jueves, 29 de marzo de 2012

La Guerra de la Independencia en Alcalá 1810-1812 (II)

3.- 1810. La guerra llega  a Alcalá
            Al comenzar el año de 1810 el ejército francés inicia una rápida campaña para dominar Andalucía. Así, el 24 de enero el mariscal Víctor entra en Córdoba, avanzando el general Latour-Maubourg sobre Sevilla con la caballería. El 5 de febrero, Víctor se encuentra frente a Cádiz y el general Sebastiani ocupa Málaga. Ese mismo día tropas invasoras ocupan Medina Sidonia, donde establecen cuartel general divisionario. Se inicia el famoso sitio de Cádiz, donde se había refugiado el gobierno español. El tiro de los cañones franceses resonaba claro y estrepitoso en los ámbitos de Alcalá cuando corría el poniente, pues no dista éste de Puerto Real, donde estaban las baterías sitiadoras, más que siete leguas escasas, y estos lúgubres sonidos parecían, retumbar en las concavidades de nuestras montañas, los últimos gemidos y estertores de nuestra moribunda patria” (4).
     La guerra llega a la provincia. La tarde del sábado 10 de febrero en Alcalá se oyó el tropel de caballos y los sonoros ecos de los clarines, y asomándose a la puerta de su casa vio que pasaba y formaba delante de la misma un lucido escuadrón de gigantescos Dragones, tan imponentes y magníficos, que Abancen, (albacea de la familia Puelles y capitán agregado a la compañía de escopeteros de Gibraltar) apasionado a las armas y a los hombres de guerra con quienes se había criado, quedó admirado de verlos. Un bizarro jefe les dio la orden de desmonte, que en un momento ejecutaron quedando hombres, caballos y armas en pavoroso silencio, cosa rara en las formaciones de caballería. Caballos normandos de cortada cola y crin y mayores de ocho cuartos, que se podía andar por debajo de sus vientres, eran sus cabalgaduras, y rostros curtidos y poblados de espesas barbas eran los de los guerreros de la Francia. Ciegos instrumentos de una disciplina que no se ha conocido otra igual antes ni después en el mundo, aquellos gigantes armados parecían autómatas o estatuas de piedra con sus caballos petrificados….

      Al día siguiente, reconocidas y dejadas las autoridades constituidas sin más variación que la de reconocer y jurar por Rey de España y de las Indias a José I, partió el escuadrón francés con fuerza de 200 caballos, dejando un corto destacamento de 40 soldados en el pueblo con dos oficiales, un clarín y dos sargentos…” (4).
      Hubo alcalaínos que no vieron con buenos ojos las relaciones de los regidores con las tropas francesas, como veremos más adelante, denunciando “que el Alcalde mayor se ausentó para no obedecer y jurar al Rey intruso Josef, pero los Alcaldes ordinarios y todos los concejales continuaron en sus respectivos empleos, exigieron contribuciones para el ejército enemigo, dieron alojamiento a sus tropas y sacaron trigo de los vecinos labradores para su subsistencia, tratando íntimamente con los jefe de ellas, en convites particulares y refrescos, con algún escándalo de los verdaderos españoles, quienes mirábamos estos procederes contrarios a nuestros sentimientos nacionales.” (5)
     Con este panorama, la provincia se encuentra prácticamente tomada por las tropas imperiales pues las únicas fuerzas militares españolas que existen, están refugiadas en el sitio de Cádiz. Los franceses por su parte llegan hasta las aguas del estrecho con facilidad, aunque no mantienen guarnición alguna en la zona al no encontrar poblaciones amuralladas, excepto Tarifa, defendida por las tropas británicas del mayor Brown a las órdenes del gobernador español, el coronel Dabán y Gibraltar, en manos inglesas, retrocediendo los franceses para formar una línea defensiva entre Medina, Ronda, Estepona y Marbella.
     Al mismo tiempo, y coincidiendo con el viaje organizado para aumentar la popularidad del rey intruso José I, que se halla el 25 de febrero en Jerez, el 2 de marzo en Ronda, el 4 en Málaga y el 13 en Antequera, empiezan a surgir numerosas partidas guerrilleras en la Serranía de Cádiz y Ronda, en un principio totalmente anárquicas y descoordinadas, al frente de las cuales se encuentran alcaldes o presbíteros, pero que poco a poco, con la llegada de oficiales y soldados del ejercito regular dispersos tras los desastres de Sierra Morena, empiezan a disponer de cierta estructura militar y a subordinarse a algún mando castrense.






