lunes, 28 de enero de 2013

Las milicias ciudadanas de Alcalá de los Gazules (1834-1839) (I)


Artículo publicado en la Revista de apuntes Históricos del año 1991.

Gabriel Almagro Montes de Oca 


     Se ha dicho, con relativa frecuencia, que la Constitución de 1812, supuso para España un nuevo arquetipo político, viniendo a significar una auténtica revolución que, aunque incruenta y pacífica, logró transformar nuestro país de una forma tan radical, al menos teóricamente, como la Revolución francesa lo hizo en el país vecino. 

     Se pretende crear un nuevo sistema político y con ello irá parejo hasta la reglamentación de los movimientos ciudadanos, es el caso de las nacidas en 1808. 

   "Milicias Urbanas", al amparo de las Juntas Provinciales y que desde 1812 pasarán a ser las "Milicias Nacionales". 

     Las Milicias no serán sino el arma que forjó la burguesía en su lucha contra el feudalismo y aglutinarán a los diversos grupos sociales implicados en el cambio. Liberal por nacimiento y reglamentación, todos eran iguales en la Milicia y así, los empleos de Jefes y oficiales, eran electivos, a pluralidad absoluta de votos, entre sus componentes, no perdiendo nunca su carácter civil de fuerza ciudadana, cuya máxima autoridad en todos los casos se otorgaba al Alcalde. 

     En definitiva, que a la Milicia hemos de entenderla como instrumento de sostén del sistema constitucional, aunque con el tiempo y tanto por su estructura como por su composición social, desbordarán los planteamientos anti feudales para los que la había creado la burguesía. 

     Y centrándonos ya en el caso que nos ocupa, hemos de señalar que en Alcalá las Milicias habían aparecido ya en 1808, momento en que se crean con el nombre de "Milicias Honradas" y de las que conocemos que en Agosto de dicho año estaban integradas por 37 jefes y oficiales, además de doscientos cincuenta y nueve soldados, con la misión de que: "...vigilen y zelen el term° de esta va (villa) persiguiendo a los malhechores hazta su extinción..." (Libro Capitular de 1808, folio 68).

"...vigilen y zelen el term° (término) de esta va (villa) persiguiendo a los malhechores hazta su extinción..."
   
     Pero desde dicha fecha desconocemos su devenir y no es hasta 1834 cuando encontramos nuevas referencias: 

"...En este acto se vió el Real Decreto de fha diez y seis de febrero ultimo sre (sobre) el alistamiento de la Milicia Urbana mandada crear por S.M. vajo las reglas que el mismo se previenen de cuyo literal tenor enterada la Corporación Acordo: Que para poner en práctica el alistamiento qe se ordena se reune el numero de mayores contribuyentes que el mismo Decreto designa el Lunes diez y siete del presente a las nueve de la mañana formandose el oportuno expediente... ” (1) 

     Es así como se comienzan a gestar las Milicias Urbanas de Alcalá, que en breve plazo de días (el 15 de Abril) contarán con un total de 90 urbanos -nombre con el que se conoce a sus integrantes- de Infantería y 69 de Caballería. E inmediatamente se pone en práctica la conocida como "Ley de Ayuntamientos", por la que nuestro Cabildo asistido de un número de mayores contribuyentes igual al de concejales, se constituye en Consejo de Disciplina (órgano de gobierno de las Milicias) provisional y se encarga de hacer, por elección, las propuestas de ternas de Capitanes, Tenientes y Subtenientes que serán presentadas al Gobernador para el nombramiento de los mandos de la Milicia Urbana Alcalaína. 

     Dicha reunión tendría lugar el ya citado 15 de Abril y el acta nos refleja lo siguiente: 

"...Elección de un Capitán, un Teniente y dos Sobtenientes pa la fuerza inscrita de Infantería en razón a qe su num° es suficiente para formar una Compa lo qe se executa en la forma siguiente. 

Para Capitán en primer lugar a lnfa fue electo Dn. José Belmaño por trece de los individuos concurrentes... 

En segundo lugar para el mismo destino de Capitán fue elegido por todos los catorce concurrentes Dn. Antonio del Manzano. Y en tercer lugar fué electo también por unanimidad Dn. Diego del Manzano. Para Teniente ha cido electo por todos los concurrentes Dn. Miguel Centeno. 

En segundo para el mismo cargo y también por unanimidad lo fueron Dn. Franco de Paula Ríos. 

En tercero en la propia forma fue electo Dn. Felipe Arriola...” (2) 

    Del mismo modo se procedió a la elección de 3 subtenientes primeros y 3 subtenientes segundos. 

"...Consecuentemente atendiendo a qe la fuerza alistada es suficiente para la formación de una Compa (compañia)  de Caba (caballeria) proceden a hacer las propuestas por ternas de un Capitán, un Teniente, y un Sbte." (3) 

Aspecto que podrían tener las milicias urbanas de Alcalá.
(detalle de un exvoto en el Santuario fechado en 1815)

     Nos hemos referido al número de miembros, pero es de señalar que no todos los residentes en la población podían ser miembros de las Milicias, el alistamiento precisaba una serie de requisitos. Para ser "Urbanos" hay que tener la nacionalidad española y al menos un año de antigüedad como residente en la población, así como encontrarse libre de impedimentos físicos o morales permanentes, y lo que es más importante, reunir la condición de contribuyente por "contribución directa'', así como tener una edad comprendida entre 18 y 50 años. Pese a ello, había quienes quedaban excluidos del alistamiento y quienes estaban dispensados del servicio. 

     Excluidos quedaban: los ordenados "in sacris", los militares al servicio activo; los miembros de tribunales de justicia, los funcionarios de las cárceles y del servicio de correos, así como los agricultores, ganaderos y jornaleros que no pagasen más de 24 reales de contribución directa. 

     Por el contrario, estaban excluidos del servicio, pero podían prestarlo si querían los licenciados y retirados del ejército del mar y tierra, los médicos, cirujanos, boticarios y albéitar titulares del pueblo y los Maestros de primeras letras que tuviesen escuela pública. 

     Y, no podían prestar servicios en la Milicia bajo ningún concepto, los procesados criminalmente y los que hubieren tomado armas contra la reina. 

     Una vez alistados y admitidos como "urbanos", estos debían prestar su juramento ante la autoridad local, de acuerdo a una fórmula establecida y que reproducimos dado su interés, pues constituye una auténtica declaración de los principios y fines de la Milicia Urbana: 

“... ¿Jurais fidelidad y obediencia a la Reina nuestra Señora Doña ISABEL II, y en su nombre, durante su menor edad, a S.M. la Reina Gobernadora? ¿Jurais guardar y cumplir el Estatuto Real y las leyes de la Monarquía: defender con las armas el territorio contra los enemigos exteriores e interiores: sostener y conservar el orden y la tranquilidad del pais: prestar apoyo á las autoridades siempre qUe os requieran: obedecer las órdenes de vuestros Gefes en todo acto del servicio. No abandonar jamas el puesto que se os entregue, y conservar las insignias que se os confian hasta perder la vida? 

