sábado, 26 de diciembre de 2020

La Capilla del Beaterio: la Iglesia de Jesús, María y José


Artículo publicado en la Revista de Apuntes Históricos, año 2002

Jaime Guerra Martínez


       En "Apuntes Históricos y de Nuestro Patrimonio" del año 2000 tuve la oportunidad de esbozar algunas característica (queda mucho por descubrir) de las Iglesias alcalaínas hoy desaparecidas, casi todas físicamente y algunas incluso de la memoria.

     Sin embargo de las Iglesias actuales nos queda un edificio religioso por presentar: LA CAPILLA DEL BEATERIO

     Es lógico que la Fundación de un Instituto religioso lleve parejo la construcción de una capilla, en este caso, para las hermanas religiosas, enfermas y niñas. Aunque la proximidad a la Parroquia pudiera hacer innecesaria dicha dependencia para los rezos y cultos, don Diego estimó necesario que la institución contara con Iglesia propia y así además lo determinó el Iltmo. Sr. Obispo por un Decreto dado en Cádiz el 29 de junio de 1789 en el que concedió "que el Beaterio tuviese Iglesia Pública en que se celebre el Santo Sacrificio de la Misa”. Dentro del recinto el lugar designado fue al parecer la bodega de la casa de Viera. Meses más tarde el 15 de agosto la nueva iglesia fue bendecida por el Vicario, don Alonso de la Jara. Como es costumbre en tales casos, se llevaría desde la Parroquia a la nueva Iglesia el Santísimo Sacramento en procesión solemne presidida por el Vicario.

      A partir de entonces la iglesia se ha ido renovando con altares e imágenes, aunque resultaba bastante pequeña, de ahí que se hayan acometidos diversas obras hasta darle su configuración actual. En 1953 con motivo del remozamiento general del edificio se realizó el ensanche y saneamiento de la pequeña capilla, adquiriendo ya carácter de Iglesia. La última restauración se realiza según proyecto del año 1986 realizado por los arquitectos don Ernesto Martínez Rodríguez y don Juan Manuel Gil Fernández. Dicha remodelación no afectó a la estructura del edificio. Consistió en pequeños detalles de saneamiento, apertura de vanos, cambio de solería, instalación eléctrica, sustitución del portaje y eliminación de la reja del coro.

       Respecto a la imaginería existente se han hecho algunas modificaciones cambiándose de lugar algunos altares lo que ha permitido dejar más espacio libre, desahogándose el conjunto. La Iglesia se titula de Jesús, María y José, Patronos del Beaterio.

      Presentan desde la c/Ángel de Viera unta solad entrada, enmarcadas en la fachada principal donde también se encuentra la puerta del edificio y una reja, bajo la cual se colocó una lápida con inscripción conmemorativa -inaugurada en 1927- con retrato de Vieran y algunas otras rejas artísticas más pequeñas.

      La fachada de la Iglesia totalmente blanqueada es de alzado sencillo. Presenta tres cuerpos separados dinteles. El primero con la puerta de entrada, el segundo con reja y el tercero que lo integra el campanario en forma de espadaña con dos campanas argentinas.


       El sistema constructivo es el típico tradicional, con muros de carga de mampostería de piedra con barro y cal de gran espesor, forjados de entramado de madera compuesta por vigas y alfajías que soportan el material de relleno y la solería y cubierta a la andaluza.

      Desde la C/Ángel de Viera se accede a la anteca-pilla de 10'59 m2 que da paso a la capilla en forma de cuadrángulo irregular, dividida en una nave central y dos pequeñas a los lados separadas por un pilar, que conforman una superficie útil de 93’73 m2.

      En la cabecera de la nave central el Altar Mayor, separado del resto de la Iglesia por dos escalones. No tienen asiento para seglares. Presenta una superficie de 15 m2 y lo preside un grupo escultórico de la Sagrada Familia, de talla de tamaño medio, enmarcada en una hornacina, debajo de la cual se encuentra el Sagrario dorado por dentro con ara y corporal. El altar no tiene estilo determinado. A ambos lados de la Sagrada Familia hay dos hornacinas que antaño ocupaban S. Luis y Santa Rita, y hoy un Crucificado y una imagen de la Virgen del Pilar.


       En el lado del Evangelio se ha incluido una habitación antiguamente clase, que da acceso a una sala de espera, que comunica con el patio bajo. Sobre el muro contiguo al altar se encuentra el Cuadro Fundacional, obra de Jesús Cuesta Arana. Justo en frente en el rincón que cierra una de las naves laterales está el confesionario obra del maestro carpintero alcalaíno José Rosado.

