viernes, 25 de diciembre de 2015

El cancionero popular alcalaíno (IV)




4.- Villancicos.

       Siguiendo con las coplas y melodías que en 1957 recogiera en nuestra tierra el musicólogo Bonifacio Gil García dentro de las “misiones folklóricas”, nos encontramos con dos villancicos que fueron dictados por la señorita Elena Pastor Morales, natural de Alcalá, de mediana posición económica.

      Se trata de dos villancicos muy populares, pero con variaciones en las letras. Sobre el primero de ellos, cuenta que lo aprendió siendo niña, de su madre, de la misma ciudad. Refiere que se seguía cantando después de la misa del Gallo durante la adoración al Niño, así como en las “Jornaditas” que daban comienzo el 16 de diciembre después del rezo del Santo Rosario, junto con otros cánticos navideños. Sobre el segundo, dice que también lo aprendió de niña cuando se cantaba en navidad en las casas de sus vecinos.
 
 

Una pandereta suena

Una pandereta suena,
Yo no sé por donde irá.
Caminemos, caminemos,
Hasta llegar al portal. Que ya.

Ajay, pastorcitos del monte subir,
Ajay, pastorcitos del monte bajar,
Ajay, cantaremos la gloria que ya,
Ajay, pastorcitos del monte bajar.

Me lo durmió una zagala,
Blanca y rubia como el sol,
Que tenía un eco tan dulce
Que pudo dormir a Dios. Que ya.

Ajay, pastorcitos del monte subir,
Ajay, pastorcitos del monte bajar,
Ajay, cantaremos la gloria que ya,
Ajay, pastorcitos del monte bajar.

Al ruido que llevaba
El santo José salió.
No me despertéis al Niño,
Que hace poco se durmió. Que ya.

Ajay, pastorcitos del monte subir,
Ajay, pastorcitos del monte bajar,
Ajay, cantaremos la gloria que ya,
Ajay, pastorcitos del monte bajar.


La virgen va caminando

La virgen va caminando
Por una montaña oscura.
Alza vuelo de una perdiz,
Se le ha espantado la mula.

La mula relincha
Y el buey bala,
Y el Niño de Dios
Dormido se queda.

La virgen va en puerta en puerta,
Pidiendo tinta y papel,
Para escribirle una carta
A su esposo Saan José.

Ya no quiere tinta,
Ni quiere papel,
Porque ya ha llegado
Su esposo San José.
 
 

sábado, 19 de diciembre de 2015

ALCALA DE LOS GAZULES. GOLPE DE ESTADO. JULIO DE 1936 (III)




       De excepcional importancia tiene el documento que a continuación se presenta. Corresponde a la declaración que realiza J. T. J. (omito en este extracto el nombre) dirigiéndose a Falange para que sea admitido entre sus filas. Está fechado en enero de 1938 y entre otra información, nos describe cuál había sido su actuación antes y después del 17 de julio de 1936. Como veremos en su propia declaración, su protagonismo es tan extraordinario, que incluso desde la Guardia Civil se le insta a que se tranquilice y no sea tan diligente en sus actuaciones; llegará a ser detenido. En concreto, como veremos, se apresura a detener a miembros de la corporación, "pistola en mano" como él mismo describe, incluso antes de que se hayan recibido las instrucciones de las nuevas autoridades golpistas. El propio J. T. J. se queja en su declaración de esta actitud por parte del Alférez de la Guardia Civil. Relatará en primera persona cómo participa en la detención del alcalde y otras personas, cómo participa en salidas y como, en definitiva, es protagonista de los episodios más tenebrosos ocurridos en nuestra localidad. Se quejará de que a pesar de su protagonismo “laborando en pro del Movimiento Nacional”, según sus propias palabras, “el trato que está recibiendo no es el adecuado”. Cuánta responsabilidad tendrá cuando son las mismas autoridades a las que ha servido las que tienen que cesarle. El relato de los hechos demuestra la actividad que el citado J. T. J. tuvo y tendrá en los meses posteriores. Su nombre es referido de forma unánime por todas las personas con las que he hablado sobre la represión que se produjo en nuestra localidad.

