viernes, 8 de mayo de 2015

Sainz de Andino al descubierto (IV)




      El 25 de noviembre de 1845 toma posesión del cargo de Consejero Real para el que fue nombrado por Real Decreto de 27 de septiembre [39]. En marzo del año siguiente, 1846, Sainz de Andino aparece como socio residente en Madrid del Instituto Industrial de España [40] y justo un año después, el 10 de marzo de 1847 por fin es nombrado Senador, viéndose obligado a arrendar las ferrerías de Santa María del Val y de Hoz seca. Posteriormente, el 12 de mayo es nombrado académico de la Historia. A pesar de desprenderse de los negocios antes mencionados, su actividad empresarial no cesa, pues al año siguiente, el 28 de julio de 1848, registra a su nombre una mina de Hierro llamada de Santa Teresa, en el Puntal del Refrenton, dentro del término de la localidad de Rata, en Guadalajara. [41]



        A partir de esta época cobra especial relevancia la relación entre nuestro paisano y Agustín Fernando Muñoz y Sánchez, Duque de Riansares, segundo esposo de la reina María Cristina, con quien se había casado en secreto apenas dos meses después de fallecer Fernando VII. Este duque, a quien podríamos tildar de “proto-Urdangarín” por su utilización del poder en su beneficio propio, participando en muchos “pelotazos” y especulaciones con la sal, el ferrocarril o la trata de esclavos. Se llegó a decir que no había negocio industrial en que no participara el duque. El alcalaíno se convierte en su consejero particular, mediador y asesor en muchos asuntos. Así en marzo de 1848 pone en contacto a un comerciante de Barcelona con el duque: "Dn Tomas Comas, respetable comercte de Barcelona cuyas cartas remití a V. el verano ultimo, desea ponerse a su disposición y recoger el diseño del escudo de armas qe ha de ponerse en la alfombra qe V. le tenia encargada.” [42] Pocos meses después, en julio, le aconseja conocer a Ignacio Loperena, empresario que hizo fortuna con el negocio armamentístico: “…yo me tomo la confianza de dirigirlo a V., seguro de la satisfacción qe tendrá en conocerle y entrar en relaciones con persona tan apreciable y de cuyo viaje podrá España sacar gran provecho” [43]

      Justo un año más tarde, Sainz de Andino vuelve a sufrir problemas de salud, acudiendo el 10 de julio de 1849 a los baños de Zaldúa, en Zaldívar, Vizcaya: “Aunque salí de Madrid gravemente enfermo en seis días que llevo de estos baños y aguas han desaparecido los vómitos nerviosos y la tos convulsiva que me dejaba sosegar un momento.” El 24 de julio abandona los baños para descansar durante dos semanas en Bilbao. [44]


   Los problemas de salud se convierten en una constante, pues en el verano siguiente nos lo encontramos tomando las aguas medicinales, esta vez en los Baños de Santa Águeda, en Guipúzcoa el 21 de julio de 1850. [45]

        Siguiendo con el asesoramiento que Andino hace al duque, a finales de diciembre de 1850 nuestro paisano le desaconseja un negocio que tenía entre manos: “llamar su atención acerca de la empresa de Mieres, no en la parte correspondiente a su curso administrativo, pues ya habrá V. visto que esta corriente y se han desestimado las reclamaciones de los accionistas disidentes, sino bajo el concepto de las ventajas que pueda traer el largo y complicado expediente obrado en la sección, podrá no ser de un resultado muy feliz y creo que antes de hacer a V. mayores desembolsos convendrá que tome sre este negocio informes seguros, ilustrados e imparciales.” [46]

       El 29 de enero de 1853 Sainz de Andino sufre una congestión cerebral que a punto está de acabar con su vida: “en la noche del 29 al 30 de Enero tuve un peligroso amago de congestion cerebral, de cuyas consecuencias pudo librarme el acierto y prontitud con qe Roviralta dispuso una copiosa evacuación de sangre.” [47]


      A pesar de ello, no deja de cumplir con sus obligaciones: “Debil todavía no quise faltar a la solemne función de acción de gracias del dia 2 y el intenso frio que se sufria en la Yglesia, me causó bastante daño, hallándome convaleciente.” Días después el jurista vuelve a desaconsejar otro negocio al duque: “yo me felicito por aquel mismo interés de que la participación de V. en el negocio sea tan insignificante como me dice puesto que cada dia se fortifica en mi animo la convicción de que en vez de honra y provecho no dará de si sino perdidas y conflictos. Me remito al tiempo.” Por su parte, el duque quiere agasajarle con unas acciones que Andino rechaza: “me lisonjeo por mi parte de que V. no ha podido suponer por un solo momento de que yo echase de menos las acciones del Ebro, que V. me recuerda, pues aun cuando tubo la generosidad de ofrecérmelas, aseguro a V. bajo mi palabra que jamas penzé aceptarlas.”

       En abril de 1854 Sainz de Andino escribe una carta a Antonio María Rubio, secretario particular de la reina madre María Cristina, que desvela el lado más humano de nuestro paisano, pues pide que interceda por un conocido: “agravándose cada dia mas la triste situación de Dn Jose Chorot, su muger y diez hijos, por consecuencia de haberle dejado cesante después de 32 años de servicio ruego a V.… no deje de repetir su recomendación al Ministro de Hacienda, para obtener la reposicion de Chorot en su empleo” [48] Dos meses más tarde su precario estado de salud vuelve a resentirse, viéndose obligado a que le practiquen sangrías: “Un grave ataque de sangre al cerebro que no ha cedido sino a repetidas evacuaciones” [49] Cuando a finales de junio de ese mismo año se produce el alzamiento militar y popular conocido como la Vicalvarada, poniendo fin a la década moderada y dando paso al bienio progresista, el alcalaíno se encuentra “en Barcelona, tomando las aguas sulfurosas de la Puda” [50] y siendo del sector moderado, decide retirarse “al pueblo de Alcazar de San Juan en la Mancha… retirado al rincón de mi ogar y alejándome completamente del torbellino borrascoso de la política dominante”




NOTAS

[39] AHN. ES.28079.AHN/2.3.1.6.2.1//FC-Mº_HACIENDA,3878,Exp.844.
 Expediente de clasificación de cesantía de Pedro Sainz de Andino, Consejero Real ordinario 

[40] El Heraldo. Edición del jueves 5 de marzo de 1846 nº 1143 pág. 4 

[41] Edición del 19 de agosto de 1846 del BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE GUADALAJARA. Número 99 pág. 3 

[42] AHN, DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3413,LEG.148,Exp.1. Carta de 21 de marzo de 1848 

[43] Ib. Carta de 19 de julio de 1848 

[44] Ib. Carta de 16 de julio de 1849 

[45] Ib. ES.28079.AHN/4.1.7//DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3419,LEG.164,EXP.1 . Carta a la reina Isabel II 

[46] Ib. ES.28079.AHN/4.2.48//DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3414,LEG.150,Exp.1. Carta de 23 de diciembre de 1850. 

[47] Ib. ES.28079.AHN/4.1.7//DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3575,LEG.43,EXP.17 Carta de 6 de febrero de 1853 

[48] Ib. DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3429,LEG.193,Exp.1. Carta de 8 de abril de 1854 

[49] Ib. ES.28079.AHN/4.1.7//DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3546,LEG.10,EXP.42 . Carta de 10 de junio de 1854 

[50] Ib. ES.28079.AHN/4.1.7//DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3429,LEG.192,EXP.1 Carta a la reina de 26 de Nov. de 1854 


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