sábado, 29 de diciembre de 2018

La llegada del siglo XX



Ismael Almagro Montes de Oca 

      El 1 de enero de 1901, además de la entrada de un nuevo año, se producía un cambio de siglo, llegaba el siglo XX. Con tal motivo, el Papa León XIII había concedido unas indulgencias para los que acudieran a oír misa en las iglesias a las 12 de la noche del 31 de diciembre de 1900. 

      Alcalá también se sumaría a esta celebración, invitando el cura a la corporación municipal para que concurriese a dicho acto. Pero antes, el día de Nochebuena, el teniente de alcalde, Antonio Alba Casas, elevó una propuesta a sus compañeros del ayuntamiento para que, además de acudir a la misa, al tratarse de una ocasión especial, se tuviera un detalle con los más necesitados, como iba a ocurrir en otras localidades: 

      “Que con motivo y para solemnizar el principio del nuevo siglo, la Iglesia celebrará en las primeras horas del primer dia de Enero próximo solemne función religiosa para la cual están concedidas indulgencias por el Sumo Pontífice. 

      En su virtud pedía a la Corporación que asociándose a ese sentimiento religioso concurriese a referido acto, acordando así mismo socorrer con una limosna a los pobres necesitados” [1]

      Los miembros del Ayuntamiento así lo acordaron, pero dejaron para una próxima reunión la discusión sobre el tipo de limosna que se debía repartir. 

      Esto provocó que la semana siguiente, el señor Casas mostrara su enfado porque los concejales habían sido incapaces de llegar a un acuerdo al tratarse de los pobres, mientras que, para temas más banales, la unanimidad era total: 

      “Que lamentaba que una proposición hecha por la minoría liberal para socorro de los pobres, se aplazase su discusión para la sesión próxima, cuando otras hechas por la mayoría para funciones religiosas y a particulares como es la del empleado Don Antonio Granara (difunto) aceptables, y con gran gusto apoyadas por la minoría liberal, habían sido aprobadas en el acto.” [2]

      El alcalde tuvo que aclarar que su propuesta fue desde el principio aceptada, pero que no se decidió el tipo de limosna a repartir hasta que no se viera los fondos de los que se disponía para que dicha limosna fuera lo más abundante posible. 

     Finalmente se acordó que acudieran toda la corporación a la misa y se creó una comisión compuesta por los concejales Alba, Benítez, Olmedo y Blanco para repartir entre los pobres cuatrocientos kilos de pan. 



NOTAS

[1] AMAG. Actas de sesiones del Ayuntamiento pleno. Libro 8. Folio 99. Sesión del 24 de diciembre de 1900 

[2] Ib. Folio 101. Sesión del 29 de diciembre

sábado, 22 de diciembre de 2018

Arzobispo D. Luis Alfonso de los Cameros



Francisco JIMÉNEZ VARGAS-MACHUCA



       Atravieso, con bastante frecuencia, la plaza Arzobispo Luís Cameros de nuestra ciudad, detrás de Las Peñas, y he de ser sincero y decir que, hasta hoy, nada he sabido acerca de quién era el personaje. Sin embargo, una extraña curiosidad me ha empujado a averiguar y conocer al clérigo y, para aquellos que hayan tenido la misma curiosidad que yo, he aquí, de forma muy resumida y extractada, lo más resaltado del mismo.

      Tal como nos dice Juan Leiva: "Siguiendo a Fernando Toscano, Luís de los Cameros era hijo del alcaide de Alcalá, Ambrosio de los Cameros y su esposa Isabel de Estrada Butrón. En 1622, Luís Alfonso era beneficiado de la iglesia parroquial de San Jorge de Alcalá y capellán de las clarisas; después fue cura párroco de la misma iglesia; de Alcalá pasó a Arcediano de Zamora; chantre en la Capilla Real de Palermo (Italia) y, en 1652, obispo de Patti en Sicilia. De allí pasó a Arzobispo de Valencia, donde sustituyó a San Juan de Ribera, fallecido en dicha ciudad en 1672. Luís Alfonso fundó en Valencia el Hospital de la Misericordia y se mantuvo hasta 1676, momento de su muerte, en cuya catedral fue enterrado".

