Pero volvamos a los acontecimientos militares de la guerra con Marruecos.
A finales de noviembre de 1924, por las cercanías de las fiestas navideñas, desde el Ayuntamiento (aunque seguramente la propuesta vendría de organismos superiores, pero no queda constancia escrita de ello) se decidió organizar una campaña para recaudar fondos con los que agasajar a los soldados en África en dichas fiestas:
“Se trató de ver el medio de recaudar fondos para el aguinaldo del soldado y por unanimidad se acordó que el Ayuntamiento contribuya con doscientas pesetas; que se impriman unas hojillas escitando al vecindario a que contribuyan con lo que tenga por conveniente a tal objeto que por la Presidencia se dirija atento B. L. M. a los Presidentes de Casinos o Círculos de recreo de la localidad rogándole que en dicho centros abran suscripciones con el mismo fin de recaudar fondos y finalmente que la Comisión municipal permanente invite al Sr. Párroco para que con ella recorra la población postulando con el indicado objeto y todo lo que se recaude sea remitido a la capital de la provincia a quien corresponda para que se le dé el destino y aplicación debida.”[23]
Esta colecta se llevó a cabo en las dos primeras semanas del mes de diciembre, recaudándose un total de 1018 ptas. tal como queda recogido en las actas del ayuntamiento del día 20 de diciembre, que nos aportan además un dato importante, el número de alcalaínos que se encontraban combatiendo en Marruecos, ascendiendo a 42:
“Por la Presidencia se presenta relación de la inversión de la cantidad recaudada para el Aguinaldo del soldado cuyo detalle es el siguiente:
Cantidad recaudada 1018.75
Enviado al Gobernador Militar del Campo de Gibraltar 50.35
A 42 soldados que se encuentran en
Marruecos hijos de esta localidad
según relación presentada por sus
Marruecos hijos de esta localidad
según relación presentada por sus
familias a razón de 22.75 ptas. Cada uno 955.50
Derechos de los Giros 10.50 1016.35
Diferencia o sobrante de 2.40
Que se acuerda por unanimidad donarlo a la Hermandad de San Vicente de esta Ciudad.”[24]
Volviendo con el tema de las lápidas, no tenemos constancia de que la conmemorativa del aniversario del Directorio militar se colocara en la Alameda, tal como se había acordado, ni de la fecha de su inauguración. Lo que sí es seguro es que, en enero de 1925, aún no se habían colocado ninguna de las placas, puesto que en la sesión celebrada por los miembros del ayuntamiento el día 3 de dicho mes, se encargó al teniente de alcalde D. Manuel Marchante que redactara “la inscripción de la lapida que se tiene acordado colocar en conmemoración de los hijos de esta localidad que han muerto combatiendo en Marruecos.”[25] El texto que redactó fue el siguiente:
“A LOS SOLDADOS ALCALAÍNOS MUERTOS EN MARRUECOS
EN PLENA JUVENTUD TUVISTEIS LA HONRA DE MORIR
DEFENDIENDO EL HONOR DE LA PATRIA
DIOS HABRA PREMIADO VUESTRO SACRIFICIO
CONCEDIENDOOS LA ETERNA RECOMPENSA
QUE DA A LOS JUSTOS.
VUESTRA PATRIA CHICA SE ENORGULLECE
DE LLAMAROS HIJOS PREDILECTOS.
