sábado, 28 de abril de 2018

La ermita de Santa Catalina




 María del Mar JIMENEZ CUMBRE

       Hubo un tiempo en Alcalá en que, además de los conventos de Santo Domingo y de Santa Clara, existieron varias ermitas, tales como la ermita de la Veracruz, de la Consolación, de San Ildefonso, de San Vicente, de San Sebastián y de Santa Catalina. Sobre esta última sólo se conocía una mención, recogida en el libro 1º de Visitas conservado en el Archivo Parroquial, donde se cita entre las ermitas visitadas en marzo de 1588 por el licenciado Felipe de Obregón, visitador general del Obispado de Cádiz, la de “Santa Catherina, pobre y antigua”. Fernando Toscano de Puelles apuntó la posibilidad de que estuviera en el lugar donde se construyó el Convento de Santa Clara,[1] hipótesis seguida también por Jaime Guerra Martínez.[2]

      Gracias a la información contenida en las actas del cabildo alcalaíno de mediados del siglo XVI hemos podido aclarar el origen de esta ermita. El martes 18 de marzo de 1561, los regidores estudian una petición de limosna hecha por dos clérigos para reconstruir una ermita: 

“En este cabildo se vido una petiçion d beniº (Benito) suares y pº (Pedro) catalán clgos (clérigos) por la qual pidieron q porque querían techar la casa d san sebastian el viejo q agora tiene la vocación de señora sta catalina d ladrillo q se les faga md (merced) y limosna mandas q de lo q sobra dla bellota qeste año psado se dio a san sebastian se les faga algún favor pa lo poder ff (hacer) pq de otra mª (manera) las limosnas son mui pocas q no podía fazerse, a lo aqual se respondio q se tomara la qta (cuenta) y q se vera si sobra algª cosa y q (¿?) poveeran en ello”[3]


      Cobran aquí sentido los adjetivos utilizados en 1588 en el libro de visitas para describir esta ermita, pues efectivamente la de Santa Catalina era “antigua”, pues estaba erigida sobre la primitiva ermita de San Sebastián, abandonada en torno a 1557 al construirse una nueva en otra ubicación,[4] por estar en ruinas al menos desde 1546 y “pobre” porque carecía de fondos con los que sostenerse. 

      Por tal motivo, el cabildo alcalaíno acudió rápidamente a la reparación de la ermita acordando el 28 de abril destinar 2014 maravedíes que debía Francisco de Nava de la cuenta del Señor San Sebastián para que se pudiera techar lo antes posible.[5] Al año siguiente, 1562, aún no se había techado puesto que nuevamente el cabildo acordó destinar 10 ducados de limosna “pa q se cubra su casa”. En este cabildo se la nombra como ermita de Santa Catalina del Pilar.[6] Asimismo, por decisión de los criadores de cerdos, los regidores destinaron para Santa Catalina parte del dinero anual que recibían por el tronco de bellota para las ermitas los años 1563, 1564, 1567 y 1568, año en que aún no estaba terminada la obra de restauración.[7]


      La reedificación de la ermita debió acabarse antes de 1582, fecha en que se le vuelve a dar un uso frecuente en la época en que tenía la advocación de San Sebastián, al utilizarse como lazareto para enfermos contagiosos. En abril de dicho año sirvió para aislar a un vecino con un herpes y evitar así el contagio del resto de la población: 

“en este cabildo se trato como se dice pucmte (públicamente) q be (Bartolomé) daça vº (vecino) desta villa vino de Cadiz y esta ferido de un culebro y que será justo asy para esto como para que si dios dios nro sr (nuestro señor) no a servido en el mal de a otras gentes y será necesario pa el mejor remedio q convenga para que se ataje si (¿?) qeste pueblo no se enficione (se infecte) mandaron que el dho be daça se saque desta villa y se lleve a santa catalina y se abra la puerta q solia (usar?) la dha iglesia y cerrar la principal y q se provea un onbre que le lleve la comida y se desvie de ellos y de maña que no se junte con el enfermo y le lleve las medesinas …”[8]

      Según se recoge, la ermita no estaba dentro del recinto amurallado, sino fuera de la villa, por lo que debemos descartar la hipótesis de que sobre la ermita de Santa Catalina se erigiera el convento de Santa Clara.

