Mostrando entradas con la etiqueta guerra independencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta guerra independencia. Mostrar todas las entradas

sábado, 5 de noviembre de 2022

El Castillo de Alcalá en la Guerra de la Independencia



Ismael Almagro Montes de Oca


    El Castillo de Alcalá se convirtió en una pieza importante en el tablero de la batalla entre tropas españolas y francesas durante la Guerra de Independencia en la comarca por su posición estratégica, entre las zonas de la campiña jerezana y el Campo de Gibraltar y entre la de la bahía y la serranía.

    Practicante desde la llegada de los franceses a Alcalá, el castillo fue elegido ocasionalmente como lugar de guarnición, siendo a partir del 28 de noviembre de 1810, fecha en que las tropas francesas desalojaron a 40 hombres de las tropas nacionales que había en la villa, cuando lo utilizan de manera más continuada.

    Pero el castillo no se encontraba preparado para su defensa, toda vez que hacía cientos de años que había perdido su función defensiva y uso de armas más modernas, así como de técnicas de combate muy distintas a las del tiempo de los moros, requerían su adaptación para convertirlo en un lugar seguro e inexpugnable.

    Por orden del Mariscal Víctor, duque de Belluno, el ingeniero Barabino pasó a reconocerlo en los primeros días de noviembre para adecuarlo y para alojar a un destacamento. El día 5 escribió un informe a su superior desde Chiclana con las deficiencias que había encontrado. Pero el documento no llegó a su destino porque fue interceptado por las tropas españolas, siendo traducido del francés por Antonio Ramón del Valle en Cádiz el 30 de marzo de 1811.



    Se trata de un documento interesantísimo, al que acompañaba un plano descriptivo, en el que se describe el estado de conservación del castillo y las obras necesarias para su aprovechamiento:

El Castillo de Alcalá de los Gazules esta construido en el punto mas elevado del pueblo. El adjunto plano nº 4 indica su figura, posición y las obras proyectadas. Recomponiendo este Castillo es susceptible de muy buena defensa y llenara su objeto. Las obras que necesita son: macizar los intervalos de los merlones del reducto A. para formar un parapeto. Construir otro B. que resguarde de los fuegos del campanario C. y del Combento D. Hacer una banqueta de madera detrás del muro E. Tapiar los intervalos de los merlones de la torre F. sobre la entrada G. y el muro H. Tapiar igualmte las dos puertas I. y K. construyendo un tambor delante de la puerta L. y un foso con parapeto en M. que sirva de segura comunicación con el punto K. S. Aunqe esta obra avanzada esta dominada por una altura cercana, el objeto qe nos proponemos en conservarla, es colocar alguna fusileria en el frente K.S. con una pieza que haga fuego sobre el pueblo para formar la brecha Q. y demoler el techo N. del cementerio y las dos casas O. y P. para aislar el castillo.”

    Plantea además la colocación de 3 cañones estratégicamente, cubriendo caminos de entrada y evitar también el fuego desde los campanarios de la Parroquia y del convento de Santa Clara:

“Las tres piezas de campaña se colocarán en A. R. y S. la ultima descubre el pueblo y el camino de Tarifa y Casas-Viejas, que está a cubierto de las otras dos a causa del convento.

    Executadas estas mejoras podrá defenderse muy bien el castillo, atendiendo a qe el enemigo no puede conducir Artilleria con que batirlo sin hacerse dueño del camino de Paterna.”

    Menciona también la existencia de un aljibe, que no aparece marcado en el plano, pero por otro de septiembre de 1811, aparece fuera del recinto amurallado y que sin duda debe ser el aljibe de las monjas, pues se marca cercano al muro de un patio del castillo abandonado, que coincide con la cerca del Beaterio:

“Existe en V. un pequeño Pozo sin agua qe es preciso limpiar y habilitar y será muy conveniente recomponer las cañerías para qe se llene de las aguas llovedizas.”

    Describe el resto de dependencias y el uso a que se pueden destinar, así como que el techo del torreón está arruinado:

“Costará mucho trabajo alojar los 300 hombres y 50 caballos destinados a su defensa, ps (pues) en el castillo apenas existen en el presente el almacen 1, útil para viveres; un resto del subterráneo del reducto 2, para las municiones de guerra, la parte 3, pª Almacen de Paxa, la parte 4 y 5 y el alto del 34 y 5, dos cámaras una sobre la otra en la torre 6, otra en la torre F. y la parte 7. 8. 9. y 10 en el reducto A: lo restante de la bobeda 11 y 12 esta arruinado y los escombros han llenado las Almacenes que están debajo. Todas estas habitaciones son capaces de 70 hombres con sus oficiales. Para alojar el resto y los 50 caballos es necesario construir en los puntos 13. 14. 15. 16 y 17 caballerizas con habitaciones encima continuando los muros que aun existen, techando los agujeros 11 y 12 en el reducto A, por cuyo medio se completaría el alojamiento.”

Detalle de una copia del plano francés realizada por los ingenieros españoles
con las numeración de las indicaciones


    Otro punto interesante de este documento es que plantea una alternativa más rápida para albergar las tropas que construir nuevas dependencias dentro del castillo: utilizar las casas del Beaterio, cerrando la calle con barreras:

“Todas estas obras exigen medios y tiempo, y me parece qe en lugar de construir estas nuevas habitaciones en lo interior del castillo, sería mejor tomar la manzana de casas 19, 20, 21, 22, 23, 24 y 25, cerrando la calle en 26 con su barrera o puerta y tapiándola en 27. Entrar en las casas por las puertas 28 y 29, poner barricas en las demás y abrir aspilleras en 20, 22, 23, 24 y 30, cubriendo también la entrada G con un tambor 31. Estas habitaciones ofrecerán desde luego conveniente abrigo; y en caso de atacar el enemigo al fuerte, la Guarnicion se retiraría al recinto y bibaquearia mientras qe estuviere bloqueada.”

    El ingeniero tuvo en cuenta el material y mano de obra que necesitaría para realizar las obras y la existencia de ambos en la localidad para no tener que traerlas de fuera:

“Adoptado este proyecto, podrán construirse mas adelante los alojamientos convenientes en lo interior del fuerte, si se creyesen indispensables. Para la ejecución de estas obras se hallan allí mismo cal y otros materiales, once albañiles, diez carpinteros del pays, y dos fraguas.” [1]

    A principios de año, los franceses iniciaron la rehabilitación del castillo, obra que se truncó con la llegada de 1500 soldados españoles al mando de Begines de los Ríos, que consiguieron hacerse con el mismo.