= Si juro = 

Si así lo hiciereis, cumplireis con vuestro deber y en otro caso sereis responsables ante Dios y las leyes.” 

     A nivel general la Milicia se organiza en batallones de Infantería y Caballería, que se dividían en compañías y estás, a su vez, en mitades o escuadras. De modo que, cada batallón se había de componer de un mínimo de cuatro compañías y una máximo de ocho. Pero como quiera que nuestro pueblo, como muchos del país, no tenía población suficiente para ello, contaba sólo con una Compañía de Infantería y otra de Caballería. Que obviamente tenía su órgano de gobierno en el "Consejo de Administración y Disciplina", constituido por 7 miembros, vocales, elegidos anualmente por sus clases respectivas y constituidos por el Capitán Comandante de la fuerza, tres oficiales, un sargento, un cabo y un urbano, debiendo observarse que la mitad de sus integrantes fuesen pertenecientes al arma de caballería -toda vez que no reunían número suficiente para formar por ellos un escuadrón-. 

     Este Consejo no sólo se encargaría como su propio nombre indica de la Administración y de la Disciplina, sino que a raíz de la reforma de la Milicia efectuada en 1835, asumirá también la misión de votar, a pluralidad absoluta de votos, las ternas a proponer al gobernador civil para el nombramiento de Capitanes, Tenientes y Subtenientes o Alféreces, de entre los urbanos de la Milicia local que reuniesen las siguientes cualidades: 

1ª Ser mayor de 25 años. 

2ª Contribuir con una cuota doble de la señalada para ser urbano en la Milicia de la población, que variaba, como decíamos, en función del número de habitantes de la misma. 

     Aunque esto podía suplirse por el hecho de haber servido en el Ejército, Marina o Milicias Provinciales y hallarse retirado en la clase de Oficial. 

     Los urbanos podían uniformarse de acuerdo a lo establecido en el reglamento, (aunque en el caso de Alcalá desconocemos la indumentaria empleada), siempre y cuando que el propio urbano se costease el uniforme. Pero en el caso de que la uniformidad no existiese o alguien no pudiese costeársela, todos los urbanos estaban obligados a prestar servicio provisto del distintivo de la escarapela característica de las Milicias Urbanas. 

    Por el contrario, nos consta que el armamento, correaje, cartucheras o cananas y munición eran suministradas al igual que las cajas, trompetas y cornetas, por cuenta del Estado, aunque no es menos cierto que no había número suficiente para la totalidad de los urbanos de las Milicias. 

De izquierda a derecha los uniformes de las Milicias
de Cádiz, Puerto de Santa María, Campo de Gibraltar  y Tarifa

      Y para concluir con el apartado organizativo, nos referiremos a los servicios que prestaba la Milicia y que se dividían en ordinarios, extraordinarios y de campaña. Siendo el primero voluntario y los otros dos obligatorios. 

     Se consideraban servicios ordinarios aquellos que se prestaban dentro de la población y su término municipal y que no podían exceder de 24 horas de duración, excepto en caso de guerra, en los que su duración era de un mes y adquiría el carácter de obligatorio. 

      Extraordinarios eran aquellos servicios que excedían del horario del ordinario y los que se prestaban fuera del término municipal correspondiente, siendo preciso que su realización se efectuase por voluntarios y en caso de ausencia de estos por aquellos nombrados por la autoridad civil de acuerdo a un orden establecido por el cual se llamaba a: 

1º.- los solteros; 

2º.- los viudos sin hijos: 

3º.- los casados sin hijos; 

4º.- los casados con hijos. y 

5º.- los viudos con hijos menores. 

     Por el contrario, eran de campaña los servicios a prestar en caso de invasión enemiga o sublevación en la provincia, momento en el que el Gobernador Civil hacia un llamamiento voluntario a los “urbanos” de la provincia correspondiente y de las provincias limítrofes, a constituir batallones y compañías “de campaña” con sus respectivos oficiales, sargentos y cabos. Quedando obligados los presentados a prestar servicios hasta su disolución que ocurrirá en el momento en que haya cesado la causa que obligó a su constitución. 

     Para estos servicios de campaña se preferían los urbanos voluntarios, pero en caso de que estos no fuesen suficientes, podía llamarse a: 

1º.- los solteros: 

2º.- los viudos sin hijos, y 

3º.- los casados sin hijos menores. 

     Obviamente los que prestaban servicios extraordinarios y de campaña podían ser reconocidos con recompensas, resarcimientos y auxilios en función del tiempo empleado en el servicio, al igual que lo eran sus familias en caso de fallecer o quedar inutilizados en la prestación de los servicios. 

    

NOTAS 

(1) cfr. Expediente de Reorganización de la Milicia, 1834, folio 1, A.H.M. Alcalá de los Gazules, Legajo 300. 

(2) cfr. Expediente de Reorganización de la Milicia, 1834, folios 20-22, A.H.M. Alcalá de los Gazules, Legajo 300. , 

(3) cfr. Expediente de Reorganización de la Milicia, 1835, folios 2-3, A.H.M. Alcalá de los Gazules, Legajo 300. 


viernes, 25 de enero de 2013

Alcalá 1877



Ismael Almagro Montes de Oca 

     Enlazando con todo lo expuesto en el artículo “Alcalá en la encrucijada de dos siglos” traemos hoy una carta publicada en el periódico “El comercio” el 14 de noviembre de 1877 donde se narran los últimos adelantos que se produjeron en aquella fecha en nuestro pueblo, tales como la traída del agua o la inauguración de la estación telegráfica y se habla de proyectos previstos, como la plaza de toros, un lavadero público donde hoy están las oficinas del GDR (antiguo colegio del parque), plantaciones de caña de azúcar o la tan ansiada llegada del ferrocarril. Hoy sabemos que algunos de estos proyectos no llegaron a ver la luz. 

     El autor de la misiva es José de Puelles y hemos de aclarar que las fotografías aquí insertadas no pertenecen a la carta original:

“EL PORVENIR DE ALCALÁ DE LOS GAZULES. 

     Esta moderna ciudad, que posee un término dilatado y feraz, un clima benigno y sano y una agrupacion bastante crecida de habitantes, poderosa y grande cuando flotaba en su castillo el gallardo pabellón de los Gazules, oscura y olvidada en estos tiempos de inacabables adelantos, hoy se convierte á la nueva vida de las modernas sociedades y rompiendo con su cercano pasado se lanza á las vias de los fecundos progresos con tal entusiasmo y con actividad tanta, que causan admiracion para los que la estudian y contemplan y estimula vivísimamente á los aun dormidos pueblos de nuestra encantadora provincia. 

