Ismael Almagro Montes de Oca
En su día, dimos a conocer varias desgracias ocurridas en nuestra localidad por tormentas eléctricas (véase: https://historiadealcaladelosgazules.blogspot.com/2012/12/desgracias-ocurridas-por-rayos.html).
Quizás la mas conocida fue la que tuvo lugar el 29 de marzo de 1898, en parte, gracias al exvoto existente en el Santuario, narrando lo acontecido. El suceso fue de tal magnitud, que muchos periódicos de la época se hicieron eco de la noticia, y gracias a una de ellas, recogiendo una carta de un vecino narrando los hechos y los momentos de terror vividos, conocemos más detalles de esta historia:
“Anoche (martes), á las siete, nos sorprendió un relámpago fenomenal, seguido de un terrible trueno.
Todos sufrieron el susto consiguiente, y por más que deseábamos saber el resultado, no se pudo lograr, porque no se podía salir a la calle, y solo se hacia la conjetura de que el pararrayos de la casa del señor Sánchez lo hubiera atraído.
Mas hoy por la mañana súpose que cayó en la torro de la parroquia, destrozando el reloj y poniéndola en mal estado en sus dos últimos pisos.
Desgracias personales ha habido la del acólito, que está en el Hospital y que al pasar por las gradas la exhalación le quitó un botillo del pie, rasgándole además la chaqueta y vestiduras. El pobre no puede mover un brazo y pie.
Otro chico que pasaba por la plaza, también resultó lesionado.
El cartero, que pasaba por la calle Carrera, cayó al suelo asfixiado, siendo conducido a una de las casas próximas, y al cabo de un ralo se repuso.
Algunos de los escombros de la torre llegaron á los balcones de la casa de enfrente.
Al sacristán Moreno, que iba a cerrar las puertas, le arrojó las llaves y una bujía que llevaba, a larga distancia.
Todos los cristales de la Parroquia, Hospital y casa de D.ª Isabel Velasco quedaron rotos.
Según dicen, hay una avería que costará tres mil duros el reponerla. Otros dicen que no es de tanta importancia.
Al ocurrir el suceso no había nadie, afortunadamente, en la Parroquia, porque se predicaba en la Soledad, donde viene celebrándose el septenario de Dolores. Hubo sincopes y desmayos en las señoras, por lo cual se suspendió hasta el sermón, continuando el Trisagio, mientras no hubo una clara para que pudiesen ir á sus casas las personas que allí estaban.” [1]
NOTAS
[1] Noticia publicada en DIARIO DE BARCELONA, en su edición del 4 de abril de 1894. nº 94 pág. 2. Reproduce lo publicado en el DIARIO DE CADIZ el día 1 de abril.
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