       Nos queda aún localizar la ubicación de esta ermita, tarea para cual resulta esclarecedora la petición que en 1568 eleva a los regidores locales un vecino de Alcalá, Melchor de Córdoba, solicitando la cesión de un solar:

“En este cabildo se vido una peton de Melchor de cordova albañil desta villa pr la ql pidió q le fagan md de un solar qsta (que está) entre el camino q va de la coracha a los pozos dl agua dulce y el arroyo q se faze d esta pte (parte) de la hermita de sta catalina y fasta la calle q va a la salada pa fazer en este sytio una casa mezon…”[9]

       Aquí se está delimitando claramente la zona, pues el camino más lógico y corto entre la Coracha y los Pozos es, sin lugar a dudas, la calle Veredilla. El arroyo mencionado es uno que se hacía a las espaldas de la ermita de la Veracruz, que tenemos plenamente ubicada en la Alameda. Nuevamente las actas del cabildo nos ayudan a ubicarlo. En abril 1573 nos encontramos lo siguiente:

“sobre la gredera del arroyo de la vera cruz

Mandose q los ss diputdos vean con un alarife una gredera q dizen q se ha venido por baxo de la Veracruz y q fagan dello relación en este cabildo…”[10]

      Este arroyo se correspondería con parte de las actuales Veredilla y Alamillo.

       Por tanto, si la ermita de Santa Catalina estaba ubicada en el camino entre la Coracha y los Pozos, entre el arroyo que se hacía, la actual Veredilla, y la calle que va a la fuente de la Salada, ahí hay un lugar que encaja a la perfección: la capilla de la Virgen de los Santos.

      Tal como menciona Fernando Toscano de Puelles,[11] en relación a la capilla de la Salada, en 1846 existía sólo un “nicho o capilla” pero de mucho tiempo atrás. A este respecto, cabe preguntarse ¿por qué se eligió ese lugar en concreto? ¿por qué no en cualquier otro punto de esta larga calle? ¿Por qué no 30 metros más abajo o más arriba, por ejemplo? Sin duda, ese lugar no fue escogido al azar para colocar esta imagen vicaria de la Patrona sino que tuvo que existir un motivo, máxime cuando no está en un cruce de caminos, norma muy habitual en la época para la erección de las ermitas y que en Alcalá vemos corroborada con la ubicación de la de la Veracruz, en la confluencia de los caminos hacia Jimena (calle los Pozos) y hacia Paterna y Arcos (calle de la Salada) o en las entradas de la población, caso de la ermita de San Ildefonso o San Vicente (en las entradas al recinto amurallado de la villa) y en la ermita de la Consolación, cuya construcción fue más tardía justo en la entrada por el camino de la Zorrera.


     
 Y ese motivo no puede ser otro que señalar el lugar que antaño ocupó la ermita de Santa Catalina del Pilar.

NOTAS

[1] TOSCANO PUELLES, Fernando; “Las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia en Alcalá de los Gazules” pág. 132 

[2] GUERRA MARTINEZ, Jaime; “Iglesias alcalaínas desaparecidas” en Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio 2001. Pág. 41. 

[3] AMAG. Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento pleno. Legajo 3 folio 56 vto. 

[4] JIMÉNEZ CUMBRE, María del Mar; “Iglesias, ermitas y hermandades en Alcalá a mediados del siglo XVI” en Apuntes Históricos y de nuestro Patrimonio 2016. Págs. 105-107 

[5] AMAG. Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento pleno. Legajo 3 folio 61. 

[6]  Ib. Folio 150 vto. Cabildo del lunes 17 de agosto de 1562 

[7] Ib. Folio 446 vto. Cabildo del lunes 16 de agosto de 1568 

[8]  AMAG. Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento pleno. Legajo 4 folio 49. Cabildo del domingo 29 de abril de 1582 

[9] Ib. Legajo 3 folio 458. Cabildo del 8 de noviembre de 1568. 

[10] AMAG. Legajo 4 folio 241. Cabildo del 20 de abril de 1573. 

[11] TOSCANO DE PUELLES, Fernando; “La Virgencita de la Salada” en Apuntes Históricos y de nuestro patrimonio 1992, págs. 25-28

sábado, 14 de abril de 2018

Un San Jorge atípico a principios del siglo XX



Ismael Almagro Montes de Oca 

       La fecha de la celebración de San Jorge siempre ha estado condicionada por su proximidad con la Semana Santa y dependiendo de si ésta caía ya bien entrado el mes de abril, obligaba a los regidores municipales a posponer la fiesta del Patrón. 