     El general Serrano Valdenebro, natural de Cortes de la Frontera (Málaga), nos describe en su  Manifiesto de los servicios hechos a la patria por el jefe de esquadra Don José Serrano Valdenebro” cómo se forma el movimiento de insurrección en la Sierra, narrando como él, ante la amenaza del enemigo, abandona su casa en Gaucín y se oculta ocho días en los bosques. la madrugada del 1 de marzo se oyó un gran ruido a las puertas del chozon llamándonos. Era una multitud de paisanos, gente principal de Gaucín, Cortes y otros pueblos, en legación para que tomase el mando de la sierra, sometiéndose de acuerdo a mis órdenes, en atención a que habiendo pasado de Gaucín a los montes de Genalguacil en busca de unos potros un destacamento de 30 caballos enemigos, varios ganaderos de Casares, Benarrabá, con algunos vecinos de aquel pueblo, reuniéndose, les envistieron pasándolos por las armas. Que alarmados los demás con esta novedad, se congregaron, y a las cuatro de la tarde del 28 de febrero entraron en Gaucín con algazara, arrojaron la guarnición, matándoles gente, los persiguieron hasta Ximena, de donde  fueron expelidos (6) y perseguidos hasta Alcalá, de donde también los expulsaron, regresándose al país llenos de trofeos. Esto executaron los serranos con algunas escopetas, espadas, hoces de podar y otros instrumentos mas propios para la agricultura  que para batallar.”
      Este es el origen de la primera acción de guerra contra los franceses en Alcalá, ocurrida el 2 de marzo, suceso del que dejan constancia los síndicos del Ayuntamiento de Alcalá, Simón Baena y Pedro Toscano:
      “Son bien notorias en toda Andalucía y casi toda España las desgracias ocurridas en esta miserable villa y sus habitantes.
    