      Es necesario destacar, para una mejor comprensión del documento, que el citado individuo había sido expedientado y expulsado como Jefe de la Guardia Municipal de Alcalá de los Gazules por la Corporación Municipal, presidida por Antonio Gallego Visglerio. Conoceremos con detalle (en el capítulo completo) el expediente que se incoa para su expulsión y veremos las consecuencias que traería para algunos el haber participado en dicho expediente.

       Finalmente, la propuesta de afiliación a Falange es rechazada por el Jefe Local, Juan Armario Carrillo, con argumentos que ayudan a comprender el carácter violento, "matonismo" es la palabra exacta utilizada, de este individuo. La recomendación del Jefe Local es la no admisión “en nuestras filas, ya que ello sería grandemente perjudicial para la organización (...)”


       Su declaración, íntegramente transcrita, es la siguiente:

      “Antes del 17 de julio de 1936. Cesante del cargo de jefe de la Guardia Municipal, perseguido y encarcelado en esta Ciudad y en Medina Sidonia por su significación Monárquico- fascista.

      Después del 17 de julio de 1936. Se afilió a F.E.T y de las J.O.N.S. trabajando por la causa de la Organización.

      Actos que ha realizado contra el marxismo y a favor del movimiento nacional. El 20 de julio de 1936, al tener conocimiento del alzamiento Nacional, fue el primero en lanzarse a la calle, pistola en mano, en unión de varios jóvenes de la organización y otras personas de orden, imponiéndose al elemento marxista lo que se consiguió, no se adueñara de esta población el referido elemento. Dicho día 20 fueron detenidos varios significados izquierdistas y conducidos al Ayuntamiento, permanecieron en dicha dependencia, hasta las dos de la madrugada que el mismo Alférez jefe de la Linea de la Guardia Civil de esta localidad, a presencia del comandante de este puesto de la mencionada Guardia Civil fueron puestos en libertad, y porque el que suscribe censuró el proceder de los jefes de dicha fuerza fue detenido e ingresado en el Depósito Municipal, en que permaneció varias horas, hasta que por la intervención de varios Señores de la a localidad con el referido Alférez, este accedió a ponerle en libertad, comprendido que mi detención era perjudicial, porque daría origen a que se envalentonaran los marxistas, que al ver burlados los propósitos se marcharon muchos a La Sauceda y Jimena; el día 23 del referido mes, se me ofreció la alcaldía de esta localidad, no aceptándola, por no creerme capacitado y creer que en la jefatura de la Guardia Municipal, la situación del orden público tan alterado, sería mi labor más beneficiosa para la causa Nacional, pues nunca rehusé el puesto de mayor peligro, y designé a varios contribuyentes, para que constituyeran la Gestora, los que negaron(¿?) algunos de esta organización a quienes le fue ofrecida, los que también rehusaron aceptarla; siendo preciso consultar con el Jefe Local de la organización que se encontraba en el cortijo de las Cobatillas de este término al servicio de don Juan Romero Soto, por no haberse incorporado todavía a esta localidad. En estas circunstancias se presentó el capitán de la Guardia Civil, Señor Martínez Pedré, constituyendo al ayuntamiento, y a la vez me dió nuevamente posesión de la Jefatura de la Guardia Municipal, desde donde contribuí al cumplimiento de cuantos servicios urgentes interiores exteriores se presentaron y se me exigieron.

       En los primeros llamamientos de los soldados, ya citados convenientemente y provisto de una lista del Negociado de quintas del Ayuntamiento procedía a embarcarlos, en camiones requisados por mí, despidiéndolos y ganándolos, pues era muy escaso el público y familiares que acudían a esta despedida de las expediciones, teniendo que multiplicar los vivas al Movimiento Nacional y a los Generales Franco, Mola y Queipo.

      En los primeros días de agosto, se presentó en esta el señor capitán de artillería Don Manuel Serrano Espinosa de los Monteros, haciéndome entrega de 20 carabinas y municiones para las mismas, las que repartí entre personas de orden de esta localidad y a los componentes de la Comisión Gestora y algunos de los afiliados de esta organización las que después fueron entregadas en el cuartel de la Guardia Civil.

