sábado, 20 de mayo de 2023

Las Romerías de mayo




Ismael Almagro Montes de Oca


    Desde hace siglos, la Iglesia católica ha dedicado el mes de mayo a la Virgen María, con multitud de ofrendas y cultos, que, en Alcalá, como no podía ser de otra forma, se centraban en la Imagen de la Patrona, la Virgen de los Santos, siendo tradicional en distintas épocas del siglo pasado la celebración de una peregrinación al Santuario. Los textos antiguos hablan de jubileo o romería, celebrándose en la misma forma que hoy conocemos la de septiembre, aunque sin la procesión de la Imagen por los alrededores de la ermita.

    Una romería especial fue la que se celebró el domingo 20 de mayo de 1934, ya que, para clausurar el año Santo del Jubileo de la Redención convocado por Pio XI el año anterior, el obispo de la diócesis de Cádiz, D. Ramón Pérez Rodríguez, ordenó peregrinaciones de penitencia y de jubileo a varios santuarios, siendo el de Alcalá uno de los elegidos.

    Se organizaron peregrinaciones desde Cádiz y otras poblaciones, haciéndose eco del evento la prensa gaditana:

    Peregrinación de Penitencia y de Jubileo de Año Santo

… Los autobuses contratados están ya tomados por los peregrinos que se enteraron de esta Peregrinación por los propectos repartidos el domingo en las iglesias.

    Los que deseen inscribirse deben dar su nombre en la Casa Columela, 23, pues se están haciendo gestiones para contratar mayor número de autobuses y se irán despachando los billetes por orden de turno riguroso.

    De San Fernando Chiclana y Medina va también mucha gente y sabemos hay tomados varios autobuses en dichas poblaciones.

    De Alcalá, irá medio pueblo, cabe decir, al Santuario, a cuya imagen, Patrona del pueblo, le tienen devoción.

    Irán a pie unos cinco kilómetros de distancia y saldrán de Alcalá a las ocho de la mañana.

    De Cádiz saldrán los autobuses a la misma hora, para llegan las diez y media al Santuario.

    A esa hora habrá misa cantada y sermón a cargo del párroco don Antonio Doña Sánchez.

    Después habrá descanso hasta las tres y a esa hora se celebrará colectivamente cinco visitas al Santuario, para ganar el Jubileo de Año Santo, que nuestro Prelado así lo ha dispuesto para premiar de esa manera a los que vayan la Peregrinación.
    
    El regreso se hará a la de la tarde.

    Parece que también van algunas personas en sus propios <<autos>> tanto de aquí como de otros pueblos.” [1]

    El mismo periódico publicaba días más tarde una extensa crónica de la periodista y escritora católica y conservadora Carmen Martel, en la que recogía su visión de la romería:

Peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de los Santos

    El Santuario de Nuestra Señora de los Santos, a poca distancia de Alcalá de los Gazules, fue el elegido por la Peregrinación que, siguiendo las indicaciones de nuestro Prelado y organizada por un grupo de gaditanos amantes de María, tuvo lugar el pasado domingo.

    El día espléndido invita a gozar de las delicias del campo. El automóvil que nos conduce corre veloz por la carretera, que está engalanada con linda guirnalda de flores silvestre. Margaritas blancas y amarillas, amapolas rojas, campanillas, violetas, flores que han robado al arco iris sus colores que la señorita Primavera ha convertido el campo en un inmenso Jardín.

    Llegamos al Santuario, que está situado en un lugar pintoresco rodeado de verdes colinas, y allí nos encontramos una enorme muchedumbre que de todos los pueblos cercanos ha acudido para postrarse a las plantas de la Santísima Virgen.

    Son las tres de la tarde. Los peregrinos han asistido por la mañana a la Misa solemne; luego, agrupados en torno de los árboles que les brindan su sombra, han tomado alegremente un almuerzo fiambre y ahora la campanita de la ermita llama de nuevo a aquellos que quieran hacer las visitas necesarias para ganar el Jubileo Santo.