     Las riquísimas aguas que en las agrestes colinas de los Regajales se esparcian, sabido es ya de todos que surten en bien situadas fuentes á la poblacion con comodidad y prontitud. 

     Su propietario el Sr. D. Pedro Montes de Oca, ha establecido una en el Carril bajo que llena las necesidades del centro de la población, otra en la calle de Villa abajo que reune preciosas condiciones para la coronilla del pueblo y barrios de Santo Domingo y San Antonio, la antigua en la plaza de la Cruz para el barrio bajo y otra en la calle de los Pozos, una de las mayores de esta y que se encuentra rodeada de infinidad de callejas travesias; además se han establecido instalaciones particulares á precios arreglados en las principales casas de la ciudad y se abriga el convencimiento de que a medida que pase el invierno y si aproxime la estacion de los calores si irán creando otras nuevas. 

     Como hay un gran sobrante de aguas el señor empresario ha presentado un plano al municipio para la construcción en la alameda antigua de un lavadero público, rodeado da un precioso jardin de recreo, obra de tal importancia y necesidad que ha sido acogida con generales aplausos, que es altamente doloroso y sensible el ver en los calurosos dias del estío, centenares de infelices mujeres andar cubiertas de sudor y polvo la legua que separa á la poblacion del valle de Pan-triste, valle simbólico de penas y amarguras por donde corre el Rocinejo, que triste y bien triste es el pan ganado á costa de tantos sufrimientos. 

"la antigua en la plaza de la Cruz para el barrio bajo" 

     Tambien se dice que dicho señor en unión a un acaudalado propietario de esta, van a regar con las aguas abundantes de nuestras cercanas sierras, fértiles prados y dilatados campos de labor para establecer en ellos plantaciones de la caña de azúcar, tan fácil de aclimatar en esta comarca y que tantas riquezas proporciona al pais que las cultiva. 

     El mismo mencionado Montes de Oca está acabando de construir una magnifica casa situada en la calle Real, de cuatro pisos, para establecer en el bajo un buen cafe público y en el entresuelo un casino á la altura y condiciones de los establecidos en pueblos de iguales condiciones de este. 

     Digno, en verdad, es tan laborioso particular de que se le recompense y de que sus aguas hayan tenido tan general aceptación que á no dudarlo quizás sean las mejores de la provincia, por su limpieza, dulzura y salubridad, pudiéndose asegurar que andando el tiempo y esparcida su fama, han de nacer a Alcalá centro de salud y de vida para aquellos individuos anémicos y valetudinarios á quienes se les aconsejan con probados fundamentos aires puros y oxigenados de agrestes montañas, carnes de animales sanos; criados con pastos abundantes y en feraces dehesas, y aguas de sierras que por su pureza y frescura lleven á la sangre con esta á toda la economía ricos elementos de reconstitución y de fuerzas y todas estas condiciones se reunen en la actualidad en esta poblacion. 

Calle Real a principios de siglo XX

     El dia 1º de Noviembre se abrió al público la estacion telegráfica que al enlazarnos con Medina Sidonia nos pone en comunicación con el mundo entero; este adelanto se lo debemos al señor Alcalde 1º D. Manuel Mª Espinosa, y á este mismo señor y á la cooperacion eficasisima del diputado á Córtes D. Eduardo Garrido Estrada, la consecución de los trabajos de la carretera que dieron comienzo á mediados del mes de Setiembre. 

     Tambien se asegura que en el ferrocarril de enlace entre Gibraltar y Jerez, darán cabida a una estación para esta ciudad en el puerto de las Palomas, y si como se dice se realiza, ganaríamos infinito en nuestro comercio de esportacion, que en ganados, granos, yesos, cales, carbones vejetales y minerales, pocos nos esceden en abundancia y en calidad, y de esa manera se completarían nuestras necesidades y en la regeneración de nuestro pueblo, no poco habrán de ganar los comarcanos. 

     Para que nada falte, un café cantante se está estableciendo en la plaza de la Cruz, por iniciativa y coste del señor D. Francisco Arroyo, con todos los atractivos y comodidades de otros análogos y que constituirá un nuevo elemento de distracción y recreo, y de esta manera vemos unido en nuestros adelantos lo útil á lo agradable. 

Hubo meses pasados la idea de labrar una plaza de toros, pero madurado el primer juicio, creyóse empresa no merecedora de nuestros tiempos y tal vez sus iniciadores truequen su proyecto de taurino circo en templo de Talía. 

     Plácemes mil para autoridades y particulares. Alcalá se engrandece por momentos y una aurora de futuras glorias desvanece las oscuras sombras de su pasado; la apatía, indolencia y postracion de sus hijos, se ha cambiado en estimulo y actividad pasmosa. Adelante antigua Regina en tus progresos... adelante y que nuestros ojos vean si es posible el humo de las locomotoras por tus valles y montañas, las azucaradas cañas mecerse dulcemente al compas de los cantares de tus hijos y las aguas de las altivas sierras moviendo potentes máquinas, para envidia de nuestro modesto y perezoso Barbate. 

Alcalá de los Gazules 7 de Noviembre de 1877.- José de Puelles.” 



NOTAS 

(1) El comercio Año XXXV Número 12371 pág. 2. Edición del 14 de noviembre de 1877.

martes, 22 de enero de 2013

El reloj de la Alameda


     Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos de 1991 con el título: "Feliz cumpleaños".

Jaime Guerra Martínez


      Desde que aparecieron los primeros relojes de sol en Babilonia y Judea, que son los más antiguos de que se tiene noticias, la obsesión del hombre por el tiempo, por medir el paso del tiempo ha ido creciendo, hasta el punto de buscar continuamente modos nuevos de interpretarlo, de retenerlo, de acelerarlo, de controlarlo, de hacer de él una medida sin la cual difícilmente podemos imaginarnos nuestra civilización actual. 

     Alcalá de los Gazules pues no fue ajeno a ese interés de ir marcando paulatinamente la medida de su tiempo y para ordenar la vida diaria de forma colectiva recurrió inicialmente a los relojes de sol del que se conserva actualmente uno sobre el tejado del Santuario de Nuestra Señora de los Santos. 

     Pero sería a, partir del siglo XIX con las revoluciones industriales, políticas, sociales... cuando la vida se fue acelerando y debió sentirse la necesidad de unirse a lo que empezaba a ser común y casi imprescindible, contar con un reloj de cuerda público. El lugar señalado para su colocación, la Plaza de San Jorge, plaza principal del pueblo, y en concreto en la parte superior de la torre de la Parroquia. Desafortunadamente el reloj que señalaba la hora por medio de un martillo fue destruido por un rayo en 1898 y hoy sólo queda la huella de donde estuvo situado. 

