sábado, 26 de noviembre de 2022

Vida y andanzas de los Palma de Mesa (VII)



    Regresó el doctor Palma a Guadalajara y a principios del año siguiente, se produjo cierto revuelo en la Audiencia de Guadalajara al extenderse el rumor entre los oidores de que el presidente no tenía el título para ostentar dicho cargo.[71] Parece ser que estos escribieron al Virrey, que tuvo que hacer gestiones para localizar el título, aunque no lo encontró y viendo que aquel asunto se podía enturbiar, encargó al obispo que vigilase los movimientos en la Audiencia por si se producía algún incidente.

    Entretanto, antes de finales de marzo del año 1600, los magistrados del Tribunal del Santo Oficio de México, declararon nulo el matrimonio de Lorenzo, el hijo del doctor, con la hija del fiscal y aconsejaron que se ratificase el primer matrimonio con Juan de Híjar,[72] sentencia que provocó que el día 28 el presidente Santiago de Vera notifique al Consejo de Indias esta noticia:

“la justicia eclesiástica determino el pleyto que se trataba entre don lorenço de mesa y don juº fernandes de yjar y bracamonte sobre qual dellos avia de casar con doña ana de Velasco yja del licdo pinedo fiscal desta audiª y se dio por libre a don lorenço de mesa del casamiento y se encargo la conçiençia a el dicho don juº y dicha doña ana para que se casasen y en su cumplimiento se casaron aunque el fiscal lo contradijo =” [73] 

    Como respuesta, el Consejo le ordenó que escribiese al Virrey para que expulsara al hijo del doctor Palma del distrito de Guadalajara y que se hicieran cumplir las leyes “en todo lo q sta dispuesto y ordenado por ordenanças y cedulas de su Md, asi contra el Dor Palma de mesa en caso q se halle culpa en este negº como contra otras qlsqr personas seculares y ministros”

    Efectivamente, el hijo debió ser expulsado de aquel distrito, lo que provocó que nuestro paisano, tras la muerte del oidor Chaparro en marzo y al quedar como el oidor más antiguo, decida contraatacar al presidente y entabló una demanda para que la Audiencia de México y el Virrey tomasen cartas en el asunto para ver la legitimidad de Santiago de Vera para ocupar la presidencia de la Audiencia de Guadalajara. Vera escribió una carta al Virrey mostrándose como víctima “congoxado y mostrando tener por demasiado de orgullosso al oydor” llegando incluso a acusar a Palma de Mesa de manipular a otros oidores: “avia persuadido a su parecer al oydor Vallecillo”

    El Virrey, a finales de ese año, quizás por corporativismo (recordemos que también ostentaba el cargo de presidente de la Audiencia de México) o quizás por tener Santiago de Vera lazos familiares y mercantiles con algunos miembros de dicha Audiencia, tal como denunciara Jerónimo Conde, inclinó la balanza hacia el lado del presidente, a quien escribió una carta con palabras de consuelo, dirigiendo otra a Bartolomé de Palma para reprenderlo “en que le persuadia y apercivia con alguna fuerça y severidad” y le advirtió poco más o menos de que los trapos sucios se lavaban en casa: “no avia para que echar aquella audiencia sus dudas en aquella materia a puertas agenas”, descargando de responsabilidades al presidente Vera: “si en el título del Presidente avia defeto no le avia en la intención…”. No se olvidó tampoco del oidor Vallecillo a quien amenazó veladamente: “que esta tenido por hombre docil y sin tratarle como parte formal ni ynteresada le escrivi solo advirtiéndole que mirase por si…” Sin embargo, nunca probó que Santiago de Vera tuviese título…

    Lorenzo de Mesa, como decíamos, abandonó el distrito y en fecha indeterminada, aunque seguramente en 1601, contrajo matrimonio con Doña Constanza de Moscoso, hija de Suero Vázquez de Moscoso, en la población de Autlán.[74] Al tener noticias el Virrey de este nuevo casamiento, envió al doctor Fernando de Villegas a finales de marzo de 1602 para recabar información.

    Finalmente, acabadas todas las pesquisas en el pleito del oidor y el fiscal Pinedo sobre el casamiento de sus hijos, el Virrey dictó sentencia, la cual no sabemos en qué fecha tuvo lugar, pero que es notificada al Consejo de Indias el 7 de diciembre de 1602. Bartolomé de Palma basó su defensa en dos puntos: por un lado, en que no tuvo conocimiento del matrimonio primero, (declarado nulo por la Iglesia), con Ana de Velasco y por otro, que el segundo matrimonio no tuvo lugar en el distrito de la Audiencia de Guadalajara sino en un pueblo de la de México.[75] El virrey fue inflexible y no dio por válido el argumento de la ignorancia del matrimonio, pues en un caso idéntico en 1600, el del matrimonio de un hijo del licenciado Ayala, alcalde del Crimen en la Audiencia de México, no aceptó dicho argumento, ni tampoco el del lugar del casamiento, ya que las apelaciones de las sentencias de la justicia civiles y criminales iban a la Audiencia de Guadalajara por cercanía. Y como sucedió en 1600, la sentencia fue ejemplarizante, para que sirviera de aviso a todos los vecinos:

“no e hallado concluyente defensa en este pleito… y asi e dado sendos autos declarando estas plaças por vacas…”

    Así que, tanto el fiscal Pinedo como el oidor Bartolomé de Palma, fueron cesados de sus cargos. Sin embargo, la sentencia contenía una segunda parte. El Virrey, atendiendo a que quizás la pena fuera excesiva, a los servicios prestados por ambos y, sobre todo, a que no tenía sustitutos para sus cargos, decidió suspender la ejecución de la sentencia durante dos años:

“e considerado las rraçones del cuidado que se representan por el Oydor no se le habiendo provado que supo el casamiento del hijo y asimismo su pobreça y canas y letras y por el fiscal estas mismas y su buen entendimiento y largo servicio y lo principal que en ambos podría ser hallarse alguna contradicion mas pro¿? quando yo quiera executar lo proveido … por todo me e rresuelto de proveer junto con cada uno de los auctos otro auto de sobreymiento de la exón por dos años atento la necesidad que ay de oidores y de fiscal en aquella audiencia donde las plaças son pocas y ymporta que no esten vacas.”

    Sobre la fecha de la sentencia existe cierta confusión, pues en marzo del año siguiente, el presidente de la Audiencia de Guadalajara escribió una carta al Consejo de Indias en la que dice:

“lo que ahora se ofrece es que en 25 de febrero deste año el virrey de la nueva spaña pronunçio auto en que por averse cassado dos hijos del dotor palma de mesa oydor desta rreal audiencia y una hija del licenciado pinedo fiscal en este distrito sin licencia de V. mag. Suspendio a sus padres del oficio de oydor y fiscal y declaro por Vacas sus plaças. Y les da liçençia para que puedan servis sus ofiçios asta en fin del año venidero de seis cientos y quatro que traigan aprobación dello de v. magd.” [76]

    A la confusión de fechas sobre el cese del doctor, se sumó el Consejo de Indias en un escrito fechado en Valladolid en 1604:

“el conde de monterrey en veinte de febrero del año pasado de seiscientos y tres en que declaro aver bacado la plaça de oydor de la dha audiª que servia el dho dotor palma de mesa…” [77]

    Santiago de Vera, que, para hacer caer a Bartolomé de Palma, tuvo que sacrificar al licenciado Pinedo, tras el conocimiento de la sentencia, pidió al Consejo de Indias que fueran benevolentes con él, por los servicios prestados:

“lo que toca el fiscal se a sentido mucho por ser muy apasible buen letrado y nada dañosso a nadie y aver servido tantos años también y general apçesion del Reyno y satisfacion de la audiencia, buen termino y christiandad y buena conçiençia y que su hija sin acto ni permisión de su padre le aya puesto en tantos años de trabajo y desasosiego y sobre su casamiento tener su causa en el consejo pendiente y sin envargo estar suspendido de su plaza tiene mucha confiança en nuestro sr y en V. magd. que vista su causa lo mandara desagraviar y honrrar conforme a sus muchos servicios.”

    No hizo lo mismo por el doctor Palma, al que, por fin, pudo doblegar.

    La sentencia tuvo que suponer un duro golpe para nuestro paisano, resintiéndose su estado de salud, hasta el punto de que tenía que ser ayudado por sus criados para desarrollar su trabajo en la Real Audiencia, tal como informó el presidente al Consejo de Indias en 1604:

“el doctor Palma de mesa Vro oydor a tres años esta tan enfermo y impedido que con dificultad sirve su plaça subiéndole a los estrados en una silla”[78]

    Sobre los criados alcalaínos que pasaron a América con la familia casi nada más hemos hallado, pero sabemos que, en Guadalajara, también contaron con criados nativos. Como apunte curioso, cuatro de los sirvientes de la casa del oidor Palma casaron en 1603, Luis Gómez, indio chino y Juana María, mestiza, el 8 de junio y Alonso Sánchez y María, indios, el 29 de noviembre.[79]

    Ya a mediados de 1604, cuando solo faltaban pocos meses para que el doctor Palma cesara en el cargo de oidor de la Real Audiencia de Guadalajara, tal como ordenaba la sentencia del Virrey, el presidente Santiago de Vera, y viendo que el doctor estaba gravemente enfermo, se apiadó de él y pidió al Consejo que lo jubilaran:

“porque los servicios que a hecho a V. md. an sido muchos y tenemos satisfacion q si tuviera fuerças para ello lo continuara suplicamos a V. md. se sirva de hazerle mrd de jubilarle dándole su salario en su casa”

    Sin embargo, el dictamen del Consejo no llegó a tiempo, porque el 28 de julio, fallecía en Guadalajara el doctor Palma a la edad de 66 años. El presidente no dio cuenta del fallecimiento al Consejo hasta el mes de diciembre:

“en 28 de Jullio deste Año fue Dios servido de llevar al doctor Palma de meza vro oidor dexo mujer, dos hijos una nieta hija del hijo Maior muerto en sus días, suplicamos a V. Magd Remunere sus servicios haciendo Mrd a su mujer y nieta que son los que quedan con mas necesidad”[80]



    Este escrito nos da una información valiosa, pues gracias a él sabemos que, en el momento de su fallecimiento, dos hijos aún vivían bajo su mismo techo, por lo que no habrían casado, así como que su hijo mayor había fallecido hace años. Recordemos que, para pasar a América, el doctor pidió poder embarcar parte de la familia desde Sanlúcar, por la premura de tiempo y porque un hijo suyo estaba enfermo. Es posible que falleciera durante el viaje.

