Extracto del artículo publicado en Apuntes Históricos y de nuestro Patrimonio, año 2013
Copias y réplicas conservadas en Alcalá.
Carmen Arias Guerrero
Tras unos meses de trabajo en la iglesia de La Victoria pude observar el culto que se le rendía a la virgencita de los Santos que allí se encuentra. Comencé a interesarme por el origen de esa pequeña escultura, junto con otra similar que se encontraba en la capilla de la Salada. Se trataban de reproducciones a menor escala de la afamada Virgen de los Santos que permanece en el Santuario. Conforme fui indagando y preguntando llegamos a contabilizar hasta cinco versiones de la virgen de los Santos. Estas versiones eran de un tamaño menor pero sin duda cada una encerraba pequeños detalles de la historia de Alcalá. Así fue como pretendimos recoger a modo de inventario las copias escultóricas existentes en el entorno de Alcalá de los Gazules, las que se copiaron para el culto en iglesias de la localidad y las mejores copias para el culto particular. Se trataba pues de hacer una pequeña recopilación de lo que se sabe por el momento sobre estas esculturas así como unas valoraciones sobre las técnicas artísticas y el estado de conservación de cada una de ellas.
Las imágenes religiosas que gozan de enorme devoción suelen ser objeto de múltiples reproducciones (en esculturas, estampas, azulejería). Es algo muy frecuente en el caso de imágenes patronales de gran arraigo y que suelen ubicarse en santuarios apartados de núcleos urbanos (como el de la Virgen de la Cabeza de Andújar, Virgen de Gracia de Archidona). Analizar cada una de estas reproducciones -sobre todo las más antiguas- nos ayuda a comprender el mecanismo de la religiosidad popular, que intenta atraer y acercar una imagen muy venerada hacia su iglesia o capilla más cercana, e incluso acercarla a su propia vivienda. La Virgen de los Santos parece cumplir las condiciones que favorecen la realización de reproducciones escultóricas: su santuario original se encuentra a cierta distancia del municipio, presenta una gran devoción y sólo en contadas ocasiones la virgen visita al pueblo. Como ya indicó F. Toscano (1992) estas copias menores de una virgen principal solían llamarse “imágenes vicarias” porque “sustituyen” a otra imagen de gran veneración. Las originales se movían poco de sus santuarios. Las imágenes vicarias se colocaban allí donde se quería tener presente la imagen principal. La motivación que produce la copia de estas tallas no es otra que la necesidad de tener más cerca la divinidad. Por tanto estas pequeñas miniaturas de una imagen están muy enraizadas con la devoción popular. Algunos creyentes van más allá y encargan réplicas para su culto particular.
Dado el carácter popular de estas pequeñas copias no suelen conservarse fuentes documentales sobre las mismas o son difíciles de localizar (más aún en el caso de aquellas de culto privado). Por ello los datos de esta breve catalogación sobre las “otras Vírgenes de los Santos” han sido recogidos en su mayor parte de fuentes orales.
Fig. 1 Candelero |
Antes de comenzar a describir las imágenes vicarias con advocación de los Santos, es conveniente perfilar lo que sabemos de la imagen principal. La Virgen de los Santos es un elemento cultural y religioso que forma parte indisociable de Alcalá de los Gazules. El culto a esta advocación mariana se remonta como han señalado varios historiadores al siglo XV y el Santuario o primitivo humilladero a la reconquista cristiana. Por eso su altura es relativamente pequeña (98 cm) lo que denota un origen tardogótico (Fig.1). Pero en algún momento aún por precisar se adapta a los gustos y modas para ser una virgen de vestir, incorporando el uso de polleros (1) que triangulan el manto de una forma muy característica al igual que han ocurrido con otras vírgenes de orígenes similares. Es curioso comprobar cómo las sucesivas copias van a realizarse siguiendo esta modificación de estructura. En grabados de 1755 ya aparece vestida con mantos (Fig.2). La advocación como sabemos deriva del trisagio Sanctus, estrofa de la oración de acción de gracias Te deum. En cuanto a la forma de representar esta singular advocación hay que decir que presenta María con el Niño ambos coronados y con cetros. Además el Niño porta el orbe en su mano izquierda. Actualmente está expuesta sobre unas andas (2) y templete realizado en 1675. El alma de estas piezas lo constituye una estructura en madera sobre la que se van superponiendo láminas de plata repujadas. Es importante señalar todos los atributos propios de la imagen primigenia, pues las posteriores copias repetirán esos detalles que identifican claramente la imagen, como es el caso del templete-andas.