    Los mandos españoles, por su parte, también encargaron su propio informe para mejorar las defensas del castillo, tarea que realizó un tal R. Bonille en el Cuartel General de Algeciras en fecha indeterminada de ese año de 1811, pero que indudablemente fue antes del mes de junio. Bonille hizo un informe destinado al Estado Mayor del 4º Ejercito, en el que, aparte de la reforma del castillo, sitúa la fortaleza en el mapa para resaltar su posición geoestratégica:

“Es Villa de unos 800, vecinos, dedicados a la labor y cría de ganados vacunos y de cerda con particularidad.

    Tiene una Parroquia, dos conventos de Frayles, uno de monjas, un Beaterio con obligación de enseñar niñas y asistir enfermas y un Hospital de hombres. Es pueblo de Señorio de los Estados de Medinaceli: Hay Corregidor y dos Alcaldes ordinarios.

Dista de Gibraltar 9 leguas (al O de esta Plaza) 9 de Algeciras, 7 de los Barrios, 9 a Tarifa, 3 a Paterna, 5 a Ximena, 7 a Ubrique y 3 a Medina Sidonia.

    Esta situada en el descenso de una altura deribada de otra mas elevada denominada Lario qe corriendo casi de O a E se une con las sierras principales qe cubren el Campo de Gibraltar. La Poblacion se extiende desde la cúspide contigo al Castillo hasta la falda de ella por donde se une con Lario mirando al S. E. En la cúspide de esta altura y dominando toda su circunferencia hasta mas del tiro de cañon menos la Lario se halla situado su Catillo qe manifiesta ser de los mas modernos del tiempo de los moros y se conserva en muy buen estado…

    La situación del castillo como se ha indicado es excelente y a la verdad qe habrá pocas qe puedan reunir tantas y tan buenas circunstancias. La altura Lario qe es la única qe le domina, esta a tiro muy largo, de modo qe aun con artillería gruesa no se le pueda batir en brecha…

    En el dia esta ocupado por nuestras tropas formando uno de nros puntos avanzados, y acaso el mas importante; ya porqe es uno de los qe proporcionan la penetración en la parte mas esencial de la Sierra, ya qe desde el se pueden hacer correrías con algunos caballos en la campiña qe media entre el y Medina, por la proporción de retirarse a un buen apoyo, ya por la mayor facilidad de adquirir noticias del Enemigo, y observarle de cerca, ya también por la comodidad qe presta para la reunión de las tropas, y alguna vez quieran expedicionar por aquella parte.

    No parece sentado este principio qe nos deviamos descuidar en poner este castillo en estado de vigorosa resistencia, que como acabamos de ver con muy poco trabajo se pone en disposición de hacerse respetar de un pie de Exto. aunque traiga artillería. Las murallas son robustas y dado caso qe costarían mucho trabajo y tiempo qe lograse romper por qualquier parte, le quedan sin embargo mil recursos para prolongar su defensa.”

    
    En el documento, recoge los trabajos realizados por los franceses:

“Los franceses empezaron a habilitarlo al principio de esta año (811) y solo les faltó para su perfección, es abrir un foso delante de la puerta principal, forrar esta con chapas de yerro, para el fuego qe se le pudiese aplicar por fuera no la ofendiese, ni las balas de fusil y qe el petardo no se pudiese clavar… Tambien les falto hacer otro retrincheramto interior asi en dha puerta como en otra qe sale del patio principal por la parte del E a un recinto amurallado de figura rectangular qe esta unido al Castillo, y no tiene otra comunicación, también estaban sin concluir las Aspilleras que habían empezado a formar en un parapeto elevado sobre la parte superior del muro en lugar de las Almenas de qe estava coronada toda la muralla; lo mismo creo que hubieran hecho con las dos torres qe tiene el Castillo, y las dos alas qe unen la una a la otra en donde todavía se conservan las Almenas.”

    Lo más sorprendente del trabajo de Bonille es que propone derribar toda la manzana de casas hoy ocupada por el Beaterio para facilitar la defensa del castillo, puesto que con ello el enemigo sería visto antes de llegar a las murallas del mismo:

“Todo esto estaría remediado con formar delante de ella o sea exteriormente un buen atrincheramiento qe la cubriese; pero se hacia indispensable arrisiar los Edificios inmediatos, casi hasta la Plaza de Sn Jorge pa qe no estuviere dominado por ellos lo qe daría mucho mas merito a esta fortificación; pues además de lo dho servia igualmente para descubrir al Enemigo demas lejos; evitar qe sus tiros no fuesen tan certeros sobre las aspilleras, y qe extendiéndose un poco el retrincheramiento hacia la dra, (derecha) podría flanquear el frente del castillo por la parte del O que no lo esta de ninguna del recinto…

    El acceso de esta difícil, y lo mismo la del castillo, siendo la mejor por el pueblo, de manera qe derribando los edificios qe tiene inmediatos, domina, y descubre quanto pudiera incomodarle.”

Igualmente, propone terminar las reformas iniciadas por las tropas napoleónicas:

    “Con poco esta hecho, ya sea siguiendo el sistema de aspilleras empezado por los Franceses o elevando un ante pecho entre almena y almena. Sobre las dos Puertas ubicadas seria muy bueno formar galerías, o ladroneras qe no es otra cosa qe tres o quatro canes de piedra qe salen de la muralla, dos o tres pies separados uno de otro un pie, o pie y medio, y formando en sus extremos un parapeto o prueba de fusil, de modo qe quedando separado de la muralla un pie o pie y medio, da tantos claros, quantos son los canes qe se han puesto; los qe sirven pa descubrir el pie de la muralla sin ser visto del enemigo, y echar por ellos con toda seguridad, piedras, granadas, artificios de & y aun los antiguos ataban a una cuerda pedazos de plomo, yerro, o piedra qe dejaban caer y tiraban después para repetir el golpe. En el parapeto qe se le hace se suelen hacer también algunas aspilleras. En las partes del recinto qe no estan flanqueadas podría igualmte formarse estas ladroneras, para cuidar de qe no se arrimasen al fin de la muralla sin ser vistos ni molestados.”