    Fue enterrado en la Iglesia del convento de San Agustín, según testimonio de Juan Jiménez Calderón, abogado de pobres de la Real Audiencia:

“este testigo sabe que el dho oydor doctor Palma de messa murió en esta ciudad sirbiendo el dho oficio porque este tetº le bio muerto en ella y se hallo en su entierro que fue en la Yglesia del señor san agustin desta ciudad”

    Su mujer, María de Ortega, que le sobrevivió un par de años, otorgó testamento el 24 de octubre de 1606, habiendo ya fallecido el día 27. Se mandó enterrar en la iglesia del colegio de la Compañía de Jesús de aquella ciudad, en la sepultura que le diere el padre corrector. Dejó por herederos al convento y frailes de San Agustín de su pueblo natal, Cazalla de la Sierra, para que instalasen un colegio de la Compañía. Entre los testigos del otorgamiento de su testamento, aparece uno de los criados alcalaínos, Marcos de Torreblanca.[81]

    El tiempo borró su memoria. Sus huellas quedaron sepultadas por el polvo y lo convirtieron en un personaje anónimo, hasta que, a finales del siglo XIX, alguien en un archivo, posiblemente en el de Indias, descubrió su nombre y oficio en un viejo legajo. De ahí, pasó al rótulo de una calle, aunque seguía siendo un desconocido para sus paisanos. Hoy, por fin, lo rescatamos del olvido, hemos quitado ese polvo acumulado durante siglos y, aunque quedan muchas páginas por descubrir, podemos decir que esta es la Historia del ilustre hijo de Alcalá, el doctor Bartolomé Palma de Mesa.



Firma del Doctor Palma de Mesa
en un documento de la Real Audiencia de Guadalajara



NOTAS

[71] ES.41091.AGI26MEXICO,24,N.50. Carta del virrey Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey.

[72] Archivo General de la Nación de México, Sec. Inquisición, vol. 264, s/exp., fs. 309-312. Proceso contra Ana de Velasco.

[73] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,6,R.24,N.139BIS. Carta de la Audiencia de Guadalajara

[74] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,6,R.26,N.153. Carta de la Audiencia de Guadalajara. Fechada el 20 de abril

[75] ES.41091.AGI26MEXICO,25,N.18 . Carta del virrey Gaspar de Zúñiga Acevedo, conde de Monterrey.

[76] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,7,R.1,N.3. Carta del doctor Santiago de Vera.

[77] ES.41091.AGI/23.7.3.15//GUADALAJARA,230,L.2,F.91V-92V . Real Cédula al presidente y oidores de la Audiencia de Guadalajara. 9 de junio de 1604

[78] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,7,R.2,N.15. Carta de la Audiencia de Guadalajara. Fecha de 12 de abril de 1604

[79] "México, Jalisco, registros parroquiales, 1590-1979," database with images, FamilySearch (https://familysearch.org/ark:/61903/3:1:9392-2LSX-8K?cc=1874591&wc=3J64-BZS%3A171935001%2C182938601%2C1080814502 : 28 June 2014), Guadalajara > Sagrario Metropolitano > Bautismos, matrimonios, defunciones 1599-1634 > image 210 of 258; parroquias Católicas (Catholic Church parishes), Jalisco.

[80] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,7,R.2,N.23. Carta de la Audiencia de Guadalajara. Fecha de 4 de diciembre

[81] ES.41091.AGI/10.5.11.531//CONTRATACION,939. Bienes de difuntos de María de Ortega y Funes

sábado, 19 de noviembre de 2022

Condenado a muerte por secuestro




Ismael Almagro Montes de Oca



    La noche del 20 de abril de 1879 el joven de Paterna Diego Suarez Sánchez, tardaba en llegar a su casa en aquella villa. Pronto supo su padre, Francisco Suarez Vega, el motivo: había sido secuestrado en el sitio conocido por el Amarguillo y los secuestradores le pidieron por carta un rescate de 40000 reales, cantidad que no poseía, dando cuenta a las autoridades.

    El Gobernador dio órdenes para iniciar la busca y captura de los malhechores, saliendo el jefe de la guardia civil hacia Medina Sidonia, desde donde inició, acompañado de las fuerzas de aquel puesto, las diligencias para averiguar el paradero del secuestrado.

    Gracias a las pesquisas del capitán D. José Enriquez Patiño, y de Pedro Medina López y Antonio Salinas Soler, después de cinco días de incesante búsqueda, dieron con una cueva llamada la Borrosa, en término de Jerez, a legua y media de Paterna. Al acercarse a la cueva vieron salir a un individuo joven de la misma, y al darle el ¡alto!, éste sacó una escopeta, pero los agentes consiguieron reducirlo. Dentro de la cueva, encontraron al secuestrado Diego Suarez con los ojos vendados.

