Nos permite este registro del día a día poder imaginar la situación en nuestra localidad. Nos ayuda a imaginar o a reconstruir el ambiente que se respiraba y que en multitud de ocasiones han tratado de describirme los muchos testimonios que he tenido ocasión de escuchar. Los servicios prestados por las milicias, como bien indica el principio del Diario, patrullando nuestras calles o prestando servicios de vigilancia nos amplía esta descripción. Contamos, además, con otro documento clave procedente de la propia Falange. En este caso, nos amplía la información y nos ayuda a completar ese ambiente que tratamos de describir. Contamos con el registro de servicios prestados a partir del mes de septiembre y que tendremos ocasión de conocer. El documento es un cuaderno donde se han anotado la relación de servicios prestados por días, zonas y horario. En nuestra localidad se decidieron varios puntos de vigilancia que durante las 24 horas del día eran cubiertos por Milicias de Falange. El documento relaciona todos los días desde el 14 de septiembre hasta el 2 de octubre. Aparecen no sólo los puntos o puestos de vigilancia, sino las franjas horarias que se cubren yquizás lo más delicado, las personas que prestan los distintos servicios (5).
El Alférez Comandante Militar, D. Manuel Álvarez Navarro, a 3 de septiembre de 1936, da las instrucciones correspondientes sobre la forma de establecer los servicios de armas, cuya transcripción completa es la siguiente:
“Los servicios de armas en la zona ocupada se montarán con sumo cuidado, aún en aquellas ciudades que han quedado a retaguardia, evitando que el exceso de confianza pueda conducir a situaciones difíciles y comprometidas.
Diariamente se montará en todas las entradas y sitios dominantes de las ciudades una estrecha vigilancia registrando y deteniendo a toda persona sospechosa. Se establecerá un retén permanente en un lugar céntrico para concurrir a cualquier llamada de servicio de vigilancia. Este servicio será reforzado durante la noche, retirándose la vigilancia avanzada al interior de la ciudad y reforzando el retén. Independientemente y si las circunstancias lo requieren podrán los Comandantes Militares tomar aquellas disposiciones que crean convenientes, como establecer servicios extraordinarios, prohibir la circulación de personas durante determinadas horas de la noche, impedir la entrada o salida de determinado sector de la Ciudad, etc.,, respondiendo en todo momento del orden público y del exacto cumplimiento de las disposiciones emanadas de ls superioridad.
Los servicios que tengan que efectuarse fuera de la ciudad, como convoyes, reconocimientos, escoltas, etc., se llevarán a cabo siempre con la protección conveniente, según las circunstancias, adoptando en las marchas las medidas de protección y seguridad necesarias, evitando emboscadas y sorpresas desagradables. El jefe de cada expedición de esta naturaleza será el responsable del exacto cumplimiento de estas instrucciones, debiendo siempre tener en cuenta que la vida de los individuos confiados a su mando, exige el no omitir el más pequeño detalle de seguridad.
En determinadas circunstancias y cuando tuvieran confidencias fidedignas de que los merodeadores pretenden algún golpe determinado de mano, efectuar alguna concentración o el paso por un determinado lugar podrá establecer un servicio de emboscada. Estos servicios por la delicadeza de los mismos, requieren una preparación cuidadosa, unos efectivos proporcionados a la misión a desempeñar y una tropa muy escogida, sobre todo los efectuados durante la noche. Un servicio de estos no debe intentarse nunca sin tener muchas probabilidades de éxito. Se montará siempre de forma que la retirada quede completamente libre por si fracasa.
A veces el enemigo ocupa posiciones dominantes o fuertemente atrincherados desde las cuales puede hostilizar con completa impunidad a las fuerzas atacantes. En estos casos si las fuerzas no cuentan con medios ofensivos suficientes para reducir al adversario podrá intentarse su rendición, bloqueándolos hasta que la necesidad los obligue a salir y luchar en campo abierto, con lo que pierden todas sus ventajas, ya que la moral los coloca en condiciones de inferioridad” (6).
Siguiendo las instrucciones, desde Falange se diseña el Plan de Vigilancia de la manera siguiente:
Como puestos, aparecen: Cuartel, Los Pozos, Punto de Carabinero, Larios, El Molino e Imaginarias.
Las franjas horarias que cubren los distintos turnos son, como servicios de noche, desde las 21 horas a las 1,30 y desde la 1,30 a las 6 de la mañana. El servicio de día enlazaba desde las 6 de la mañana hasta las 13,30 y desde las 13,30 a 21 horas y así sucesivamente se cubrían las 24 horas.
Los distintos turnos se componían, dependiendo del punto de vigilancia, de cabo y militantes. Normalmente tres o cuatro personas por puesto. El número aumentaba en los servicios de noche.
Se destacan algunos servicios especiales como el del día 17 septiembre, que se desplazan al sitio del Carrizoso, un grupo de falangistas compuesto de un jefe, un subjefe y 9 militantes. Al día siguiente también, otro servicio especial se dirige a finca La Bovedilla. En este caso, el grupo se compone de 10 militantes sin distinción de jefes o subjefes. El 19 de septiembre, nuevamente se dirige un servicio especial de 10 militantes al mismo sitio de La Bovedilla. Solo algunos de los componentes repiten el servicio. También a La Bovedilla se desplaza otro grupo de 9 militantes además de un jefe y un subjefe el día 25 de septiembre.
En octubre, el día 1, se repite el servicio a La Bovedilla, con la misma composición: jefe, subjefe y 9 militantes.
El 7 de octubre, se presta un servicio especial de apoyo a la Guardia Civil, donde participan 6 militantes. También a La Bovedilla y con la misma composición que el día 1, se vuelve a prestar el servicio el día 9.
Como servicio especial, se recoge la salida al Puerto de las Palomas el día 14 de octubre, acompañando a la Guardia Civil. En este caso el acompañamiento es de un Jefe de Falange, un jefe y subjefe de escuadra, 5 militantes y dos agregados (así consta).
Nos amplía la información y por tanto, nos permite conocer aún más el ambiente de estas semanas y meses, otro documento clave. Es el expediente del año 1939 “sobre depuración de funcionarios de la Administración Local del Ayuntamiento, con motivo de la disposición inserta en el Boletín Oficial de la Provincia de dos de agosto de 1939” (7).
NOTAS
5.- AMAG. Relación de Servicios Prestado. Legajo 975
6.- Instrucciones correspondientes sobre la forma de establecer los servicios de armas. AMAG. Falange. Legajo 975
7.- AMAG. Depuraciones. Expedientes Personales. Legajo 376
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