sábado, 16 de junio de 2018

La Historia Silenciada. Lo que no nos han contado de la Guerra Civil en Alcalá (I)


Ismael ALMAGRO MONTES DE OCA 


       La guerra civil es un periodo muy poco estudiado en la Historia de Alcalá, un periodo relativamente cercano en el tiempo, pero a la vez tan oscuro, de cuyos acontecimientos apenas tenemos referencias. Aquí apenas hubo enfrentamiento entre bandos, sino un cambio drástico de Régimen, en el que de la noche a la mañana se coartaron las libertades y derechos para establecer la tiranía y supremacía de una oligarquía local que vio en el golpe de estado la ocasión perfecta para mantener sus privilegios, seriamente amenazados durante el periodo republicano. 

      Conviene precisar algunos aspectos que influyeron en el derrocamiento de la II República y ver cómo influyeron en el desarrollo de los acontecimientos a nivel local. Alcalá siempre fue un pueblo muy respetuoso con la Iglesia y no se produjeron incidentes en la República, tal como se recoge en un documento oficial del ayuntamiento alcalaíno en 1937, en el que puede leerse: “no haber en esta daños en el Tesoro artístico, religioso, histórico y documental durante los años 1931 a 1936”[1] 


       Tampoco llegó a implantarse el sistema de escuelas laicas propuesto por la República en sustitución de la enseñanza religiosa, pues apenas tres meses antes del alzamiento militar, aún no se habían alquilado los locales necesarios para instalar 3 escuelas de niñas y una de párvulos.[2] La reforma agraria dio sus primeros pasos en nuestro término apenas 3 meses antes del alzamiento, expropiándose las fincas Capitana, Nieto, Vega Grande, Poyales y Pagana,[3] aunque solamente en esta última se instalará una colectividad de campesinos siendo ocupada oficialmente el día 27 de mayo de 1936.[4]

      Durante los años de la República, las distintas corporaciones municipales tuvieron que socorrer a los cerca de 2500 obreros censados y sus familias, que por culpa unas veces de las lluvias y otras de la falta de trabajo, no tenían con qué alimentarse. Baste decir que el ayuntamiento del Frente Popular, en apenas 3 meses, gastó la nada despreciable cifra de 74.277,65 ptas. en pan para dichos obreros. 

      Desde principios de julio de 1936, los dirigentes locales de Falange estaban preparados para el alzamiento militar, redactando el secretario de dicha organización, Vicente Marchante Romero, en su domicilio particular antes de proclamarse el Estado de guerra el bando que después se publicó[5]

     Una de las primeras decisiones del nuevo ayuntamiento fue la de depurar a los empleados municipales afectos al Frente Popular, destituyendo el día 29 de agosto a 11 funcionarios.[6] Otra fue la de sustituir los nombres de muchas calles, imponiéndose nombres de generales franquistas. 

      Nuestro municipio fue considerado frente de guerra hasta el día 2 de noviembre de 1936, fecha de la toma de la Sauceda, en la que participaron entre otros, 42 falangistas de Alcalá.[7] Antes hubo incursiones de fugitivos marxistas de Jimena, que se apoderaron de 30 obreros el 22 de agosto,[8] y el 17 de septiembre se produjo el asesinato de dos obreros en la Bovedilla. El 5 de octubre los jimenatos asaltaron la finca Pagana, robando cuatro caballos y enseres, que fueron recuperados por fuerzas de la Guardia Civil y de Falange. Gracias a un “chivatazo”, atacaron al grupo de jimenatos en Arnaos, donde mantenían retenidas a cuatro familias, que fueron liberadas. El grupo de Jimena logró escapar, pero fueron detenidas cuatro mujeres y varios niños que estaban con ellos y que fueron traídos a la localidad junto con más de 200 cabezas de ganado de las familias secuestradas.[9] El 10 de octubre se produjo el asalto del cortijo de Cabeza Redonda[10]. Hay constancia del asalto de otros cortijos, como el de Quiebra Hacha. El 27 de octubre un guardia civil y un guarda forestal mueren en una emboscada en la zona del Picacho. 


      Un dato desconocido hasta ahora y que refleja fielmente la dureza de la represión contra los republicanos es el impresionante número de detenciones que se produjeron en Alcalá durante la Guerra, pues durante el periodo que duró la contienda bélica, desde el 19 de julio de 1936 hasta el 31 de marzo de 1939, se producen nada más y nada menos que 465 ingresos en la cárcel municipal[11].

       En el libro registro de entradas y salidas de dicho depósito, de muy pocos se especifica el motivo de ingreso, bien por hurto, riña o embriaguez, entre otros, mientras que de la gran mayoría se anota “no lo dice”, pero nuestras investigaciones nos llevan a calcular que por encima del 70 % de esas detenciones se deben a motivos políticos, pues aparecen en el listado los nombres de fusilados o represaliados y familiares. No será hasta el día 25 de julio cuando el alcalde ordene las detenciones de parte de los miembros de la anterior corporación,[12] que serán posteriormente fusilados. Consta su ingreso en el depósito municipal los días 25 y 26 en el depósito municipal, desmintiéndose así las anotaciones del Diario de la Falange, donde se recoge que dichas detenciones tuvieron lugar el día 21 de julio. No son las únicas incorrecciones halladas en dicho Diario. 


