Artículo publicado en la Revista Apuntes Históricos del año 1993
Gabriel Almagro Montes de Oca
LOS ANTECEDENTES: EL LEVANTAMIENTO DEL PALMAR DEL PUERTO.
Tras la llegada de Fernando VII a España, en Abril de 1814, y conocerse sus deseos, luego ejecutados, de abolir la Constitución gaditana de 1812 y de gobernar absolutamente, comienzan por parte de un determinado grupo de oficiales del ejercito radicado en Cádiz. –auspiciados por los sectores liberales de la capital- los preparativos para un levantamiento militar – los típicos pronunciamientos del siglo XIX-, tendente a restaurar la constitución de 1812 y el gobierno de los liberales.
En este contexto, llegamos al año 1819, fecha en que estaban acantonándose en la provincia de Cádiz las tropas para una expedición que se proyectaba con objeto de someter a Buenos Aires, no olvidemos que estamos en el momento en que se desarrolla el movimiento emancipador en Hispanoamérica. Este ejército, estaba bajo el mando del general y virrey electo de Buenos Aires, Conde del Abisval, hombre que en aquel momento hacía gala de ideas liberales, y por tanto, habida cuenta del gran ejército que mandaba, parecía el ideal para encabezar el pronunciamiento, cuya fecha se fijó para los primeros días del mes de Julio.
Como quiera que los preparativos fueron conocidos por la Corte y el Conde del Avisbal interrogado, este cambió de parecer, aunque aparentemente prosiguiese con los preparativos del pronunciamiento. Sin embargo, el 8 de Julio, cuando todo estuvo dispuesto y se reunieron las tropas existentes en la provincia, en el Palmar del Puerto de Santa María, el Conde del Avisbal no se pronunció al grito de "¡Viva Ia Constitución!", sino que lo hizo el de “¡Viva al Rey!", dejando absortos a los que todavía alentaban locas esperanzas en el Capitán General…
El intento había fracasado y los promotores eran encarcelados, siendo uno de los principales el coronel don Antonio Quiroga y Hermida, Comandante del primer batallón de Cataluña, quién se había mostrado receloso del Conde y había propuesto apoderarse él mismo de Cádiz en la mañana del 8 de Julio, mientras las tropas se reunían en el Palmar del Puerto.
QUIROGA EN ALCALÁ; EL BATALLÓN ESPAÑA EN LAS CORREDERAS; LOS PREPARATIVOS DEL PRONUNCIAMIENTO.
Es entonces, el momento en que Alcalá entra en los acontecimientos que nos ocupan, pues Quiroga es desterrado a nuestro pueblo:
"... En el convento de los Dominicos de Alcalá de los Gazules continuaba preso el coronel Don Antonio Quiroga, si se llamaba estar preso, pasearse en traje de paisano por la villa, concurrir á visitas y á diversiones y ver desde las casas de sus amigos pasar el relevo de la guardia del convento, cuya consigna era que velase por su incomunicación más estrecha..." (1)
Ya hemos anticipado, que el pronunciamiento no era sólo obra de los militares, de un celebre "espadón", sino también de las clases políticas, de los liberales. Unos liberales, fundamentalmente comerciantes, clases adineradas, entre los que nos encontraremos a los Isturiz, Alcalá-Galiano, Vellosa,.. que veían en el liberalismo, fundamentalmente económico, el modo de prosperasen sus actividades comerciales, que por otra parte el absolutismo fernandino había restringido. Pero estos liberales, simultaneaban o complementaban la militancia política con la actividad masónica, en tanto que la pertenencia a la masonería les permitía relacionarse con otros comerciantes europeos y americanos y también porque en las logias masónicas, podían realizarse trabajos preparatorios de los pronunciamientos políticos, en el más absoluto de los secretos.
Por ello y habida cuenta de la presencia en Alcalá de Quiroga, algunos masones como Antonio Alcalá-Galiano aparecerán por nuestro pueblo para preparar los trabajos del Pronunciamiento.