    Cuando entro en la ermita mis ojos se dirigen al altar mayor; allí en el camarín, bajo un templete de plata, está Nuestra Señora de los Santos. Precioso rostrillo cuajado de piedras rodea su carita pálida; su manto de tisú de plata bordado en oro cobija a unas mujeres, que es piadosa costumbre rezar bajo él a la imagen bendita. La Virgen es pequeña pero grandes son los beneficios que por su intercesión ha obrado Dios en sus devotos.

    Los muros del Santuario son libros abiertos donde podemos leer los favores de la Señora. De ellos cuelgan los devtos de plata, las trenzas de pelo, los Innumerables milagros pintados por manos inexpertas. En la mayoría, una mujer postrada de rodillas reza ante el lecho de un ser querido que recobra la salud gracias a Nuestra Señora de los Santos; al pie de los cuadritos se ve el nombre de la persona curada y la fecha del milagro alguno de los cuales se remonta a 1706.

    Tuve deseos de conocer el origen de Virgen tan milagrosa y el azar me deparó una amable señora que sació mi curiosidad. El devoto pueblo de Alcalá de los Gazules, solía en sus aflicciones y especialmente en épocas de sequía, ir a un lugar llamado El Humilladero, y ante un Santo Cristo, impetrar el auxilio divino. Sucedió que en cierta ocasión y hallándose reunidos un gran concurso de gente, se les apareció un joven de gallarda apostura que les dijo era del agrado de Dios hiciesen un templo en aquel sitio a su Santísima Madre, y como el joven desapareciese, creyeron era aquello un prodigio y decidieron cumplir lo que se les había mandado. Comenzaron las obras y al abrir los cimientos encontraron una lápida que decía tres veces "Sanctus”. Terminada a iglesia, el Ayuntamiento envió una diputación a Gibraltar para que un célebre escultor que allí residía hiciese una efigie de María, pensaban llamar con el nombre de los Santos, en virtud del misterioso hallazgo.

    Pero a dos leguas del pueblo encontraron dos peregrinos, con quienes trabaron conversación y enterados de que buscaban hacer alguna escultura, les pareció oportuno aprovechar aquella ocasión. Puestos de acuerdo se dirigieron al templo y allí se quedaron los peregrinos con alimentos suficientes para tres días, al final de los cuales se comprometían a tener terminada la imagen.

    Pasado el plazo volvieron los diputados para ver sí los peregrinos habían cumplido lo estipulado, y habiendo hallado las puertas cerradas y que nadie abría, a pesar de los golpes que dieron, hubo que descerrajarlas.

    Entrados en el templo, en el altar a la prodigiosa virgen que Dios les mandaba para su consuelo.

    Los jóvenes habían desaparecido, y en cambio encontraron los alimentos que no habían comido.

    Ese es el origen de la portentosa imagen, según consta y está archivado con auténticos testimonios en la villa de Alcalá.

    Nuestra Señora de los Santos, ante cuyas plantas nos hemos postrado el pasado domingo miles de peregrinos. Nuestra Señora de los Santos, que ha recibido llena de gozo las súplicas fervorosas que se han escapado de miles de corazones. El Santuario rebosa de una multitud heterogénea; junto a la mujer del pueblo, la dama linajuda; junto a la humilde obrera, la joven elegante, todas juntas unidas en una misma fe, todas llenas de un mismo amor, todas hermanas, que todas tenemos a la Virgen María por Madre. Esa es la verdadera democracia. Esa es la democracia cristiana.

    Cae la tarde y en el Santuario y los romeros se despiden de Nuestra Señora de los Santos, cantando el himno Mariano. Cae la tarde y en larga caravana, los automóviles se van alejando. La Virgen se queda sola... pero está contenta. Ha visto el resurgir de la España católica. España no es laica sus hijos se habían adormecido en la indiferencia en medio de la paz; pero llegó la hora de la batalla... los templos fueron incendiados, las imágenes de los santos destrozadas por manos sacrílegas y los verdaderos españoles se despertaron de su letargo y brotó en ellos con nuevo ímpetu la fe de sus mayores. Por eso está contenta Nuestra Señora de los Santos… los hombres se fueron pero el Santuario está perfumado con el suave aroma de sus oraciones.