      El siglo XX se inicia en Alcalá con una etapa de desarrollo y progreso que se tradujo en aumento del poder presupuestario de nuestro Ayuntamiento que llevó a cabo una amplia remodelación de la ciudad. Se pavimentaron la mayor parte de las calles. Se trasladó el Ayuntamiento a la Alameda. Se construyó una nueva casa de matanza... 

     El 4 de Mayo de 1925 la Comisión Permanente del lltmo. Ayuntamiento, siendo alcalde Simón García Ruffo, tomó el acuerdo de adquirir un reloj para su instalación en la entonces Plaza de Montes de Oca, como exorno dentro del conjunto de remodelaciones que se estaban llevando a cabo en la Alameda. Para ello se comisionó al concejal D. Cristóbal Alberto Romero para que hiciera las gestiones oportunas con la Casa constructora dedicada a su venta, sobre el presupuesto, medidas y formas del citado reloj. 

La Alameda con el reloj ocupando el centro de la plaza, su lugar original

     Este acuerdo fue ratificado por el Pleno Municipal, por unanimidad de sus miembros, el 19 de Mayo de 1925, autorizándosele al Sr. Alberto a realizar el contrato de compra con la casa proveedora, pagando ahora la parte consignada en el presupuesto y consignar en el próximo venidero el resto del precio sin que el total excediera de 4.000 pesetas, cifra aproximada del valor total del reloj, que fue comprado en la casa Murua y Lecea y traído por la estación del Gaucín en dos carros de “Los Capachas”, transportistas alcalaínos de aquella época, sirviendo de intermediario D. Juan Navarro. 

     Debió instalarse en 1926 pues en los mandamientos de pago de este año he encontrado dos referencias, una, fechada el 30 de septiembre de 1926 a favor de francisco Ramírez, Juan Jobacho y otros por gasto de montadura y jornales invertidos en la instalación del reloj por un valor de 2.177 pesetas y 15 céntimos; y otra a favor de Cristóbal Alberto, de 24 de Diciembre de 1926, por valor de 1.500 pesetas en concepto de completo pago del reloj. 

      Posteriormente en el año 1966 con motivo de una nueva remodelación de la Alameda, el reloj se trasladó dentro del mismo recinto más hacia su interior rodeándosele de una fuente, que luego se rellenaría de tierra convirtiéndose en un arriate circular de flores. 

La Alameda en 1966, cuando se cambió de sitio el reloj

     En 1967 con el propósito de dejar libre el fondo de la Alameda para los actos públicos y dado que el reloj estaba más veces parado que andando se decidió quitarlo, quedando la Alameda algo huérfana. Sin embargo no fue echado mucho de menos. Desmontado se trasladó a la Casa de Matanzas situada al final de la Calle Nuestra Señora de los Santos, guardándose allá la parte central y superior, mientras la base quedaba arrumbada junto a la pared frente a la Fuente de la Salada. 

     Su recuperación fue llevaba a cabo durante el período de la transición por el Alcalde D. Manuel Romero Mejías en el año 1977 cuando con motivo de la restauración del pavimento de la Playa, se trasladó al final del paseo donde ha permanecido hasta el 21 de Junio en que comienza a desmontarse para volverse a colocar en su lugar primitivo el 27 del mismo mes, con motivo de la nueva renovación de la Alameda, ahora siendo Alcalde D. Luis Romero Acedo. 

El reloj en el Paseo la Playa (1977-1991)
(Fotografía www.facebook.com - Historia de Alcalá de los Gazules en imágenes)

     Su composición es bastante equilibrada y su altura armoniza perfectamente con el entorno, dando a nuestra Alameda un toque de distinción y a los alcalaínos un punto de referencia que a partir de ahora va a ir ganando adeptos. 

     A lo largo de su peregrinaje el reloj ha perdido una guirnalda que suspendía debajo de su esfera y cuatro leones que se apoyaban en la parte superior de su base, que habrá que buscar para devolverlo a su sitio correspondiente de forma y manera que nuestro reloj pueda lucir en toda su integridad. Espero que no sea tarde. 

Fotografía de 1966-67 en la que puede observarse los leones
que adornaban la base del  reloj

(foto colección Manuel Gómez)

     La base aparece decorada en sus cuatro lados por los símbolos de Mercurio, dios de la mitología romana, venerado en la antigüedad clásica por los mercaderes que le consideraban su protector. He de confesar que la premura del tiempo me ha impedido aclarar el porqué de esos símbolos en nuestro reloj. Podrían barajarse varias hipótesis, sobre las que la imaginación puede volar pero sobre las que habrá que investigar para dar una respuesta acertada. De este modo podría pensarse en que siendo la profesión del Sr. Alberto la de comerciante, pudiera habérsele ocurrido entre los distintos modelos que se le pudieran ofrecer. No me parece posible dado el carácter del Sr. Alberto y la poca entidad que el comercio tenia en nuestra localidad si lo comparamos con la agricultura o ganadería. Más bien pudiera ser que se trata de un reloj ya fabricado para otro lugar o que fuera de segunda mano, y que nuestros ediles vieron la posibilidad de adquirirlo a un precio razonable, si no hubo un previo ofrecimiento. Lo lógico hubiese sido que en esos cuadrados llevase el escudo de la ciudad si se hubiese fabricado expresamente para Alcalá. Son opiniones que no contradicen las que ustedes puedan elaborar mientras no aclaremos fielmente este punto. 

     Si comparamos su fecha de instalación, 1926, con la de su vuelta al lugar original, 1991, nuestro reloj cumple 65 años, es decir estaría para jubilarse. Pero en este caso es justo lo contrario. Hoy más que nunca parece que los ojos de los alcalaínos vuelven la mirada hacia él y lo hacemos convertido por derecho propio en un símbolo que comenzamos a valorar no por su utilidad sino por su estética y su simbología. 


     El reloj está de moda, se usa para carteles anunciadores, para campañas institucionales. Aparece en los programas electorales. Y es lógico. El reloj siempre ha sido el mismo, siempre ha querido servir para lo mismo, es decir siempre ha querido servir, ser útil sin más. Es lógico que muchos quieran identificarse con él, ser como él, más ahora que vuelve a colocársele en su sitio, aunque sea como premio de cumpleaños. Pero es que además, nuestro reloj es un símbolo por muchas cosas. Es un ejemplo, es una medida. No le importa su pasado de esplendor, de olvido, de marginación, le importa su presente y quiere echar a andar con una nueva ilusión, en una Alameda remodelada, con un corazón joven y ambicioso, No hay que olvidar por ello que nuestro reloj prefiere estar tirado en medio de la calle que claudicar ante muchas cosas. A nuestro reloj le gusta la armonía, el contemplar las cosas en la distancia, el que se reúnan en torno a él para dialogar con cordura, las cosas a su tiempo. No está reñido con el progreso, le encanta el hombre emprendedor como muestra su base. No le importa ni que lo pongan “negro“ pero hay dos cosas que no soporta: no quiere estar “parado” y le joroban los “camellos”. (1)

NOTAS

     Las fotografías no se corresponden con el artículo impreso.

