viernes, 4 de mayo de 2018

Las Venidas de la Virgen de los Santos en la Historia (I)



Ismael Almagro Montes de Oca 


     Existe costumbre inmemorial, que se debe remontar prácticamente a los orígenes de la Imagen, de acudir a la Virgen de los Santos en los momentos difíciles, suplicándole su intercesión para remediar los males que afligen a Alcalá. 

      ¿Por qué se acude a ella? Seguramente por su fama de milagrosa  No olvidemos el origen extraordinario que se le atribuye a la Imagen.

     La Patrona siempre ha sido  el clavo ardiendo al que se aferran los alcalaínos cuando acudir a otras imágenes no daba el resultado deseado. 

     Aunque podamos pensar que era más fácil ir en procesión de penitencia hasta el santuario, a lo largo de mis investigaciones tan sólo he encontrado 2 veces en que se acude a la ermita a rogarle a la Virgen. La primera de ellas se produce en abril de 1638, cuando el cabildo acordó: 

“que por quanto la prosesion con la necesidad de agua a de yr a la ygleisa y ermita de ntra sª de los santos Y a de ir de aquí el biernes q es nesº poner las planchas en el rio pª q pase la prosesion y asi se nonbro por dipdo Alonso boca vesino desta vª y asi se acordó”[1]

       La segunda peregrinación de este tipo tuvo lugar el 8 de junio de 1808, con motivo de la invasión napoleónica y al llegar al Santuario tiene lugar el célebre sermón que pronuncia el beneficiado Sebastián López Becerra, considerado el primero que se pronuncia en España contra dicha invasión. 

      Sin embargo, la norma habitual ha sido siempre la de traer a la Virgen al pueblo. Es como si fuera un acto de más penitencia que ir a la ermita. También debía influir en traerla, el hecho de que no todo el mundo podía desplazarse hasta el santuario.

     En el libro Apuntes para la Historia de la Hermandad de la Virgen de los Santos (2014), documenté 33 venidas. Hoy, fruto de la ampliación de mis investigaciones, he conseguido datar un total de 61 venidas, aunque sin lugar a dudas fueron muchos más puesto que, en la principal fuente de información utilizada, que ha sido las actas del cabildo alcalaíno conservadas en el Archivo municipal, tan sólo he estudiado en profundidad el primer siglo de las mismas, entre 1543 y 1652, y el siglo XX. No localicé ninguna venida en el siglo XVI mientras que en siglo XVII registré 2 venidas. En el siglo XVIII el número aumenta hasta 13 y en el siguiente hasta las 14. En el siglo XX es cuando se producen más venidas, habiendo documentado un total de 28. En el siglo actual llevamos contabilizadas 4 venidas de la Virgen. 

      He dividido las venidas en 3 categorías dependiendo de la finalidad con que se hicieron. El primer tipo serían las venidas por rogativas, que pueden ser para pedir lluvias que acaben con la sequía. Este es el motivo principal para trasladar a la Virgen hasta el pueblo, habiendo sucedido, con seguridad, en 30 ocasiones. Las rogativas también pueden ser para pedir el cese de las lluvias, como sucedió en 1853. Y además hallamos las venidas en rogativa pidiendo el cese de alguna epidemia, registradas en 3 ocasiones. 

      En un segundo grupo estarían las venidas por las Misiones para reevangelizar al pueblo. Normalmente las Misiones eran ordenadas por el obispo. He documentado 5 venidas de este tipo. 

     Y por último están las venidas festivas. He identificado 15 venidas de este tipo, todas a partir del siglo XX, exceptuando la que se produce en 1877 con motivo del nombramiento de la Virgen de los Santos como Patrona de Alcalá. 

     Localicé otra venida que no podemos encuadrar en ninguno de estos tipos y de la que hablaré más adelante, asimismo quiero aclarar que de algunas de las venidas que tengo documentadas, no he podido identificar el motivo por el que se hicieron. 