      De mi dependían los extremos de requisamiento de caballería, camiones y demás extremos que interesaban a los Jefes de las Fuerzas de la Guardia Civil y Las Milicias del Puerto de Santa maría, que guarnecían en esta población, por encontrarse Jimena en poder de los marxistas así como la Sauceda de este término; con tal motivo di todo género de facilidad que de mi dependía por lo que era admirado por todos cuanto ejercieron mando en esta localidad en aquellos primeros meses del Glorioso Movimiento.

       Y hoy soy un perseguido y despojado de la Jefatura, por quien en (¿) En la Jefatura de la Guardia Municipal que desempeñé 16 años, nunca fui siquiera amonestado, por los muchos alcaldes con que tuve que actuar, considerados todos hombres dignos; lo cual varió al advenimiento de la República, que fui perseguido, despojado de mi destino y encarcelado tres veces una cuando el Alzamiento del invicto general Sanjurjo; otra por los del Frente Popular a lo que contribuyeron los mismos que hoy administran los destinos de esta población; y esta última, por haber contribuido a la detención de los principales del funesto Ayuntamiento del Frente Popular, como fue la del alcalde del mismo, cuando acababa de regresar de Sevilla, que trajo a esta, el jefe local de esta Organización de F.E.T. y de las J.O.N.S. en el coche de la casa en que servía, encontrándonos en la calle, en la llegada de aquel alcalde energúmeno, el día 20 a las 14 horas dos Guardias Civiles y el que suscribe, que tuvieron que actuar con energía, pues ante la presencia del referido Alcalde, sus congéneres de la misma ideología marxista intentaron reaccionar y lanzarse al desorden lo que fue evitado con la detención del mismo.

       Poco después se publicó el Bando del estado de Guerra y al regresar de hacerlo el que suscribe, subió a los balcones del Ayuntamiento, hablándole al público que se encontraba en aquellos parajes excitándole a que se sumaran al Movimiento nacional, dada la calidad del mismo y haciéndoles ver el resultado que tendría y ventajas que reportaría a nuestra querida patria, vivas a España, a los caudillos del alzamiento y a los obreros honrados que no debían llevarse de los malos consejos y aceptar con agrado el Movimiento salvador de España. 

       También hice frecuente salidas, acompañado de mis subordinados y demás afectos al movimiento, para la persecución y captura de marxistas, que fueron can distintos sitios de este término, así como algunas en camiones a altas horas de la madrugada, por la carretera de Algeciras, hasta el término de Los Barrios, por existir confidencias de que los rojos pretendían cortar y obstaculizar la carretera, para aislarnos con Algeciras y atacarnos desde Jimena por la parte del referido pueblo.

       Y en resumen laborando en pro del Movimiento Nacional” (3).

Observaciones del jefe de la Falange recomendando la no admisión de citado individuo

NOTAS

3.- Archivo Municipal Alcalá Gazules (AMAG). Expedientes varios. Legajo 976.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Memoria de Puelles y Espinosa sobre el estado antipalúdico de Alcalá de los Gazules (y V)



n. Industrias o trabajos a que se dedican los habitantes en las regiones en que reina el paludismo: Medios de que se valen para desembarazarse de los residuos industriales

       En este término, no hay otra industria que la agrícola. Dos fábricas de ladrillos, una alfarería, dos fábricas de cal, una de tapones y algunos molinos harineros y aceiteros, no constituyen más que la excepción. Por lo tanto, la generalidad de sus habitantes son ganaderos, jornaleros dedicados a la ara, siembra, escarda, siega y acarreo de mieses, carboneros, yeseros, picapedreros y operarios para los suelos y descorche de los alcornoques. En su consecuencia, hay pocos residuos industriales, y estos pocos quedan, por lo general, sin aprovechamiento, ni ulterior destino, en las inmediaciones de donde se crean; pues los estiércoles no se aprovechan más que como abono, en algún que otro huerto, constituyendo extensos muladares en las afueras de la población, que el Municipio se cuida de quemarlos en las proximidades del estío, y el alpechín de los molinos de aceite corre libremente por arroyos artificiales o naturales, sin que conste cause malignidad o perturbación a la salud pública.




