viernes, 11 de agosto de 2017

Contrato de un retablo para el convento de Santo Domingo en 1618


Ismael Almagro Montes de Oca

      Siempre ha existido la creencia de que la talla de San Sebastián existente en el altar mayor de la Parroquia de San Jorge procede de su extinta ermita en torno a la calle los Pozos, siendo colocada en su ubicación actual a principios del siglo XX por el pintor restaurador Diego Muñoz Valverde. Autores como Marcos Ramos Romero[1] o Fernando Toscano de Puelles[2] así lo han manifestado con un razonamiento bastante lógico, pues hasta la fecha no se tenía constancia de la existencia de otra talla de dicho santo en nuestra localidad. 


      Sin embargo, abrimos hoy una nueva hipótesis sobre el origen de esta Imagen, pues bien puede proceder de la Iglesia del Convento de Santo Domingo, al igual que otras imágenes que se conservan en la Parroquia, como las imágenes de la Columna o el Crucificado de la Expiración y que pasaron a mediados del siglo XIX a la misma.

      En el Archivo Histórico Provincial de Cádiz, dentro de los protocolos notariales de Alonso Romero de Coronado, se conserva un contrato fechado el 10 de abril de 1618 por el cual, el beneficiado Melchor Romero de Villegas, Comisario de la Inquisición concierta la hechura de un retablo para su capilla en la Iglesia del Convento de Santo Domingo con el ensamblador Antonio Sánchez y el dorador Pedro Márquez, vecinos de Cádiz:

“Sepan quantos esta carta vieren como en la vª de alcala de los gazules diez días del mes de abril año de nro salvador jesucristo de mil y seis cts y diez y ocho as en presª (presencia) de mi el esc puco (escribano público) y (¿?) aquí entro y parecieron prestes el benfdo Melchior Romº de villegas comisº de la sta inquisicon vezº della de la una parte y de la otra Antonio Sanchez ensamblador y pº de musqs dorador veos de la cibdad de cadiz estantes de preste en esta dha vª de alcala q doy fee q conozco y dixeron q por quanto ellos estan conformes y concertados en q los dhos antº ss y pº mrqs se an de obligar y por estas escriptas se obligan a hazer y q darán ffecho al dho comisº un retablo de madera de pino dorado pa q se ponga y asiente en la capilla y entierro ql dho comisº tiene en el convto de frailes de señor santo domingo extramuros desta dha vª…”

       La novedad radica en que, entre las cláusulas del contrato, se recoge que dicha capilla era conocida como de San Sebastián pues existía allí una talla del santo en una hornacina:

“…lo primº es condiçion ql dho retablo a de ser de madera de pino y lo an de poner y asentar en el altar q esta en la dha capilla q se dize y nombra de sor san sebastian y an de hazer en medio del dho retablo un tabernáculo en q se a de poner y asentar la imagen de sor san sebastian qs la questa oy puesta en el dho altar…”


       Se recoge además una descripción del retablo, que será de madera dorada y constará de cuatro columnas dividiendo tres calles, la central con la hornacina del santo y las dos laterales para albergar sendas pinturas de San Pedro y San Pablo y otras más pequeñas, más pequeñas encima de éstas con pinturas de santos de la devoción del beneficiado dueño de la capilla. Además, llevará rematando la cornisa una pintura de San Antonio de Padua:

“ y es condición ql dho retablo a de salir y tener por los dos lados del ancho una quarta bien larga mas de lo q dize el dho altar donde se a de asentar y cargar 

Yten es concidion q a de llevar dos tableros a los lados del dho tabernáculo de sor san sebastian y estos dos tableros an de ser partidos en dos cada uno ./. y es condición q a de llevar quattro pilastras estreadas dóricas q dividas los tableros y el tabernáculo ./.

Yten es condición q a de llevar el dho retablo un tablero con sus remates ensima de la corniza del tabernáculo / que sea de la altura q tuviere la proporción ./.

Yten es condición q sea de dorar todo este retablo lo q pidiere ser dorado y estofado y gravado en las partes q pidiere ¿? Hacer en buena obra / yten que en el bano se an de pintar y hazer ¿? Retrato en dos tableros q a de llevar el dho (ilegible)

Yten q se an de pintar en los dos tableros colaterales a sor san pº y ssan pablo y con otros do tablerillos peqnos que an de venir ensima de san pº y san pablo se an de poner medallas de santos y santas las que pidiere el dho sor comisº 

Yten que en el tablero de remate que va ensima de la corniza se a de pintar a san antº de Padua”

      Lo que si parece claro es que este retablo sería de líneas muy sencillas y simples, pues los trabajos de carpintería debían estar acabados tan solo tres meses después de la firma de contrato, por el mes de julio y acabado de dorar y estofar para el día de San Miguel de dicho año de 1618:

“Yten es condición y se obligan los dhos oficiales a q darán fecho y acabado este retablo en la forma q va dho y declarado de lo q toca a la madera en todo el mes de julio próximo q viene de este dho año preste y dorado y estofado y acavado de pintar pa q se pueda asentar lo an de dar por el dia de señor san miguel fin del mes de septe deste dho año preste en q estan”

      El precio pactado para la ejecución de este retablo es de 140 ducados, acordándose la forma de pago en tres plazos, el primero nada más firmar el contrato, un segundo pago al acabar los trabajos de madera y un tercero al entregar la obra de manera definitiva:

“yten es condición q por esta obra les a de dar y da el dho comisº El benefzdo mor Romero a los ssusodho ciento y quarenta ducs en reales y esto se obliga a que se los a de dar y pagar en esta dha vª de alcala en esta manera./. un tercio luego agora de preste para q conpren la madera ./. y comiensen a hazerlo / y el otro terº se deba de dar en estando acabado el dho retablo de lo qs madera/ y el otro ultimo terº de toda esta dha cantidad se deba de dar y pagar estando el dho retablo acabado de dorar y estofar de toda pintura y asentado y puesto en la dha capilla”

Termina el contrato con una serie de condiciones legales para que una vez acabado sea apreciado por oficiales “q lo entiendan” para verificar el valor del mismo.

firmas del contrato del retablo

      Nada más sabemos sobre dicho retablo y tan solo podemos añadir que en el inventario que se hace en 1835 tras el cierre del convento por la desamortización no consta la existencia del mismo, aunque tampoco se menciona la existencia de la capilla del Dulce Nombre con sus imágenes, que nos consta existió hasta el cierre del convento.

     Como decíamos al principio, no debemos descartar que esta talla de San Sebastián sea la que corona el altar mayor de la Parroquia, añadiendo además que no hay ni una sola evidencia de la existencia de una escultura en su desaparecida ermita. 

NOTAS

[1] RAMOS ROMERO, Marcos; “Historia de los pueblos de la provincia de Cádiz. Alcalá de los Gazules”. Diputación de Cádiz 1983, pág. 324 

[2] Cuaderno de Temas Alcalaínos. Cuaderno 1 “La Parroquia”. Ayto. Alcalá de los Gazules 1990 pag.12

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