Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos 2004
Jaime GUERRA MARTINEZ
Por segundo año me acerco a los exvotos del Santuario con motivo de la publicación de Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio. En este caso como en el año anterior para exponer algunas pinceladas sobre aspectos de nuestra Cultura y Tradición y sobre las personas, en la mayoría de los casos anónimas para el conocimiento público, pero artífice de hechos que han configurado nuestra idiosincrasia alcalaína.
Me ha parecido interesante por ello presentar un exvoto relacionado con la suelta de reses bravas característica de nuestra Fiesta de San Jorge y dar a conocimiento público el nombre de una alcalaína, autora de una pequeña colección de exvotos del Santuario, Antonia Pacheco Roa.
ANTONIA PACHECO ROA
Nació en Alcalá de los Gazules, en la Plaza de San Jorge, en la madrugada del día 30 de Enero de 1857 y fue bautizada con los nombres de Antonia, Francisca, Juana, Isabel, María del Corazón de Jesús. Hija de José Pacheco, oficial de la Secretaría del Ilmo. Ayuntamiento y doña Carlota Roa. Contrajo matrimonio a los 41 años con Martín Román Granado de 45 años y no tuvo hijos.
Falleció el día 9 de diciembre de 1927 en la C/ Villa Arriba, actual Alonso el Sabio, donde vivió desde su matrimonio. La casa sigue perteneciendo a sus descendientes, doña Elvira Pacheco y sobrinos.
Al menos 11 exvotos pueden asegurarse que son suyos (aparecen con su nombre). De ellos 5 aparecen con texto y fecha (años 1897, 1907, 1910, 1912, 1912). Todos acontecen en Alcalá de los Gazules y los beneficiados son: Antonia Correro, esposa de Sebastián Estudillo, Alfonsa Ríos Rodríguez, Anita Ríos López, Francisco Viernez Jiménez y Antonia Fernández Hidalgo
Pacheco pinta la intimidad del dormitorio de la casa familiar de clase media de fines del S. XIX y principios del XX. Suele ser una habitación amplia, reflejo de su casa en Alonso el Sabio, en la que casi siempre se repite el techo de vigas de madera al hilo de la visión del espectador, o el cielo raso de caña y yeso con unas metopitas en las esquinas. La estancia está ambientada por un punto de luz que casi siempre penetra por un balcón con largas cortinas de visillos con encajes. Se recrea en la enfermedad recogida en la persona en la cama, con serenidad, solo visible su cabeza. La estancia la completa una cómoda, unas sillas, cuadros de santos. El dolor está en el ambiente, en los acompañantes vestidos de negro, en sus actitudes de súplica, en su posición arrodillada pidiendo el favor, la ayuda espiritual.
Desconozco si pintaba por encargo o en plan profesional, pero me inclino a pensar que, en su posición económica, en su formación cultural sus trabajos son fruto de una vocación por la pintura. Íntimamente relacionada con el Beaterio, pues su marido don Martín Cumplido fue durante un tiempo administrados de la Casa ha dejado también numerosas obras, que cuelgan en las dependencias de las monjas, y en la que sobresalen los grandes cuadros con ángeles.
Por sus características pictóricas tan definidas, la uniformidad en el tamaño de los cuadros, su colorido, la estructura del cuadro, los exvotos de Pacheco representan un conjunto de un valor muy singular dentro del Santuario en cuya Iglesia han quedado para que permanentemente su memoria se haga presente entre nosotros.
SUELTA DE RESES BRAVAS EN ALCALÁ
La actual Ley de festejos taurinos contempla una serie de posibilidades para los diferentes municipios que han gozado tradicionalmente de autorización para esta manera de expresar una idiosincrasia cultural, esta forma de manifestación pública ante un hecho notorio y alegre, para este tipo de diversión pública.
Hoy, como ayer, han existido normas al respecto, normas que han tendido a proteger al hombre frente al animal o al animal frente al hombre. De ello surge el equilibrio.
No tiene esta pequeña reseña intención de abrir polémica, ni dar opinión sobre un debate que anualmente se abre en los días de San Jorge. Tampoco justificar nada porque este tipo de actividades como todo, se mueve a impulso de las modas y unas veces tienen unos clientes y otras menos.
De cualquier manera, en Alcalá de los Gazules la tradición ha sido festejar en determinados momentos históricos los acontecimientos relevantes uniendo al alcalaíno la figura del toro.