       Luego, cuando se acude a la descripción detallada de nuestra parroquia de San Jorge, que encontramos en la página de turismo de nuestra ciudad, nos encontramos con que "en el lado de la Epístola, se erige el monumento sepulcral en memoria del alcaide Ambrosio de los Cameros y de su esposa doña Francisca Iñiguez del Alfaro, padres de don Luís de los Cameros, alcalaíno fallecido arzobispo de Valencia, construido en 1670 por los maestros Cendrún y Gálvez ". Y que entre los objetos de culto existentes en la parroquia, hay "un crucifijo alto de plata (que hace juego con seis candelabros) que donó el Arzobispo de Valencia Don Luis Cameros y que por ello, junto a la imagen de San Jorge, lleva las armas episcopales de su donante ".


       Pero del arzobispo sabemos algo más, incluso tenemos su retrato, que es el que preside este modesto relato. Según Llin Cháfer, fue propuesto como arzobispo de Valencia por la reina Margarita de Austria, regente durante la minoría de edad de su hijo Carlos II, siendo confirmado su nombramiento por el papa Clemente IX, el 14 de mayo de 1.668 y tomó posesión, por medio de su procurador Tomás Antonio Martínez Rubio, deán de Teruel, el 19 de agosto de 1668 e hizo su entrada solemne en la Ciudad de Valencia el 18 de septiembre del mismo año. Sabemos que tuvo como inmediato colaborador, además del obispo auxiliar, José Barberá, a Eusebio Falcó (+1678), experto en teología y cánones.

       Se destaca su humildad y prudencia y se dice que socorría generosamente a los pobres y necesitados. A esos efectos fundó el Hospicio de la Misericordia, para acoger a los pobres y transeúntes sin techo, a los impedidos, a los niños huérfanos y a las mujeres en condiciones precarias, poniendo la primera piedra del edificio el 4 de enero de 1671.

      En 1673, según lo decretado por el Concilio de Trento, el arzobispo Luís Alfonso de los Cameros instituyó en la Catedral la canonjía lectoral.

      Envió un interesante informe del estado de la Diócesis, con motivo de la visita "ad limina" a Roma en 1675.

      Falleció, suponemos que cristianamente, el 26 de julio de 1676, siendo enterrado en la capilla de San Pedro de la Catedral de Valencia, y posteriormente trasladado a las gradas de la capilla mayor.

       Pero antes de todo esto, nos dice su biografía, que cuando dejó de ser cura párroco de la de San Jorge y Arcediano de Zamora, pasó a Sicilia, donde estuvo desarrollando su labor pastoral y fue inquisidor. Luego fue hecho prisionero por los franceses, durante una de las sempiternas guerras que mantuvo España con los gabachos, y estuvo cautivo durante ocho meses. Cuando le fue devuelta la libertad volvió a Sicilia, donde fue obispo de Patti y arzobispo de Monreale.

      La inquisición, en Sicilia, tuvo como tristes protagonistas a los mahometanos. En esa lucha, el tribunal del Santo Oficio de Sicilia ocupa el cuarto lugar en cuanto se refiere al número de procesos (763), después del de Valencia (2744), Zaragoza (2668), y Granada (1635). Pero, desde la expulsión de los Moriscos de España, el tribunal de Sicilia pasó a ser el de mayor actividad, con 261 procesos, lo cual indica que llegaron a ser un problema en la isla cuando aquellos ya casi no lo eran en España.

       Allí, en Sicilia, la Inquisición se mostró especialmente diligente en esa persecución, por ser la isla el punto de contacto directo entre el mundo cristiano y el mundo turco-magrebí y que, por su situación geográfica y su población cosmopolita, siempre había mantenido una estrecha relación con el mundo musulmán.

      Pero, no todos los procesos por islamismo se refieren a moriscos, como fácilmente podríamos deducir. La Santa Inquisición persigue, primero, a los llamados «renegados», por ser los más numerosos; después a los «cristianos nuevos de moros o de turcos», que con ese llamativo nombre se les designaba y, por último, los llamados «moriscos» propiamente dichos. El número total de moriscos procesados fue de 63 personas. el de cristianos nuevos, de moros o turcos, de 150 personas, y el de los renegados de 550, como nos dice Louis Cardaillac, Profesor de la Universidad Paul Valéry, en un interesante estudio sobre estos procesos en la isla siciliana, muchos de los cuales tuvieron por protagonista a nuestro clérigo.


