sábado, 16 de enero de 2021

Crónicas del ambiente alcalaíno (XIV)




Crónica publicada en EL CASTILLO DE ALCALA el 31 de agosto de 1918




Religiosas.- En el Beaterio de Jesús, María y José efectuose con la solemnidad propia de acto tan edificante, la toma de hábito de la señorita María Luisa Manent. 

       Nuestro virtuoso arcipreste puso de manifiesto en una breve plática, lo que significa, en una época de corrupción y relajamiento de costumbres, la cristianísima resolución tomada por la señorita María Luisa Manent quien, si pierde los encantos, los falsos encantos con que el mundo nos brinda, si en cambio toma por prometido al Divino Cordero, purificador de toda mancha, medicina de todo dolor, consuelo de todo pesar. 

      En el mismo benéfico establecimiento, al dia siguiente del que tuvo lugar la ceremonia referida, profesó la señorita Marina Cerdán, tomando el nombre de Sor Marina de los Dolores. 

     Don Pedro Martínez Machado, nuestro virtuosos arcipreste, pronunció breves palabras, haciendo resaltar el beneficio que recibe quien desprecia los cegadores falsos halagos del mundo para tomar por Esposo al Aquel que padeció en la Cruz para librarnos de la esclavitud del demonio. 

     Terminada la ceremonia religiosa, los invitados a ella fueron obsequiados con la exquisitez con que saben hacerlo las buenas Hermanas que tanto beneficio reportan a esta ciudad. 

     Felicitamos a las nuevas prometida y esposa del Señor. 

- Ha terminado la novena que se venia celebrando en la Parroquia de San Jorge y en la Iglesia de la Victoria en honor de San Cayetano. 

- El día 22, festividad de Sta. Clara, celebróse en el Convento de las Monjas clarisas de esta ciudad, solemne función, estando el panegírico a cargo del virtuoso teniente cura D. Juan Ángel Abel. 

Oposiciones. - Felicitamos a la bella señorita Isabel Serano Marchante y a nuestro querido amigo D. Antonio Fernández Serrano por haber obtenido respectivamente los números 5 y 15 en las oposiciones celebradas últimamente en Cádiz. 

Viajeros.- Marchó a Cádiz D. Francisco Montes de Oca. 

      A Medina Sidonia, Don Cristóbal Sánchez y D. José Moqué. 

     Regresó de la Capital D.ª Antonia Pantoja de Cobos con su bella hija Vicenta. 

     De Ronda, D. Antonio Durán. 

     De San Fernando, D. Antonio Serrano y Espinosa. 

     Estuvieron en Cádiz y regresan don Antonio Serrano de la Jara y su distinguida familia. 

     Regresan de su viaje por Madrid, Sevilla y Cádiz D. Manuel Ahumada y sus bellas hijas Ana María y Concepción. 

- Regreso de Conil, donde estuvo con motivo del fallecimiento de su señora abuela, D. Pedro Sánchez Ramírez. 

Notario. - Se espera en estos días a D. Manuel Alea y Carrera, que ha sido nombrado Notario de esta ciudad. 

- Por olvido involuntario no publicamos a su debido tiempo la toma de posesión del cargo de administrador de Correos por parte del oficial de dicho cuerpo D. Alberto Rivera. 

Enfermos. - Se halla algo mejorado D. Bartolomé Fernández Pérez. 

- Hemos tenido el gusto de saludar en la calle, completamente restablecidos, a D. Antonio Alba Casas, don Macario Blázquez y don Juan Salcedo Marín. 

      Se encuentran enfermos los niños Luis Toscano Puelles y Teresa Marchante Romero. 

- Sigue enferma en Cádiz nuestro querido amigo don Francisco Arroyo. 


Una buñolada: - Organizada por los jóvenes don Antonio y don Alfredo Durán, don Carlos Roa, don José Domínguez, don Juan y don Antonio Armenta, don Antonio Diaz Montes de Oca, don Ángel Fernández, don Antonio Diaz de la Jara, don Jacinto Jiménez, don Antonio Serrano Espinosa, don Francisco Sánchez Puelles y don José Mª Blandino se celebró en la noche del 15 de los corrientes una simpática fiesta, homenaje que a la belleza de nuestras paisanas rendía la juventud masculina de esta ciudad. 

      La simpática fiesta tuvo lugar en la explanada de la fábrica de los señores Nuche y Compañía, lugar que fue cedido galantemente por don Antonio Serrano de la Jara. 

     Entre las personas que asistieron, a más de los organizadores, recordamos las siguientes: 

     Señora Dª Patrocinio Guitart, viuda de Manent, dña Francisca Sánchez de Serrano, Dª María Lozano de Vargas Machuca, D ª Francisca Pérez de Fernandez; señoritas Concha Jiménez Pajarero, Jesús, Carmen y Visitación Manent, Juana y Antonia Recio, Matilde, Eulalia y Paquita Jiménez, Josefina y María Serrano, Consuelo Sánchez, Rosario Vargas Machuca, Milagro Delgado, Anita Fernández, Francisca y Juana Mariscal, Pepita Lozano, María, Aurora y Patrocinio Pérez, Francisca Gallego, María y Josefa Armenia, Eloísa Calle, Josefina Serrano Salagaray, Isabel Roa, María Teresa Quiñones, Paca Abel, Ana Benítez y María Durán y las niñas Aurea y Antonia Durán, Manolita Serrano, Añila Benítez, Antonia, Pepita Marchante, e Isabelita Fernández. 

     Señores don Manuel de Armenta, don Antonio Jiménez Pajarero, don Antonio Serrano de la Jara, don Antonio Pueblos, don Pedro y don Manuel Vargas Machuca, don Vicente Fernández, don Manuel Serrano García, don José Durán, don Santos A. Valencia, don Manuel Fernández Montes de Oca y otras muchas personas cuyos nombres sentimos no recordar. 

     Fue la referida una de esas fiestas hermosas, nota simpática y de cultura que debía repetirse con frecuencia, para borrar de nuestro pueblo ese sello de misantropismo que lo convierte en aldea miserable. 

      La velada duró desde las 11 de la noche hasta las 3 de la madrugada, sin que ningún rostro demostrase cansancio; antes al contrario, en todos se advertía una impresión gratísima, la impresión propia que siente el hombre sociable que, después de un dilatado aislamiento, vuelve al seno de la sociedad. 

     En Alcalá se vive aislado, porque no hay quien estimule con su dinero o su prestigio la sociabilidad de los alcalaínos. 

     Por eso las inteligencias se estancan; se pierde o no se adquiere el don de gentes, produciéndose la más triste dé las misantropías; la misantropía de la ignorancia. 

     Reciban un aplauso los organizadas de tan simpática fiesta, ya que han puesto una nota original, noble, distinguida en el sombrío cuadro de un pueblo que es triste a pesar de que Dios lo ha dotado de paisajes bellos y alegres. 

Ruperto


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