    El capitán Patiño llevó al recién liberado hasta su casa y tras tomarle declaración, puso al detenido a disposición del fiscal militar del distrito y consiguió detener a seis sospechosos de participar en el secuestro. Pero hubo otro cómplice, un “sujeto de Alcalá” que consiguió huir. [1]


    El 22 de mayo, el juez fiscal del Consejo de Guerra permanente del Juzgado militar de Cádiz, D. José de Azcárate y Serrano, publicó una requisitoria en la Gaceta de Madrid y en el Boletín Oficial de la Provincia, citando a declarar a Vicente Rey Barbero, natural y vecino de Alcalá de los Gazules, hijo de Pedro y de María, de 34 años de edad, casado, trabajador del campo, con instrucción, para responder a los cargos que se imputaban por su implicación en el secuestro.[2] Si en el plazo de 30 días no comparecía, se le declararía en rebeldía, como así ocurrió, dictándose orden de busca y captura.

    En la requisitoria, se daban las señas del alcalaíno:

“Estatura regular, color moreno claro, barba poblada y afeitada, ojos pardos; viste pantalón de tela oscura, chaqueta de paño negro, borceguíes blancos usados, sombrero hongo negro de ala ancha.”

    Meses más tarde, el 29 de agosto, tuvo lugar en el Cuartel de la Candelaria en Cádiz, un Consejo de Guerra para dictar sentencia contra los autores y cómplices del secuestro.[3]

    El fiscal pidió pena de muerte para cuatro de los acusados, Juan Jiménez García (alias) Filaque, de Paterna; Manuel Calvillo Sánchez (a) el hijo del Ángel, de Benamahoma; Alonso Puerto (a) Estravío, de Benaocaz y Vicente Rey Barbero, de Alcalá de los Gazules, en rebeldía. Para otro de los acusados, Miguel Becerra Telly, de Atajate (Málaga), pidió cadena perpetua, mientras que otros dos los puso a disposición el gobernador civil y la absolución para el resto de implicados. [4]

    Finalmente, el 24 de enero del año siguiente, el Consejo Supremo de Guerra ratificó la sentencia de muerte para Vicente Rey Barbero y para Alonso Puerto Rodríguez.[5]

    Ninguna noticia más hallamos sobre este alcalaíno sobre su ajusticiamiento, por lo que posiblemente consiguiera huir, bien como polizón en algún barco hacia América o bien hacia las costas africanas.

El garrote vil era el instrumento utilizado para ejecutar las penas de muerte



NOTAS

[1] Resumen de los acontecimientos, según lo publicado el 5 de mayo de 1879 en la página 2 de LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (Año XXX Número 7803 ) y al dia siguiente en la página 1 del periódico DIARIO DE CÓRDOBA DE COMERCIO, INDUSTRIA, ADMINISTRACIÓN, NOTICIAS Y AVISOS. (Año XXX Número 8589)

[2] Gaceta Madrid. nº 142 pág. 536

[3] Edición del 28 de agosto de 1879 de EL GUADALETE. Año XXV Número 7174 pág. 3

[4] Edición del 30 de agosto 1879 de EL POPULAR

[5] Edición del 23 de marzo de 1880 de GACETA UNIVERSAL. Año III Número 618 pág. 3

sábado, 12 de noviembre de 2022

La restauración del Tesoro de la Parroquia



Gabriel ALMAGRO MONTES DE OCA



    Hace ahora 45 años, en el otoño de 1977, se producía el desprendimiento del techo de la antesacristía de la Parroquia de San Jorge, espacio en el que se ubicaba entonces, un imponente armario de caoba en el que se guardaba el “tesoro” [1] de la Parroquia que a resultas de dicha circunstancia quedó bastante maltrecho, con la mayoría de sus piezas muy deterioradas. Aunque, de todas ellas, la que resultó más dañada no sería otra que la magnífica custodia del Corpus, realizada en 1614 por el platero Bartolomé del Castillo [2] y que, según la valoración de un acreditado orfebre, presentaba el siguiente aspecto:

“…de forma circular y compuesta de dos cuerpos, el primero está formado por ocho columnas, con sus basas y capiteles, sobre las cuales descansa una cúpula, que forman el segundo cuerpo y en el cual esta una imagen del Salvador en plata, y termina en una linternita de columnillas coronadas por una cruz. Sus medidas son 1 metro de alto y 0,62 mts. de diámetro. Actualmente las columnas del primer cuerpo están todas rotas y abolladas, la cúpula completamente abollada y rota, la linternilla virtualmente aplastada…”

    Con todo, también resultaron afectadas otras dos custodias con que contaba la Parroquia, una de ellas, barroca, en plata dorada, cincelada cuyo pie y rayos habían resultado rotos y otra, más grande, en forma de sol, de estilo neoclásico, con dos ángeles en actitud orante además de ramos de uvas y espigas que, según dictamen pericial, presentaba “el sol totalmente desecho, la columna central abollada y rota, un ángel casi decapitado, y el basamento completamente torcido, las espigas rotas y las nubes abolladas…” Y junto a las custodias, tres cruces, la primera de ellas, pequeña de altar, en plata, que presentaba todo el basamento roto y abollado, la segunda, una cruz procesional, con macolla barroca, que presentaba diversas abolladuras y roturas y, finalmente, la más interesante y antigua, de estilo gótico, cincelada y claveteada a la que hubo de sustituirle la armadura de madera y reponer parte de las terminaciones que se habían destrozado.

