sábado, 26 de noviembre de 2022

Vida y andanzas de los Palma de Mesa (VII)



    Regresó el doctor Palma a Guadalajara y a principios del año siguiente, se produjo cierto revuelo en la Audiencia de Guadalajara al extenderse el rumor entre los oidores de que el presidente no tenía el título para ostentar dicho cargo.[71] Parece ser que estos escribieron al Virrey, que tuvo que hacer gestiones para localizar el título, aunque no lo encontró y viendo que aquel asunto se podía enturbiar, encargó al obispo que vigilase los movimientos en la Audiencia por si se producía algún incidente.

    Entretanto, antes de finales de marzo del año 1600, los magistrados del Tribunal del Santo Oficio de México, declararon nulo el matrimonio de Lorenzo, el hijo del doctor, con la hija del fiscal y aconsejaron que se ratificase el primer matrimonio con Juan de Híjar,[72] sentencia que provocó que el día 28 el presidente Santiago de Vera notifique al Consejo de Indias esta noticia:

“la justicia eclesiástica determino el pleyto que se trataba entre don lorenço de mesa y don juº fernandes de yjar y bracamonte sobre qual dellos avia de casar con doña ana de Velasco yja del licdo pinedo fiscal desta audiª y se dio por libre a don lorenço de mesa del casamiento y se encargo la conçiençia a el dicho don juº y dicha doña ana para que se casasen y en su cumplimiento se casaron aunque el fiscal lo contradijo =” [73] 

    Como respuesta, el Consejo le ordenó que escribiese al Virrey para que expulsara al hijo del doctor Palma del distrito de Guadalajara y que se hicieran cumplir las leyes “en todo lo q sta dispuesto y ordenado por ordenanças y cedulas de su Md, asi contra el Dor Palma de mesa en caso q se halle culpa en este negº como contra otras qlsqr personas seculares y ministros”

    Efectivamente, el hijo debió ser expulsado de aquel distrito, lo que provocó que nuestro paisano, tras la muerte del oidor Chaparro en marzo y al quedar como el oidor más antiguo, decida contraatacar al presidente y entabló una demanda para que la Audiencia de México y el Virrey tomasen cartas en el asunto para ver la legitimidad de Santiago de Vera para ocupar la presidencia de la Audiencia de Guadalajara. Vera escribió una carta al Virrey mostrándose como víctima “congoxado y mostrando tener por demasiado de orgullosso al oydor” llegando incluso a acusar a Palma de Mesa de manipular a otros oidores: “avia persuadido a su parecer al oydor Vallecillo”

    El Virrey, a finales de ese año, quizás por corporativismo (recordemos que también ostentaba el cargo de presidente de la Audiencia de México) o quizás por tener Santiago de Vera lazos familiares y mercantiles con algunos miembros de dicha Audiencia, tal como denunciara Jerónimo Conde, inclinó la balanza hacia el lado del presidente, a quien escribió una carta con palabras de consuelo, dirigiendo otra a Bartolomé de Palma para reprenderlo “en que le persuadia y apercivia con alguna fuerça y severidad” y le advirtió poco más o menos de que los trapos sucios se lavaban en casa: “no avia para que echar aquella audiencia sus dudas en aquella materia a puertas agenas”, descargando de responsabilidades al presidente Vera: “si en el título del Presidente avia defeto no le avia en la intención…”. No se olvidó tampoco del oidor Vallecillo a quien amenazó veladamente: “que esta tenido por hombre docil y sin tratarle como parte formal ni ynteresada le escrivi solo advirtiéndole que mirase por si…” Sin embargo, nunca probó que Santiago de Vera tuviese título…

    Lorenzo de Mesa, como decíamos, abandonó el distrito y en fecha indeterminada, aunque seguramente en 1601, contrajo matrimonio con Doña Constanza de Moscoso, hija de Suero Vázquez de Moscoso, en la población de Autlán.[74] Al tener noticias el Virrey de este nuevo casamiento, envió al doctor Fernando de Villegas a finales de marzo de 1602 para recabar información.

    Finalmente, acabadas todas las pesquisas en el pleito del oidor y el fiscal Pinedo sobre el casamiento de sus hijos, el Virrey dictó sentencia, la cual no sabemos en qué fecha tuvo lugar, pero que es notificada al Consejo de Indias el 7 de diciembre de 1602. Bartolomé de Palma basó su defensa en dos puntos: por un lado, en que no tuvo conocimiento del matrimonio primero, (declarado nulo por la Iglesia), con Ana de Velasco y por otro, que el segundo matrimonio no tuvo lugar en el distrito de la Audiencia de Guadalajara sino en un pueblo de la de México.[75] El virrey fue inflexible y no dio por válido el argumento de la ignorancia del matrimonio, pues en un caso idéntico en 1600, el del matrimonio de un hijo del licenciado Ayala, alcalde del Crimen en la Audiencia de México, no aceptó dicho argumento, ni tampoco el del lugar del casamiento, ya que las apelaciones de las sentencias de la justicia civiles y criminales iban a la Audiencia de Guadalajara por cercanía. Y como sucedió en 1600, la sentencia fue ejemplarizante, para que sirviera de aviso a todos los vecinos:

“no e hallado concluyente defensa en este pleito… y asi e dado sendos autos declarando estas plaças por vacas…”

    Así que, tanto el fiscal Pinedo como el oidor Bartolomé de Palma, fueron cesados de sus cargos. Sin embargo, la sentencia contenía una segunda parte. El Virrey, atendiendo a que quizás la pena fuera excesiva, a los servicios prestados por ambos y, sobre todo, a que no tenía sustitutos para sus cargos, decidió suspender la ejecución de la sentencia durante dos años:

“e considerado las rraçones del cuidado que se representan por el Oydor no se le habiendo provado que supo el casamiento del hijo y asimismo su pobreça y canas y letras y por el fiscal estas mismas y su buen entendimiento y largo servicio y lo principal que en ambos podría ser hallarse alguna contradicion mas pro¿? quando yo quiera executar lo proveido … por todo me e rresuelto de proveer junto con cada uno de los auctos otro auto de sobreymiento de la exón por dos años atento la necesidad que ay de oidores y de fiscal en aquella audiencia donde las plaças son pocas y ymporta que no esten vacas.”

    Sobre la fecha de la sentencia existe cierta confusión, pues en marzo del año siguiente, el presidente de la Audiencia de Guadalajara escribió una carta al Consejo de Indias en la que dice:

“lo que ahora se ofrece es que en 25 de febrero deste año el virrey de la nueva spaña pronunçio auto en que por averse cassado dos hijos del dotor palma de mesa oydor desta rreal audiencia y una hija del licenciado pinedo fiscal en este distrito sin licencia de V. mag. Suspendio a sus padres del oficio de oydor y fiscal y declaro por Vacas sus plaças. Y les da liçençia para que puedan servis sus ofiçios asta en fin del año venidero de seis cientos y quatro que traigan aprobación dello de v. magd.” [76]

    A la confusión de fechas sobre el cese del doctor, se sumó el Consejo de Indias en un escrito fechado en Valladolid en 1604:

“el conde de monterrey en veinte de febrero del año pasado de seiscientos y tres en que declaro aver bacado la plaça de oydor de la dha audiª que servia el dho dotor palma de mesa…” [77]

    Santiago de Vera, que, para hacer caer a Bartolomé de Palma, tuvo que sacrificar al licenciado Pinedo, tras el conocimiento de la sentencia, pidió al Consejo de Indias que fueran benevolentes con él, por los servicios prestados:

“lo que toca el fiscal se a sentido mucho por ser muy apasible buen letrado y nada dañosso a nadie y aver servido tantos años también y general apçesion del Reyno y satisfacion de la audiencia, buen termino y christiandad y buena conçiençia y que su hija sin acto ni permisión de su padre le aya puesto en tantos años de trabajo y desasosiego y sobre su casamiento tener su causa en el consejo pendiente y sin envargo estar suspendido de su plaza tiene mucha confiança en nuestro sr y en V. magd. que vista su causa lo mandara desagraviar y honrrar conforme a sus muchos servicios.”

    No hizo lo mismo por el doctor Palma, al que, por fin, pudo doblegar.

    La sentencia tuvo que suponer un duro golpe para nuestro paisano, resintiéndose su estado de salud, hasta el punto de que tenía que ser ayudado por sus criados para desarrollar su trabajo en la Real Audiencia, tal como informó el presidente al Consejo de Indias en 1604:

“el doctor Palma de mesa Vro oydor a tres años esta tan enfermo y impedido que con dificultad sirve su plaça subiéndole a los estrados en una silla”[78]

    Sobre los criados alcalaínos que pasaron a América con la familia casi nada más hemos hallado, pero sabemos que, en Guadalajara, también contaron con criados nativos. Como apunte curioso, cuatro de los sirvientes de la casa del oidor Palma casaron en 1603, Luis Gómez, indio chino y Juana María, mestiza, el 8 de junio y Alonso Sánchez y María, indios, el 29 de noviembre.[79]

    Ya a mediados de 1604, cuando solo faltaban pocos meses para que el doctor Palma cesara en el cargo de oidor de la Real Audiencia de Guadalajara, tal como ordenaba la sentencia del Virrey, el presidente Santiago de Vera, y viendo que el doctor estaba gravemente enfermo, se apiadó de él y pidió al Consejo que lo jubilaran:

“porque los servicios que a hecho a V. md. an sido muchos y tenemos satisfacion q si tuviera fuerças para ello lo continuara suplicamos a V. md. se sirva de hazerle mrd de jubilarle dándole su salario en su casa”

    Sin embargo, el dictamen del Consejo no llegó a tiempo, porque el 28 de julio, fallecía en Guadalajara el doctor Palma a la edad de 66 años. El presidente no dio cuenta del fallecimiento al Consejo hasta el mes de diciembre:

“en 28 de Jullio deste Año fue Dios servido de llevar al doctor Palma de meza vro oidor dexo mujer, dos hijos una nieta hija del hijo Maior muerto en sus días, suplicamos a V. Magd Remunere sus servicios haciendo Mrd a su mujer y nieta que son los que quedan con mas necesidad”[80]



    Este escrito nos da una información valiosa, pues gracias a él sabemos que, en el momento de su fallecimiento, dos hijos aún vivían bajo su mismo techo, por lo que no habrían casado, así como que su hijo mayor había fallecido hace años. Recordemos que, para pasar a América, el doctor pidió poder embarcar parte de la familia desde Sanlúcar, por la premura de tiempo y porque un hijo suyo estaba enfermo. Es posible que falleciera durante el viaje.

    Fue enterrado en la Iglesia del convento de San Agustín, según testimonio de Juan Jiménez Calderón, abogado de pobres de la Real Audiencia:

“este testigo sabe que el dho oydor doctor Palma de messa murió en esta ciudad sirbiendo el dho oficio porque este tetº le bio muerto en ella y se hallo en su entierro que fue en la Yglesia del señor san agustin desta ciudad”

    Su mujer, María de Ortega, que le sobrevivió un par de años, otorgó testamento el 24 de octubre de 1606, habiendo ya fallecido el día 27. Se mandó enterrar en la iglesia del colegio de la Compañía de Jesús de aquella ciudad, en la sepultura que le diere el padre corrector. Dejó por herederos al convento y frailes de San Agustín de su pueblo natal, Cazalla de la Sierra, para que instalasen un colegio de la Compañía. Entre los testigos del otorgamiento de su testamento, aparece uno de los criados alcalaínos, Marcos de Torreblanca.[81]

    El tiempo borró su memoria. Sus huellas quedaron sepultadas por el polvo y lo convirtieron en un personaje anónimo, hasta que, a finales del siglo XIX, alguien en un archivo, posiblemente en el de Indias, descubrió su nombre y oficio en un viejo legajo. De ahí, pasó al rótulo de una calle, aunque seguía siendo un desconocido para sus paisanos. Hoy, por fin, lo rescatamos del olvido, hemos quitado ese polvo acumulado durante siglos y, aunque quedan muchas páginas por descubrir, podemos decir que esta es la Historia del ilustre hijo de Alcalá, el doctor Bartolomé Palma de Mesa.



Firma del Doctor Palma de Mesa
en un documento de la Real Audiencia de Guadalajara



NOTAS

[71] ES.41091.AGI26MEXICO,24,N.50. Carta del virrey Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey.

[72] Archivo General de la Nación de México, Sec. Inquisición, vol. 264, s/exp., fs. 309-312. Proceso contra Ana de Velasco.

[73] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,6,R.24,N.139BIS. Carta de la Audiencia de Guadalajara

[74] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,6,R.26,N.153. Carta de la Audiencia de Guadalajara. Fechada el 20 de abril

[75] ES.41091.AGI26MEXICO,25,N.18 . Carta del virrey Gaspar de Zúñiga Acevedo, conde de Monterrey.

[76] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,7,R.1,N.3. Carta del doctor Santiago de Vera.

[77] ES.41091.AGI/23.7.3.15//GUADALAJARA,230,L.2,F.91V-92V . Real Cédula al presidente y oidores de la Audiencia de Guadalajara. 9 de junio de 1604

[78] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,7,R.2,N.15. Carta de la Audiencia de Guadalajara. Fecha de 12 de abril de 1604

[79] "México, Jalisco, registros parroquiales, 1590-1979," database with images, FamilySearch (https://familysearch.org/ark:/61903/3:1:9392-2LSX-8K?cc=1874591&wc=3J64-BZS%3A171935001%2C182938601%2C1080814502 : 28 June 2014), Guadalajara > Sagrario Metropolitano > Bautismos, matrimonios, defunciones 1599-1634 > image 210 of 258; parroquias Católicas (Catholic Church parishes), Jalisco.

[80] ES.41091.AGI26GUADALAJARA,7,R.2,N.23. Carta de la Audiencia de Guadalajara. Fecha de 4 de diciembre

[81] ES.41091.AGI/10.5.11.531//CONTRATACION,939. Bienes de difuntos de María de Ortega y Funes

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