miércoles, 6 de junio de 2012

La Guerra de la Independencia en Alcalá 1810-1812 (V)



      Con estas tropas acantonadas, un clima de cierta calma se apodera de Alcalá. 

     “La serie de desgracias empezó a calmar, cuando el General Begines de los Ríos se acercó a aquel territorio…pero continuando nuestra felicidad, se halla Alcalá en el día ocupada por una columna del ejército de V. M. compuesta por 500 hombres”. (5) 

La serie de desgracias empezó a calmar, cuando el General Begines de los Ríos se acercó a Alcalá

     El día 26 de abril se recibe en Alcalá una orden del comandante del campo de Gibraltar, fechada en Algeciras el pasado 24, previniendo por última vez para se procediese a la elección de nuevos Capitulares tal como había ordenado. El 5 de mayo, el mismo comandante del campo de Gibraltar envía un escrito al ayuntamiento alcalaíno solicitando informes de haber ejecutado sus órdenes de celebrar las elecciones, celebrándose un cabildo el día 7 para ejecutar dichas órdenes. A dicho cabildo asisten Domingo Corona y Bello, alcalde ordinario y presidente, Rodrigo Delgado, alférez mayor, José Caballero, alguacil mayor, Francisco de Paula López, Juan González Lozano, Pedro Costilla, todos ellos regidores, Juan Cantero, diputado de abastos, Simón Baena, síndico procurador general, Pedro Toscano, síndico personero y el licenciado Miguel Moreno, abogado de los Reales Concejos, asesor del Cuerpo Capitular. Los munícipes solicitan no celebrar las elecciones para no perjudicar a los nuevos concejales, ya que si vuelven de nuevo los franceses y comprueban que se han llevado a efecto las instrucciones nacionales y no las suyas, sin duda tomarían represalias. Asimismo no dudan en recordar al comandante general “el hacendado patriotismo que reina en estos habitantes, cuando tiene a la vista los sacrificios que están haciendo para sostener la tropa que guarnece este pueblo, lo gustoso que están con ella a efecto de que impidan otra entrada de la Enemiga, pues a pesar de los rigurosos saqueos que ha sufrido de ésta en el año próximo, y sustracción de toda clase de granos y ganados, se esfuerza más de lo que puede para tenerla gratuita, facilitándole todo lo necesario al intento”. (20) 

    Cuatro días después, el 11 de mayo Begines de los Ríos, envía la documentación aportada por la corporación municipal acerca de la suspensión de las elecciones a José Antonio Larrumbide, secretario del Despacho de Gracia y Justicia de la Junta Suprema Central, para que sea este órgano el que decida qué hacer. 



       Los problemas en el pueblo para abastecer a las tropas acantonadas son cada vez más graves, viéndose obligados los miembros de la junta de subsistencia y ayuntamiento a enviar una carta el 1 de junio al comandante del Campo de Gibraltar solicitando permiso vender un terreno de pastos de 160 caballerías de tierra, perteneciente a los propios del pueblo con el fin de atender con su producto al mantenimiento de las tropas. (21) 

     Con la ocupación del castillo por las tropas españolas, se retoma la idea del consejo de regencia de reparar los antiguos castillos de los moros para que sirvan de defensa y así, a finales de mayo se inician las trabajos proyectados por los ingenieros militares Blas Manuel Teruel y Salvador Sebastián, dirigiendo la obra Salvador Quirós, quien en el cabildo celebrado el 2 de junio solicita “todos los carpinteros del pueblo con sus herramientas correspondientes, todos los albañiles, cien peones, 50 espuertas terreras, 25 azadas, 25 zapapicos, 12 cubos para agua, 4 tinas para depósito de agua, 4 tinas para depósito de agua para las mezclas, 12 cántaros, 2 acémilas con aparejo, aguaderas y serones, 100 tablas de 1 ½ a 3 pulgadas de grueso, al pronto, pero seguidamente todas las que haya, 200 tablones, alfajías, viguetas y luego las demás que hubiese. A los herreros del pueblo se les deberá dar la orden para que con la mía hagan la obra que se les mande recogiendo su recibo cuando la entreguen”. La solicitud demuestra la urgencia que existe por terminar las reparaciones ante la amenaza de un inminente ataque enemigo, que también está interesado en hacerse con el castillo. Estas reformas no logran llevarse a efecto, en primer lugar por la falta del material solicitado y en segundo, por un nuevo ataque francés en el próximo mes, como veremos más adelante. (3) 

     Hubo un alcalaíno, Andrés López, que viendo que en el cabildo celebrado siguen en sus cargos las mismas personas, al día siguiente, 3 de junio, envía una queja formal al Consejo de Regencia. 

      El 5 de junio Antonio Begines de los Ríos, comandante general, desde Ubrique, aprueba la petición del ayuntamiento para vender los terrenos. 