o. Área a que alcanza la acción del paludismo

       El área a que alcanza el paludismo, puede decirse que es a casi todo el término municipal, excepto las altas mesetas de la sierra de la Algibe y sus derivaciones, y la mayor parte del casco de la población; pues el cruce de tantas gargantas, arroyos y ríos, de aguas discontinuas casi todos, forman una red palúdica, de la que difícilmente se sustraen algunos moradores afortunados que tienen sus viviendas algo distantes de los focos.

       El pueblo goza de inmunidad, excepción de los edificios que en el Cerro de la Coracha miran al Barbate, observándose constantemente que la segunda fila de casas, o sea la acera opuesta de las calles Villa-Arriba o Alonso el Sabio, Cruz del Manchego y Gloria quedan exentos de este tributo del estío. Favorece al pueblo, tener su situación en una hondonada o valle, entre el monte de la Coracha y el de Larios; y como éste es mucho más alto que aquél, que es donde se asienta la ciudad, y como tampoco el susodicho Larios tiene lagunas ni charcas, y el Levante sopla alejando las emanaciones del Barbate, de ahí la inmunidad.


p. Manifestaciones morbosas del paludismo; formas leves, graves y perniciosas. Si se presentan con carácter permanente o estacional. Si adoptan carácter endémico o epidémico

       Se presenta el paludismo en todas sus manifestaciones, desde la simple cotidiana hasta la cuartana y quintana; desde la terciana sencilla hasta la cuartana doble; desde la forma benigna y dócil al tratamiento, hasta rebelde y caquéctica; malignas, larvada, perniciosa; ya de forma convulsiva, ya neurálgicas o coleriformes, etc.; y la proporción entre ellas es la siguiente: un 60 por 100 de formas leves, cotidianas; 30 por 100 tercianas, simples y dobles; y en un 10 por 100, cuartanas. Por su gravedad y rebeldía: 90 por 100 benignas, 8 por 100, rebeldes, y 2 por 100, perniciosas en sus diferentes fases.

       Se presentan con carácter estacional durante el verano y otoño, y con gran tendencia a recaídas y recidivas; y adoptan el carácter endémico, sin que se haya visto nunca la propagación de individuo a individuo, a expresar de existir en los domicilios el mosquito inoculador, que según algunos higienistas modernos, es un tenaz propagandista. Se ven en las casas atacados del paludismo, aquellos que lo han contraído en el campo, y en cambio su familia y asistentes han quedado siempre inmunes.

q. Efectos del paludismo en los animales domésticos y en la riqueza agrícola

      Los efectos del paludismo en los animales, son completamente nulos, a juicio de esta Junta de Sanidad; pues jamás se han observado fiebres intermitentes en los ganados, ni en las aves domésticas, ni en los perros y gatos. A orillas de las charcas palúdicas, tienen sus sestiles, los rebaños; y sobre la grama, adelfa y taraje que estuvieron cubiertos de agua y limo, descansan a la sombra de la zarzamora, el parrón silvestre, la zarzaparrilla y el fresno, en lo más ardoroso de la estación estival, el toro y la oveja, las yeguas y el lechón, después de beber y bañarse en las aguas estancadas. Lo único que se ha observado es que los ganados bobino y lanar que en aguas encharcadas, donde antes se han lavado los cerdos, es que enferman de bazera, catarros ganados bobino y lanar que en aguas encharcadas, donde antes se han lavado los cerdos, es que enferman de bazera, catarros intestinales y afecciones de carácter inflamatorio y aun séptico.