Esta es la imagen que llamaremos la original, la primera. Ahora vamos a ocuparnos de las reproducciones. No hay una opinión exacta sobre el matiz entre copia, réplica, versión. “Original” está próximo a autenticidad y se refiere a algo singular que no imita a nada. La copia es la reproducción fiel realizada con los mismos materiales. Sin embargo réplica se considera aquella obra que es copiada pero en materiales y con dimensiones diferentes. Atendiendo a estos conceptos podemos catalogar nuestra Virgen de los Santos y el resto de copias que vamos a considerar en este artículo. Por un lado tenemos a la del Santuario. No hay duda que ésta es la original, por ser la primera que se realizó con esta advocación y por ser la que posteriormente se ha copiado. Sobre la Virgen de los Santos original hemos encontrado hasta 7 copias:
· Virgen de los Santos, de la capilla de la Salada (madera policromada y terracota)
· Virgen de los Santos, colección particular de M.S. Rosado (madera policromada)
· Virgen de los Santos, colección particular procedente de El Jautor (madera policromada)
· Virgen de los Santos, hornacina de la Casa Hermandad Nª Sª de los Santos
· Virgen de los Santos, colección privada de la familia Cordón-Franco (madera y metal)
· Virgen de los Santos, coro de la iglesia la Victoria (madera y metal)
Las cuatro primeras podemos considerarlas copias de la escultura del Santuario, pues siguen en mayor o menor medida a la original, es decir son talladas en madera y posteriormente policromadas. Aunque las anditas y templetes que llevan la mayoría de ellas son réplicas porque están realizadas en madera pero no están chapeadas con metal, es decir no están realizadas con el mismo material ni técnica que la original.
Por otro lado se conservan hasta tres réplicas, pues son versiones de la virgen pero realizadas en otros materiales diferentes. Son pequeñas réplicas de carácter popular realizadas con láminas de metal que luego se policromaban. Por el momento hemos localizado dos, aunque es muy probable que otros particulares tengan alguna una en su domicilio. Otro ejemplo de réplica es la virgen conservada en la Casa Hermandad, realizada con materiales diversos.
A continuación exponemos los datos que tenemos por el momento sobre la procedencia, la calidad técnica y detalles destacables de cada una de ellas.
Grabado de 1858 |
1. Virgen de los Santos, iglesia la Victoria
Se encuentra ubicada en el crucero de la iglesia de la Victoria. Presenta una altura de 40 cm y una buena réplica del templete realizado en madera (policromada con pintura metalizada). Se expone sobre unas andas procesionales, que permite en ocasiones señaladas trasportarla fácilmente y situarla en otros puntos (sobre la hornacina principal del retablo mayor, subirla a la iglesia de San Jorge para las comuniones, sacarla para la procesión infantil). Con los datos aportados de la tradición oral y tras un primer análisis visual puede datarse una reforma de esta imagen a mediados del siglo XX aunque las manos, y rostros pueden ser anteriores. Varias fuentes orales dicen que esta escultura antes estaba en la “parroquia”, es decir en la iglesia de San Jorge, cuando el centro de la vida religiosa se situaba en torno a la Plaza Alta. Hasta que por la avanzada el padre Barberá se traslada a las casas parroquiales de La Victoria en 1955, y poco a poco se va trasladando el culto principal a esta iglesia, incluida la pequeña copia de la virgen de los Santos. En la Fig.3 se observa la virgencita en un altar preparado para la ocasión en el entorno de la Plaza Alta. Pero observamos que esta copia de la virgen de los Santos es de un tamaño inferior en comparación con el templete. Esta imagen era de unos 30 centímetros, pero el padre Barberá mandó en torno a 1955 agrandarla a un carpintero de la familia Rosado, que por entonces había conseguido una para su propio culto (de la que hablaremos más adelante). Al estar agrandada, todo el ajuar de mantos y sayas que posee la Hermandad puede ser intercambiado entre ellas, al tener las mismas medidas.
