sábado, 28 de noviembre de 2020

Diego José de Viera, fundador del Beaterio (III)




       Pero sigamos el «problema cronológico». Como venimos tratando de las declaraciones testamentarias del padre de nuestro Diego de Viera, hay que considerar que en ningún documento de los conocidos menciona hijos fallecidos de sus dos matrimonios ni, por supuesto, a ese hijo al que llamó Diego por primera vez. Igual sucede en los escritos de la madre Dª María Bernarda, ni en documento de cualquier otro familiar. Siempre son enumerados solos y todos los sobrevivientes, figurando Diego como el menor (salvo alguna vez que lo sitúan al principio de la relación por respeto a su dignidad sacerdotal o por el oficio de post mortem que le encomiendan.)

       Oportuno parece reproducir, del testamento de Juan Ángel de Viera y de su referencia al segundo matrimonio, una de esas relaciones:

       “tengo por mis hijos legítimos y naturales a Juan Esteban de Viera, Vicente Ángel de Viera, Manuel Ángel de Viera, Francisco Ángel de Viera, Da. Inés Ángel de Viera y Diego Ángel de Viera” (6 de octubre de 1751).

       Dª María Márquez de Arjona, madre del Siervo de Dios, nombra a éste, que es Capellán y clérigo Subdiacono, por uno de sus albaceas, y en la cláusula de herederos los enumera por este orden: Dn. Diego= Juan= Vicente= Manuel= Francisco y Da. Inés (poder para testar de 5 de mayo de 1761). Don Juan Cano, Cura Párroco, fue entonces el apoderado; los albaceas, Diego y Francisco de Viera. La difunta quedó sepultada en la Parroquia, con el oficio y entierro que se acostumbraba a los padres de los clérigos, por serlo su hijo D. Diego, “capellán del Clero de esta Villa”. Doña María tiene a lo que parece dos actas de defunción, al L.6, f.27, difíciles de lectura por desvanecimiento de la tinta, curiosamente las mismas circunstancias que concurren en las actas finales de Juan Ángel de Viera, L. de 1751, folio 237 v. y 238 v. Es tema a estudiar un día.

Partida de defunción de María Márquez Arjona,
madre de Diego de Viera con fecha 13 de mayo de 1761

        Esta falta de referencia al primer Diego, nos llevó a buscar su partida de defunción o de la confirmación, con resultados negativos, en los Índices correspondientes de la Parroquia, nada encontramos al caso por Diego, ni por Ángel, ni por Bonifacio (entonces se confeccionaba el índice por nombres). Pero, como también era habitual que los niños fallecidos fueran registrados bajo la palabra Párvulos, sin nombre propio (solo con el nombre y primer apellido del padre), también apuramos esta posibilidad, sin hallazgo del que interesa bajo la letra P y en los años oportunos de la investigación.

       Tal vez el Diego primero falleció pronto, acaso recién nacido, y estos fallecimientos prematuros, tan frecuentes en aquellos tiempos, llevaban a los archiveros a desconocer o prescindir de la inscripción. Años enteros hemos visto, por índices, en que no figura fallecido ningún párvulo, y luego a veces existe lista de párvulos, agrupados, comprensivas de varios años, lo cual justifica lo que hemos dicho. Pudo ocurrir este fallecimiento fuera de Alcalá, o darse alguna otra causa que explique la omisión registral. Es cierto también que algunas líneas son ilegibles, sobre todo por el mal estado de la tinta.

       Igual resultado negativo obtuvimos de las Confirmaciones. Sólo aparece, en el período que nos ocupa, la administración del Sacramento en la Visita realizada por fray Tomás del Valle, Obispo de Cádiz, dominico. Confiere la Confirmación en el templo dominicano de Alcalá de los Gazules el 1 de Mayo de 1740. Si corresponde al futuro Beneficiado, como parece, la referencia que ya registramos en el libro Historia de la Congregación-Beaterio..., Diego de Viera recibe la confirmación con ¡un año y medio de edad! Lo permitiría quizá entonces la disciplina eclesiástica..., y la benignidad de dispensar del Obispo. (Hemos conocido un caso análogo en Alcalá: Doña María Martínez Soto, señora de Guerra, fue confirmada en 23 de Abril de 1924, por el Obispo de Cádiz don Marcial López Criado, cuando, según resulta de su nacimiento y de esta nota de inscripción de su matrimonio, tenía dos años y tres días de edad.)