       Desde este punto de vista, y por los efectos que produce el paludismo en los jornaleros y campesinos que forman la mayor parte del vecindario, influyen en la riqueza agrícola, haciendo durante la siega, principalmente, escasear los brazos, entorpeciendo las faenas de manera tal, a veces, que da lugar a que los huracanados Levantes, o las aguas tardías, dispersen o pudran las mieses.

r. Censo de población durante la última década de los Ayuntamientos donde reine el paludismo. Enfermedades más comunes

      El censo de 1897 dio una población de 9.972 habitantes, que fue declarado nulo de Real Orden entre los de otros Ayuntamientos.

      Los padrones arrojan los siguientes datos:


      En la época de la siega se aumenta la población con más de 300 segadores de las provincias de Málaga y Granada, por no ser bastantes los brazos de la localidad, y que dan mayor contingente al paludismo.

       Las enfermedades más generales, son: en primer lugar, el paludismo, por lo que respecta a las agudas. Síguele, después, las pneumonías y demás enfermedades del aparato respiratorio; las diarreas y catarros gastro-intestinales, las eruptivas y tíficas, coqueluche y difteria. Las contagiosas no son permanentes, viéndose algunos años libre de todas ellas. No es infrecuente el carbunco y pústula maligna, bien por una mal entendida codicia al aprovechar los despojos de animales carbuncosos, bien por el poco cuidado en la cremación o enterramiento poco profundo de las reses infestadas, que transmiten sus gérmenes letales, a veces, a largas distancias por las moscas carnarias y demás insectos alados propagadores de estos virus.

       En las crónicas, causan no pocas victimas la tisis pulmonar, que dicho sea en obsequio a la verdad, ataca a palúdicos y no palúdicos, pero quizás aun más a los primeros, que anémicos y debilitados, están más expuestos a estas contingencias, contra la opinión de algunos sabios higienistas, que entienden existe antinomia; y las afecciones cardíacas, que van tomando cada vez más, carta de naturaleza, sin duda alguna, por las pasiones deprimentes que traen consigo la irreligiosidad y la miseria, que aumentan a medida que una y otra avanzan a pasos de gigantes, por la difusión de doctrinas y principios desconsoladores, y la carestía y exageración de impuestos de la vida moderna, que van haciendo imposible la existencia de las clases medias y desheredadas.

       No se ha conocido jamás, que se sepa, la lepra, la pelagra y la triquinosis.

s. Higiene de las poblaciones en que existe el paludismo. Medios que se han empleado por las autoridades y particulares para combatirlo, y resultados obtenidos

       La higiene en esta población, no es la mejor, toda vez que con un vecindario algo crecido, carece de alcantarillado en la mayoría de sus calles; estas son angostas y tortuosas; las plazas pocas y pequeñas; las casas por lo regular, bajas de techo, pequeñas, las más sin patio, con gran parte de sus habitaciones bajo tierra, y hacinados vecinos y animales, no siendo fácil gran mejoramiento, como no fuere desavecindando a la mitad o más de sus moradores, pues situado el pueblo entre dos cerros de agria pendiente que lo limitan de Norte a Sur, tropieza por Este y Oeste con barrancos y precipicios. Se edificó Alcalá de los Gazules durante la dominación Fenicia; y este pueblo invasor, buscó la situación estratégica, que agradó más tarde a cartagineses, romanos, godos, árabes y castellanos de la Edad Media. Esta cualidad estratégica, la perdió al descubrimiento y aplicación de la pólvora, cuando ya descolgado de la entonces casi inexpugnable meseta de la Coracha, ocupaba los flancos del Valle que bañaba el perezoso arroyo de Lermas.

       Esta falta de aire, de luz y de higiene, influyen bastante en la producción e incremento de las afecciones infecciosas y contagiosas, principalmente tifoidea y difteria, haciendo estragos el cólera, como ocurrió el año de 1854 en los barrios bajos, pero jamás el paludismo. Solamente aquellas casas que colocadas en primera fila, sobre la cresta de la Coracha, que miran al Barbate, pagan el tributo a la malaria, y forman un valladar salutífero o preservador a todo el pueblo; por lo que fue sensible que los Franceses acaudillados por Lautour-Mauburg, volaran las murallas de San José a San Vicente, que si bien eran débiles para los proyectiles de las modernas balística, resultaban inexpugnables avanzadas para detener el efluvio malárico.