CRONOLOGÍA DE LAS VENIDAS DE LA VIRGEN 

AÑO: 1635 
FECHA: abril 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

“Yda a los santos 

En este cabildo se trato que por quanto ay muchos días que no llueve mas a de dos meses conque el canpo esta muy agostado y los ganados peresen de hanbre y los trigos están tan pequeños que con el gran lebante que hay se van secando sin espigar acordaron que se havle al Sor vicario y beneficiados que haga prosesion y se vaya por nra sª de los santos y se trayga a la iglesia mayor y se vele en la dha iglesia por el cabildo y otros caballeros y asi se acordó”[2]


AÑO: 1637 
FECHA: abril 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

“por quanto por la falta del agua se acordado traer a nuestra señora de los santos en la Yglesia mayor de Sr San Jorge desta villa donde a pedimto del p(ueblo?) se trayga Y Porque esta desbiada del lugar la ermita mas de media legua Y ay muchos barancos y para que se pueda traer es nesº (necesario) alinar (allanar o alinear) el camino y en cerco? poner unos tapiales y planchas? Para que el clero y las comunidades puedan pasar y el pueblo se aline y se comete para aliñarlo y disponerlo a don pedro costilla vesino desta villa al qual se le da comisión” [3]

      Lo más destacable de esta venida es que a los 2 dias de venir la Virgen, llegaron las ansiadas lluvias, ordenando el cabildo festejarlo con la suelta de un toro, con danzas y cohetes: 

“En este cabildo se trato que por quanto por no aver llobido en esta villa ni en toda la comarca de questava el canpo perdido por no aver llovido de que abia muy grande necesidad en (¿?) y a pedimto de los vecinos desta villa se traxo a nuestra senora de los santos questa media legua de aquí ques de mucha devosion y luego que vino a dos días q llobio y porque es justo haserle fiesta grande? Porque y a los nueve días es la otava se trayga un toro y aya dansas salgan a caballo y se le echen cohetes y lo que costare se pague de los propios del qº desta vª”[4]

Subrayado: "...se traxo a nuestra senora de los santos...y luego que vino a dos días q llobio..."

AÑO: 1723 
FECHA: 21 noviembre – 5 diciembre (15 días) 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

      Tras pasar un verano muy caluroso, el otoño se presentó extremadamente seco en Alcalá, padeciendo todo el ganado la fuerte sequía. Durante 3 meses el viento de levante no paró de soplar, por lo que el Cabildo secular, el Ayuntamiento, solicitó al eclesiástico que rogara a la Virgen: “para ocurrir como el último remedio como en todas ocasiones de María Santísima Nuestra Señora Madre de Nuestro Señor Jesucristo en su soberano simulacro de los Santos”. Al empezar las rogativas llegaron las lluvias, suspendiéndose el novenario y casi a la par dejó de llover y empezó a morir el ganado por falta de agua y pastos. 

     El domingo 14 de noviembre apareció “fijado en la Puerta del Sol en el pilar inmediato a la Puerta del Ayuntamiento, un rótulo que decía: Hijos, lo que importa es traer a Nuestra Señora de los Santos y si no, temer el castigo que os amenaza y tenéis presente.” Este mismo día se reunieron los dos cabildos y empezaron nuevas rogativas, sacándose en procesión hasta al Cristo de la Viga. 

     Finalmente, se decide traer al pueblo a la Virgen de los Santos en rogativa y así el domingo siguiente, 21 de noviembre, “a las siete de la mañana se salió de esta villa por los dos ilustres Cabildos, Cofradías particulares y pueblo en procesión por la Divina Imagen de María Santísima de los Santos hasta cuya hora permaneció la tenacidad del deshecho levante que luego que salió la procesión de la Parroquial del Señor San Jorge se sosegó. “ 