    Alcalá, como sabe hacer cada vez que la ocasión lo requiere, el 17 de Enero de 1978, constituía una comisión para promover la restauración del tesoro. Una comisión que estaría presidida por el Párroco, Padre Hermida, e integrada por diferentes vecinos, de entre los que se mostraron especialmente proactivos, a juzgar por la documentación que nos ha llegado, Pedro Mariscal quién asumiría el papel de Tesorero y Jaime Cordero quién se encargaría de las relaciones con el taller de restauración.

    Y llegados a este punto, nos parece oportuno reseñar que, conocedores de la riqueza e importancia de las piezas que era necesario restaurar, bien se preocuparon de seleccionar al que podría considerarse el más importante taller de orfebrería en aquel momento, el de González del Castillo[3], entonces regentado[4] por sus sobrinos Rafael y Julio Martínez González del Campo, constándonos que sería el primero de ellos quién se desplazó hasta Alcalá para estudiar las piezas, realizar el oportuno presupuesto y aportar toda la documentación exigida por el Obispado para autorizar el proceso de restauración[5], aunque ya llevarían un tiempo trabajando en ellas por cuanto que en la misma se recoge: “La cruz procesional ya la tenemos terminada y la Custodia-Templete la estamos arreglando, por lo que espero poder tenerla para antes del día 15 del próximo Mayo”.

    El presupuesto total ascendería, finalmente, a 316.928 pesetas de la época [6], que se encontraba totalmente recaudado y desembolsados para el 26 de diciembre de 1978 [7], aunque en honor a la verdad hemos de decir que, el 12 de Mayo de 1978, el Señor Martínez González del Campo había hecho un donativo de 15.360 pesetas, por lo que podríamos hablar de un descuento de dicha cantidad.

    Importante cantidad de dinero sufragada por 95 donantes de los que 94 eran personas físicas y una institución, la Hermandad de Nuestra Señora de los Santos, que haría una aportación de 15.000 pesetas, siendo de destacar que entre los donantes 2 aportaron 35.000 pesetas; 1 contribuyó con 25.000 pesetas; 3 lo harían con 10.000 pesetas; 14 aportarían 5.000 pesetas cada uno; 3 sufragarían 3.000 pesetas y otro 2.500 pesetas; 11 contribuirían con 2.000 pesetas; 34 aportarían 1.000 pesetas; 15 contribuirían con 500 pesetas, otro con 300 pesetas; 4 con 200 pesetas y 2 que lo harían con 100, finalmente cómo restaban 9.768 pesetas para completar el importe total, habría un donativo anónimo que los aportaría.

    Restauradas las piezas y pagado su importe por la suscripción popular a la que nos hemos referido anteriormente, el 7 de Enero de 1979 se disolvía la Comisión. A todos ellos nuestra gratitud y reconocimiento por el interés demostrado en la restauración y conservación de ese importante patrimonio artístico con piezas de más de 5 siglos de antigüedad de las que los alcalaínos hemos de sentirnos orgullosos.



NOTAS

[1] Con el nombre de Tesoro suele designarse al conjunto de cálices, copones y demás piezas de orfebrería u otras artes suntuarias empleados para el culto litúrgico.

[2] Véase el magnífico artículo sobre dicha pieza publicado por Jaime Guerra en el Libreto de Feria de 1983 en el que se reseña el documento suscrito, en Sevilla el 21 de octubre de 1614, entre Alonso de Coca, en nombre de los vecinos de la villa de Alcalá y el expresado orfebre y que se recoge en el Tomo I de "Documentos para la Historia y el Arte en Andalucía",

[3] Un taller que, si bien se encontraba radicado en la ciudad de Córdoba desde 1920, había sido creado por José Miguel González del Campo un orfebre natural de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) aunque, por haber aprendido el oficio en Sevilla, era conocido como “Pepito el Sevillano”. Un magnífico orfebre que en más de 50 años de oficio que junto a innumerables piezas salidas de sus manos, podía preciarse de haber restaurado la custodia de Arfe de la Catedral de Córdoba así como de haber desarrollado tan gran vinculación con el arte en general que lo habían nombrado académico de la de Bellas Artes y Medalla de Oro de la ciudad de Córdoba ya que no en vano colaboró en la restauración de los principales palacios y casas solariegas de Córdoba. Falleció en 1976

[4] Tras el fallecimiento de Rafael González del Campo, en 1976, serían sus sobrinos quienes se hicieran cargo del Taller

[5] Conocemos escrito suscrito por Rafael y fechado en el taller cordobés de la calle Villalones, el 31 de Marzo de 1978, dirigido a Jaime Cordero Barroso en que le da cumplida información sobre todos estos aspectos.