       Así ocurrió por ejemplo en 1908, año en que se pospuso la fiesta, no ya porque coincidiera con la Semana Santa, que se celebró entre el domingo de Ramos,13 de abril y el domingo de Resurrección, día 19, sino “por caer presisamente dentro de los días de la octava de la Resurreccion”[1], es decir, en la semana siguiente, celebrándose la fiesta del Patrón el 30 de abril. 

       Sorprende más aún la fecha en que se celebró San Jorge en 1911, puesto que aquel año la variación de la fecha nada tuvo que ver con la celebración de la Semana Mayor, que cayó entre el 9 y el 16 de abril. 

      Hay que aclarar que la celebración de San Jorge había quedado reducida a la celebración de una función religiosa desde 1900, eliminándose de la fiesta la suelta de un toro de cuerda y repartiéndose a partir de 1902 una limosna de pan entre los pobres, reparto que no consta que se hiciera en 1911. 

      Precisamente fue el encargado de celebrar la fiesta religiosa el que notificó al ayuntamiento el cambio de fechas, pasando San Jorge al ¡4 de julio!: 

Punto 2º 

se dio cuenta de un oficio del sor Cura de esta Ciudad participando que la fiesta del Patron no puede celebrarse el dia veinte y tres del actual por impedirlo otra fiesta preferente que la Iglesia celebra en ese dia y que se ha señalado por la Autoridad Eclesiastica el dia cuatro de Julio próximo. El Ayuntamiento quedó enterado”[2]




       Aunque hemos intentado averiguar los motivos de este cambio tan drástico de fechas, nada hemos podido averiguar. 

      Lo que sí parece claro es que la fiesta se celebró en pleno verano, pues el 24 de junio los regidores alcalaínos acordaron acudir a la Parroquia para festejar al Patrón: 

“Punto 2º 

Visto un expuesto de la presidencia se acordó por unanimidad asistir a la función religiosa que con motivo de la festividad de San Jorge Patrono de esta Ciudad tendrá lugar en esta Iglesia Parroquial el dia cuatro de Julio próximo; aceptando la proposición del señor arcipreste de hacer gratuita la función, invitándole para que se encargue del panegírico por el cual se le abonará la suma consignada en presupuesto”[3]


NOTAS

[1] Archivo Municipal Alcalá de los Gazules. Actas de Sesiones Ayto. Pleno. Libro 14 folio 83 vto. Cabildo del 20 de abril de 1908 

[2] AMAG Actas de Sesiones del Ayuntamiento pleno. Libro 17 folios 24 vuelto y 25. Cabildo del 20 de abril de 1911 

[3] AMAG Actas de Sesiones del Ayuntamiento pleno. Libro 17 folios 35 y vuelto. Cabildo del 24 de junio de 1911

sábado, 7 de abril de 2018

Crónicas del ambiente alcalaino (VI)



Ismael Almagro Montes de Oca

Crónica publicada en el periódico "El Castillo de Alcalá" el 21 de febrero de 1918. Año II nº 8 

Del ambiente alcalaíno 

Viajeros. - Regresó de Cádiz D. José Vallejo Vázquez, acompañado de su hijo D. Francisco Vallejo Almagro, quien viene de Larache. 

- Marchó a la capital Don julio Fernández Serrano. 

- Pasa en esta unos días el estudioso joven D. Antonio Diaz de la Jara y Don Juan Cid Recio. 

- Para someterse a un plan curativo en Cádiz Don José Sánchez Revidiego acompañado de su esposa Doña Andrea peña López. 

- Estuvo en esta breves instantes D. Francisco Pérez Asencio. 

- Marcharon a Jerez, para asuntos electorales D. Manuel Ahumada, D. Antonio Diaz y D. Juan Cid. 

- Se encuentra en esta D. Vicente Espinosa. 

Enfermos. - Sigue enfermo, aunque bastante mejorado, nuestro querido amigo D. Bartolomé Fernández. 

- Guarda cama la distinguida señora doña Francisca Puelles y Puelles de Millán 

- Se encuentran enfermas Doña Ana Fernández Cuesta y su hermana la Srta. María Fernández Cuesta. 

Religiosas. - El jueves 7 de los corrientes se verificó la inauguración solemne de los Jueves Eucarísticos en la Parroquia. 

      Multitud de fieles recibieron el distintivo de la piadosa asociación, siendo muy numerosas las comuniones administrativas. 