       Las autoridades han empleado para combatir el paludismo, la quema de los muladares a fines de primavera, las inspecciones domiciliarias para cumplir la prohibición de los cerdos y algún alcantarillado.

       Los particulares, bien por ignorancia, bien por indolencia, poco o nada hacen en este sentido; algún que otro eucalipto, plantado más con fin productivo o estético, y algunos pequeños desagües o vertederos, persiguiendo más el ideal de comodidad que de más con fin productivo o estético, y algunos pequeños desagües o vertederos, persiguiendo más el ideal de comodidad que de higiene.

       El Estado ha hecho algunas plantaciones de eucaliptos en los parajes en que la carretera cruza o bordea al Barbate; y a esto se reduce todo lo que se ha hecho sobre el particular, mereciendo solamente una mención especial, la traída de aguas de los Regajales, realizada por Don Pedro Montes de Oca y Atienza el año 1877, por tubería de hierro; por lo que habiendo en las casas grifos sin contador y en abundancia y barata, se lava a domicilio, y se sustraen centenares de infelices lavanderas del paludismo, no yendo a las riberas del Patrite o a los estanques naturales del término, como antes ocurría y aun viene verificándose, aunque por fortuna en menor escala, por la causa susodicha.




t. Procedimientos que se consideran más adecuados para sanear los terrenos pantanosos, según la naturaleza y condiciones de estos terrenos en cada localidad

      En las lagunas, donde se crían las juncias, cañas y castañuelas, así como en las albinas, sería conveniente el macizarlas, porque son pequeñas; cañear, las que tengan en las proximidades, terrenos declives, o hacer buenas plantaciones de pinos y eucaliptos, que con sus raíces, absorban la humedad, y circunvalando las superficies, forman un muro de follaje, que evite la propagación de las emanaciones.

En los charcos de los ríos se pueden regularizar los declives de sus lechos, rebajando en unos sitios y rellenando en otros con calizas, guijarros y sílice, sin olvidar que en algunas charcas profundas que tienen aplicación insustituible para los ganados, se puede por medio de una buena policía rural, limpiarlas de los depósitos vegetales flotantes, y arrancar las raíces y zarzas de las orillas, o bien desecarlas, procurando abrir los pozos y cisternas, cubiertos y vigilados, para responder en el sitio a las necesidades de los animales.

       En Pagana, convendría darle más anchura y profundidad al cauce del Barbate, para que las corrientes sean más rápidas, y no ocurra los desbordamientos invernales, cuyas aguas se estancan en las vegas, pudren los sembrados y siembran la desolación con las fiebres que originan; o bien canalizar al mismo río, para que derivando las corrientes, se evite su salida e inundaciones.

       Las tierras de Pagana requieren un bien sistema de caños secos, pues el drenaje en ellas, a más de hacer riquísimas tierras las hoy muy «ventureras» en sus cosechas, salvarían el riesgo del paludismo.

u. Época más favorable para proceder a los ensayos de saneamiento, ya por medio de plantaciones y cultivos apropiados, desagües, encauzamiento de ríos o arroyos, u otros medios análogos o distintos

       La época más favorable, a no dudarlo, es la que comprende los meses de Octubre y Noviembre, pues siendo escasa o nula la producción del paludismo, ni son intensas las lluvias, ni dan éstas gran contingente a los arroyos y ríos, por lo cual son fáciles las operaciones todas y también es tiempo adecuado para muchas plantaciones.

v. Mapa de los terrenos palúdicos comprensivo de una provincia, partido judicial o zona de alguna extensión.

      Convendría hacerlo del pago de Pagana, pero carecemos de personal técnico y recursos para que se hiciera minucioso y completo.

w. Y además cuantos particulares se consideren necesarios o convenientes para que la Real Academia de Medicina de Madrid, pueda dar cumplimiento en todas sus partes a la Ley de 30 de Enero de 1900, y determinar, como en el artículo 1º de dicha Ley se preceptúa, las fuentes del paludismo en España, los daños que causa y los remedios apropiados para combatirlo.