[6] Si trasladásemos dicha cantidad al valor actual del dinero podríamos decir que sería un presupuesto, aproximado, de unos 15.000 €.

[7] Los pagos al platero-restaurador se efectuaron de la siguiente forma: 66.048 pesetas el 8 de Marzo; 184.320 pesetas el 12 de Mayo, jornada en que se produce el ingreso de las expresadas 15.360 pesetas del donativo del Sr. Martínez González y un último pago, el 26 de Diciembre de 51.200 pesetas.

sábado, 5 de noviembre de 2022

El Castillo de Alcalá en la Guerra de la Independencia



Ismael Almagro Montes de Oca


    El Castillo de Alcalá se convirtió en una pieza importante en el tablero de la batalla entre tropas españolas y francesas durante la Guerra de Independencia en la comarca por su posición estratégica, entre las zonas de la campiña jerezana y el Campo de Gibraltar y entre la de la bahía y la serranía.

    Practicante desde la llegada de los franceses a Alcalá, el castillo fue elegido ocasionalmente como lugar de guarnición, siendo a partir del 28 de noviembre de 1810, fecha en que las tropas francesas desalojaron a 40 hombres de las tropas nacionales que había en la villa, cuando lo utilizan de manera más continuada.

    Pero el castillo no se encontraba preparado para su defensa, toda vez que hacía cientos de años que había perdido su función defensiva y uso de armas más modernas, así como de técnicas de combate muy distintas a las del tiempo de los moros, requerían su adaptación para convertirlo en un lugar seguro e inexpugnable.

    Por orden del Mariscal Víctor, duque de Belluno, el ingeniero Barabino pasó a reconocerlo en los primeros días de noviembre para adecuarlo y para alojar a un destacamento. El día 5 escribió un informe a su superior desde Chiclana con las deficiencias que había encontrado. Pero el documento no llegó a su destino porque fue interceptado por las tropas españolas, siendo traducido del francés por Antonio Ramón del Valle en Cádiz el 30 de marzo de 1811.



    Se trata de un documento interesantísimo, al que acompañaba un plano descriptivo, en el que se describe el estado de conservación del castillo y las obras necesarias para su aprovechamiento:

El Castillo de Alcalá de los Gazules esta construido en el punto mas elevado del pueblo. El adjunto plano nº 4 indica su figura, posición y las obras proyectadas. Recomponiendo este Castillo es susceptible de muy buena defensa y llenara su objeto. Las obras que necesita son: macizar los intervalos de los merlones del reducto A. para formar un parapeto. Construir otro B. que resguarde de los fuegos del campanario C. y del Combento D. Hacer una banqueta de madera detrás del muro E. Tapiar los intervalos de los merlones de la torre F. sobre la entrada G. y el muro H. Tapiar igualmte las dos puertas I. y K. construyendo un tambor delante de la puerta L. y un foso con parapeto en M. que sirva de segura comunicación con el punto K. S. Aunqe esta obra avanzada esta dominada por una altura cercana, el objeto qe nos proponemos en conservarla, es colocar alguna fusileria en el frente K.S. con una pieza que haga fuego sobre el pueblo para formar la brecha Q. y demoler el techo N. del cementerio y las dos casas O. y P. para aislar el castillo.”

    Plantea además la colocación de 3 cañones estratégicamente, cubriendo caminos de entrada y evitar también el fuego desde los campanarios de la Parroquia y del convento de Santa Clara:

“Las tres piezas de campaña se colocarán en A. R. y S. la ultima descubre el pueblo y el camino de Tarifa y Casas-Viejas, que está a cubierto de las otras dos a causa del convento.

    Executadas estas mejoras podrá defenderse muy bien el castillo, atendiendo a qe el enemigo no puede conducir Artilleria con que batirlo sin hacerse dueño del camino de Paterna.”

    Menciona también la existencia de un aljibe, que no aparece marcado en el plano, pero por otro de septiembre de 1811, aparece fuera del recinto amurallado y que sin duda debe ser el aljibe de las monjas, pues se marca cercano al muro de un patio del castillo abandonado, que coincide con la cerca del Beaterio:

“Existe en V. un pequeño Pozo sin agua qe es preciso limpiar y habilitar y será muy conveniente recomponer las cañerías para qe se llene de las aguas llovedizas.”

    Describe el resto de dependencias y el uso a que se pueden destinar, así como que el techo del torreón está arruinado:

“Costará mucho trabajo alojar los 300 hombres y 50 caballos destinados a su defensa, ps (pues) en el castillo apenas existen en el presente el almacen 1, útil para viveres; un resto del subterráneo del reducto 2, para las municiones de guerra, la parte 3, pª Almacen de Paxa, la parte 4 y 5 y el alto del 34 y 5, dos cámaras una sobre la otra en la torre 6, otra en la torre F. y la parte 7. 8. 9. y 10 en el reducto A: lo restante de la bobeda 11 y 12 esta arruinado y los escombros han llenado las Almacenes que están debajo. Todas estas habitaciones son capaces de 70 hombres con sus oficiales. Para alojar el resto y los 50 caballos es necesario construir en los puntos 13. 14. 15. 16 y 17 caballerizas con habitaciones encima continuando los muros que aun existen, techando los agujeros 11 y 12 en el reducto A, por cuyo medio se completaría el alojamiento.”