    Por último, da una serie de instrucciones para el almacenaje de pertrechos para las tropas:

“Resta solo el qe se tengan viberes municiones y agua. Para todo hay proporción. Tiene un Argibe muy capaz qe limpiado bien y lleno de agua surte a su guarnición muchos meses, un almacen para viveres grande y sin humedad; sitio para horno y su oficina; lugar pa las municiones, dos quadras pa tropas muy capaces, sin otros quartos qe se pueden habilitar en la torre y todo a prueba, de modo qe en su clase no hay que desear mas. Un recinto unido al castillo y amurallado qe da mucha proporción pa encerrar ganado, y sembrado de verde mantendría muchos días una docena de bacas con economía; y por ultimo creo qe un oficial de valor, e inteligencia, con la guarnición competente, viveres y municiones, habiendo hecho pa mejorarlo lo qe va insinuado, y teniendo a prevención herramienta, faginas, alguna madera, caballos de frisa & se hace respetar tanto como puede hacerse una Plaza fuerte del sistema moderno.” [2]

    Este informe debió ser tenido en cuenta por los mandos del ejército español, pues el 2 de junio de ese año, los ingenieros militares Manuel Teruel, Salvador Sebastián y Salvador Quirós solicitaron al cabildo alcalaíno que les facilitaran materiales y obreros para proceder a la reparación.

    Sin embargo, estas no llegaron a concluirse, porque el 18 de septiembre tropas francesas acuarteladas en Medina partieron hacia Alcalá con algunos cañones, con objeto de tomar el castillo, guarnecido por 200 españoles, quienes se ven obligados a capitular al día siguiente.

    Días más tarde, el 22 de septiembre, las tropas francesas proceden a la voladura de las murallas del castillo ante la llegada de tropas del General Ballesteros desde Jimena, poniendo así fin a un edificio con muchos siglos de Historia encerrada entre sus muros.

Fotografía de Luis Francisco Martínez Montiel


NOTAS

[1] Archivo Cartográfico de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. Signatura: C.60-N.9

[2] Ib. Signatura: C.60-N.10

viernes, 16 de enero de 2015

El teniente coronel Pedro Velasco y la Guerra de la Independencia en Alcalá


Ismael Almagro Montes de Oca


      La Historia no es una “ciencia exacta” en la cual lo expuesto sea una verdad inalterable. Al contrario, todo es revisable y/o corregible. Digo esto porque, al hilo del tema que nos ocupa, recientemente he tenido acceso a documentación de la Biblioteca de Extremadura, donde se conservan manuscritos relativos al teniente coronel Pedro Velasco y Colón, procedentes de su localidad natal, Fregenal de la Sierra, entre los que se encuentra un parte de guerra de dicho militar informando de la acción que tuvo lugar en nuestro pueblo el 30 de septiembre de 1811. 

     Ya di cuenta en mi artículo “La Guerra de la Independencia en Alcalá (1808-1812)” del error existente sobre esta acción de guerra, pues siempre se había considerado como la última incursión de tropas francesas en Alcalá, al fecharse tradicionalmente el 30 de septiembre de 1812 (ver artículo) y aunque el informe del encuentro entre franceses y españoles ya se conocía, pues apareció publicado en la Gaceta de la Regencia de España e Indias el 12 de octubre de dicho año, este nuevo documento nos permite corregir y aumentar un poco la Historia, puesto que es ligeramente más extenso.

      Nos permite sobre todo, saber por qué las tropas francesas penetran en territorio alcalaíno procedentes de Medina, información omitida en la Gaceta y también conocer cuándo se desarrollan los acontecimientos. Nos permite además comprobar cómo se manipulaba la información aparecida en prensa, para hacerla favorable a los intereses nacionales, puesto que entonces se habló de que “el enemigo sufrió grandes pérdidas” mientras que en el nuevo documento se dice “El enemigo ha tenido algun otro herido”. Por otra parte, resulta extraño a efectos propagandísticos, que no se mencione la incredulidad de este teniente español ante la cobardía de los franceses por su retirada cuando superaban ampliamente en número a las tropas españolas.

      Pero antes de ver el documento en cuestión, haremos un breve repaso por la vida militar de Pedro Velasco y cómo llega a Alcalá.

      Según certificado de D. Raimundo Manuel María de Sotto Langton, Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos, inspector y sargento mayor del Regimiento de Guardias Españolas de Infantería “Dn Pedro Velasco y Colon, siendo segundo Genl de la 6ª Compañía del 4º Batallon del mismo Cuerpo, se halló en la retirada del Exto. del mando del Exmo Sor Duque de Alburquerque, desde Estremadura a la Ysla de Leon…” a principios de 1810. 

      Suponemos que no abandona la zona, pues un año después “se halló en el ataque qe dieron los Enemigos sobre el puente de Santi Petri, la noche del 3 al 4 de Marzo de mil ochocientos once, donde fue prisionero, y habiéndose fugado antes de llegar a Sevilla se presentó al General D. Franco Vallesteros”

      El propio Ballesteros, en otro certificado, describe cómo se le presenta Pedro Velasco: “Haberseme presentado en Villanueva de los Castillejos el dia 4 de Abril de este año el 2º tente de Rs Guardias Españolas dn Pedro Velasco, después de haberse fugado del enemigo; y que hallándose con poca salud y desnudo, por haber perdido todo su equipage, le concedi pasaporte pa que se trasladase a la Villa de Fregenal de la Sierra, de donde es natural con el objeto de que se restableciese”

      Ballesteros lo nombra su ayudante de campo, siendo ratificado en dicho cargo por el Consejo de Regencia en julio de 1811. Por orden de su superior, Velasco se desplaza hasta la serranía de Ronda para organizar los Batallones de Reclutas, donde además dirige uno de ellos. Será con este Batallón con el que llegue a Alcalá y con el que participe en las acciones para intentar reconquistar el castillo: “se halló en las acciones de Alcalá de los Gazules, en diez y nueve de Septe de mil ochocientos once: en la de Ximena en veinte y cinco del mismo” Tras la acción de Jimena en las Peñas de Juana Sánchez, regresa a nuestro pueblo, donde cinco días después tiene lugar el encuentro con las tropas francesas junto al rio Barbate y del que Pedro Velasco envía un parte al general Ballesteros:



      “Exmo Sor = Efectivamte se realizaron mis sospechas, saliendo ciertas las noticias qe tube de qe los franceses de Medina pensaban venir a Alcala, a recoger el trigo qe se hallaba en el Posito= Hoy al amanecer se presentaron en el Prado inmediato al Barbate sobre la derecha del Pueblo, como unos sesenta Caballos, viniendo por el camino de Sn Antonio Cien Ynfantes, y por el de la Zorrera ochenta, qe se dirigieron al Pueblo; situándose parte de ellos en una altura inmediata, y descubriéndose ademas en el Olibar qe tambien llaman de la Zorrera como unos Ciento y veinte Ynfantes.=

viniendo por el camino de Sn Antonio Cien Ynfantes, y por el de la Zorrera ochenta
 En vista de esto, y hallándose nuestra Caballeria Campada desde la noche anterior sobre los llanos de Patrite, trate de dirigirme hacia ellos por el Rio abaxo, con el objeto de aparentar fuerzas suficientes para batirlos, destacando al efecto una Guerrilla fuerte de Quarenta Caballos del Esquadron de Ubrique, y treinta de la partida de Paterna, todos a las ordenes del Capitan del mismo Cuerpo D. Lazaro de Sierra, mandando al mismo tiempo descubiertas por los Caminos de Bejer y Paterna, por si el Enemigo intentaba embolvernos por la Espalda.= Al llegar nuestras Guerrillas a tiro de fusil de las francesas, rompieron el fuego las nuestras, haciéndoles perder siempre terreno a las Enemigas; y a proporción del qe adelantábamos, seguía el grueso de nuestra Caballeria su marcha, compuesto de unos Cien Caballos del mismo Esquadron de Ubrique y partida de Paterna,a las ordenes de su Comandte. el tente Corl Dn Gregorio Fernandez, situándonos en distintas posiciones, y con la circunspección qe exigia nuestra falta de Ynfanteria, pero siempre con el fin de proteger en todo caso a los qe avanzaban.= 

Al llegar nuestras Guerrillas a tiro de fusil de las francesas, rompieron el fuego las nuestras
Baxo este orden, y con un animo decidido del Capitan Sierra, tengo el honor y satisfacción de manifestar a V. E. qe fueron arrojados completamte. de la Campiña, persiguiéndoles hasta la baxada del Puerto de los Yesos, y siguiéndoles una partida de observación, compuesta de un Sargto y quatro hombs hasta la distancia de dos leguas, sobre el mismo Camino de Medina.= El enemigo ha tenido algun otro herido, no habiendo acaecido por nuestra parte ninguna desgracia.= Aseguro a V. E. qe estoy admirado al ver su Cobardia; pues yo creo qe ellos no debían huir de nosotros tan Collonamte quando su Caballeria se hallaba protexida de mas de trecientos Ynfantes; pero al mismo tiempo no puedo menos de manifestar a V. E. qe el Capitan Sierra ha llenado tan completamte sus deberes, qe estos han correspondido al honor qe deber ser inseparable de la Milicia.= El comandte del Esquadron de Ubrique queda con el suyo Campado de la otra parte del pueblo, por si acaso el Enemigo intentase volver sobre nosotros con fuerzas superiores, para recibirlos al momento, y sostenernos hasta qe no podamos con ellos; pero por mi parte estoy muy distante de creer qe lo verifique en todo el dia de hoy.= Dios gue a V. E. m. as = 

Alcala de los Gazules 30 de Sepbre de 1811, a las diez de la mañana = Exmo Sor =

El Ayudte de Campo de V. E. = Pedro de Velasco y Colon.= 1er tente de Rs Gs Ynfa Esppa = 

Exmo Sor Dn Franco Vallesteros.=


      Como hemos podido ver, aquel día al alba las tropas francesas venían a Alcalá para abastecerse de grano.

      Con respecto a Pedro Velasco y Colón, pasaría posteriormente, por orden de Ballesteros, a ejercer las funciones de Vicepresidente de la Junta de la Serranía establecida en la villa de Cortes, de donde pasaría a Junquera, Ronda y Granada.

      Al acabar la guerra, fue durante varios años alcalde de su localidad natal.

viernes, 30 de agosto de 2013

El alférez Calvo y la Guerra de la Independencia (II)


   
      
      Retomando la historia de la llegada de Juan Calvo a Alcalá en 1800, es muy posible que se alojara en la casa de Juan de Peñalosa, siguiendo la costumbre de la época de que los mandos militares se alojaran en las viviendas de las personas pudientes y así conocería a Juana Peñalosa Pérez, quien sufrirá muy de cerca los estragos de la epidemia de fiebre amarilla, pues víctimas de la misma fallecerán en el último trimestre de dicho año su madre, Juana Pérez Piñero y una hermana, llamada Mariana. (5)

      Tras la epidemia, al alférez le sería asignado otro destino, pero continuaría su relación con la alcalaína a distancia, pues en 1804, estando establecido su regimiento en Cabra (Córdoba) decide contraer matrimonio con Juana Peñalosa y Pérez. Él tiene 47 años y ella 27.

     El 28 de febrero, Juan de Peñalosa da su consentimiento firmando el siguiente documento ante notario:

     “En la villa de Alcala de los Gazules a veinte y ocho de Febrero de mil Ochocientos quatro ante mi el Escno publico del numero de ella y competente numero de tgos. Parecio Dn Juan de Peñalosa y Escovar de esta Vecindad y Viudo de Da Juana Peres Piñeyro a quien doy fee conozco y Dijo qe Da Juana de Peñalosa y Peres su hija y de la referida su consorte procreada del matrimonio qe contrajeron según orden de nuestra Santa madre Yglesia tiene contraídos Esponsales de futuro con Dn Juan Calbo Alferez del Regimiento de Cavalleria de Sagunto Sesto de Casadores de estado Soltero hijo legitimo de Dn Juan y Da Josefa Negro, naturales de la Ciudad de Santa fee en el Reyno de Granada ya defuntos, y para haverlos de reducir a verdadero matrimonio le ha pedido al Otorgante su licencia y consentimto. Con arreglo a lo prevenido en la real pragmática de SM de Veinte y tres de marzo de mil Setecientos Setenta y Seis, y Cedula declaratoria de ella de dies y ocho de Septiembre de mil setecientos ochenta y ocho, y mediante a concurrir en el espresado Dn Juan Calbo las circunstancias de igualdad en calidad y deemas apreciables qe pa efectuar esta alianza se requieren, en la via y forma quemas haya lugar en dro (derecho) Otorga qe da y concede amplia licencia y facultad a la insinuada Da Juana de Peñalosa su hija pa qe sin incurrir en pena alguna celebre orden de nuestra Santa Madre la Yglesia su matrimonio con el expresado Dn Juan Calvo Negro; A cuyo efecto de su libre y espontanea voluntad para qe no se le ponga impedimto, presta su pleno consentimto. Y beneplácito, el qe se obliga en legal forma a no revocar ni reclamar con pretesto alguno y si lo hiciere no balga antes sea visto haver dado asi mayores establecimientos…”

     Una vez obtenido el permiso de su futuro suegro, el alférez Calvo, siguiendo las leyes militares de la época, solicita licencia para contraer matrimonio al Rey, entregando el 2 de septiembre a su superior en el regimiento acuartelado en Cabra, Pedro Roca, un informe con las partidas de bautismo de ambos contrayentes y documentación de Juan de Peñalosa probando su limpieza de sangre.

