Ismael Almagro Montes de Oca
Décadas atrás, cuando la vida diaria giraba en torno a las faenas agrícolas, una parte importante de la población de nuestro pueblo vivía diseminada en los campos del término en torno a los diversos cortijos existentes. Otros muchos llevaban una dura vida viviendo en chozas, que por el material con que estaban construidas, a veces se convertían en verdaderas ratoneras si por descuido prendían por culpa de alguna chispa que saltaba de la lumbre con que cocinaban o se calentaban.
Desandando la línea del tiempo hemos documentado varios hechos de estas características, que por lo general, solían acabar en desgracia para las familias que habitaban las chozas.
El primero que hemos hallado tuvo lugar en la madrugada del 23 de mayo de 1934 y en el incendio perecieron una mujer, dos hijos y un nieto, salvándose solamente el padre. El siniestro tuvo lugar en una choza situada en el cerro de las Marmellas, en la zona a las espaldas del cortijo de la Calderona, frente a la Salina, extendiéndose el fuego por los alrededores y afectando al ganado caprino que tenía la familia:
“En el incendio de un chozo perece la familia que lo vivía
Alcalá de los Gazules 25, 7 tarde. En la madrugada de anteayer se produjo un incendio en un chozo enclavado en el sitio llamado Las Marmellas, loma de la Cebada, en este término, donde vivía el cabrero Pedro Ardila Román, de sesenta y cuatro años; su esposa, dos hijas y un nieto. Personados en el lugar del suceso el Juzgados, comandante del puesto de la Guardia civil, Sr. Fernández, y médico y practicante de guardia encontraron carbonizados los cuerpos de Francisca Valle Escame, de cincuenta años; Francisca Ardila Valle, de catorce; Isabel Ardila Valle, de diez, y Miguel Millón Valle, de cinco años, nieto del matrimonio, los tres primeros naturales de El Bosque, y el niño, de Puerto Real. Sólo queda vivo, pero con heridas graves, Pedro Ardila Román, que ha sido hospitalizado en esta ciudad.
El chozo estaba dividido en dos partes: una, servía de dormitorio a todos, y la otra, de fogarín, creyéndose, según lo manifestado por Pedro, que una chispa desprendida del candil, que estaba colgado en el cañizo, prendió en la techumbre del chozo, hecha de pasto, y el fuerte viento existente hizo levantar la llama. Francisca Valle Escame avisó a su esposo, saliendo ambos al exterior con las ropas ardiendo; pero al darse cuenta que dentro quedaban las hijas y el nieto penetraron de nuevo para salvarlos, pereciendo entonces Francisca al desprenderse la techumbre en llamas.
A consecuencia del mismo fuego, que prendió en el cercado del ganado, perecieron cincuenta y una cabezas de ganado cabrío.” (1)
Cinco años antes ocurrió otro incidente parecido, aunque esta vez no hubo que lamentar víctimas. El incendio se produjo seguramente el día 1 de abril de 1929 en un punto indeterminado dentro del término de Alcalá y lo curioso del caso es el origen intencionado por parte de los habitantes de la choza, aunque no sabemos el motivo que les llevó a prenderla:
“Incendio intencionado de una choza
Cádiz 2, 10 mañana. En Alcalá de los Gazules el vecino Antonio Mancera Ruiz denunció ante la Guardia civil que le habían incendiado una choza, perdiendo cuanto tenía en ropas y efectivo.
Practicadas diligencias se averiguó que la choza la incendiaron los hijos del denunciante, Antonio y Francisco, de acuerdo con su padre.” (2)
En primer término algunas chozas en las afueras de Alcalá a mediados del siglo XX en el lugar hoy ocupado por el pabellón deportivo |
Otro de los sucesos destacables por la virulencia del incendio fue el que afectó en la noche del viernes 28 de septiembre de 1923 a la dehesa de Calvo, destruyendo el cortijo y chozas aledañas, avivado por el fuerte viento. Aparte de la pérdida de muchos de los animales que había en el cortijo, el fuego dejó en la más completa miseria a 40 familias, que quedaron desahuciadas, resultando además herido grave un anciano y varios vecinos con quemaduras:
“VIOLENTISIMO INCENDIO
Cuarenta familias en la miseria
Cádiz, 29. —En la noche pasada se declaró un violento incendio en la dehesa titulada del Calvo, radicante en el término municipal de Alcalá de los Gazules.
Desde los primeros momentos, el fuego tomó grandes proporciones por el fuerte viento reinante. Las llamas prendieron en el cortijo y lo redujo a cenizas.
Se han quemado las estancias albergues de los trabajadores, con sus modestos mobiliarios y ajuares, granos en abundancia y gran número de ganado y aves de corral.
Como el fuego se inició a media noche, éste sorprendió dormidos a más de cuarenta familias, las cuales, para ponerse a salvo, tuvieron que abandonar el cortijo, desnudos.
Hay varios heridos, entre los que se encuentra un aperador anciano, muy grave” (3)
“Víctima del fuego pereció numeroso ganado vacuno, de cerda, lanar, caballar, mular y aves de corral.
Se cree que el fuego ha sido intencionado.” (4)
NOTAS
(1) Noticia recogida por el periódico ABC SEVILLA Edición Del 26 de junio de 1934 página 031
(2) Edición de ABC SEVILLA del 3 de abril de 1929 página 37
(3) Edición del domingo 30 de septiembre de 1923 de LA LIBERTAD. Año V nº 1196 página 1 y de LA VANGUARDIA.. Año XLII nº 18603 página 2.
(4) Ampliación de la noticia aparecida en LA ÉPOCA. Edición del lunes 1 de octubre de 1923. Año LXXV nº 26133 pág. 4 y LA VOZ en su ejemplar de la misma fecha. Año IV nº 1018 pág. 4.
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