Detalle de una copia del plano francés realizada por los ingenieros españoles
con las numeración de las indicaciones


    Otro punto interesante de este documento es que plantea una alternativa más rápida para albergar las tropas que construir nuevas dependencias dentro del castillo: utilizar las casas del Beaterio, cerrando la calle con barreras:

“Todas estas obras exigen medios y tiempo, y me parece qe en lugar de construir estas nuevas habitaciones en lo interior del castillo, sería mejor tomar la manzana de casas 19, 20, 21, 22, 23, 24 y 25, cerrando la calle en 26 con su barrera o puerta y tapiándola en 27. Entrar en las casas por las puertas 28 y 29, poner barricas en las demás y abrir aspilleras en 20, 22, 23, 24 y 30, cubriendo también la entrada G con un tambor 31. Estas habitaciones ofrecerán desde luego conveniente abrigo; y en caso de atacar el enemigo al fuerte, la Guarnicion se retiraría al recinto y bibaquearia mientras qe estuviere bloqueada.”

    El ingeniero tuvo en cuenta el material y mano de obra que necesitaría para realizar las obras y la existencia de ambos en la localidad para no tener que traerlas de fuera:

“Adoptado este proyecto, podrán construirse mas adelante los alojamientos convenientes en lo interior del fuerte, si se creyesen indispensables. Para la ejecución de estas obras se hallan allí mismo cal y otros materiales, once albañiles, diez carpinteros del pays, y dos fraguas.” [1]

    A principios de año, los franceses iniciaron la rehabilitación del castillo, obra que se truncó con la llegada de 1500 soldados españoles al mando de Begines de los Ríos, que consiguieron hacerse con el mismo.

    Los mandos españoles, por su parte, también encargaron su propio informe para mejorar las defensas del castillo, tarea que realizó un tal R. Bonille en el Cuartel General de Algeciras en fecha indeterminada de ese año de 1811, pero que indudablemente fue antes del mes de junio. Bonille hizo un informe destinado al Estado Mayor del 4º Ejercito, en el que, aparte de la reforma del castillo, sitúa la fortaleza en el mapa para resaltar su posición geoestratégica:

“Es Villa de unos 800, vecinos, dedicados a la labor y cría de ganados vacunos y de cerda con particularidad.

    Tiene una Parroquia, dos conventos de Frayles, uno de monjas, un Beaterio con obligación de enseñar niñas y asistir enfermas y un Hospital de hombres. Es pueblo de Señorio de los Estados de Medinaceli: Hay Corregidor y dos Alcaldes ordinarios.

Dista de Gibraltar 9 leguas (al O de esta Plaza) 9 de Algeciras, 7 de los Barrios, 9 a Tarifa, 3 a Paterna, 5 a Ximena, 7 a Ubrique y 3 a Medina Sidonia.

    Esta situada en el descenso de una altura deribada de otra mas elevada denominada Lario qe corriendo casi de O a E se une con las sierras principales qe cubren el Campo de Gibraltar. La Poblacion se extiende desde la cúspide contigo al Castillo hasta la falda de ella por donde se une con Lario mirando al S. E. En la cúspide de esta altura y dominando toda su circunferencia hasta mas del tiro de cañon menos la Lario se halla situado su Catillo qe manifiesta ser de los mas modernos del tiempo de los moros y se conserva en muy buen estado…

    La situación del castillo como se ha indicado es excelente y a la verdad qe habrá pocas qe puedan reunir tantas y tan buenas circunstancias. La altura Lario qe es la única qe le domina, esta a tiro muy largo, de modo qe aun con artillería gruesa no se le pueda batir en brecha…

    En el dia esta ocupado por nuestras tropas formando uno de nros puntos avanzados, y acaso el mas importante; ya porqe es uno de los qe proporcionan la penetración en la parte mas esencial de la Sierra, ya qe desde el se pueden hacer correrías con algunos caballos en la campiña qe media entre el y Medina, por la proporción de retirarse a un buen apoyo, ya por la mayor facilidad de adquirir noticias del Enemigo, y observarle de cerca, ya también por la comodidad qe presta para la reunión de las tropas, y alguna vez quieran expedicionar por aquella parte.

    No parece sentado este principio qe nos deviamos descuidar en poner este castillo en estado de vigorosa resistencia, que como acabamos de ver con muy poco trabajo se pone en disposición de hacerse respetar de un pie de Exto. aunque traiga artillería. Las murallas son robustas y dado caso qe costarían mucho trabajo y tiempo qe lograse romper por qualquier parte, le quedan sin embargo mil recursos para prolongar su defensa.”

