Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos 2000
Jaime Guerra Martínez
La presentación el 9 de Abril de 2000 de la Virgen del Rosario que el escultor Juan Martínez Montañés realizó para el Convento de los Dominicos de Alcalá de los Gazules culmina los deseos y anhelos de los amantes del arte en general y de los alcalaínos en particular de poder contar entre nuestra imaginería religiosa con una obra artística de tan notable valor.
Se demuestra con ello que cuando las voluntades se unen, los objetivos son más fáciles de conseguir.
Ha sido necesaria la conjunción de distintas administraciones (locales y autonómicas, civiles y religiosas) así como el interés de alcalaínos y foráneos. Pero el resultado ha merecido la pena y el ejemplo debe seguir por ese camino.
En 1983 y en el Libreto de Feria, origen de esta misma publicación, dábamos a conocer la existencia de la imagen, así como las referencias bibliográficas que López Martínez en su obra RETABLOS Y ESCULTURAS DE TRAZA SEVILLANA hacía del contrato, referencias que volvemos a publicar a continuación:
«Juan Martinez Montañes vecino en la collacion de la madalena como principal obligado e yo Juan de ouiedo entallados vecino de la madalena como su fiador e principal pagador e obligado otorgamos e conoscemos que fomos convenidos y concertados con el padre fray loreço de estupiñan prior del monasterio e convento de santo domingo de la horden de los predicadores de la villa de alcalá de los gazules que esta prefente en nombre de los alcaldes prioste y cofrades de la capilla y hermandad de nuestra señora de Rosario questa sita en el dho monasterio en tal manera que por esta prefente carta nos obligamos de que yo juan martines hure y dore hecha en toda pedido, a contento e fatisfacion de dho padre prior y de la dha hermandad y a la vista de oficiales que lo entiendan una imagen de nuestra señora del rosario paa vestida de medio cuerpo arriba con fu armadura y las demas cosas a ella tocante y que baya con su niño jesus
...la dha imagen a fer de siete palmos de alto y el niño para puesto en los brazos en pie con su peana que sea de una tercia y la dha imagen y niño a de ser de madera de borne la qual dha imagen y niño Jesus he de começar á hazer desde oy en adelante y no alzar mano della hasta lo tener acanalla v fha en toda pedicion de talla y pintura como dho es y me obligo de la dar acunada el dia de nuestra señora de agosto deste año Y al licuar la dha imagen a de fer a costa de la dha cofradia y hermandad por razon de lo (pral he de auer y la dha cofradia me a de pagar 400 reales para en cuenta de los quales recibo del dho padre prior veynte e quatro ducados rrealmente a con efecto y los 180 reales restantes el dho prior y la dha hermandad y cofradia me los ha de pagar en esta ciudad acabada la dha imagen y niño jesus y entregándola el dho dia de nuestra señora de agosto
Y yo el dho lorenço estupiñan por mi y como hermano mayor de la dha cofradía aceto esta escritura e obligo a la dha cofradía por sus bienes e rentas de pagar y que pagaran a vos juan martines o quien vuestro poder ubiere los dhos 180 reales a los plazos e orden en esta escritura contenido.
E otrosi yo el dho juan martines e yo el dho juan de oviedo auemos por bien que fi a el dho plazo no entreguemos fecha la dha imagen que el dho prior y la dha cofradia puedan ynuiar in menfajero desde la dha villa de alada de los ganzules a esta ciudad de feui-lla con un ducado de salario cada dia que fe ocupara yda y esida e buelta a esta dha ciudad e por lo que el dho salario mantere nos puedan executar».
Sin embargo, López Martínez de quién tomábamos las referencias, no hacía una transcripción íntegra ni literal del texto, como se ha descubierto en los trabajos previos a la restauración. Localizado el contrato en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla y realizada dicha transcripción, se puede certificar que el mismo se verificó el 12 de Mayo de 1590 y por él, Fray Lorenzo de Estupiñán, Prior del Monasterio y Convento de Santo Domingo ajusta con Juan Martínez Montañés las condiciones para la talla de la Imagen que fue realizada para la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario.
Entre los aspectos destacados del contrato podemos señalar:
- Es una imagen de candelero, es decir que sólo tiene tallado el tronco, la cabeza y las manos, y está hecha para ser vestida.
- La altura es de siete palmos de alto (150 cms.)
- Le acompaña un Niño Jesús, de pie, de una tercia (27 cms.)
- El coste es de 400 reales.
- La Imagen con el Niño debía de estar lista para el día de Nuestra Señora (15 de Agosto) del año 1590.