      Invadida por el despotismo y la tiranía al mismo tiempo que Jerez y Medina Sidonia y practicadas crueles exacciones en metálico y efectos se retiraron dejando la limitada guarnición de cuarenta caballos. Noticiosos de ello personas de a pie dispersas por las sierras inmediatas se arrojaron al Pueblo y con cuarenta o cincuenta escopetas unidos con algunos del vecindario les mataron unos diez y seis Dragones y los demás huyeron.” (7)
     La pluma de Manuel María de Puelles narra a la perfección  los dramáticos momentos que se vivieron:
“Erase una mañana lluviosa y cargada de cerrazón o neblina, cuando una banda de 500 o 600 hombres con trabucos, puñales y hachas se internaron silenciosos en el pueblo, desembocando de repente por la Calle de los Pozos guiados por otros que conocían ya las calles, sucios, harapientos y en completa embriaguez , en un instante se derramaron cual banda de buitres por la población, y cercando las casas donde se alojaban los Dragones, y en especial las avenidas y puertas de las posadas donde éstos tenían los caballos, principiaron a asesinar como corderos a los que se presentaban a medio armar en medio de una gran gritería , otros que iban saliendo de sus alojamientos se defendían como leones respaldados contra alguna pared y formando un ancho círculo con sus sables, teniendo a raya a la banda de hienas, pero éstas, disparándoles con sus trabucos a boca de jarro una rociada de balas, los despedazaban y en seguida, haciendo pedazos sus palpitantes y hercúleos corazones mientras los arrastraban por el empedrado, o ensartaban sus cabezas en las puntas de los chuzos, figurando una procesión en la que beodos entonaban un cantar bárbaro parecido a los de los entierros.
           El jefe principal del destacamento había cogido sus pistolas, y llevando a su asistente al lado con sus caballos en pelo, se había abierto paso por entre las turbas de forajidos derribando dos con sus certeros tiros y trastornando a otros con sus mandobles y cuchilladas, y saliendo del pueblo se había situado en el prado, donde se iban reuniendo los pocos que en el barrio alto, oída la bullanga del de abajo, podían salir por la cúspide del pueblo, donde el triste clarín tocaba en plañidero tono el botasilla y retirada. El segundo oficial, que estaba alojado en la Casa del Caballero o de la Perea, saliendo a la calle a los primeros tiros y apercibiéndose de las escenas que se preparaban, volvió rápido sobre su casa para recoger sus caballos y encontró ésta cerrada y que sus patronos le hacían fuego desde las ventanas. Sorprendido de tan negra villanía, sacó su sable y se preparó a morir como un valiente cercado de lobos carniceros, encomendándole a su asistente al ver la felonía de sus inhospitalarios patrones que si sucumbía tomara venganza de ella.
        …  Los frailes de la Victoria, avisados de los asesinatos que a sangre fría y sin resistencia se estaban perpetrando en las casas donde algunos Dragones desprevenidos o cortados se habían amparado, saliendo con sus estolas y hasta con capas pluviales, trataron de contener estos desmanes… regándose los bandidos por el resto del pueblo, saqueando  sus moradores y arrastrando los cadáveres, que amontonaron en la plaza rugiendo como fieras. Todo aquel día horrible duró la bacanal y sangrienta orgía de los serranos, y aquella noche lúgubre en que no pararon en sus cantares y aullidos, como manada de lobos bamboleándose y cargados de los despojos del saqueo y de la rapiña, temiendo el dormir dentro de la población, la abandonaron cobardes y desaparecieron en las gargantas de la sierra por donde bajaron….”
Las represalias francesas no  tardan en llegar pues el 5 de marzo “El General Latour, que lo era de una división tres leguas inmediato (Medina Sidonia) pasó incontinenti a tomar satisfacción con dos mil infantes y doscientos caballos. Su primera diligencia fue bloquear el pueblo, tocar a degüello y saquearle. Este o la mayor parte se hallaba en las montañas temeroso del resentimiento. Fueron víctimas unas diez y seis personas de ambos sexos, los bienes muebles, frutos, casas, ganados y demás”. (7)
Revisadas las actas de enterramientos en el Archivo Parroquial hemos encontrado las siguientes relativas  a este hecho:
Muertos en el pueblo:
- Pedro Benítez:  en 5 de marzo se enterró en el panteón de esta parroquial con oficio común Pedro Benítez, natural de esta villa, viudo de Dª Gerónima Ylaria. No recibió los santos sacramentos por haber muerto en su casa al ímpetu de las tropas francesa.
- Juan Jordán:      en 5 de marzo se enterró en el panteón de esta parroquial Juan Jordán de estado soltero, natural de esta villa, mayor de sesenta años. No recibió  los santos sacramentos por haber muerto violentamente al ímpetu de las tropas francesas.
- José Gómez:       en 5 de marzo se enterró en el panteón de esta parroquial D. José Gómez, escribano público, natural de Lora del Río, casado con Dª Petronila de los Reyes. No recibió los santos sacramentos por haber sido muerto violentamente por las tropas francesas.
- Catalina Pacheco: en 5 de marzo dieron muerte violenta las tropas francesas a Dª Catalina Pacheco, natural de esta villa, viuda de D. José Suarez.
- Magdalena Oliva: en 5 de marzo dieron muerte las tropas francesas violentamente a Dª Magdalena Oliva, natural de esta villa, casada con D. Francisco de Vega.
- Alonso Recio:    en 24 de mayo se hizo oficio de medias honras a D. Alonso Recio, viudo de Dª Ana de Roble, natural de esta villa, fue muerto por los franceses el día 5 de marzo.
Muertos en el campo:
- Vicente de Cózar: en 5 de marzo falleció violentamente en el olivar de Zurita, Vicente de Cózar, natural de esta villa, casado con Isabel María Muñoz, el cual fue muerto por las tropas francesas.
- Alonso Rodríguez: en 5 de marzo murió en el cortijo de la Guardia por el ímpetu de las tropas francesas Alonso Rodríguez, casado en segundas nupcias con Juana Moreno
- Francisco Baca: en 5 de marzo  murió en el cerro del Jaral por las tropas francesas, Francisco Baca, de estado soltero, hijo de Jacinto Barea Baca y de María Acedo, natural y vecino de esta villa.
- Jacinto Barea Baca: en 5 de marzo falleció en la Palmosa Jacinto Barea Baca, natural de esta villa, viudo de María Acedo y Bastido, el cual murió por el ímpetu de las tropas francesas.
            Existen también  otros dos fallecimientos, que podríamos denominar como daños colaterales, pues si bien no se produjeron por la acción directa de los franceses, se produjeron en la huida:
- Antonia Fuerte: en 5 de marzo falleció Antonia Fuerte Jordán de estado soltera, quien se despeñó por huir de las tropas francesas.
- Catalina Balderas: en 8 de marzo se enterró en el panteón de esta parroquial con oficio de medias honras Dª Catalina Balderas, viuda de Alonso Ruiz, que murió de repente en las huertas de Rocinejo, en una de las huidas de los franceses. (8)