      (1) Se refiere el autor del artículo al repintado que sufrió el año de la publicación del mismo, de gris a negro y a la utilización de la imagen del reloj en campañas informativas locales sobre drogodependencia en la misma fecha.

viernes, 18 de enero de 2013

Los momentos posteriores al Pronunciamiento de Riego (II)





11 de enero de 1820. 

     O’Donell manda a la compañía de escopeteros y 25 caballos a Medina, donde había una compañía de los sublevados que se retira al ver llegar a los realistas. La compañía ocupa la ciudad sin pegar ni un solo tiro. 


12 de enero de 1820. 

     Rafael de Riego proclama la Constitución en Puerto Real. 


13 de enero de 1820. 

     Riego al frente de una columna, se presenta en Medina, haciendo retroceder a la compañía que ocupaba la ciudad. Según el propio Conde de la Bisbal, el objetivo de Riego era acercarse a Alcalá: 

“Se sabia que el proyecto era recoger los equipages que el bata­llon de Sevilla habla dejado en Alcalá con varias mugeres de oficiales” (1) 

     Desde Alcalá, el conde extrema la vigilancia ante un posible ataque de Riego desde Medina. 

En Alcalá, el conde de la Bisbal esperaba el ataque de riego desde Medina

15 de enero de 1820. 

     Riego abandona Medina ante la sorpresa de la Bisbal que esperaba el ataque a Alcalá. 


19 de enero de 1820. 

     510 hombres del batallón de América, desplazados desde Vejer, se incorporan en Alcalá a las órdenes de O’Donell. 


25 de enero de 1820. 

     La situación de las tropas sublevadas en San Fernando es cada vez más crítica ante la imposibilidad de tomar Cádiz. Se decide que una columna permanezca con Quiroga en la Isla guardando aquella posición mientras que Riego salga con la otra para llamar a los ejércitos a la sublevación. 


27 de enero de 1820. 

     La columna de Riego sale de San Fernando, atraviesa Chiclana y llega a Conil para pasar la noche, abandonando las autoridades el pueblo ante la llegada de las tropas. 


28 de enero de 1820. 

     La columna constitucional se desplaza a Vejer, donde, al contrario que en Conil, es recibida con repique de campanas 


29 de enero de 1820. 

     O’Donell se traslada a Medina, reuniéndose con una división del general Ladrón de Guevara. Por la noche sale hacia Chiclana para cortar la retaguardia de Riego. 


31 de enero de 1820. 

     Riego sale de Vejer para dirigirse a Algeciras, por lo que O’Donell se vuelve a Medina, donde se le unen 400 hombres del batallón de Zamora, 300 del de voluntarios de Valencia y dos escuadrones expedicionarios de dragones del general. 

     Al llegar la noche, la columna de Riego acampa en los cerros del Retín. 


1 de febrero de 1820. 

     La columna sublevada se pone en movimiento, marchando por el puerto de Ojén, dejando Tarifa a la derecha y entrando en Algeciras a las 7 de la noche. 

     Ante estos movimientos, las tropas de O’Donell se desplazan desde Medina hasta Alcalá: 

“……salí en la tarde del mismo dia para Alcalá donde hice noche.” (1) 

“……salí en la tarde del mismo dia para Alcalá donde hice noche.”


NOTAS 

(1) El Restaurador. Edición del sábado 25 de octubre de 1823. Suplemento al nº 106 pág. 9 a 12, donde se inserta carta fechada en Algeciras el 12 de octubre de 1823 escrita por el comandante general del campo de Gibraltar, Enrique  José O’Donell, conde de la Bisbal, narrando los acontecimientos. 

(2) El Restaurador. Edición del domingo 26 de octubre de 1823. Suplemento al nº 107 pág. 9 a 12. 


BIBLIOGRAFIA 

ALCALÁ GALIANO, ANTONIO; “Memorias de D. Antonio Alcalá Galiano”. 1886 

DE RIEGO Y NÚÑEZ, RAFAEL; “Memorias históricas del general Riego escrita sobre documentos originales”. 1820 

Miscelánea de Comercio, Política y literatura. Enero 1820 .Tomo III. Pág 298-300 

Miscelánea de Comercio, Política y literatura. Martes 20 de junio de 1820 nº 112 pág. 4.

martes, 15 de enero de 2013

Alcalá en la encrucijada de dos siglos (II)



  

     Pero dejando de lado las innovaciones en cuanto a comunicaciones, habremos de centrarnos en otros aspectos, que hoy pueden parecernos cosas de escaso interés, al estar habituados a ellas, pero que entonces supusieron grandes avances y comodidades, nos referimos a la conducción del agua hasta la localidad (1877) y a la instalación de la luz eléctrica (1908) 

     En lo tocante a la conducción del agua y para conocer los antecedentes, cabe decir que hasta dicho momento, las fuentes públicas para el abastecimiento de Alcalá eran 8 (Pozo de Abajo y Enmedio, de origen árabe; Pozo de arriba, de 1778; Fuente de la Alameda, construida en 1837; Fuente de las Viñas, de origen árabe; Pilar del Valle, inmediata a la anterior, construida en 1857; Fuente del Rabilero y Fuente de la Salada, con 23 pilares de piedra para dar de beber a las caballerías y servir de lavaderos). Fuentes que como puede verse, en la mayoría de los casos, estaban alejadas del centro urbano lo que ocasionaba el consiguiente carrileo en busca de aguas, lo cual habría de ser bastante penoso. 

