Ismael Almagro Montes de Oca
El hombre, desde tiempos ancestrales, ha temido a los rayos por su poder destructivo. En los dos últimos siglos, la prensa se ha hecho eco de algunas desgracias provocadas en nuestro pueblo por las descargas eléctricas.
La primera noticia recogida se produce en enero de 1857 (el periódico no recoge el día que se produjo), cuando un rayo cayó sobre una casa en Alcalá, convirtiéndola en escombros que casi aplastan a la inquilina, de no ser por la rápida actuación de la Guardia civil:
…..Los de Alcalá de los Gazules (Cádiz) salvaron a una mujer próxima a morir entre las ruinas causadas por una exhalación… “ (1)
La siguiente noticia se produce el 29 de marzo de 1898, cuando un rayo cayó sobre la torre-campanario de la parroquia de San Jorge, destrozando el reloj de la misma.
Este hecho apenas es recogido en la prensa de la época, que sin embargo se hace eco del fallecimiento de dos niños víctima del rayo:
“Tempestad y desgracias.
Cádiz 30, 6 t.
Durante la tormenta de ayer cayó un rayo en la iglesia de Alcalá de los Gazules, causando la muerte de dos niños.” (2)
Lo extraño de este caso es que examinados los libros de funerales del archivo parroquial no hemos hallado ninguna referencia al respecto. Sin embargo, este hecho es bastante conocido gracias a un exvoto conservado en la ermita de los Santos, ofrenda de Antonio Carrasco Romero, natural de Puerto Real, en el 50 aniversario de la intervención milagrosa de la virgen de los Santos salvándole la vida, tras ser alcanzado por el rayo y sepultado por los escombros de la torre:
“Serían las 8 de la noche del 29 de Marzo de 1898, cuando al pasar por las gradas que circundan dicha Parroquia, fue sorprendido por la explosión de la chispa eléctrica, arrancándole del cuerpo la americana, la pernera izquierda del pantalón y una bota del pie del mismo lado toda calcinada por el fuego, lanzándolo todo a varios metros de distancia. Él quedó sepultado entre los escombros que cayeron de la torre y fachada del edificio por espacio de tres cuartos de hora que tardó en recobrar el conocimiento y al pedir auxilio fue trasladado al Hospital de Misericordia próximo a la Parroquia por no tener movimiento mas que en el brazo izquierdo y lado del corazón hasta la cintura.”
Detalle del exvoto existente en el Santuario, rememorando el suceso del 29 de marzo de 1898 |
No corrieron la misma suerte dos vecinos de Alcalá la madrugada del martes 11 de mayo de 1909, cuando iban cargados por el monte con sendos fardos de tabaco de contrabando y fueron alcanzados por otro rayo, muriendo en el acto. Otros rayos de la misma tormenta tambien afectaron a otros vecinos, aunque éstos corrieron mejor suerte:
“DOS MUERTOS POR UN RAYO
CADIZ (martes, madrugada). Sobre Alcalá de los Gazules descargó la madrugada última una tormenta formidable, de consecuencias tristísimas.
La tormenta despidió algunos rayos.
Uno de ellos mató a dos contrabandistas a quienes la terrible tempestad sorprendió en pleno monte.
Llamábanse Andrés Matrucie y Juan Cabrales León.
Iban cargados de sendos bultos de tabaco. Sobre los mismos fardos quedaron muertos los contrabandistas, alcanzados por la exhalación.
Cuando se tuvo noticia del tristísimo fin los dos sujetos mencionados, el juez de instrucción se personó en el lugar del suceso.
Otra chispa eléctrica produjo una herida leve a Vicente Torrejón, también vecino de Alcalá de los Gazules.
En otro cortijo de aquel término municipal una chispa dejó medio asfixiados a ocho hombres que en él habían encontrado refugio.
Se les auxilió luego y fue posible reanimarles prontamente.
En el cortijo causó la chispa varios destrozos y en los alrededores quedaron destrozadas algunas encinas.” (3)
NOTAS
(1) La Iberia. Diario liberal. Año IV Nº 758. Edición del martes 13 de enero de 1857.
(2) La Correspondencia de España. Año XLIX nº 14667. Edición del 31 de marzo de 1898.
(3) La correspondencia de España. Año LX Nº 18717. Edición del martes 11 de mayo de 1909. La misma noticia también la recoge el periódico El Imparcial. Diario Liberal en la página 1 de la edición del mismo día, Año XLIII Nº 15145, mencionando que uno de los fallecidos se llamaba Andrés Melatruche y recogiendo además:
“…Los daños materiales fueron grandes en todo el término.
Al oscurecer cayó en esta población una lluvia torrencial que inundó varias calles de los barrios extremos.”
Soy bisnieto de Don Antonio Carrasco Romero, al que cayó el rayo en el año 1898. Conservo la foto del exvoto completo con el texto sobre el "milagro". Gracias por postear.
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