otro de nuestro pueblo, también de la misma época. En el centro del patio, el pozo pone el aire andaluz al conjunto, destacando su artística rejería, que es la boca del aljibe subterráneo, que posee una gran bóveda en perfectas condiciones de conservación. (Antiguamente, nosotros lo hemos visto, se bebía agua directamente del aljibe). 

Pozo del algibe en el patio principal

     Todo el conjunto se decora con multitud de macetas. Desde el mismo patio se puede observar un curioso reloj de sol que está sobre los tejados de la Iglesia. 

     El patio central se comunica con el de en medio, que a su vez se comunica con el exterior, con una reja de entrada. En dicha reja, y en su parte superior figura la inscripción “la hizo Ramos, 1876”, lo que nos daría su antigüedad aproximada. Aquí nos preguntamos: ¿Por qué se hace el patio? Para nosotros entre otras cosas para construir la casa del santero, para hacer las cocinas, acotar el llano y suprimir la entrada trasera y sobre todo para facilitar el acceso por la actual entrada. La descripción de este segundo patio se limita a un banco corrido de mampostería adosado a los muros, también decorados con azulejos. En los muros del patio aparecen dos inscripciones: por un lado la que hace J.M. Pemán en el libro de oro de la Hermandad que dice: 

¡Ganaste la apuesta oh Dios! 
Porque tus Santos son de corte Celestial 
¡Mientras mis años total! 
No pasan de ochenta y dos. 
Por eso este corazón 
desafinado en sus cantos 
lo dejo, con devoción 
para tu orquesta de Santos. 
En el día de mi cumpleaños 

J.M. Pemán. 8 Mayo de 1979 



     Y por otro lado el dedicado a unos Benefactores que dice: 

     “La junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Patrona y Madre Nuestra Señora de los Santos, acordó rendir homenaje Justo a los dos Alcalaínos. Muy Ilustre Sr. D. Antonio Romero Barea, Presbítero y al Ilmo. Sr. D. Julio Toscano y Delgado de Mendoza, amantes de la Señora y bienhechores de este Santo lugar. Abril, 1.950” 

Momento de la inauguración del azulejo en abril de 1950

     Para finalizar con la descripción de los exteriores, el tercer patio o patio de fuera no es más que el cerramiento de parte de la explanada de acceso siguiendo el esquema de los bancos corridos de mampostería del segundo patio. Dichos bancos están enmarcados por dos pilares de entrada. Aquí, al igual que en el otro patio, en el ángulo que comunica con la Iglesia, se colocó el siguiente mosaico conmemorativo: 

SANCTUS 
SANCTUS 
SANCTUS 

     Sobrevenida en 1339 la entrada del adversario por tierras de la frontera con propósito de conquistar nuestra población, primer pueblo de cristianos, les salieron al encuentro milicias comarcales, que acamparon en este paraje donde al amanecer descubrieron un estandarte con un crucifijo interpretándose pronuncio de protección divina. Se invocó al señor de los ejércitos Sanctus, Sanctus, Sanctus. 

     Obtenida completa victoria, fue grabada la alabanza trinitaria en piedra. Y puesta al pie del erguido humilladero de la Cruz, transformando con la providencial Imagen de Santa María Virgen, en lugar de oración y peregrinaciones instituido por el sumario de Gracias y Jubileos concedido por Clemente XII en 1739. 

Santuario de Nuestra Señora de los Santos. 

REGINA SANCTORUM ONMIUM. 
PATRONA DE ALCALA DE LOS GAZULES. 
650 y 250 ANIVERSARIO. 
Año de 1989.





NOTAS

     Las fotografías no se corresponden con el artículo impreso.