       En la partida de bautismo de 1738 -la auténtica del Siervo de Dios- actúa como ministro del Sacramento D. Juan de Ceballos, Beneficiado y Cura. Este alcalaíno tiene testamento otorgado en 12 de julio de 1774, donde manda enterrarse en la Iglesia Mayor y con el ritual que se usaba con los sacerdotes.



       Los padrinos bautismales de Viera son los alcalaínos Manuel Jarillo y su mujer, Doña Ana María Repilado, también vecinos de la entonces Villa. Manuel, a 24 de Octubre de 1737, dio a su mujer el Poder necesario para otorgar el testamento de aquél; ordenó sepultura en el Hospital de la Santa Caridad y Escuela de Cristo, de la que era Hermano. Parece deducirse que la piadosa Escuela de Cristo radicaba entonces en la Iglesia de este Hospital de la Misericordia, con especial dedicación a sus enfermos. Las herederas del póderdante y de su mujer fueron sus tres hijas llamadas Isabel Maria Jarillo, Mariana Matheos Jarillo e Inés María Jarillo Repilado. Este apellido Matheos nos recuerda el de Dª Andrea Matheos, la primera mujer de Juan Ángel de Viera, en los instrumentos de la viuda de Jarillo de su apoderamiento en 1737 (y del mencionado testamento, en 7 de agosto de 1769), firma como testigo instrumental; e igualmente cuando la citada Mariana hace su poder testamentario a su marido Juan Caballero, en 16 de marzo de 1754, uno de los testigos fue Juan Esteban Ángel, el hermano mayor de nuestro Beneficiado. Debe de existir, por consiguiente, alguna relación de parentesco entre estos Jarillo y los Viera, quizá por vía de la primera mujer de Juan Ángel de Viera.
   
        Acabamos aquí estas investigaciones. Nos obligan a una rectificación importante: don Diego nació el 19 de noviembre de 1738. Atención, pues, al cambio si procede en la fecha del busto, de su lápida, de los libros, incluido el nuestro propio... Es la servidumbre y mérito de la Historia, que no desdeña cualquier obligada rectificación, aunque nos duelan los usos adquiridos.

   
        Pero, en rigor, también debemos alegrarnos de hallar la verdad. Cualquier circunstancia biográfica exacta que toque a personalidades señeras, interesa a todos, pues se trata de seres que llegaron por senderos insignes a ser como partes y elementos del alma de la tierra, personalidades que “con ellas y en ellas, todos tenemos cierto linaje de convivencia y condominio” (Rodríguez Marín).

       En definitiva, sirvamos a la fidelidad del saber, que equivale a honrarnos todos. Como ya dijo Polibio, sin verdad no hay Historia, y sin Historia -sugirió Dilthey-, tampoco hay verdad humana que nos valga. La razón puede reconocerse a sí misma en la Historia, en la que hace y escribe. Sobre esta línea abierta persistimos, hasta hoy, retornando y avanzando en este decir radicalmente humano. Y en él, mal hermeneuta será el que crea que pueda quedarse con la última palabra.


NOTAS

(6) N. Ma. Cambiazo, “Memorias para la biografía... de Cádiz” t. I, Madrid 1829, p.42

sábado, 21 de noviembre de 2020

Vida y andanzas de los Palma de Mesa (IV)




       El nombramiento no tarda en llegar hasta Bartolomé de Mesa, pues apenas pasados dos meses, el 24 de mayo, se encuentra en Sevilla para presentar la documentación que le acredita como oidor y gestionar el viaje de su familia y criados hasta América, pidiéndole los jueces de la Casa de la Contratación que presente documentación de sus acompañantes. 

      Precisamente un día antes de acudir a Sevilla, su mujer, María de Ortega y Monsalve, quizás temiendo por el difícil viaje que le espera, añade un codicilo a su testamento en el que menciona que el matrimonio sigue viviendo en Cazalla:

“En la villa de caçalla de la ss en veinte e tres días del mes de mayo de mil y quinientos y noventa y siete años ante mi diego muñoz escribano publico de ella parecio doña maria de hortega mugr del dotor palma de mesa abogado vzº (vecino) desta dha villa”[44]

      Así las cosas, el día 31 lleva por testigo a otro alcalaíno, Alonso de la Torre Mesa, que se halla en Sevilla y, aunque hace la declaración bajo juramento, o bien miente, o bien no conoce como dice al doctor Palma, pues asegura “que conoce al dicho dotor palma de messa y a doña maria de Monsalve su muger de mas de treinta años a esta parte”. Como hemos visto, contrajeron matrimonio en torno a 1593, tan solo cuatro años antes. Pero, es más, también asegura “q ovieron y procrearon por sus hijos legitimos…” Ahora sabemos que la madre de los hijos del Doctor fue Isabel Martín o Martínez de Toledo y no María de Ortega.

     Pero quizás lo más interesante de su declaración, es la descripción física que hace de cada uno de los hijos de nuestro paisano:

“al bachiller Baltasar de messa de hedad de treinta y tres años barbinegro con una señal de herida en la frente y doña joana de mesa q será de hedad de treinta y dos años poco mas o menos cariaguileña un poco morena de rostro y a doña maria de messa de hedad de treinta años poco mas o menos cari redonda y rubia y a doña ysabel de mesa q será de hedad de quatro años poco mas o menos blanca de rostro y a bartolome de messa q será de hedad de veinte y ocho años poco mas o menos calvo de ¿? Y barbitaheño con una señal de herida en la frente al lado dro sobre la ceja y a melchior de palma q será de hedad de catorce años poco mas o menos moreno de rostro y delgado” 

      Termina su declaración, como es habitual en este tipo de expedientes, diciendo que son personas honradas, libres de toda mácula de moros ni judíos y que sus hijos son solteros, no casados ni sujetos a orden ni religión alguna ni monjas. 

     Con respecto de la soltería de sus hijos, debemos añadir que en el Archivo Parroquial de Alcalá encontramos una partida matrimonial de un Baltasar Palma y Mesa con Leonor de Olvera el 6 de octubre de 1592, pero debe tratarse de un pariente, pues si fuera el hijo de nuestro investigado, debería constar tal casamiento en el anterior expediente o, en caso de haber enviudado, no hay razón para alegar su soltería.[45]

     Otro dato que no debemos dejar pasar inadvertido es que,  en la relación de los hijos que pasan con el Doctor a América, no aparece otro hijo, Lorenzo, del que hablaremos más adelante.

Árbol genealógico del Doctor Palma


     Finalmente, los jueces de la Casa de la Contratación le conceden la licencia para pasar a Nueva Galicia el día dos de junio, junto con su familia, ocho criados y cuatro criadas. Se trata de un viaje muy precipitado para el doctor Palma, pues apenas tiene tiempo a reaccionar, ya que la flota de Indias, ya tenía que haber partido hacia América a finales del año anterior pero el asedio inglés a Cádiz retrasó la salida desde Sevilla de todos los navíos. 

       Sabemos por la documentación aportada por el Doctor para solicitar su pase a Indias, que todo el séquito debe embarcar en Sevilla en el navío Nuestra Señora de Altagracia, del maestre Pedro Gallego. Sin embargo, fruto de esa precipitación de la que hablamos, una parte del séquito no se encuentra en Sevilla sino en Alcalá. Este dato, aunque parezca que carece de interés, nos está indicando que parte de la familia no había seguido al cabeza de familia en sus desplazamientos profesionales hasta Cazalla, sino que continúa viviendo en nuestra localidad. Esto explicaría que Bartolomé suplicara poder subir al Altagracia en Sevilla con los que allí se hallan y que los hijos y criados que se encuentran en nuestra localidad embarquen en Sanlúcar de Barrameda, por motivos económicos y de cercanía: 

“suplico me mande despachar con la gente q aquí estuviese y para los q faltaren q son algunos de mis hijos y criados qe están en alcala de los gazules del obispado de cadiz donde yo y ellos somos naturales mande q se tome la rason de ellos y de mis libros en la cibdad y puerto de sanr lucar atento a q el tpo es corto y es un hijo enfermo y tres hijas las q an de ir a sant lucar y me seria muy costosos traerlos a esta cibdad a ellos y a los criados y criadas que con ellos an de benir para mi serbicio y de la dha mi mujer”[46]

      De los doce criados a los que se les da licencia para realizar el viaje con el Doctor, hemos podido localizar a diez, siendo siete de ellos naturales de nuestro pueblo, los cuales habían estado preparando la información pertinente en Alcalá desde mediados del mes de mayo. 