Pozo de Arriba

     De este modo la noticia de la conducción de las aguas hasta la ciudad se recibió con gran alborozo, en tanto que significaría un menor camino a andar en busca de las aguas. Para la conducción de estas aguas, de los Regajales a la Ciudad, el Ayuntamiento hizo la pertinente concesión a D. Pedro Montes de Oca Atienza, quien a la sazón era el propietario de la citada finca de los Regajales, puesto que la había adquirido en pública subasta (celebrada el 20 de Agosto de 1875 en el Juzgado de Primera Instancia de este Partido Judicial), y había presentado los pertinentes estudios (realizados por D. Salvador Cerón). Sin embargo, la alegría inicial del grueso de la población fue mermando cuando comprobaron que la adquisición del agua en las fuentes establecidas para tal fin había de hacerse mediante el pago de determinada cuota y gran parte de la población hubo de seguir yendo por el agua a las fuentes de costumbre y las colas de cántaros habrían de continuar hasta bien mediado nuestro siglo. Pero, sea como fuere, la llegada de las aguas fue un gran acontecimiento para la Ciudad y produjo cierta alegría a sus habitantes, como nos dice el autor del siguiente texto: 

     “A las tres y media de la madrugada de este día ha tenido lugar la llegada a esta población de las aguas potables procedentes de los nacimientos de los Regajales (...) cuya dirección ha estado y está a cargo del entendido Ingeniero Inglés Don Guillermo Cooke, que también lo ha sido de las aguas de la Ciudad de Jerez de la Frontera, llenando de la mayor alegría a este vecindario que en una parte bastante considerable se hallaba agrupado en la Plaza de la Cruz, primer punto de salida, admirando su abundancia y buena calidad (..) y se hicieron generalmente demostraciones sinceras del júbilo que le ocasionaba la aparición de dichas aguas tanto tiempo deseadas. Alcalá de los Gazules, Agosto, 12 de 1877” (8). 

 la Alameda en una fotografía posterior a 1926, fecha en que se instala el reloj

     Una buena prueba del agradecimiento del pueblo por la traída de las aguas es el hecho de que el 4 de Octubre de 1877 el Ayuntamiento decidiese cambiar el nombre de Calle de los Pozos por el del artífice del hecho, pasando a denominarse a partir de entonces, Calle de Montes de Oca. 

     Tres décadas más tarde la población asistiría gozosa a la inauguración de otro "gran progreso para la Ciudad", a la inauguración de la luz eléctrica, así el Diario de Cádiz del 7 de Enero de 1908, nos dice: 

     “Según nos escriben de Alcalá de los Gazules, el pasado día 2 se ha inaugurado felizmente la fábrica de electricidad y molino harinero que en dicha población han instalado los señores Don Manuel Nuche y Compañía (...) e inmediatamente se dio luz al pueblo, que recibió con verdadero júbilo aquella mejora que ha de traducirse en beneficios y comodidades para el vecindario y el molino empezó a producir harinas...” 

La Eléctrica en 1908
     Ahondando en este acontecimiento y acerca del nombre "fábrica de electricidad", cabe destacar que en aquel momento sí era una auténtica fábrica, en tanto que allí se producía la electricidad con un motor de "gas pobre", es decir, de carbón, con un carbón de brezo, que además era originario de Alcalá, de modo que la electricidad que alumbraba a nuestro pueblo era genuinamente alcalaína. Pero, volviendo a la noticia del Diario y a fin de matizar la expresión de júbilo a que hace referencia, puede contarse la anécdota ocurrida en el día de dicha inauguración, en que hubo quienes salieron corriendo desde la fábrica en el momento de dar la luz para ver si llegaban a la Plaza Alta antes que ésta. 

     La electricidad se esperaba como una gran mejora y en verdad lo fue. Así, desde entonces, las calles no se iluminarían con los tradicionales faroles de carburo (que sólo se encendían cuando no había luna) y en las viviendas se podría disponer de "una luz más alegre", aunque la potencia de aquellas primeras lámparas era exigua (5, 10 y 16 watios) y a pesar de que la media de lámparas por vivienda iluminada no era mayor de 2 y de que sólo había luz desde media tarde y hasta las doce de la noche. Y volviendo nuevamente a las anécdotas sobre la electricidad, es de destacar que cuando se iba la luz y era necesario accionar de nuevo el motor, había que esperar a que se juntaran en la fábrica todos los zapateros de la población, quienes desde la instalación de la luz eléctrica tomaron como un privilegio propio “el tirar de la correa” que accionaba nuevamente el motor.



     Ahora bien, los cambios no fueron sólo en la materia de mejoras sustanciales en las condiciones de vida de Alcalá, sino que afectaron a todos los órdenes de la vida, y así hubo cambios también en los aspectos religiosos y sociales. 

     En lo tocante a la vida religiosa de Alcalá, se produjo la restauración de la Iglesia de la Victoria (años 10 de nuestro siglo), así como pequeñas obras en la Iglesia de Santo Domingo, pero lo verdaderamente importante se produce al principio del periodo que estamos estudiando y este hecho de tan vital importancia, no es sino la proclamación de la Santísima Virgen de los Santos como Patrona de Alcalá, lo que tenemos reseñado en el documento que, por su interés, reproducimos a continuación: 

     “Arciprestazgo y Curato de Alcalá de los Gazules 

      Tengo una satisfacción en participarles la grata nueva que el Gobernador Ec-co del Obispado me comunica con fecha de anteayer, el Patronazgo de N. Señora de los Santos sobre esta Ciudad y de las cuatro romerías que además se ha servido conceder el Smo Pontífice Pío 9º al Santuario de la misma Señora, en los días de San José, fiesta del Smo Corazón de Maria, id. de N. Sra del Rosario y el Domingo siguiente al de la Inmaculada Concepción de María Sma, (...) Para celebrar con toda la solemnidad posible tan fausto acontecimiento, espero de V. S. se sirva ponerlo en conocimiento del Ilutre Municipio que tan dignamente preside y adoptar las disposiciones que su religiosidad y celo le sugieran al fin indicado. Dios g-ue a V.S. muchos años. Alcalá de los Gazules, 5 de Septiembre de 1877. Francisco de P. Castro. 

Señor Alcalde Constitucional de esta Ciudad=-“ (9). 

     Y sin ahondar más en este tema (que es susceptible de ampliarse en posterior ocasión), pasaremos a dar algunas ideas sobre la cuestión social de una época en que muchos alcalaínos hubieron de vivir o sufrir dos guerras (la del 98 en Cuba y la larga guerra de Marruecos, 1909-1927), los jornaleros vivieron momentos de extrema gravedad, siendo quizás uno de los más angustiosos el de la primavera de 1888 en que a causa de las lluvias torrenciales que afectaron a toda España, muchos de nuestros antepasados pasaron días de hambre y desesperación y algunos de ellos iniciaron el camino de la emigración, teniéndose constatados varios casos hacia la Argentina. Pero, no todo era dramático, también se dan cosas positivas, como es la creación por parte del Ayuntamiento de dos escuelas para niños y una tercera escuela para adultos por parte de la agrupación local del Partido Socialista Obrero, así Santiago Castillo nos dice: 

     “...EI 1 de Enero de 1888, en la calle de los Pozos, número 135; quedaba inaugurada la Escuela Regeneración, impartiéndose lecciones de lectura, escritura, aritmética y gramática. El número de obreros que asiste a ella pasa de 30 a mediados de Febrero, siendo 42 los alumnos a comienzos de Marzo.”      