       La cárcel de Palermo donde los prisioneros de la Inquisición española penaron y purgaron sus "desviaciones" de la Santa Madre Iglesia Católica y Apostólica de Roma, es objeto, en la actualidad de visitas turísticas donde poder apreciar la desesperación, el miedo, los sufrimientos. el dolor que muchos de ellos dejaron impresos en sus muros: dibujos, frases, oraciones, versos, que dan voz a aquellos desgraciados.

       La obra más espectacular de todas, quizás sea la realizada por el preso Paolo Maggiorana, seguramente un militar de la época, que pintó un fresco detallando una auténtica batalla naval entre turcos y cristianos, como muestran las banderas de las naves, que los historiadores identifican con la de Lepanto. Otro, quizás en sus últimos días de vida, dejó escrito: "Siento frío y calor siento que me ha llegado la fiebre, me tiemblan las tripas, y el corazón y el alma se han hecho pequeños, pequeños", descrito en dialecto siciliano. En otro de los calabozos, un recluso representó una crucifixión, en la que los que condenan a Cristo en la cruz son los propios inquisidores. Otros, que se identificaron como "el abandonado" o "el infeliz", dejaron escritas taciturnas poesías de amor o doloridas declaraciones de su lamentable situación, en la seguridad de que nadie las leería nunca.

       Pero, el caso que hizo célebre a nuestro paisano no fue otro que el Auto de fe para fray Diego de la Matina y otros 31 reos, allá por marzo de 1.658.

      Como nos relata Leonardo Sciascia en su novela Muerte del inquisidor, (traducida por Rossend Arqués, Barcelona: Tusquets, 2011), era muy raro que a un inquisidor lo pudiera matar su propia victima, aquella que era objeto en ese momento de torturas. Sólo existen dos casos en la luctuosa historia de la Inquisición: la de Pedro Arbués, que murió a manos de judíos conversos en 1485, y la del Inquisidor de Sicilia Juan López de Cisneros.

        Fray Diego de la Matina, prisionero de la Inquisición siciliana, confiesa, en 1647, bajo tortura, haber tenido trato con el diablo y fue condenado, una vez más a galeras, como ya lo había sido en otras ocasiones anteriores. En 1649 fray Diego organizó un motín o protesta de carácter político que supuso una nueva intervención del Santo Oficio. A sus veintiocho años fue condenado a cadena perpetua. En 1656 logró huir de la celda y se refugió en una gruta que aún lleva su nombre pero fue detenido a los pocos días. Allí, en la cárcel, cuando el Inquisidor Juan López de Cisneros, el 4 de agosto de 1657, se disponía a interrogar y torturar al fraile, éste, en un acto de exasperación tras haber sido condenado una vez tras otra y sometido a horrendas torturas, consiguió librarse de los grilletes y golpear con ellos la cabeza del inquisidor, produciéndole la muerte.

        El sustituto de Cisneros al frente de la Inquisición siciliana, no fue otro que nuestro conciudadano Luís Alfonso de los Carneros, el cual decidió despachar rápidamente el proceso contra el inquisidorcida, -si se me permite aquí el término por analogía-: un Auto de Fe para fray Diego y otros treinta y un reos. La noche anterior al "espectáculo" se le dio a fray Diego la oportunidad de arrepentimiento pero la negativa de este a retractarse es una muestra, según Sciascia, de "la dignidad y el honor del hombre, la fuerza del pensamiento, la firmeza de la voluntad y la victoria de la libertad". Cansó a diez teólogos que durante toda la madrugada intentaron reconducirlo al camino recto de la fe. Finalmente, la sentencia que se pronunció fue: "que vivo le quemaran y sus cenizas dispersaran al viento ". El 17 de marzo de 1658 fue quemado en la hoguera por "hereje, apóstata, calumniador y parricida ".

       Hemos de manifestar, no obstante, que pese a la leyenda negra de la Inquisición, teñida de muchas verdades, en lo que respecta al número de ajusticiados, los estudios realizados por Heningsen y Contreras sobre las 44.674 causas abiertas entre los años 1540 y 1700, concluyeron que fueron quemadas en la hoguera 1.346 personas (algo menos de 9 personas al año en todo el enorme territorio del imperio español, desde Sicilia hasta el Perú, lo cual representa una tasa inferior a la de cualquier tribunal provincial de Justicia).