      Por el expediente de uno de estos criados alcalaínos, Juan Cárdeno, sabemos que el día siete de junio ya se encontraban todos esperando el embarque en Sanlúcar de Barrameda.[47] Junto a él, desde Alcalá parten Mateo Rodríguez de Piña con su mujer Beatriz García y sus hijos Hernando e Inés Rodríguez.[48] Les acompaña también Marcos de Torreblanca[49], hijo del escribano público Asencio de Torreblanca y Leonor de la Fuente. Con respecto a este último, existe la duda si viaja acompañado por su mujer y una hija, pues el estado de conservación de su expediente no permite su consulta, pero sabemos que casó en la Parroquia de San Jorge de Alcalá el 16 de mayo de 1581 con Isabel Cordero[50] con quien tiene una hija llamada Beatriz en 1583.[51]


      Les acompañará además otro alcalaíno, Luis de la Torre Calderón, aunque éste embarcará en Sevilla. El suyo es un caso peculiar pues tenía planteado pasar a Indias en 1596 y para ello pidió la información pertinente en Alcalá en agosto de ese año, pero como la flota no partió dicho año por el ataque ingles a Cádiz, pasó a vivir temporalmente a la villa sevillana de Burguillos, donde residía su hermano, el presbítero Diego Jiménez Calderón. Será al año siguiente cuando acepte la petición de Bartolomé de Palma para que le acompañe:

“digo yo el doctor palma de mesa oydor por su mgd (majestad) en la real audª de la nueva galiçia que en virtud de la cedula de su magd que tengo para llevar ocho criados en mi servº nonbro por uno de ellos a Luis de la torre contenido en esta ynformacion y lo firme ffo en Sevilla en treinta y uno de mayo de mil y quies e noventa y siete as” [52]

     Desde donde reside antes de partir, la puebla de Cazalla, les acompaña Inés de Monsalve y Funes. Es posible que se trate de algún familiar de María de Ortega Monsalve, segunda mujer de nuestro paisano.[53] El 9 de junio se autoriza el embarque de Leonor Rodríguez, viuda, natural de Llera de Hornachos, una pequeña población de la provincia de Badajoz. Junto a ella viajará su hijo, Andrés Jiménez.[54]

     Finalmente, la flota de Indias, parte hacia América a finales del mes de junio, formada entre otros, por los navíos La Encarnación, La Magdalena, Nuestra Señora de Altagracia, Nuestra Señora de la Candelaria, Nuestra Señora del Rosario, San Buenaventura, San Jerónimo y Sansón. 




NOTAS

[44] AGI. ES.41091.AGI/10.5.11.531//CONTRATACION,939. Bienes de difuntos: María de Ortega y Funes 

[45] Archivo Parroquial de Alcalá de los Gazules. Libro 2º de Bautismos folio 112 y vuelto. 

[46] AGI. ES.41091.AGI/10.42.3.42//CONTRATACION,5254,N.1,R.1 Expediente de información y licencia de pasajero a indias del doctor Palma de Mesa 

[47] Ib. ES.41091.AGI/10.42.3.42//CONTRATACION,5254,N.1,R.6 Expediente de información y licencia de pasajero a indias de Juan Cárdeno, criado del doctor Palma de Mesa, natural y vecino de Alcalá de los Gazules (Cádiz), hijo de Juan Cárdeno y Juana de Toledo, a Nueva España. 

[48] Ib. ES.41091.AGI/10.42.3.42//CONTRATACION,5254,N.1,R.4 

Expediente de información y licencia de pasajero a indias de Mateo Rodríguez de Piña, hijo de Alonso de Piña y Juana Rodríguez, con Beatriz García, Hernando Rodríguez e Inés Rodríguez, hijos suyos y de María de Escalante, todos criados del doctor Palma de Mesa y naturales y vecinos de Alcalá de los Gazules (Cádiz), a Nueva España. 

[49] Ib. ES.41091.AGI/10.42.3.42//CONTRATACION,5254,N.1,R.3 

[50] Archivo Parroquial de Alcalá de los Gazules. Libro 1º Matrimoniales. Folios 122 y vuelto. La esposa es hija de Fernando López Cordero e Isabel Gómez, siendo testigos Diego Quevedo, Antón Luengo de Medina y Alonso Cárdeno Cordero. 

[51] Ib. Libro 1º Bautismos. Folio 9 vto. Bautizada el 3 de febrero siendo padrino el beneficiado Alonso Cárdeno 

[52] Ib. ES.41091.AGI/10.42.3.42//CONTRATACION,5254,N.1,R.7 Expediente de información y licencia de pasajero a indias de Luis de la Torre Calderón, criado del doctor Palma de Mesa, natural y vecino de Alcalá de los Gazules (Cádiz), hijo de Hernando Rodríguez de la Torre y Luisa Ruiz, a Nueva España. 

[53] Ib. ES.41091.AGI/10.42.3.42//CONTRATACION,5254,N.1,R.2 Expediente de información y licencia de pasajero a indias de Inés de Monsalve Finel, criada del doctor Palma de Mesa, natural de Cazalla de la Sierra, hija de Francisco Finel Vergara y María Santiago, a Nueva España. 

