Ismael ALMAGRO MONTES DE OCA
La guerra civil es un periodo muy poco estudiado en la Historia de
Alcalá, un periodo relativamente cercano en el tiempo, pero a la vez
tan oscuro, de cuyos acontecimientos apenas tenemos referencias. Aquí
apenas hubo enfrentamiento entre bandos, sino un cambio drástico de
Régimen, en el que de la noche a la mañana se coartaron las libertades y
derechos para establecer la tiranía y supremacía de una oligarquía
local que vio en el golpe de estado la ocasión perfecta para mantener
sus privilegios, seriamente amenazados durante el periodo republicano.
Conviene precisar algunos aspectos que influyeron en el
derrocamiento de la II República y ver cómo influyeron en el desarrollo
de los acontecimientos a nivel local. Alcalá siempre fue un pueblo muy
respetuoso con la Iglesia y no se produjeron incidentes en la República,
tal como se recoge en un documento oficial del ayuntamiento alcalaíno
en 1937, en el que puede leerse: “no haber en esta daños en el Tesoro artístico, religioso, histórico y documental durante los años 1931 a 1936”[1]
Tampoco llegó a implantarse el sistema de escuelas laicas
propuesto por la República en sustitución de la enseñanza religiosa,
pues apenas tres meses antes del alzamiento militar, aún no se habían
alquilado los locales necesarios para instalar 3 escuelas de niñas y una
de párvulos.[2]
La reforma agraria dio sus primeros pasos en nuestro término apenas 3
meses antes del alzamiento, expropiándose las fincas Capitana, Nieto,
Vega Grande, Poyales y Pagana,[3]
aunque solamente en esta última se instalará una colectividad de
campesinos siendo ocupada oficialmente el día 27 de mayo de 1936.[4]
Durante los años de la República, las distintas corporaciones
municipales tuvieron que socorrer a los cerca de 2500 obreros censados y
sus familias, que por culpa unas veces de las lluvias y otras de la
falta de trabajo, no tenían con qué alimentarse. Baste decir que el
ayuntamiento del Frente Popular, en apenas 3 meses, gastó la nada
despreciable cifra de 74.277,65 ptas. en pan para dichos obreros.
Desde principios de julio de 1936, los dirigentes locales de
Falange estaban preparados para el alzamiento militar, redactando el
secretario de dicha organización, Vicente Marchante Romero, en su
domicilio particular antes de proclamarse el Estado de guerra el bando
que después se publicó[5]
Una de las primeras decisiones del nuevo ayuntamiento fue la de
depurar a los empleados municipales afectos al Frente Popular,
destituyendo el día 29 de agosto a 11 funcionarios.[6] Otra fue la de sustituir los nombres de muchas calles, imponiéndose nombres de generales franquistas.
Nuestro municipio fue considerado frente de guerra hasta el día 2
de noviembre de 1936, fecha de la toma de la Sauceda, en la que
participaron entre otros, 42 falangistas de Alcalá.[7] Antes hubo incursiones de fugitivos marxistas de Jimena, que se apoderaron de 30 obreros el 22 de agosto,[8]
y el 17 de septiembre se produjo el asesinato de dos obreros en la
Bovedilla. El 5 de octubre los jimenatos asaltaron la finca Pagana,
robando cuatro caballos y enseres, que fueron recuperados por fuerzas de
la Guardia Civil y de Falange. Gracias a un “chivatazo”, atacaron al
grupo de jimenatos en Arnaos, donde mantenían retenidas a cuatro
familias, que fueron liberadas. El grupo de Jimena logró escapar, pero
fueron detenidas cuatro mujeres y varios niños que estaban con ellos y
que fueron traídos a la localidad junto con más de 200 cabezas de ganado
de las familias secuestradas.[9] El 10 de octubre se produjo el asalto del cortijo de Cabeza Redonda[10].
Hay constancia del asalto de otros cortijos, como el de Quiebra Hacha.
El 27 de octubre un guardia civil y un guarda forestal mueren en una
emboscada en la zona del Picacho.
Un dato desconocido hasta ahora y que refleja fielmente la dureza
de la represión contra los republicanos es el impresionante número de
detenciones que se produjeron en Alcalá durante la Guerra, pues durante
el periodo que duró la contienda bélica, desde el 19 de julio de 1936
hasta el 31 de marzo de 1939, se producen nada más y nada menos que 465
ingresos en la cárcel municipal[11].
En el libro registro de entradas y salidas de dicho depósito, de
muy pocos se especifica el motivo de ingreso, bien por hurto, riña o
embriaguez, entre otros, mientras que de la gran mayoría se anota “no lo dice”,
pero nuestras investigaciones nos llevan a calcular que por encima del
70 % de esas detenciones se deben a motivos políticos, pues aparecen en
el listado los nombres de fusilados o represaliados y familiares. No
será hasta el día 25 de julio cuando el alcalde ordene las detenciones
de parte de los miembros de la anterior corporación,[12]
que serán posteriormente fusilados. Consta su ingreso en el depósito
municipal los días 25 y 26 en el depósito municipal, desmintiéndose así
las anotaciones del Diario de la Falange, donde se recoge que dichas
detenciones tuvieron lugar el día 21 de julio. No son las únicas
incorrecciones halladas en dicho Diario.
