Juan Manuel Valle Recio, padre de Pedro, nuestro protagonista, salió de la cárcel en agosto de 1941. Del campo de concentración de Albatera pasó a la cárcel de Cádiz. Y de allí a la de Jerez, por tener su residencia fijada allí, en San José del Valle, que ha sido hasta hace poco pedanía de Jerez. Se incorporó a la academia de carabineros y tras algunos meses salió con la graduación de teniente.
“Sale de teniente y se va otra vez al frente. Coincide allí con su hermano Luis, que en una de esas batallas son cercados y se quedan atrasados. Allí hieren a mi tío Luis. Mi padre se lo echa al hombro, toda la noche andando. Tuvieron que pasar un río, no recuerdo cuál. Mi padre desesperado y sin fuerzas, sin encontrarse con nadie que pudiera ayudarles, hasta pensó en pegarle un tiro a mi tío y después matarse él. No sé cómo sería el desenlace. Encontrarían a alguien que les ayudó. Lo destinan a Valencia. Desde allí, una vez perdida la guerra salían barcos cargados de niños y mujeres. Mi padre al ser teniente, se quedó para los últimos. Definitivamente no podría escapar y cayó prisionero. En Albatera pasaron muchas calamidades. Estaban casi desnudos, porque habían sido despojados de todo. Se arrancó los galones de teniente, aunque los interrogatorios y palizas le forzaron a decir que era teniente. Un reloj de oro que tenía mi padre, lo pudo conservar porque se lo escondió en los “huevos”. Unos a Albatera, otros a la plaza de toros de Alicante, con un calor asfixiante. Coincidió en Valencia con su cuñado y tío mío, Francisco Barrera Archidona.[4] Allí, casi desnudos, como animales, les daban una lata de sardinas y un bollo para dos personas. Ahí fue donde se comieron el perro que antes he referido. Allí estuvo unos seis meses”.
Corporación del Frente Popular |
“De mi padre no supimos nada más. Se perdió en Málaga. Nos fuimos con mi abuelo a San José del Valle. Allí pasamos hambre para ahora y para luego. Yo ayudaba a mi abuelo que, como dije al principio, era maderero. Iba para que no estuviera solo y porque le guisaba. Fue sobre el año 38 y fue entonces cuando fui a la finca de El Marrufo y me enteré de lo de la Fosa Común”
“Sobre la estancia de mi padre en la cárcel, mis recuerdos, aunque lejanos, son claros. Mi madre aprovechaba un cosario que pasaba por allí de Jerez. De vez en cuando iba a visitarlo a la cárcel. Alguna que otra vez, me llevaba a mí. Pero yo casi no veía a mi padre. Estaba como en la oscuridad, detrás de un entramado de tela metálica que impedía que se pudiera ver con claridad. Le escuchaba muy bien, pero casi no le veía. Mi madre le visitaba sobre todo para llevarle comida. Pasaba mucha hambre. Yo ponía cepos, lazos, cogía conejos que mi madre guisaba y se lo llevaba ya guisado a mi padre. Un día de los que fue, para su sorpresa, le dijeron que no era necesario que pasara el canasto para su control, que en un rato saldría libre. Efectivamente, a la media hora salió mi padre. Estaba destrozado, delgado, demacrado. Había estado desde 1938 hasta agosto de 1941. Salía con 38 años. No los tenía aún cumplidos. El cuerpo le tenía lleno de granos, casi no podía andar. Tenía que trabajar”
“Contaba entonces con unos 13 años. Mi madre estaba enferma. Pero sobre todo de hambre y necesidades. Lo poco que había me lo daba a mí. Me comía todo lo comible, los tallos de la zarzaparrilla, los tallos de las zarzas moras, hierba y hasta las cáscaras de las naranjas. Dormía bajo los árboles. Hasta una cucaracha se me metió por un oído. Yo subía por la ropa que mi madre nos lavaba. Había hasta lobos. Yo pasaba miedo. Los lobos no me mataron porque no pasaban hambre. En aquella época había más comida para ellos que para nosotros”.
Luis Valle Recio encarcelado también, sale en el año 1944. Había estado encarcelado en Alcalá de los Gazules. Luis muere en agosto de 1980.