Antonio Alcalá Galiano |
Si a esto unimos que el 20 de Agosto se declara en San Fernando la fiebre amarilla y se establece, siguiendo la costumbre entonces al uso, el cordón sanitario entre Sanlúcar de Barrameda y Algeciras, tendremos que se hace precisa la redistribución por la provincia del ejército acantonado en la Bahía, estableciéndose el cuartel general en Arcos y correspondiéndole a nuestro pueblo el alojar al Batallón España.
"Este mal -la fiebre amarilla- no era tan grave cuanto parecía, porque al fin, disperso así el ejército, no era de pensar en que se embarcase hasta dentro de largo plazo, y se ganaba tiempo, cosa muy necesaria para nosotros, y el ganado no se desperdiciaba enteramente, pues los conjurados, en sus respectivos batallones, soltaban quejas y dejaban traslucir repugnancia a pasar el mar, y a arrostrar los peligros que al ejército esperaban en América, todo lo cual se comunicaba á los Sargentos y a los Soldados. De pronto hubo orden de reunir el ejército en un campamento que se formó en un lugar llamado las Correderas, en las tierras que median entre Jerez y Alcalá de los Gazules (...) La reunion en las Correderas sirvió de junta a los hermanos, de dar actividad a los Trabajos de sus logias, de concentrarse entre sí los que la formaban, de proponerse y hacerse, ó desde luego ó á su tiempo, nuevas iniciaciones..." (2).
Así pues, ya conocemos la presencia en Alcalá de todos los actores que intervendrán en el desarrollo ulterior de la historia.
La existencia de un ejército expedicionario en nuestro suelo, ocasionará algunos que otros gastos, así el Cabildo de fecha 18 de Septiembre de 1819, conoce escrito del Conde de Calderón, Capitán general de Andalucía y del Ejército expedicionario, por el que se exige el pago de "...trece mil setecientos cincuenta reales, veinte y ocho mrvs..." acordando el cabildo con el Comisario de Guerra que concurre en representación del ejército al cabildo, Don Juan Álvarez Mendizábal (3) abonarse en dos plazos, repartidos ambos al 40 % en efectivo metálico y el 60 % restante, en "efectos de trigo, cevada y garvanzos..." Convenio que aprueba el conde de Calderón tal y como se conoce en el Cabildo del 14 de Octubre de 1819 y en el que queda copia del escrito de agradecimiento que la Corporación envía al conde, a la vez que se solicitan nuevas moratorias en el pago, debido a la extrema crisis que sufre "...un pueblo que todo su comercio y caudal se reduce a la agricultura y cría de ganados..."
Juan Álvarez Mendizabal |
De cualquier modo y a partir de esta fecha, raro será el Cabildo en que no encontremos escritos procedentes bien del Cuartel General del Ejército expedicionario en Arcos o bien del cuartel local en “Casa Manzano" en las correderas, fundamentalmente, pidiendo paja para los caballos y otros suministros, aunque también hay escritos, como el firmado por D. Juan de la Cruz Mourgeón y Achet, "General Comandante de la 1ª División de Infantería del Ejército Expedicionario y de las Tropas del Gran Campamento de las Correderas de Alcalá de los Gazules", que se inserta en el Cabildo del 27 de Octubre de 1819 y por el que:
"Certifico: Que para llebar al Cabo la inportante comisión puesta a mi cargo por S. E. el Genl. en Gefe Conde de Calderon de salbar diez Batallones de la Epidemia desoladora qe aflige a barios pueblos de la Costa y Aún del interior han tenido parte tan marcable el Corregidor, Ayuntamiento y vecinos de la Villa de Alcalá, qe sus esfuerzos tocaron los limites del heroismo, pues desde qe me presenté en ella principió el Ilustre Ayuntamiento a tomar con celo e interés las probidencias más estraordinarias a fin de recoger y poner bajo sus posibilidades las hermosas tropas qe buscaban donde guarecerse de un enemigo a quien no podían conbatir. Este umano Pueblo no solo les dio Hospitalidad con sus abitaciones, sino qe para creacion