      Cree la Junta Local de Sanidad de esta ciudad, haber contestado suficientemente a todas las preguntas del Cuestionario, si bien con las limitaciones que le imponen su insuficiencia de conocimientos y sus escasos medios, para completar el estudio; más cree muy del caso recomendar la conveniencia de sujetar las edificaciones en el campo a la inspección y aprobación técnica de las Juntas de Sanidad, pues de seguir el orden o manera establecido de amplia libertad al construir, se da el caso que en vez de seguir los preceptos de la higiene, se mira más a la utilidad, hasta el punto que hay numerosísimos caseríos en las riberas de los ríos, con sus puertas y ventanas mirando a ellos, bajos de techo, lindando con zahurdas y estercoleros, sin caños o vertederos que desagüen a la larga distancia; y en lugar de favorecer en primer término la salubridad, luego la seguridad y después la comodidad, la utilidad, la estética y la economía, siguen, por lo general en esta gradación; economía, utilidad, comodidad, seguridad, belleza y en último término salubridad.

      También sería muy conveniente que se ejerciera una inspección grande sobre la quina y sus preparados; pues efecto de su difusión, hasta el punto de que por fortuna no hay cortijo ni aun choza en donde no tengan quinina, en cualquier establecimiento la venden y hasta los buhoneros y recoberos la expenden de caserío en caserío; y todo lo que ha ganado en baratura, lo ha perdido en eficacia; por lo cual interesa perseguir el fraude, favorecer el debido monopolio en las farmacias y cumplir mejor con el sagrado deber de vigilar por la salud pública, seriamente amenazada con la sofisticación, que crece cada vez más, al compás de la tolerancia o de la indiferencia.

      Este mal que la autoridad local procurará corregir en lo que alcancen sus fuerzas y atribuciones, reconoce una causa más honda; y es la facilidad con que en las droguerías se expende la quinina en grandes proporciones, sin que el comprador sea perito o conocedora del artículo que adquiere, sacrificando a la utilidad y provecho de unos pocos, el bienestar y la salud de los más.



sábado, 5 de diciembre de 2015

La adhesión de Alcalá a la monarquía de Alfonso XII



Ismael Almagro Montes de Oca


       Tras la revolución de 1868, la Reina Isabel II y sus hijos se vieron obligados a exiliarse fuera de España. Este exilio, brindó al entonces príncipe Alfonso una formación europeísta, más avanzada que el pensamiento español de la época. Tras su estancia en Inglaterra, se declaró partidario de la instauración de una monarquía parlamentaria. El 1 de diciembre de 1874 firmó un manifiesto en este sentido y el 29 del mismo mes, los generales Jovellar, Martínez Campos y Daban llevaron a cabo un levantamiento apoyando una monarquía de Alfonso XII.

       La noticia de la restauración monárquica de los Borbones tardó exactamente tres días en llegar a nuestro pueblo, pues el primero de enero de 1875, el alcalde del consistorio alcalaíno, José Hidalgo Álvarez recibe la noticia de manera oficiosa, tal como el mismo expuso en el primer cabildo del año, celebrado el día 3 y que se convocó exclusivamente para adherirse a la nueva monarquía:

“El Ayto aceptando la Monarquia de D. Alfonso XII Rey de España

Por el Señor Alcalde se hizo presente al Ayuntamiento, que teniendo noticias particulares en la noche del primero del corriente de que en la Capital de esta Provincia, se había proclamado por la guarnición y vecindario Rey de España al Principe D. Alfonso de Borbon y Borbon, dispuso la reunión de los dependientes municipales, con el único obgeto de que el Orden publico en esta Villa no fuese alterado, y esperar comunicación oficial con respecto a dho. acontecimiento; que habiendo recibido igual noticia por conducto del Alcalde de Algeciras en el dia de ayer con la designación de un Ministerio Regencia establecido en Madrid, ordeno su publicación para conocimiento del vecindario; y resultando ya por el Boletin de la Provincia confirmada oficialmente la Proclamacion de D. Alfonso doce Rey de España por la Nacion y el Ejercito y al constitución de un Ministerio Regencia bajo la Presidencia del Ecsmo. Sr. D. Antonio Canovas del Castillo que tenia la confianza y poderes del Monarca, el Ayuntamiento se encontraba en el deber de manifestar su adhesión a este nuevo orden de cosas, en atención a la opinión de Monarquicos que siempre han obstentado sus individuos y la Corporacion en su consecuencia Acordó Aceptar como aceptaba con el mayor jubilo la Monarquia de D. Alfonso doce Rey de España y ofrecer al Gobierno Regencia que dignamente ha sido llamado para simbolizar la nueva situación, el testimonio de su adhesión completa y personal respeto; haciendo votos para que ella produzca prontamente los beneficios que la Patria necesita y tan ardientemte desea; manifestándose asi al Ecsmo Sr. Presidente del Ministerio Regencia por el Sr. Alcalde con la prontitud que tan fausto acontecimiento reclama: Que de este acuerdo se de conocimiento al Vecindario y las gracias al Sr. Alcalde por sus acertadas disposiciones con el fin de asegurar el orden y la tranquilidad de estos habitantes como asi ha tenido efecto.[1]


      Formaban parte de aquel ayuntamiento los señores José Hidalgo, Juan Moreno, Pedro Pérez, Gabriel Rodríguez, Gil García, Fernández Sánchez, José Fernández ,José Jiménez, Pedro Mariscal, Tomas Marín, Juan Vigslerio, Antonio Díaz y Rey y el Secretario Vicente Espinosa.

      Pero no quedan aquí las noticias relativas a Alfonso XII, pues 7 días más tarde, el 10 de enero, en otro cabildo, en su punto noveno, se decide celebrar la entrada del rey en Madrid, prevista para el día 14, con engalanamiento de balcones, concierto de la banda de música y repique de campanas:

“Felicitacion por la entrada del Rey en Madrid

Hallandose anunciada la entrada del Rey en la Capital de la Monarquia el dia catorce del corriente mes, el Ayuntamiento acordó: Que recibida la noticia oficialmente por el Sr. Alcalde en nre de esta Corporacion se felicite a S. M. y al Ministerio Regencia por tan plausible y ansiado acontecimiento disponiendo al propio tiempo se de conocimto de tan fausto suceso al Vecindario, invitándolo para que en galanen los Balcones de sus casas con iluminación en las noches en que se reciba la noticia y en la siguiente, lo que tendrá efecto en estas Casas Capitulares en cuyos balcones tocará la banda de música respecto a que su dirección la Costea el Caudal de estos propios lo que se verifique igualmente en la víspera y dia de San Yldefonso nombre que lleva Nuestro Augusto Soberano; ofreciéndose al Sr. Cura pa que se sirva disponer el repique general en las Yglesias de su cargo; y Autorizar como autorizaba al Sr. Presidente pa que los costos que puedan originar los mencionados festejos se paguen por el Caudal de estos propios.” [2]



      Una vez tomada posesión del trono, el cabildo alcalaino acordó adquirir un retrato del rey para presidir la sala de juntas de las Casas consistoriales:

“Que se compre el retrato del Rey

Tambien se acordó: Que por el Sr. Alcalde se disponga la adquisición de un retrato de S. M. el Rey D. Alfonso Doce para su colocación en esta sala de seciones atendida la recomendación que se sirve hacer en el particular el Ecsmo Sr. Director Gral de Administracion del Ministerio de la Gobernacion en su comunicación de doce del corriente abonándose su importe por el Caudal de propios.” [3]


NOTAS

[1] Archivo Municipal de Alcalá de los Gazules. Legajo 41. Libro de Actas de sesiones. Cabildo de 3 de enero de 1875. Folios 1 a 2 vuelto 

[2] AMAG. Legajo 41. Libro de Actas de sesiones. Cabildo de 10 de enero de 1875. Folios 7 vuelto-8 

[3] AMAG. Legajo 41. Libro de Actas de sesiones. Cabildo de 28 de enero de 1875. Folio 14 vuelto.