[54] Ib. ES.41091.AGI/10.42.3.42//CONTRATACION,5254,N.1,R.5 Expediente de información y licencia de pasajero a indias de Leonor Rodríguez, hija de Alonso Rodríguez de Almonte y Francisca Hernández, con Andrés Jiménez, hijo suyo y de Francisco Alvarez Alfaju, ambos criados del doctor Palma de Mesa, y naturales y vecinos de Llera de Hornachos, a Nueva España.

sábado, 14 de noviembre de 2020

El alcalde que prohibió leer un periódico



Ismael Almagro Montes de Oca 

       Que los partidos políticos intentan controlar y adoctrinar a través de los medios de información afines es un hecho innegable. Esta situación se remonta a los orígenes de la propia prensa y lo hacían con los medios de que disponían en su tiempo. Lo que a continuación se narra ocurrió en Alcalá en 1840. El alcalde consiguió prohibir que en el local de un vecino se leyera determinada prensa e incluso el periódico EL ECO DEL COMERCIO se quejaba de que, en nuestro pueblo, no le llegaban los ejemplares a los suscriptores. El artículo apareció publicado en este medio bajo el título de “ATENTADO CONTRA LA IMPRENTA” y en el mismo, se denuncian además irregularidades cometidas por el ayuntamiento alcalaíno. 

     “CADIZ 4 DE ABRIL - Si dijésemos sin aducir pruebas que el partido reaccionario, esa fracción que no reconoce freno alguno cuando trata de perseguir a sus contrarios, había llevado el furor de sus venganzas respecto a nosotros hasta el punto de prohibir la lectura de nuestro pobre é inofensivo diario en algunos pueblos de la provincia, ¿seriamos creídos? Seguramente nos calificarían de visionarios o de calumniadores, porque hay cosas de tal naturaleza que solo viéndolas pueden ser creídas, y aun en este caso todavía queda lugar a la duda, puesto que muchas veces se engañan los sentidos materiales. Sin embargo, nuestras quejas son harto fundadas y sostenidas en hechos auténticos y en providencias judiciales. 

     Vea el público la copia ó extracto de una esposicion dirigida desde Alcalá para entregarla á la primera autoridad de la provincia y podrá juzgar con conocimiento de causa. 

      <<Excmo. señor. —D. José Moreno Jiménez, vecino de la villa de Alcalá de los Gazules, a V. E. espone: Que temiendo las venganzas que consigo traen las divisiones de los partidos, hice presente a V. E. en el mes próximo pasado, que en mi tienda, sita en la plaza de la Cruz, se leían los papeles públicos. V E. pasó mi espuesto con su decreto á este señor alcalde primero, el cual me citó á la escribanía de don Francisco Espinosa, y en ella me prohibió judicialmente la lectura de dichos papeles. Obedecí la orden cual acostumbro hacerlo con todas las que se me comunican, sin meterme á averiguar si son ó no conformes á las leyes. Mas en la noche de este día se me hizo saber por el escribano don Carlos Roa, un auto, fecha 15 del actual, en el que se me prohibía también la lectura en mi tienda del diario que en esa plaza se publica bajo el título de EL NACIONAL, previniéndome que de no cumplimentar en todas sus partes el auto, me pararían graves perjuicios. 

      «Ahora bien: juzgue V. E. cual sería mi sorpresa al oír semejante intimación, pues un ciudadano que en 19 años que siguió la honrosa carrera de las armas, y en 21 que hace vive retirado en esta villano ha sido jamás reprehendido ni amonestado por las autoridades , se encuentra hoy amenazado por el solo hecho de leer en su casa los papeles públicos a presencia de catorce vecinos, suscritores a ellos, entre los que apenas se encontrarán dos que sepan leer; y le sucede esto cuando impera la constitución que consigna en uno de sus artículos la libertad de imprimir y de leer. 

     El esponente, señor, se considera agraviado por este alcalde, a quien las leyes deben castigar severamente: la garantía que la ley concede á los ciudadanos le ha sido arrebatada al que reclama, sin causa alguna para tal despojo. Nada tienen que ver los lectores con que el escritor se esceda ó deje de escederse: si éste falta, suprima el gobierno la producción por los medios que las leyes previenen; mas no se arranquen las garantías que las mismas conceden al ciudadano pacífico. 

