lunes, 8 de abril de 2013

Primeros hallazgos de urbanismo romano en Alcalá de los Gazules (II)




     Sobre la cisterna se encuentra otra construcción realizada con sillarejos y ripios. Evidentemente se trata de un aprovechamiento posterior de la estructura original, quizá de cronología moderna, a juzgar por la cerámica con la que se relaciona en el perfil. 

     El estado de conservación de la a bagnarola que nos ocupa a debió ser muy bueno antes del movimiento de tierra sin control arqueológico, sin embargo, ahora se encuentra parcialmente destruida su parte superior y descontextualizada de los depósitos hidráulicos de almacenaje. 

     Identificados estos restos constructivos, centramos nuestra labor en las que ya aparecían claramente como tres grandes piscinas de almacenaje y distribución de agua, realizando la excavación de su interior de manera sucesiva. A Continuación vamos a realizar un balance del estado de conservación en el que las hallamos: 

C-I: Conserva todos los elementos estructurales (muros, suelo, cordón hidráulico), aunque rebajados los muros sureste y suroeste. Presenta a nivel de pavimento tuberías de plomo que conectan Con la C-II y con una hipotética C-IV, pero esta última no puede ser comprobada debido a que hay una vivienda sobre ella que no forma parte del proyecto de obra de construcción civil. 

C-II: El muro de unión con C-III tan solo conservaba el arranque, y el perfil suroeste presentaba el mismo problema que en C-III. El suelo está intacto, con cordón hidráulico en todo su perímetro, y visibles los muros sureste y noreste. Este depósito está conectado con C-I a través de una tubería la de plomo por el muro noreste, como hemos mencionado. 

C-III: No conservaba suelo alguno, ni muro de cierre por la calle San Juan de Ribera y los perfiles laterales no podían excavarse por razones de seguridad. 

depósito CI, CII y CIII


     Las dimensiones de las diferentes cisternas son similares. Al ser el depósito mejor conservado vamos a considerar las medidas que presenta la C-I:  longitud =7,86 metros, anchura=5,81 metros y altura= 3,05 metros. 

     Dado el volumen de cada depósito (139,28 m3) y considerando que al menos fueron cuatro, la capacidad total de almacenaje era de 557,12 m3. Es decir, deducimos que Alcalá de los Gazules en época romana debía presentar una población importante, ya que este tipo de complejos hidráulicos estaban destinados al abastecimiento de fuentes y edificios públicos, especialmente los baños; y a particulares siempre que tuvieran concesiones administrativas (2). A lo que hay que unir otras infraestructuras hidráulicas como la Fuente Salada (3), pozos, cisternas domésticas, etc. Aún más, de la existencia de estas construcciones, se deduce que también tuvo que disponer la ciudad de una red de cloacas que permitiera la evacuación del agua residual (4). 

muro noroeste
     Tanto Vitruvio (5) como Plinio (6) recogen en sus textos la preocupación por la limpieza del agua. En época romana esta preocupación la solucionaban aplicando un sistema de decantación más o menos elaborado. En los depósitos que hemos estudiado no se infiere claramente esta posible decantación del agua si consideramos la escasa diferencia de cotas entre los firmes de los depósitos C-I (Z= 1,61) y C-II (Z= 1,50); a lo que hay que unir el que los trasvases de agua de uno a otro depósito se realiza por medio de entubado de plomo situado en la rasante de los pavimentos. Por tanto, la decantación gruesa de los elementos en suspensión del agua debía producirse en el trayecto previo a la entrada en los grandes depósitos de almacenaje y, quizás, distribución; pudiendo cumplir esta función la cisterna a bagnarola asociada directamente a la entrada de agua o canalización de abastecimiento situada sobre ella, como ya hemos indicado, u otras estructuras hidráulicas en puntos más elevados. 

     Respecto a la técnica constructiva de los depósitos, decir que éstos responden al modelo tradicional de construcción hidráulica romano. 

     El contenedor está delimitado por unos gruesos muros de 1,10 m. de espesor, realizados con mampuestos y mortero de tono rojizo (opus caementicium). La estanqueidad de las paredes se consigue con un elucido de opus signinum de unos 5 cm., y las juntas de unión verticales se ocultan dando curvatura a las esquinas. Respecto al suelo de los depósitos, éstos también tienen una esmerada elaboración: en primer lugar, presentan una composición básica igual que los muros (opus caementicium) (aproximadamente 1 m. de espesor); le sigue una capa niveladora de opus signinum (30 cm. de espesor), de acabado grosero, y finaliza con otra capa de opus signinum (15 cm. de espesor), extremadamente rica en cal y de acabados más cuidados. Como ya se comentó más arriba, las juntas de unión entre el suelo y paredes se solucionan con un cordón hidráulico, también de opus signinum, que enfatiza la impermeabilidad y facilita la limpieza periódica de los limos decantados. (7) 

canalización de plomo desde C I hacia C IV

     En conexión a estas construcciones hidráulicas romanas, desde la calle San Juan de Ribera se observan los restos de la muralla de origen medieval, pero con añadidos posteriores de época moderna. Con el objeto de analizar el arranque de la cimentación medieval se realizó una pequeña cata en el perfil Suroeste. Se comprobó que no presentaba zapata de cimentación, perfectamente explicable si consideramos que la muralla se apoya sobre el grueso muro suroeste del depósito C-III. 

     Como ya hemos apuntado, en lo que respecta a los materiales muebles, el volumen de lo recuperado durante la excavación sistemática del interior de los depósitos ha sido muy escaso. De todas las formas cerámicas destacan las de almacenaje. Todos los fragmentos cerámicos son de adscripción romana, menos uno que es de origen medieval. Como elementos descontextualizados, por aparecer entre la tierra removida con anterioridad a la intervención arqueológica, aunque evidentemente relacionables con el lugar, destacamos el hallazgo de una rueda completa de molino manual y siete monedas de la Edad Moderna, más exactamente de finales del siglo XVII y principios del XVIII. 

muralla medieval y perfil suroeste de C III


NOTAS 

(2) Vitruvio, M. L.: “Los diez libros de Arquitectura”.6,1,2. Alianza Editorial. 2000. 

(3) Montañes, M y Montañes. S.: “La fuente Salada de Alcalá de los Gazules. Dos mil años ofreciendo agua”. Apuntes Históricos 2003. Págs. 27-52. Ayto. Alcalá. 

(4) Malissard, A.: ”Les romains et l’eau” 1994. Societé d’Edition Les Belles Lettres. París. 

(5) Ibidem, 8, 6, 15. 

(6) Plinio el Viejo : ”Historia Natural”. 31,36. 

(7) Marta, R. : "Arquitectura romana. Techiche construttive e forme architettoniche del mondo romano”. 1990. Edizioni Kappa. Roma

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