      Tras la celebración de una misa en el Santuario por parte del Beneficiado Don Andrés Félix del Canto, “como la una del día poco más o menos salió la procesión del referido santuario sacando la Divina Imagen en sus hombros el Cabildo Eclesiástico hasta entregarla al secular, y después particulares y cofradías hasta llegar a la puesta de Barbate que se entregó a los religiosos de nuestro Padre Santo Domingo que allí aguardaban con el dulce Nombre de Jesús y desde que salió la Divina Imagen de María Santísima de los Santos de su Santuario se empezó a toldar el cielo con nubes negras. Y llegando la Santísima Imagen a la fuente de la Salada empezó a caer rocío con niebla que fue preciso acelerar el paso y llegando a la plaza de la Cruz donde estaba la comunidad de Nuestro Padre San Francisco de Paula con la Soberana Imagen de nuestro Padre Jesús Nazareno estando en la rogativa que se acostumbra a hacer en dicha plaza fue preciso poner el palio sobre las andas de la imagen de Nuestra Reina de los Santos porque se le mojaba el manto (….) y habiéndose conducido a su Divina Majestad a dicha Parroquia se suspendió el rocío hasta el día siguiente que a la misma hora se nubló y empezó a llover algo más pero con lentitud y prosiguió toda la noche sin viento alguno y el día 23 de dicho mes se mantuvo entoldado hasta la misma hora que empezó a llover copiosamente y lo estuvo toda la noche con lentitud y sin aire y el día 24 amaneció con la misma llovizna y en esta forma estuvo todo el día y la noche muy caliente y en calma y el día 25 amaneció toldado y con niebla y al medio día salió el sol y se tuvo toda la tarde con bochorno y la noche se tuvo serena y estrellada y amaneció el día 26 con sol y prosiguió lo siguiente y el último del novenario predicó el muy Reverendo Señor Ministro Fray Alonso Caballero de la Orden de San Agustín y se empezó otro novenario y el segundo de él ocupó el púlpito la elegante erudición del muy Reverendo Padre Ilustrísimo Fray José de San Anastasio Carmelita descalzo cuya ciencia es bien notoria y entre los prodigios que especificó fue el de la invención milagrosa de esta prodigiosa imagen y su origen” 

      Hasta el domingo 5 de diciembre estuvo la Virgen en la Parroquia, día en que “se condujo la soberana imagen de María Santísima de los Santos al referido su santuario con general desconsuelo por no haber llovido con abundancia y el día 10 siguiente al que se cumplió el segundo novenario empezó a llover con tanta abundancia que se han llenado los ríos y prosiguió el siguiente día 11 de noche y de día sin cesar y hoy día de la fecha domingo infraoctava de la Concepción en que se celebró en dicha Parroquia la fiesta de desagravios se cantó el Tedeum laudamos en hacimiento de gracias por la lluvia” [5]

AÑO: 1745
FECHA: 17 enero – 21 marzo (64 días) 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

      “en fines de Septiembre del año próximo pasado de setecientos cuarenta y cuatro se dejaron venir las lluvias tan abundantes que inundaron los campos por espacio de seis u ocho días, cesó la intemperie se descubrió un felicísimo otoño, se labraron los campos a satisfacción y sin tan miedo a aguas que llegó el mes de Enero de setecientos cuarenta y cinco y a excepción de tal cual amago de lluvia, o por mejor decir rocío, no nos había brindado mas el Cielo; se afligieron las mieses con la seca, esterilizose el campo tanto que perecían los ganados y el Cielo por tan sereno, nunca más desagradable a nuestra vista; viendo estas miserias, juntaronse los beneficiados en consulta. Y resolvieron hacer rogativas, las que se ejercitaron todos los días acabada la Misa mayor a toque de campanas. Viendo permanecía del tiempo la inclemencia vino diputación de la Villa al clero pidiendo el que se trajese a la Virgen de los Santos, único remedio en nuestras aflicciones, convinieron uno y otro Cabildo, para lo que se nombraron cuatro diputados, dos eclesiásticos y dos capitulares seculares, quienes asumieron el cuidado del culto de la imagen y con diligencia previa se empezó a hacer un novenario al Santísimo Cristo de la Viga de misas cantadas con asistencia de todo el clero, diciendo las misas por sus antigüedades los beneficiados y en las tres tardes inmediatas de este novenario fue el clero en procesión de rogativas con todos los guiones de las cofradías a los conventos de Santo Domingo y San Francisco de Paula y a la Ermita de la Soledad, en cuyos altares mayores se entonaba la pública rogativa. 