     Los soldados del general Latour Maubourg, además de matar a quienes se encuentran a su paso por las calles “empezaron a saquear algunas casas, entre ellas la de los Caballeros o Perea….. Esta casa, que iban a quemar y arrasar hasta los cimientos, se salvó del castigo a los ruegos de Abancen y del clero, que explicaron e hicieron ver que se iba a incendiar el pueblo entero atendida la estrechez de las calles, y ya que no pudieron dar con sus viles habitadores, sacaron todas las puertas y ventanas e hicieron una hoguera en la Plaza de la Cruz con ellas y con todo lo que la casa contenía, dejando a ésta baldía y destrozada para público escarmiento.
     Los restos de sus compañeros asesinados, conducidos a hombros de sus gastadores sobre unos trofeos hechos con lanzas cruzadas fueron, después de hacerles los honores militares, enterrados en el cortinal del convento de Santo Domingo al pie de unas palmeras que allí había”
     Otra muestra más de los saqueos cometidos la encontramos en un memorial presentado por  el  alcalaíno Juan Piñero relativo a la celebración de elecciones y en el cual escribe: “que con motivo de haber sido muertos inmediatos a las casas de mi habitación algunos dragones, cuantas veces han venido a este pueblo me han buscado para quitarme la vida, y aunque no lo han conseguido se han llevado cuanto tenía en dichas casas y las yeguas que pudieron haber en sus manos, de modo que estoy reducido a vivir siempre en el campo guardando las pocas yeguas que me han quedado, con cuyo producto me sostengo”. (9)






     Del saqueo no se libran ni las iglesias, recogiéndose en las actas de la cofradía del Nazareno:
 “Que mediante al infortunio y catástrofe que había padecido esta cofradía, a causa de la invasión del enemigo común  de la tiranía y sus secuaces, que olvidados en un todo de las altas, poderosas y maravillosas  incalculables misericordias de Ntro. Redentor Jesús, habían abusado con el abandono, ninguna protección cristiana, hasta el extremo de haber hecho en citado templo y con las Imágenes de esta Cofradía, terribles catástrofes inauditas  con abandono de la cristiandad y religión que profesamos, como son públicos y notorios, adelantándose sus tiranas ideas a los más atroces sacrilegios, robos y destrozos…” (10)
Otro tanto pasó con la iglesia del convento de Santo Domingo, donde según Madoz, “la librería casi pereció en la guerra de la Independencia”. (11)
 Ahora bien,  la desaparición de esta librería no debe atribuirse a los franceses, sino a las tropas españolas ya que existe en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz  el expediente de desamortización del convento de Santo Domingo con fecha de 20 de Abril de 1836 donde  se recoge lo siguiente:

“… advirtiendo que los libros que aparecen inventariados han sido casi todos rotos y descuadernados por varios individuos del Batallón fijo de Ceuta que la autoridad alojó en dicho convento, habiendo forzado las puertas en donde se hallaban, como quemado algunas ventanas”.
Las fuerzas españolas de la ciudad norteafricana se integran en el llamado regimiento fijo y están formadas por muchos soldados con delitos  comunes enviados a Ceuta. Consta la participación de este regimiento en la batalla de Chiclana, por lo que se deduce que este texto se refiere a la estancia de dichas tropas en Alcalá con Begines de los Ríos en febrero de 1811, coincidiendo con una época de fuertes lluvias, como veremos más adelante.