      El británico Henry Kamen, conocido estudioso no católico de la Inquisición española, ha calculado un total de unas 3.000 víctimas a lo largo de sus seis siglos de existencia. Kamen añade que "resulta interesante comparar las estadísticas sobre condenas a muerte de los tribunales civiles e inquisitoriales entre los siglos XV y XVIII en Europa: por cada cien penas de muerte dictadas por tribunales ordinarios, la Inquisición emitió una".

       Luís Alfonso de los Cameros no fue más que un clérigo que realizó un trabajo para el que había sido nombrado por las más altas autoridades de la jerarquía eclesiástica y que, una vez terminada su labor inquisitorial siciliana, probó y demostró con hechos, su enorme interés pastoral, cultural y cristiano, con sus palabras y obras y, por eso, le debemos el respeto y el afecto que ya le demostraron nuestras autoridades rotulando una plaza con su nombre.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Sobre la antigüedad del Hospital de la Misericordia



Extracto de la conferencia "Alcalá hace cuatro siglos" pronunciada el 22 de septiembre de 2016 
en la Iglesia de la Victoria, dentro de los actos del 400 aniversario 
de la Cofradía del Nazareno de Alcalá de los Gazules 

Ismael Almagro Montes de Oca 

      En la Historia local, siempre se ha mencionado el año de 1514 como el de la fundación del Hospital de la Misericordia, y ello es debido a que se conserva en el Archivo municipal de Alcalá un documento, transcrito del original  en el que así consta: 

“Fundacion del Hospital de la Santa Misericordia de esta ciudad de Alcala de los Gazules Su fecha 15 de Enero de 1514 de la que consta la obligación de una Misa cantada el dia de Pascua de Resurreccion. Asi mismo sigue la donación que de las casas hoy Hospital hizo Catalina de Aguayo viuda de Martin Olvera regidor en 30 de Marzo de 1516. 

… 

Noble e muy reverendo Señor. 

Los hermanos mayores de la Misericordia de la villa de Alcala de los Gazules con la mayor reverencia que debemos: besamos las manos de vra mrd a la cual le facemos saber como puede aver quince o veinte años que en esta villa un vecino fizo e ordeno su testamento e ultima voluntad en el cual allende de otras mandas que fizo, (…falta papel) casas para que fuesen en ellas edificado un (…falta papel) ninguno no fue dejado en ellas de (…falta papel) venido en tanta destrucción que cada pared (…falta papel) muladar no teniendo quien en el ficiere para lo que fue mandado e por que vuestra reverencia es obligado a conplir los testamentos en defecto de los Albaceas e la dicha casa esta perdida la misericordia vos pide de merced que nos de facultad para que la reparemos e la mude al señorio de la misericordia por que los hermanos se tienen de facer como se abmente e cumpla la voluntad del defunto que la dexo …” [1]

     Sin embargo, es sorprendente que nadie haya reparado que entre la misma documentación del Hospital se conserve un documento, en el que se halla la mención más antigua que se conoce sobre la Virgen de los Santos, que está fechado el 18 de junio de 1507 y en el que también se cita la existencia del Hospital. Es decir, el mismo ya existía al menos 7 años antes de su "fundación". Se trata del testamento de Francisca Martín y en el mismo se recoge: 

“… otrosi mando al hospital de la mysericordia para reparo dlos pobres q a el se allegan dozientos mrs e a la señora delos santos otros dozientos mrs…” 


      Evidentemente, esto tiene una explicación bien sencilla. El 15 de enero de 1514 es la fecha en que se sientan las bases para la construcción de un nuevo edificio para albergar dicho hospital, puesto que ya existía otro anterior, que suponemos no estaría en las mejores condiciones ni seria lo suficientemente amplio para albergar a los enfermos, lo que motivó que los hermanos de dicha institución pidieran una casa que un vecino había dejado en su testamento para tal fin hacía muchos años.

