sábado, 21 de mayo de 2022

Alcalá de los Gazules y la guerra anglo-española (V)




7.- 1597

    A partir de agosto del año anterior, la actividad bélica en la zona decae y se recobra cierta normalidad, no teniendo nuevas noticias hasta finales de febrero de 1597, relativas al acopio de pertrechos de guerra y al avituallamiento de tropas.

    En nuestra villa se habían formado dos compañías de infantería, comandadas cada una por un capitán y un alférez, pero solo existía una bandera para ambas, ordenando el cabildo al capitán Rodrigo Romero de Coronado que encargase una “vandera de tafetán de los colores que mejor le parecieren y se haga luego q sea muy buena”. Para pagar dicha bandera, se le entregaron treinta ducados de la partida presupuestaria destinada para gastos de guerra. [35]

    A pesar del cese de hostilidades, durante el invierno, la villa de Alcalá fue paso obligado de tropas entre el campo de Gibraltar y la zona de Jerez y la bahía gaditana e incluso se vio obligada a alojar a alguna compañía. Aquí estuvo alojada en fecha indeterminada, entre agosto del año anterior y febrero, una compañía de soldados durante 29 días. [36]

    Al llegar la primavera se reactivan las operaciones, recibiéndose el domingo 16 de marzo una carta de la marquesa de Tarifa dando órdenes para ejecutar una provisión real recibida para alistar 15 jinetes de “entre los cavalleros de contía desta villa” con la mayor brevedad posible. Sin embargo, los regidores alcalaínos no estaban muy por la labor y paralizan el alistamiento alegando que era día de misa mayor y debían acudir “y porque antes se a de comunicar con su sª (su señoría la marquesa) la orden y forma que en ello se a de tener” [37]

    Al día siguiente se vuelve a reunir el cabildo para tratar nuevamente el tema y acuerdan escribir a la marquesa para exponerles que consideraban excesivo el número de jinetes a alistar, puesto que muchos estaban exentos por cédula real y no había suficientes:

“manda se saquen y alisten desta vª quince ginetes Repartidos entre los cavos de quantia y porque la cantidad de los ginetes es mucha y los vºs desta vª estan muy pobres mayormte q todos los contiosos estan concertados con su magd y tienen cedulas de su magd de ecencion y no ay mas que siete u ocho contiosos que actualmente pueden servir y contribuir en esta ocasson y ni ay de donde se puedan sacar los dhos ginetes”

    Asimismo, con la reducción del número de jinetes a alistar, le piden a la marquesa licencia para arrendar tierras para poder costear dichos jinetes. [38]

    Una semana más tarde, en vista de que había dos compañías de infantería, los regidores decidieron contratar otro tambor hasta el día de San Miguel, señalándose de salario un ducado mensual para cada uno, [39] y a la semana siguiente, por carecerse de fondos con que atender a los asuntos de guerra, acordaron pedir entre los vecinos 16 ducados prestados para ir a Sevilla a resolver el asunto de los jinetes que habían de alistarse. [40]

    Este asunto se convertirá en un quebradero de cabeza para los regidores, puesto que el 3 de abril el alcalde corregidor, el Doctor Ayala de Molina, les exigirá “cumplan con efecto lo que les esta mandado con apercivimto q no lo haciendo dará noticia a su Sª de la remission que tienen en cumplir sus ordenes y mandamos…” [41] y más aún cuando el día 9 el corregidor convocó a los regidores y oficiales para tratar los asuntos relativos al servicio del rey y de la marquesa, no compareciendo Cristóbal de Ayllón, fiel ejecutor, D. Antonio de Trujillo, alguacil mayor ni el capitán D. Diego de los Cameros, motivo por el cual, recibieron una condena.

    Pero cuando aún no se ha aclarado el asunto de los jinetes, a finales de mes los capitanes de las dos compañías de soldados alcalaínos, D. Rodrigo de Coronado y D. Diego de los Cameros, alertan al cabildo de las malas noticias que han recibido sobre la guerra, porque al conflicto con los ingleses, se suma ahora la invasión de Navarra por parte del rey de Francia:

“oy ha venido a su noticia que (¿?) Rey de Francia va entrando en tias del Reyno de navarra con mucho numero de gente a ganado quatro o mas lugares del y q El yngles a salido de su tierra con tres esquadras de navíos de a ochenta cada una y no se sabe Para donde…”



    Ante estos acontecimientos, se han dado órdenes para que todo el reino este preparado para levantar armas. Sin embargo, en la villa de Alcalá no existen en ese momento existencias de material bélico, por lo que ambos capitanes piden a los regidores “manden traer a esta villa Polvora y plomo y cuerda para dar a los vºs (vecinos) desta vª quando se aya de salir y que lo tenga en el deposito Para las dhas ocasiones”. El Concejo, que se había visto en la necesidad de desviar los setenta ducados destinados para gastos de guerra para otros menesteres, como el pago del Servicio Real, acuerda arrendar por un año, a contar desde la festividad de San Miguel “la vega que dicen del enrriadero y la suerte de la yeguada ques propios deste Concejo”[42]