     Ni aun el pretesto de que la lectura de un periódico pudiese remotamente turbar el orden, tendría cabida en el caso actual, porque fiel observador yo de las leyes, mi casa no sería susceptible de tal resultado. En este concepto, y estando amenazado de sufrir mayores vejaciones como sobre otros han caído , se acoge el exponente a la PROTECCIÓN de V. E. , y le suplica: 

     «Que en vista de lo espuesto se digne mandar á este alcalde primero que no me quite las garantías que la ley me acuerda; y sí es que por algún enemigo de la constitución de 37 le han propuesto alguna falsedad, mande para el acto de la lectura, persona de su confianza que lo presencie hasta el fin. Gracia que pido &c. Alcalá 21 de marzo de 1840.- Sigue la firma.» 

      Ahora bien; ya el público ha leído la esposicion, y podrá formar un juicio exacto del hecho que denunciamos y de los comentarios que nos proponemos hacer. Nadie dirá ya que nuestras quejas son supuestas o escesivamente abultadas; pues que basándolas en un hecho público y tan auténtico, nos colocamos en muy firme terreno. 

     El periódico nuestro ha sido suprimido en Alcalá de los Gazules, ó lo que es lo mismo, ha sido prohibida la lectura de él por la autoridad económica y gubernativa de la villa. (1) ¿En qué ley se ha fundado dicha autoridad para proceder de una manera tan escandalosa? ¿Y este hecho será absolutamente aislado, sin subordinación á regiones más altas, sin deber su origen a instigaciones de partido? Difícil es creerlo, y cada vez se hace más increíble si se vuelve la vista al resultado de las célebres elecciones de enero último. 

     En nuestro entender ha intervenido en el esceso del alcalde de Alcalá, no solo el influjo del bando reaccionario, á quien estamos muy agradecido por la importancia que da a nuestras producciones y doctrinas, sino el temor de algunos hombrecitos de Alcalá contra quienes hemos escrito por su mala comportación en los sucesos pagados y en la administración de los fondos que manejan. 

     Que el espíritu de pandillaje ha arrastrado al alcalde a cometer un esceso punible, lo dice bien terminante la historia de las elecciones, en que se faltó sin pudor á la ley , haciendo aparecer nombres electores que jamás gozaron de tal categoría; ocultando las listas que debieran estar fijas al público por el tiempo prescrito, persiguiendo á los que de tales atentados se quejaron, injuriando á un respetable ministro del altar por oponerse a sancionar con su firma documentos reprobados y reprobables, sosteniendo la diputación provincial, gefe en Cádiz de ese partido, un comisionado en averiguación de hechos, que ni a la dicha respetable corporación competen, ni mucho menos puede ésta delegar facultades de que no goza, y en suma, todos los pasos ya públicos, ya menos públicos, que desde el mes de diciembre se han dado en dicha villa con el objeto de asegurar la elección al partido que triunfó, demuestran que ese pueblo se encuentra supeditado y a merced de los corifeos del bando reaccionario, con quienes nuestro Nacional está siempre en pugna. 

     Y estando esa villa sometida á los caprichos de tales hombres; y siendo el Nacional la batería que rompe todas esas murallas de iniquidad que á la sombra del misterio pretenden sostener, ¿seri increíble, será difícil que la prohibición formulada contra él sea obra propia y esclusiva de la venganza de nuestros enemigos? ¿Se necesitan más incidencias que refuercen el grupo de síntomas que en la medida aparecen? 

     Pero aún hay más. No solo el espiritu de partido ha tenido participación en este asunto; un interés menos noble, menos tolerable, más digno de corrección, es en nuestro entender el instrumento que ha obrado el crimen que contra la libertad de imprenta, contra la Constitución y contra la legal libre acción de los ciudadanos de Alcalá, ha cometido su alcalde; atentado tan horrible, que si no se castiga abre la puerta á la ruina completa del sistema político que sustentamos. Y no se crea que nuestras plumas son movidas en esta ocasión por el mezquino interés de que al periódico que redactamos se le priven de algunas suscriciones: en esfera más elevada nos colocamos al mirar la cuestión, pues si por aquel hubiéramos de escribir, no lo haríamos por no degradarnos; prescindiendo de que las prohibiciones imprudentes aumentan el valor de lo prohibido, aguijoneando la curiosidad del que no lo ha visto. Dígalo Fr. Gerundio, cuyo periódico se solicita en Cádiz con ansia desde que le suspendió en Madrid un capitán general imprudente y arbitrario. 