     Mientras tanto y para las clases adineradas se inauguran el Casino Conservador y el Circulo Liberal y dan comienzo las veladas en el Paseo del Marqués de Mochales, y como dice Ramos Romero en su Historia de Alcalá “...con señores de bombín y chistera y señoras con trajes hasta los tobillos...”. 

     Finalmente y para no extendernos más, sólo citaremos, de pasada, otros acontecimientos que conformarían el cuadro general del Alcalá de 1876-1929, cuales son el arreglo de la Alameda, la construcción de la Plaza de Toros, la conexión por carretera con Algeciras y Cádiz, la llegada de las bicicletas, los automóviles, las primeras líneas de autobuses y otras tantas cosas que mejoraron el nivel de vida de nuestros abuelos, el nivel de una vida de la que dice Keynes, en relación a la Historia Universal, es “un episodio extraordinario del progreso del hombre”, lo cual es perfectamente aplicable a la vida del hombre alcalaíno. 


NOTAS 

(1) a (5) Actas Capitulares, Legajo 41, Libro 1. Acta de fecha 27 de Agosto de 1876. 

(6) Periódico “El Castillo de Alcalá” numero 11, edición del  20 de Marzo de 1918. 

(7) Citado en Sánchez del Arco. Alcalá de los Gazules, Cádiz, Tipografía gaditana, 1893. Pero este lo recoge de ROA Y RIOS Juan. “Descripción Geográfica e Histórica de la Ciudad de Alcalá de los Gazules”. 1877 (inédita). 

(8) ROA Y RIOS. Op. cit. 

(9) Actas Capitulares. Legajo 41, Libro 1, Acta de 27 de Septiembre de 1877. 

(10) La escuela Regeneración se creó por la Agrupación Local del PSOE, que funciona en Alcalá desde Diciembre de 1886, dicha escuela se concibe como centro para obreros mayores de 13 años Esta escuela servía al mismo tiempo como centro de enseñanza, así como lugar de reunión y actividades obreras. 

     Acerca del tema puede verse CASTILLO, S.: "La actividad del PSOE en el Campo: los casos de Alcalá de los Gazules y Grazalema, 1887-1889", en La cuestión agraria en la España Contemporánea, Madrid. Edicusa, 1976. pp. 259-285.

jueves, 10 de enero de 2013

La Guerra civil en Alcalá: Breve crónica de un soldado alcalaíno en el Frente


Ismael Almagro Montes de Oca

     El 18 de julio de 1936 se iniciaba uno de los períodos más funestos y trágicos en la Historia de España, la Guerra civil, propiciada por la sublevación militar y civil contra el régimen republicano. 

     En Alcalá prácticamente no hubo guerra civil, pues desde el primer día una minoría civil, de la clase adinerada, apoyada por la guardia civil y el ejército se hizo con el poder (1). Se suele decir que la Historia la escriben los vencedores, por eso siempre ha parecido que en Alcalá no pasó gran cosa y sin embargo, poco a poco van saliendo a la luz documentos y testimonios que ponen de manifiesto la brutal represión que sufrieron muchos vecinos, algunos por tener ideas distintas a las del movimiento y otros simplemente por ser familiares de algún republicano. 

     Quizá sirva la siguiente noticia para hacernos una idea de cómo se vivió en Alcalá durante el primer año de la contienda bélica. 

     Se trata de una crónica publicada por el periódico ABC (edición Madrid) en la página 5 de su edición del domingo 5 de septiembre de 1937 en la que un soldado alcalaíno que se encuentra en el frente de Pozoblanco, desertor del ejército sublevado se pasa a las filas republicanas y narra lo que otros paisanos le han contado que sucede en Alcalá. Hay que aclarar que el periódico ABC, al estallar la guerra, contó con una edición republicana, al quedar Madrid en el bando rojo y otra fascista, al ser tomada Sevilla por las fuerzas sublevadas. 

     La crónica pertenece a la edición republicana y aunque con la lógica cautela de que se tratase de una información tendenciosa y propagandista, creemos que no debió diferir mucho de la realidad. 

Vista del Paseo en los años de la Guerra civil

     La noticia es la siguiente: 

     “Cartagena 4, 7 tarde. Hemos tenido ocasión de conversar con un evadido de las filas rebeldes por el sector de Pozoblanco. Desde agosto del año pasado estaba en el frente. Es natural de Alcalá de los Gazules, provincia de Cádiz. 

     <<En mi batallón – nos ha dicho – había muchos soldados de mi pueblo, que vinieron a cubrir las vacantes que hacían los rojos, como ellos nos llaman. Estos paisanos me han referido lo que ocurre por la provincia de Cádiz, pues yo, desde que fui al frente, no he vuelto a ver a mi familia. En mi pueblo me informaron que no hay menor de cuarenta y cinco. Los que no fueron fusilados están en el frente. Hace poco se fusiló en Alcalá de los Gazules a 145 personas por creérselas complicadas en ciertos movimientos antifascistas. La vida se hace insoportable. No se puede hablar, ni siquiera mirar, pues por el detalle más insignificante se pasa a la cárcel o al cementerio. 

     Nos habló después de las noticias que tiene sobre la situación del campo en aquella región, y nos añadió que hay muy poco sembrado, y en cuanto a la cosecha, bastante reducida, fue recogida por mujeres y viejos. <<esto me lo han contado mis paisanos en las mismas líneas de fuego y contrasta con el trato que nos dan a los prisioneros los jefes del Ejercito republicano y que es muy distinto a lo que nos decían los jefes facciosos. Por eso, en cuanto tuvimos ocasión nos hemos pasado unos cuantos al campo republicano y muchos esperan la oportunidad de poder hacerlo. Ahora he comprendido más que nunca el por qué los jefes amedrentan tanto a los soldados y cuentan tantas infamias del Ejército del pueblo. Si todos supieran el trato que aquí se nos da y las atenciones para los que tienen la audacia de pasarse al ejercito leal, la guerra se ganaría rápidamente y a favor del pueblo.- Febus.” 

     Días después, concretamente el 10 de septiembre, el periódico republicano "La Libertad", recogía la misma información, añadiendole el tiutlo: "El terror fascista. declaraciones de un preso":



NOTAS 

(1) Coca Pérez, Agustín; “El 18 de julio de 1936 en Alcalá de los Gazules: víspera del golpe cívico militar y represión”; Revista de Apuntes Históricos y de nuestro Patrimonio 20111. Ayto. de Alcalá de los Gazules.

lunes, 7 de enero de 2013

El Castillo de Alcalá (V)




Sector II. Acceso a la torre del castillo. 