No se ha podido inspeccionar por el momento si efectivamente esta copia fue agrandada. Algunas fuentes orales siempre citan a una pequeña virgencita de los Santos que pedía por los cortijos y campos del pueblo ¿podría ser ésta, que antes medía unos 30 cm? No se ha podido confirmar pero sin duda la virgen de los Santos -hoy en la Victoria- tuvo que ser una de las copias más relevantes porque se encontraba en la iglesia mayor. Tuve la oportunidad de analizar las manos de esta imagen y son de muy buena calidad tanto la madera (cedro) como la técnica de talla, con un excelente policromado acabado al pulimento (3) de cierta antigüedad. Los brazos articulados son de muy buena factura, pero no se puede precisar por el momento si se corresponden con el retoque de medidos del siglo XX o son anteriores. En cuanto a los rostros, los ojos de la virgen están vidriados. El rostro del Niño es el que está peor conservado debido a sus reducidas dimensiones y presenta muchos signos del paso del tiempo y roces. En general los rostros de la virgencita y del Niño han sido muy retocados, por lo que no se puede afirmar si son de calidad popular o simplemente eran de calidad media y han sido retocados sucesivamente. Los hermanos Rosado eran carpinteros artesanos que además de agrandar la virgen procedente de San Jorge, le realizaron el templete y las andas que hoy vemos en la actualidad. El templete, en cuanto a su forma es una reproducción simplificada en madera.
2. Virgen de los Santos, colección privada de María Sánchez Rosado
Esta copia que hemos mencionado más arriba la encargó su padre que como fiel devoto quiso tener una virgen en su propio hogar. Recogemos por tanto el testimonio de su propietaria. Compró los elementos principales (cabezas y manos) y el resto de la escultura lo realizó con sus propias manos. Tal fue el buen resultado de la copia que el párroco le pidió una para la iglesia. El no era escultor, pero se ofreció a realizarla si le buscaban las partes principales (cabezas y manos). Así fue como agrandaron la pequeña talla antigua para adaptarla a la medida estandarizada de 40 cm.
Fig.4 Virgen de los Santos, col.
particular M.S.Rosado
En cuanto a esta copia de colección particular, podemos reseñar que presenta una gran calidad en rostros y manos. Destaca el detallismo del Niño Jesús, con finos cabellos pintados y gran expresividad en la mirada. El templete es una réplica a escala del original del Santuario, aunque simplifica los detalles decorativos (Fig.4).
NOTAS
(1) Pollero, del lat. pullarĭus, falda que las mujeres se ponían sobre el guardainfante y encima de la cual se asentaba la saya. Por similitud se usa esta palabra para designar las guías o varas que van por dentro de los mantos de algunas vírgenes. El cambio de imagen de bulto por imagen de vestir fue corroborado por el restaurador de la imagen, Ricardo Llamas en la conferencia de presentación (14 de junio de 2013)
(2) Existe mucha confusión entre el término “andas” que popularmente se refiere a todo el conjunto de plata en el que es presentada la virgen, pero que etimológicamente se refiere a la parte inferior, a la base. Es el elemento que permite con los varales cargar o transportar la imagen. A este respecto es muy ilustrativo consultar la publicación sobre el tema de I. Almagro (2012) en http://historiadealcaladelosgazules.blogspot.com.es/search/label/Santuario
(3) Técnica de terminación de las encarnaduras que permite un acabado brillante a base de pulir las capas de óleo, fue descrita por Francisco Pacheco en 1649.