“Se ve que el carcelero era muy buena persona y cuando yo iba a ver a mi tío Luis, me lo encontraba comiendo con la familia del carcelero. Era el único que había en la cárcel y la confianza llegaría a ser mucha”
De Francisco Valle Recio, contamos con el certificado que Isidro Castro Puelles, como alcalde presidente del ayuntamiento de Alcalá de los Gazules, firma el 15 de mayo de 1939, informando que según los datos y antecedentes que obran en poder de la Guardia Municipal “era afiliado al Partido Socialista del que hacía propaganda muy activa, ignorándose la actuación que haya podido tener en la zona roja”.[5]
Certificado de Francisco Valle Recio |
Diego Valle Recio, fue juzgado y condenado en el Procedimiento sumarísimo de Urgencia n° 5, juzgado 15 de la Plaza de Málaga, en 1937.[6]
Su primera y única declaración está fechada el 17 de febrero de 1937. Declara llamarse como se indica, de treinta y un años de edad, de estado soltero, profesión de campo y natural y vecino de Alcalá de los Gazules. Domiciliado en calle Sánchez Flores. Sabe leer y escribir. Hijo de Pedro y Francisca.
“Que desde hacía quinces días antes del movimiento se afilió al partido sindicalista, habiéndosele dado el cargo de Tesorero. Que cuando se produjo el Movimiento se hallaba en Alcalá de los Gazules, donde no hubo disturbios, ni por tanto tomó parte en desmanes de ninguna clase. Que aun en ese pueblo no hubo lucha de ninguna clase, los obreros decidieron alejarse del pueblo, marchando masivamente a Jimena, Estepona y luego a ésta, habiéndose alistado en le Batallón Pablo Iglesias con el que estuvo en el frente del Chorro, sin haber entrado en combate; que por enfermo fue evacuado y venido a Málaga, donde se presentó en la Comandancia Militar. Invitado, designo defensor a Don Ignacio Arenillas. Leída se ratifica y no firma por impedírselo la lesión que padece en la mano derecha”.
Declaración de Diego Valle Recio |
La sentencia, fechado a 20 de febrero en Málaga, del Consejo de Guerra Permanente n° 1, para fallar el procedimiento sumarísimo de urgencia n° 5 incoado por REBELION MILITAR, como decíamos, es contra un grupo de 12 prisioneros, todos mayores de edad, excepto uno de ellos, del que se indica que es mayor de 15, Fernando Santana Ardana. El resto son: Francisco Navarro Rojas, Fernando Andrade Fernández, Juan Rodríguez Rivas, Pedro Salguero Palacios, José García Salas, José Álvarez Montiel, Diego Valle Recio, Antonio Martínez Martín, Adrián Rodríguez Rengel, Ángel Rico Martín y Manuel Pardillo Cornejo.
Textualmente el primer resultando que es donde se incluye a Diego Valle Recio, dice:
“Resultando probado que los procesados Juan Rodríguez Rivas, José García Salas, Fernando Santana Ardana, Diego Valle Recio, Ángel Rico ¿Mayor? Y Manuel Pardillo Cornejo han sido todos milicianos de batallones rojos, que han combatido frente a las fuerzas del ejército nacional, teniendo todos los citados antecedentes sindicales revolucionarios (...)”
“Considerando que los hechos relatados en el primer resultando son constitutivos del delito de rebelión militar, previsto y sancionado en los artículos 237 y 238, ambos del Código de Justicia Militar (...) siendo responsables como autores por participación directa y voluntaria (se repiten los nombres de los seis procesados del primer resultando) con el agravante de trascendencia del delito (...)”
“FALLAMOS: Que debemos condenar y condenamos a los procesados (se repiten los seis nombres) a la pena de muerte, en concepto de autores responsables del delito de rebelión militar, previsto y sancionado en los artículos 237 y 238 de Código de Justicia Militar (...)”
El resto del Fallo fue el siguiente:
A la pena de Reclusión Perpetua, tres procesados, por el mismo delito, aunque atenuado por circunstancias contempladas.
A la pena de 20 años de reclusión temporal, con la atenuante de menor de edad, para el menor de edad.
Para todos los condenados, la accesoria de inhabilitación absoluta. El resto de los procesados quedarían absueltos.
Portada del Expediente sumarísimo en el que condenó a muerte a Diego Valle Recio |
NOTAS
[4] Francisco Barrera Archidona fue concejal durante el gobierno del Frente Popular, siendo alcalde D. Antonio Gallego Vigslerio.
[5] Francisco Valle Recio. AMAG. Legajo 975. Ver Anexo.
[6] Expediente de Procedimiento Sumarísimo. Remitido por la Asociación de Memoria Histórica.
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