sábado, 17 de febrero de 2024

La visita del provisor del Obispado en 1562





Ismael Almagro Montes de Oca


    En julio de 1562 se encontraba en Alcalá D. Juan de Hoya, provisor del Obispado de Cádiz, visita que fue aprovechada por los regidores del Cabildo municipal para hacerle una serie de peticiones que creían convenientes para mejorar el bienestar espiritual de la villa, nombrando para ello a Fernando de Morales y Juan Alonso de Mesa como diputados para presentarlas a dicho juez eclesiástico.

    En aquella época, la Parroquia aún era una iglesia de pequeñas dimensiones, pidiendo los regidores que se agrandase y que se cambiara de sitio a los curas porque ocupaban mucho sitio:

“Lo pimo q se muden los escaños d los clerigos dond paresca q pueden estar mor en estos y se alargue nuestra Yglia por q donde al preste estan ocupan mucho la dha yglia ques muy pequeña”

    Le expusieron también algunas quejas sobre la desidia de los beneficiados y curas a la hora de ejercer su trabajo, pues se habían relajado hasta el punto de faltar con sus obligaciones:

“Yten q los clegos vayan con las ropas d los entierros de los difuntos como antiguamente solían fazerlo en esta villa.

   Yten q obligue a los bendos  (beneficiados) y curas a asistir a las misas de nra sra q se dicen los miércoles y sábados de mañana/ y bis de (¿?) q se dicen los lunes/ por q no vienen a las dhas misas ni las ofician sino solamte el sacristan q no es cosa condecendente a lo que convie pa el (¿?) dl culto divino.

    Pero es que, además, por culpa de esa dejadez de los eclesiásticos, había veces en que realizaban la labor de los mismos personas de clase baja, toda una ofensa en aquella época donde tan marcada estaba la distinción de las clases sociales:

"Yten q obligue a los dhos bendos y curas q aconpañen el santisymo sacramto cuando sale a visitar los enfermos llevando las varas del palio como solían pa q se puedan emplear y muchas veces toman las varas pr no hazerlo los dhos cleg (clérigos) pas baxas (personas bajas) y d suerte q no se avia de permitir."

    En aquella fecha, el Concejo, como patrono de la ermita de San Sebastián, había llevado a cabo obras en dicha ermita, que fueron costeadas con el método que solían usar para casos similares: la donación o cesión de un echo de bellotas, que era arrendado por los criadores de ganado porcino, para invertir el dinero obtenido en la obra en cuestión. Habiéndose interesado el provisor en conocer las cuentas de dichas obras, los regidores no pusieron ningún reparo en entregárselas:

“Yten q sobre la qta q a pedido de la obra de san sebastian se le informe como se a fecho con los echos q este cabildo y criadores le davan d bellota/ y q el cabildo tomava las cuentas d lo q se gastava en la dha obra/ y q estan satisfechos d las dhas qtas/ y qtas sy su md puede estar satisfecho q avido toda linpiesa fidelidad en ello pq an sido las psonas pr cuya mano se an gastado honbres d xdad y confianza.”
    La última petición que le hicieron al provisor fue que cediera la iglesia de San Ildefonso para establecer allí una escuela:

“q se le suplique q de la yglia d san ylifonso donde este la escuela de los moços por ser cosa q convie al bien d los fijos d los vos  (vecinos) desta   villa” [1]

    Esto nos indica que dicha iglesia o ermita se encontraba ya prácticamente en desuso, pues desde 1524 las tres parroquias o collaciones existentes en la villa, se refundieron en la de San Jorge, pasando a monopolizar gran parte del culto.




NOTAS

[1] ARCHIVO MUNICIPAL ALCALA DE LOS GAZULES. Actas de sesiones del Ayto. pleno. Legajo 3. Folio 146. Cabildo del lunes 27 de julio de 1562

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