- El material utilizado es madera de ciprés, aunque el candelero actual es de borne (pino de segura)
Estamos pues, ante una de las primeras obras del gran maestro de la escultura sevillana barroca, que recordemos, había nacido en la jienense Alcalá la Real en 1568. Obra de juventud, la Virgen no muestra todavía la plenitud que Montañés alcanzaría en el Barroco y sí cierta impronta Renacentista, fijando en ella ciertos detalles que constituyen hoy la firma de su gubia como son la exquisita perfilación de las orejas, la inclinación de la cabeza, la mirada caída, los labios juntos y la suavidad del rostro.
Serenidad, equilibrio y humanidad son las cualidades de esta imagen que a decir de los expertos podría haberse hecho tomando como modelo a la entonces jovencísima Ana de Villegas, con la que Montañés se había desposado tres años antes. Curioso (aunque sólo podamos decir ahora que es una coincidencia) el desarrollo que alcanzó la familia de los Villegas en Alcalá en el s. XVII, rotulándose hoy con su nombre genérico una calle del casco antiguo.
La Virgen permaneció en la Iglesia del Convento de las Cinco Llagas y Santo Domingo hasta la posguerra, años en los que se inicia el desmantelamiento del templo, cerrado al culto desde la década de los años 20, aunque con utilizaciones ocasionales, dispersándose imágenes y altares. Llega entonces la Virgen del Rosario con el Atado a la Columna, un crucificado, San Juan y otra Virgen (la de las Lágrimas) a la Parroquia de San Jorge, permaneciendo al culto hasta la década de los sesenta en un altar situado en el lado de la Epístola frente al actual sagrario. El deterioro de la imagen aconsejó su retiro colocándose en el almacén alto tras el presbiterio. Allí ha permanecido durante más de tres décadas hasta que en 1998 a instancias de Don Gabriel Almagro fue visitada por la Delegada de Cultura de la Junta de Andalucía doña Josefa Caro. Observándose indicios de que pudiera ser la que los documentos bibliográficos señalaban como de Montañés, fue enviada a Sevilla para su estudio y restauración. Estudios realizados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas han confirmado la autoría de Martínez Montañés, convirtiéndose por tanto en la imagen más antigua documentada del escultor, ya que la realizó cuando contaba sólo 22 años y acababa de montar su taller tras aprobar el examen del Gremio.
Pero hacía falta quienes culminaran el proyecto de restauración de una obra apta sólo para consagrados en la restauración. No podían cometerse errores que profanaran el espíritu de la talla del genio de Alcalá la Real. Por eso la tarea se encomendó a dos escultores afincados en Sevilla, Miguel Ángel Pérez y Ricardo Llamas León, dos jóvenes y expertos restauradores que ya habían trabajado en las pinturas de la cúpula y el Camarín del Santuario de Nuestra Señora de los Santos o en la última restauración del Nazareno de Alcalá y que son autores de un San Lucas en la Iglesia Sevillana de Santiago y del retablo e imágenes de la Parroquia de Matalascañas (Huelva) entre otros.
La profesionalidad y vinculaciones a Alcalá les ha hecho volcarse en la imagen de la Virgen del Rosario con una admiración yo diría casi divina. Tuve la oportunidad de visitarlos en su taller sevillano situado en la calle Santiago cuando la imagen estaba ya restaurada (de esa visita son las fotografías que acompañan a este artículo) y quedé admirado del trabajo que habían realizado máxime cuando conocía el estado en el que estaba antes de salir de la Parroquia de San Jorge. Los restauradores sabedores de mi interés me esbozaron los pormenores de la restauración y pude comprender el rigor técnico y el respeto a los trazos originales. Todo un acierto.
En el tratamiento de la imagen siguieron el siguiente proceso:
- Fijación de toda la policromía mediante empapelado.
- Separación de las piezas separadas, eliminación de los restos de cola orgánica cristalizada y encolado de las mismas mediante adhesivos termoplásticos.
- Eliminación de los elementos metálicos.
- Eliminación del repinte del rostro mediante punta de bisturí.
- Reconstrucción del párpado ausente.
- Reintegración de las lagunas de preparación.
- Reintegración cromática aI rigatino mediante técnica reversible.
- Eliminación del yeso que cubría el pecho.
- Recuperación de la policromía del pecho.
- Consolidación de la base del candelero.
- Fijación de las articulaciones de los brazos.
- Realización de unas manos de nueva factura en madera de caoba.
- Barnizado de todo el conjunto.
La Virgen va a quedar definitivamente establecida en la Parroquia de San Jorge, en el Sagrario, pero lo hará en un retablo que procede de Santo Domingo y que remata el medallón del Patrón de los Estudiantes, Santo Tomás de Aquino, bajo cuya protección ponemos los nuevos compromisos con nuestro patrimonio por el Concejal de Cultura don Arsenio Cordero Domínguez, pilar básico en esta restauración. ¡Ojalá no sea la última!
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