     No hace muchos días que por noticias particulares indicamos que se trataba de hacer en Alcalá uno de esos que el vulgo llama chanchullos, y en castellano picardías, sobre el remate ó subasta de una dehesa. No nos esplicamos entonces con más claridad, porque no lo creímos oportuno; mas nuestra indicación sirvió para poner en alarma a los interesados y para que decretaran la persecución de nuestro papel. ¡Miserables! ¡Pensaban conseguir por este medio que el eco de la verdad se sofocase para no ver descubiertas sus maquinaciones! ¡Ni aun nuestra moderación les sirvió de freno! 

     No dijimos en aquel articulo todo lo que sabíamos sobre la materia, ni sobre otras cosas en que la diputación se encontraba mezclada, porque aún no era tiempo.—Ni publicamos que el aprecio de la dehesa conocida por del Torero ascendió a ocho mil reales, y que según nos afirman solo aparece rematada en tres mil, á pesar de haber pululado los licitadores, entre los cuales se encontraba un tal N. Megia que ofreció mas del aprecio, pero á quien se intimidó por un quidan con plumas para que no formulase proposición.—No dijimos nada con estension sobre el arbitrio de ciento cincuenta mil reales, que la diputación provincial, tal vez como en premio de sus buenos servicios, concedió a ese ayuntamiento de Alcalá. Por todos estos puntos pasamos rápidamente sin quererlos profundizar en gracia á consideraciones particulares, olvidando al propio tiempo cierta revista que se hizo en una suerte de leña, porque creímos que el fiscal del ramo tomaría sobre sí la averiguación de un hecho que andaba de boca en boca. Mas ya que entonces dejamos de denunciar abusos fiados en que las autoridades los corregirían volveremos á la carga hasta conseguir el objeto. Y no se crea que nos asiste el menor deseo de venganza: nos son muy despreciables esos enemigos, para ocuparnos de ellos. 

     En vista de lo que llevamos expuesto, podemos deducir con sobrada lógica, que la prohibición que nuestro Nacional ha sufrido en Alcalá de los Gazules, es hija de las maquinaciones del bando reaccionario y suscitada por los gefes de él, para lograr uno de sus objetos: que en esta persecución se ha mezclado el interés rastrero y mezquino de algunas personas que viven explotando ciertos abusos dignos de estincion... 

     Y en una palabra, que el partido que á tales medios apela ni es ni puede ser nunca liberal, porque enemigo de estas instituciones es quien las quiere destruir por sus cimientos. 

     Y no se diga en descargo da la bandería, que este hecho es o puede ser aislado sin ninguna participación del partido, porque podremos desmentir tal aserto con pruebas irrefragables Un hombre que se pavonea con el nombre de gefe y director del bando en esta provincia, está demasiado complicado en los sucesos que denunciamos; además que esta misma conducta es la observada constantemente por ese bando en todos los ángulos de la monarquía. Algunos hechos análogos podríamos citar en corroboración de nuestra hipótesis, sí no hubiera salido tan extenso este artículo, pero otro día lo haremos cuando hayamos de hacernos cargo de la respuesta que se nos dé.” 

(1) Preciso es añadir que de los suscritores que contamos en Alcalá, algunos se quejan de no recibirlo por el correo. Qué, ¿no bastará la persecución que á nuestro papel hace el alcalde Lugo…?”[1]

NOTA: esta caricatura no se corresponde con la edición impresa


NOTAS

[1]Edición del 13 de abril de 1840 de El Eco del comercio n.º 2.174, página 4. 

sábado, 7 de noviembre de 2020

Alcalá de los Gazules y la guerra anglo-española (III)




4.- 1589 

      Un año más tarde, el concejo alcalaíno recibió una orden para que el 13 de abril se llevaran a Jerez doce bueyes para conducir 1000 quintales de pólvora a la ciudad de Lisboa, eligiéndose el día anterior entre los vecinos poseedores de bueyes a los que los debían poner al servicio del rey: 

“Ruy grª de trº (García de Trujillo) un buey 
Marcos de trº un buey 
Alº myn ( Alonso Martin) nieto un buey 
La viuda de diº ss (Diego Sánchez) morillo un buey 
Los herederos de g marqs (Gonzalo Márquez) un buey 
Miguel ss xis (Sánchez Jiménez) un buey 
Franco Benites un buey 
(Pedro) de ribera un buey 
Pº ss agras un buey 
Franco Benites roman un buey 
Domingo de la trinidad un buey 
Myn fdes (Martin Fernández) el risco un buey 
Diº myn manillas y juº xis (Juan Jiménez) silleros un buey”[17]

     Al día siguiente, algunas de las personas señaladas se dieron a la fuga con sus bueyes, lo que obligó a los regidores a ordenar su captura, por constituir delito y al mismo tiempo, a tomar los bueyes que fueran necesarios para salir inmediatamente hacia Jerez.[18]

