viernes, 15 de marzo de 2013

La Devoción alcalaína en los Siglos XVII y XVIII (III)



2.- EL CULTO A LOS SANTOS


     En la segunda categoría analizaremos el culto de los distintos santos y santas existentes en los templos alcalaínos. 

     En el siglo XVII aparecen menciones de 10 santos y 4 santas, estando el culto bastante repartido, siendo San Francisco de Paula quien ocupe el primer lugar en el devocionario popular. 

PORCENTAJE DE LAS MENCIONES DE SANTOS EN TESTAMENTOS EN EL SIGLO XVII 

     En el siglo XVIII nos encontramos con 11 referencias a santos y 2 a santas, destacando el auge del culto al patriarca San José, en detrimento del de San Francisco de Paula, que se ha visto reducido a la mitad. 

PORCENTAJE DE LAS MENCIONES DE SANTOS EN TESTAMENTOS EN EL SIGLO XVIII 


     En el siguiente gráfico observaremos que en el siglo XVII el primer lugar está ocupado por San Francisco de Paula, titular de su convento, seguido por San Francisco de Asís y San Vicente Ferrer, ambos del convento de Santo Domingo y a continuación aparecen los santos titulares de las ermitas, San José, San Sebastián y San Vicente. El siglo XVIII se presenta más difuso, con un fuerte descenso de las primeras imágenes de los conventos. 


COMPARATIVA DEL PORCENTAJE DE MENCIONES DE SANTOS EN AMBOS SIGLOS 


San Francisco de Paula 

     Es el santo más citado en los testamentos del siglo XVII con 4 menciones (5,33 %),  masculinas y 1 femenina, estando las mismas repartidas a lo largo del siglo y siendo 3 por encargo de misas y 1 por donación de un velo. 

     En el siglo XVIII son 8 las referencias encontradas de esta imagen (2,80 %) repartidas por igual entre hombres y mujeres. De todas, 6 se producen en la segunda mitad del siglo. 

     Tan solo 1 mención es por encargo de 3 misas, mientras que recibe en 3 donaciones 1 cahiz y 1 cuartillo de trigo y un velo. Otras 4 limosnas se producen en metálico importando la cantidad de 42 reales y 40 pesos. Estos últimos proceden del testamento del beneficiado Francisco manzano y Ortega que en 1766 “mando por via de limosna y por una vez a la imagen de Sor. Sn. Franco. De Paula Qurenta pesos excudos para acabar de componer el pie de su altar” (6) 

San Francisco de Asís 

     Esta imagen es mencionada 3 veces (4 %), dos de ellas el mismo año, 1622 y por encargo de misas. Pero el dato más interesante lo encontramos en el testamento que Francisco Benítez de Peña otorga el 18 de septiembre de 1610 ante el escribano Juan Baptista de Coca, pues en él hallamos el origen de esta imagen: 

“yten mando que de my azienda saque mi yjo andres diaz de Peña lo que fuera menester para adornar nuestra capilla y traiga la ymajen de mor (señor) San Fco. De Asis con la mor (mayor) moderación en el precio que pudiere ser” 



     En el siglo XVII solo aparece 1 vez (0,35 %) en el testamento de Pedro Rufo Ahumada y Morejón por donativo de 50 reales. 

San Vicente Ferrer 

     Esta talla, del convento de Santo Domingo, es mencionada en 3 testamentos (4 %) siendo todas las menciones femeninas y por encargo de misas. En el testamento de Quiteria de los Reyes fechado el 25 de diciembre de 1600, entre las diversas misas encargadas hallamos lo siguiente: 

“yten mando por su anyma treinta y tres misas ofrecidas al señor san bicente Ferrer del dho convento” 

     En el siglo XVIII no aparece este santo en ninguno de los testamentos estudiados. 