     Determinose por fin el día diez y siete de Enero para traer la Virgen en cuyas vísperas salieron los diputados a buscar limosnas por el pueblo para tener anticipado el mayor culto y prevínose en el altar mayor de nuestra iglesia un altar suntuoso rodeado de tres aras en donde se pudieran juntos ofrecer tres sacrificios, dispuestas así las cosas, en la mañana del aplazado día salió el clero a las siete en procesión de rogativa, la que se componía de las Cofradías con sus guiones, de los Caballeros particulares y de todos estados, gremios y personas; presididas de la Villa, quedando solo en la Iglesia el semanero y tal invalido eclesiástico. 

     Despidieronse en desmandadas cuadrillas todo el vecindario de uno y otro sexo, tanto que se veían poblados los caminos; llegaron al santuario de la Imagen en cuyas aras oficiaron todos los corazones exaltados en llantos y suspiros; díjose una misa cantada por el Beneficiado en quién estaba el turno del antecedente novenario, hizose la rogativa y se retiraron a tomar un bocado a la ligera, banquete de paso, comida en pie, como la que hicieron los israelitas estando para transitar hacia el desierto. Saciada ya en algún modo el hambre de aquel tan numeroso concurso formose la procesión tomando los sacerdotes en sus hombres a la Imagen de María Santísima de los Santos, arca milagrosa del testamento en donde depositó el Señor tantos prodigios. Salió de su retiro más en alas de los suspiros del concurso que de los hombros que al parecer la conducían: pero apenas lograron de su presencia las esferas mandó el cielo (falta un renglón) los ruegos de los hijos de tal madre, vistiendo el negro capuz de densas nubes se empezaron a desatar en líquidos radales, pero con tanta prudencia que no embarazó a la conducción de nuestra Aurora, la que seguía su camino primero en hombros de el Clero, luego en los de la villa, y por sus jerarquías en los de aquel tan dilatado concurso, según parecía conveniente a los diputados que llevaban el mando. Apenas del camino subió la imagen la mas empinada cumbre, que se pudo divisar desde este pueblo cuando empezó el universal repique de campanas el que no cesó hasta la colocación de la imagen en la Iglesia; aún no bien poblaron las lenguas de metal a las esferas fieles mensajeras del mayor aplauso cuando desalojando sus casas los pocos moradores que restaban en el pueblo, se salieron a esos campos consolados con divisar su norte aunque de lejos. 

     Fuese acercando la imagen hasta el Puente en donde esperaba la religión guerrera que conducía la primorosa imagen de Jesús Infante a cuyo encuentro, puesta la imagen de los Santos en hombros de su clero, hizo tres reverencias al Dios Niño, a las que correspondió con otras la imagen de Jesús, y llevando delante a la Señora, siguieron hacia el pueblo su destino, conduciendo a las dos imágenes muy honradas las dos Comunidades; llegaron a la calle de la Salada en donde estaba el Palio y la Cruz Alta, la que se incorporo en la procesión yendo el palio detrás del dulce nombre, donde venía el Semanero con la capa morada. 

     En la Plaza de la Cruz salió la Comunidad Victoria mínima en el estatuto y en el número con Jesús Nazareno, a quién le hizo la imagen de Maria otras tres reverencias recíprocas como las del Niño. Colocaron las tres imágenes en tres altares, junto a la Victoria la imagen de los Santos y el Niño a la derecha, y enfrente a Jesús el Nazareno, ante quien cantó el clero el Miserere de rodillas, finalizado el cual, por las imágenes las reverencias reciprocas, retirose Jesús a su capilla y siguió la procesión con las tres comunidades y todo el pueblo hasta la Iglesia mayor del Señor San Jorge; en la que colocada la imagen de Maria se retiraron las dos Comunidades y el Niño y se dio fin a la estación del día. 