     Sin embargo, la salida no se produce, pues antes del domingo se recibió una carta advirtiendo sobre el incumplimiento de un mandato del rey, lo que motivó que los regidores se viesen obligados a nombrar carreteros para llevar los doce bueyes a Bartolomé Sánchez Izquierdo, Gonzalo Sánchez Espino, Cristóbal Sánchez Morillo, Alonso Martin Núñez, Benito de Peña, Juan Cordero, Pedro Martin Parrado el viejo, Alonso Molina, Andrés García, Francisco García Pulido y Diego de Herrera.[19]

5.- 1595 

      No sabemos qué pasaría en el siguiente lustro, pues faltan las actas municipales entre 1589 y 1595, año en el que volvemos a tener noticias relacionadas con la guerra contra los ingleses. En el cabildo del 18 de julio, los regidores vieron una carta de Pedro Rodríguez de Coronado, proveedor general de las galeras y armadas reales solicitando trigo, cebada, habas, garbanzos, vino, tocino, quesos y otros productos para abastecer a las tropas, y como el trigo era un producto de primera necesidad y muy preciado, se decidió que el clérigo Alonso de la Guardia Altamirano se trasladase a Sevilla para negociar la cantidad de trigo que la villa debía aportar.[20]

     Los días siguientes, se produce una gran actividad con el envío y recibo de una serie de cartas entre el Cabildo, el proveedor de galeras y la marquesa, acordándose finalmente la Alcalá debía aportar cien fanegas de trigo.[21] 

      El 16 de agosto se celebra una Junta de repartimiento, que estuvo presidida por Prior del Convento de Santo Domingo, Fray Martín Vázquez de Arce, (quien dos años más tarde abandonaría el convento alcalaíno como Obispo electo de Puerto Rico- Véase http://historiadealcaladelosgazules.blogspot.com/2012/07/fray-martin-vazquez-de-arce-del.html ) y en la que acordó que dicha cantidad de fanegas fuese abonada entre 139 vecinos, debiendo aportar cada uno dos, una o media fanega, en función de su poder adquisitivo.[22]

Listado con el reparto de fanegas que debía entregar cada vecino


       Pasados cuatro días, el proveedor de galeras se impacienta y envía un requerimiento al cabildo para que entregue el trigo, alegando los regidores que muchos vecinos se habían desentendido del tema: 

“…que los vs desta villa a quien estan repartidas las dhas cient ffs de ttº (trigo) no la van pagdo ni traído dentro del terno (término) questan obligados conforme al acuerdo del cabildo”. 

     Ante esta situación, el cabildo acuerda nombrar al regidor Antón Luengo de Medina para que organice la recogida de trigo y se impone una multa a cada vecino por incumplimiento, para costear los gastos de la dicha recogida: 

“por lo que se han de sacar de sus cassas a su costa y mandaban y mandaron que el dho tto q faltase por cobrar se saque de su poder y se trayga a las casas del cabildo desta vª a su costa sobre lo qual cargaron sobre cada una ff de ttº de las que oy faltan por cobrar diez y siete mrs (maravedíes) Para que dellos se paguen las costas de los algss (alguaciles) que en ello se ocupasen y de los harrieros que lo truxeren y que esto se cobre de qualesquier ¿? que no lo quisieren Pagar”

      Ya no se tienen más noticias sobre los bastimentos en días posteriores, por lo que suponemos que la villa de Alcalá suministró todos los productos solicitados para las galeras.



NOTAS

[17] AMAG. Actas de Sesiones del Ayto. pleno. LEGAJO 5 (1585-1589) Cabildo miércoles 12 de abril de 1589. folio 432 vto. 

[18] Ib. Cabildo del jueves 13 de abril de 1589. Folio 434. 

[19] Ib. Cabildo del domingo 16 de abril. Folios 436 y 437. 

[20] AMAG. Actas de Sesiones del Ayto. pleno.LEGAJO 6 (1555-1607) Cabildo martes 18 de julio de 1595. Folio 10 vto. a 12 vto. 

[21] Ib. Cabildo del lunes 7 de agosto de 1595. Folios 15 vto. Y 16 vto. 

[22] AMAG. Actas de Sesiones del Ayto. pleno. LEGAJO 6 (1555-1607) Cabildo miércoles 16 de agosto de 1595. Folio 18 vto. a 21. 

[23] Ib. Cabildo lunes 21 de agosto de 1595. Folio 22 y vuelto.