    En Alcalá, la tradición oral aseguraba que se sometió a escarnio público a mujeres familiares de rojos, rapándoles el cabello, versión corroborada indirectamente en un documento de falange. Se halla en un informe de conducta enviado al juez municipal en agosto de 1937 en el que puede leerse: “…habita en casa de su tía, que es la madre de la criada de Yvison que se le corto el pelo” 

      Las nuevas autoridades intentaron desde un principio descabezar cualquier atisbo de resistencia con la detención y fusilamiento de los principales líderes de los partidos de la izquierda alcalaína y sin duda consiguieron meter el miedo en el cuerpo y atemorizar al pueblo. Es significativo el aumento de afiliados a Falange, al pasar de 58 afiliados un día antes del alzamiento, a contar con 134 justo un mes después, alcanzando en menos de un año la cifra de 592 inscritos.[13] Muchos familiares de víctimas del franquismo aparecen afiliados a Falange. 

       La otra organización en la que se apoyó el golpe, Comunión Tradicionalista, los Requetés, contaba con 108 simpatizantes el 18 de mayo de 1937, fecha en que se produce la unificación de estas organizaciones, aunque parece ser que no hubo buena sintonía entre ambas puesto que la rama femenina de estos últimos, las Margaritas, se negaron a entregar su local y tuvo que ser forzado por un cerrajero el 16 de marzo de 1938[14] Anteriormente ya se habían producido otros roces entre miembros de ambas organizaciones.[15] 


       Los falangistas mostraron un desprecio absoluto por la democracia, celebrando el 16 de febrero de 1937 un acto burlándose del aniversario del triunfo del Frente Popular: “elevar un pequeño tablado donde colocar una urna de las usadas en otro tiempo para las elecciones que acostumbraban a celebrarse, llenas de papeletas blancas semejantes a las utilizadas para aquellos fines, quemar la urna para lo cual y dada su composición, lo mejor sería rociar su contenido de gasolina”.[16]


      Hay también pruebas de que algunos miembros de las milicias insurrectas aprovecharon la ocasión para dedicarse al pillaje, hasta el punto de que el propio comandante militar de Alcalá tuvo que llamar la atención al jefe local de falange para que se entregara una yegua y un potro tordo requisados por la autoridad y que indebidamente estaban en poder de dos falangistas.[17] En otra ocasión, es el jefe de la falange de San José del Valle quien pide a su homónimo alcalaíno que le sea devuelto a su dueño, un camarada de aquel pueblo, 4 carros desaparecidos de la Venta Puerto de las Palomas, en poder de uno de Alcalá.[18]


NOTAS

[1] Archivo Municipal de Alcalá de los Gazules. AMAG. Registro de Salida. Libro 103. 

[2] AMAG. Actas de sesiones del Ayto. pleno. Libro 31 folio 24. Punto 11º de la sesión ordinaria del 16 de mayo de 1936 

[3] AMAG. Libro-Registro de entrada de documentos libro 142. 17 de agosto de 1936 

[4] AMAG. Actas de sesiones del Ayto. pleno. Libro 31 folio 31. Punto 5º de la sesión del 30 de mayo. El jefe del Servicio provincial del Instituto de Reforma Agraria insta al Ayto. a nombrar un representante para proceder a levantar el acta de ocupación el día 27, asistiendo Domingo Ortega de la Corte 

[5] AMAG. Documentos de Falange. Legajos 972 a 975. 4 de septiembre de 1941. Es imposible reseñar la ubicación exacta, por habernos encontrado la documentación de dichos legajos totalmente revuelta. 

[6] AMAG. Actas de sesiones del Ayto. pleno. Libro 31 folio 61 y vto. Punto 4º. 

[7]  AMAG. Documentos de Falange. Legajos 972 a 975. Salen de Alcalá el día 31 de octubre a las órdenes de Fernando Muñoz Jiménez-Pajarero. 

[8]  Edición del 24 de agosto de 1936 del periódico “La Información” 

[9]  “La Información” Edición del 9 de octubre de 1936 

[10]  AMAG. Documentos de Falange. Legajos 972 a 975. Es denunciado el asalto el día 10 por su propietario. 

[11] AMAG. Libro de detenidos depósito municipal 1936. libro 235 folios 2 a 14 

[12] AMAG. Libro-Registro de Salida de documentos. Legajo 64 

[13] AMAG. Documentos de Falange. Legajos 972 a 975. Registro de afiliados. 

[14] AMAG. Documentos de Falange. Legajos 972 a 975. Inventario de muebles y enseres del antiguo cuartel de las Margaritas que se forma al incautarse del mismo. El 26 de junio de 1937 el alcalde informó al gobernador civil de que no se habían integrado los cuarteles por excusas presentadas sobre igual acto de la sección femenina 

[15] Ib. 

[16] Ib. Circular nº 11 13 de febrero de 1936 

[17]Ib. 6 de noviembre de 1936. 

[18] Ib. 4 de mayo de 1937 

No hay comentarios:

Publicar un comentario