    Pasados varios días, a principios de mayo, se recibe una carta del duque de Medina Sidonia alertando del avistamiento de “cantidad de navíos” ingleses por la costa portuguesa el día 7, ordenando que toda la gente de a pie y a caballo esté prevenida para partir a defender donde se les ordene en un segundo aviso. Asimismo, el duque ordena al Concejo a correr con los gastos de todas las personas movilizadas:

“que vayan prevenidos por veynte y cinco días que esta es la vold (voluntad) de su magd”

    El mismo día 12 de mayo, el pregonero Antonio de la Vega, pregonó las órdenes para que se alistasen todos los caballeros de contía y de Gracia, con sus armas y caballos, bajo grandes penas de multa “Para acudir con ellos en serviº de su magd a la pte y lugar donde el capn Genl ordenare y mandare en defense de la fee y destos Reynos…” [43]

    Del mismo modo, acordaron los regidores escribir al duque informándoles de la escasez de recursos del Concejo para socorrer durante tanto tiempo a los soldados, proponiéndole correr solo con los gastos hasta llegar al lugar donde fuesen destinados, a la par que deciden nuevos arrendamientos de tierras comunales para conseguir dinero para los gastos de guerra:

“… y porque este qº de preste no tiene ningún dinº de preste para el dho efecto se acordó y mando por qº que se adbitre y aRiende en virtud de la dha cedula real las diez y siete suertes de tierra de tierra de labor del Palmitoso termo desta vª que fueron amoxonadas y arendadas para el servº de los adbitrios de los millones amoxonandolas de nuevo…” [44]

    Son días en que reina la incertidumbre en la población, alterándose el ritmo de vida normal, como lo demuestra que incluso se suspendiesen trabajos que estaban previstos con antelación y de gran importancia para la villa, como son la inspección de las mojoneras que marcan el término municipal para evitar usurpaciones de las poblaciones vecinas:

“en este cavº se trato y mº que por esta nueva de guerra que ha venido se a suspendido la visita de los termos desta vª…” [45]

    El Cabildo, agobiado con tantos gastos para la guerra, el viernes 16 de mayo da poder al licenciado Gaspar Tello para que vaya a Madrid a suplicar al rey se sirva conceder licencia al Concejo alcalaíno para poder arrendar los terrenos baldíos “para pasto y labor fasta en cantidad de mil ducs (ducados) para gastos de guerra Armas polvora y municiones para acudir con la gente desta villa en serviº del rey nro sr en socorro de la ciudad de cadiz Gibraltar y otras ptes donde fuere necessº…” [46]

    El resto del año transcurrirá sin más sobresaltos ni novedades con respecto a la guerra, cerrándose con el capitán Rodrigo de Coronado rindiendo cuentas por la confección de una bandera para su compañía, que le fue encargada allá por el mes de febrero:

“En este cavº el capn don Rodrigo Rº de Coronado dixo que por qto este qº le cometio a que hiziese una vandera de tafetan para su conpañia y para ello se le dieron y libraron treinta y tres ducados por qta de gasto de guerra la qual tiene fecha y gasto en ella veynte y una varas de tafetán verde azul y amarillo de cada color siete varas a nueve reales y medio y cinco varas de tafetán colorado para la cruz a nueve reales y mº (medio) que todo monta duziºs y quarenta y siete reales y diez y siete rs de (¿?) q los fue a comprar a la ciudad de xerez y veinte y tres reales de seda y (¿candelilla y anfeo?) para forrar el asta y cient Reales que se dieron a juº de perea sastre de hechura que monto todo trecis y ochenta y siete rs q se an gastado mas beynte y quatro rs de los quales dixo que hacia gracia…” [47]





NOTAS

[35] AMAG. LEGAJO 6 (1555-1607) Cabildo sábado 22 de febrero de 1597. Folio 120.

[36] Ib. Cabildo lunes 3 de marzo de 1597. Folio 122. Se libran 43 reales en proporcionarles leña y aceite.

[37] Ib. Cabildo domingo 16 de marzo de 1597. Folio 125 vto.

[38] Ib. Cabildo lunes 17 de marzo de 1597. Folio 126

[39] Ib. Cabildo lunes 24 de marzo de 1597. Folio 127 vto. Y 128

[40] Ib. Cabildo lunes 31 de marzo de 1597. Folio 129 vto.

[41] Ib. Cabildo 3 de abril de 1597. Folio 130 vto.

[42] Ib. Cabildo jueves 24 de abril de 1597. Folio 141 y vto.

[43] Ib. Cabildo 12 de mayo de 1597. Folio 145 y vuelto

[44] Ib. Folio 145 vto. Y 146

[45] Ib. Folio 146 vto.

[46] Ib. Cabildo viernes 18 de mayo de 1597. Folio 149 y 150

[47] Ib. Cabildo miércoles 24 de diciembre de 1597. Folio 207

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