Ismael Almagro Montes de Oca
El siguiente artículo fue publicado en el periódico “El Castillo de Alcalá” el 6 de febrero de 1918 y aunque no esta firmado, seguramente se deba a la pluma del director del mismo, Manuel Sandoval Moreno. En él, aprovechando la llegada de la fiesta del Carnaval, pone en boca del Dios Momo una dura crítica de los políticos de aquella época, aprovechando también para denunciar las artimañas que los caciques locales utilizaban en las elecciones para mantenerse o conseguir el poder:
“¡ESE DIOS MOMO…!
Un mozo de cuerda llegó a la redacción de EL CASTILLO DE ALCALA conduciendo un cajón enorme.
En la tapa pudimos leer con verdadero espanto: envío del Dios Momo -Frágil
Y aquí fue el castañear de dientes, el temblor de nervios… el… el… en fin… la mar… la mar…!
El director se retorcía nervioso el bigote, mostrando en su rostro las inconfundibles huellas del miedo. Los redactores comenzaron a temblar como si sufrieran cuartanas y las letras del cajón maldito relucían amenazadoras de tragedia, llenando de pavor nuestros pechos.
Pasado el primer momento del horroroso susto, el director, dándoselas de valiente, pero temblándole hasta los quevedos, conminó imperativo: - ¡Abrase ese baúl… la ultima palabra no pudimos oírla bien debido a que cuando la pronunció, hallábase nuestro jefe a dos leguas de distancia.
Por fin el mismo miedo nos hizo abrir el cajón y cuando esperábamos hallar dentro de él las anunciadas caretas, no encontramos mas que un papel escrito con mala letra y peor ortografía, cuyo texto transcribimos:
EDICTO
Yo, el gran dios Momo, maestro de políticos, inspirador de todas las travesuras y amaños electorales, que tan buen resultado dan en España y sobre todo, en Alcalá de los Gazules;
HAGO SABER: Que aunque otra cosa digan los mal informados, este año reinaré el 24 de Febrero, día de las elecciones, en vez del 10, como equivocadamente anuncia el almanaque.
En tal concepto, ordeno y mando a mis súbditos, los antes aludidos políticos, que disfracen bien sus intenciones, y al que piense ir a las Cortes para combinaciones propias, diga con todo descaro (por aquello de que la careta deben usarla las personas descaradas) que van a defender el distrito. Después tienen lugar de olvidar sus promesas.
Los que no lleven miras de lucro (estos son contados y solo luchan para servir a un partido político, deben escribir y publicar un programa diciendo que la patria necesita de hombres desinteresados y ellos están dispuestos a sacrificarse por la patria. Y así por este estilo todos deben ir diciendo lo contrario de lo que piensen hacer. (1)
El carnaval, como todos deben saber, es el periodo durante el cual los más vivos se la pegan a los más tontos; por consiguiente, los candidatos no cumplirán con sus deberes si no se la pegan a sus electores.
Item más: los políticos que tengan órdenes de señores los caciques, si tienen la sartén por el mango, en caso de lucha, deben disfrazar de empleados a varios individuos dispuestos a todo, no siendo necesario que le den otras armas que un buen garrote, unos cuantos vasucos (2) como así también deben ordenar al sepulturero que deje salir a todos los muertos que estén en el censo par que voten libremente ya sea a los que el cacique ordene o al que pague más (3) Tambien vengo a ordenar, mejor dicho: a aconsejar que todos los electores que no quieran acatar ordenes de arriba, se compren chichoneras o se hagan los enfermos, y si hay algún periodista demasiado imprudente en Alcalá de los Gazules, se le pone en el (ilegible) y no se le deja volver la vista atrás.
Aquel de mis súbditos que no acate las ordenes que por medio de este edicto doy, caerá en desgracia y le retiraré mi protección.
Dado en el Olimpo a VI del II de MCMXVIII
Yo, el dios MOMO.
(1) Nota de la Redacción: el dios Mono debe estar borracho cuando ordena lo que todos hacen sin ordenes de él
(2) Nota de la Redacción: lo que decimos antes, lo repetimos ahora
(3) Nota de la Redacción: Volvemos a repetir lo de la nota primera. ¿Para eso publica Vd. ¿El edicto, señor Momo?”
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