     El acto de jurar la bandera resultó brillantísimo, entonándose por los concurrentes el hermoso Himno de Fray José M.ª de Calahorra que, como se sabe, esta concebido y escrito de acuerdo con las prescripciones de la música sagrada. 

      También durante la Santa Misa se interpretaron escogidos motetes y fervorines. 

      Al terminar la jura de la bandera, el Señor Vicario pronuncio breves palabras, explicando el lema de la bandera que representa la Santa Cena enmarcada por las dos ideas de Conmemoración y Reparación que se lee en sus pliegues. 

- Como teníamos anunciado, se celebró en la iglesia de la Victoria el solemne triduo de desagravio durante los pasados días de Carnestolendas. 

      Asistieron numerosos fieles. 

- Han comenzado en las distintas iglesias de esta ciudad la predicación del Santo tiempo de Cuaresma, en la que se expone el Evangelio del día para edificación de los fieles. 

     Muchas son las personas que vienen asistiendo a tan devotos cultos. 

Enlace matrimonial. - En el domicilio de la novia se unieron con el indisoluble lazo del matrimonio, nuestro estimado amigo el inteligente industrial D. José Bernal Ramos y la bella y virtuosa señorita Dolores Vera Cubo. 

      Bendijo la unión nuestro virtuosos arcipreste y fueron padrinos don Francisco Bernal Ramos, hermano del contrayente, y la bella señorita Juana vera Cubo, hermana de la novia. 

      Don Alfonso Gómez, don Francisco Vera y don Manuel Romero fueron los testigos del enlace. 

      Los concurrentes al acro fueron obsequiados con pastas y vinos. 

      Entre las personas que asistieron recordamos a las Señoras D.ª Francisca Gutiérrez, doña María Ramos, doña Dolores Pérez; señoritas María Lebrón, María Pérez Macia, Ana Ríos, Francisca Vera, Juana Cabeza; señores don domingo Bernal, don José Cabeza, don Francisco Vera, don José Sánchez, don Manuel Romero, don Alfonso Gómez y otros muchos que sentimos no recordar. 

      Los esposos, una vez efectuado el enlace, salieron para Cádiz y Jerez. 

      Deseamos a la joven pareja una eterna luna de miel. 

Bautizo. - Se celebró el de la hija póstuma de nuestro llorado amigo Don Luis Castro, imponiéndosele los nombres de Luisa María de los Santos Jeorgina. 

El reinado de Momo. – El dios de la locura, pasó por la tierra dejando rastro indeleble, inconfundible. 

       En Alcalá se publicó un bando sensatísimo, bando al que nadie dio cumplimiento, con detrimento del principio de autoridad. 

      Las absurdas comparsas brillaron por su falta de ingenio. 

      Las coplas no podían ser mas insulsas y algunas inmorales y todas ayunas de sentido. Unos niños a ciencia y paciencia de las autoridades, cantaban coplas obscenas, incomprensibles en unos labios infantiles. 

      Finalmente el Carnaval fuer lo que razonablemente debe ser: la fiesta de las corrupciones. 

     No terminaremos estas líneas sin hacer constar la complacencia con que pudimos oir la Banda Municipal, y coro de educandos, única nota nueva, pudo notarse durante la fiesta de Momo. 

     Y conste que no es este un aplauso que nos piden razones de familia, sino culto que rendimos a la verdad y al mérito. 
(Carnaval de Alcalá en época posterior a la que habla la crónica)

Palmas y Pitos 

      Se reunió la Junta de Subsistencias, hallándose el Señor Alcalde dispuesto a vigilar por el cumplimiento de sus acuerdos (Palmas, muchas palmas) 

      Se han barrido las afueras de la población (Más palmas) 

      Las calles siguen sirviendo de vaciaderos públicos, a pesar de las tablillas y del principio de autoridad (Pitos y pitorreo) 

      Los cerdos y gallinas, a pesar de la Junta de Sanidad, del Alcalde, de las ordenanzas Municipales y de la decencia pública, siguen conviviendo con las personas (Pitorreo mayúsculo) 

      El camino del Cementerio… (Pitos) 

       De los 17 concejales que hay en Alcalá, solo asisten  8 (Aquí pita tanto el (¿?) a los que no cumplen con sus deberes) 

      En la calle de la Amiga han puesto una reja contra la seguridad pública y ordenanzas municipales. 

     ¿Será forastero el dueño de la finca? Será, Será (Pitos, pitos, pitos)

Anuncio publicado en el periódico