      Asimismo, Juan de Peñalosa daría como dote para el futuro matrimonio dos casas de su propiedad para convertirlas en su futura vivienda. Sobre estas propiedades, que estaban en la Alameda, hablaremos en otra ocasión para no desviarnos en demasía de la historia que nos ocupa.

     Tras la boda en Alcalá, el alférez continuó su carrera militar, alcanzando el grado de teniente el 8 de octubre de 1807.

     Medio año después, tras la invasión de España por parte de las tropas napoleónicas, es nombrado el 28 de junio de 1808 capitán del regimiento de Caballería de Voluntarios de Sevilla, tal como consta en su hoja de servicios, aunque en realidad lo sería del Tercio de Caballería de Tejas, pues no será hasta diciembre de 1810 cuando se declarase extinguido dicho cuerpo, pasándose a denominar como Regimiento de Sevilla.

     El Tercio de Tejas fue creado en 1804 para pasar a América y reforzar a las tropas españolas en el Virreinato de Nueva España. Sin embargo, por diversas circunstancias, en 1808, al estallar la guerra contra Napoleón, las tropas aún se encuentran repartidas por la provincia de Cádiz, incorporándose inmediatamente al ejército de Andalucía.

     Juan Calvo, por su parte, junto con su compañía de Caballería, pasará a vigilar la frontera de Andalucía con Portugal y Sierra Morena luchando contra los bandoleros. Tras la batalla de Bailén, el tercio de Caballería se unirá al ejército del general Castaños en su avance hacia el Norte.

     Es segura la participación del ya capitán Calvo en la denominada como Sorpresa de los Yébenes (Toledo) el 24 de marzo, cuando el ejército español sorprende desprevenido a un cuerpo de lanceros polacos, atacándoles, causándoles numerosas bajas y más de 100 prisioneros. Como respuesta, el ejercitó francés realiza un contraataque, culminando en la batalla de Ciudad Real entre el 26 y el 27 de marzo de 1809, donde los franceses derrotaron a los españoles, retrocediendo los nacionales hacia Extremadura. 

     Pocos meses después, nuestro personaje participa en el avance anglo español contra las tropas del mariscal Víctor, entablando combate con las tropas napoleónicas en la batalla de Talavera de la Reina (Toledo) entre el 27 y 28 de julio, donde el contingente de tropas aliadas formado por 55000 hombres y 60 cañones se enfrentaron a 46000 franceses y 80 cañones, que se saldó con la derrota de las tropas francesas.

     Tras la batalla de Talavera, el ejército aliado se dirige nuevamente hacia Extremadura, pero tan mal organizado que se ve sorprendido en su retaguardia por la embestida de las tropas del mariscal Soult a la altura de Puente del Arzobispo (Toledo) el día 8 de agosto.

     Posteriormente, se intentaría recuperar Madrid a los franceses y para ello el ejército aliado planeó atacar con las tropas del duque de Alburquerque entre Almaraz y Talavera, en una maniobra de distracción, mientras el ejército del Centro avanzaría hacia Madrid. El 18 y 19 de noviembre se encuentran en Ocaña ocho regimientos de caballería franceses con dieciséis españoles, produciéndose el choque más importante de ambas caballerías de toda la guerra.

     El varapalo sufrido por los españoles es tal, que el ejército del Centro queda prácticamente desmantelado, quedando Andalucía a merced de los invasores, por lo que los despojos del ejército español retroceden hacia Cádiz.

     En la batalladle Ocaña, Juan Calvo es herido por una lanza, emprendiendo la retirada con parte de la tropa hasta Ubrique, donde se separa del grupo para buscar el refugio de su casa en Alcalá. Aquí estará reponiéndose tranquilamente de las heridas hasta que el 10 de febrero de 1808 llegan las tropas napoleónicas a nuestro pueblo. Seguramente nuestro capitán permanecerá bien oculto en su casa junto a la Alameda.

     Un pelotón francés ocupa Alcalá sin resistencia alguna, dejando tan solo en el pueblo un pequeño destacamento de 40 soldados, un clarín, dos oficiales y dos sargentos.

     Casi un mes después se produce uno de los momentos más dramáticos, con la primera acción de guerra en nuestro suelo el 2 de marzo de 1810. Manuel María de Puelles en su “Historia de los Puelles” escrita más de medio siglo después, en 1864, atribuye la acción a una banda de 500 o 600 hombres provenientes de la Sierra, aunque también hubo participación alcalaína en estos hechos, tal como aclaramos en nuestro artículo sobre la guerra de la Independencia (La Guerra de la Independencia en Alcalá 1810-1812 Parte II). Ahora,  gracias al expediente militar de Juan Calvo, podemos corroborar estos datos por otra fuente documental distinta.

     Al quedar tan corto destacamento francés en el pueblo, pronto se organiza una especie de Resistencia, siendo muy fácil, por su rango militar, que Juan Calvo se encontrara al frente del mismo, aprovechando la llegada de los insurgentes de la Sierra para atacar y masacrar a los soldados de Napoleón. Si bien otras fuentes sitúan en torno a 16 la cifra de soldados franceses muertos, aquí aparece una cifra más exacta, concretamente 20 fallecidos. Pero la venganza francesa no se hace esperar y 3 días más tarde invade Alcalá en busca de venganza. Resultado: 12 personas muertos entre el pueblo y el campo. Nuestro capitán se ve obligado a huir a la Sierra al mando de un grupo organizado y aunque no especifica hacia dónde, es muy probablemente que se dirigiera hacía Jimena:

     “Desde la separación de este Cuerpo acredita este oficial pr certificaciones y una Real orden… haverse quedado enfermo en Alcala de los Gazules, en donde al acercarse un destacamto Frances en febrero de 810 los acometió reunido con paysanos de la misma villa y Pueblos limítrofes, obligándolo a la fuga con perdida de 20 drag.s del num.º 9 y dejando en su poder varios Cavallos y armas con qe. se armaron otros patriotas de aquellos contornos y habiendo vuelto los Enemigos con fuerzas superiores se vio obligado a fugarse a lo interior de la montaña con la Partida de su mando…”

Detalle de la Hoja de servicios de Juan Calvo

     Por esta serranía permanecerá oculto, posiblemente participando en las diversas escaramuzas que ocurrían en la zona. A mediados de octubre, después de que los franceses tomarán y volaran parte del castillo alcalaíno, abandona las partidas serranas para incorporarse en Los Barrios al ejército del General Ballesteros, que había sido nombrado Comandante General del Campo de Gibraltar a finales de Agosto.