      El día siguiente por día de descanso no se dio principio al novenario, pero desde las siete de la mañana se iluminó el altar mayor, con muchas luces las que ardieron hasta la hora de cerrar la Iglesia, siendo indecible el concurso que llenaba de clamores todo el templo; hubo Misa Mayor con vestuarios del Semanero asistida de todo el Clero, y a la tarde desde la hora de víspera se volvieron a encender las luces, las que ardieron hasta las ánimas. Aquella noche hubo sus fuegos y se principió al día siguiente el novenario con sermón diciendo la misa de cada día aquel a quién le pertenecía por su turno. En este mismo día a las ocho de la mañana vino la Comunidad Dominica a quienes dándole altar mayor y coro (lo que solo se ejecuta en esta ocasión) cantaron una misa a nuestra Imagen y después de víspera vino la misma comunidad y siguió las nueve tarde a cantar salve y letanías, siendo recibidas y despedidas por los diputados y demás cleros que así se hallaban una hora antes de ponerse el sol se tocaba a salve media hora a la que concurría todo el clero mientras estuvo en Alcalá la Virgen cantaban después la letanía y se finalizaba con rezar en comunidad el rosario por la noche ya que no se pudo novenario de sermones, hubo nueve pláticas por los sujetos a quién convidaron los diputados los que se decían después que venían a la Iglesia los rosarios, los que como el tiempo lo permitiese no perdían noche. El día quinto de novenario hubo fiesta del Sr. San Ildefonso con sermón y el señor manifiesto en la misma iglesia mayor y llovió tanto aquella mañana que apenas se concluyó la función se cantó en el coro el Tedeum con los corazones revestidos de placer que con las voces, (pobre del que le cogio la plática aquella noche, que teniéndola estudiada de rogativa le fue fuerza predicarla de acción de gracia) el día noveno hubo sermón con lo que quedó concluido el novenario. Prosiguió la lluvia y el culto de la virgen sin que se aminorase una luz en sus aras ni faltase el clero a misa. 

      Aunque tenían los diputados su demanda y rifas varias para poder costear tan excesivo gasto de cera no dejaron de decaer las limosnas, no tanto por falta de devoción, cuanto por suma necesidad del pueblo, cuya falta suplieron muchos individuos que como particulares costeaban el gasto muchos días y así se verificó el mismo número de luces desde el día dieciocho de Enero hasta el día veintiuno de Marzo que se fue la Virgen. Viendo que se acercaban las carnestolendas y que las aguas no cesaban para conducir la Virgen a su templo se trajeron por la tarde unos aficionados que cantaban al son del órgano violín y otros instrumentos muchas coplas a la Virgen hechas al contento con que se pasaban las tardes divertidas las que se finalizaban con la salve y letanías acostumbradas los tres días de carnestolendas se estuvo el señor de manifiesto mañana y tarde dejando a las tres de vísperas las que se cantaban con la solemnidad posible, llegó la cuaresma se vistió la Virgen de morado y los sermones de los viernes en la tarde de la Solead y de la Victoria se predicaban en esta Iglesia por estar presente la Virgen en donde concurrió todo el pueblo. Llegó el día de San José al que se trajo en procesión de la ermita la víspera en la noche como se acostumbraba y se colocó junto a la Virgen en el lado del Evangelio, aquella mañana se despobló todo a ver junto tan divino esposo, cosa que aquí no se había visto. Se hizo la fiesta con sermón y aquella tarde después de víspera llevamos al Santo a la capilla; volvimos a la Iglesia en donde sucedió un prodigio que no será razón se quede en el silencio. A eso de las cinco de la tarde entró por la iglesia impelido por su devoción y precisado de su necesidad Rodrigo Pérez estribando su humanidad casi cadavérica en los hombros de su esposa yendo en el duro arrimo de una tosca muleta, instrumento que le acababa de sacar de su lecho en donde había estado sin movimiento casi por espacio de tres meses, todo el concurso de la Iglesia puso los ojos en este espectáculo en el que ya sin fuerza se dejó caer sobre un banco como tres cuartos distante del asiento en que a la sazón me hallaba con otro eclesiástico, no fiándose la mujer en las débiles fuerzas de su esposo se le puso inmediata para poder sostenerlo, pero él alzando los ojos a la milagrosa Virgen que veíamos cada instante hecho un mar de lágrimas, fueron tan eficaces sus clamores que levantándose de repente soltó en el suelo la muleta y con una agilidad inexplicable tomó la puerta afuera a vista del concurso; su esposa que se halló sin el marido, que no poco antes con tanto trabajo había conducido, entregó la muleta a un bonacillo salió a la plaza en donde lo encontró tan alentado publicando que se hallaba ya bueno y para prueba le dio una vuelta en media hora a todo el pueblo. Este prodigio he puesto aún que de paso porque fue de él testigo de vista y vuelvo a seguir mi historia. 

      Serenose el tiempo y el domingo tercero de cuaresma a las siete y media de la mañana vino la Comunidad Dominica con el Dulce Nombre de Jesús y la Comunidad Victoria; formose la procesión como había venido por la calle de la Carrera, salió la Virgen de la Iglesia entre el concurso clamoroso de todo el pueblo que llenaba el dilatado espacio de suspiros y como la señora se retiraba del centro de nuestros cariños, no se veían más que lágrimas ni se escuchaban mas que llantos tiernos. Entró la Virgen en la portería de las Monjas que cantaron lo que supieron y siguió hasta la calle de la Salada en donde se despidieron del Dulce Nombre con las mismas ceremonias que a la venida donde como se retiraba de las casas se renovó el llanto de los que podían seguir la comitiva. Despedidas las dos Comunidades siguió la procesión hasta la Ermita en la misma conformidad que a la venida compuesta de todo el pueblo, no cesando los repiques hasta que se perdió de vista aquella Aurora en que tenemos visados todos nuestros remedios.”[6]

AÑO: 1753 
FECHA: ¿mayo? 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

       Posiblemente en la primavera de este año se produce una nueva venida de la Virgen por la sequía, que no hemos podido identificar plenamente. Sin embargo, el 13 de mayo el Ayuntamiento decide solicitar al obispo el nombramiento de la Virgen como Patrona, como agradecimiento por atender sus súplicas: 

“en este Cavildo se dixo por la villa que deseando llevar apuro y debido efecto en manifestazion de su agradezim.to el acuerdo zelebrado en treze de mayo del año pasado de mil setezientos zinqta y tres por el que determino hazer ynstanzia a el Yltmo Señor obispo de Cadiz a fin de lograr su bene plazito para botar por Conpatrona la milagrosa ymaxen de Maria Santisima de los Santoss de quien este Comun en sus conflictos rezive consuelo y los mayores venefizios…” [7]

AÑO: 1755 
FECHA: ¿mayo? 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

       Aunque desconocemos la fecha exacta, posiblemente en el mes de mayo, se produce una nueva venida de la Virgen de los Santos estando de visita pastoral en el pueblo el obispo Fr. Tomás del Valle, que se ve obligado a intervenir en una polémica creada en una venida anterior por los dominicos acerca del lugar que debía ocupar su cofradía del Dulce Nombre en la comitiva: 

“habiendo venido a visita el Obispo Dr. Fr. Thomás del Valle, en ocasión que estaba aquí la Virgen por falta de aguas, se empeñó en reconciliar la comunidad llamándola antes sí en presencia de los diez Beneficiados. Examinó los motivos y no encontrando alguno pues en nada le había faltado el clero recurrieron sólo a la precedencia de los guiones que era sólo cuestión de cofradías; viendo a la Comunidad irreconciliable y que primero extinguirían la Cofradía del Niño que ceder la preeminencia de su guion, llevado el Santo Obispo del buen olor de la paz, de no dejar en esta disputa semilla para nuevos disturbios y, lo que es más, llevado de vestir el mismo hábito dominico dispuso un medio que fue el que concurriendo los dos guiones de la Soledad y el Dulce Nombre fueran iguales en la procesión, sólo con la diferencia de ir el del Niño al lado derecho por los muchos privilegios que tiene otra Cofradía. Convinieronse las dos hermandades y se acabaron las historias.” 