     La localización de este sector ha resultado muy interesante, porque se encontraba oculta tras una reestructuración realizada en la entrada a la torre en épocas pasadas. Esto ha contribuido a que el estado de conservación de la escalera de acceso al interior sea muy bueno, a pesar de que el relleno que la colmataba haya facilitado escasos restos materiales y a que sólo se conserva el tramo que lleva al primer piso. El trazado de la escalera de acceso coincide plenamente con el reflejado en el plano que se realizó en 1811. 

     Desde el punto de vista constructivo son muchos los aspectos a comentar. En primer lugar, se observan varios testigos de los antiguos sistemas de cerramiento, también se conservan en la escalera que sube a los pisos superiores una serie de pequeñas bóvedas de arista realizadas con ladrillos. Así mismo, inmediatamente después de la entrada a la torre, ha aparecido un pequeño relieve realizado sobre piedra, es posible que se encuentre entre los tipos de ofitas, que estaba oculta bajo un nivel de escombros que nivelaban un pavimento de momentos recientes. A pesar de que está parcialmente destruido, el relieve parece dibujar un trébol de cuatro hojas, o cruz griega lobulada. Las referencias a órdenes militares se hacen inevitables, pero aún se deben investigar. 

Escalera de acceso a las plantas superiores de la torre

     Durante los trabajos de desescombro y limpieza del acceso al interior de la torre del homenaje del castillo, se halló una moneda formando parte de los niveles de relleno de este sector, y más concretamente en una cota baja de este relleno. Esto es muy importante, ya que nos indica con bastante precisión el momento en el que se inició el proceso de cegamiento de la zona de acceso interior a las dependencias superiores de la torre. 

     El estado de conservación de la moneda es bueno, suficiente para su completa identificación: 

LEYENDA 

- Anverso.- ISABEL II POR LA GRACIA DE DIOS Y LA 

CONST. * 1867 * 

Motivo: Imagen de perfil hacia la derecha de Isabel II. 

- Reverso.- REINA DE LAS ESPANTAS * MEDIO CENTIMO 

DE ESCUDO * 

Motivo: Escudo de la Corona de Castilla y León. 

- Composición: 95% de cobre, 4% de estaño y 1% de cinc. 

- Metal: AE. 

- Peso: 1,2 grs. 

- Diámetro: 15 mm. 


     El valor de esta moneda, medio céntimo de escudo, nos indica que pertenece al sistema del escudo de plata puesto en marcha en 1864 por el Ministro de Hacienda Pedro Salaverría, en él se establecen las siguientes equivalencias: 

10 escudos = 100 reales 

100 céntimos de escudo = 1 escudo 

     Respecto a la referencia abreviada que se realiza a la Constitución en el anverso de la moneda, decir que se trata de la Constitución de 1845, de corte moderado, que en 1856 fue reinstaurada durante el periodo de la Unión Liberal y bajo el gobierno del general O’Donnell. No obstante, la fecha de 1867 corresponde con el gobierno moderado de Narváez. 

Moneda igual a la hallada en la torre del homenaje del castillo


Actuaciones de consolidación y seguridad en la torre. 

     A medida que se avanzaba en los trabajos, se hacia imprescindible apuntalar y consolidar de forma temporal algunos de los elementos estructurales de la torre que iban surgiendo de entre los rellenos de escombros. Por ejemplo, pilares, arcos y vanos. Todas estas actuaciones se realizaron con un objetivo preventivo y para que fueran totalmente reversibles. 

     Respecto a la seguridad, se realizaron dos trabajos: uno, ampliar la puerta de rejas de hierro que da acceso a la torre, y otra, cubrir con una red a la altura del primer piso todo el espacio interior de la torre, para evitar o amortiguar posibles caídas de piedras. 

     La visita aún no es posible, no existen las condiciones de seguridad suficientes, pero todo el trabajo tiene como fin este objetivo de puesta en valor para dar a conocer el castillo de Alcalá de los Gazules al público visitante. 

Labores de consolidación


EXPECTATIVAS 

     Este proceso de consolidación y conservación del castillo de Alcalá de los Gazules todavía no ha finalizado, de hecho se encuentra en la fase de investigación. Está proyectada la recuperación del forjado de los diferentes niveles de habitación de la torre del homenaje con materiales que respeten el entorno original y del que al tiempo se diferencie. En definitiva estas actuaciones servirán para establecer las bases de un proyecto integral de puesta en valor y uso efectivo de los restos conservados de la fortaleza, adecuando el bien patrimonial para la visita del público interesado en la Historia de Alcalá de los Gazules y en su entorno natural, ya que el castillo se sitúa en un lugar privilegiado, que permite disfrutar de todo el paisaje que rodea al municipio. 

     Tanto por el estilo arquitectónico, el fragmento de cerámica con decoración epigráfica hallado en el interior de un pilar, así como por otros productos cerámicos, pensamos, a falta de una confirmación estratigráfica definitiva, que los restos de la estructura que han llegado a nuestros días pertenecen al período almohace (siglos XII-XIII). Sin embargo, no descartamos la existencia de un sustrato más antiguo, ya que se han localizado abundantes restos de época romana, aunque en niveles revueltos. Este apunte tampoco se puede descartar, si consideramos la localización estratégica del Cerro de la Coracha y la proximidad de la monumental construcción romana de la Fuente Salada. 

     Todas las actuaciones arqueológicas se han desarrollado en el interior de la torre del homenaje. Sin duda, es la estructura emergente mejor conservada, pero pensamos que debemos contextualizar los resultados alcanzados en este espacio interior con otras áreas del exterior; conscientes, por otro lado, de que ha sido un castillo muy castigado por los acontecimientos históricos. 

     Con todo lo expuesto concluimos que excavar, consolidar, restaurar y rehabilitar son acciones que con urgencia necesita el castillo de Alcalá de los Gazules. La puesta en valor, que es la síntesis de las acciones citadas, favorecerá un mayor dinamismo turístico en el municipio de Alcalá, al sumarse el castillo y su musealización a otros atractivos como el Parque Natural de los Alcornocales en su conjunto, el entorno de El Picacho en particular y los de la propia villa alcalaína. De este modo, invertir en Patrimonio no sólo amplia el conocimiento histórico, sin duda importante, sino que también participa en las señas de identidad de sus habitantes y activa la necesaria revitalización económica enfocada hacia el Patrimonio Cultural. 

     En síntesis, esta intervención en el patrimonio de Alcalá, junto a otras desarrolladas y por desarrollar, tiene como objeto último promocionar en el municipio alternativas económicas, culturales y sociales que redunden positivamente en sus habitantes. Está ampliamente demostrado que la difusión del patrimonio dirigido hacia un turismo sostenido, que respete los modos de vida del entorno social, hace que sea posible el despegue económico de poblaciones estancadas tradicionalmente en el sector primario, y que hoy se encuentran oprimidas ante su escasa competitividad con otros mercados. 


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