     La prueba definitiva de esta afirmación, la hallamos en la petición que un vecino ilustre de Alcalá, el beneficiado Alonso Cárdeno, fundador del convento de Mínimos, hace al cabildo el lunes 10 de abril de 1570, donde se menciona la existencia del hospital "viejo", sin duda para diferenciarlo del nuevo :

"En este cabº se vido una peton (peticion) del bendo (beneficiado) alº Cardeno por la qual pidió q le fagan md de un solar q ya tiene pedido pr otras peticiones q esta a las espldas de la casa del hospital viejo por q ya se a visto de dar sele no fazee pejuiº (perjuicio) ninguno por q el no lo qiere pa labrarlo sino q quitar a el muladar q allí se fase y poner por allí algunos arboles y ortalizas …”[2]


      Sobre la posible ubicación del antiguo hospital, éste debía estar entre las actuales calles Alonso el Sabio y las Monjas, puesto que nos consta por las actas del cabildo alcalaíno que dicho beneficiado poseía una casa en la calle que iba de la Puerta de la villa a la Puerta nueva y que estaba junto a las murallas defensivas, pues el día 3 de abril de dicho año ya pidió el solar mencionado, y se especifica que estaba arrimado al suyo detrás del muro hasta la primera torre. 

A la derecha: fachada del Hospital de la Misericordia


NOTAS

[1] Archivo Municipal de Alcalá de los Gazules. Expedientes del Hospital de la Misericordia. Legajo 407 

[2] AMAG . Actas de Cabildo. Legajo 4. Folio 32.

sábado, 8 de diciembre de 2018

Alcalá de los Gazules y el Corazón de Jesús


Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos 2014

Jaime Guerra Martínez

      La relación de los pueblos con los acontecimientos de carácter general ya sean nacionales, autonómicos o provinciales es a veces bastante estrecha. Nos movemos a impulso de las modas o de los dictámenes superiores en una forma de adherirnos a ellos o no quedarnos anclados. Queremos casi siempre trasladar a nuestro pequeño mundo esos acontecimientos que por su universalidad y grandeza se nos escaparían de las manos y no los entenderíamos.

      En muchas ocasiones esos acontecimientos no son imposiciones, sino que son el estímulo que los pueblos necesitan para hacer público sentimientos vividos en la intimidad. Tal puede ser el caso que nos ocupa.

      En el año 1899 el Papa León XIII (Encíclica ANNUM SACRUM) consagró la Iglesia y el mundo al Corazón de Jesús, y Alfonso XIII en 1919 hizo lo propio con España estableciéndose su imagen en el Cerro de los Ángeles en Getafe, centro geográfico de nuestro país.



      Nuestro Ayuntamiento no quiso ser menos y recogiendo quizás el sentido de la iglesia alcalaína quiso sumarse a dicho acontecimiento.

El motivo fue el traslado del Cabildo desde el edificio de la Plaza Alta, junto a la Puerta del Sol, a un local habilitado para Ayuntamiento en la Plaza de la Cruz. Con motivo de ello, aprovechando la ocasión, el 18 de marzo de 1931 se produce la bendición entronización consagrando al pueblo de Alcalá al Corazón de Jesús. La entronización la realizó el padre Mariano Ayala de la Compañía de Jesús. El hecho constituyó todo un gran acontecimiento repartiéndose entre los pobres 500 kilos de pan. Desconozco el paradero de esta primera imagen, no obstante, años mas tarde el pleno municipal (10 de noviembre de 1940) acordó comprar una imagen colocándose en el descansillo de la escalera de la casa consistorial.

       La imagen fue adquirida el 10 de noviembre de 1940 coincidiendo con el acuerdo de la Diputación Provincial de Cádiz de consagrar al Corazón de Jesús nuestra provincia. Se le compra a Rodríguez Jiménez y Compañía Sevillana por el precio de 60 pesetas. Sin embargo nuestros munícipes no quedaron completamente satisfechos y pensaron en algo mucho más grande y espectacular: levantar un monumento que pudiera verse desde la entrada al pueblo anunciando a todos que Alcalá estaba consagrado a Jesús.

      Así, el 7 de marzo de 1953 aprobó erigir un monumento en el torreón de la casa de Doña Catalina Centeno del Manzano en la calle Sanchez Aguayo. Tras varias dudas sobre el modelo a establecer se acordó encargar un proyecto que fue realizado por los arquitectos gaditanos Francisco Hernández-Rubio y Cisneros firmado el 14 de mayo de 1955. Existe en el Archivo Municipal los planos del proyecto, pero no he podido localizar hasta la fecha la memoria y presupuesto que lógicamente debían acompañarlo.

      La obra evidentemente no llegó a realizarse. Lo que si es cierto es que un año después se vuelve a la misma idea. En 1956, al sortearse unas casas por la Unión Territorial de Cooperativas del Campo en solares al final de la calle de la Carrea y encontrarse indicios de que allí estuvo el Hospital del Amor de Dios, casa primera del Beaterio, el padre Barberá y algunos concejales acariciaron la idea de erigir un recuerdo monumental en aquel sitio.


      Parece ser que la idea era colocar en el torreón próximo el monumento al Corazón de Jesús proyectado el año anterior. Ese año, 1956, el 29 de junio se organizó una procesión con dicha imagen. Tampoco cuajó el proyecto.

      No obstante, la idea de devoción al Corazón de Jesús presidió siempre las iniciativas con fundamento religioso que se realizaron en el pueblo en la década de los 50. Concretamente una imagen del Corazón de Jesús presidió el tercer aniversario de la fundación de la SAFA el 17 de enero de 1958, actos en los que se hizo el reconocimiento de los Estudios de Formación Profesional Industrial. El padre Bermudo bendijo la imagen que quedó entronizada en los talleres bajo cuya protección se colocan las Escuelas (Capítulo XIII. SAFA. Fernando Toscano)

      Por último, añadir que la devoción a la Sagrada Imagen no es en Alcalá producto de las modas del siglo XX, pues el 4 de julio de 1886 el canónigo don Álvaro Zubieta erigió el Apostolado de la Oración con sede en el Beaterio de Jesús, María y José al que pertenecía la imagen que se encuentra en dicho Beaterio y cuyo objetivo era propagar su culto. Días antes (el 11 de junio de 1886) salió el Corazón de Jesús junto con otras imágenes en procesión. Las imágenes fueron llevadas por las niñas del Beaterio. Como curiosidad lamentable, recordar que ese mismo año de 1886 se quemó la Virgen de la Soledad, cotitular de la Cofradía del Santo Entierro, según rezan unos datos escritos en la base de su armazón.
           
       En Alcalá, de siempre ha sido frecuente entre las múltiples capillitas ambulantes que visitaban las casas la correspondiente al Corazón de Jesús, así como son muchas las casas y lápidas del cementerio que recuerdan esta advocación.

En la iglesias alcalaínas existen imágenes del Corazón de Jesús en;

- En la Victoria, en el altar del Nazareno.

- En la Parroquia, con altar propio.

- En el Beaterio.

- En el Santuario, hay un cuadro en el comedor.

- En el cementerio también existía una imagen hasta el cierre de la capilla.

- Y en varios hogares entronizados.


sábado, 1 de diciembre de 2018

Crónicas del ambiente alcalaíno (VIII)



Crónica publicada en el periódico local "El Castillo de Alcalá" el 20 de marzo de 1918.  Año II nº 11 



Viajeros. - De Paterna estuvo en esta ciudad el distinguido medico de aquella población y estimado amigo nuestro don Julián Fabra. 

- Para asuntos políticos estuvieron en Cádiz don Manuel Ahumada y don Antonio Diaz. 

- Con motivo del fallecimiento de su sobrina doña Francisca Puelles de Millán, estuvo en esta don Miguel Puelles Centeno, quien regresó a Cádiz. 

- Marcharon a Cádiz doña Francisca Puelles y su señora hija doña Dolores Puelles viuda de Castro. 

- Ha pasado en esta ciudad unos días nuestro estimado paisano el distinguido médico don Antonio Suffo Ramos. 

- De Cádiz regresaron don Simón García, don Pedro Mariscal, doña María Ramos y don Cristóbal Peña. 

- Estuvieron en Medina Don Antonio Galán Fernández, don José Millán y don José Ahumada. 

- Se encuentra en esta en viaje comercial, el representante general en la provincia de la sociedad anónima de Seguros y Caja de Ahorros <<La Mundial>> don Juan Ramírez. 


Enfermos. - Hemos tenido el gusto de saludar en la calle completamente restablecido de la enfermedad que lo retuvo unos días en cama, a nuestro estimado amigo don Juan Salas Solino. 

- También se halla restablecido don José Toscano Olmedo. 

- Sigue enfermo aunque bastante mejorado nuestro querido amigo don Domingo Moreno Acevedo. 

22 de Marzo. - Los siete dolores de Nuestra Señora. 

      Celebra en este día su onomástico, Doña Dolores Puelles Vda. De Castro, Dña. Dolores Hidalgo de Galán, doña Dolores Espinosa de Jara, doña Dolores Moreno de Montes de Oca, doña dolores Vera de Bernal, doña Dolores Asencio de Mancilla, doña Dolores Pérez de Romero, Señoritas Dolores Jiménez Fernández, Lolita Morote Calafat y Dolores Álvarez. 

      A todas las personas nombradas, como las que involuntariamente hayamos omitido, les deseamos eterna felicidad. 

Sepelios.- Dio lugar a una verdadera manifestación de duelo el acto de conducir a su última morada, el cadáver de Doña Francisca Puelles de Millán. 

      El féretro era conducido en hombros por servidores de la casa, llevando cintas el exalcalde D. Mariano toscano y Delgado de Mendoza, el rico labrador Don Antonio Puelles y Puelles, concejales don Antonio Alba y don Francisco Espinosa, maestro nacional D. Santos A. Valencia y Administrador de Correos D. Jesús Serrano Casado. 

      La cabecera de duelo la componían el Señor Alcalde don Antonio Galán Fernández, exalcaldes don Antonio Machado y D. Diego Centeno del Manzano, teniente carabinero don Manuel Serrano Garcia y el Juez municipal don José Ahumada Romero. 

      Con tan importante acompañamiento se efectuo la conducción a aus ultima morada de los restos del que fue apreciable amigo y convecino nuestro D. Manuel del Manzano. 

Religiosas.- En la Iglesia de la Victoria se celebró con toda solemnidad el triduo que la Hermandad de Nuestro Padre Jesus Nazareno dedica todos los años a su titular. 

      Los sermones estuvieron a cargo del virtuoso teniente cura de la Parroquia de San Jorge don Pedro Montemayor Boluda. 

      Por hallarse enfermo en cama desde hace unos meses el Hermano Mayor de esta Hermandad, don Bartolomé Fernández Pérez, por petición del mismo, la ultima noche del triduo le fueron administrados los santos Sacramentos, lo que dio lugar a un acro gratificante y conmovedor. 

     Todos los hermanos, con cirios encendidos y ostentando las insignias, acompañaron a S. D. M. 

     Felicitamos cordialmente a la Hermandad antes nombrada, por lo solemne que resultaron los cultos que se reseñan. 

     En la misma Iglesia comenzó el sábado ultimo el septenario que la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores dedica a su titular, predicando nuestro virtuoso arcipreste Don Pedro Martínez Machado. 

Palmas y pitos 

- En la calle Real se ha rellenado uno de los muchos baches que existen (Palmitas) 

- El señor alcalde ha tomado medidas respecto a la falta de pesos en la venta de pescado, castigando a los delincuentes (Muchas palmas) 

- Las calles han sido barridas… Por la lluvia (Palmas a esta bienhechora) 

- Con este motivo se ha adelantado el Domingo de Ramos. (Palmas, olivos y laurel) 

- Siguen saliendo los que antes entraron… (Sigue el pitorreo) 

- La torre, digo, la esfera, digo la torre, digo el rayo, digo los 20 años, digo los… (Pitos) 

- ¿No saben ustedes que en Alcalá hay un cementerio? Pero quizás ignorarán que a él se va por un camino, por un camino que puede acortar el de la vida (Pitos, pitos y pitos) 

- ¿Cuánto podría costear poner a nivel un adoquin muy saliente que existe en la plaza de la Cruz? Lo preguntamos por si esa obra tiene que salir a subasta. ¡Debe ser muy demasiado importante! (Pitos) 

- Los niños apedrean a los transeúntes en plena calle Real, para no nombrar otros sitios. ¿Y esto no merece muchos… (Pitos, pitos?) 

- ¿A que no saben ustedes por qué no arreglan los baches de las calles? La cosa es muy sencilla; para que puedan revolcarse a placer los cerdos y las gallinas y para que funcionen los… (Pitos, pitos, pitos) 

- Una pregunta, señor Alcalde: 

¿Cuánto dinero han importado las multas impuestas por contravenir lo que las tablillas prohíben? Eso debe haber dado mucho dinero, puesto que después de la prohibición se arrojan más porquerías que antes. ¡Vaya un negociazo! ¡Vaya un… (Pitorreo) 

Don Perfecto.