sábado, 30 de junio de 2018

El origen del campo de fútbol de El Prado



Ismael Almagro Montes de Oca 

      Como en casi todo el planeta, en Alcalá el fútbol se convirtió desde principios del siglo XX en el deporte rey. Tan solo se necesitaba un grupo de amigos, un balón y un terreno más o menos plano para para disputar los partidos. 

      Cualquier calle sirvió alguna vez como terreno de juego y quedan en la memoria colectiva lugares preferidos, como el hoyo del parque. Sin embargo, hay uno que, desde que se acondicionó, ha sido el lugar predilecto para la práctica de este deporte: El campo de futbol de El Prado. 

     Su origen se remonta a tiempos de la segunda República, concretamente al año 1935 y está relacionado con la feria de mayo. 

      La idea parte de un vecino, que solicita al ayuntamiento en febrero de dicho año acondicionar un terreno en el Prado para poder celebrar partidos en la próxima feria, así como material para poder hacer las porterias: 

“Se dio cuenta, con lectura integra, de un escrito fecha 4 del actual que suscribe Don Fernando Muñoz Jiménez Pajarero pidiendo se lleven a cabo las obras necesarias para poner en condiciones de poder celebrar partidos de fútbol terreno situado en el Prado y que se le cedan varias alfajías para las porterías. El Sr. Alcalde hace presente que según le ha manifestado verbalmente el Sr. Muñoz el principal objeto que le guía al formular el anterior escrito es poder celebrar partidos de fútbol en los días de la feria de esta población. La Corporación por unanimidad acuerda acceder a lo solicitado por Don Fernando Muñoz y Jiménez Pajarero en el escrito de referencia, allanándose el terreno correspondiente y cediendo varias alfajías, todo ello sin perjuicio de tercero de mejor derecho y sin que el Ayuntamiento renuncie a la propiedad del terreno; cargándose los gastos que las citadas obras originen al Capitulo destinado a Fiestas en el presupuesto municipal ordinario del corriente año.”[1]

      Tras la aprobación por parte del ayuntamiento, la noticia correría como la pólvora, pues apenas dos semanas después, hubo otro vecino que, viendo la oportunidad que se presentaba, solicitó permiso para instalar una caseta para vender bebidas junto al campo: 

“Se dio cuenta, con lectura integra, de un escrito de fecha 18 de febrero actual que suscribe D. Francisco Álvarez Romero pidiendo autorización para instalar inmediato al campo de futboll en el sitio Prado de este término una caseta de madera cubierta de cinc para la venta de gaseosas y refrescos: la Corporación por unanimidad acuerda acceder a lo que se pide sin perjuicio de que inmediatamente ocupe que el Ayuntamiento lo ordene será puesto por el peticionario el terreno que a disposición de la Corporación, entendiéndose que la concesión de dicho terreno es provisional no creando en favor del peticionario ningún derecho de dominio ni posesión y sin perjuicio de tercero de mejor derecho.”[2]

      El ayuntamiento, efectivamente, corrió con los gastos de acondicionamiento del terreno y de las porterías, obra del carpintero local Juan Barea Salas y que costaron 100 ptas. [3]



NOTAS

[1] AMAG. Actas Sesiones Ayuntamiento Pleno. Libro 29. Folio 170. Sesión del 9 de febrero de 1935 

[2] Ib. Folio 177 vto. Y 178. Sesión del 21 de febrero de 1935 

[3]  Ib. Folio 183 vto. Sesión del 2 de marzo de 1935.

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