    
    En el documento, recoge los trabajos realizados por los franceses:

“Los franceses empezaron a habilitarlo al principio de esta año (811) y solo les faltó para su perfección, es abrir un foso delante de la puerta principal, forrar esta con chapas de yerro, para el fuego qe se le pudiese aplicar por fuera no la ofendiese, ni las balas de fusil y qe el petardo no se pudiese clavar… Tambien les falto hacer otro retrincheramto interior asi en dha puerta como en otra qe sale del patio principal por la parte del E a un recinto amurallado de figura rectangular qe esta unido al Castillo, y no tiene otra comunicación, también estaban sin concluir las Aspilleras que habían empezado a formar en un parapeto elevado sobre la parte superior del muro en lugar de las Almenas de qe estava coronada toda la muralla; lo mismo creo que hubieran hecho con las dos torres qe tiene el Castillo, y las dos alas qe unen la una a la otra en donde todavía se conservan las Almenas.”

    Lo más sorprendente del trabajo de Bonille es que propone derribar toda la manzana de casas hoy ocupada por el Beaterio para facilitar la defensa del castillo, puesto que con ello el enemigo sería visto antes de llegar a las murallas del mismo:

“Todo esto estaría remediado con formar delante de ella o sea exteriormente un buen atrincheramiento qe la cubriese; pero se hacia indispensable arrisiar los Edificios inmediatos, casi hasta la Plaza de Sn Jorge pa qe no estuviere dominado por ellos lo qe daría mucho mas merito a esta fortificación; pues además de lo dho servia igualmente para descubrir al Enemigo demas lejos; evitar qe sus tiros no fuesen tan certeros sobre las aspilleras, y qe extendiéndose un poco el retrincheramiento hacia la dra, (derecha) podría flanquear el frente del castillo por la parte del O que no lo esta de ninguna del recinto…

    El acceso de esta difícil, y lo mismo la del castillo, siendo la mejor por el pueblo, de manera qe derribando los edificios qe tiene inmediatos, domina, y descubre quanto pudiera incomodarle.”

Igualmente, propone terminar las reformas iniciadas por las tropas napoleónicas:

    “Con poco esta hecho, ya sea siguiendo el sistema de aspilleras empezado por los Franceses o elevando un ante pecho entre almena y almena. Sobre las dos Puertas ubicadas seria muy bueno formar galerías, o ladroneras qe no es otra cosa qe tres o quatro canes de piedra qe salen de la muralla, dos o tres pies separados uno de otro un pie, o pie y medio, y formando en sus extremos un parapeto o prueba de fusil, de modo qe quedando separado de la muralla un pie o pie y medio, da tantos claros, quantos son los canes qe se han puesto; los qe sirven pa descubrir el pie de la muralla sin ser visto del enemigo, y echar por ellos con toda seguridad, piedras, granadas, artificios de & y aun los antiguos ataban a una cuerda pedazos de plomo, yerro, o piedra qe dejaban caer y tiraban después para repetir el golpe. En el parapeto qe se le hace se suelen hacer también algunas aspilleras. En las partes del recinto qe no estan flanqueadas podría igualmte formarse estas ladroneras, para cuidar de qe no se arrimasen al fin de la muralla sin ser vistos ni molestados.”

    Por último, da una serie de instrucciones para el almacenaje de pertrechos para las tropas:

“Resta solo el qe se tengan viberes municiones y agua. Para todo hay proporción. Tiene un Argibe muy capaz qe limpiado bien y lleno de agua surte a su guarnición muchos meses, un almacen para viveres grande y sin humedad; sitio para horno y su oficina; lugar pa las municiones, dos quadras pa tropas muy capaces, sin otros quartos qe se pueden habilitar en la torre y todo a prueba, de modo qe en su clase no hay que desear mas. Un recinto unido al castillo y amurallado qe da mucha proporción pa encerrar ganado, y sembrado de verde mantendría muchos días una docena de bacas con economía; y por ultimo creo qe un oficial de valor, e inteligencia, con la guarnición competente, viveres y municiones, habiendo hecho pa mejorarlo lo qe va insinuado, y teniendo a prevención herramienta, faginas, alguna madera, caballos de frisa & se hace respetar tanto como puede hacerse una Plaza fuerte del sistema moderno.” [2]

    Este informe debió ser tenido en cuenta por los mandos del ejército español, pues el 2 de junio de ese año, los ingenieros militares Manuel Teruel, Salvador Sebastián y Salvador Quirós solicitaron al cabildo alcalaíno que les facilitaran materiales y obreros para proceder a la reparación.

    Sin embargo, estas no llegaron a concluirse, porque el 18 de septiembre tropas francesas acuarteladas en Medina partieron hacia Alcalá con algunos cañones, con objeto de tomar el castillo, guarnecido por 200 españoles, quienes se ven obligados a capitular al día siguiente.

    Días más tarde, el 22 de septiembre, las tropas francesas proceden a la voladura de las murallas del castillo ante la llegada de tropas del General Ballesteros desde Jimena, poniendo así fin a un edificio con muchos siglos de Historia encerrada entre sus muros.

Fotografía de Luis Francisco Martínez Montiel


NOTAS

[1] Archivo Cartográfico de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. Signatura: C.60-N.9

[2] Ib. Signatura: C.60-N.10