Ismael Almagro Montes de Oca
El 1 de enero de 1901, además de la entrada de un nuevo año, se producía un cambio de siglo, llegaba el siglo XX. Con tal motivo, el Papa León XIII había concedido unas indulgencias para los que acudieran a oír misa en las iglesias a las 12 de la noche del 31 de diciembre de 1900.
Alcalá también se sumaría a esta celebración, invitando el cura a la corporación municipal para que concurriese a dicho acto. Pero antes, el día de Nochebuena, el teniente de alcalde, Antonio Alba Casas, elevó una propuesta a sus compañeros del ayuntamiento para que, además de acudir a la misa, al tratarse de una ocasión especial, se tuviera un detalle con los más necesitados, como iba a ocurrir en otras localidades:
“Que con motivo y para solemnizar el principio del nuevo siglo, la Iglesia celebrará en las primeras horas del primer dia de Enero próximo solemne función religiosa para la cual están concedidas indulgencias por el Sumo Pontífice.
En su virtud pedía a la Corporación que asociándose a ese sentimiento religioso concurriese a referido acto, acordando así mismo socorrer con una limosna a los pobres necesitados” [1]
Los miembros del Ayuntamiento así lo acordaron, pero dejaron para una próxima reunión la discusión sobre el tipo de limosna que se debía repartir.
Esto provocó que la semana siguiente, el señor Casas mostrara su enfado porque los concejales habían sido incapaces de llegar a un acuerdo al tratarse de los pobres, mientras que, para temas más banales, la unanimidad era total:
“Que lamentaba que una proposición hecha por la minoría liberal para socorro de los pobres, se aplazase su discusión para la sesión próxima, cuando otras hechas por la mayoría para funciones religiosas y a particulares como es la del empleado Don Antonio Granara (difunto) aceptables, y con gran gusto apoyadas por la minoría liberal, habían sido aprobadas en el acto.” [2]
El alcalde tuvo que aclarar que su propuesta fue desde el principio aceptada, pero que no se decidió el tipo de limosna a repartir hasta que no se viera los fondos de los que se disponía para que dicha limosna fuera lo más abundante posible.
Finalmente se acordó que acudieran toda la corporación a la misa y se creó una comisión compuesta por los concejales Alba, Benítez, Olmedo y Blanco para repartir entre los pobres cuatrocientos kilos de pan.
NOTAS
[1] AMAG. Actas de sesiones del Ayuntamiento pleno. Libro 8. Folio 99. Sesión del 24 de diciembre de 1900
[2] Ib. Folio 101. Sesión del 29 de diciembre
No hay comentarios:
Publicar un comentario