CARMEN MARTEL” [2]

    Otro periódico, el jerezano EL GUADALETE, también publicó otra crónica del acontecimiento, que se iniciaba con un poema dedicado a la Virgen de los Santos de un jovencísimo poeta, que con el correr de los tiempos se convertiría en el primer pregonero de la Semana Santa de Alcalá, Francisco Montero Galvache:



    "Siguiendo la tradicional costumbre, se celebró el pasado Domingo 20, la Romería a la Virgen de los Santos, viéndose esta mucho más concurrida que en años anteriores.

    De todos los pueblos de la provincia comenzaron a llegar, desde las primeras horas de la mañana, gran castidad de camiones y automóviles; una verdadera caravana que de los pueblos colindantes marchaban lentamente hacia el Santuario.

    Algunos jinetes, soberbios bajo los rayos de un sol de Mayo, llevando a las grupas de sus jacas andaluzas mozas engalanadas, daban su pincelada clásica a esta tradicional y fervorosa fiesta.

    Por el párroco de la iglesia de Alcalá de los Gazules fue invitada para actuar en la citada fiesta la Schola Cantorum Carmelitana, que dirige D. Francisco Navarro Ortega. Por este conjunto y por un escogido grupo de bellas señoritas se interpretó la misa de     Pío X; el veterano Pepe Rivera cantó el Ave María del maestro Caballero.

    Durante el Ofertorio, por el conjunto de señoritas se cantó el O Salutaris, a dos veces, de Limberlotte.

    Oficiaron la misa el cura párroco de Chiclana D. José M.ª Barreiro; el cura párroco de San Juan Bautista, D. Luis Rodríguez Vargas; el de Alcalá, D. Antonio Doñas, pronunció una sentida y fervorosa plática a la Virgen milagrosa.

    Una vez terminada la ceremonia los numerosos romeros invadieron la campiña que rodea el Santuario.

    Los escolares fueron atentamente invitados a almozar, constituyéndose la mesa de la siguiente forma:

    La primera cabecera estaba formada por el alcalde de Alcalá, D. Sebastián Tizón del Puerto; R. P. Aurelio Lara Pineda, D. Pedro Toscano y D. Fernando Montaner, y la segunda, por los señores párrocos D. Antonio Doñas, D. Luis Rodríguez Vargas, D. José M.ª Barreiro y D. Vicente Rodríguez; D. Recaredo García, comandante eclesiástico de la Armada, y el director de la Schola don Francisco Navarro.

    El Padre Doña pronunció unas frases ofreciendo el acto y le contestó el señor alcalde, escuchándose vivas a la Virgen, al alcalde, al director de la Schola y al Padre Doñas.

    Se dejaron oír las bien timbradas voces de Pepe Rivera y del barítono Julián López Camacho; éste cantó unos fandanguillos, que fueron encarnación perfecta de la tierra andaluza y ayudado por las cañas de manzanilla.

    A las cuatro de la tarde emprendimos el regreso a nuestro Jerez, satisfechos de la alegre fiesta vivida y contemplando a lo lejos el magnífico Santuario, que mientras se perdía en lontananza, avivaba el recuerdo de la tarde del 20 de Mayo.

Algunos asistentes.” [3]



NOTAS

[1] Edición del miércoles 16 de mayo de 1934 del periódico LA INFORMACIÓN. Año LVIII nº 21369 pág. 4. En el número del día 18 (Año LVIII nº 21369 pág. 6) se especifica que la peregrinación partiría desde San Fernando a las 8 de la mañana “para asistir a los actos religiosos y tradicional romería que se han de celebrar ese día en el Santuario de Nuestra Señora de los Santos, del término de Alcalá de los Gazules.”

[2] Recogido en la página 8 de LA INFORMACION. Periódico de la tarde, edición el sábado 26 de mayo de 1934. Año LVIII nº 21376

[3] EL GUADALETE. Periódico político y literario. Edición del 22 de mayo de 1934. Año LXXXII Número 25749 pag 1

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