Exvoto de 1755

AÑO: 1765 
FECHA: mayo 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

      En el mes de mayo se produce una nueva venida de la Virgen, como remedio a la sequía, según se deduce de las actas del Cabildo alcalaíno, pues el día 2 de mayo se decide acudir a ella pues “se hallan los campos sin el paso preciso para el alimento de los ganados.” [8]

AÑO: 1779 
FECHA: Con posterioridad al 26 de marzo 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

      En el cabildo municipal de 26 de marzo se acuerda traer la imagen al pueblo, donde se le hace una novena para acabar con la sequía.[9]

AÑO: 1780 
FECHA: Con posterioridad al 14 de abril 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

      Se traslada la virgen al pueblo por igual motivo y al llegar las lluvias el Cabildo dio una limosna para el culto. [10]

AÑO: 1781 
FECHA: Con posterioridad al 12 de marzo 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

      El Cabildo acuerda el 12 de marzo traer a la Virgen para acabar con la sequía.[11]

AÑO: 1786 
FECHA: Con posterioridad al 10 de septiembre 
MOTIVO: cese epidemia 

       El 10 de septiembre, vuelve el Cabildo a solicitar la venida de la Virgen, esta vez como remedio para evitar el peligro de epidemia. [12]

      El traslado debe producirse días después y una vez en la Parroquia será Francisco Dionisio Pérez de Brea, presbítero de Medina Sidonia, el encargado de predicar la preceptiva novena, la cual es impresa en Cádiz en la imprenta de la calle Ancha de Manuel Jiménez Carreño con fecha de 9 de noviembre con el título de: “NORMA SAGRADA DEL TIERNO AMANTE memorial, que por espacio de NUEVE DÍAS se presenta a la poderosa Imagen de Maria Santisima DE LOS SANTOS, QUE SE VENERA POR COMPATRONA de la M. N. y L. Villa de Alcalá de los Gazules, en su devoto santuario extra-muros.” 

      No será la primera vez que este presbítero predique una novena dedicada a la Virgen de los Santos, pues en dicho texto, en relación con el origen del Santuario afirma: “cuya noticia se me comunicó la primera vez que tuve la dicha de predicar sus grandezas y prodigios”. 

       Destaca además la intervención siempre milagrosa de la Virgen, refrendada por la cantidad de exvotos que cubren las paredes de su Santuario: 

“…tan muchos son los que ha obrado, y continuamente obra, que no se pueden numerar; testigos de bastante escepción son las paredes de su Santuario, pues muy raro es el día que no llegan á las puertas de su dichoso domicilio varias personas á dar las gracias de los favores que de ésta soberana Señora han recibido; siendo una de las singulares con que bizarra y generosa se esplaya ser especial abogada del agua, pues en los años mas calamitosos, siempre se ha visto, que como lleguen a sacarla de su Santuario, han sido socorridos sus moradores, y no han esperimentado la congoja, y esterilidad que otros pueblos”. 

      Con ocasión de esta novena, los obispos de Cádiz y de Córdoba conceden 40 días de Indulgencias en cada día de la misma a las personas que la hiciesen. 



AÑO: 1790 
FECHA: Con posterioridad al 28 de febrero 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

     El cabildo acuerda el 28 de febrero traer la virgen para acabar con la sequía. [13]

AÑO: 1791 
FECHA: Con posterioridad al 27 de marzo 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

El cabildo acuerda el 27 de marzo traer la virgen para acabar con la sequía. [14]

AÑO: 1794 
FECHA: Con posterioridad al 16 de abril 
MOTIVO: rogativa por lluvia 

El cabildo acuerda el 16 de abril traer la virgen para acabar con la sequía. [15]