del Hospital de los Santos, Termino de esta Villa, cedieron sus camas en socorro del enfermo Afligido; destinó vestias peregnes con que transportarlo; ha abierto sus graneros para la manuetención; ultimamente, y por no hacer un panegirico, qe tal vez yera la delicadeza de Abitantes tan birtuosos, me prescindire á concluir en obsequio de la Justicia distributiba, son dignos de pertenecer al Amor del Soberano, a quién han acreditado en tan aflictibas circunstancias Su adesión y merecer el nombre de Españoles hermanos amantes de sus compatriotas militares consagrados a la defensa del Estado y tranquilidad del Ciudadano pacífico. Para qe conste doy la presente en mi Quartel General de Casa Manzano a veinte y seis de octubre de mil ochocientos diez y nueve" (4)
Cruz Mourgeon |
O como este; también de Juan de la Cruz Mourgeón, de la misma fecha y lugar y por el que expone:
"...Confiada a mi por el Excmo. Señor Conde de Calderon Capitán General de Andalucía y en Gefe del Exto. expedicionario la elección de fundo para campar la mor. parte de aquel con el interesante objeto de salbarlo del contajio destructor que le amenazaba en las poblaciones que estaba acantonado, recayó aquella en el sitio llamado de las Corredoras del termino de esa villa pues que reune quanto puede desearse para el indicado fin; esto, unido al feliz resultado de mi permanencia y la de las tropas de mi mando en el mencionado punto, hace que justos le tributemos la mayor gratitud; y para que esta sea trascendental a los siglos venideros he de merecer a V.V.S.S. se sirban prebenir qe en lo susesivo se denomine Corredera de la Salud. Dios Gue a V.S. muchos años. Quartel General de Casa Manzano 26 de Octubre de 1819". (4)
O este del mismo autor, lugar y fecha en que se dice:
"Tengo el sin igual placer de poder cumpliendo con la Justicia y mis deseos de remitir a V. el documento testimonio adjunto para que ese Ayuntamiento y vecindario se japten en qualquier tiempo tener por divisa la adhesión y amor mas acendrado acia el mejor de los Soberanos epilgado en la hospitalidad dada á sus Tropas en ocasión la más crítica, y quando las circunstancias exijían los mayores sacrificios generosamente prestados por su Pueblo." (4).
Ni que decir tiene que nuestro Cabildo supo agradecer con escritos las atenciones del General Comandante De la Cruz Mourgeón, sino que acordó:
"que con objeto a que así conste a todos los abitantes de este pueblo, y se propage a las Edades futuras se publique en todos los sitios...y ponga Correderas de la Salud, uniéndose igualmente el mencionado oficio a este libro Capitular para q. así conste."
(5) .
NOTAS
Las fotografías no se corresponden con el artículo impreso en 1993.
(1) Adolfo de Castro. Historia de Cádiz y su Provincia. Cádiz 1985, pág. 69.
(2) Alcalá Galiano, A. Memorias de un anciano. Págs. 458-459.
(3) Nos resulta bastante atrayente la presencia en nuestro pueblo de Juan Álvarez Mendizabal, quien tan alto papel había de jugar en el gobierno del trienio constitucional (1820-1823) y aún en el desarrollo político posterior. De cualquier modo y como nos dice Adolfo de Castro, en aquel momento, el gaditano era "personaje poco conocido hasta entonces y dependiente de la Casa de comercio de Beltrán de Lis... Adherido a la conspiración... Cobró Mendizabal reputación de atrevido más que todos; treinta años tenía de edad, pocas letras, gran entusiasmo, imaginación vivísima, fecundidad en concebir proyectos, colosal estatura, robustez incansable, estravagancia en el vestir y en las acciones, hombre que aparecía extraordinario y como tal a propósito para una extraordinaria empresa".
(4) Legajo 30 de Actas Capitulares. Archivo Histórico Municipal de Alcalá, folios 229-231.
(5) Legajo 30 de Actas Capitulares. Archivo Histórico Municipal de Alcalá, folios 2234 vuelto y 235.
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