En Alcalá, la tradición oral aseguraba que se sometió a escarnio
público a mujeres familiares de rojos, rapándoles el cabello, versión corroborada
indirectamente en un documento de falange. Se halla en un informe de
conducta enviado al juez municipal en agosto de 1937 en el que puede
leerse: “…habita en casa de su tía, que es la madre de la criada de Yvison que se le corto el pelo”
Las nuevas autoridades intentaron desde un principio descabezar
cualquier atisbo de resistencia con la detención y fusilamiento de los
principales líderes de los partidos de la izquierda alcalaína y sin duda
consiguieron meter el miedo en el cuerpo y atemorizar al pueblo. Es
significativo el aumento de afiliados a Falange, al pasar de 58
afiliados un día antes del alzamiento, a contar con 134 justo un mes
después, alcanzando en menos de un año la cifra de 592 inscritos.[13] Muchos familiares de víctimas del franquismo aparecen afiliados a Falange.
La otra organización en la que se apoyó el golpe, Comunión
Tradicionalista, los Requetés, contaba con 108 simpatizantes el 18 de
mayo de 1937, fecha en que se produce la unificación de estas
organizaciones, aunque parece ser que no hubo buena sintonía entre ambas
puesto que la rama femenina de estos últimos, las Margaritas, se
negaron a entregar su local y tuvo que ser forzado por un cerrajero el
16 de marzo de 1938[14] Anteriormente ya se habían producido otros roces entre miembros de ambas organizaciones.[15]
Los falangistas mostraron un desprecio absoluto por la democracia,
celebrando el 16 de febrero de 1937 un acto burlándose del aniversario
del triunfo del Frente Popular: “elevar un pequeño tablado donde
colocar una urna de las usadas en otro tiempo para las elecciones que
acostumbraban a celebrarse, llenas de papeletas blancas semejantes a las
utilizadas para aquellos fines, quemar la urna para lo cual y dada su
composición, lo mejor sería rociar su contenido de gasolina”.[16]
Hay también pruebas de que algunos miembros de las milicias
insurrectas aprovecharon la ocasión para dedicarse al pillaje, hasta el
punto de que el propio comandante militar de Alcalá tuvo que llamar la
atención al jefe local de falange para que se entregara una yegua y un
potro tordo requisados por la autoridad y que indebidamente estaban en
poder de dos falangistas.[17]
En otra ocasión, es el jefe de la falange de San José del Valle quien
pide a su homónimo alcalaíno que le sea devuelto a su dueño, un camarada
de aquel pueblo, 4 carros desaparecidos de la Venta Puerto de las
Palomas, en poder de uno de Alcalá.[18]
NOTAS
[1] Archivo Municipal de Alcalá de los Gazules. AMAG. Registro de Salida. Libro 103.
[2] AMAG. Actas de sesiones del Ayto. pleno. Libro 31 folio 24. Punto 11º de la sesión ordinaria del 16 de mayo de 1936
[3] AMAG. Libro-Registro de entrada de documentos libro 142. 17 de agosto de 1936
[4] AMAG.
Actas de sesiones del Ayto. pleno. Libro 31 folio 31. Punto 5º de la
sesión del 30 de mayo. El jefe del Servicio provincial del Instituto de
Reforma Agraria insta al Ayto. a nombrar un representante para proceder a
levantar el acta de ocupación el día 27, asistiendo Domingo Ortega de
la Corte
[5] AMAG.
Documentos de Falange. Legajos 972 a 975. 4 de septiembre de 1941. Es
imposible reseñar la ubicación exacta, por habernos encontrado la
documentación de dichos legajos totalmente revuelta.
[6] AMAG. Actas de sesiones del Ayto. pleno. Libro 31 folio 61 y vto. Punto 4º.
[7] AMAG.
Documentos de Falange. Legajos 972 a 975. Salen de Alcalá el día 31 de
octubre a las órdenes de Fernando Muñoz Jiménez-Pajarero.
[8] Edición del 24 de agosto de 1936 del periódico “La Información”
[9] “La Información” Edición del 9 de octubre de 1936
[10] AMAG. Documentos de Falange. Legajos 972 a 975. Es denunciado el asalto el día 10 por su propietario.
[11] AMAG. Libro de detenidos depósito municipal 1936. libro 235 folios 2 a 14
[12] AMAG. Libro-Registro de Salida de documentos. Legajo 64
[13] AMAG. Documentos de Falange. Legajos 972 a 975. Registro de afiliados.
[14] AMAG.
Documentos de Falange. Legajos 972 a 975. Inventario de muebles y
enseres del antiguo cuartel de las Margaritas que se forma al incautarse
del mismo. El 26 de junio de 1937 el alcalde informó al gobernador
civil de que no se habían integrado los cuarteles por excusas
presentadas sobre igual acto de la sección femenina
[15] Ib.
[16] Ib. Circular nº 11 13 de febrero de 1936
[17]Ib. 6 de noviembre de 1936.
[18] Ib. 4 de mayo de 1937
No hay comentarios:
Publicar un comentario