NOTAS
 (4) Manuel María de Puelles, en su “Historia de la Familia de los Puelles”. 1864
(5) Carta del vecino de Alcalá, D. Andrés López, dirigida al Consejo Supremo de Regencia con fecha de 23 de junio de 1811, inserta en el expediente sobre la suspensión de elecciones de concejales que se encuentra en el Archivo Histórico Nacional. ES.28079.AHN/1.1.15.25.25//CONSEJOS,11982,EXP.14
(6) En la Gaceta de la Regencia de España e Indias Nº 1, de 13 de marzo de 1810, en la página 11 se recoge: “De los 700 enemigos que habían entrado en Ximena, fueron pasados a cuchillo 400”
 (7) Memorial de los síndicos del Ayto. de Alcalá, Simón Baena y Pedro Toscano, dirigida al Consejo Supremo de Regencia con fecha de 6 de julio de 1811, inserta en el expediente sobre la suspensión de elecciones de concejales que se encuentra en el Archivo Histórico Nacional. ES.28079.AHN/1.1.15.25.25//CONSEJOS,11982,EXP.14
 (8) Todas estas están recogidas en el Archivo Parroquial de Alcalá de los Gazules en el Libro de Funerales nº 9 folios 16 -18 y 26-27 vuelto.
(9) Memorial de Juan Piñero, vecino de la villa de Alcalá de los Gazules, dirigida al Consejo Supremo de Regencia con fecha de 8 de agosto de 1811, inserta en el expediente sobre la suspensión de elecciones de concejales que se encuentra en el Archivo Histórico Nacional. ES.28079.AHN/1.1.15.25.25//CONSEJOS,11982,EXP.14
(10) Libro 1º de actas de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Folio 1 vuelto. Acta de la reunión celebrada el 25 de julio de 1815.
(11) Pascual Madoz. Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones en ultramar, Madrid  1845. Pág. 379. 

domingo, 25 de marzo de 2012

Camarón de la Isla en Alcalá



     Inicio esta sección con una noticia anecdótica que sucedió el 25 de julio de 1975, recogida el día siguiente en la página 63 del diario ABC. El joven cantaor flamenco, Jose Monge Cruz, "Camarón de la Isla", que empezaba a despuntar en el panorama musical se disponía a actuar en el cine Andalucía.Sin embargo la actuación se tuvo que suspender. Veamos por qué:


TRAS NEGARSE A CANTAR UN CANTAOR DE FLAMENCO HUYE POR LOS TEJADOS

Cádiz, 25 (Europa Press.) El cantaor de flamenco Camarón de la Isla se negó anoche a actuar en un teatro de Alcalá de los Gazules y huyó saltando por los tejados de las casas colindantes.
      Había sido contratado a un tanto por ciento del taquillaje y había pocos espectadores en el teatro en el momento de producirse el hecho. El público reclamó el importe de sus localidades, y éste les fue devuelto por la empresa del teatro.”
Cine Andalucia

sábado, 24 de marzo de 2012

La Semana Santa en Alcalá en 1688

     Aprovechando que estamos en cuaresma, vamos a viajar hacia atrás en el tiempo 324 años para ver cómo era la Semana Santa alcalaína en 1688. En dicho año, el obispo Antonio de Ibarra realiza visita pastoral y entre sus disposiciones, el 31 de enero  deja una serie de instrucciones para que se cumplan en la venidera semana mayor. Aunque son unas notas breves, describen perfectamente el ambiente que se vivía en torno a las imágenes.

    
      En primer lugar, el obispo quiere que se mantenga el decoro en las iglesias y ermitas, evitando que éstas permanezcan abiertas hasta altas horas de la madrugada, costumbre que ha llegado hasta nuestros días, con toda la parafernalia que lleva los preparativos de una procesión:
      “Por quantos estamos informados de que en esta villa con grande abuso y contra el estilo de todo  nro. (nuestro) Obpdo (obispado) y  decretos mios en todo el, estan abiertas las Iglesias hermitas y Iglesias de regulares los Jueves Santos por la noche toda la noche a que se siguen conversaciones en ellas profanas y otros escandalos con pretexto de velar los monumentos. Mandamos que de aquí en adelante se cierren todas dhas (dichas) Iglesias matando todas las luces en ellas menos quatro o seis para desencia del culto antes de las nuebe de la noche y a mas tardar a las nuebe dicho dia de Juebes Sto. Y no se abran hasta dia claro. Lo qual se cumpla asi q execute por  Sr. Vicario sin dispensacion alguna para que le ….mos la facultad pena de excomunion"
Jesús Nazareno. Óleo sobre tela. S. XIX
Estandarte de la cofradía del Nazareno de Alcalá
      Con estas mandas, el obispo nos hace una descripción bastante exacta de una celebración muy distinta a la que hoy conocemos, con escenas lúgubres y macabras, con los disciplinantes mortificándose, cometiéndose muchos desmanes amparados en la oscuridad de la noche y las caras tapadas por velos y capirotes:

      “Item habiendo reconocido con grande dolor mio de que en esta villa dura la corruptela que hemos mandado quitar con todo nro. Obpdo, de que las procesiones de la Semana Santa salen de noche y se recojen de noche y acompañadas de muchas personas cubiertos los rostros con pretexto de devocion de cofrades en la semana sta de que se siguen graves escandalos y atrevimientos con grandes injuria de la religion en semejante tiempo. Por la presente mandamos q en dho tiempo de Semana Sta ni otro alguno salga procesion alguna de noche ni se recoja de noche, sino que salgan de dia claro y se recojan tambien dia claro”
Procesión de flagelantes. 1815-19. Oleo de francisco de Goya y Lucientes

     “Y assi mismo de vajo de las mismas penas y con el mismo rigor mandamos que en dhas procesiones salgan todos descubiertos oficiales cofrades o no cofrades de las cofradias sin llevar capirote o cas qe cubra la cara yendo totalmte descubiertos y solo podran ir cubiertos los penitentes o de disciplina o con cruces u otro execicio de mortificacion y esos con la modestia y compostura q pide semejante demostracion. Y assi mismo mandamos devajo de las mismas penas que ninguna persona secular o eclesiastica de qualquiera calidad q sean pueda andar en dho tiempo santo con capirote y cubierta la cara por esta villa y sus calles con pretesto de devocion en que tambien debemos encargar la conciencia a los Jueces seculares de ella”
Flagelante S. XVII
http://www.lagubiayeltas.us/

domingo, 18 de marzo de 2012

La Guerra de la Independencia en Alcalá 1810-1812 (I)


Cuando falta tan solo un día para el II centenario de la proclamación de la Constitución gaditana de 1812, La Pepa, traigo la primera parte de un articulo que he escrito sobre los acontecimientos de la guerra de la independencia en Alcalá, que se publicará en la revista "Apuntes Históricos y de nuestro Patrimonio" en abril. Dada la extensión del artículo, lo iré publicando por partes.

Creo que es un artículo bastante interesante, pues he podido constatar muchos errores en lo publicado sobre el tema hasta ahora, existiendo confusión de fechas y mezclándose acciones distintas, que son presentadas como un mismo suceso. Baste decir, como ejemplo, que la fecha que siempre se esgrime como la última vez que los franceses visitan Alcalá, el 30 de septiembre de 1812, está documentada en la prensa justo un año antes.

El principal motivo de las confusiones se debe a la información errónea que presenta Pascual Madoz en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar publicado en 1845 ( del que hablaremos otro día) y que tradicionalmente se ha utilizado como fuente.

En el presente artículo pretendo hacer una revisión lo más exacta posible de los acontecimientos sucedidos en Alcalá durante la invasión francesa y la guerra de la Independencia entre 1808 y 1812, intentando reunir todo lo publicado a nivel local sobre estos hechos, a la vez que situarlos dentro de una visión más global en el conjunto de los acontecimientos ocurridos en la provincia. Para ello, además de las fuentes tradicionales he recurrido a otras fuentes contemporáneas, de personajes españoles y extranjeros, que vivieron en primera persona los acontecimientos que aquí se relatan, narrando la toma del castillo y determinando la fecha exacta de su voladura, hasta ahora desconocida.

