sábado, 3 de octubre de 2020

¿Existió otro convento de Santo Domingo en Alcalá?




Ismael Almagro Montes de Oca 

     De los dos conventos de frailes que hubo en Alcalá, es sabido que los mínimos fundaron su primitivo convento sobre la ermita de la Consolación en 1586 y que casi un siglo más tarde se trasladaron al nuevo, que habían empezado a levantar prácticamente desde su llegada a nuestra localidad en la actual Alameda. 

      Sobre el otro convento, el de Santo Domingo, nada se sabía sobre una posible fundación en otro lugar distinto al que conocemos. Hasta hoy, porque, ¡cuál ha sido nuestra sorpresa!, examinando documentación original del propio convento relativa a las propiedades, tributos y censos que poseían los frailes dominicos del convento alcalaíno[1], hemos localizado, no uno, sino cinco documentos relativos a unas casas, situadas en una zona conocida como “Santo Domingo el viejo” indudablemente para diferenciarla de donde estaría el “nuevo convento”, por lo que podemos deducir que existió una ubicación anterior, abandonada por causas que desconocemos, distinta a la que hoy conocemos, donde empezó a construirse el convento: 

“Casas 

Tiene este conveno unas casas en esta villa en la calle real do dicen .sto. domingo el viejo” 

subrayado: "sto domingo el viejo"

      Estos mismos documentos nos aclaran que el “primitivo convento” debía estar en las inmediaciones del nuevo, porque las casas arrendadas estaban en la calle Real y lindaban entre sí con otras propiedades del convento: 

“Tiene este conveno unas casas en esta villa do dizen .sto. domingo el viejo que por ambas partes lindan con casas del dicho conveno” 

“Tiene este conveno unas casas en esta villa donde dizen .sto. domingo el viejo linde de casas del dicho conveno por ambas partes” 

“Tiene este conveno unas casas en esta villa donde dizen .sto. domingo el viejo linde de casas del mismo conveno” 

“Tiene este conveno unas casas en esta villa do dizen .sto. domingo el viejo q lindan por anbas partes con casas del dicho conveno” 



     Como dato curioso, algunas de estas casas eran arrendadas a la misma familia por más de una vida, como en el caso de Pedro Cordero, a quien se le arrendó por dos vidas, y una vez muerto éste, pasó a su hija. Una vez muerta la hija, la casa volvería a posesión del convento: 

“Tiene estas casas por dos vidas pº cordero por precio de once ducados en cada un año pagados por los tercios del año paso la escriptura ante fabian de coca escrivano puco en once de agosto de mil y quinientos y ochenta y quatro año - - - 

Es muerto el pº cordero y resta una vida q va corriendo ques de una hija suia esta esta escritura en el deposito con esta señal A” 



      Otro dato a destacar es que, en los arrendamientos, además del dinero acordado, se pagaban un número de gallinas por navidad: 

“Tiene estas casas arrenda por tres vidas Antonio fernandez curador por precio de diez ducados y dos gallinas en cada un año. pagados por los tercios del año y las gallinas por navidad. Paso la escriptura ante” 

“Tiene las por alquiler juº ximenez cilleros por precio de diez ducados y tres gallinas en cada un año, los dineros pagados por os tercios del año y las gallinas por navidad corre el alquiler desde san juº de 1.5.8.7. as” 

“Tiene las por alquiler xpoval sanches morillo por precio de diez ducados y dos gallinas pagados los dineros por los tercios del año y las gallinas por navidad” 

“Tiene las por alquiler ximon rromeo por precio de diez ducados y meº y dos gallinas en cada un año los dineros pagados por sus tercios y las gallinas por navidad començo el arrendamiento por san juº del año de 1587” 



NOTAS

[1] Archivo Histórico Nacional. CLERO-SECULAR_REGULAR,L.2191

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