    Este General, conociendo las aptitudes de Juan Calvo, le encomienda una tarea bastante peligrosa, pues lo envía como espía a Sevilla para controlar los movimientos del enemigo:

     “…en Oct. de 811 se presentó en la villa de los barrios al general D. Franco Vallesteros, quien le tuvo comisionado en Sevilla pa. espiar los enemigos y comunicarle cuantas noticias le podían convenir..”.

     Esta será su misión hasta que termina la guerra. Después, el 22 de junio de 1815, será recompensado por el Rey Fernando VII, con la concesión de la Cruz Supernumeraria de la Real y Distinguida Orden de Carlos III por todas sus acciones durante la misma, incluida la de Alcalá.

     Terminada la contienda bélica, ejercerá de Agregado al estado Mayor desde el 29 de marzo de 1816 hasta su jubilación del ejército, cumplidos los 68 años a finales de diciembre de 1825, después de casi 46 de servicio.

     En un padrón de habitantes realizado en Sevilla 1821 aparece viviendo en el barrio de la Parroquia de La Magdalena con su mujer Juana Peñalosa y 5 hijos, María, nacida en 1806, José, nacido en 1809, Manuel, en 1813, Vicente, en 1815 y Trinidad, en 1819.


     Con todo, es muy probable que nuestro personaje tuviera un hijo antes de su matrimonio, pues en un padrón de habitantes realizado en 1821 en la collación de Parroquia de San Bartolomé encontramos a un  Juan José Calvo, casado con Manuela Pérez. En este padrón figura con la edad de 24 años, lo que conllevaría su nacimiento  en 1797. Creemos que se puede tratar de un hijo de este militar porque en la partida de defunción de este Juan José Calvo, ocurrida en Sevilla el 18 de agosto de 1847, se dice era natural de Granada, casado con Manuela Pérez, siendo hijo de  Juan José Calvo, teniente coronel retirado, natural de Granada y de Juana Peñalosa, también natural de Granada. 

     Nuestro personaje es mencionado como uno de los héroes de la guerra de la Independencia en 1813 en una publicación titulada “El heroísmo de la nación española que da exemplo al mundo, o ya sea el secreto congreso hispalense...” donde se recoge: “…. ¡Puede darse un patriotismo mayor!... El capitán de caballería D. Juan Calvo con intrepidez y movimiento continuo se cruzaba entre riesgos para las delicadas comisiones y vidriosos encargos respectivos al general Ballesteros, y a otros muchos fines de suma importancia….”

     No hemos encontrado ningún dato sobre el fallecimiento de Juan Calvo y Negro, que debió ocurrir muy probablemente en Sevilla, donde residía tras la Guerra de la Independencia.



NOTAS

(5) Ibídem. Libro Funerales nº 8 folio 55 vuelto




viernes, 16 de agosto de 2013

El alférez Calvo y la Guerra de la Independencia (I)



         Ismael Almagro Montes de Oca

     Juan Calvo y Negro es uno de esos personajes casi anónimos que tuvieron que luchar contra la invasión de las tropas napoleónicas a partir de 1808. Muchos se preguntarán quién era y qué relación guardaba con Alcalá.

     Hasta hoy, el único dato conocido de Juan Calvo es que en 1800, siendo alférez del Regimiento de Dragones Sagunto, participó en el descubrimiento de la ermita de los Santos Mártires (La ermita de los Santos Nuevos: la basílica visigoda de Alcalá). Sin embargo, gracias a unas investigaciones genealógicas llevadas a cabo por Santiago Iglesias Labat, que nos ha cedido amablemente los documentos, hemos podido conocer más sobre la figura de este militar granadino, destinado un tiempo en nuestro pueblo, donde casó con una alcalaína y que fue condecorado por sus acciones durante la Guerra de Independencia.

     El alférez viene al mundo el 13 de enero de 1757 en la granadina ciudad de Santa Fe, siendo sus padres Juan Calvo y Josefa Negro, naturales de aquella ciudad, siendo bautizado el 18 del mismo mes y recibiendo el nombre de Juan José.

     La infancia y juventud de nuestro personaje son completamente desconocidas, hasta que inicia su carrera militar. Por su hoja de servicios sabemos que ingresa como soldado en el regimiento de Dragones de Sagunto el 20 de junio de 1773 (1), un regimiento en el que poco a poco va ascendiendo en el escalafón militar. Así, el 10 de septiembre de 1776 asciende a granadero, y medio año después, el 10 de marzo de 1777, a cabo. Posteriormente, el 31 de julio de 1872 asciende a sargento segundo y todavía tendrá que esperar otros diez años para obtener el grado de sargento primero, concretamente el 25 de febrero de 1792.

     El 11 de noviembre de 1796 su compañía es destinada al Campo de Gibraltar para defender los intereses españoles en la Guerra contra los ingleses. En el transcurso de esta campaña es nombrado alférez el 10 de julio de 1798.

     Al acabar su misión a finales de julio de 1800, el alférez debió ser enviado Alcalá para tareas relacionadas con la remonta, es decir, con la compra, cría y cuidado de los caballos para proveer al Ejército, tal como aparece en el expediente sobre la ermita de los Santos Nuevos.

      Al descubrirse los restos de la citada ermita, Juan Calvo participó en un primer momento directamente en la excavación, aunque debido a que la gente empezó a congregarse en el lugar, ordenó taparlo todo y dejó a cuatro soldados de guardia. Después de esto, imaginamos que daría parte a las autoridades civiles y militares y debió regresar seguramente a San Roque, sede del Capitán General del Campo de Gibraltar, jurisdicción militar donde estaba incluida Alcalá.

Dragones de Sagunto en 1806.
Aspecto que podría presentar Juan Calvo en su llegada a Alcalá

     Llegados a este punto, podemos ofrecer una pequeña novedad sobre la excavación llevada a cabo en la ermita y es que hemos encontrado un documento en el Archivo Histórico Nacional donde se recoge el testimonio de José Montero, que ejercía de campanero y sepulturero y de José Antonio Fernández, asegurando que participaron en las excavaciones junto a varios militares durante dos meses:

      “Jose Montero Campanero y Sepulturero qe siendo desterrado con otros 10 compañeros y un cavo, 11 soldados, cabo sargto. y oficial en fin de Octe. a unas escabaciones particulares al serro del caracol en qe ocuparon como dos meses mantenidos solamte. con el Pan y Prest del Rey pasando a cobrar este a S. Roque y qe desde allí se les mando trasladar al Pueblo de Alcalá, a tiempo qe ya se havia concluido la Epidemia…” (2)

      Todos los que participaron en la excavación, tuvieron que desplazarse hasta San Roque, para cobrar por los trabajos realizados, ya que debido a la epidemia de fiebre amarilla que se estaba padeciendo, sus salarios no les fueron entregados.