1.- 1808. La guerra en la lejanía.
Las primeras noticias sobre la guerra llegan a Alcalá el sábado 4 de junio de 1808, cuando el Corregidor  D. José María Esteban y García da cuenta al resto de los integrantes del Ayuntamiento de un Bando de la Junta Suprema de Gobierno, erigida en Sevilla, reuniéndose al día siguiente 5 de junio los Cabildos seculares y eclesiásticos, quienes deciden, para animar al alistamiento de voluntarios, hacer una procesión de penitencia en riguroso ayuno  al Santuario el día 7. Se publica además una proclama para proceder a una suscripción de un donativo voluntario y el uso de la escarapela nacional.
El mismo día de la procesión se alistan 67 alcalaínos de entre 16 y 45 años, que salen inmediatamente para Sevilla. Hay que recordar que 259  hombres formaban parte de la milicia local. (1)
Poco tiempo después, el pueblo entero celebrará   la victoria de las tropas españolas en la batalla de Bailén, que tuvo lugar el 19 de julio de 1808, con la suelta de un  toro enmaromado por las calles y el posterior reparto de su carne entre los hospitales y personas necesitadas.
            Las peticiones para socorrer al ejército español no cesan pidiéndose en el municipio las armas que no estén siendo utilizadas por sus dueños.

Alcalá en 1880
2.- 1809. Crece la tensión. Continúan las ayudas a los nacionales
Alcalá contempla la guerra en la distancia, ajena al conflicto  y aunque tradicionalmente  se señala el 10 de febrero de 1810 como la fecha en que  las tropas francesas pisan por vez primera Alcalá (esta noticia se atribuye a Pascual Madoz, aunque habría que aclarar que en su diccionario, no dice que sea la primera vez, simplemente se limita a resumir en un breve párrafo los acontecimientos que consideró más importantes ocurridos  durante la guerra) (2), sin embargo, hay que remontarse un año antes, concretamente hasta abril de 1809 para que los alcalaínos viesen en persona a los soldados imperiales, cuando  llega al pueblo un pelotón de presos de la batalla de Bailén que son conducidos a los pontones de Cádiz para trasladarlos a las Islas Canarias y Baleares. Manuel María de Puelles, en su “Historia de la Familia de los Puelles”, escrita en 1864, hace referencia a este hecho:
“Había llegado en este tiempo al pueblo un grueso pelotón de oficiales franceses prisioneros en Bailén a los que se había codeado indignamente dos a dos y paseado en triunfo por los pueblos, faltando villanamente a la capitulación, en que se convino trasladarlos embarcados a Francia desde el puerto de Cádiz. Tenían a estos infelices desnudos y hambrientos en los lóbregos claustros deshabitados de la parte baja de Santo Domingo, rugiendo como fiera e increpando a sus guardadores terriblemente por su inhumanidad y falta de fe."

Aunque solo tenemos constancia de la llegada de estos presos a Alcalá en esta fecha por este autor, sí existe documentación en el Archivo Histórico Nacional relativas al hacinamiento de los franceses en Medina y Vejer en abril de dicho año y en Jerez en mayo, a las espera de poder pasar a Cádiz para su traslado en barco.
Es probable que la visión del enemigo derrotado animara al alistamiento en las filas patrióticas y así, el 21 de abril de 1809 se alistan 76 mozos útiles, aunque esta vez la selección no es tan rigurosa como las anteriores. El 11 de junio, atendiendo a otra solicitud se alistan otros 67. Todos estos alistamientos dejarán a la población casi  sin varones, ya que en aquella época Alcalá contaba con apenas 1000 vecinos.
El 13 de julio se solicitan caballos de uso cotidiano (en solicitudes anteriores  sólo los que no sirviesen a sus dueños) y el 11 de diciembre, al no quedar caballos se solicitan cualquier tipo de acémilas. (3)
La tensión y agitación va en aumento con el paso de los días, creciendo los rumores sobre los presuntos afrancesados existentes en el pueblo. Tal es el caso del Administrador de Rentas de la Villa, Ramón Fossi, al que se le acusa de serlo e incluso de tener una guillotina en su casa para decapitar a varios eclesiásticos, obligando al Cabildo a intervenir el 17 de julio, no encontrando nada en su contra.
A finales de este mes las autoridades locales ya han entregado a la Junta Suprema 11.300 reales de vellón
Este mismo año  la Junta Suprema de Gobierno llega a solicitar “que todos los Maestros y Oficiales de Armeros, Herreros y Cerrajeros se empleen en hacer fusiles y bayonetas sin permitirles se ocupen en otro trabajo por mas que aleguen su urgencia y también para que se les obligue a los guarnicioneros y silleros (…) para que se ocupen en hacer sillas para uso de la caballería…”
Mientras, en Cádiz, el 20 de diciembre se publica el Real Decreto para la convocatoria de Cortes Generales y Extraordinarias de la Nación, noticia de la que se hace eco el cabildo alcalaíno el último día del año. (3)