AÑO: 1800 
FECHA: entre el 1 y el 11 de septiembre 
MOTIVO: cese epidemia 

“…siendo la mayor que siempre se ha experimentado, el dia del dulce nombre de Maria a la magnifica festividad que se le hace en su Santuario a causa de la concurrencia de distintas personas de todos los pueblos comarcanos y particularmte. de la isla y cadiz desde luego se dertermino por este Cuerpo que pa evitar los perjuicios que por ello se le pueden originar a la salud publica se traiga a esta villa (se traiga a esta dha Va) a la referida nuestra Señora Patrona por medio de procesión que este Ayuntamiento junto con el venerable clero y su común de vecinos en forma de penitencia haga para que en esta Parroquial se celebre dha festividad annual y al mismo tiempo los señores Beneficiados y Curas de la misma que lo tengan a bien las tardes del Novenario qe tambien se le hará a nuestra Señora, predicará el que tenga por conveniente, a fin de que asi uno y otro Cuerpo concurran a rogar y suplicar a nuestra Señora libre a todo el vecindario y deemas de la epidemia que en dha ciudad se esta experimentando, asi de hambre peste y Guerra y para todo ello se le pase el oportuno oficio al seño vicario ecleciastico Dn Martin cumplido, en inteligencia de que por este cuerpo, no se nombran como se ha acostumbrado, Diputados particulares mediante la situación de las cosas y evitar gastos de comida y deemas para lo que el Pueblo no puede concurrir, mediante la pobreza que se está experimentando pues todos los Yndividuos de este cuerpo deben de ser Diputados”.[16]


       Esta venida de la Patrona tiene consecuencias catastróficas para la población, ya que en la aglomeración de personas, tanto en la venida como en la posterior novena de desagravio en la Parroquia, se dieron las condiciones idóneas para propagar el virus. El 31 de agosto aún no había epidemia en Alcalá y el día 19, después de la venida y de la novena, se producen las primeras muertes por la epidemia en nuestra localidad. Así también lo piensa el doctor de aquella época, José Sánchez Aznar, que estuvo estudiando la epidemia y quien apuntó que: “haber hecho tambien procesiones y rogativas cuya reunión fué ademas perjudicial…” 


NOTAS

[1]Archivo Municipal Alcalá de los Gazules. Legajo 9 Cabildo del 14 abril 1638 folio 132 

[2] AMAG. Legajo 8 folio 671 vto. Cabildo del 31 de abril de 1635 

[3] Ib. Legajo 9 folio 21 y vuelto. Cabildo del 20 de abril de 1637. 

[4] Ib. Legajo 9 folio 30. Cabildo del 29 de abril de 1637. 

[5] “TESTIMONIO LEVANTADO POR EL ESCRIBANO DEL REY Y CABILDO DEL AYUNTAMIENTO DE LA VILLA DE ALCALA DE LOS GAZULES DON CARLOS DEL FIERRO EN 12 DE DICIEMBRE DE 1723 DONDE CONSTA LA INVENCION MILAGROSA Y ORIGEN DEL SANTUARIO DEL JARDAL DE NUESTRA SEÑORA DE LOS SANTOS.” Publicado por Domingo Ruiz Torres en la Revista de apuntes históricos de 1985 

[6] Documento del archivo Parroquial de Alcalá.

[7]Copia del acuerdo del Cabildo conservada en el Archivo Histórico Diocesano de Cádiz, firmada por el escribano Francisco Fernández diosdado con fecha de 16 de mayo de 1755. 

[8] Datos recogidos por Fernando Toscano en “Historia de la Congregación-Beaterio de Jesús, María y José” págs. 39 y 183. 

[9] Cfg. Toscano de Puelles, Fernando “Historia de la congregación-Beaterio de Jesús, María y José”. 1988 

[10] Ib. 

[11] Ib. 

[12]Ib.

[13] Ib. 

[14] Ib. 

[16] Ib. 

[18]AMAG. Libro Capitular de 1800. Cabildo de 31 de agosto. Folios 25 vto.-27 


No hay comentarios:

Publicar un comentario