    El 18 de junio, el consejo de regencia, atendiendo la queja de Andrés López, ordena al duque de Medinaceli, dueño territorial de Alcalá y al propio ayuntamiento, bajo multa de 500 ducados que ejecuten las elecciones en el próximo día festivo al recibo de la orden. No contento con la situación, Andrés López vuelve a escribir al consejo el 23 de junio denunciando esta vez que “las órdenes novísimas sobre quintas previenen que entren en los sorteos los mozos solteros sin excepción, sea de la clase que fuese, con tal que tengan la edad y actitud para las armas, y habiendo entre los Justicias y concejales vecinos que debieron cumplir con este servicio a V. M. no lo hicieron y eludieron las órdenes quedándose en sus Empleos, pues es regular que hayan prestado el juramento al Rey intruso”(5) 




     Pronto comienzan los trabajos para acotar los terrenos del común, que alarman a muchos ganaderos del pueblo, entre ellos, algunos concejales, quienes el 23 de junio envían al alcalde un escrito : “D. Francisco de Paula Tizón, D. Juan Sánchez Granados, Regidores de su Ilustre Ayuntamiento, D. Juan Cantero, Diputado del mismo, D. Domingo Abreu, capitán retirado en clase de disperso, D. Vicente de la Jara, presbítero y beneficiado , D. Francisco de la Jara, D. Alonso García Geraldo, D. Juan de los Ríos Zarco, Gabriel Pineda, D. Fernando Gómez, D. Juan María Moreno, Bartolomé Macho, D. Pedro Mariscal, Juan Cid Ramírez, Bernardo Velgara, D. Juan Tocino, Pedro Barroso, Cristóbal Manuel Mejías, Juan López de Medina, Alonso Pichaco, D. José de Arias, D. Francisco Pichaco, Miguel Román, Sebastián de Vera, D. Bartolomé Benítez y Andrés Quirós, todos vecinos de esta villa, labradores y criadores de ganados en su término; …… se está siguiendo expediente consecuente con cierta orden comunicada por el S. Comandante Gral. Del Campo de San Roque y de la división de este acantonamiento D. Antonio Begines de los Ríos, sobre acotamiento de ciento sesenta caballerías de tierra que no lo están, en la que tuvo Su señoría por conveniente aprobar este arbitrio propuesto por la Junta y mandar se ponga inmediatamente en ejecución, como se había principiado a verificar”. En dicho escrito solicitan se suspenda la venta porque dichas tierras son “lo mas florido del término y entre ellas los mejores aguaderos para los ganados, quedando cerradas y acotadas como arbitraba la Junta estaba claro que los ganados en las estaciones mas críticas del año, perecerían de necesidad por falta de aquella especie tan esencial, además que con dicho acotamiento se experimentará indispensablemente la escasez de toda clase de ganados por no poder ni quedar término expedito par que pastasen..” 

     Al día siguiente, el alcalde, Domingo Corona y el presidente de la Junta de subsistencia, José María Andrades lamentan los perjuicios que ocasionan a los ganaderos y les proponen que adelanten el dinero en calidad de reintegro. (28) 

     Hasta el 4 de julio no se recibe en Alcalá la orden del Consejo para celebrar elecciones, ya que en el pueblo no hay correo desde Algeciras, donde llega en barco. Siguiendo las instrucciones, el alcalde Domingo Corona envía una propuesta de concejales a D. Luis Joaquín Fernández de Córdoba, duque de Medinaceli, que se halla en Ceuta, para su aprobación. Cinco días más tarde, el propio alcalde envía un informe al Consejo de Regencia informando de que ha dado curso a las órdenes dictadas y de “la tempestad que ha sufrido todo el vecindario con las avenidas de tropas enemigas y nacionales, que de las primeras ha pasado de 20 veces, existiendo en ocasiones hasta 40 días y que para ocurrir a la subsistencia de todas en que se ha consumido valores de más de tres millones (de reales) después de proceder inmensos saqueos. Se ha procurado guardar la más perfecta igualdad. De lo que infiero que un gobierno reconocido como va expuesto por ambas partes beligerantes, sería menos chocante a alguna y con su experiencia y nociones menos perjudicial” defendiendo así la postura del consistorio alcalaíno.


NOTAS


(3) Gabriel Almagro Montes de Oca. Alcalá en la Guerra de la Independencia. Revista de Apuntes Históricos. 1990 

(5) Carta del vecino de Alcalá, D. Andrés López, dirigida al Consejo Supremo de Regencia con fecha de 23 de junio de 1811, inserta en el expediente sobre la suspensión de elecciones de concejales que se encuentra en el Archivo Histórico Nacional. ES.28079.AHN/1.1.15.25.25//CONSEJOS,11982,EXP.14

(20) Copia del cabildo celebrado el 7 de mayo de 1811 realizada por el escribano Miguel Manin de la Bastida inserta en el expediente sobre la suspensión de elecciones de concejales que se encuentra en el Archivo Histórico Nacional. ES.28079.AHN/1.1.15.25.25//CONSEJOS,11982,EXP.14 

(21) Archivo Histórico Nacional. Consejo y Tribunal Supremo de España e Indias). Expedientes de bienes de Propios. ES.28079.AHN/1.1.15.21//CONSEJOS,12002,EXP.106 

(28) Alphonse Grasset. Málaga province française. (1811-1812). París 1910

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