La persona que reparó la Virgen de los Santos de la "Salá" se llama Manuel Jiménez Vargas-Machuca, es natural de Alcalá de los Gazules, donde nació el 23 de febrero de 1.948, maestro, llegó a ejercer como tal en nuestro pueblo, actualmente se encuentra jubilado y vive en Fuengirola (Málaga).
ResponderEliminarEl pasado día 30 de Mayo, en la Parroquia de San Manuel, en Las lagunas de Mijas-Costa, en una preciosa y sentida ceremonia religiosa, presidida por el obispo emérito de Málaga –viejo conocido de nuestra tierra gaditana- Don Antonio Dorado Soto y co oficiada por el Vicario episcopal de la zona, el párroco titular, dos sacerdotes más y un diácono, le fue entregada la medalla Pro Ecclesia et Pontifice, otorgada por el Papa Benedicto XVI, a nuestro hermano, antiguo alumno de la Safa e ilustre alcalaíno, Don Manuel Jiménez Vargas-Machuca.
ResponderEliminarTanto el obispo celebrante, como el párroco, hicieron una pequeña historia de la solicitud y de los méritos de nuestro hermano Manolo, cuyos últimos veinticinco años los ha dedicado, con un trabajo tenaz y callado, a la parroquia de San Manuel. En múltiples y variadas labores: desde el diseño del altar mayor, mobiliario y lámparas, hasta la realización de las cristaleras, pongo por caso; desde la preparación de los futuros esposos al matrimonio, hasta la catequesis de adultos. Trabajo que ya le valió el ser llamado al Consejo Pastoral del Obispado de Málaga, como un consejero más. Y, junto a D. Ramón Tejero, párroco de Las Chapas, también en Mijas Costa, lleva la Escuela de Agentes de Pastoral del Arciprestazgo Fuengirola-Torremolinos.
Todas fueron muestras de cariño, de respeto y de admiración por esa labor humilde y silente de Manolo, por parte de todos los que quisieron dedicarle unos minutos y unas palabras, desde el altar y de las que hicieron partícipe a los feligreses.
Después de la imposición de la medalla por parte del señor Obispo emérito, Manolo tomó la palabra para dar las gracias a todos y cada uno de los que habían representado algo en su vida. Sólo se mostraba agradecido. A Dios, por haberle dado todo, a sus padres, por haberle inculcado la fe con el testimonio de sus vidas, a sus hermanos –y los citó a todos, incluido Richard, que santa gloria goce- y a sus primos, en especial sus primos los Herrera, y a tres mujeres especiales, sus tías Rosario, María y Ramona –y aquí se le quebró la voz-. Se rehizo y siguió con su retahíla de agradecimientos. Gracias a su amigo Cirilo, alguien que ha sido y es muy importante en su vida y que fue crucial en dos momentos puntuales. Y a sus compañeros maestros, y a sus compañeros catequistas y/o colaboradores de la parroquia, a Don Antonio, hoy Obispo emérito, por la consideración y el afecto que siempre le tuvo, y a su párroco, sobre todo a su párroco, José María.
Después de una ovación de más de cinco minutos se dio por terminado el acto religioso, si bien aún estuvo Manolo más de una hora, en las escalerillas del altar mayor, recibiendo felicitaciones y abrazos de todos y cada uno de los asistentes a la ceremonia religiosa.
Posteriormente, en el patio trasero de la parroquia, tuvimos ocasión, durante otras dos horas más, de departir con familiares y amigos, y degustar algunas bebidas y tentempiés con que fuimos obsequiados todos.
Un acto entrañable que quedará para siempre grabado en nuestras retinas y memorias.