     Casi con total seguridad, el 27 de noviembre de 1800 el alférez Calvo y Negro será uno de los dos oficiales que junto con un destacamento de 44 soldados es enviado por el comandante General de San Roque hacia Alcalá “para acordar con el Alcalde mayor las providencias para cortar la epidemia qe se suponía estinguida” (2) Las tareas de este contingente consistirían principalmente en asegurar el cordón sanitario en la población para que nadie entrase o saliese sin autorización y evitar así que la enfermedad se propagase.

      Esta llegada a Alcalá será crucial en el futuro de nuestro personaje porque aquí conocerá a Juan de Peñalosa, su futuro suegro, que estaba encargado de proveer el pan diario para la tropa:

      “Dn Juan de Peñalosa proveedor…manifestó qe a las raciones de Pan del Rey añadia como ½ libra por orden del Corregr. acompañado segn le parece de certificación del Comandte de la partida…” (2) 

     Haciendo un inciso sobre nuestro personaje, creemos oportuno conocer un poco más sobre Juan de Peñalosa y Escobar, cordobés de nacimiento y avecindado en Alcalá al menos desde 1776, pues aparece en las actas del cabildo municipal celebrado el 22 de agosto de dicho año, siendo nombrado como uno de los encargados para realizar un padrón municipal de vecinos, asignándole concretamente parte del sector 3º, que comprendía las calles Plaza de la Cruz, los Pozos y Rio Verde. (3)

      Poco antes había contraido matrimonio en Alcalá y en 1777 nacerá la que será la futura mujer del alférez Calvo. Por su partida de bautismo sabemos que Juan de Peñalosa era Síndico Personero del Ayuntamiento en aquella época.

     “En la Va de Alcala de los Gazules, en tres días del mes de Marzo de mil setecientos setenta y siete años; Yo dn. Franco de Oliva, Beneficdo propio y Cura mas antiguo de las Ygls. de esta Va. bautizé a Juana Josefa de los Stos. qe. nació el dia diez y ocho de Febro. proxmo. passdo. es hija legma. de dn. Juan de Peñalosa y escovar, natural de la Ciud de Cordova y Sindico Personero de esta Va. Y de Dª Juana Perez Piñero, natural y vec. de esta Va. fue su padrino Dn. Rafael de Peñalosa y Escovar vec. de dha ciud. De Cordova, adevertido de sus obligacnes. Y parentesco espiritual; y declaró dho padre de la bautizada no haver tenido otra hija de estos nombres, fueron tgos (testigos) Dn domingo Piñeyro, dn Pablo Sierrei y dn Pedro de la Guardia vecs. de esta Va y lo firmé fha (fecha) ut Supra= dn. Franco de Oliva” (4)


      
     

NOTAS

(1) Archivo Militar de Segovia. Expediente militar de Juan Calvo y Negro.

(2) Archivo Histórico Nacional, CONSEJOS, 11992, EXP. 34–49. 

(3) Datos recogidos por Fernando Toscano de Puelles en “Historia de la congregación-Beaterio de Jesús, María y José” pág. 37. 

(4) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro de bautismos nº 20 folio 41


lunes, 17 de diciembre de 2012

La Guerra de la Independencia en Alcalá 1810-1812 (X)


     A modo de epílogo, vamos a cerrar el artículo sobre la Guerra de la Independencia en Alcalá con una cronología donde están sintetizados todos los hechos ocurridos entre 1808 y 1812.

1808

4 junio
Primeras noticias de la guerra: Bando de la Junta Suprema

5 junio
Reunión de los Cabildos seculares y eclesiástico

7 junio
Procesión de penitencia al Santuario.
Alistamiento de 67 alcalaínos.

19 julio

Se celebra la victoria en Bailén con la suelta de un toro enmaromado

Defensa del Parque de Artillería de Monteleón. Pintura al óleo de Joaquín Sorolla en el Museo-Biblioteca Víctor Balaguer de Vilanova i la Geltrú.


1809



abril
Llegan presos franceses de la batalla de Bailén con destino a los pontones de Cádiz para su envío a las islas. Son alojados en el convento de Santo Domingo
21 abril
Alistamiento de 76 alcalaínos.
11 junio
Alistamiento de 67 alcalaínos.
13 julio
La Junta Suprema  solicita caballos
17 julio
El Cabildo tiene que intervenir para que el pueblo no ejecute a Ramón Fossi, administrador de rentas de la villa,  acusado de afrancesado.
finales de julio
Las autoridades locales entregan 11300 reales a la Junta Suprema
11 diciembre
La Junta Suprema  solicita cualquier tipo de acémilas
20 diciembre
El cabildo se hace eco de la convocatoria de Cortes en Cádiz.



Paso del puente de Somosierra.

1810


10 febrero
 Llega una columna de 200 franceses.

11 febrero
Se quedan en el pueblo 40 soldados, 2 oficiales, un clarín y dos sargentos.

2 marzo
500 o 600 hombres procedentes de la sierra entran en el pueblo asesinando a varios dragones.

5 marzo
2200 franceses al mando de Latour Maubourg saquean la población como represalia, matando 10 personas.

13 marzo
 5000 soldados franceses procedentes de Medina pasan por Alcalá en dirección a la sierra para combatir la insurgencia de las partidas.

3 abril
Tropas francesas patrullan los campos de Alcalá en busca de víveres, asesinando a una persona.

17 junio
Tropas francesas patrullan los campos de Alcalá en busca de víveres, asesinando a una persona.

25 junio
Tropas francesas patrullan los campos de Alcalá en busca de víveres, asesinando a una persona.

8 julio
Tropas francesas derrotadas en Jimena cruzan por Alcalá en dirección a Medina.

19 julio
Se reúne el Cabildo del ayuntamiento en casa del Beneficiado López Becerra, nombrándose al beneficiado Lorenzo Villanueva comisionado para los suministros a las tropas francesas.

1 noviembre
Tropas francesas exigen la recaudación de los caudales y diezmos, llevándose 300 fanegas de trigo, asaltando las tiendas.

2 noviembre
Tropas francesas patrullan los campos de Alcalá en busca de víveres, asesinando a dos personas, una de ellas por tener una escopeta.

6 noviembre
Tropas españolas de la serranía  al mando de Serrano Valdenebro se llevan el grano del pueblo.

28 noviembre
Tropas francesas desalojan de Alcalá a 40 hombres que estaban en observación.