Célebre es la estampa del Rey Gazul alanceando un toro en una litografía de Francisco de Gova, las crónicas centenarias de festejos y accidentes en las celebraciones taurinas en nuestro pueblo. Célebres para la historia local y nacional han sido hombres alcalaínos que han escrito páginas de costumbres y tradiciones, así como el peso ganadero de este pueblo que llegó a obtener como primer eslogan turístico el de Corazón de la Ruta Toro, y que contó con una plaza de toros fija. Digno de señalar es la solución económica para los más necesitados que ha representado los espectáculos taurinos en momentos de calamidad pública (Ejemplo: La Plaza del Hambre).
De todos es conocida la costumbre de soltar toros el día de San Jorge, el día de la Cruz de Mayo, el Sábado del Aleluya.
Pero estas sueltas, contrario a lo que algunos puedan pensar, no eran a capricho. Han estado siempre sujetas a normas y ordenanzas. Precisamente en Alcalá esta costumbre está reglamentada ya en las Ordenanzas del Marques de Tarifa para Alcalá de los Gazules de 1528. El Título XV, Capítulo 30 recoge literalmente:
"Otrosí, porque soy ynformado que el día de la fiesta del Corpore Christie, en cada ano del Conçejo desta villa está en costumbre de gastar de los propios del conçejo della un toro que se compra para lidiar el dicho día de la fiesta, e asymismo que se reparte otro toro para lidiar el dicho día entre los conocedores de vacas y ovejas y carneros y corraleros y boyeros y yeguarizos y caballerizo, mando que aquí adelante el Cabildo desta villa pueda fazer lidiar los dos dichos toros de cada año el dicho dia de la fiesta y gastar los maravedís que se fizieren en los cueros y carne se buelva, el del Cabildo, para los propios del conçejo, el otro, a las personas que contribuyeren para él (Rúbrica). // 07 rº”
Así consta también en las ORDENANZAS MUNICIPALES DE ALCALÁ DE LOS GAZULES (copia certificada fechadas en 1884 por lo que deben ser anteriores) del S. XIX.
Corridas de novilladas
Artículo 13.- No se podrán celebrar corridas de novillos sin previo permiso de la autoridad competente. Los particulares o empresas que lo soliciten se obligarán a construir la plaza o a preparar el sitio donde haya de tener lugar el expresado espectáculo, bajo la dirección del responsable del Ayuntamiento tapando las avenidas y bocacalles de una manera segura para evitar los riesgos que puedan ocurrir siendo de su cuenta los gastos que en todos conceptos ofrecen esta diversión.
Artículo 14.- El encierro del ganado que haya de lidiarse se hará conveniente y que determine la autoridad evitando la aglomeración de personas que a su paso puedan estorbarlo o se expongan a ser atropellados por los mismos.
Artículo 15.- La autoridad presidirá el espectáculo cuidando de la conservación del orden, evitando el mal trato a las reses sin permitir que capeen otras personas que las cuadrillas respectivas.
Artículo 16.- Lidiada que sea una res deberá ser conducida a un cerradero, cerca del campo, no soltándola sino en unión de las demás y esto de noche para evitar las desgracias que de lo contrario puedan ocurrir.
Articulo 17.- La autoridad local armonizará en lo posible los productos que deba tener la empresa o particulares por las corridas que se efectúen con los gastos que las mismas proporciones, teniendo presente en todo caso. que estas diversiones no deben ser como objeto lucrativo y si para proporcionar en general al pueblo una temporada de diversión o entretenimiento o descanso, después de concluidas las tareas agrícolas.
Evidentemente como en todos los acontecimientos en los que intervienen los alcalaínos allí está la presencia espiritual de la Virgen de los Santos. Por ello esta actividad festiva tienen también su reflejo en un exvoto del año 1770.
Ex-votos 95
Año 1770. Estando Juana Romero Ribas natural de Alcalá de los Gazules con otras personas en la puerta de una casa divirtiéndose en ver baxar los toros que salían la plaza se entró uno de ellos en el patio de otra casa y después de atropellar a algunos embistió con ella y ensaltandola por el pelo la arrastró por el suelo la que por intercesión de Nuestra Señora de los Santos a quien todos se encomendaron no recibió daño.
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