       En el lado de la Epístola contiguo al altar se abre el coro hasta hace poco separado por una reja de hierro, que hoy ha desaparecido. En él encontramos un crucifijo de mediano tamaño, un reloj redondo de pared con números en mosaico, rodeado en dorado y fondo de mármol y una Imagen del Sagrado Corazón de Jesús sobre repisa. Es de cartón piedra, en tamaño regular y pertenecía al Apostolado de la Oración que tenía su sede en el Beaterio, fundado el 4 de julio de 1886 y erigido por el Canónigo Señor D. Álvaro Zubieta. Su misión era propagar la devoción de Jesús.

      Desde el Coro se abre una ventana semicircular a una nave lateral, muy pequeña, con ventanales a un pario y en el fondo se encuentra la Imagen de la Inmaculada que pertenecía a la Asociación Hijas de María, que al igual que el Apostolado de la Oración ya no existe y cuya misión era honrar a la Santísima Virgen, con la obligación de visitarla y comulgar dos “hijas” todos los días.

      En la nave principal se encuentra el Vía Crucis, restaurado por la Hermana Mayor, Hermana María del Amor, que ha venido a sustituir a uno de pequeño tamaño, formado por crucecitas numeradas que existía en el Coro, que había sido erigido por el Cura Párroco y Arcipreste de Alcalá, autorizado por el Obispo diocesano el 5 de febrero de 1912, según facultad recibida por este del R. P. Vicario General de los Franciscanos de España. Junto a los escalones de acceso al altar, sobre un pilar se encuentra un reloj de pie, regalo de las hermanas destinadas en Cádiz a la anterior Hermana Mayor. Se ilumina la nave con tres lámparas plateadas. El conjunto se completa con 21 bancos y varias macetas.


      La Iglesia, proporcionada, clara bien iluminada por cuatros amplios ventanales, con vidrieras, dos en el lados del Evangelio y dos en la Epístola, presenta también iluminación eléctrica. Todo en justa armonía, ejemplo de austeridad y sencillez, amorosamente distribuido, pero dotados de un cuidado y una exquisitez que confieren al recinto un halo divino, donde se remora paz y espiritualidad. Parece haber lo necesario para invitar al recogimiento y la oración.

      Desde el coro se accede a una amplia sacristía de casi 20 metros cuadrados. En ella encontramos una alacena donde se guardan los utensilios para los oficios religiosos, un crucifijo mediano, una cómoda y armario que guardan las vestiduras. Una mesa con placa de mármol y labrado artístico, un atril pequeño, un cuadro de San Francisco y una Inmaculada regalo de las maestras del centro. Pero la obra cumbre es la Virgen de los Remedios de talla, sobre peana de gran valor artístico, con el niño, y que se encuentra en el Beaterio desde muy antiguo.

      Anexa a dicha sacristía hay una "sacristía interior", donde junto a un ropero con gran espejo, cómoda y armario se puede observar: La Virgen de Fátima; un arcón donde se guarda el manto que las hermanas bordaron para la Virgen de los Santos, un cuadro que recoge la bendición de Juan XXIII a la hermana Santa Teresa el 7 de junio de 1961; y una alacena donde se guardan candelabros, imágenes, atriles, cuadros floreados de gran valor artístico hecho por las hermanas, etc .

      A principios de siglo estaban en la Iglesia otros altares que o han desaparecidos o se encuentran en otras dependencias de la casa. En la tribuna se encontraban: Altar del Dulce Nombre de Jesús, con la imagen del Niño Jesús, de vestir, Beato Diego de Cádiz, imagen de cartón piedra de tamaño regular y nuestra Señora del Buen Suceso, imagen de candelero.



       Durante la invasión francesa las hermanas ante el panorama de desprecio y violencia del invasor hacia lo más sagrado deciden abandonar el Beaterio y refugiarse en una finca propia, El Bujeo de los Hornos, en terreno casi serrano, lejos de la población. Antes de marchar al campo ponen a salvo todo lo que pudieron. Pero como había prisa, y los papeles y escrituras no parecían necesarios, deciden dejarlos en el edificio. El lugar escogido para esconderlo fue debajo de la imagen de Nuestra Señora del buen Suceso, en un hueco de la peana. A su vuelta la Comunidad encontró incólumes la imagen y la documentación deportada a sus pies. Otro buen suceso que unir al que le da nombre. La imagen tenla censo sobre una casa en la antigua calle oscura, hoy Monjas, destinado a costear sus vestidos.

      También había en la pared de la capilla una hornacina con la imagen de Santa Catalina hoy desaparecida.

      La iglesia carece de reliquia, púlpito y cepillo. Hasta la última remodelación tenía una pila de agua bendita de color negro.

       Actualmente no sólo atiende los Servicios Religiosos de la Casa, sino que todas las mañanas se celebra en ella la Santa Misa abierta a todos los fieles, siendo además desde hace algunos años el punto de partida de la “Procesión de las Palmas” y de “La Borriquita” del domingo de Ramos, inicio de la Semana Mayor Cristiana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario