sábado, 10 de julio de 2021

Alcalá de los Gazules y la guerra anglo-española (IV)




6.- 1596: EL SAQUEO DE CÁDIZ

       Fuera de nuestra villa, los acontecimientos seguían sucediéndose, tomando tropas españolas en abril de 1596 la ciudad francesa de Calais y los ingleses, ante una más que posible invasión de Inglaterra, organizaron una armada, bajo el mando de Charles Howard, compuesta por unas 170 naves que transportaban unos 15000 soldados. Esta armada, a la que se unieron barcos holandeses, partió el 13 de junio desde el puerto de Plymouth con destino a Cádiz con el objetivo de atacar a la flota española que estaba fondeada en la dicha ciudad.

Ataque de la flota anglo-holandesa a Cádiz. Plano de Jan Jansz Orlers de 1625


     La armada anglo-holandesa llegó a Cádiz el 30 de junio, iniciando el enfrentamiento con las naves españolas, a las que superaba en número, de madrugada. A media mañana, el capitán general de Andalucía y capitán del Mar Océano, Alonso Pérez de Guzmán, VII duque de Medina Sidonia, envió soldados desde las ciudades circundantes. A las 2 de la tarde, el conde de Essex consiguió desembarcar parte de sus tropas en Cádiz e iniciar la toma y saqueo de la misma, que duraría hasta el 15 de julio, fecha en que los ingleses abandonaron la ciudad, tras incendiarla y llevándose multitud de rehenes para cobrar el rescate.

Duque de Medina Sidonia


     Como es lógico pensar, por la cercanía con el lugar de los hechos, este acontecimiento histórico tuvo gran repercusión en Alcalá, a pesar de que nada se haya escrito, hasta ahora, en la Historiografía local y sin embrago, las actas capitulares de esas fechas demuestran gran actividad relacionada con el asalto inglés y la participación, aunque sea de manera indirecta de nuestra localidad, como veremos a continuación.

     Conviene reseñar que Alcalá no estaba bajo la jurisdicción del duque de Medina Sidonia, que era el encargado de velar por la seguridad en la costa y por tanto sus vecinos no estaban obligados, sin órdenes superiores, a acudir a la defensa de los lugares costeros, con la excepción de la ciudad de Tarifa, a la cual socorrerían los alcalaínos por pertenecer al mismo Ducado y estar así acordado con el Duque de Alcalá.

     En un primer momento, las noticias que fueron llegando, debieron ser muy confusas, a la par que quedaban pronto desfasadas, por el lógico retraso de los correos. Esto explica que el 3 de julio, cuando ya llevaba la ciudad de Cádiz un día bajo poder inglés, el cabildo alcalaíno decidió sacar trigo del pósito para amasar pan con objeto de enviarlo a dicha ciudad:

“revato de cadiz

En este cavº se acordó que atento q la ciudad de cadiz esta cercada de ingleses enemigos de nra sta fee y la gente della esta con grandísima necesidad y para socorro y favorecerla se acordó que se den luego treinta fs de trigo del posito desta vª a Juan de Villalobos para que las lleven a la dha ciudad de cadiz en pan amasado para la gente de la dha ciudad e con la gente desta vª (villa) que va al dho socorro y que por cada fs se an de dar ciento y quarenta libras…”[24]

      Como vemos aquí, aunque oficialmente no era competencia de Alcalá, desde aquí salió un contingente de hombres para sumarse a la defensa de Cádiz, dato desconocido hasta ahora, aunque esta ayuda llegó demasiado tarde, como se corrobora en actas de días posteriores:

“…este qº (Concejo) y villa enbio duciºs y cinqta (250) arcabuceros y gte (gente) de a cavallo Para socorro de la ciudad de cadiz sin pedirlo mas que por saber estaba cercada la qual se volvió a esta villa Por entender estaba ya la dha ciudad como estaba baxo el poder del enemigo…”[25]



      Por si fuera poco, al día siguiente de enviar socorro a Cádiz, llegan noticias desde Vejer avisando del avistamiento de barcos del pirata berberisco Mohamed Arraez:

“moro atarraes sobre bejer y socorro

En este cabildo se acordó q atento que la ciudad de cadiz esta tomada por los ingleses enemigos de nra sta fee y se tiene por nueva cierta por carta del qº de la vª de vejer de quel moro atarraez vie con grande Armada sobre toda esta costa…”

     El ayuntamiento vejeriego solicitó ayuda al cabildo alcalaíno, tanto de material como de hombres y caballos para defender, pero careciendo de fondos, hubo de tomar cien ducados del pósito de la villa para enviarlos a Vejer.

     Asimismo, se vio la necesidad de establecer una serie de puntos vigilancia entre Vejer y Alcalá para dar avisos a través de luminarias, en caso de asedio:

“la vª de vejer scrive a este qº que para que se entienda al tiempo que a de hacerse revato o de paz, se harán sus almenaras de fuego por la orden que la carta dize y será necessº hacer otras tantas almenaras en esta vª y en el terrado de estas casas de este concejo…”

      Se les encargó a los regidores Antón Luengo de Medina y D. Pedro Rodríguez de Coronado que buscasen personas para que vigilasen desde las almenaras, recibiendo como salario un real por cada noche.[26]



      Tres días más tarde, el 7 de julio, se recibió una carta de Dª. Ana Girón, marquesa de Tarifa, notificando que el duque de Medina Sidonia le ordenaba que desde Alcalá saliese toda la gente que pudiese para formar un ejército en Jerez “donde de preste (presente) el dicho duque de mª esta con su exercito formado para acudir con socorro donde fuere menester” informando de la gravedad del asunto “Porq el enemigo yngles esta con mucha fuerça de navíos e ingleses y gente y que esta la va hechando en tierra Por los lugares de la comarca y que los soldados y gente que desta villa saliere vaya pagada y socorrida por veinte y cinco ds (dias) que durara el exercito y questo se paga con toda la Brevedad pusible por ser la necesidad de gente muy Precissa y urgente” [27]

      En vista de esta carta, el Corregidor y Capitán Francisco del Alcázar se encarga de alistar a cien vecinos “para q vayan a servir al rey nuestro señor en esta ocasión”. Los cien soldados serán repartidos en cuatro compañías a las órdenes del alcalde ordinario, el Capitán Diego de los Cameros y del alférez Cristóbal de Ayllón. [28]

     El cabildo ordena a los soldados que deben respetar y seguir su bandera, bajo pena de seis años en galeras y les asigna un salario de un real diario a cada uno desde el día en que se alisten hasta completar las cuatro compañías.

     Pasados varios días, el 11 de julio, se vuelve a recibir otra carta de la marquesa con nuevas órdenes del duque de Medina Sidonia, capitán general de la costa de Andalucía, para alistar a más gente, respondiendo el Cabildo que “a ynviado la gente de ynfanteria que en esta villa se a podido levantar y que ya llegado a la ciudad de xerez donde esta su sª (señoría) el duque de medinacidonia en el exercito Para estar a la orden de su sª” y que el próximo domingo vuelva el Corregidor a hacer una nueva lista.

      Del mismo modo, el Concejo alcalaíno, al tener que mantener a los alistados, costearles el viaje a Jerez y abastecerlos de “Armas o peltrecho y munición y vanderas y estandarte y otras cosas” y carecer de fondos, se vio obligado a arrendar “el prado de caballos que dicen Tamajon desde el camº (camino) de arcos hacia Riva como de preste esta arado y senbrado por sus suertes” [29]

      Los ingleses abandonan Cádiz el día 15 de julio, mientras las tropas españolas siguen en Jerez, siendo necesario surtirlas de víveres, por lo que el día 20 se recibe una Comisión del proveedor del Rey y comisario general de sus ejércitos para que se lleven a dicha ciudad vacas para el sustento del ejército, así como quesos de oveja y cabra, acordando el Cabildo enviar “sesenta reses vacunas con toda brevedad a cortarlas a la dha ciudad…”[30]

       A pesar de haberse liberado Cádiz, el peligro de un nuevo ataque de la armada anglo-holandesa sigue presente y el jueves 25 de julio se recibe una comunicación urgente de la marquesa de Tarifa avisando de un nuevo asedio, esta vez sobre Gibraltar, para que “con la mayor brevedad que fuere pusible salga desta villa toda la gente de a cavº que huviere Para el socorro de la ciudad de Gibraltar porque se dize que el Armada enemiga inglesa yva sobre la dha ciudad” [31]

      Ante esta orden, los regidores alegan que no quedan hombres que puedan acudir puesto que los que fueron a Jerez, habían obtenido licencia del Rey que los eximía de nuevos alistamientos, por haberles prestado servicio:

“no ay mas que siete honbres contiosos de preste Porque los demás que havia estan concertados de su magd y tienen cedula Real suya de Eccencion de tener y mantener Arma y Cavº las quales proposiciones de su sª del duque estan mandadas guardar en todo”

      Del mismo modo, los regidores se sorprenden de la petición para acudir a defender Gibraltar porque las tropas que allí se hallaban, fueron devueltas a sus hogares:

“la dha ciudad no tie (tiene) su sª necesidad de socorro de preste Por no tener ningún peligro de enemigos y el duque de arcos a cuyo cargo esta la defensa de la ciudad a despedido la gente que en la dha ciudad estaba de socorro desta costa y lo manda que en sus casas esten alistados y con sus Armas Para qdo (cuando) sea necessiº”

      Y a pesar de todo, acuerdan estar prevenidos para acudir allí donde lo solicite el Rey o el duque:

“y que no obstante en esta vª ay tan pocos contiosos en las cosas que se ofrecieren el servº de su magd y de su sª y socorro y defensa de los lugares desta costa donde se diese Revato esta vª y vºs (vecinos) della acudirán con sus Armas y cavº con tanta puntualidad quanta convenga al servº de su magd y de v sª como siempre se ha hecho”



      Con el paso de los días, la situación se va calmando y se inician los trabajos para rehacer las defensas de Cádiz, para lo cual hace falta mano de obra, de tal modo que el duque de Medina, en nombre del Rey pide al cabildo de Alcalá el 28 de julio que “se ynbien desta villa A la ciudad de cadiz quinze honbres Para fortificar y poner en defenssa la dha ciudad”

      Asimismo, les pide que el este Cabildo corra con el salario y gastos de estos quince hombres, autorizando a destinar a ello cualquier partida de dinero:

“Probeydos y pagados por quince días a costa del dho Concejo y que de lo que en esto se gastare enviara su magd aprovacion dello y de tenerse por servido dello y q el dinº se pueda sacar de qualesquier sisas e ynpusiciones y otros adbitrios y que cada uno lleve consigo una pala o un açadon por q en la dha no lo ay”

      Los regidores acatan el mandamiento y deciden buscar voluntarios y pagarles diariamente la comida y un jornal de 6 reales diarios, del dinero obtenido del arrendamiento del Prado del Tamejón. [32]

      Al día siguiente ya se encuentra los quince hombres alistados y se acuerda enviarlos a Cádiz:

“Gastadores

En este caviº se acordó y mdo que los quince gastadores que estan ya juntos y alistados en esta villa para acudir con ellos a la dha ciudad de cadiz como su sª del duque de medina capn genl lo manda para la fortificación della es justo que luego se lleven a la dha ciudad de cadiz y los entreguen a la psª (persona) que por su sª del dho duque de medina ordenare” [33]

       Los encargados de llevarlos hasta Cádiz serán los vecinos Diego Sánchez Aparicio, Cristobal Garcia Chamorro y Juan de Herrera, a quienes se les asigna un salario de 5 reales diarios durante cuatro días, tiempo estimado en cumplir este trabajo, debiéndolos entregar a la persona que el duque de Medina designe. Asimismo, llevan el dinero que para pagar a los gastadores, que les será entregado una vez lleguen a su destino, en presencia de un escribano: “paguen a cada uno de los dhos quince gastadores a quatro rs cada uno cada un dia en presª de srcivº en la ciudad de cadiz que montan nobeciºs rs (900 reales)”

     El lunes 1 de agosto, el Cabildo recibe una nueva carta de la marquesa de Tarifa ordenando para que toda la gente de la villa este prevenida para acudir cuando y donde sea necesario, y al mismo tiempo autoriza el arrendamiento del Prado para destinar el dinero a gastos de guerra:

“su sª da licencia a este qº para que puedan arrendar el dho pedaso de prado de caballos y que lo que del procediere se entregue a un depositario y que aya quenta y Raçon de todo lo que se gastare y lo que del procediere y que no se destribuyan ni gaste en otras cossa mas que en las de la guerra En sustentar los dhos soldados y socorrerles de los peltrechos y municiones que para acuidr al serviº de su magd fueren menester y la ffa de la dha carta es En Sevilla A 29 de julio 1596…”[34]



NOTAS

[24] Archivo Municipal de Alcalá de los Gazules. LEGAJO 6 (1555-1607) Cabildo 3 de julio de 1596. Folio 101

[25] Ib.  Cabildo jueves 25 de julio de 1596. Folios 109 y 110

[26] Ib. Cabildo 4 de julio de 1596. Folios 102 y vuelto

[27] Ib. Cabildo 7 de julio de 1596. Folios 102 vto. A 104

[28] Ib. Cabildo jueves 25 de julio de 1596. Folios 109 y 110. El encargado de llevar las tropas a Jerez será Jerónimo Godoy Fernández, quien recibirá 4 ducados por ello. (Cabildo del domingo 28 de julio. Folio 111)

[29] Ib. Cabildo 11 de julio de 1596. Folios 105 vto. Y 106

[30] Ib. Cabildo jueves 20 de julio de 1596. Folios 108 y 109

[31] Ib. Cabildo jueves 25 de julio de 1596. Folios 109 y 110

[32] Ib. Cabildo domingo 28 de julio de 1596. Folios 110 vto. Y 111. Los quince azadones costaron 98 reales (Folio 112)

[33] Ib. Cabildo lunes 29 de julio de 1596. Folio 111 vto. Y 112

[34] Ib. (1555-1607) Cabildo jueves 1 de agosto de 1596. Folio 113 vto. Y 114

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