San José 

     Este santo, que recibía culto en su ermita en las inmediaciones de la antigua puerta de la villa, aparece en 2 testamentos (2,66 %) en el siglo XVII, siendo ambas del último cuarto de siglo, concretamente de 1684 y 1695 y ambas por donativos en metálicos. Martín del Monte, en su testamento otorgado el 27 de octubre de 1695 “mando a la cofradia del Sor Sn Joseph veinte y sinco reales = Y veinte y sinco a la hermandad de dho Rosario” 

     En el siglo XVIII se produce un importante aumento del culto a este santo, siendo 20 las menciones recogidas en los testamentos (7,01 %), 13 de hombres y 7 de mujeres. Encontramos 6 referencias por encargo de misas. Otras 6 los son por donativos de 450 reales. En 1757 Jacinto Alonso de Almansa “mando sesenta reales a la hermita de San Joseph para ayuda del retablo” (7) 

     También nos encontramos otro tipo de donaciones, como 2 toros, 1 rosario de plata, 2 candelabros de plata, 2 libras de cera, 3 fanegas y 1 cuartillo de trigo. 

     En el testamento que el beneficiado Cristóbal Collado y Doncel otorgó el 20 de noviembre de 1755 en mancomún con 2 de sus hermanas se recoge: “mandaron las casas de su morada y el cortixo qe gosaban con todos las tierras de lavor de qe. Se compone qe. Son quatro caballerías y tres quartos a la cofradía de el Smo. Sacramento sita en esta Parroq. y a la de Sr. Sn. Josef en su propia Hermita” (8) 

San Sebastián 

     San Sebastián recibía culto en ermita propia, en el barrio que hoy lleva su nombre junto a la calle Los Pozos. 

     En el siglo XVII son 2 las menciones (2,66 %) ambas de mujeres, una en 1622 por encargo de 3 misas y otra en 1680, en el testamento que María Morejón y Zurita otorga el 28 de mayo ante el escribano Alonso de Coca, en el que consta: “ytem mando a la capilla de san sebastian seis pesos para ayuda a la obra=” 

     En el siglo siguiente encontramos 3 testamentos donde aparece San Sebastián (1,05 %) todos de hombres y en un intervalo muy cercano en el tiempo, entre 1727 y 1731. 2 son por encargo de misas y en el tercero por un donativo de 15 reales. 

San Antonio Abad 

     En 1682 los frailes mínimos se trasladan desde el antiguo convento de la Consolación en el barrio de San Antonio hasta el nuevo situado en la Alameda de la Cruz. En el antiguo, queda una única imagen, San Antonio Abad. 

     En 1693 encontramos la única referencia a este santo en los testamentos del siglo XVII. Se produce en el de Catalina Romero el 18 de noviembre, donde consta: “mando se le digan por su anima otras dos misas mas resadas en la hermita del señor San Antonio y se pague la limosna”. Con el abandono de los frailes, dicha ermita empezó a conocerse indistintamente como de San Antonio o la Victoria vieja. 

     En el siglo XVIII las menciones encontradas son 5 (1,75 %), de 3 hombres y 2 mujeres. Por tres de ellas sabemos que contó con cofradía propia entre 1714, fecha en que Bartolomé Garrobo dona 18 reales que le debían a la misma y 1783, año en que Juan Vallejo de Lima hace testamento el 25 de mayo y en que declara que fue mayordomo de la cofradía de san Antonio Abad y la misma le adeuda “novecientos sesenta y quatro rs. vn. (reales de vellón) qe. supli en el tpo. (tiempo) qe. fui mayordomo” 

     Además la cofradía es como nombrada heredera en el testamento de Antonio Muñoz Ballesteros, de oficio pregonero, otorgado el 16 de junio de 1730: “Y por sus herederos a la capilla de la Beatissima trinidad sita en dha Yglesia Parrochial Para el culto y augmento de su retablo; Y a la hermandad del santo Antonio abad en la victoria vieja para maior cuto y augmento de su hermita”




NOTAS


(6) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro Funerales 6º. Partida de funeral de Francisco Manzano y Ortega el 27 de julio de 1766. 

(7) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro Funerales 5º. Partida de funeral de Jacinto Alonso de Almansa el 5 de mayo de 1757.

(8) Archivo Parroquial de Alcalá. Libro Funerales 6º. Partida de funeral del Beneficiado Cristóbal Collado y Doncel el 8 de agosto de 1776. 

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