sábado, 19 de noviembre de 2022

Condenado a muerte por secuestro




Ismael Almagro Montes de Oca



    La noche del 20 de abril de 1879 el joven de Paterna Diego Suarez Sánchez, tardaba en llegar a su casa en aquella villa. Pronto supo su padre, Francisco Suarez Vega, el motivo: había sido secuestrado en el sitio conocido por el Amarguillo y los secuestradores le pidieron por carta un rescate de 40000 reales, cantidad que no poseía, dando cuenta a las autoridades.

    El Gobernador dio órdenes para iniciar la busca y captura de los malhechores, saliendo el jefe de la guardia civil hacia Medina Sidonia, desde donde inició, acompañado de las fuerzas de aquel puesto, las diligencias para averiguar el paradero del secuestrado.

    Gracias a las pesquisas del capitán D. José Enriquez Patiño, y de Pedro Medina López y Antonio Salinas Soler, después de cinco días de incesante búsqueda, dieron con una cueva llamada la Borrosa, en término de Jerez, a legua y media de Paterna. Al acercarse a la cueva vieron salir a un individuo joven de la misma, y al darle el ¡alto!, éste sacó una escopeta, pero los agentes consiguieron reducirlo. Dentro de la cueva, encontraron al secuestrado Diego Suarez con los ojos vendados.

    El capitán Patiño llevó al recién liberado hasta su casa y tras tomarle declaración, puso al detenido a disposición del fiscal militar del distrito y consiguió detener a seis sospechosos de participar en el secuestro. Pero hubo otro cómplice, un “sujeto de Alcalá” que consiguió huir. [1]


    El 22 de mayo, el juez fiscal del Consejo de Guerra permanente del Juzgado militar de Cádiz, D. José de Azcárate y Serrano, publicó una requisitoria en la Gaceta de Madrid y en el Boletín Oficial de la Provincia, citando a declarar a Vicente Rey Barbero, natural y vecino de Alcalá de los Gazules, hijo de Pedro y de María, de 34 años de edad, casado, trabajador del campo, con instrucción, para responder a los cargos que se imputaban por su implicación en el secuestro.[2] Si en el plazo de 30 días no comparecía, se le declararía en rebeldía, como así ocurrió, dictándose orden de busca y captura.

    En la requisitoria, se daban las señas del alcalaíno:

“Estatura regular, color moreno claro, barba poblada y afeitada, ojos pardos; viste pantalón de tela oscura, chaqueta de paño negro, borceguíes blancos usados, sombrero hongo negro de ala ancha.”

    Meses más tarde, el 29 de agosto, tuvo lugar en el Cuartel de la Candelaria en Cádiz, un Consejo de Guerra para dictar sentencia contra los autores y cómplices del secuestro.[3]

    El fiscal pidió pena de muerte para cuatro de los acusados, Juan Jiménez García (alias) Filaque, de Paterna; Manuel Calvillo Sánchez (a) el hijo del Ángel, de Benamahoma; Alonso Puerto (a) Estravío, de Benaocaz y Vicente Rey Barbero, de Alcalá de los Gazules, en rebeldía. Para otro de los acusados, Miguel Becerra Telly, de Atajate (Málaga), pidió cadena perpetua, mientras que otros dos los puso a disposición el gobernador civil y la absolución para el resto de implicados. [4]

    Finalmente, el 24 de enero del año siguiente, el Consejo Supremo de Guerra ratificó la sentencia de muerte para Vicente Rey Barbero y para Alonso Puerto Rodríguez.[5]

    Ninguna noticia más hallamos sobre este alcalaíno sobre su ajusticiamiento, por lo que posiblemente consiguiera huir, bien como polizón en algún barco hacia América o bien hacia las costas africanas.

El garrote vil era el instrumento utilizado para ejecutar las penas de muerte



NOTAS

[1] Resumen de los acontecimientos, según lo publicado el 5 de mayo de 1879 en la página 2 de LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (Año XXX Número 7803 ) y al dia siguiente en la página 1 del periódico DIARIO DE CÓRDOBA DE COMERCIO, INDUSTRIA, ADMINISTRACIÓN, NOTICIAS Y AVISOS. (Año XXX Número 8589)

[2] Gaceta Madrid. nº 142 pág. 536

[3] Edición del 28 de agosto de 1879 de EL GUADALETE. Año XXV Número 7174 pág. 3

[4] Edición del 30 de agosto 1879 de EL POPULAR

[5] Edición del 23 de marzo de 1880 de GACETA UNIVERSAL. Año III Número 618 pág. 3

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