Notas
(1) Fernando Toscano de Puelles. Historia de la Congregación – Beaterio de Jesús, María y José. 1988. Páginas 203-218
(2) En su Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones en ultramar, publicado en Madrid en 1845, Pascual Madoz escribe únicamente lo que sigue  sobre la Guerra de Independencia en Alcalá: “En 10 de febrero de 1810 llegaron a esta v. 50 dragones franceses; a los pocos días fueron atacados por un gran número de paisanos armados, de la serranía de Ronda y de la v. de Jimena y, auxiliados estos por los vec. de Alcalá mataron a la mayor parte. En 5 de marzo próximo se presentó en la misma una división de 3000 hombres al mando del general Latour Maubourg, y pasaron a cuchillo cuantos habitantes pudieron hallar, sin distinción de sexos ni edades, quemando varias casas: siempre que llegaron después tropas francesas a esta v. fue saqueada; de estos padecimientos nunca han podido reponerse sus principales vec.”
(3) Gabriel Almagro Montes de Oca. Alcalá en la Guerra de la Independencia. Revista de Apuntes Históricos. 1990

Bienvenida

      Si de algo puede presumir Alcalá, es de su dilatada historia. Poblada desde los tiempos más remotos, los diferentes pueblos que la han habitado, han dejado su huella.

     Los habitantes de la prehistoria dejaron la necrópolis del Monte Bajo y la Laja de los Hierros, los romanos, el Bronce de Lascuta y la fuente de la Salada, un puente sobre el río Barbate y restos bajo el castillo, varias vías romanas en todo el término y los depósitos hallados en la c/ Alonso el Sabio.
    
      Los alcalaínos medievales nos dejaron la ermita de los Santos nuevos, mientras que los árabes nos dejaron nuestras señas de identidad: nombre y apellidos. Y el castillo, rodeado de callejuelas estrechas de casas encaladas.

     Expulsados los árabes, los cristianos  dejaron, a lo largo de los  siglos, iglesias, conventos, hospitales y palacios.

     El siglo XIX dejó una población diezmada por las epidemias y numerosos sucesos en la guerra de la indepencia contra los franceses.

     La Historia también reservó a Alcalá un lugar destacado en la revolución de Riego de 1820. Después vendrán la desaparición de los conventos y más adelante los años revolucionerios de Salvochea. Y también el título de Ciudad.

     El siglo XX traerá a Alcalá la crisis agraria, y después,  la guerra civil, años de hambruna, la emigración....

     Por desgracia, para los amantes de la Historia y de nuestro pueblo, prácticamente solo ha existido una fuente de información: la revista de "Apuntes Históricos" que edita anualmente el ayuntamiento. Por eso, he querido crear este blog con dos propósitos. Por un lado, para que sirva de difusor  de la investigación histórica publicada en dicha revista y sacarla del ámbito estríctamente local y por otro, servirle de complemento, sin los límites del espacio físico  de determinado número de páginas, revisando lo publicado hasta ahora, asi como tratar otras pequeñas historias o apuntes , que dificilmente tendrían cabida en "Apuntes" por su caracter anecdótico o desenfadado.

     Pretendo también presentar una serie de documentos, que han servido de base a muchos estudios y que son mencionados constantemente, pero que prácticamente son desconocidos para el público en general.

     Además, tendremos una visión más cotidiana de la vida en Alcalá a través de las noticias recogidas en la prensa escrita nacional a lo largo de los dos últimos siglos, que tambien veremos a través del objetio en blanco y negro de fotógrafos conocidos y anónimos.

     Sirvan estas páginas de reconocimiento a los tres grandes historiadores alcalaínos que en los últimos 25 años nos han devuelto la luz con sus investigaciones sobre nuestra historia, hasta entonces  casi desconocida. Ellos son Fernando Toscano, Jaime Guerra y Gabriel Almagro.

     Sean pues, bienvenidos a esta ventana que hoy se abre, para asomarnos a la:

HISTORIA DE ALCALA DE LOS GAZULES