EL AYUNTAMIENTO INTERPRETANDO EL SENTIR POPULAR
DEDICA A VUESTRA MEMORIA LA PRESENTE LAPIDA”
La lápida llevaba grabada la fecha del 23 de enero de 1925, día en que se pretendía inaugurar y que explica toda esta urgencia en torno a la colocación de las mismas, puesto que, en esa fecha, el General Primo de Rivera se encontraba en la zona, visitando Algeciras y Jerez, su ciudad natal. Tal vez se tenía la esperanza de que acudiera hasta Alcalá para presidir el acto del descubrimiento o quizás hubo contactos para que así fuera. De hecho, se organizó una comitiva de la corporación para desplazarse hasta la localidad campo gibraltareña para recibirlo. Sin embargo, la misma no estuvo formada, como sería lo lógico, por el alcalde, D. Simón García Ruffo ni por los primeros tenientes de alcalde D. Manuel Marchante Romero y D. Cristóbal Alberto Romero, ya que habían partido hacia la capital de España para participar el día 23 de enero en una “gran manifestación Monárquica y Patriótica” con motivo del santo del monarca Alfonso XIII y para entregarle un pergamino con el nombramiento de Alcalde honorario de Alcalá, tal como iban a hacer muchos pueblos y ciudades asistentes a dicha fiesta,[26] sino que fue el tercer teniente de alcalde, D. José Sandoval Moreno (Caprichos del destino: el mismo que tiempo después se convertiría en el primer alcalde de la II República en Alcalá, que moriría fusilado, recibiendo al instaurador de una dictadura…) y los concejales D. Rafael Espinosa Espinosa, D. Antonio Serdero Rodríguez, D. José Domínguez Gómez y D. Agustín Pérez Macías.[27]
Efectivamente, dicha comisión se desplazó hasta Algeciras,[28] pero el descubrimiento de las lápidas no se produjo el día 23 sino que se haría con posterioridad al 2 de febrero, fecha en que los miembros de la Comisión permanente acordaron: “señalar para la celebración del homenaje al General Primo de Rivera la misma fecha que la Junta local de 1ª Enseñanza señale para la fiesta del Arbol y en el mismo día celebrar también la de la conmemoración de los hijos de la localidad fallecidos combatiendo en la campaña de Marruecos, autorizándose al Sr. Alcalde-Presidente para que disponga los actos y organización de los mismos.”[29]
Esta fiesta del Árbol, una celebración recuperada por el directorio de Miguel Primo de Rivera, se celebró en Alcalá un día indeterminado que no hemos podido precisar, entre el 2 y el 28 de febrero, fecha en que se efectúan varios pagos relacionados con la fiesta.[30]
Como hemos visto, una vez fallido el intento de inauguración el día 23 de enero, se optó por realizar el acto junto a mencionada fiesta, lo que no fue óbice para que el Ayuntamiento quisiera darle la importancia que se merecía a tan relevante evento, pues incluso se repartieron por la localidad impresos anunciadores de la Fiesta del homenaje al General Primo de Rivera[31] a fin de congregar al mayor número posible de vecinos y no contar sólo con la presencia de los escolares.
Hay que añadir que el mármol de la lápida de los Caídos en Marruecos, junto con cuatro garras, fueron adquiridos a Francisco Sánchez Camacho por la cantidad de 325 ptas.[32] y que el maestro albañil Francisco Ramírez fue el encargado de colocar ambas placas.[33]
Conviene también hacer algunas precisiones sobre la placa. La primera es que la afirmación de que los fallecidos fueron nombrados hijos predilectos no es correcta, puesto que ni en las actas de las sesiones del ayuntamiento pleno ni en las de la comisión Permanente aparece absolutamente nada al respecto. Por tanto, debemos considerar que esa expresión se debe a una “licencia poética” que se permitió el redactor del texto de la lápida. La segunda es que, aunque no se mencione el lugar donde fue colocada, la misma aparece en fotografías antiguas de los años 60 y 70 del pasado siglo junto a las Casas consistoriales en la Plaza Alta, por lo que ese sería el lugar escogido, a no ser que en algún momento indeterminado posterior se trasladase a ese lugar, hecho que consideramos improbable puesto que, en las actas del ayuntamiento, al menos hasta finales de 1940, no se recoge nada.
Llegados a este punto, cabe preguntarse, ¿y la Cruz de los caídos? ¿No fue erigida para honrar la memoria de los fallecidos en la guerra de Marruecos, tal como se asegura? ¿No quedaría algún rastro sobre su construcción, máxime tratándose de un monumento, más importante si cabe, que la propia lápida? Hasta aquí, silencio absoluto. Ninguna noticia, ni en actas ni en cuentas del ayuntamiento ni siquiera en prensa. Absolutamente nada sobre la Cruz.
Pero antes de abordar el origen de la Cruz, sigamos con las noticias de la guerra de Marruecos que llegaban a nuestra ciudad y así, el 23 de marzo, el Delegado Gubernativo envió un escrito a la corporación para que se recaudaran fondos con destino a los mutilados de África e instando a constituir una Junta organizadora.[34] Meses más tarde, en septiembre, sería el ayuntamiento el que enviaría un telegrama a Tetuán al Alto Comisario felicitándole por los recientes triunfos del ejército español.[35] En el mismo mes, el día 26, sería el Gobernador militar del Campo de Gibraltar quien pediría se recaudasen fondos para los soldados mutilados de África, petición que fue desestimada por los regidores porque ya se había hecho una colecta coincidiendo con la feria de septiembre y pocos días antes de recibir el oficio del Gobernador, el día 22 “se le remitió directamente al Patriarca de las Indias 252,89 ptas. de lo que se había recaudado en esta Ciudad el día 10 del repetido septiembre para el Hospital de misericordia de la localidad y el mutilado de África.”[36] Precisamente el 8 de septiembre se produciría un acontecimiento que terminaría por decantar la contienda del lado español, el desembarco de Alhucemas. Tras este desembarco, y ante las buenas noticias que llegaban del continente africano, se volverían a enviar telegramas de felicitación al General en Jefe del Ejército, así como al gobernador civil dándole cuenta de los festejos celebrados en la localidad con tal motivo: “…del jubilo de la población por tales triunfos obtenidos, manifestados con repique general de campanas, iluminaciones, colgaduras y cohetes.”[37]
A finales de año, el 5 de diciembre, la comisión permanente del Ayuntamiento, a instancias del Delegado gubernativo de la zona, se sumó a la petición del Ayuntamiento de Vera para solicitar al rey “el indulto de los militares que habiendo luchado contra el enemigo, se hallan sufriendo alguna condena y en conmemoración de los triunfos de las Armas Españolas en África”[38]
Asimismo, como en el año anterior, se organizó otra campaña para el Aguinaldo del soldado, contribuyendo el Ayuntamiento con la cantidad de 50 ptas.[39]
El año terminaría con gratas noticias, ya que se tuvo conocimiento de que el alcalaíno Gonzalo Méndez, empleado de la Compañía Colonizadora, que se encontraba prisionero de los insurrectos, logró fugarse con siete soldados y llegar hasta Melilla, donde recibió la visita del otro alcalaíno secuestrado: “Entre los visitantes estuvo el señor Jiménez Pajarero, que fue también prisionero de Abd-el Krim, y que, como Méndez, es natural de Alcalá de los Gazules”[40]
Finalmente, este conflicto acabaría en julio de 1927 con la rendición de Abdel-krim, enviando nuestro ayuntamiento felicitaciones al presidente del Consejo de Ministros y al Alto Comisario en Marruecos por el feliz y victorioso término de la campaña de África. [41]
NOTAS
[23] Ib. Folio 373 y 374. Sesión del 29 de noviembre de 1924. Punto 4º
[24] Ib. Folio 393. Sesión del 20 de diciembre de 1924
[25] Ib. Folio 397. Sesión del 3 de enero de 1925
[26] AMAG. Actas de la Sesiones de la Comisión Permanente. Sesión del 10 de enero de 1925. Libro 56 Folio 3
[27] Ib. Sesión del 17 de enero de 1925. Folio 10
[28] Ib. Sesión del 2 de febrero de 1925. Folio 16. Se acuerda el pago de una factura de 1707,90 ptas. por gastos de hospedaje y locomoción de las comisiones que fueron a Algeciras, Cádiz y Madrid.
[29] Ib. Folio 16. Punto 8º
[30] Ib. Folio 34. Por los datos contenidos en la sesión del 28 de febrero, sabemos que había una Compañía de Teatro en la localidad y que dicha compañía hizo una función gratuita para los niños de las Escuelas Nacionales con motivo de la fiesta del Árbol, autorizándose al alcalde para que diera una gratificación a la misma, que consistiría en 50 ptas. al que suponemos su director, Francisco Gracián (sesión del 7 de marzo. Folio 37 y 38) Asimismo, también se dio una merienda a los escolares, pues en la sesión del día 27 de abril (folio 68) se abonan a Antonio Serrano la cantidad de 60 pesetas por 600 piezas de pan para los mismos.
[31] Ib. Folio 68. En la sesión del 27 de abril se autoriza el abono de 23 ptas. a José Espejo por los impresos.
[32] Ib. Folio 27. Sesión del 21 de febrero de 1925
[33] Ib. Folio 32. Sesión del 28 de febrero. Se le abonaron 40 ptas. Por dichos trabajos.
[34] Ib. Folio 53 y 54. Sesión del 28 de marzo de 1925
[35] Ib. Folio 138. Sesión del 14 de septiembre de 1925
[36] Ib. Folio 146. Sesión del 5 de octubre de 1925
[37] AMAG. Actas Sesiones de la Comisión Permanente. Libro 56. Folio 148. Sesión del 5 de octubre de 1925. Los cohetes y bengalas se compraron a Juan Armenta y María Torres por 17 ptas. (sesión del 10 de octubre. Folio 151)
[38] Ib. Folio 174. Sesión del 5 de diciembre de 1925
[39] Ib.
[40] Edición del 25 de diciembre de 1925 de La Voz (Madrid) Año VI nº 1618 pág. 2
[41] AMAG. Actas Sesiones del Ayuntamiento Pleno. Libro 26. Folio 119. Sesión Extraordinaria del 16 de julio de 1927
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