31 diciembre
Un destacamento francés trae órdenes desde la Prefectura de Jerez para formar nuevo ayuntamiento.


La capitulación de Bailén de Maurice Orange.

1811


6 enero
 Se celebra Cabildo para la elección de los nuevos cargos. Ante la falta de los electos se acuerda solicitar a los franceses que sigan los mismos que estaban.

8 enero
El alcalde Vicente Guillén, que se encuentra huido, es asesinado por patriotas.

27 enero
Una tropa de 1500 soldados españoles, al mando de Begines de los Ríos llega a Alcalá.

31 enero
Begines ordena la celebración de elecciones de nuevos concejales.

2 marzo
Begines deja un corto destacamento en Alcalá y se dirige hacia Medina.

14-15 marzo
Begines regresa a Alcalá tras la batalla de Chiclana y tomar por unos días Medina. Es enterrado uno de sus hombres herido.

26 abril
Nueva orden de Begines para celebrar el Cabildo de renovación de concejales.

7 mayo
Se celebra Cabildo de renovación de concejales. Se acuerda que sigan los mismos para no exponer a los nuevos a la furia de los franceses.

1 junio
La junta de Subsistencia solicita permiso a Begines para vender terreno del común para atender al mantenimiento de las tropas españolas en Alcalá.

2 junio
Los ingenieros militares Manuel Teruel, Salvador Sebastián y Salvador Quirós solicitan al cabildo obreros y materiales para reparar el castillo.

5 junio
Begines aprueba la venta de los terrenos para sostener a la tropa.

18 junio
El consejo de Regencia ordena se celebren elecciones bajo multa de 500 ducados al ayuntamiento y al duque de Medinaceli, dueño territorial de Alcalá.

23 junio
Varios vecinos ganaderos protestan por la venta de estos terrenos.

4 julio
Se recibe la orden de celebrar elecciones , enviándose propuesta de concejales al duque para su aprobación.

10 julio
200 soldados españoles consiguen defender el castillo de Alcalá del ataque de 2300 franceses, que se ven obligados a retirarse sin conseguir el asalto.


18 julio
El duque de Medinaceli da el visto bueno a la lista de nuevo concejales.

3 agosto
Se celebra Cabildo de renovación de concejales. De los nuevos solo asisten Ramón Fossi, Bartolomé Benítez, José Coronado, Juan María Moreno y Francisco Sánchez Ibáñez. Se  suspende el cabildo por falta de personal.

6 agosto
Nuevo Cabildo. Se vuelve a suspender por falta de personal, entre ellos los nombrados para alcaldes, Domingo Marín y Juan Tocino, que huyeron al campo tras la acción de los franceses del 10 de julio.

7 agosto
Nueva convocatoria de Cabildo, que vuelve a suspenderse por falta del personal elegido para los nuevos cargos.

15 septiembre
El general Ballesteros con sus tropas abandona Alcalá, donde había llegado posiblemente el día anterior tras recorrer el campo de Gibraltar y la serranía.

17 septiembre
A las 11 de la mañana llega a Alcalá un contingente francés desde Medina para intentar el asalto al castillo.

18 septiembre
A las 8 de la mañana se inician las hostilidades para tomar el castillo.

19 septiembre
Las tropas españolas que defienden el castillo se rinden, siendo capturados 238 prisioneros, que son enviados a Chiclana. Dos compañías francesas ocupan el castillo y el resto se retira a orillas del rio Barbate.
Pocas horas después llegan entre 7000 y 8000 soldados españoles para recuperar el castillo.
A las 8 de la tarde las tropas francesas que estaban fuera del castillo se ven obligadas a retirarse hacia Paterna.

20 septiembre
El consejo de Regencia decide en Cádiz suspender el traspaso de poderes en el ayuntamiento alcalaíno atendiendo a las circunstancias.

21 septiembre
Las tropas francesas de Combelle, auxiliadas por el 2º regimiento de Ismert avanzan desde Medina para socorrer a las dos compañías que quedaron en el castillo, que están siendo asediadas por las tropas españolas, que han conseguido matar al capitán Epailly.
Las tropas españolas, ante la llegada inminente de los franceses, se retiran hacia Jimena.

22 septiembre
Las tropas francesas proceden a la voladura de las murallas del castillo.

26 septiembre
Pasan por Alcalá en dirección a Medina restos de las tropas francesas de Rignoux, que han sido derrotas por las españolas de Ballesteros en el camino a Jimena.

30 septiembre
Tropas españolas al mando del teniente coronel Velasco baten desde Patriste a 160 franceses que se aproximan al pueblo por San Antonio y la Zorrera, obligándoles a retirarse por el camino de Paterna.

11 octubre
Tropas francesas, procedentes de Medina, cruzan los campos alcalaínos en dirección a Castellar, matando a un alcalaíno.

1 noviembre
Las tropas españolas del general Ballesteros pernoctan en Alcalá, procedentes de Algeciras en dirección a Bornos.

11 noviembre
Llegan a Alcalá 200 soldados españoles procedentes de Tarifa siguiendo órdenes de ballesteros.

15 noviembre
A las 11 de la mañana llegan al pueblo 1004 soldados al mando de Copons procedentes de Tarifa, que en un principio iban hacia Vejer y cambiaron su ruta cogiendo por el llano de la Janda y el Cermeño.

17 noviembre
Las tropas de Copons abandonan Alcalá a las 6 de la tarde en dirección a El Jautor, donde llegan a las 11 de la noche.


1812

18 junio
2000 soldados franceses  pasan por Alcalá huyendo de tropas españolas, que se quedan en Alcalá.

22 junio
Las tropas españolas abandonan Alcalá.

2 agosto
Pasan por Alcalá tropas francesas desde San Roque y Los Barrios en dirección a Medina.

4 agosto
Tropas del general Ballesteros llegan a Alcalá tras realizar una expedición por tierras malagueñas.

5 agosto
Las tropas españolas parten hacia Jimena.

6 agosto
Alcalá es ocupado por tropas francesas del general Villate, que intenta cercar a Ballesteros.

14 agosto
Las tropas de Villate abandonan Alcalá, quedando la zona libre definitivamente de los franceses.

20 agosto
En las Casa Consistoriales se lee la nueva constitución con la asistencia del cuerpo eclesiástico, comunidades de religiosos, gobernador militar, oficiales, tropas que guarnecen la villa y personas pudientes y condecoradas.

23 agosto

Se lee en la Parroquia nuevamente la constitución, con repique de campanas, salvas de fusilería, iluminación, refrescos y 4 corridas de toros.